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Prueba de Metamorfomagia #2


Amara Majlis
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La alerta se había dado y corría por los pasillos de aquel castillo Rumano. Se encontraba sola, aun no se había encontrado con los demás miembros de la hermandad de la rosa negra, quizás aquello podría ser una suerte o podría ser algo malo, todo dependía de cómo se tomara. Muchos podrían ver el vaso medio lleno o medio vacío, él no sabía exactamente como ver aquello, estaba en una fase gris, ni blanco ni negro.

 

Al seguir adelante se detuvo de golpe al ver un par de figuras. Los orbes de aquella vampiresa le penetraban con la mirada. La Mcnair junto a Artemis y un par de hombres se encontraban frente al vampiro trasformado. Suspiro maldiciendo por lo bajo, debía prever aquello, había sucedido lo mismo de la última vez, ahora debía terminar aquel juego o más bien seguirles la corriente hasta que llegara el momento de hacer su última jugada. Aunque ellas no parecían tan alertadas como el

 

Hizo una reverencian tal como hubiera hecho su maestra relajando un poco la mirada, Artemis y la Macnair conocían bien al Ragnarok por lo que ellas podría descubrirlo todo en la mirada del hombre, claro estaba, aunque tenía los ojos de su maestra y sus facciones.

 

-Cissy, Artemis, que sorpresa encontrarlas aquí en medio de todo este caos –dijo en tono tranquilo- escuche lo del cazador y salí para ver en que podía ayudar, me preocupa Ragnarok, aún no ha llegado, quizás se encontró con el –cambio esta vez el tono de voz para parecer preocupada- aunque se puede cuidar solo eso no evita que me preocupe

 

Las mujeres observaron al chico y sonrieron, al parecer al menos habían aceptado que era Chiharu y no un impostor por lo que la respuesta de la pelinegro no se hizo esperar.

 

-Conozco bien a Hades –dijo la macnair- si no se está metiendo en problemas no está tranquilo, te aseguro Chiharu que si no lo encontró el cazador ese vampiro estará buscándolo para protegerte y protegernos a todos los que estamos aquí metidos –comento seriamente- tu mejor que nadie lo conoces, es un imán para las catástrofes, mas cuando es quien las causa –dijo resentida ya que el vampiro y ella habían tenido una especie de entendimiento.

 

-Lo conozco y por eso te lo digo –dijo Chiharu- aunque no sé de qué estás hablando pero dudo que sea el momento de discutir eso –intento cambiar de tema ya que eran cosas en las que no valía la pena pensar, más aun cuando debía estar tan concentrado en mantener aquella forma o figura aunque si lo lograba estaba seguro de pasar definitivamente aquella prueba de metamorfomagia en la que se encontraba- ¿A dónde nos dirigimos ahora? –Pregunto- ¿han revisado ya toda esta zona?

*****************

 

Ahora el vampiro caminaba por la zona alta del castillo, había logrado engañar a quienes mas el conocían en aquel sitio o eso esperaba, de no ser así de seguro ellas se lo reclamarían mucho tiempo después, aunque Artemis había desaparecido después de todo aquello y solo había quedado Cissy pero tampoco hablaban mucho, mas bien tenían años sin verse y lo mejor era que todo se mantuviera así para bien de todos.

 

-Maldición… -dijo sacando rápidamente la varita.

 

Primero luz.... luego oscuridad...

 

En un segundo todo comenzó a dar vueltas, como si fuera un remolino, millones de imágenes comenzaron a pasar frente a si y la oscuridad fue apoderándose de todo lo que se encontraba alrededor del Ragnarok. Pudo sentir un extraño viendo y como algo lo halaba hacia algún punto, era como si lo estiraran y permitieran que volviera a su tamaño normal.

 

Quizás fue un segundo pero aquello parecieron minutos u horas, pero al abrir los ojos encontraba frente a Amara. Temblaba, no por frio, quizás pro cansancio al tener que pasar todo aquel tiempo concentrado y transformado en una de las mujeres más poderosas que había conocido. Sus facciones ya no eran las de la mujer japonesa, ahora era nuevamente él. Sus orbes negros, su tez pálida, su cabello corto y desordenado.

 

-¿Qué sucedió? –preguntó en tono bajo

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- Seguro te las sabes, no necesitas recordar - Pierre le estaba hablando, no entendía cómo lo había logrado identificar. Sabía que él y el hombre tenían una conexión muy fuerte pero no a ese punto, al parecer habían cruzado una delgada línea muy poderosa. Todo comenzó a cambiar rápidamente, las cosas desaparecieron pero Pierre no lo hizo - Aquí vamos de nuevo - Pensó, el portal estaba realizando su última jugada, esperaba que no fuera muy peligrosa y que pudiera hablar con su mentor y una de las personas más queridas en su vida. Todo se detuvo nuevamente y las cosas comenzaron a aparecer de nuevo, estaba en el lugar en el que todo había empezado: La Academia de Idiomas de Pierre.

 

- Pero... - Se detuvo, en ese momento no importaba la razón por la cual lo había logrado identificar, aunque estaba seguro que se debía a la conexión que tenían, su relación con el hombre no era una amistad normal, era como su mejor amigo y lo entendía bastante bien - Merci - Le dijo, había aprendido mucho de él aunque la diferencia de edad no era muy grande, era su mentor. Quizás la poca diferencia era lo que hacía que se entendieran tan bien, ambos pertenecían a la misma generación de magos y tenían muchas cosas en común, incluyendo su gusto por los idiomas - Creo que nunca antes había estado tan agradecido contigo - La prueba le había mostrado algo que no tenía tan claro y no solo había sido el portal, también los obstáculos que tuvo que superar para lograr llegar a la Gran Pirámide.

 

La prueba había llegado a su fin, el portal se lo había indicado a Niko de alguna forma así que adoptó su verdadera identidad y abrazó a su gran amigo - Creo que tendremos que hablar en otro momento - La circunstancia no era la más apropiada para tener una conversación y sabía que Pierre no la recordaría, la prueba solo sería recordada por el Tonks. No obstante, sabía que sí tendrían que tener dicha charla, había muchas cosas que le quería decir y de paso sería bueno recordar algunos de sus recuerdos. Su relación tendría que ser mucho más fuerte que hasta el momento, o al menos tendrían que comenzar a compartir más tiempo juntos, algo muy complicado viviendo en dos países diferentes.

 

- Creo que es hora de regresar - No sabía si estaba listo o no, pero el portal le había enseñado mucho y Amara no había intervenido nuevamente, al parecer esa era la señal que le había dado el portal para hacerlo creer que todo había terminado. El Knight cerró los ojos en busca de la forma para regresar, la oscuridad se apoderó del lugar y con ella todo desapareció incluyendo su gran amigo, luego apareció una puerta con una luz blanca - Espero que esto sea lo correcto - En alguno de los pergaminos que había tenido que leer decía que era posible que nunca regresara de la prueba y no sabía si cruzar esa puerta era la forma de regresar o si lo mantendría para siempre en el interior del portal.

 

- Creo que debo seguir mis instintos - Pensó, así que cruzó la puerta y cayó al vacío - Esto no era lo que esperaba - Los trucos del portal no habían terminado, la fuerza de la gravedad lo hacía caer muy rápido y solo podía pensar en que el golpe lo podría matar - Auch - Susurró, la caída no había sido tan fuerta como lo había pensado, sus ojos se mantenían cerrados pero comenzó a escuchar voces y ruidos que había escuchado antes de ingresar al portal - Lo he logrado - Pensó, sabía que Amara lo podría escuchar pero no sus compañeros, estaba de nuevo en el interior de la Gran Pirámide y por las voces que podía escuchar, había sido el último en regresar.

 

Rápidamente se levantó y sacudió su ropa - Espero haberlo hecho bien - No sabía cuál había sido el resultado de la prueba, solo Amara podría decirlo pero si había logrado salir del portal seguramente lo había hecho bien. Sus ojos se mantuvieron fijos en la figura de la mujer que le había enseñado los secretos de la Metamorfomagia, solo buscaba una respuesta y esperaba que fuera afirmativa.

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Entonces me vi, como perro de nadie ladrando a las puertas del cielo.

 

Las palabras de Anne aun resonaban en su cabeza, podía saborearlas como un buen té de hierbas o incluso un trozo de pastel, tan dulces como la persona de quien provenían; no mentía, grandes cosas aguardaban en aquel enorme monstruo llamado mundo para aquella gran bruja. Le habría gustado conocerla un poco más, ya nadie la visitaba después de obtener la habilidad y aunque disfrutaba mucho de su preciado silencio en ocasiones podía ser agobiante. Luego alguien la devolvió de entre un mar de pensamientos, —Hades— musitó parpadeando y dando un paso atrás, el joven mago estaba demasiado perturbado como para comprender que se encontraba en medio de la penetrante oscuridad de la pirámide.

 

—Ven a mi, Hades— susurró.

 

Nunca dejó de prestar atención a los que aun atravesaban su prueba final mientras hablaba con la joven Gaunt por lo que tras chasquear los dedos la puerta apareció frente al Ragnarok y lo arrastró de su escenario final. Oyó como él arrastraba sus pies hasta llegar ante ella y lo recibió con la misma cálida sonrisa que a su alumna anterior y con la serenidad que sus años le otorgaban, —Ahondar demasiado en el pasado nunca es bueno— comenzó colocando una mano en el hombro del vampiro y aguardando a que éste comprendiera el peso de sus palabras —Más actuar bajo presión te ha servido para controlar tu don a la perfección— su mano viajó hasta capturar su mentón y alzó un poco el rostro del hombre para admirarlo, —Hay quienes se pierden en esencia, tú aun estás por aquí— y una vez más sus dedos señalaron un anillo en el anular de Hades.

 

Su voz se mezcló con la de alguien más, un hombre aireado y también confundido ¿por qué los que sobrevivían a la última prueba atravesaban lo mismo?, llevaba tanto tiempo como arcano que no recordaba demasiado su prueba. —Lo haz logrado, sí— las palabras habrían retumbado en la pirámide mientras Amara pedía a su alumno que diese lugar para que Niko llegase a su encuentro. Éste no se hizo esperar y pronto salió de la pirámide. Cuando logró verlo se sorprendió y tuvo que rectificar sus palabras anteriores, Tonks parecía más tranquilo de lo normal, relajado, como completo hasta lo sentía en sus antiguos huesos.

 

—No queda mucho más por decir queridos míos más que estoy orgullosa por ustedes, complacida. Tomen su don con responsabilidad y seriedad. Y nunca olviden sus raíces— Aquello último lo dijo mirando a Niko.

 

La puerta de la pirámide desapareció, la prueba había finalizado. Amara Majlis guiñó un ojo al joven Tonks y con un movimiento de cabeza señaló su dedo anular para luego darles la espalda a ambos y desaparecer rumbo a su cálida morada quien clamaba por su presencia, no era muy simpática con las personas que osaban tocar sus cosas, mucho menos ingresar sin siquiera ser invitados así que sus nuevos alumnos conocerían otra faceta de la arcano.

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