Browskov Agency (MM B: 108493)

[Lisa Weasley Delacour]

Tome el pergamino que Darian me acercaba, sonriendole con confina. Aquel joven apuesto era, sin duda alguna, uno de los Hunters mas comprometidos y prometedores que tenia, me sentía orgullosa de como Almas iba creciendo y avanzado – El silencio no va conmigo – La voz del tatuado llego perfectamente a mis oídos – Aunque me muevo perfectamente entre las sombras – Y sin mas, le guiñe un ojo. La diversidad de personalidades que tenia a mi cargo era tan abundante que a veces me podían llegar a volver loca con sus razonamientos y actitudes – Cinco minutos mas y nos vamos chicos, no podemos arriesgarnos tanto.

Mientras aquella conversación se sucedía, meditaba en mi mente el mensaje que Valkyria me había dado segundos antes. Tenia razón, la gente cambiaba, pero ¿hasta que punto? Esa era una de las preguntas que mas temía – Soy un hueso duro de roer, pero los hechos me hacen recapitular con creces – Una frase que contenía toda la verdad, si yo veía que ella se esforzaba y que su oscuridad brillaba por su ausencia, seria la primera en tenderle la mano y asumirla como miembro de la familia que comandaba con fervor. Amen de que mi dualidad existente era muestra de ello. Al final del día no eran las palabras quienes quedaban, sino los actos.

[Axel Rexdemort]

Camino entre la oscuridad, el animal lo seguía muy cerca. Demasiado cerca quizá cuando algo llamo su atención. – Esto es pornografía. – Suspiro el hombre recogiendo un par de pergaminos y unas fotos. – Zack tiene buen cuerpo, aunque esta algo pequeño.- tomando las fotografías de un hombre desnudo en extrañas posiciones, mirando fijamente una y doblándola para guardarla en el bolsillo de su pantalón. Axel la analizaría después con más calma.

 

-Capitan…- Axel sonrió.- Arréglese el maquillaje…. Encontré estas cosas, parece que el dueño es un pervertido. - Entrego las demás fotografías a la encargada y suspiro. Una pila de papeles, algún tipo de recibos, no sabía bien pero pues era su primer cateo después de todo.

 

Las mujeres veían la foto del dueño sin ropa. – Par de pervertidas.- Pensó el tatuado al observar a sus compañeras y tomo la mano de Valkyria para sonreírle. – Usted es mujer casada.- Vamos a ver si hay algo allá afuera. – Arrastrando a la Warlock para salir del local. Al parecer no habia mucho que hacer alli dentro.

[Darian Mcnair]

La llegada de otro miembro de la orden me hizo sentirme aún mucho más calmado, nunca se sabia cuando nos podían emboscar y superarnos en número..como usualmente pasaba en algún que otro encuentro con el otro bando. Parecía que todos ya estamos por salir así que me acerque hasta Lisa - Parece que ya hemos terminado aquí, te confió el pergamino que encontré en aquella oficina - le digo y señalo la oficina de la que venia mi registro.

 

 

La joven que se sumó con nosotros esta noche resultaba ser valkyria Karkarov, ella me pregunta que había encontrado - encontre un pergamino con nombres, apellidos de lo que se puede entender como negocios sucios, desde licencias falsas hasta animales ilegales, recién se la di a nuestra Lord Commander- miró a Lisa y de nuevo a Valky - ¿Tu encontraste algo?-

 

 

Ya era innecesario que sigamos alli, asi que me acerco a Lisa y le digo - Parece que ya no hay nada más que hacer aquí, sino te importa me voy a retirar - al mirarla detenidamente veo como su maquillaje se habia corrido un poco, levantando el dedo y pasándolo suavemente por esa línea que se salía de lugar se la borró - Listo, tenía el maquillaje un poco corrido, ahora si , sigues estando tan linda como siempre - no puedo evitar una pequeña risita, sabia que Lisa era una rebelde y esas demostraciones de cariño podian llegar a molestarla.

 

 

Miro a los presentes antes de retirarme y les digo bien clarito - Lealtad y Sacrificio compañeros -. Salgo a la calle y al alejarme lo suficiente pienso en mi novia, podria ir a visitarla un poco a la mansion Rambaldi, espero que siga despierta aún y poder estar con ella aunque solo fueran unos minutos. Giro sobre mi mismo y al segundo ya me encontraba a muchos kilometros de distancia del callejon Diagon

[Lisa Weasley Delacour]

Definitivamente comando a una panda de locos sin remedio. ¿Los mataba o les seguía la corriente? La voz de la castaña en algún punto de mi mente recordándome que mi deber era custodiar sus vidas y la del mundo entero fue una advertencia clara. No podía agredirles, pero si darles duro en los futuros entrenamientos que de seguro tendríamos. Axel ademas de criticarme por que parte de mi maquillaje se había corrido al enfrentarme contra el dragón de Mei, me había entregado una foto de un hombre desnudo. Asi como si nada. El dueño del local no sabia si era o no mortifaga, pero si un pervertido en toda regla.

Me quede descolocada en mi posición. Ni tiempo me dio para despedirme del hombre, el cual ya salia por la puerta arrastrando a la warlock - ¿Pero que? La noche los incita o algo…. - Atrape la mano del joven fenixiano después de que me limpiase parte de lo que el Rexdemort había señalado – Las manos quietas, al igual que los cumplidos o te dejare sin hijos – Apreciaba a Darian como guerrero, pero mi espacio personal solo lo traspasaba quien yo desease y aquel no era el caso – Te veo en el cuartel, en diez minutos - ¿Había sido ruda? Quizás, pero ¡¡¿Para que osa ponerme un dedo encima?!!

Maldiciendo las hormonas masculinas, salí a la calle y ahí gire mis talones en dirección al cuartel general. Ya no quedaba rastro allí de nadie.

[Zack Ivashkov]

Las alarmas en la agencia se dispararon en cuanto los Fenixianos osaron irrumpir en la propiedad. A Zack se le dio el aviso una hora más tarde, tiempo suficiente para que aquellos desgraciados pudieran hacer y deshacer en su oficina. No tenía idea de lo que pudieran haber encontrado, pero sí tenía claro que los catálogos se encontraban todavía en sus gavetas, e indudablemente debían tener uno en su poder. Eso era prueba suficiente para tener que recibir al menos cada mes a una comisión de iluminados queriendo llevárselo a sus gallineros para interrogarlo, o matarlo directamente.

—Se llevaron algunos— murmuró mientras observaba las gavetas de su escritorio. Dentro todo estaba revuelto, recordaba muy bien que había dejado todo en orden para cuando llevaron las criaturas al sótano la última vez. Si bien no había forma de que pudieran haber entrado a ese otro espacio, le preocupaba cómo utilizarían la información del catálogo especial, ese que contenía los negocios sucios que ofrecía el local.

Peinó su cabello castaño en medio de un suspiro. Reparó en que lo mejor sería esperar el golpe, si es que llevaba. La Orden del Fénix no tenía mucho protagonismo en los últimos días, después de que algunos se revelaron como miembros del bando comenzaron a huirle a las autoridades. Aquello le daba cierta paz, podrían tardar mucho en volver.

—Tendré que conversarlo con Edmund. Aunque él…— claramente dudaba. Si no era un compañero Mortífago, lo más probable es que perteneciera al bando enemigo. Aun así no quería sacar conclusiones apresuradas. Por ahora descansaría sobre su cómodo sillón mientras el otro se dignaba a laborar. Ya habría tiempo para conversarlo.

[justo]

Habia concertado una entrevista con este curioso negocio, me interesaba conocer mejor los entresijos por si ponia en sus manos ciertos asuntos digamos...peculiares.

 

No fue facil llegar hasta un asesor. Tuve que responder a un exhaustivo interrogatorio, tomar Veritaserum para responder mejor a las preguntas y, cuando se convencieron de que no era Auror ni representaba a Gringotts mi solicitud fue admitida.

 

Me atendieron en un sobrio despacho sin muchos adornos. Tenian razon en una cosa, los cristales esta tintados para que nadie pudiese atisbar nuestra conversacion.

 

Cuando le mostre los documentos que deseaba que se revisaran lanzo un silbido de admiracion. Se trataba de unos certificados familiares extremadamente sensibles, tan sensibles que el Ministerio daria lo que fuese por apropiarselos.

 

En general se puede decir que la entrevista fue positiva. Yo verifique que eran lo que buscaba y ellos vieron que yo era un cliente potencialmente rentable.

 

Tome la tarjeta que me dieron y la guarde cuidadosamente en mi bolsillo interior. Habian ganado un cliente mas.

[That is not my name]

Llevaba apenas un par de minutos observando el logo de aquel lugar, sobresaliendo de las paredes de cristal polarizadas intentando comprender si había alguien del otro lado mirándome el mismo tiempo que llevaba ahí parado. Sonreí. Caminé hasta la puerta de entrada y al momento de poner mi mano en ella, se deslizó a un lado para poder ingresar.

 

Me encontré en el vestíbulo, una hermosa mesa con un arreglo floral alumbrado por una araña de luz, algo muy simple pero bastante elegante dando la descripción perfecta del lugar.

 

Esperé pacientemente a que apareciera alguno de los encargados del lugar, mi viejo amigo Edmund o @@Zack Ivashkov, una de las personas con quien más había tenido roces en el pasado debido a las diferencias ideológicas que nos manejaban, sin embargo era momento de cambiar un poco la actitud por la reciente sorpresa de estar dentro de la misma organización clandestina, la de los mortífagos, aunque no me sorprendía mucho.

[justo]

Casi un año despues regrese a esta...digamos...asesoria. Como ya me conocian no me hicieron esperar demasiado, tras algunos saludos formales fuimos directamete al asunto.

 

- ¿Han tenido ocasion de autentificar mis certificados?

 

- Si Señor, hemos tenido que recurrir a archivos muy especificos pero no hay duda que sus certificados familiares son exactos pero...¿puedo preguntar como es que faltan tantos familiares intermedios?

 

- ¿A que se refiere?

 

- Bueno, esta claro que la persona de lo cual requiere desciende directamete de Helga Hufflepuff, y de su unica hija, Valeria. Pero hay algo que nos escama ¿como es que no figura el nombre del padre?

 

- ¿Es necesario?

 

- Imprescindible.

 

- Su nombre es Manuel, procedia del viejo Reino de Castilla.

 

- Bien. ¿Y los descendientes de Manuel?

 

- No hay.

 

- ¿Y como sabe que usted esta vinculado? No es que dudemos pero...

 

- Si, ya suponia que saldria esa dificultad. Creo que este otro documento le aclarara todo, es una cedula de identidad, actualizada.

 

- Bien si, veamos, ¡Dios Mio!

 

- ¿Todo aclarado?

 

- Falta solo un detalle, el precio de la operacion ha sido muy elevado, 7.000 Galeones. Esta todo incluido.

 

- ¿Servira mi carta de credito?

 

- Servira. ¡Dios!

 

- ¿Sucede algo?

 

- No...---balbuceo---nada.

 

- Un placer hacer negocios con ustedes. Buenos dias.

[Zack Ivashkov]

El ciclo básico de los negocios de Zack estaba por concretarse en la agencia Browskov. Todavía podía recordar aquellos días de entusiasmo, los primeros, en los que de verdad apostó por un futuro para ese local que ahora veía desolado y descuidado. Sus elfos pasaban de vez en cuando a cuidar que la mugre no terminara por consumir todo y derrumbar la edificación. Pero a simple vista se notaba que era un espacio dejado en el que ninguno de sus dueños o participantes activos de la organización habría puesto un pie en meses.

 

Por primera vez en más de un año, Ivashkov se dignó a pasar un rato a solas en las instalaciones de aquella agencia que nadie logró conocer. Quizás no se le hizo la publicidad necesaria para explotar los beneficios que podría darle a cada afiliado o cliente que confiara en ellos. Pero ya no importaba en realidad. Los motivos que llevaron el lugar a la inactividad sólo eran excusas para justificar la falta de compromiso de sus dueños.

 

En cuanto atravesó la puerta no pudo evitar resoplar por el polvo en el ambiente. Una mirada fulminante bastó para que su elfo, que lo acompañaba, pusiera manos a la obra. Claramente el servicio de limpieza tampoco había sido efectuado en mucho tiempo, contrario a sus creencias. Suspiró al tiempo que hizo aparecer un vaso de cristal sobre su mano libre y lo llenaba con el líquido de una botella de whisky recién abierta. Todavía conservaba la barra de licores de su despacho intacta.

 

Se desplomó sobre un enorme y acolchado sillón tras un primer sorbo y cerró los ojos entregándose a la paz que el ambiente le proporcionaba. Meditaría unos minutos antes de pensar en cómo revivir la agencia.

[Anne Gaunt M.]

Se reabre a petición del co-propietario.