Jump to content

En el Parque de las Lamentaciones II


Binny Evans
 Compartir

Publicaciones recomendadas

La llegada de la tormenta fue como el inicio de un concierto de ritmo hipnotizante gracias a las gotas golpeando a gran velocidad el suelo, los truenos retumbando hasta estremecer el alma y los rayos danzando al tiempo que arrasaban con la oscuridad. La lluvia había llegado hasta ambas chicas, empapándolas a ellas y al inmenso jardín. Las estatuas de mármol con las espadas alzadas parecían saludar a un general que galopaba sobre las nubes negras, producía un ligero escalofrío verlos tan quietos.

 

Binny dejó caer la cabeza hacia atrás, mientras su rostro se mojaba con el aguacero. Le había pedido a Heliké empezar un nuevo duelo, uno real y a la antigua como siempre había apreciado. Se enjugó el rostro con las manos antes de volver la vista a Rambaldi y sonreírle cuando un nuevo rayo iluminó de plata.

 

—Danzaremos en la lluvia —rió alegremente—. ¿Estás lista? Primero una reverencia —Evans se alejó unos cinco metros colocándose a un metro detrás de una estatua y se inclinó con la varita en un movimiento de muñeca delicado y elegante—Ahora un saludo con la varita.

 

Cuando levantó la vista Heliké seguía al frente y seguramente empezaría el duelo. Evans agradeció llevar aún la capa de viaje que le permitía mantenerse tibia, de lo contrario estaría tiritando. Alrededor todo era exactamente igual a momentos antes, las estatuas, las enormes macetas, la pileta en medio del jardín y las bancas de metal.

 

Lo único que había cambiado era que su reencuentro desencadenaba el inicio de un entrenamiento de hechizos, pues ambas eran duelistas pesara a quien le pesara. Tenía la sensación de que Heliké no gustaba de charlar tomando el té, ella al igual que Evans iba por la vida agarrando al toro por las astas. Es decir, poniendo al límite su don mágico y exigiéndose tanto que su mejora era constante e interminable.

 

@

yRdVD1j.png

Los ideales son solo palabras hasta que luches por ellos.

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Andrómeda. Me había caído al suelo, de rodillas... ¿Cómo había podido olvidar a aquella bruja? La lluvia seguía cayendo como si supiese que, con sus gotas aplacaría lo que estaba apunto de empezar en aquél sitio. Me había dado muchisima rabia el hecho de que me quitase la varita, no podía evitarlo, me sentía indefensa sin ella. Cómo una vulgar muggle sin gota de magia, obligados por la eternidad a usar cachivaches para hacer mejor, llevadera su existencia.

 

Pero nosotros los magos, teníamos el poder, el poder de usar una magia que teníamos en nuestros propios genes. Me levanté, al menos, no tenía las rodillas llenas de barro. Sacudí mis prendas y me fui directamente hacia a ella con un gesto contrariado en mi rostro.

 

- No era necesario que me quitaras lo más apreciado que tengo - casi le escupo en toda la cara, pero suponía que mis ojos le indicarían lo rabiosa que estaba en esos momentos.

 

- ¿Nuestra historia? - Estallé en carcajadas, burlona- no sé de qué historias hablas... Te has largado del Castillo cómo si fueses una vulgar ladrona que ha entrado a robar y luego se va sin dejar rastro - negué con la cabeza. Sí, no podía evitarlo estaba dolida. Hacía siglos que apenas había visto los otros magos que se habían largado en cuánto Deiwan había desaparecido.

 

- ¿Sabes?, hay una bruja que a pesar de ser matriarca en nuestra mansión hace todo lo que puede. Me ayuda a llevar la casa y la memoria de mi padre a lo más alto, algo de lo que, querida, dudo mucho que puedas presumir... - era cierto que, cuando estaba cabreada la crueldad salía por mi boca y cuánto más hablaba, más atacaba en dónde podía. Un gran defecto, por supuesto pero eso me había salvado el pellejo en más de una ocasión- así que, no vengas tú a decirme ahora, cosas bonitas para que te perdone tan fácilmente...

 

Negué con la cabeza, con una sonrisa burlona. Con un manotazo, le saqué mi varita de su mano y me alejé a una distancia de unos cuatro metros. No cambiaría mis ropajes, no señor. Si íbamos a duelear que fuese con todas las consecuencias.

 

- ¿Ingrata, Dices? Sí, la verdad... pero no voy a decir más de lo que ya he dicho - hice una reverencia también ante su pedido...

 

- No sé qué esperas... Pero deseo que tu sangre brote de tu cuerpo, en pago de la deuda de la traición que has cometido - asentí de nuevo con la cabeza- si realmente deseas regresar es un tributo que tendras que abonar para que yo te crea - sonreí con malignidad. Otro rayo casi había caído cerca de nosotras. Iluminando el lugar y la lluvia que caía a chorro en la zona en la que estábamos.

 

- Empecemos...

 

- ¡Sectusempra! - sip, era el típico hechizo de inicio de todos los duelos pero esperaba que la bruja se defendiera. Tenía por opción otros conjuros pero ese era simple y efectivo. Quería que al dar en su cuerpo, se abriesen unas grandes heridas y que se desangrara hasta que no quedase ni una gota de líquido vital en su cuerpo.

 

<< Bueno cariño, espero que si te desangras y me pides que te ayude a sobrevivir... Podría convertirte en vampiro - comenté, risueña.

 

p.d.: me ha encantado rolear ésto /o/ me has inspirado xD usaremos también sino te molesta, los libros de hechizo *0*

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Había disfrutado con alegría desmedida cada palabra, nada cambiaba en Heliké ella seguía siendo como una explosión cuando se enojaba. Se sintió como la primera vez que llegó a Ottery y no pudo esconder lo increíblemente feliz de escucharla tan llena de fuego. Le placía tenerla cerca, siempre le había agradado ese tipo de personas. Andrómeda, Alexander y ahora Heliké. Que maravillosa escena, se sintió como volver al pasado, se sintió como volver a ser realmente feliz.

Sabes que tenemos una historia, somos piezas el Ajedrez Mágico —dijo sonriente, quizás Heli hubiera olvidado aquello. Años atrás habían formado parte de un grupo de entusiastas amigos que manejaban la varita en defensa de los débiles—. Tuve que seguir con la lucha, no podía quedarme en ningún castillo —lo último sí lo dijo con pesar, pues había perdido años valiosos de su vida combatiendo mortífagos y la mayoría de veces terminaba calcinada en San Mungo; pese a todo, su deseo era interminable.

A continuación escuchó la afrenta, a Binny le resultaba divertido que alguien pensara en el honor de Boss Elessar. Aguantó una risotada, no quería ofenderla de regreso. Mas la situación no iba acorde al padre de Binny. De Deiwan se podía redactar una lista inmensa de logros respetables pero de Boss...

No puedes hablar en serio, querida amiga mía. Mi padre es el mago más reconocido por su afán mujeriego así como increíble ego; claro, siempre opacado por la sombra de su hermano —era la verdad, Elessar pese a ser su padre no era la clase de mago al que uno quisiera mantener orgulloso.

—¡Protego! —movió la varita rápida como una flecha logrando casi sin creer que el sectusempra había llegado tan cerca a punto de impactarle. El escudo absorvió el hechizo y Evans tuvo que actuar a continuación— Incárcerus —las cuerdas, que eran tres, iban dirigidas a la boca, los tobillos y las muñecas de manera que quedarían alejadas y pegadas a la cadera.

Aún medio aturdida, por la rapidez que tuvo que actuar no logró formular que no había aparecido en el parque para retornar al castillo Rambaldi, pues su época allí había terminado hacía mucho cuando Andrómeda se fue. Lo que necesitaba era averiguar el paradero de la bruja, y el rastro de Altair, el ahijado que aún vivía en Ottery y que necesitaba recuperar.

Heli... —susurró—. Tengo que preguntarte... Qué sabes de Andrómeda —hizo una pausa, realmente no podría olvidar nunca a su amiga— o de Altair, necesito verlo.

 

@ Perdona la demora , me agarraste cerca a fin de mes cuando la chamba se pone intensa D:!

yRdVD1j.png

Los ideales son solo palabras hasta que luches por ellos.

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.