๑۩♚۩๑ Mansión Black Lestrange ๑۩♚۩๑ (MM B: 78195)

[Alegna Black]

-M*erda- el insulto quedo silenciado a la mitad dejándome solo en la mímica de mis labios, mire de repente y comprendí que Rose me había silenciado para que justo llegara mi abuela a pedir explicaciones, al verla quede sorprendida, ella era de vestir elegantemente y verla en ese atuendo casi hace que me desmaye no por verla casi desnuda, tenia un cuerpo envidiable, sino porque nunca imagine presenciarla en esas fachas.

 

Rose se disculpaba entre hipidos, si yo no me equivocaba debía de estar mas ebria que yo, o seria al revés al pensar que no estaba peor que mi gemela, blanquee los ojos al sentir la sarta de disculpas y el efecto que me producía era de reírme por lo que mi cuerpo se empezó a convulsionar entre risas silenciadas

 

-jajajajjajajajjajajaja

 

Maldita Rose justo me quita el hechizo, dejando que mi estridente risa llenara el lugar. Calmándome de a poco logro decir dos palabras sin tentarme.

 

-Solo le enseñaba a Rose a defenderse abuela, nada del otro mundo. Como regalo de cumpleaños.

 

Alce los hombros restándole importancia, mientras Amelie llegaba a contemplar la escena, haciendo que un dolor de cabeza empiece a ganar lugar, creía que las dos eran algo exageradas con respecto a lo acontecido. ¿O es mi borrachera o mi blusa quiere levantarse? Con la mano libre sujeto el borde delantero mientras el frio sube por mi espalda, observando que no solo mi ropa es la que asciende, sino la de todas, dejando ver mas de lo debido, salvo el de Mia que ya de por si se le veía todo.

[Sapphira Black Lestrange]

Acaso Alegna quería que nos comiéramos en cuento de que le estaban enseñando a duelar a su hermana como regalo de cumpleaños pero si tenían varias copas encima, no creía que en esa condiciones pudieran llevar a cabo un duelo y no entendía porque se peleaban por un hombre de una sola noche aunque estuviera bueno el chico

Pero de repente del piso comenzó a colarse un aire al principio ligero pero que luego tomo mas intensidad y comenzó a mover el cabello de todas las presentes y luego el aire levanto la bata que llevaba puesta su madrina al estilo Marylin Monroe y bueno solo dejaba ver algo más de lo que ya de por si dejaba ver la bata y las demás se nos levanta las blusas que dejaba ver lo que llevaban puesto debajo de ella

El viento dejo ver ligeramente que llevaba un corpiño color piel y con encaje pero como pudo la vampira sujeta su blusa para que no se siguiera levantando y sujetando la varita con fuerza con ganas de querer hacerle algo a alguien ya que en sí solo pocos habían podido ver y disfrutado de la vampira y también habia notado que habia una presencia más y no eran solos las mujeres presente en esa sala e intercambio una mirada con mi madrina para ver si ella también se habia dado cuenta de eso ya que dudaba que las gemelas se hubiera dado del todo cuenta de donde provenía ese viento con las copas que llevaba encima

@ @ @@Mia Black Lestrange @@Alegna Black

[Mia.]

[

El fastidió podía leerse en el rostro de la matriarca, algo que no era usual, porque solía enmarcaras perfectamente sus emociones y sentimientos, permitiendo ver a los demás solamente lo que deseaba que vieran. Sin embargo, lo último que esperaba era encontrarse con una escena de ese tipo a escasos minutos de haber abandonado la comodidad de su alcoba. Por lo que simplemente ladeó la cabeza y escuchó con poca atención las pobres excusas de Rose.

 

— ¿Por un hombre? Eso es rídiculo, con la cantidad que hay en Londres, bien podrían salir y encontrarse a al menos un par para pasar una rato divertido. —soltó dando la razón a las palabras de Amelie, la cual había externado sus pensamientos.

 

Tras escuchar las pobres disculpa de su nieta, negó con la cabeza dejando en claro que estaba perdonada, hasta que escuchó la risa incontrolable de Alegna. Mirando reprobatoriamente soltó un bufido, ¿qué clase de educación tenía esa pilla? Ninguna, al parecer, porque a penas sí podía sostenerse de loe bria que estaba. Intentando controlar su carácter, sintió como una rafaga de aire comenzaba a llenar la habitación.

 

—Homenum Revelio —conjuró el hechizo revelador, el cual le indicó la presencia de alguien cerca de su posición y que no era ninguno de los presentes, concentrando su poder en ese hechizo, pudo casi descubrir la ubicación de esa persona y como la casona no le había avisado de su presencia, porque era miembro de la familia.

 

Aunque, el ser miembro de la familia no lo salvaría, porque estaba enojada de que se hubiese atrevido a atacarla en su propia mansión, algo que jamás debía ocurrir si era amigo o miembro de la familia. Considerando las opciones que tenía, esbozó una sonrisa maliciosa, o sí, no tenía ningún problema en utilizar hechizos mágicos de gran potencia para enseñarle una que otra lección a los presentes.

 

Por lo que bajando su mirada, al percatarse que unos cuantos miraban fijamente su cuerpo y otros evitaban mirarla directamente, se dio cuenta que vestía un camisón con una bata que poco dejaba a la imaginación. A pesar de no molestarle su vestimenta, con un movimiento de su varita la cambió con una simple túnica negra a juego con unas sandalias, al menos de ese modo había recobrado parte de su aspecto respetable.

 

—Cinaede—espetó pensando en Dave, el osado que se había atrevido a atacarla, a ella, su madre.

 

Soltando una carcajada, disfrutó el momento en el que el veneno llegó hasta él, porque a pesar de encontrarse ocultó, el sería envenenado y comenzaría a sufrir los efectos en cuestión de segundos, revelando a todos los presentes su presencia y justo en ese momento el aire que los rodeaba dejó de producirse.

 

Mia estaba enojada y no iba a permitir que nadie le faltara al respetó, con la sonrisa en los labios les mostró un frasco llenó de semillas de hielo, las cuales en cuestión de segundos las dejaría congelados sino se comportaban.

 

—Alegna, quiero que le pidas una disculpa a Rose y viceversa. No voy a tolerar este tipo de enfrentamientos en la familia y menos por alguien que les aseguro que no recuerdan ni si nombre, así que las estoy esperando.

 

Esperaba que su orden fuese tomada a consideración rápidamente, porque disfrutaría de usar su varita mágica para mostrarles a sus nietas una que otra lección.

 

—Dense prisa, sino quieren terminar como Dave... —la sorna era evidente en su voz, porque sí era su hijo pero también tenía que aprender que con su madre no se jugaba, y estaba segura de que Zack, lo aprobaría. —Amelie, querida que gusto verte, como ves esta reunión es de lo más casual. ¿tienes ganas de divertirte? —añadió preguntando a la bruja.

Editado 26 de Mayo del 2017 por Mia Black Lestrange

[Jessie Black Lestrange]

-¡¿Qué acaso ya nadie puede dormir sin que lo despierten con gritos?!

 

Furiosa era poco a como estaba en esos momentos. Había tenido mucho trabajo aquellos días en el ministerio y ahora alguien gritaba en la planta baja de la casa, diciendo una sarta de tonterías mientras ella intentaba dormir. Se puso de pie golpeando el piso con fuerza, se coloco sus pantuflas color violeta y se acomodo una bata de ormir de ceda negra sobre su torso atandola a su cintura; abrió la puerta de un solo golpe de varita y salió muy molesta de su habitación golpeando y destrozando todo a su paso.

 

Llegó a las escaleras y las bajo de una exhalación para encontrarse con un espectaculo que no esperaba ver y menos en aquella casa. Su hermano, sus sobrinas melizas y la ahijada de su madre en lo que parecía ser una batalla campal y su madre... bueno no había tenido que agacharse para descubrir si se había puesto ropa intima.

 

-¿Se puede saber qué es lo que esta pasando?

 

Se cruzó de brazos sin soltar su varita ni un momento, enarcando las cejas y fulminando a todos con la mirada. Rodaba los ojos por momentos y soltaba leves bufidos, signo de su estado de molestía.

[Susan V. Goldstein]

La fina tela negra de encaje se arrastraba por el pasillo de la casona con cada paso que avanzaba, sin querer amarrarse la trasparente bata dejó a la vista el camisón hecho de raso que que a duras penas llegaba más abajo de la curva de sus caderas. Cualquiera que la mirara pensaría que guarda algún tipo de luto pero lo cierto es que toda clase de bullicios golpearon su puerta y sin siquiera molestarse en arreglar su espesa cabellera salió a ver que ocurría. Su vestir no es apropiado para un hogar donde habitan tantas personas, pero hace mucho que la única amenaza que estaba presente eran mujeres, y hay que admitir que ninguna parece ser lesbiana.

 

Sonriendo por su chiste interno sostuvo mejor su varita y se dedicó a bajar las escaleras. Sabía que no había creado ningún lazo lo suficientemente fuerte con ningún otro miembro de la familia a excepción de su madre, pero el estruendo había sido tanto que no pudo simplemente ignorarlo. Además, siempre es bueno disfrutar de un espectáculo como los que hay en esta mansión.

 

Al llegar mi sorpresa fue mucha, había alrededor de cuatro mujeres sosteniendo sus camisas como si tuvieran miedo de que estas desaparecieran. Lo que más me dio motivos de atención fue ver a la Matriarca Mia Black Lestrange enseñando más que su compostura. Algo me decía que era incorrecto verla, pero la otra parte de mi pensaba en cuál parte del mundo hay otra abuela que tiene mejor cuerpo que sus hijas y nietas. Por lo menos había encontrado el por qué todos parecían ser irresistibles. En un segundo la Matriarca se vistió de negro y toda cordura dejo su rostro, volvió a ser la de antes.

 

Escuché los gritos de mi madre y me deshice de toda idea divertida, Jessie no era una persona calma cuando no la dejaban dormir. Me acerqué a ella para intentar calmarla pero los alaridos de un hombre me dejaron a la mitad del paso ¿Era un familiar? Miré hacia mis primas que parecían tener la resaca del siglo y les hice una seña preguntando qué había pasado, pero en seguida el rostro de Mia me dio una breve explicación, alguien estaba pagando por esto.

 

 

 

@@Alegna Black @ @@Mia Black Lestrange @@Jessie Black Lestrange etc.

[Jessie Black Lestrange]

Loca. Definitivamente Jessie se había vuelto loca porque ahora tras escuchar las palabras de su madre comenzó a reír sin poder calmarse.

 

Algo realmente malo había tenido que hacer su hermano para que la matriarca llegará a ese nivel. Sonreía con malicia porque si no había escuchado mal, el hechizo que su madre le mandara a su mellizo era un tanto... Mortal.

 

-Hola pequeña, aquí tu tío y primas andan un poco... Bastante alborotadores el día de hoy y tu abuela, bueno tu abuela creo que quiere matar a tu tío... Aunque no estoy segura si ayudarle a tu tío o no, pero puede que tú abuela en un futuro no muy lejano se arrepienta por haberle matado

 

Sospechaba que Dave se había buscado la situación en la que se encontraba y que ella bien podría deslindarse de aquella situación e irse por dónde había venido pero...

 

-Madre... No creo que este sea un buen ejemplo para tus nietas

 

Seguía riendo divertida por la situación, pero poco a poco se acercó a su hermano y activando un extraño amuleto que parecía contener los rayos del sol dentro de él, colocó una mano sobre el pecho de Dave para curar el cinadae que Mía había puesto sobre él.

 

-Agradece que jamás me quitó estas cosas de encima o ahora estarías muertos, querido hermano

 

Beso su mejilla y se alejó de él con una mirada maliciosa. Volteo a ver a su madre y sonrió divertida.

 

-Hazlo que escarmiente de otra forma, matarlo no es la mejor opción. Sé que tienes mejores ideas que eso

 

Llegó hasta donde estaba Susan de nueva cuenta y la abrazó por los hombros, esperando el espectáculo que su madre seguro daría con el convaleciente de su querido hermano.

[Sapphira Black Lestrange]

Pues que sospechaba no estaban solos las mujeres presentes en la sala en esa solo de duelo sino que por ahí escondido se encontraba otra persona mas y era Dave que había gastado esa broma que a nadie le causo gracias y mucho a su madrina que le veía realmente enojada y como una medida de escarmiento algo extrema , decidió envenenarlo

- Madrina no crees que fue algo extremo ese escarmiento que le diste a tu hijo y con el clima que ronda aquí no se si estamos para divertirse un rato

Aunque sabía que solo Mía podía curar a su hijo con ese hechizo que le lanzo pero en eso llega Jessie enojada porque la despertaron pero ella es quien decide curar a su hermano y cada vez aparecían mas miembros de la familia , que parece que tenía que haber algún drama para toda la familia se hiciera presente en la mansión y me acerco a Dave que de alguna manera siempre se había preocupado por él a pesar de todo

- Por poco no vives para contarlo , creo se te fue un poco la mano con la broma y la moraleja no hacer enojar a Mía Black Lestrange le extiendo la mano para ayudarlo a que se incorpore ya que seguro debía ser una experiencia agotadora haber sido envenenado – esto no quita que también te quiera matar un poco por tu broma

Y Jessie tenía en razón había mejor forma de que darle un escarmiento sin tener que envenenarlo y ahora que pasaría porque su madrina había mencionado algo de diversión así que algo estaba pasando por su mente

@@Jessie Black Lestrange @@Susan V. Goldstein @@Mia Black Lestrange @@Mia Black Lestrange @@Alegna Black @

[Rose Black Lestrange]

En que momento se transformo todo al borde de hacer presentes a cada uno de sus familiares mas el momento que se vivía,la gemela si bien tuvo escalofrías por la brisa que chocaba contra sus piernas pero de cierta forma agradecía el vestido ajustado a su figura,los tragos no dejaban distinguir rápidamente las acciones de su abuela pero el hecho de ver como su tio terminaba siendo torturado por ella a causa de ser el responsable de tremenda broma si es que se podía llamar así al descaro que había tenido. a su costado se hacia su tia con una apariencia en su gestos y rostro enojada por otro lado su tia Amelie con gestos reprochadores sobre las gemelas y por ultimo su prima que cada extraña vez veía pero por quien tenia afecto la gemela.

 

Pensando que toda la situación había salvado a las hermanas su abuela nuevamente se dirige a ambas aunque un poco mas enojada por las risotadas de su nieta Alegna junto con sus mentiras que le costaba decir la verdad;terminando de enojar a rose y que esta dirigiera su mirada aun mas enojada.

 

-Alegan te das cuenta que esta mintiendo a nuestra abuela delante de todos ,deci la verdad que hiciste hoy por que carajos estoy asi - girando sobre si para dirigirse a Mia para responder- Lamento decirle que no pediré disculpas antes que Alegna no lo haga no pienso doblegarme a ella .-

Estaba clara la idea que su posicion estaba desafiando a la matriarca de la familia y que eso no le traería una buena respuesta si no algo al nivel de lo que su tio habia sufrido y que solo esperaba que al menos el pudiera estar bien.

 

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[Alegna Black]

La cara de mi abuela era un poema, se mostraba sanguinaria y malévola al mismo tiempo, solo cuando paro la brisa me acerque a donde se suponía estaba el bromista que para mi sorpresa era mi tío, un padre para mi, horrorizada me tape las manos, y recordé porque había decidido en primera instancia abandonar mi hogar, igual de las razones por las que decidí volver, tan impresionada me quede que no note la llegada de otras dos integrantes a la escena.

 

Gracias a Voldemort tía Jess siempre portaba su maletín de primero auxilios, como me gustaba llamar a todos sus amuletos protectores/sanadores y ya curaba a Dave, diciéndole algo a Mia, nadie mas horrorizado por la falta de maternidad de la matriarca, nadie mas impresionado, debía ser que tantos siglos vivos lo único que sentían era el placer físico. Despacio me pare y prácticamente escupí lo que tenia en la garganta.

 

-Rose comenzó y no te debo disculpas hermana, abuela tengo ya pasada la mayoría de edad por lo que si quieres que haga algo que no quiero. Usa el imperio y aun así lo dudo. Tan natural es esto en esta familia? Ya lo había olvidado ya me había obligado a olvidar.. gracias Mia Black Lestrange por recordármelo.

 

Camine los metros que me separaban de la puerta y antes de salir me dirigí a Rose.

 

-A la única que debo disculpas es a Susan, tía Jess, Ame y a ti abuela se que no era el lugar pero a Rose?..... ni obligada

 

De vez en cuando actuaba sumisa y correspondía a los deseos de los demás pero recordar ese momento me había puesto terca y desenvuelta al mismo tiempo. Casi recorrí los metros hasta mi habitación corriendo, encerrándome en el, dándome un largo baño de agua helada. Necesitaba enfriar las ideas y ver que haría de ahora en adelante

[Susan V. Goldstein]

Con una floritura imitó la acción de su abuela al darse cuenta quién era el que soltaba alaridos, su vestimenta cambió por completo y miró a su tío retorcerse de dolor. No esperaba menos de Mía, podría ser la madre de todos pero nadie iba en contra de lo que era. Miré a mi madre quitarle el sufrimiento, lo que le dijo después a la matriarca no me pudo causar mayor gracia, todos sabemos que ella ama demasiado a su hermano como para matarlo.

 

Llamó a un elfo domestico pues ya se acercaba la hora del desayuno, pero estás situaciones siempre son entretenidas.

 

- Querido, tráeme una manzana.

 

El elfo domestico desapareció sin chistar y volví mi mirada a la escena. Rose, mi querida prima, ofreció una condición que cualquiera de esta familia hubiera negado, aquí nadie da su brazo a torcer tan fácil. Sentándome al pie de las escaleras me pregunto qué habrá tenido ese tipo para cargar a mis primas de esa forma, a pesar de que disfrutaba el espectáculo no le gustaba que se hubiera metido con mi familia y más aún si se metía entre Rose y Alegna. Cuando sus cabezas se enfríen y entiendan que no es la gran cosa les ofreceré buscarlo y torturarlo por ser la razón de todo este alboroto.

 

No pensaba que Alegna respondería con tal fiereza a Mía, ella no era de ese tipo de personas, y aunque acostumbraba a hacer berrinches se le veía bastante clara esta vez. Alce la cejas de la sorpresa cuando con tal porte salió por la puerta. No sólo no aceptó la condición si no que también las dejó hablando entre ellas. Miré la escena y sólo pude improvisar un silbido por como habían ido las cosas.

 

- Alegna se ha revelado, enemigos del heredero temed.

 

No sabía si era momento para chistes pero lo hacía porque era inevitable. El elfo hizo su aparición con una manzana en bandeja y cogiéndola pensé en que todo sería distinto si mi tía estuviera para cuidarlas, no creía que le hicieran caso a nadie más. Comiendo de mi manzana me acerco a mi madre y Amelie.

 

-¿Creen que deberíamos buscarla?

 

Sabía que Alegna y Rose ya eran adultas pero me resultaba más tranquilo saber que al menos estaban peleando en casa y no en otro lugar.

 

 

 

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