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๑۩♚۩๑ Mansión Black Lestrange ๑۩♚۩๑ (MM B: 78195)


Mia.
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Alessandra Delacour

-Jefa de Criaturas

 

 

 

Un elfo aparecio y la atendio invitandola a pasar, parecia que nada habia cambiado en el interior desde la ultima vez que estuvo, no estaba muy segura que estaba esperando pero de todas formas el elfo se habia disculpado y fue a buscar a alguien para que la atendiera.

 

Alessandra de quedo de pie moviendo los papeles en sus manos esperando, se pregunto si Kaori estaria o Aries, con ambos sería mejor hacer lo que necesitaba de las criaturas. Al cabo de unos segundos el elfo le pidió que la siguiera hasta el jardín dónde vio a Kaori.

 

Sonrió al ver a su prima bajó la sombra de un árbol al lado de un lago con un gato en su falda, el elfo le pidió que siguiera que Kaori ya sabía que estaba.

 

-Gracias!- le dijo al elfo antes de retirarse.

 

Alessandra caminó hasta llegar al lado de su prima y sentarse en la seca hierba, el día era hermoso y lamentaba estar trabajando cuándo podía pasar con su hijo pero sabía que el niño estaba con Pete su Escarbato haciando travesuras.

 

-Disculpa que te moleste...otra vez Kao- se disculpó apenada -ahora trabajo en criaturas y pues he venido para hablar con los elfos y ver cómo son cuidadas las criaturas- le explicó.

 

 

 

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Kaori.

La pata de Kai poco a poco se iba hinchando, dentro de poco estaría del doble del tamaño que la izquierda “te veras muy cómico” le susurró, el hielo no tardaría en llegar y le ayudaría con la inflamación, lo que no sabía es si un episkey le ayudaría con el dolor, aunque el felino se encontraba muy cómodo y relajado con las caricias de la bruja, parecía en realidad que no le dolía.

—Hola Ale… no es molestia, puedes venir cuando gustes —respondió la pelinegra sonriendo a su prima, que se sentó junto a ella en la hierba.

Se había enterado hace poco que le Delacour cambió de empleo, esperaba que el trabajo dentro de criaturas le gustara más que el de reportera y se quedara en ese departamento por al menos un par de meses, aunque si no le gustaba podía seguir probando hasta encontrar uno en el que sintiera cómoda.

—Supongo que no problemas con que hables con los elfos… de hecho ahí viene uno —comentó al observar que la criatura se acercaba a las dos mujeres con una bandeja con limonada y un recipiente extra con hielo —¿Con cuantos debes hablar? —Preguntó. —Puedo hacer que busquen a un par más si es necesario —ofreció, no estaba segura si la opinión de un solo elfo era suficiente para el informe que suponía y debía presentar.

—Señora, aquí esta lo que me pidió — dijo el elfo ofreciendo la limonada a las dos brujas.

Antes de tomar el vaso, Kaori cogió de la charola una servilleta, un par de hielos y tras envolverlos los puso en la pata del gato, que maulló molesto. Para calmarlo le acarició el cuello, poco a poco Kai se relajó.

—Se ha enfrentado a una abeja… y a perdido — le comentó y luego dirigiéndose al elfo dijo —Alessandra te hará unas preguntas, por favor respóndele con sinceridad — hizo una seña con la cabeza a su prima para que empezara a interrogar al elfo.

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Alessandra suspiro y se relajo, le habia preocupado que su prima se molestara de verla tantas veces, mas aun que no habian logrado terminar la estrevista por la carta de urgencia que le habian mandado desde el mismo ministerio de magia.

 

Alessandra dirigio su vista a donde su prima le avisaba sobre la llegaba de un elfo que venia cargando una bandeja con limonada y hielo, mientras esperaba al elfo saco su vuelapluma y toco con su varita uno pergamino para anotar todo lo que el elfo le decia, esperaba que fuera sincero con ella ya que queria ayudarle como a sus compañeros pero bo sabia que tanto estaba relacionados las criaturas con sus dueños y familia.

 

-Bueno se supone que con todos, ya sabes que no todos los magos tratan bien a los elfos- le explicó a su prima -también estaba pensando ir a la cocina para ver como se mueven y no estar hablando con todos- le dijo pensante.

 

Las acciones de Kaori la desconcentraron un poco de sus pensamientos, Alessandra sonrió cuándo su prima le explicó que el gato había tenido una pelea con una abeja, no pudo evitar sonreír cuándo recordo a sus mascotas, Mort, un mono parlanchin y Pansita, su perra labradora, ambos eran cómo el gato y la abeja, vivian pelando pero a diferencia del gato ninguno ganaba porque eran testarudos.

 

-Gracias- le dijo a su prima cuándo le explicó al elfo que le haría unas preguntas-cómo te llamas?- le preguntó primero para perder cualquier vergüenza aue tuviera la criatura.

 

 

 

 

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"Y eso suelen hacer las personas que se aman"

 

El vuelaplumas tomaba nota casi arrancando finas columnas de humo de la libreta, rasgaba las hojas, impregnaba la tinta y marcaba registro a todo lo que Macnair asentía, aquella bruja sentía que sería una nota estrella, una mezcla entre seriedad, elegancia y romanticismo, porque eso inspiraba la pareja que tenía en frente. Qué magnífico pensó, su hermana se merecía un hombre como León. Si él era un cuarto de responsable y dedicado con Mía como lo fue, en sus años, con la Dirección de Hogwarts y la Academia, Black Lestrange estaba en buenas manos.

 

De pronto la libreta se cerró. El vuelaplumas reposó, agotado, sobre el regazo de la bruja y ésta sonrió con una malicia poco comprensible que no cuadraba con el momento mágico que estaban compartiendo los dos. Entrelazó las manos escondiendo la pluma debajo de las palmas, sus ojos verdes centellearon venenosos y la voz bajó casi una octava antes de hablar.

 

—Mucho cambió, sí...— guardó silencio, alguien parecía conversar jovialmente en la cocina pero le restó importancia —Pero muchos de nosotros seguimos aquí, a la espera.

 

La pareja sabía a qué se refería por lo que no necesitaba hacer más mención respecto a La Marca Tenebrosa y cambió rotundamente el tema de conversación.

 

—En fin— sonrió, contrastando la oscuridad de sus anteriores palabras, complacida —Creo que con ésto tengo suficiente material y dado que el señor Jocker no acudió a nosotros ¿Les molestaría invitarme a cenar, hermana?

 

Comenzó a guardar sus pertenencias en un pequeño bolso y se puso en pie.

 

@Mia. @León Crowley

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El último atisbo de luz del sol se filtró por la ventana de la pequeña sala en la que habían recibido a la Macnair, acto seguido la chimenea comenzó a arder lentamente con llamas color naranjas y amarillas. Las horas habían pasado rápidamente, más incluso de lo que podría haberse imaginado al inicio del día cuando toda una maraña de situaciones se congrego en la casona. Respirando profundamente observó a sus acompañantes y les regaló una sonrisa en cuanto vio como la vuelapluma paraba de escribir a toda velocidad y se dejaba caer en el regazo de su hermana.

La entrevista había concluido, ¿habría sido suficiente lo que Arya había escuchado de sus labios? Esperaba que si, pero mientras tanto al no estar segura, únicamente esperó unos segundos antes de volver a llevar a sus labios un sorbo de zumo con el aderezo estrella de sus elfos; vodka. Antes siguiera de repetir la acción, escuchó el comentario referente a la espera, era cierto todos ansiaban ese momento en que pudiesen volver a mostrarse como orgullosos mortífagos y los viejos o nuevos líderes se alzaran con el poder.

¿Qué estaría ocurriendo con esa cuestión? No tenía ni idea, habían pasado al menos siete meses desde que todo comenzó a desplomarse lentamente para finalmente en enero desplomarse para quedar reducido ni a escombros lo que alguna vez fue el bando al que le entregó parte de su vida y lealtad. Sin duda, esperaba saber si volverían algún día antes de que decidiera retirarse a vivir la vida tranquila que prometía su futuro, lejos del ajetreó diario de Londres y recluida en la casona o en su negocio disfrutando de la buena vida.

Saliendo de sus pensamientos, tomó entre su diestra la zurda de León y le regaló una sonrisa, disfrutando de su compañía y haciendo nuevamente notorio delante de la invitada que le era difícil separarse demasiado tiempo de él. Dispuesta a comenzar nuevamente con alguna cuestión que le diera la posibilidad de continuar conversando con su hermana y esta llegó al escuchar su pregunta.

—Sabes que eso no tienes ni que preguntarlo hermanita y mi padre se hace el difícil pero espero pronto puedas hablar con él, —soltó con fingida molestia porque tuviese que preguntar algo así— ¿Qué se te antoja para cenar? —añadió colocándose también de pie.

Comenzando con su camino hacía el exterior de aquella pequeña salita, los guío hasta el comedor principal de la propiedad. El cual estaba preparado para brindarles el servicio que requerían.

—Cariño, ¿nos acompañas a cenar? —preguntó mirando al Crowley a los ojos y esperando su respuesta. Sabía que había pasado la totalidad del día a su lado pero no sabía si deseaba continuar de ese modo o tomarse algunos minutos para sí mismo.

Girando a su hermana, la invitó a sentarse y asintió ante los elfos que comenzaban a ingresar al lugar con algunas bandejas con pequeños bocadillos que les permitirían picar mientras decidieran que era lo que deseaban cenar.

—Arya, ¿cómo esta Amber? En estos momentos, debe estar enorme y cuéntame, ¿cómo va todo con Jank? —la curiosidad le pudo más y únicamente atinó a preguntarle.

 

@León Crowley @@Arya Macnair

Editado por Mia.
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  • 2 semanas más tarde...

<<A la espera>>

Las últimas palabras de la pelirroja habían quedando girando en la cabeza de León como las alas de un billywig, levitando en el horizonte de sus pensamientos. Muchas personas, aparte de las presentes en la sala, estaban esperando una luz en el caso. O una sombra, un rayo blanco o verde. Algo que pudiera dar continuidad a lo que había mantenido viva la comunidad mágica británica desde tiempos que no nunca fueron registrados. Es como arrancar un órgano vital de un sistema dinámico: puede que funcione por un rato, pero con el tiempo se va degenerando ese sistema, se va pudriendo y al final ya deja de ser funcional. Una botella decorada y elegante llena de nombres pomposos e innovadores, con una etiqueta de "Malas Decisiones" en el frente, de la cual toman embelesados los dirigentes del ministerio.

¿Cenar? —volvió al presente mandando la mano al bolsillo del pantalón para sacar el reloj de plata, evidenciando cuan rápido había pasado el día la tarde—, ¡Pero si ni siquiera he comido! —bromeo colocándose de pie y dejando un rápido beso en los labios de la matriarca Black Lestrange—. Por supuesto que las acompaño mi amor, solo deja me arreglo un poco, estos trapos están fatales —apuntó señalando los rastros de sangre en su remera de Helloween que esperaba la reportera hubiera pasado por alto en su informe.

Se alejó de las hermanas y subió por la esquiva escalera tan rápido como su escasa fuerza se lo permitió y una vez en el segundo nivel no fue difícil identificar la puerta de la habitación de Mía. Recordó las palabras de Sunev en la mañana, antes de que empezara la entrevista y entró a la habitación contigua a la de su novia. Como lo había aclarado el elfo, la habitación había sido adecuada para que fuera lo más parecida a la suya en el Castillo Crowley. Aunque algunos detalles no eran propios de su gusto, ya tendría tiempo de aclarar eso a Irene, su elfina, que al fin de cuenta era primeriza con el demonio, pero que había cumplido la consigna principal del demonio: La poción herbovitalizante que lo había mantenido vivo los últimos meses. Tomó un largo sorbo del vaso que reposaba en la mesita de noche junto a la cama y abrió el armario en busca de algo decente.

Una remera vinotinto, un pantalón negro y unas Chuck Taylor All Star clásicas no era precisamente la vestimenta más adecuada para cenar con su recién enterada cuñada, pero ya lo había visto en peores fachas. Además, pese a que apenas conocía de la relación entre Mía y Arya, tenía bastante confianza con esta última, la suficiente para no complicarse por su apariencia. Bajo al comedor tan pronto como fue posible, contrariado porque aún no habían ordenado nada pero complacido de que ya habían dispuesto los suficientes bocadillos para apaciguar un poco al Longhorn Rumano que tenía por estómago y que empezaba a rugir del hambre. El no haberse encontrado a nadie más en el caminó se preguntó si eran los únicos que estaban esa noche en la mansión. Ni siquiera Jessie y Otto habían vuelto a aparecer. Iría a buscarla más tarde.

¿Quien es Amber? —preguntó de sopetón mientras se aseguraba de tomar un ejemplar de cada bocadillo en la mesa: empanadas, pastelitos, rollitos de jamón y queso, trozos de tarta de zanahoria —Vas a tener que tenerme paciencia mientras me actualizo de los últimos 15 años, "cuñadita" —apuntó antes de mandar a su boca la primera de muchas empanadas que pensaba comer.


@ @@Arya Macnair

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  • 2 semanas más tarde...

Tadeus, elfo al servicio de los Black Lestrange


El elfo se mantuvo en silenció mientras observaba a la mas reciente integrante de la familia a la cual servía, no había interactuado mucho con la joven de cabello negro, pero parecía ser una bruja agradable de aquellas a las que no les gustaba maltratar a los elfos. El había escuchado historias atroces y agradecía que en esa familia lo trataran bien.

—Como usted ordene mi ama… —respondió girando su pequeño cuerpo en dirección a la otra mujer a la que su ama la había llamado Alessandra. —Soy Tadeus—respondió la criatura a la pregunta que le habían hecho, al ser la única que le habían formulado guardó silenció esperando a que la rubia le formulara más preguntas.

Kaori.

—Creo que deberás hacerle más de una pregunta a la vez —dijo riendo —Ya sabes como son para cumplir ordenes y Tadeus no es tan hablador —añadió.

Aun no conocía a todos los elfos de la mansión, lo único que se había percatado era que el que se llamaba Sunev parecía ser el principal, era un poco amargado, pero muy servicial y todos los elfos le hacían caso. También notó que todos lucían impecables. Seguramente su prima se encargaría de hacer ese tipo de preguntas.

—Quédate quieto Kai…—dijo más el gato que era demasiado inquieto no le hizo caso y aunque su pata estaba hinchada, salió corriendo en dirección a un árbol. Delacour lo siguió con la mirada, pero no pudo distinguir cual era la presa a la que el felino le había puesto el ojo.

—Creo que deberíamos llamar a Sunev… el te dirá todo lo que deseas saber y te ahorra mucho trabajo — comentó luego de un rato.

 

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Alessandra se ruborizo ante lo dicho por su prima, queria que el pobre elfo asimilara la situacion, muchos no estaban acostumbrados a que se le entrevistara y no deseaba incomodarlo. De todas formas siempre trabajaba asi de apoco, un poco lento para muchos pero gracias a eso no tenia errores cuando debia archivar o entregar algun papeleo de su travajo.

 

-¿Hace cuanto trabajas en la mansion?¿cual es su trato para ti como para los demas elfos?- le pregunto a la criatura.

 

Su vuelva pluma escribia a medida que hablabla pero Alessandra le hecho una rapida mirada a su prima por si le daba alguna mirada de advertencia. Esperaba que Kao no pudiera leer sus pensamientos y lamentaba no haber podido cursar Oclumancia porque en momentos asi era que le hubiera gustado poseer aquella habilidad.

 

Suspiro.

 

Mientras esperaba a que elfo hablara penso la sugerencia de Kaori, si le decia aquel nombre era porque debia se el elfo principal.

 

-Si, llamalo tambien- le dijo a su prima.

 

De reojo miro como el gato escapaba de ella y la Delacour sonrio.

 

 

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Tadeus, elfo al servicio de los Black Lestrange

—Trabajo desde hace mucho tiempo para la familia —respondió el elfo con un poco de desconfianza. —No le sabría decir con exactitud cuantos años, pero Tadeus era muy joven en ese entonces — respondió con sinceridad la criatura.

Jamás le habían realizado ese tipo de preguntas y mucho menos un enviado del Ministerio de Magia, observó al vuelapluma escribir sobre una libreta lo que él decía y asintió con la cabeza cuando la joven pelinegra sugirió llamar a Sunev, él solo quería marcharse de ahí y evitar las preguntas.

—Iré a buscarlo…—dijo mientras chasqueaba los dedos y desaparecía.

Kaori

—Creo que no le han gustado las preguntas — dio la pelinegra encogiéndose de hombros.

Bebió de su vaso con limonada, que ya casi estaba por la mitad. El gato había desaparecido del árbol lo que significaba que luego de que su prima se marchara, le tocaría buscarlo o seguramente se convertiría en la botana de alguno de los depredadores que habitaban el bosque de álamos.

—¿Están pensando crear una nueva ley a favor de los elfos, o es solo algo de rutuna? —Preguntó a la joven de cabello rubio. Mientras esperaba la respuesta un elfo ya algo mayor y que a simple vista que podía notar que tenía mal humor, apareció de la nada.

—¿Me mandó a llamar, señora? —preguntó Sunev haciendo una leve inclinación de cabeza —¿En que puedo servirle? —preguntó con tono serio. Como si lo hubiesen llamado en un momento inoportuno.

 

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Alessandra suspiro ante las palabras de su prima y la actitud del elfo, sabia que la pelinegra tenia razon, los elfos eran leales a sus familias y como tal no hablaban de nada que fuera perjudicar su trabajo, el problema era que al ser tan serviciales si hacian algo mal se veian obligados a lastimarse o castigarse como le decian ellos, al menos los elfos de familias que perseveraban los viejos ideales hacian eso.

 

-Si, lo se- dijo Alessandra a su prima.

 

Su vuelapluma apuntaba con la punta ambas brujas mientras hablaban sobre los elfos, la libreta flotaba cerca del objeto esperando que sigueran escribiendo sobre ella.

 

-Algo de rutina por el momento- le dijo a Kao.

 

Con eso de la ley recordo que debia llamar a su tia, como directora del Saw debia pedirle apoyo a la hora del traslado de criaturas heridas por incluso si los dueños se negaban a dejar que se los lleven y se ponian violentos. Mientras esperaba al elfo saco su varita de Vid e invoco su patronus con forma de una loba huargo cachorra.

 

-Tia Dennis estoy con Kao en la Black Lestrange- dijo al patronus -ven cuando puedas- finalizo.

 

Cuando termino el patronus se hizo una esfera y salio en busca de su tia. Alessandra tomo toda su limonada por la sed.

 

-Lo siento es solo para ver que esten todas las criaturas en buen estado- le dijo a su prima con pena.

 

Un elfo aparecio frente suyo haciendo sobresaltar a Alessandra, parecia no muy feliz de estar ahi lo que llevo a la Delacour a ponerse a trabajar.

 

-Eh!! Hola, si soy jefa del departamento de Criaturas y me gustaria hacerte unas pequeñas preguntas- le dijo a la criatura -hace cuanto tiempo llevas en la familia? Como es el trato de ellos para con usted? Me gustaria que fuera completamente sincero por favor- le pidio al elfo.

 

 

@@Dennis Delacour @

 

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