Jump to content

La Tierra de los Faraones (MM B: 113249)


Mia Zoeh
 Compartir

Publicaciones recomendadas

http://i.imgur.com/arZEEby.png


La civilización egipcia fue, en su tiempo, una de las más grandes e importantes de la historia universal. Y aunque ahora ellos se han perdido, su magia llegó hasta el Callejón Diagon para implantarse en un lugar que se conocía vacío, y así impregnar con un poco de la magia de esta maravillosa cultura a los magos ingleses que por estas calles de adoquín transitan día tras día.


La entrada no está sobre la calle ya que no se trata de un local como los demás; si no que un elegante portón doble de hierro de color dorado da la bienvenida al mago que se acerca a él. Entre los barrotes se ven forjados un par de ojos de Ra con los mismos barrotes, y las iniciales de los dueños de aquél lugar forman un diseño en la cerradura.


Detrás de las altas puertas de hierro lo único que se alcanza a distinguir es un camino de arena blanca, como la del mismo desierto, y la sombra de algunas altas estructuras unos cuantos metros hacia adelante. La principal de éstas estructuras, una pirámide de cristal es la más imponente de todas. Construida enteramente de cristal y hierro, sirve de cafetería y restaurante durante las horas del día, y es un hermoso salón para celebraciones nocturnas.


Las mesas, perfectamente cuadradas y con una superficie de cristal con bordes dorados cubren el piso de la pirámide; los tamaños varían, desde mesas simples para dos personas hasta mesas grandes para familias enteras. Las sillas que acompañan son de hierro en color dorado, y la tapicería va muy a juego con toda la gama de colores crema y dorados que inundan la habitación.


La barra, sobre la pared del fondo del sitio, tiene una superficie de madera de roble, lustrada y siempre impecable. Debajo, vidrios cubren los estantes desde donde lucen las botellas con las bebidas y decoraciones con luces que suelen apreciarse encendidas durante las celebraciones nocturnas. Detrás, un amplio estante flotante se encuentra cubierto de botellas de vidrio con etiquetas y distintos licores dentro, para gusto y libre elección del cliente.


Al ser una pirámide enteramente de cristal, independientemente del lugar que se ocupe se tendrá una bellísima vista del exterior. Hay poca decoración en las paredes para evitar la interrupción de la mirada del cliente, pero detrás de la barra hay un par de tapetes colgando de las paredes, decorados con motivos egipcios, que disfrazan la entrada a la cocina. Allí es donde se preparan los platos del restaurante y donde se sirve el café de quienes van allí a probar aquella deliciosa bebida caliente.


Una puerta de cristal disimulada por las propias paredes da al exterior; un patio cubierto de arena donde puede apreciarse un oasis con palmeras, mesas similares a las del interior pero sólo para dos o tres personas, una piscina que simula la forma de un lago y es perfecto para actividades al exterior, como la natación u otras actividades que requieren de un espacio amplio. Además, puede usarse para reuniones más íntimas en el verano, ya que también tiene un espacio con piedras para encender fogatas.


Un edificio con forma de esfinge se alza, imponente, un poco alejado del oasis, hacia la izquierda. Allí se encuentra la biblioteca, que ofrece libros difíciles de conseguir para aquellos magos que desean especializarse en algún tema del que no consiguen información. La misma es atendida por uno de los dueños, Darius, quien tiene su oficina principal detrás del cuadro de un lobo dentro de la misma esfinge. Ésta es de color blanco con joyas incrustadas; un edificio ostentoso pero que sólo recibe a los magos que el propio Darius decide. El enigma de la oficina de Darius es privada, en sí se constituye de dos, una visible al público de piso de mármol negro con mosaicos de cristales desconocidos, lentamente únicos y valiosos, la cual hace la historia del rey Lycaón o Licaón. Donde las paredes tienen varios jeroglíficos, un escritorio de marfil y una silla negra, en la misma siempre ronda una Taipán del Interior en su forma espiritual, la cual se mueve con gracia. La segunda fase, solo se acede con el permiso del mismo y es desconocida por la otra dueña, siendo ignorada por muchos e inclusive el Ministerio de Magia, esta tiene un diferente mosaico en el piso, dado que muestra los ideales del mago, un mesa grande de reuniones. En la cual se ve siempre hechizada para parecer el plato de la preferencia del invitado, una copa para brindar con el licor y un vaso capaz de llenarse con solo el deseo, de igual forma el techo muestra la ilusión de un cielo nocturno, así como la primera. La entra para acceder a la misma se encuentra diagonal con la de Zoeh, pero oculta bajo el cuadro de un lobo blanco aullando a la luna, al decir el nombre de Seth, esta se abre. Dejando ver una pasillo oscuro por unos segundos y luego algunas antorchas incrustada a la pared. El recorrido del mismo es silencioso y es acompañado por el recorrer de algunos fantasmas.


Mía Zoeh, la otra dueña del local, posee una oficina en un sótano oculto debajo de la pirámide de cristal, al cual se accede por una escotilla en la cocina. Sin embargo, sólo quienes conocen la respuesta a la pregunta que una voz cantarina formula una vez frente a la puerta de roble con las iniciales de su propietaria talladas pueden acceder. De lo contrario, la puerta no se abrirá. La oficina de la Targaryen es de color dorado, con algunos detalles en crema. Posee altas estanterías llenas de libros de estudio y de carpetas con los documentos referentes al negocio y a los clientes. Un escritorio de madera con una ornamentada silla de respaldo alto se encuentran sobre una de las paredes laterales del salón. Detrás, hay un tapete con un ojo de Ra similar a los del portón de la entrada. En el resto del salón hay sillones cómodos para reuniones y un pequeño bar con algunos licores, para cuando otros dueños de locales o personas importantes visitan a la Targaryen en su oficina.



Elfos:


  • Bonnie: Elfina pequeña, encargada de la recepción al restaurante y asignación de las mesas.
  • Eric y Eleonor: Elfos encargados de la barra y de servir los tragos allí.
  • Bennet, Vic y Arian: Elfos meseros, encargados de tomar pedidos y llevar la comida a las mesas.
Afiliados:


  • --

¿Deseas obtener beneficios especiales para hacer de tu visita algo memorable? Pásate por el registro y deja tus datos para convertirte en afiliado de La Tierra de los Faraones.Una vez lo seas, podrás obtener una consumición gratis en cada visita, la cual podrás usar para bebidas o platos del restaurante. E incluso podrás reservar el salón principal para celebraciones.

Editado por Mr Zurin

wexkG1x.jpg

                                       2vBurIo.gif 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Una lechuza proveniente de tierras orientales, dado que en Gran Bretaña no se conseguía una especie de esa, comienza a surcar los cielos y con una firma determinada en el horizonte, la suave brisa hace que planee con suma delicadeza, inclusive pareciera dirigirse a un lugar, allí emite un fuerte sonido, típico de esa especie en particular. Aquel fino plumaje era dorado como el sol, sus garras eran finamente cuidadas y en su pecho portaba el emblemático  emblema de la embajada de Egipto en Gran Bretaña.

 

Al llegar a su lugar predestinado, comienza a descender, notándose su belleza y gracia, los elfos domésticos del lugar solo se le quedan observando, dado que nunca habían visto a ese tipo de creatura, la misma ingresa rápidamente a la morada de aquella familia. Ingresando por una ventana abierta, y dejando en un sobre negro con un logo dorado de la embajada, donde indicaba que la misma pertenecía a Darius, un miembro nómada de la misma. Al dejarla, esta comienza su vuelo de regreso, dicho documento, solo se abriría al mago cual fue redactada.

 

 

Dirección: Hacienda Tonks, , en Ot, Gran Bretaña.

 

Estimado Sr. Darius, reciba un cordial saludo de la embajada de Egipto en Gran Bretaña, sirva el presente comunicación para hacerle saber su patrimonio en el callejón Diagón, dado que hemos recibido recientemente una modificación a solicitud de nombramiento como dueño del local: La Tierra de los Faraones, y que reside el acta en el Ministerio de Magia y Hechicería. La cual comparte con la Sra. Mia Zoeh, y por este medio se le solicita la necesidad de que notifique al Departamento Internacional, para que los acuerdos entre países queden en completo reglamento, dado que el pasaporte emitido a su persona, declara: por ser motivos académicos.

 

Se le añade, una copia del acta de la herencia.

 

Atentamente:

 

Sir. Nil Azs**

Embajador de Egipto

 

                                                            Arurt Zost**                                                             

                      Director de Registro de Negocios                            

Y propiedades de egipcios en Gran Bretaña.

 

Sua TosT**

Director de relaciones exteriores

 

 

Acta de Herencia

 

Art Usk**, declara en sus facultades mentales y física a Darius como único heredero a su muerte, la cual se registra en el folio: 213920 en África, dejando como  propietario de sus viene, lo cual consta de una bóveda en el banco de Gringonts, con un monto de 100 Galeones, como también el cincuenta (50) porciento de un local en el callejón  Diagón, bajo el nombre de: La Tierra de los Faraones.

 

 

La carta fue recogida por el estudiante de Ravenclaw, en una de las visitas a la misma, en ese momento se encontraba estudiando sobre las propiedades botánicas del lazo del diablo, usos y aplicaciones. Cuando le cae la carta, este la lee con mucho cuidado y se extraña, por lo que decide acudir con su elfo domestico, Cronos, un ser a quien habían cortado la lengua al nacimiento de su señor, como con el Búho del mismo. Para su traslado, deicidio irse por la puerta trasera, para la familia Tonks, no era de extrañar que el mismo desapareciera por un tiempo, dado que no era un miembro familiar, sino un simple huésped bajo los términos y condiciones de la familia que convivía

 

Su capa hasta salir de los límites de la hacienda, se encontraba  ondeando con la suave brisa y era iluminada por algún haz de luz, convirtiéndole en ocasiones en translucida. Para cuando ya se encontraba perdido, aparece en medio de la calle el Autobús Noctambulo, donde se observa incluso allí volar a gran velocidad a magos y brujas en escopa, el mago le ordena a su elfo aparecer en el sitio a donde se dirigía y que se llevará con él a su mascota. Al subir el primer escalón se escucha una voz suave y chillona.

 

-¿A dónde amigo?

 

En eso el joven estudiante le dice el nombre del lugar, las cabeza reducida que se encontraban en el retrovisor comienzan a discutir, dado que ese lugar no era muy conocido. El chofer, no espero que este terminará en subir, para cuando arranca, y hace que el mago se caiga de bruces en el suelo, al levantarse, comienza a caminar con la persona que recogía los boletos. Allí estableció una conversación con el mismo.

 

-Es posible, pero descuide, ya estamos a punto de llegar.

 

El autobús se detiene, el mago se baja, lentamente y en cada momento su capa se encontraba arrastrando contra el suelo, al llegar a ver el establecimiento, queda asombrado con lo que sus orbes logran ver. Pero antes de que se diera cuenta, noto como su elfo domestico y ave, se encontraba allí. El ave alza vuelo y acompaña a su amo a cada paso que este daba, su elfo también le acompañaba, mientras que entraba notaba como algunos visitantes pasaban y murmuraban. El simple estudiante, simplemente se limitaba a caminar, sin saber a dónde ir.

 

“¿Qué clase de lugar es este?”

 

Pensó y se detuve, al momento de hacerlo su ave daba vuelta a su alrededor, al parecer se movía en concordancia a su señor, elfo domestico combinaba perfectamente con el ambiente, dado que al parecer ese sitio hacia parecer la apariencia del lugar de origen del licántropo, por lo que hizo que una sonrisa se le dibujara en el rostro. Lentamente siguió su camino en torno a la primera locación que encontró.  Allí lo espero el portón, con los ojos de Ra, algo que sin duda alguna admiro por unos minutos. Al pasar un camino de arena blanca fue lo primero que noto, eso fue al descender un poco su mirada.

 

-Increíble

 

Mención y observa la gran pirámide de cristal, sin duda alguna traída de la ciudad de los muertos, de aquella donde los magos antiguos residían, de una de esas leyendas que el mundo había olvidado. Era posible que hubiera perdido su fin, pero estar bajo esa estructura debería significar una experiencia única. Pero esa no fue la que le dio curiosidad al mago, dado que la estructura que le dio interés de visitar era la Esfinge. Así que tomo dirección a la misma. Cercano o algo lejano de un oasis, lo cual hizo que más ganas le dieran de ir, el camino pudo ser largo o corto, según la percepción de quien lo realizara, pero para aquellos cautivados, la distancia en sí, era corta.

 

-No lo puedo creer.

 

Noto una pequeña abertura, allí comenzó a entrar, su mirada quedo maravillada por la increíble colección de libros, pergaminos, papiros únicos que se encontraban allí. Los visitantes parecían estar desconcertados, dado que no podía conseguir ningún libro, por lo que el mago por instinto comenzó a divisar en los pasillos de esa increíble lugar, varios símbolos que este solo comprendía, dándole así el conocimiento de cada objeto. Un cliente por la forma que vestía se le acerco y le pregunto.

 

-¿Dónde puedo conseguir la maldición del Rey Tut?

 

Allí este le indico el pasillo, el estante y sobre todo donde lo conseguía. Pero la biblioteca al notar la presencia del joven, hace que se comience a mover, los libros ahora aparecían a los que allí lo solicitaban. Era sin duda una experiencia única, dado que era como las escaleras de Hogwarts, pero era verse con los libros, dado que tenía un simple encantamiento, dado por Art Usk**. Siempre y cuando las intenciones del mismo fueran para buscar conocimiento.

 

-Al parecer, el lugar me reconoce.

 

Apenas si lo menciona, cuando a su lado izquierdo se encontraba un cuadro de un lobo en movimiento, quien a los ladrones comienza a ladrar, un sistema defensa, algo que alertaba a los elfos domésticos, en particular al que pertenecía al mago. El lobo al verle, comienza aullar, dejando entrar o verse la entrada a un lugar escondido. Allí la Taipán del Interior lo recibe, indicándole un escritorio y una silla a la cual se sienta, su ave toma descanso en algún lugar y su elfo, comienza a servir al mago con algo fresco para tomar.

 

-Al parecer, este parece ser mi oficina.

 

Suspiro y alzo la vista, preguntándose quien era la otra persona que se encontraba del lugar. Por ese motivo, decide mandar su primer documento oficial. Allí papiro, se escribe en tinta negra un mensaje.

 

Estimada Sra. Mia Zoeh,

 

Tenga el gusto de conocerla por medio de esta carta, al parecer he sido el heredero y al desconocer quién es la invito a venir a mi oficina, dado que desconozco quien es y eso no es bueno para un establecimiento. Mis oficinas se ubican en la esfinge, quizás incluso haya un  paraje de acceso a su oficina, por medio de un lobo blanco, desconozco donde se encuentro, pero suponiendo que tiene más experiencia en el local, sabra a que cuadro me refiero, solo debe decir la palabra “Seth”.

 

Sin más nada que decir, se despide su persona:

 

Darius

Director de la Biblioteca

Socio de la Tierra de los Faraones

 

 

Al terminar de redactarlo, este se desvanece y aparece en el lugar donde se encontraba la mujer a la que iba dirigido. Sin embargo, por su mente, lo único que se establecía, era que necesario establecer un evento lo antes posible, fuera nocturno o diurno. En caso que sea nocturno, este regularía todo para que fuera ATP, para que así fuera aparticipar. Dado que seguía siendo un simplemente estudiante.

 

Off **Peronsajes inventados

@[member='Mia Zoeh']

7VZGWBY.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Kira caminaba por aquel callejón nuevamente. Seguía sin acostumbrarse a tanta gente, aunque no era muy distinto de las ciudades de su tierra natal. Por suerte su condición de demonio le ayudaba a resistir el calor mejor que otros, era capaz de resistir tanto el frío como el calor por lo que eso no era algo que le hubiera perjudicado alguna vez.

 

Sus pies pararon de caminar cuando su mirada se dijó en la forma de un ojo que adornaba una puerta. Lo reconocía, en uno de sus múltiples viajes por Europa había visto ese ojo. Eso le hizo recordar a aquella chica que le estuvo acompañando y no pudo evitar tener curiosidad por que le habría pasado, ¿seguiría con vida? ¿estaría ahí? No perdía nada por ir a mirar.

 

Entró por aquellas puertas y parecía que por un momento había vuelto a viajar a aquellas tierras desiertas. Allí encontró un par de cosas, miró la pirámide la cual parecía un local con toda la comida típida, aquello no le llamó mucho la atención, pero lo que sí le sorprendió fue lo que habría dentro de la otra estructura.

 

No se consideraba una 'rata de biblioteca' como solían decirle ya que era de aquellos que le gustaba ver más el mundo con sus propios ojos. Pero debía de admitir que aquello era fascinante y parecía como si estuviera en la biblioteca de Alejandría. Sin duda era el lugar perfecto que buscaba, aquí no había gente, se respiraba el silencio que a él le agradaba y sin duda allí podría encontrar lo que andaba buscando: más conocimiento.

 

Pasó por el lado de los libros ojeándolos para ver si había alguno en especial que le llamara su atención, quería saber más sobre magia para saber utilizar su varita. ¿Habría alguna magia que tratara sobre la muerte? Aunque sonaba a que eso sería para personas más abanzadas.

http://i.imgur.com/YOimnKz.png


http://i.imgur.com/YofS6XW.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

-Será interesante conocerla, pero no confió mucho en los desconocidos, así que Cronos, deseo que averigües lo que debas respecto a la misma. Ya sabes que nadie se entere, por lo que el sigilo será primordial en ello, creo que en esta oportunidad dejare que te quites la máscara, dado así no sospecharan que eres un elfo domestico, los elfos de este lugar son muy diferentes.- Hace pausa y nota a la serpiente espiritual. –Así que cuando regrese, deseo tener todo respecto a esa mujer, no deseo tener sorpresas.

 

A su orden elfo domestico dejaba la máscara en su escritorio de Marfil, por lo que su dueño lo único que opto fue por esconderla en su zona privada, aquella que ni en los planos originales de la esfinge aparecían, esa sección que era prohibida para muchos, a su paso firme le siguió su creatura, allí reposo cercano a la mesa y comió el festín de la misma, era posible que era mejor que ella se quedara allí. Dado que no deseaba que nadie le molestara, dejándola, el mago se retira, ingresando a su despacho público. En su regreso, se encontraba Cronos, con un papiro antiguo, como las arenas de Egipto, en el mismo se describía algunos aspectos generales de la bruja.

 

-Bien, descansa en este lugar Cronos, no es necesario que me acompañes en esta oportunidad, pero tendrás una doble responsabilidad, dado que no deseo intrusos cuando me encuentro fuera del despacho, como tampoco quiero que nadie moleste a nuestra querida amiga, pero no creo que te aburras, dado te encontraras con que distraerte.- No solo lo decía por sus responsabilidades, sino por la serpiente espiritual, dado que sabía que su elfo le adoraba las serpientes. –Así, que ya sabes, a mi salida te ordeno que no dejes entrar a nadie más, tienes el permiso de atacar a los intrusos, ya luego veré como proteger mis secretos.

 

Lentamente se marcha de su oficina, allí observa el resplandor de la biblioteca, los libros moviéndose de direcciones, desconocía si había algo más, por lo que al aventurarse en la misma, todo podía pasar. Allí noto alguien conocido, alguien de la sala común de Ravenclaw, al menos eso paso por su mente, pero no se encontraba seguro, así que con firmes pasos se le acerca, sin varita, dado que no era necesario, al parecer la curiosidad de esa persona lo había llevado a la cuna del cocimiento antiguo. Algo que el mago nómada admiraba en las persona, dado que el intelecto era algo que debería poseer todos, todos deben ser regido por el intelectos. Sin contar, que para ese lugar, se tenía prohibido los elfos domésticos en la biblioteca, solo el propio del mago tenía el permiso de estar.

 

-Buenas- Hace pausa, llegando por la espalda de ese estudiante o eso parecía. –tardes, soy Darius, el encargado de la biblioteca, al parecer te gustaría adentrarte en la profundiad del saber, aunque admito que ahora ande todo tranquilo, no puedo asegurar que esto se quede así por mucho tiempo, dado que por lo visto los fantasma que moran en este lugar, no se han enterado que he llegado, por lo que si no tienes cuidado incluso la muerte puedes conseguir, pero descuida, que no todos son crueles, incluso algunos te ayudaran a conseguir algún libro. Pero si no es que antes un libro te consigue a ti, se dice de las varitas que son las que eligen a los magos, pero aquí se aplica, que algunos libros eligen a los magos, no se van con ellos, pero si les comparte un conocimiento.

 

Su mirada paso por debajo, cuando por el piso se comienza a deslumbrar la primera aparición, la misma era una dama de cabellera oscura, de un traje medieval, la cual llevaba en su mano un abanico, mientras que la otra su cabeza, al parecer en su vida, fue una reina ¿pero quién sería? Tenía incluso pinta de inglesa, pero no paso mucho tiempo, para que la mujer se adentrara a los múltiples pasillos. Otros en cambio, se encontraban apareciendo por la sala de estudio, estos fantasmas eran bromista y hacían bromas pesadas, inclusive algo molesta para los residentes, unos pocos aterrorizaba y hacían que de vez en cuando se escuchara un grito desgarrador. Allí se comienza a escuchar un ladrido, algo que significa que alguien se encontraba robando un libro.

 

-Es una lástima, pero ese ladrido.- Hace pausa, cuando se deja de escuchar el ladrido y ahora se comienza a escuchar un nuevo grito, seguido de lamentos. –Significaba, que alguien se encontraba robando un libro, pero lo que no sabía es el curioso sistema de seguridad, en verdad te cola los pelos en punta, dado que si el libro no te ataca, lo hará mi elfo domestico, seguido de un centenares de fantasma, lo que hagan los fantasma para darle la lección a esos ladrones, la desconozco, pero al final y casi siempre termina llorando, o quizás locos. Por lo que escuchado algunos casos, que mueren y se convierten en fantasma de este lugar.

 

Allí un libro de gran tamaño se le acerca a su acompañante, al parecer el libro lo había elegido, este era grueso, antiguo y valioso, era sobre antiguos maleficios, hechizos, procedimientos nigromancia y todo lo relacionado con la muerte, era extraño que ese libro se manifieste, dado que se encuentra clasificado como algo mañoso, dado que ninguno hasta esa época, aparte del director anterior había conseguido poder leerlo, se decía que si alguien que no lo agrede el libro, sus páginas se verán en blanco, para aquellas personas que le agradaban, serían como si le hablara a una persona, dado que solo aparecería el escrito que este necesitara.

 

-Muy curioso, no me he terminado de presentar. - Ve que el libro insiste en ser leído por aquel visitante, quizás algo en el mago le atraía al libro, quizás el libro había visto algo más de lo aparente. –Ya cuando el libro te reclama, no puedo negar que ese en particular tiene sus caprichos, pero no se suele presentar a los magos, a pesar que muchos le busquen. – en eso se queda pensado. –Pero que descuido, no me he presentado, soy Darius.- Allí le extiende la mano, esperando poder escuchar su nombre.

 

@Kira~

7VZGWBY.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Se giró al escuchar que alguien llamaba su atención y vió a aquel chico que parecía ser el bibliotecario. Le sonaba, le había visto en la sala común de Ravenclaw pero él no llevaba bien eso de relacionarse. Se quedó inmóbil escuchándolo hablar, ¿había mencionado muerte? Eso no sería ningún problema para él... Pero prefirió no interrumpirle.

 

Miró los libros pareciéndole curioso eso de que ellos elegían a quien dar su conocimiento, eso estaba sin duda interesante y por un momento se preguntó también porque su varita lo habría elegido a él, y también... ¿la muerte acechaba también a los objetos? Nunca se lo había planteado antes.

 

Un fantasma quiso interrumpirles con su presencia, aunque Kira seguía sin inmutarse, ya había visto los fantasmas de las casas. La verdad le parecía curioso como se manifestaban aquí los fantasmas ya que en otras tierras no eran así.

 

Un ladrido resonó en aquel lugar y, según lo que decía el bibliotecario, era que alguien intentaba robar un libro. Sin duda no parecía tener ningún problema con la seguridad, aunque le hubiera gustado ver que es lo que hacen esos fantasmas para torturar de esa forma a los ladrones.

 

Un libro le quitó de sus pensamientos cuando este, como un perro volador, llamó su atención en busca de que lo atendieran. Lo cogió entre sus manos leyendo la portada, parecía que era justo lo que él estaba buscando. Lo abrazó contra su pecho para que el libro se calmara al ver que estaba muy emocionado por verlo, tal vez el mismo libro alababa la muerte como él.

 

Miró la mano que Darius le extendía, ¿esta era la forma de hacer amigos? Y en eso se preguntó... ¿Por qué la muerte quiso que conociera a este chico? Pronto lo sabría si era para algo importante, así que dejándose llevar tomó su mano mientras con la otra sostenía el libro. Él parecía educado asi que también debía ser respetuoso. No parecía ser como las demás personas que había visto.

 

- Kira...

 

----

 

@Darius

http://i.imgur.com/YOimnKz.png


http://i.imgur.com/YofS6XW.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Al parecer ambos estudiantes se saludaron formalmente, un simple saludo, pero habían cosas que no se comprendían y pasaban, uno seducido por la muerte y otro por el intelecto, ambos seres rodeados posiblemente del más fino saber, lo que se hiciera con el mismo no importaba, dado que muchos de los fantasma presente, causarían problemas sin importar los ideales, ya que si los mimos iban estudiante en sus ideales fueran contra el de los fantasma había un clara confrontación, siempre la había, en eso un fraile comienza aparecer arriba del director de la biblioteca, de alguna forma había hecho que un balde liquido y de extraño color se encontrara levitando sobre el mismo, allí se vacía, haciendo que el encargado se llenara de los pies a la cabeza de ese liquido, no sabía si el mismo liquido había salpicado al acompañante del mismo, aquel que se decía llamar Kira.

 

Al parecer este había descubierto a un bromista, uno de los seis líderes y tipos de fantasma que se encontraba morando en la cuna del conocimiento, ya que los otros eran los demenciales, los más temidos, los intelectuales, los más apasionados, los melancolices, lo más temperamentales, protectores, siendo la única la que se encuentra en el despacho del director y por último los proféticos, los más extraños de ver. En eso el encargado de la biblioteca se comienza a quitar los lentes e intentar limpiárselo. Sintiéndose algo apenado con el visitante, pero se imaginaba que se iba adaptar a las locuras, o simplemente llegaría a la demencia, dado que si llegara esos viles fantasma le recibirían con gusto. En eso varios libros le atraviesan aquel bromista, algo que le hace molestar y comienza a desaparecer.

 

-Le advertí.- En eso se escucha algunas carcajadas en su entorno. –Los fantasma que residen en este lugar, de cierta forma aquí tienen voluntad propia, derecho e incluso privilegios únicos, ni yo los puedo controlar. Pero como verá, ni las bromas son algo aquí extraño, espero que en su camino, no se llegará a topar con los que se han clasificados como demenciales si su intención es la magia blanca, dado que los mismo no son muy ariscos con ciertos magos y bruja- Hace pausa, cuando un niña le atraviesa, esta se encontraba llorando y se ve visiblemente en su corazón una daga, la misma no se detiene.-, a ellos no le importa los ideales del mundo, pero sí el uso de la magia.-

 

Suspira lentamente y nota como su cuerpo se encontraba cubierto de un visco y algo oloroso, al menos no había manchado algún libro, pero esa era una broma inofensiva, inclusive se pudiera decir la iniciación, era extraño observar que el propio encargado ni podía controlarles, pero de cierta forma a él le agrada ese aspecto, dado que le da libertad a los fantasma de ser ellos mismos, no son controlados más que sus caprichos e ideales, así que de alguna forma ellos protegían los libros, porque son ellos mismo que desean perdurar en su legado, la protección era casi no aprobada por el ministerio, pero al mismo no le importaba, dado que era de la opinión, que cada creatura debería ser lo que es, menos los elfos domésticos que se le debería contar la lengua, ellos trabajar en silencio y nada más. En algunos casos muy particulares tener confianza a los mismo, pero jamás considerarle como de la familia, ya que son sirvientes y nada más. Aunque, de cierta forma se respetaba la libertad del mismo, por el asunto es bastante complicado de analizar.

 

-Pero descuide, que el libro solo se abrirá, si este le siente agrado, pero si apareció supongo que le tiene, en verdad es muy raro eso, pero extraordinario, por lo que debo admitir que me causa mucha curiosidad su persona.- Hace pausa.. –Kira, me ha dicho era su nombre, en verdad curioso, es el autor del libro, al menos un Kira lo escribió, quizás guarde relación con su persona o no.-

 

Allí subió la mirada, al parecer las bromas no habían terminado, dado que una lluvia de plumas y brillos de todos los colores le cubrieron, algo que sin duda sería curioso de verlo, dado que era la típica broma de la gallina o gallo emplumado, algo que en el manual del bromista se encontraba trillado. Pero entre risas se escuchaban los lamentos, entre los lamentos gritos ¿era posible un sitio de paz? Extrañamente sí, pero no muy fácil de hallar. Pero siendo la iniciación, los cuatro principales líderes que moraran se presentaban. Allí cada uno les cubría en su flanco, pareciendo que le rodeaba.

 

-Al parecer la gracia ha sido algo que valora, por eso me hago presente.- allí se ve aparecer al fraile, haciendo en algún momento bromas a todos.-Soy Ra, el líder de los bromista.- Este se marcha a causar travesuras. Luego se ve aparecer nuevamente la niña con cara casi angelical, y clavada en su corazón una daga, esta se ve en su frente, pero se encontraba molesta, así que se saca la daga y se la lanza a ellos, la misma luego de un tiempo regresa a clavarse en su pecho. –Soy Osiris, la líder de los melancolices.- allí ella comienza a suspirar. –El es Seth- Se ve aparecer y moviendo su sable envenado a un fiero pirata, aquel era líder el líder de los demenciales. –Ante todo la gracia, la belleza.- Se ve aparecer la dama inglesa, aquella que lleva su cabeza en la mano y en la otra un abanico. –Isis, la líder de los intelectuales.- Al poco tiempo, todos se marchan a sus ocupaciones, pero no eran los únicos, simplemente representaban a muchos, dado que cada día llegan más y más fantasma.

 

-Aparte de ellos se encuentra otros dos muy extraño de ver, la bellísima Cleopatra, la líder de los proféticos y el aterrador Amon Ra, el antiguo líder de los demenciales, claro que cuando aparee parecía que fundiera temor a los otros fantasma.-

 

Suspiro y no sabía si debería limpiarse o esperar un poco más, pero antes de reaccionar se le ve en su rostro una nariz de payaso, todo el atuendo era para causar risa, pero ni modo, el sabia que el comportamiento de los bromista era así, al menos no fue tan pesada la broma. Este sabia de otras que eran subida de tono, que incluso había hecho hacer de la idea en establecer una guerra entre los fantasma y los elfos domésticos, las dos fracciones de la Tierra de los Faraones, unos residían con la otra dueña en la pirámide, mientras otros residían con mago en la biblioteca.

 

-Pero no puedo dejarme así por mucho tiempo, no deseo ver los melancólicos quejarse tanto de que los libros se enfurezca con que alguien les ensucie.- Allí pensó en voz alta. –No deseo ver lo que se describe como la rebelión de los libros, ah que locura fue esa fecha, los libros contra los lectores, espero que eso no se vuelva a repetir, por ello se prohibió que alguien les manchara, no se le prohíbe comer, pero si ensuciar a los libros.- Un sonar de cadenas y aullidos se escuchaba a lo lejos, de las sombras se escucho la voz. –Soy Amon Ra, espero que nadie se atreva a molestarme, más que no deseo ver magos blancos, ahí de ellos si me los consigo en el camino- se escucha una risa melancólica. –Amon querido, no seas tan cruel, hazlo por mí, Cleopatra- Sus voces se escuchaban provenir de todos lados, al parecer los fantasma más extraño de ver se encontraba juntos.

 

@Kira~

7VZGWBY.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Kira se encontraba inmóbil viendo todo el jaleo que los fantasmas montaban y como poco a poco habían hecho la broma al bibliotecario. Era una forma curiosa de tratar al propietario del lugar donde moraban. Se escuchaban muchas risas producidas por aquella broma, pero ninguna era de Kira, él seguía serio bservando todos los habitantes de ese lugar.

 

El chico no parecía molestarse tanto, y los fantasmas comenzaban aserenarse con aquella última presencia que se hizo llamar Amon Ra. Era curiosa aquella 'familia de fantasmas'. Pero la Muerte no le decía nada, tampoco podría matarlos aunque quisiera, ya estaban muertos.

 

- Te agradezco que te preocupes por mí cielo -fue Cleopatra la que habló dirigiéndose hacia Amon Ra, sin duda tenía una actitud que hacía que todos se fijaran en ella.

 

- Preocúpate por los vivos -fue Ra esta vez el que habló y alzó sus manos hacia Kira para darle una broma ahora a él, pero el libro que tenía entre sus brazos entonces escapó de estos lanzandose hacia el espíritu arrastrándolo fuera de sus vistas- ¡ah!

 

- ¿Que hace? -Isis ocultó su boca tras el abanico ocultando su sonrisa- Pero si el libro lo podríá atravesar.

 

- Hace el bufón... ¿que otra cosa sino? -dijo la niña.

 

Entonces Ra surgió desde el suelo con una mano levantada- ¡Estoy bien! -al tiempo que el libro volvía volando hacia las manos de Kira.

 

- Jo, pues que pena -Seth se cruzó de brazos pareciendo el más serio de todos a excepción del lider.- Ya veis lo que hay, ¿por qué no os vais mejor? -le dijo a los dos vivos sin mostrar ningún resentimientos.

 

- No seas tan duro con ellos -Cleopatra volvió a dar su presencia- no pasará nada mientras lo que busquen sea conocimeinto. Si intentan robar algún libro... entonces podrás hacer lo que quieras con ellos. -dijo en forma de advertencia y para dejar a Seth contento esperando a que alguno fuera un ladrón para poder darle su merecido.

 

Kira solo seguía observando en silencio. La verdad era curioso todo esto, pero intuía que estaría mucho tiempo en aquella biblioteca y que se acabarían acostumbrando a su presencia, seguramente hasta se cansarían de gastar bromas en algún momento, pero era comprensible, ser un muerto debía de ser muy aburrido sin poder hacer muchas cosas.

 

- Entonces... eres un mago blanco o no? -le habló Amon Ra esperando echarlo de aquel lugar si respondía que sí. Kira lo miró con sus fríos ojos grises para luego responderle.

 

-Eso depende... de que sea para tí la muerte. -susurró- Yo solo soy un seguidor de ella...

 

 

----

 

@Darius

http://i.imgur.com/YOimnKz.png


http://i.imgur.com/YofS6XW.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

-Ten cuidado con lo que vayas afirmar…- Mira a Seth con desafío. –Extrañamente los que aquí se encuentran no perdonan a los que se enfrentan a sus ideales y yo ni poseo el poder y no tengo la autoridad para detenerlos…- Le advierte a Kira. –En eso recuerdo una oportunidad que se desata una batalla por quienes apoyaban a los magos de magia blanca o negra, pero bueno nunca se determino a una conclusión, hasta que apareció él.- Haciendo referencia Amon Ra, el fantasma temidos por los demás fantasma. –Por suerte, ya los mismos conocen mi preferencia.- Ante eso todos los espectros se ríen, algunos se marchan, dejando al mago frente a frente contra quien había desaparecido. –Disculpa, debo atender algo.-

 

Allí el mago se marcha dejando al mago a lo que dispusiera el fantasma, vaya que sí era mañoso ese ser, el más temido de todos ellos confrontaba al estudiante, no había fantasma que le hiciera oposición, por lo que algunos nuevos comenzaban aparecer, estos rodeaban a ese duo, murmurando, incluso los demás presente solo los observaban, dado que Amon Ra, no era muy fácil de pillar.

 

-Un libro como el que tiene en la manos solo puede significar una cosa.- En eso elevo la mirada Amon Ra. –Solo una cosa…- Allí le atravesó, haciendo que el crujir de una puerta se escuchara, los libros comenzarán a volverse violentos, todo en sí agarraba una atmosfera de terror, las luces comenzaron apagarse una por una, los orbes del fantasma se encontraban rojos y ardientes, mostraban sus filosos dientes, y su lengua la movía como vil serpiente. –Así que quieres jugar…-

 

Se desaparece al instante el fantasma. Allí se escucha el grito del director de la biblioteca, llamando por primera vez a Sia, su serpiente la misma comienza a verse, incluso se movía con increíble gracia, eso solo significaba que alguien había quebrantado una de las reglas, pobre de esa alma en desgracia, dado que pronto se comienza aparecer la líder de los melancólicos, entre grito y lanzamientos de dagas, el piso comienza a temblar en toda la biblioteca. Los libros comienzan a desvanecerse. Cuando un resplandor se ilumina en la mitad del misma biblioteca, de allí se comienza a escuchar lamentos, gritos desesperación, almas en desgracia comenzaban a caminar y lamentarse por los pasillos.

 

El líder de los bromitas intentaba defender a los pocos seres que jugaban bromas con él, la líder de los intelectuales le decía a los magos blancos como defenderse, todo comenzaba a volverse oscuridad, solo porque alguien había desafiado al tirano, aquel que su voz hacía temblar a todos los fantasma, Amon Ra, se encontraba molesto, por lo que parecía que todo el ambiente, le obedecía. Sia por su parte, se encontraba elevando a un muchacho que ensucio un libro con un moco, entre llantos este pedía disculpa, pero ahora era enjuiciado por los libros. En eso regresa la luz, observándose algún rastro de sangre en el piso de la biblioteca ¿de quién era la sangre? Eso no importaba a los fantasma.

 

En ese momento el mago nómada regresa a paso lento donde se encontraba Kira y Amon Ra, lo que hubiera pasado entre ellos era desconocido, pero quizás la expresión casi nula del fantasma le daba más respuesta de lo que hubiera pasado. Sin embargo, la niña se encontraba llorado frente un cadáver, por lo que pronto se sumaría un fantasma más a la biblioteca, el cuerpo fue ocultado por los mismos libros, dado que no podían permitir que nadie lo viera. En ello un fastama algo infantil aparece.

 

-Quiero jugar, quiero jugar.-

 

Repetía una y otra vez, frente a los presentes, allí se encontraba Amon Ra, Seth, Darius y Kira, pero era difícil saber a qué quería jugar ese endemoniado fantasma ¿Cuál sería su nombre? ¿En que consistía su juego? Pero ante, todo se aparecieron las reglas de la biblioteca de la nada, las mismas se encontraba escrita en sangre.

 

Normas de la biblioteca

 

No se permite la entrada de los elfos domésticos, solo se acepta a Cronos, dado que siente repudio por los impuros de la sangre, a petición de los demenciales.

 

Quien no busca conocimiento, no puede entrar. A petición de los intelectuales, dado que una biblioteca es un templo del saber y no para hacer relaciones publicas.

 

Quien busca estudiar en paz, este no es su lugar, pero no quiere decir que no le encuentre. A petición, de los bromitas, quien consideran que se tiene que conocer incluso de las bromas como un conocimiento adquirir.

 

Aquellos, que osen a robar un libro, deben abstenerse a las consecuencias. A petición de los melancólicos, pero los actos contra esos magos y brujas normalmente lo llevan los demenciales.

 

Quien tenga miedo de saber, que mejor no se adentre. A petición de los proféticos, pero todos los fantasmas hacen hincapié en esa regla.

 

Si deseas comer, lo puedes hacer, pero ahí de ti si ensucias un libro. A petición de Sia.

 

Todos son bienvenidos, pero no todos son aceptados. A petición del anterior del director de la biblioteca, a ello todos los fantasma comprende desde su punto de vista, por eso que algunos pueden verse hostiles, según la preferencia del mago o bruja.

 

Ningún fantasma, tiene la obligación de acatar la orden de ningún mago o bruja con vida, estos solo sirven a sus ideales, por lo que no hay motivo o razón, para que se piense que se le puede doblegar. A petición del actual director de la biblioteca, los fantasma están de acuerdo y la misma ley se cumple con el propio director de la biblioteca.

 

Atentamente:

Darius

Director de la Biblioteca

Socio de la Tierra de los Faraones

@Kira~

Editado por Darius

7VZGWBY.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Mía Zoeh Targaryen

Dueña del local

 

-¡De haber sabido que iba a tener que hacer tanto papeleo para el Banco, me lo hubiese pensado mejor!- me quejé, enfurruñada, mientras mojaba la punta de la pluma en el tintero por enésima vez. Llevaba todo el día llenando formularios para enviar al Banco Mágico y así poder terminar, finalmente, los trámites necesarios para que el negocio que acababa de adquirir estuviese en regla. Bajé un segundo la pluma y moví la muñeca en círculos un rato para aliviar el dolor de llevar horas escribiendo.

 

-Necesito un café...- dije, acercándome hacia la puerta y entreabriéndola para asomarme un poco. -¡Eric!- llamé a uno de los elfos encargados del café. La criatura se manifestó delante de mí en una fracción de segundo, y con una reverencia tan pronunciada que le hizo casi tocar el piso con la punta de la nariz, se puso a disposición de lo que fuese a pedirle. -¿Me traes un latte machiatto? Necesito algo de cafeína para poder seguir con todo esto...- le pedí amablemente, dedicándole una sonrisa. Nunca se me había dado bien tratar mal a los elfos aunque ellos afirmasen que no les molestaba ser tratados como objetos.

 

Eric desapareció así como había llegado y yo regresé al escritorio. Me froté los ojos con los puños y oculté la cabeza entre las manos, apoyando los codos en el escritorio. Mechones de mi cabello rubio claro se vinieron hacia mi cara con mi súbito movimiento, pero no me molestaba. El golpe tímido en la puerta me indicó que el elfo estaba de vuelta con mi café. Regresé a la pesada puerta para recogerlo, pero no era sólo eso lo que la criatura tenía en sus delgadas manos.

 

-Llegó una carta para la ama Zoeh...- me dijo al tiempo que me extendía un amarillento sobre junto al café. Revisé el remitente: definitivamente era para mí. ¿Sería otra carta del Banco? Lancé una mirada fulminante a la pila de documentos y formas que aún tenía pendientes de llenar y a la cantidad de sobres que esperaban ser llenados y sellados para ser enviados. Suspiré, y agradecí al elfo por su servicio. Una nueva reverencia llevó la nariz de la criatura a milímetros del piso y volvió a desaparecer.

 

Regresé al escritorio, dándole un trago al café que me acababan de preparar y dejando que su dulce sabor inundase mi boca. Sentía el cansancio en la mirada; mis párpados comenzaban a pesar, pero debía terminar todo aquello antes del final del día. Todavía tenía unas cuantas horas. Bajé el vaso de café y me dediqué a abrir el sobre misterioso que acababa de llegar. No sabía qué podía ser; no tenía sello del Banco como todos los documentos que me habían enviado y que yo llevaba casi medio día rellenando. ¿Se les habría olvidado ponerlo por fuera? Dudaba. Los duendes eran muy estrictos con esas cosas.

 

 

Estimada Sra. Mia Zoeh,
Tenga el gusto de conocerla por medio de esta carta, al parecer he sido el heredero y al desconocer quién es la invito a venir a mi oficina, dado que desconozco quien es y eso no es bueno para un establecimiento. Mis oficinas se ubican en la esfinge, quizás incluso haya un paraje de acceso a su oficina, por medio de un lobo blanco, desconozco donde se encuentro, pero suponiendo que tiene más experiencia en el local, sabra a que cuadro me refiero, solo debe decir la palabra “Seth”.
Sin más nada que decir, se despide su persona:
Darius
Director de la Biblioteca
Socio de la Tierra de los Faraones

 

 


¿La oficina dentro de la esfinge había sido ocupada? ¿Y nadie se había tomado la molestia de hacérmelo saber? Me levanté, tomando el pergamino con ambas manos y me dirigí fuera de la oficina. Ésta se encontraba debajo de una escotilla secreta ubicada en una esquina de la cocina. Al salir, los elfos encargados de la cocina voltearon a verme e hicieron un gesto con la cabeza en señal de saludo. Les sonreí a todos y me dirigí casi corriendo a la salida. Había encargado a los elfos que limpiasen la cocina y el restaurante en general para comenzar a prepararlo para la fiesta de inauguración que estaba pensando en dar para atraer más público al sitio.
Salí al exterior por la puerta de cristal que conocía perfectamente dónde se ubicaba en la pared del mismo material, pero que podía pasar desapercibida fácilmente. El sol de la tarde me golpeó en la cara, pero no me molestaba mucho. No tuve casi tiempo para observar todo a mi alrededor; enfilé corriendo hacia la esfinge que se encontraba detrás del local principal y que no había tenido tiempo de revisar a fondo. Sabía que había una biblioteca allí, pero aún estaba decidiendo qué hacer con ella. ¿Sería que alguien más tenía planes para ella?
Entré casi corriendo y comencé a buscar la referencia que se me había señalado en la carta que acababa de recibir. Un lobo blanco era lo que buscaba; y al final lo vi: el cuadro de un lobo blanco se encontraba como colocado ahí sin motivo en particular, en la pared del fondo de la biblioteca llena de estanterías abarrotadas de libros. Me dirigí hacia allá sin tiempo que perder.
-Seth- dije con voz firme, y el cuadro se abrió, dando paso a una magnífica oficina que nunca había visto. Quedé boquiabierta observando aquél espectáculo; el suelo de mármol negro era magnífico. Comencé a adentrarme en el lugar, fijando la mirada en la silla detrás del escritorio al fondo del lugar, la cual estaba girada hacia la pared.
-Buenas tardes, disculpe... ¿Señor Darius?- pregunté luego de aclararme la garganta para llamar la atención de quien estuviese allí... Si es que había alguien. -Soy Mía Zoeh Targaryen, dueña de este lugar.- añadí, presentándome para que no pensase que estaba invadiendo su territorio.
@Darius
Editado por Mia Zoeh

wexkG1x.jpg

                                       2vBurIo.gif 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La intrusa del despacho del Director de la Biblioteca

Cronos, Ra, el fantasma y los demenciales con @Mia Zoeh

Es mejor que nadie entre,

tienes el deber que nadie

meta sus narices a donde

yo guardo mis secretos,

pobre de quien entre

la demencia y la bromas

le esperan, en caso necesario

la inteligencia y la melancolía

sea lo último que vea.

Darius

El despacho del director tenía sus mañas y sus protección, es por eso que nadie se osaba entrar, allí se encontraba el primer intruso, la propia dueña del local, aquella que residía en la pirámide, para los que deseaban disgustar un manjar, la sorpresa de la misma es que nadie se encontraba en la misma y todo se encontraba vacío, pero una energía oscura y siniestra rondaba su entorno, a tal punto que se comienza a levantar una figura espectral del antiguo director de la biblioteca, que curioso recibimiento, pero eso fue lo que observo. Ante eso el cielo nocturno, comenzó a tronar y llover, inclusive a producirse una fuerte ventisca helada. Mientras que la figuraba simplemente a miraba. Los símbolos en la pared comenzaban a brillar anunciando un mal peor, dado que llamaba a los demenciales, aquellos espíritus que nada de grado tenia por la magia blanca.

-Largo-

Le gritaban una y otra vez, le habían detectado y algo peor estaba a punto de comenzar, dado que la guardiana de aquel recinto se encontraba con su señor, ahora era llamaba como imán, esta de inmediato comienza aparecer tras las paredes, iniciando a los demenciales que la sacaran de ese lugar, algo que sin duda alguna hicieron, a los pocos minutos se observo un ser con vestimentas hermosas y cuyo rostro se encontraba cubierto. Allí comenzó todo, la ira de Cronos, se había desatado. Elfo domestico le apunto con un dedo y Sia, simplemente hizo que todos los objetos se ocultaran a vista, pronto se comenzó a desplegar un increíble majestuoso rayo, que rápidamente impacta cercana a la bruja, cercano a flanco derecho. Al impactar ser crea una leve explosión, al parecer era una señal de advertencia.

-Apesta a elfo domestico-

Añadieron los demenciales a grito, algo que sin duda alguna molesto más a Cronos, dado que no le agrada en lo absoluto los elfos británicos, aquellos seres que se atreven hablar con los magos y brujas, incluso dan la cara a la sociedad, no tienen decoro y humildad, como son los elfos de que provienen de Egipto. Incluso un cierto aroma a sangre sucia le llego al elfo, algo que hizo que los demenciales se pusieran cada vez más furioso. Eso era sin duda alguna, una desagradable experiencia para cualquiera, pero las órdenes del director deberían ser cumplidas.

El aullar el lobo blanco, la misma entrada que había dejado entrar a la bruja demandaba a más fantasma a llegar dar una lección al intruso, en verdad eran detener esos guardianes, dado que todo se prestaba para la protección de los libros. Allí Amon Ra, se debatía si seguir con los magos o no, dado que había agarrado cierto aprecio a Kira, dado que el ese ser sentía un aprecio por la muerte, algo que no todos valoran, pero en particular aquel fantasma le parecía interesante. Era de cuidado, si la dueña del local, hacia algo de magia blanca, dado que provocaría más la ira de los fantasma.

Ante los líderes fantasmales demenciales ausentes, llega el bromista, aquel fraile, que con el rezo de su camándula logra calmar a los demenciales, pero no mucho, dado que no tenía mucho poder con ellos, pero al menos hizo que la dejaran atacar, con todo lo que le habían lanzado. La mira del mismo, no sabía si era ella o no. Pero al darse cuenta de quién era, le comienza a lanzar pasteles de todos los sabores en la cara, luego de un rato, comienza a reírse, dado que ella era el centro de sus bromas.

-Sra. de los elfos domésticos.- Agrego el fraile. Dejen a la pobre dama.- Se refirió a todos los fantasma inclusive a Cronos y Sia, que con cara de extrañeza le observan. Al parecer nos visita la gran dueña, la gran señoría de los elfos domésticos.- Los demenciales se comienzan a reír de la bruja y el lobo deja de aullar. Vaya que en problemas te has metido, entrar cuando el director no está, es algo que no se debe hacer.- La atraviesa, al atravesarla le deja caer un balde de agua. Te salvaste que yo he llegado, pero como sabes si quieres que los demenciales se vayan y te dejen en paz, un chiste nos debes contar.- Los demenciales solo se burlaban de ella, dado que sabían que la misma era practicante de magia blanca y que alguna vez quiso cerrar su hogar.

-Silencio- El fraile comenzó aplaudir, con una cara picara, con un chasquido la limpia, de todo el pastel y ropa mojada que pudiera estar esa bruja de magia blanca. Vamos que el tiempo corre- En eso escucha un tic, tac, tic, tac. Vamos- En eso se comienza a enfurecer, con su apaga velas la amenaza. Te aseguro que ni el bibliotecario tiene el poder para detenerlo, lo ha jurado.- En eso se escucha su risa, algo extraña, pero siempre deseosa de esperar su respuesta. Que muera la sangre sucia.- menciono Sia en siseo, al parecer no le agradaba y suponía de la impureza de la misma.

Luego que ella tomara una opción de contar el chiste o no, un pergamino cae en las manos de la misma. Al parecer el servicio de magia entre las conexiones de los lugares se encontraba mal, dado que allí llega una carta dirigida a la mujer, era extraño, lo que puiera pasar. Pero igual le llego a sus manos.


Estimada Sra. Mia Zoeh,

Por motivos ajenos me he tenido que marchar de mi despacho, por lo que no le sugiero que no entre, dado que el sistema de seguridad se encuentra activado ante todo intruso, es más sencillo en comparación con los que osan robar un libro, pero le aseguro que es eficaz. Por lo que no me hago responsable de lo que pudiera ocurrir en caso que lo activara por error, en caso de hacerlo diga el nombre de Sia, claro, ya mañana será otro. Ya sabe como es el peligro en estos últimos días.

Nota: me encuentro en la biblioteca, resolviendo un problema con los demenciales y los intelectuales, al parecer está discutiendo sobre la inmortalidad de rey cangrejo, lo que los muggles llaman: pensar sobre la inmortalidad del cangrejo. En caso que no llegue, es que me he distraído juagando con algún fantasma. Así, si ve a Ra, tenga cuidado, ya sabra como es él.

Sin más nada que decir, se despide su persona:

Darius

Director de la Biblioteca

Socio de la Tierra de los Faraones

 


Off. No lo pude evitar, así hacia una idea de escarmiento de los que roban un libro.

Editado por Sagitas Potter Blue

7VZGWBY.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.