Shadowhunters (MM B: 108774)

[Valky]

Apenas había dado un par de pasos cuando sintió la mano de Lys en su brazo, jalándola hacia él y la abrazaba. Cerró los ojos dejando que la abrazara, guardando en su memoria ese momento, guardando ese aroma. Sintió la calidez de su aliento en su oreja mientras en susurros le pedía no lo dejara ir, pero ella no podía hacer tal cosa, no porque no quisiera, sino porque no podía frenar de esa forma sus sueños.

¿Por qué la torturaba de esa manera? Suspiró mientras era obligada por la mano del rubio a levantar la mirada, le sonrió con timidez, él sabía que ella no le pediría que se quedara. Antes de dejarla libre le robo un pequeño beso al cual no tuvo tiempo de corresponder o rechazar, apenas pudo sentir la suavidad de los labios rosas del Scamander.

—Yo siempre me porto bien… es otro el que no puede hacerlo—Dijo la morena recuperando el habla —Conozco el caminó…— empezó a decir cuando del interior de la casa salió Marine con un pijama demasiado pequeño para usar en un lugar en donde era una invitada.

—No es necesario…—Dijo en respuesta a lo dicho por Lorcan, quien al parecer había estado mirando todo lo que sucedía, pero este ya la había tomado del mano decidido a acompañarla de regreso a casa. Caminaron en silenció por largo rato, quizá no había sido buena idea seguir a Lyssander, no el bajar la guardia y dejar que los sentimientos que tenía por el rubio la afectaran, eso había sido una mala idea, jamás debió bajar la guardia. Si hubiera seguido así, ahora no estaría sintiendo ese enorme vació.

—Creo que de aquí puedo seguir sola rubito… además aun no es muy tarde y creo que me quedaré un rato más en lo alto de la colina —Le dijo la morena levantando la mirada al cielo, necesitaba pensar. Además no quería volver a casa y que su madre le pregunte el porque tenía los ojos tristes o que su hermano empezara a hacer suposiciones.

[justo]

Pero el acompañante de Ast si que me sorprendio. Manuel llevaba una tunica de gala muy curiosa, era azul con una capa blanca y sujeta por un broche singular, un gran circulo rojo y en el centro 3 puntos rojos formando un triangulo. Quizas fueran el emblema de su Casa en España o quizas fueran las armas de su familia, pero nunca habia caido en preguntarle cosas sobre su vida en su pais natal y, ahora que caigo, el tampoco hablaba nada de ello.

Lo que si demostro en seguida que era un consumado bailarin. No pocas cabezas se giraron para verlos a los dos mientras giraban con suavidad por la pista. Ella se dejaba llevar con ligereza y talmente parecia que flotaran, hasta juraria que en una ocasion se elevaron pero no sabia como habia ocurrido.

Aunque Dap y yo si que estabamos a gusto, y tan a gusto que nos escurrimos del salon y nos fuimos a la rosaleda donde dimos rienda suelta a la pasion que llevabamos dentro, y en eso estabamos cuando oimos una curiosa conversacion.

- ...No se a que viene tanto problema Igor.

- ¡Vamos Severus, si salta a la vista!

- Yo no he notado mucho cambio...

- Pues yo si y es desde los Mundiales, no lo niegues...

- No lo hago, huye tu si quieres pero yo me quedo...

[Ky.]

Tres meses después del viaje.

Se habían reencontrado en la colina, todo parecía haber sido una casualidad, pero no lo era, Lysander había estado esperando el momento perfecto para aparecer frente a la morena, así que cuando su hermano y primos la dejaron lo bastante atrás él salió de su escondite.

—¡Chocolate! —grito. Al toparse frente a frente con ella, con lo hermosa que se había puesto en todo ese tiempo, no pudo evitar soltar —¿por qué eres tan hermosa?

Ella apenas había logrado escuchar las últimas palabras al tiempo que se acercaba él a ella. Deseaba poder besarla, abrazarla contarle cómo es que le había ido en el viaje, pero lo más importante es que quería pasar todo el tiempo que pudiera a su lado así que debía robarla aunque fuera por esa noche.

—¿Ojos de cariño? –¿enserio le parecían ojos de cariño? Se preguntó, debía aclararle las cosas.– Son ojos de amor. —le lanzó un guiño para aligerar un poco el ambiente y ella no saliera corriendo. —Cariño es el que le tengo a Lorcan.

Soltó mientras le miraba a los ojos tomándole de la barbilla, justo después de sus palabras este soltó entre broma y esperando a que la mujer que tenía frente a él decidiera hacer lo que este le pedía.

—Bésame Chocolate!

[justo]

Dap y yo nos miramos con asombro y vimos otra cosa, Ron y Harry estaban por alli y tambien habian oido parte de la conversacion, su cara reflejaba perplejidad pero, por fortuna, no nos vieron.

- ¿Has oido? Eran Karkarov y Snape.

- Lo mas sorprendente es que parece que se conocen de antes.

- Pues no se como es posible, Dap, juraria que se han conocido este año.

- Para que te fies...creo que ambos lo han disimulado muy bien ¿y a que se referiran...?

- Eso digo yo ¿y que es lo que esta cambiando?

- Es algo de ellos pero no me imagino que es.

- Bueno, olvidemoslo ¿donde estabamos?

- Tu me besabas y yo estaba...

- ¡Ah, ya! Pues sigamos....

Y nos perdimos de nuevo entre las rosas.

Algunos acontecimientos de la noche del baile me seguiran siempre, la curiosa conversacion de Karkarov y Snape y los momentos vividos en la rosaleda en los que Dap y yo...esto....bueno...dejemoslo asi.

[Valky]

Tres meses después del viaje.

—La abuela estaba haciendo jugo de calabaza, seguro ya terminó, ¿vamos por un poco? —dijo su hermano jugando con una pequeña pelota dorada que dejaba escapar un par de metros y volvía a atrapar.

A todos, incluida ella, le pareció una idea estupenda pues a pesar de que no era una tarde soleada, jugar un partido de Quidditch siempre los dejaba agotados. Todos salieron corriendo, Rox fue la última en pararse y ni se esforzó en alcanzarlos, sabía que llegaría al último y le tocaría lavar lo que ensuciaran > pensó mientras se limpiaba unas cuantas hojas secas de sus jeans.

—¡Chocolate! —escuchó el grito de una voz muy familiar, que hizo que su corazón empezará a latir con fuerza.

—Tú me vez con ojos de cariño— le respondió con sus mejillas teñidas de un suave color rosa — bueno, entonces me miras con los mismos ojos que yo te miro a ti —le respondió luego de que el rubio le dijera que la miraba con ojos de amor.

Sus miradas se cruzaron, ella aún sonreía cuando él le tomaba por la barbilla y le pedía que lo besara. Su sonrisa se tornó un poco pícara y sin pensarlo mucho le dio un pequeño y rápido beso en los labios, dejándolo sorprendido. Eso hizo que la morena volviera a sonreír, al parecer él estaba esperando otra reacción y su beso lo tomó desprevenido.

—¿que pasa, Scamander? ¿No te gustó? —preguntó. Estaba realmente contenta de volver a verlo.

[justo]

Los dias siguientes estuvieron amenizados por un articulo de Rita Skeeter ¡como no! metiendose con el pobre Hagrid y sus origenes. Yo siempre crei que era un semigigante por su altura y su forma de ser, los gigantes son mas bien agresivos y el era bonachon (herencia humana, sin duda). Pero el articulo de esa insidiosa metomentodo me indigno, y me indigno mas que Draco tuviera algo que ver, por lo que el y yo estuvimos una semana sin hablarnos.

Pero la verdad es que se estaba aproximando la segunda prueba del Torneo. Hubo cierta excitacion cuando supimos que iba a estar en el Lago Negro y que los campeones debian meterse en el ¿para que...? eso ya...ni idea.

La prueba transcurrio en la madrugada, hacia un frio que pelaba pero los campeones parecian preparados. Todos menos Harry que llego tarde porque se quedo dormido. Al parecer fue Dobby quien le desperto a tiempo y le dio algo de muchisima utilidad para su cometido, branquialgas.

Para quien no lo sepa las Branquialgas son parecidas a colas de rata y su sabor es gomoso, como la piel de un pulpo, pero al tragarlas permite que puedas respirar bajo el agua. Te hace salir branquias y las extremidades se vuelven aletas. Algo utilisimo como ya veis.

[Kamra Ashryver D.]

- Nada de esto me gusta ¿A caso no conocen el significado de la palabra refinado? - dando un sonoro golpe al suelo con uno de sus zapatos de tacón, Kamra se miró al espejo viendo reflejado allí el más puro disgusto - Todo lo que me has traído parece sacado del guardarropa de una zuripanta. Es una reunión de cumpleaños, no un show de strippers.

 

La peliblanca dió media vuelta para enfrentarse cara a cara con una de sus empleadas. La mujer abrió la boca para hablar, pero Kamra la detuvo poniendo una mano en alto - No necesito que hables, mejor camina fuera de la habitación. Tus servicios ya no son requeridos - evitó añadir que quizás no volvería a poner un pie en el Castillo Rambaldi por el resto de sus días, pero ese día no sería eclipsado por nada del mundo. Tomando el asunto en sus manos se adentró en su guardarropa hasta conseguir el atuendo de cumpleaños perfecto.

 

Años atrás su mejor plan de cumpleaños consistía en poner un infierno entre ella y los demás, huyendo hacia sus muchos refugios. Alessandra había cambiado eso para ella, dándole otro significado a la fecha y colmandola de regalos que iban más allá de lo material...a Kamra le era irónico el hecho de que llevara ignorando a la rubia durante dos días hasta la fecha - Hoy no debes pensar en ello Kam - se recordó dándo unos últimos toques de rubor en su rostro.

 

Con una última mirada al espejo abandonó los terrenos de la Familia Rambaldi sin molestarse en dejar una nota para Alessandra.

 

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Zigsagueaba entre las mesas del Shadow Hunters mientras sus ojos ámbar recorrían el lugar en busca de una persona. Aries, el que había sido su hermano durante su corta estadía con la familia Ivashkov la había invitado a su Club ese día y considerando su frío saludo la última vez que lo había visto, Kamra no podía dejar de sentirse extrañada.

 

Apoyó su bolso de mano sobre la barra mostrador al mismo tiempo que llamaba la atención del barman.

 

Esperaba que Aries apareciera antes de que sus ánimos la llevasen a huir del todo.

 

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P/d: medio sin inspiración xd

[Ky.]

Black Lestrange no resultaba ser del todo una persona parlanchina, menos cuando algo ocupaba su todo. Aquella vez que se había encontrado con Kamra, su hermana, no había actuado de la forma que él por lo general trataba a su familia. Así que se sentía un tanto culpable de que aquella mujer de cabellos blancos pensara que él no la quería, por lo que le había enviado una invitación para beber lo que quisiera el día de su cumpleaños.

 

El demonio miraba el reloj del bar, mientras limpiaba algunas mesas, le había dicho en un horario en el que no hubiera más personas que ellos dos, debía hablar con ella. Tenía que pedirle que cuidara de Kaori y del pequeño Sammael, sabía que la mujer de cabellos negros que era su esposa, era una persona muy fuerte y valiente, que nada la detenía, pero no estaba seguro que después de él dejar el mundo terrenal, ella seguiría siendo la mujer de la que se enamoró. Acababa de limpiar la mesa, cuando esccho a la mujer que estaba esperando acercarse a la barra del bar.

 

Se aproximó hasta ella en completo silencio y se quedó de pie con los brazos cruzados detrás de ella.

 

—Siempre llegando tarde… —dijo en un tono de voz seco, mientras la miraba detalladamente. —Pero si fue para verte así de bonita para beber con tu hermano, puedes tardar la vida entera. —dijo ya en un tono más jocoso y le dio un gran abrazo. —¡Feliz Cumpleaños pequeña! ¿qué vas a beber?

 

No le preguntó por su esposa, si no la había traído con ella seguramente era porque algo sucedía entre ambas, así que cuando ella quisiera contarle del paradero de Alessandra, él simplemente escucharía.

 

—Bienvenida al Shadowhunters. Podemos beber hasta morir o morir hasta beber. Cualquiera de las dos puede ser divertido.

 

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[justo]

Al reves de lo que podais imaginar, los campeones entraron en el agua con sus tunicas. Las historias de que iban en bañador son falsas por dos razones, por el frio extremo que les haria daño al salir y porque debian estar en igualdad de condiciones.

Cada uno de los campeones debia sacar del agua su "prenda", es decir, una persona que significara mucho para ellos. Asi Krum sacaria a Hermione, Harry a Ron, Cedric a Cho-Chang y Fleur a su hermana Gabrielle. Obviamente las "prendas" estaban en estado de trance y no se permitiria que sufrieran daño, los habitantes del lago (sirenios) solo estaban para vigilar la prueba y poner obstaculos a los campeones.

[Kamra Ashryver D.]

Ensimismada en el caos de su mente, Kamra se sobresaltó al oír el firme y casi aburrido tono de voz de Aries. Debía sentirse peor de lo que se permitía aceptar si no había sido capaz de detectar su llegada. La peliblanca dió media vuelta para quedar frente a el y se frotó las manos contra la falda del vestido antes de comenzar a explicarse. Pero el comportamiento acusador de Aries dió un giro radical y en un abrir y cerrar de ojos su hermano la estrechaba contra si.

 

La reacción de Kamra tardo en llegar, ambas manos rodearon la cintura del Black Lestrange a tientas y una vez separados lo recorrió con su mirada dorada, que detonaba extrañes y una creciente diversión - Bueno, es un atuendo de cumpleaños y está destinado para hacerme sentir mejor de lo que estoy mental y físicamente... en el proceso puedes decirme cuán fabulosa me veo - su cuerpo se sentía tenso pero se las arregló para posar una mano de forma cariñosa en su hombro - Gracias Aries, fue una grata sorpresa recibir tu invitación.

 

- Un South Side para mi, empezaré lento y dejaré la borrachera para el final de la noche. Beber hasta morir, hermano - una media sonrisa se instaló en las facciones de Kamra y dudó antes de soltar lo que había estado pensando - No me lo esperaba, ya sabes, que me invitaras o siquiera te acordaras de mi hoy.

 

El corazón de Kamra se apretó en su pecho. Pocos lo recordaron y quiénes lo hicieron eran meros funcionarios Escoceses, peleando para ganar sus favores. La peliblanca extrañaba a Alessandra más que a nada y el echo de apartarse voluntariamente de ella le habría parecido impensable hace un mes atrás ¿Cómo podría mirarla a la cara con tantas sospechas instaladas en su mente? Más aún ¿Podría explicarle que a través de su vínculo matrimonial presentía estar siendo engañada?

 

La Ashryver cerró los ojos dándose un momento antes de tomar asiento en una de las butacas metálicas de la barra y sonreír - Cuentame que ha sido de ti desde ese alocado viaje a Wonderland.

 

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