Shadowhunters (MM B: 108774)

[Valky]

Kaori.

Se suponía que debía descansar y relajarse para lo que le esperaba al siguiente día, pero por más que lo intentó no lo logro, estaba nerviosa y no podía conciliar el sueño. Cansada de dar vueltas en la cama, finalmente Kaori se rindió, si no podía dormir salir a dar un paseo parecía ser buena idea.

Se puso unos jeans negros ajustados a su figura, una blusa de seda carmesí con un escote bastante pronunciado, que sin duda la hacían ver muy sexy y unos zapatos de tacón alto a juego con la blusa. El clima estaba muy frio por lo que no dudo en llevar una túnica. Decidió llevar su cabellera suelta, guardó varias cosas en un pequeño bolso de mano y salió.

Varias horas mas tarde y luego de visitar algunos bares del Diagón, la idea que en un principio le pareció buena, ahora ya no lo era en absoluto. En cada local había probado un coctel diferente, charlado con magos y brujas muy peculiares y ahora ya no se sentía del todo bien, sin embargo, tampoco quería regresar a la mansión. ―uno más susurró ― subiendo unas escaleras de caracol que la marearon un poco más.

¿Qué porque bebía? La respuesta era sencilla, si todo salía como lo estaba planeando, destruiría gran parte de su vida, del legado de su familia y aunque sabía que era lo correcto, una parte de sí quizá no aun no estaba preparada para hacerlo. Y si, quería ahogar el licor una de las dos partes.

El bar era acogedor y la barra la llamaba a sentarse. No recordaba si había llevado túnica y en todo caso no importaba, a pesar de que afuera hacía frio, en el interior del local estaba cálido.

―Hola… me sirves la especialidad de la casa― pidió sin prestar demasiada atención a quien atendía la barra, igual la poca luz que había y lo mareada que estaba le impedía reconocer a alguien ―Gracias…―añadió, en su voz se podía notar que no estaba en sus cinco sentidos.

[Ky.]

El Black Lestrange siempre que se sentía acorralado por algo que no deseaba hacer terminaba ocultándose en aquel sitio. El Bar Shadowhunters era el único lugar al que muy poca gente mágica frecuentaba y es que el metamorfomago se le había ocurrido ponerlo en la segunda planta de un edificio. Al principio le había parecido genial, pero con el paso del tiempo notó que la gente no deseaba subir a un lugar donde pudiera morir por pasarse de alcohol.

 

Esa noche se ocultaba de Jessie, la hija de la matriarca de los Black Lestrange que sentía cierto cariño por él. Y no es que el no sintiera ese afecto por ella, pero la verdad era que odiaba las ceremonias y fiestas donde debía acudir con traje. La única vez que se había sentido cómodo fue cuando Kaori le hacía compañía en la fiesta de cumpleaños de su prima, al cual a decir verdad, sólo había durado unos minutos o pocas horas haciendo acto de presencia.

 

Estaba listo para ir a pedirle a la Delacour que si deseaba acompañarlo a la boda de Jessie con Otto en la Mansión Black Lestrange, cuando escucho la voz de aquella mujer de cabellos oscuros como la noche. Aries salió de su escondite y se aproximó a la barra mirando con detalle cada parte de ella.

 

"Esta ebria" pensó. Así que se acercó un poco más para comprobar aquel estado en el que estaba seguro se encontraba su novia. Se colocó detrás de ella y la abrazo por la cintura, arriesgandose a que ella pudiera atacarle, pero le gustaba correr peligro así que pegando sus labios muy cerca de su oreja siseo.

 

--¿Qué hace una mujer tan bella sola en un lugar como éste?

 

@

[Valky]

Kaori.

A pesar de que la mirada de la pelinegra estaba puesta en el cantinero, quien estaba concentrado preparando su pedido, la mente de la Delacour estaba muy lejos de ahí, sopesando las complicaciones que podría encontrar y por más que lo pensaba siempre encontraba razones para desistir de la idea, pero tenia que hacerlo.

Suspiró, cerró los ojos y con sus dedos se masajeo la frente. Le dolía la cabeza y ya no sabía si se debía al exceso de licor que había ingerido o de tanto pensar. Tan distraída estaba que no notó que alguien se acercaba por detrás. Dio un respingo y abrió de golpe los ojos cuando sintió como alguien la abrazaba por la cintura y le hablaba al oído. Su reacción fue más rápida que su cerebro en darse cuenta de quien se trataba. El codo de la pelinegra golpeo con fuerza el estómago del mago.

― Hay por Merlin… ―dijo la bruja poniéndose de pie tan rápido como su estado de embriaguez se lo permitió ―cariño… lo siento… me asustaste… ―empezó a disculparse ―¿Te duele mucho? ―preguntó y en su rostro se reflejaba la preocupación.

 

 

Cuando el cantinero dejo sobre la barra, recordó en donde estaba y de pronto empezó a sentirse abochornada. En el tiempo que llevaban saliendo Aries nunca la había visto en ese estado, además de que le había dicho que no saldría pues tenía una prueba al siguiente día. Hizo una mueca al darse cuenta que tenía que dar algunas explicaciones.

[Ky.]

El golpe propinado a la boca de su estómago le hizo doblarse por unos segundos. No se imaginaba que una mujer de baja estatura podría tener tanta fuerza como para hacer doblar a alguien de su complexión y estatura, pero ella lo había hecho y en un estado etílico que lo dejaba como un completo debilucho. Lo bueno, para su hombría, era que aquel lugar se encontraba vacío la gran parte de su tiempo, así que trato de sonar normal cuando ella le pregunto si estaba bien, afirmando que lo estaba.

—Yo estoy bien y feliz de tenerte aquí conmigo. —dijo mientras le daba un beso en la mejilla. Aries no consumía alcohol, así que le costaba estar cerca de las personas que lo hacían, por eso no asistía a convivencias o fiestas, pero desde que se había emparejado con la Delacour su forma de ser cambio. Amaba estar cerca de ella así que no perdió la oportunidad de tomar de la mano a la mujer de cabello negro y llevarla a la parte VIP de aquel lugar, la cual tenía un sofá de piel rojo al cual le invitó a sentarse.

—Acompáñame, —palmeó el asiento libre a su lado derecho como indicando dónde quería que ella se sentará —debes contarme que te hizo venir a este lugar y estar bebiendo cuando se supone tienes una gran prueba el día de mañana. —su voz era calmada, pero la miraba como si necesitará una explicación lo más pronto posible para que su relación no se fuera por la borda por algo tan pequeño.

No. La relación de ambos no iba a irse por la borda, sólo porque a ella se le había antojado ir a tomar unas copas para calmar los nervios, así que respiró profundamente y le tomó de las manos acercando sus labios para besarlas. Estaba completamente enamorado de la mujer que tenía a su lado derecho, así que estaba arruinado, Kaori se iba a volver su perdición pero no le importaba estaba dispuesto a perderlo todo por ella, sólo que ella no debía saberlo.

[Valky]

Kaori.


Suspiró aliviada cuando Aries le confirmaba que se encontraba bien, al no reconocerlo había aplicado más fuerza de la debida en el codazo que minutos antes le había propinado. A pesar de que era una bruja pequeña y de apariencia frágil, era fuerte gracias al entrenamiento que había recibido desde que era una niña. Apenas esas imágenes se agolparon en su mente las alejó, recordar esa etapa de su vida, siempre la ponía algo susceptible.


—De verdad lamento haberte golpeado —dijo la bruja conteniendo una leve sonrisa cuando él depositaba un tierno beso en su mejilla, le resultaba algo divertido haberlo tomado así, tan desprevenido.


No opuso resistencia cuando él le tomaba de la mano y la guiaba a otra parte del bar. Poniendo todo de sí hizo lo posible para caminar lo más normal posible. Al llegar había un enorme sofá de piel roja. Se sentó al lado derecho de su novio, tal y como él se lo había pedido. Era algo sorprendente como el licor que hasta el momento había ingerido la volvía tan dócil, aunque a decir verdad ella haría cualquier cosa con tal de ver al Black Lestrange feliz.


—Te he dicho hoy cuanto te amo— Dijo en un vano intento por evadir la pregunta, pero era claro que a Aries no le había hecho gracia encontrarla en ese lugar, un poco ebria y siendo tan irresponsable, pues sabía de la prueba que tenía que dar al siguiente día. Así que eso no funcionaría. — No podía dormir — dijo evitando su mirada, se sentía como una niña a la que habían descubierto haciendo una fechoría.


—Salí a caminar y una cosa llevo a la otra —le sonrió y al hacerlo el rostro de la bruja se volvió dulce, inocente por así decirlo. Al hacer eso pretendía ablandar el corazón del mago y que no se molestara aún más con ella


—luego me encontré con un amigo, tomamos un par de tragos y cuando las cosas se... —se interrumpió analizando si debía o no contarle lo que había descubierto. Le bastó mirar esos ojos grises que tanto amaba para darse cuenta que a él no podía ocultarle nada. Suspiró


—Cuando las cosas se pusieron incomodas me fui y terminé aquí... — añadió —Creo que tienes algo que hace que te busque, algo que me atrae al lugar en donde tu estés ¿Qué me has hecho Black Lestrange? —preguntó la bruja.


—Por cierto ¿Qué haces tú aquí? ¿Vienes seguido? —preguntó con genuina curiosidad y no solo como un intento de cambiar el hilo de la conversación.

Editado 8 de Enero del 2019 por Valkyria Karkarov B.L

[Ky.]

Se le quedó mirando completamente embelesado, asintió cuando ella le profesaba su amor, un amor que era correspondido en la misma intensidad y mientras ella balbuceaba algunas palabras, él no podía dejar de acariciar las mejillas de ella mientras dejaba pequeños besos en los labios de su compañera. Trataba de repetir las cosas para que viera que le prestaba atención y no sólo le había llevado hasta el sofá para besarla. Que era lo que había estado haciendo los últimos minutos hasta que le escuchó decir algo que no le gustaba.

Pero, ¿por qué no le gustaba que ella saliera a beber con un amigo? La respuesta llegó sola mientras la escuchaba, habían hombres que no sabían respetar a las mujeres, así que cuando ella había dado a entender que el chico se había querido propasarse con ella, se puso de pie y se le quedó mirando fijamente, quería respuestas de preguntas no formuladas, mientras sujetaba fuertemente la varita en su mano derecha. Tenía la necesidad de querer matar a la persona de la cual ni siquiera conocía su nombre, pero una cosa era segura, aquel tipo era hombre muerto.

—¿Cómo dices que se llama tu amigo? —preguntó mientras tomaba asiento, tratando de parecer calmado, pero no lo estaba. Quería salir de ese lugar y aplastar al sujeto, pero no quería dejar a su novia sola en ese lugar, por lo que mirándole a los ojos le dedicó una sonrisa para responder la última de sus preguntas que ella le había hecho.

—Vivo en este bar. —dijo y comenzó a reír. Porque parecía tonto que teniendo el apellido que tenía, y que en la mansión Black Lestrange tenía su habitación completamente amueblada y era del tamaño del bar, el prefería vivir en un lugar como aquel desde que se lo había comprado a Nymeria hace más de un año atrás.

[Valky]

Kaori.

Quizá debió dejar de hablar cuando Aries se entretuvo dándole besitos, pero no, ella tenia que seguir hablando y con eso arruinar el ambiente romántico que se estaba creando, pero no ella tenía que haberle comentado sobre su salida de esa noche. Cuando se puso en pie le tomó de la mano no solo para que volviera a sentarse a su lado, sino también para hacerle saber que estaba todo bien.

—Es alguien sin importancia amor — respondió.

Kaori nunca lo había visto actuar de esa manera, a pesar de que el Black Lestrange lucía calmado ella podía sentir lo enojado que estaba y la verdad no lo culpaba. Recordó la sensación en su estómago cuando él le había contado que aquella bruja de cabellos rojizos había sido su prometida y tan solo de pensar que alguien más beso los labios de Aries, su estómago se revolvió.

—Su nombre es Dj Asturias —dijo pues sabía que él no dejaría pasar el tema —y como dije no tiene importancia amor— mientras hablaba le daba unos tiernos besitos en la mandíbula, en las mejillas, en los labios, hasta bajar al cuello y de forma un tanto descuidada le acariciaba el pecho.
Estaba muy tenso y deseaba que se relajara. Cuando él le contó que vivía en ese bar, dejo de besarlo, le sorprendió mucho que teniendo toda una mansión él prefiriera vivir en un bar.

—Aquella vez, cuándo me invitaste a conocer en donde dormías ¿Era aquí? —preguntó sonriendo. Aquella vez por su cabeza habían pasado muchas cosas, muchas ideas locas y es que apena habían empezado a salir. En cambio, en ese momento era diferente.

—¿Aun está en pie la invitación? —Preguntó y en su mirada un brillo travieso apareció, quizá era efecto del licor, que aun corría por sus venas, lo que la tenía tan relajada.

[Ky.]

—En realidad…

Aries mordió su labio ligeramente mientras bajo la mirada, cuando él le había invitado a su habitación no era al bar, si no a la que tenía en la mansión de los Black Lestrange que era muchísimo más grande y cómoda para hablar amenamente sin tener que dar explicaciones del por qué se encontraban solos, a diferencia de la habitación que tenía en aquel sitio, que lo único que tenía era un colchón en el piso que daba a entender muchas cosas.

—… si, aún está en pie la invitación. Pero no era a esta habitación, pero si quieres conocerla, adelante vamos.

El Black Lestrange puso una de sus manos en su cintura y le acompañó hasta una de las paredes detrás de la cantina, la cual se abrió para dar paso a su habitación. Pero antes de encerrarse en aquel sitio envió a uno de sus elfos con un memorándum al SAW en busca de la jefa de aquel departamento.

En el pergamino que llevaba el elfo se podía leer claramente.

Dennis Delacour
Jefe de Servicios Administrativos del Wizengamot.

Estimada Enfadosita.

Le escribo el siguiente mensaje porque necesito de sus servicios en el Bar Shadowhunter,
me encantaría que fuera usted la que me casará con su prima Kaori,
es por eso que la invito a ser parte de este momento tan especial.

Atte.
Aries Black Lestrange

@@Dennis Delacour

Editado 13 de Febrero del 2019 por Asmodeus.

[Dennis Delacour]

Otra pila de pergaminos con asuntos de la oficina del ministro había quedado completamente organizada. La rubia había pasado el día entero tras su escritorio en la oficina del Saw tratando de dar solución a montones de tramites y quejas que habían derivado de las nuevas leyes que el ministerio había decidido implementar con respecto a las bodas y divorcios.

 

No había salido del lugar ni siquiera para buscar su almuerzo y había terminado comiendo un sándwich con te que le había llevado el asistente de su oficina. Ya la noche había caído y podía asegurar que era la única que aún se encontraba laborando en el ministerio. Estaba un poco irritada por el cansancio pero al menos había logrado terminar más del 90% de su trabajo, por lo que decidió que era hora de marcharse para ir a buscar a su hermosa novia y salir a cenar. Tomó su túnica y su varita para salir de la oficina pero apenas abrió la puerta se encontró con un elfo que la estaba buscando.

 

La pequeña criatura le tendió un pergamino para luego de una reverencia partir del lugar. Tomó el papel y desenrollandolo empezó a leerlo. Apenas leyó el encabezado no pudo evitar rodar sus ojos, el odioso novio de su prima siempre la llamaba de esa manera, pero lo que leyó después la dejo en estado de sorpresa. Casarlo con su prima?, en realidad estaba hablando en serio?. Que tuviera entendido no llevaban tanto tiempo y sabía que el amor era repentino a veces pero era mejor asegurarse de lo que le estaba pidiendo.

 

Salio del ministerio para luego usar la aparición y llegar al callejón Diagon. Enfocó su mirada en el letrero del local donde se supone la estaban esperando y se dispuso a subir aquella escalera de caracol rumbo a su destino. Entró a aquel lugar donde se observaba un recibidor de aluminio, atravesó el lugar para dirigirse al fondo del lugar donde estaba una especie de cantina. Se acercó preguntando a la persona a cargo por el Black Lestrange, donde estaría el rubio que quería robarles a su prima?.

 

@Asmodeus.

[Valky]

Kaori.

¿Era una broma? Claro que deseaba conocer su habitación, aunque al notar que él dudaba por unos segundos, por su mente pasó la idea de cambiar de opinión y quedarse donde estaban. Más cuando Aries siguió hablando, desecho la idea de inmediato lo miró y sonriendo ella también rodeo con su mano la cintura del mago. La verdad era que le apetecía conocer todo sobre él, por más pequeña que sea.

No era como se la imaginó, lo que la tomó por sorpresa. En su rostro se podía ver lo contrariada que estaba, se giró para poder ver a su novio, pues había ingresado a la espaciosa estancia en cuyo interior había solamente un colchón, con unas mantas alborotadas sobre él y una mesita de noche.

—Mmmm es minimalista — dijo bromeando. Era raro que él, viniendo de una familia respetable de Ottery, le gustara pasar sus noches ahí. En realidad, le preocupo darse cuenta que antes de que ella llegara a la vida del mago, él se sintiera tan solo.

—Si vamos a vivir aquí… hay que añadir un par de cosas — añadió abrazándolo y dándole besitos por todas partes.

 

Había visto que enviaba a un elfo con una nota, pero no preguntó de que se trataba, si era importante él se lo contaría.