Castillo Lockhart (MM B: 78568)

[Leonardo Myrddin E.]

Un mensajero... Aquella había sido la función que ahora tocaba cumplir al Myrddin, pero no podía quejarse. En el castillo faltaban manos para terminar de acomodar todo a la perfección, y andaban cortos de tiempo. Entregar invitaciones no era tarea difícil para alguien que podía correr a grandes velocidades, así que aceptó sin ningún problema aquella tarea.

 

-Hm... ¿Qué es lo que sigue ahora en la lista?- Murmuró, mientras consultaba la lista de familias a las que debía de hacer llegar la invitación. Hacía unos segundos había empezado su labor, y sólo llevaba tres invitaciones entregadas -Vale. Ahora es turno de visitar el Castillo Lockhart-

 

Al cabo de unos segundos, llegó a la entrada del imponente castillo en el cual vivían los Lockhart. Sin detenerse a detallar la construcción, avanzó hasta la puerta y la tocó. Al cabo de unos segundos, un miembro de la familia le abrió la puerta.

 

-Um... Buenas tardes, lamento interrumpir lo que haya estado haciendo en estos momentos, sólo vengo a dejarle esto. La familia Myrddin los invita cordialmente a su celebración- Acto seguido sacó algo del morral que llevaba y lo extendió hacia la persona que lo recibió. Era un sobre, en el cual estaban escritas las siguientes palabras

 

Los decendientes del mago Merlin te invitan: Para familiares y amigos... un reencuentro con viejos y nuevos...Para una navidad de reencuentro.

http://i.imgur.com/zDrTY8Q.gif

 

 

-Le agradezco mucho su tiempo- Dijo, haciendo una leve inclinación, una de las pocas costumbres que le quedaba de su tiempo en Japón, y se marchó corriendo a seguir entregando aquellas invitaciones. Aún faltaban muchas por entregar, y si quería entregarlas todas a tiempo, debía apresurarse.

[Ela Karoline]

http://www.duendecrispin.com/gif/xmas-velas/velas_navidad_11.gif

La navidad se había apoderado de toda la propiedad, por donde quiera que se mirara habían pinos decorados e iluminados mágicamente, las fuentes contaban con bolas de cristal o casitas sobre las que caían chorritos de agua que se convertían en nieve. Por supuesto el frio navideño no se hacía esperar, y aunque el sol amenazaba con brillar en lo más alto todo el día, los copos de nieve comenzaban a caer con mayor fluidez, cosa que seguramente en la tarde ya podrían armarse los primeros muñecos de nieve y vaya que hacerlos era una de las tradiciones de esta familia.

Dentro del castillo, el ambiente era más cálido, pero los rojos, verdes y dorados en los adornos y decoraciones se habían hecho presentes gracias al trabajo de los elfos, un espacio en el vestíbulo de frente al arco de entrada y de costado a las escaleras estaba dispuesto para que un árbol fuera puesto y decorado. Este año se la había puesto difícil a su esposo, pues le había pedido uno proveniente de la hacienda Tonks, pero que no fuera cortado para lo cual habría necesitado seguramente la ayuda de su cuñada Sagitas, como sacerdotisa no podía permitirse la muerte de un ejemplar solo para engalanar su hogar, debía transportarlo vivo con sus raíces, así que apenas descendió del barandal miro para ver si ya estaba y al no verlo fue hasta donde estaban sus hijos y esposo, pero las palabras de la rubia fueron silenciadas por un maravilloso beso de Ishaya lo cual hizo que la pregunta se escabullera dentro de aquel cumulo de sensaciones y sentimientos que le provocaba.

El comentario de la Gryffindor llego a sus oídos haciendo que un dejo de carmín cubriera sus mejillas, mismas que refugio en el hombro de su esposo por un par de segundos, luego contesto a los saludos con una sonrisa y un beso en la mejilla de ambos hijos y un “nos encontramos de maravilla” por supuesto se refería a ella misma y al bebe, alcanzo a comprender que Patri hablaba de un amorío de Alex cosa que hizo que levantara una ceja y se le viniera a la mente la bonita chica que lo había visto acompañándolo en una ocasión, pero como buena madre no dijo una sola palabra, aunque sus ojos fueron más expresivos y comunicaron la pregunta mucho mejor que con palabras al muchacho que seguramente bien que la había entendido.

Tanto Alexander, como Patri y por supuesto Ishaya y ella estaban en pie bien despiertos, los demás al parecer seguían en brazos de Morfeo (el dios del sueño aunque la puerta anunciaba la llegada temprana de un visitante, como era costumbre por aquellos días la puerta se abrió tras las manos del elfo Jops y Cye que había dejado el calor que le brindaba la cercanía del patriarca, se paró de modo que pudiera ver al visitante aun a esa distancia, se trataba de su amiga Zelda ¡había cumplido su promesa! de visitarla y estaba de cuerpo presente en el mejor momento “Navidad” Cuando la chica avanzo hasta ella, le dio la bienvenida con un abrazo y la condujo en pocos pasos hasta donde estaban todos.

Allí se entero de que además de Ishaya, ella también conocía a sus dos hijos que eran además tíos. Su esposo prometió ricos manjares o un desayuno navideño en forma para los presentes, cosa que se le antojaba muchísimo, sobre todo con el frio que hacía ya que los fuegos estaban apagados debido al ritual que estaba por comenzar.

--Si, si, pasemos al comedor, ya quiero una enooorme taza de chocolate con muchos malvaviscos y…-- ya no estaba embarazada y cualquier cosa que comiera dejaría huella en la figura que recién acababa de recuperar, ah pero se encargaría de ello luego de navidad, ahora era tiempo de celebrar y en grande. Entrelazo los dedos en la mano de Ishaya y como era debido marcaron el camino hasta el amplio comedor donde la vajilla de porcelana estaba dispuesta en la enorme mesa que albergaría a cuantos se les fueran uniendo, en el centro de la misma estaban dispuestos pequeños candelabros con velas apagadas (aun) arreglos con plantas navideñas, fruteros con sabrosas y coloridas frutas, jarras con zumos y teteras con chocolate, café y té. Cada puesto disponía de un trió de platos superpuestos uno sobre otro para tomar varias clases de alimentos, cubiertos, un par de copas y otro par de tazas. Todo listo para el disfrute. Los elfos parados en el lateral de una mesa auxiliar en la que había fuentes aparentemente vacías, que se llenarían mágicamente desde la cocina para satisfacer las demandas de aquel hermoso amanecer. Pero de todos los adornos y vajilla había algo que destacaba, era un candelabro antiguo, tallado en cristal y oro, con extrañas leyendas que solo Cye comprendía, era más alto que todo lo puesto en la mesa, majestuoso, de un solo brazo que finalizaba en una gran flor con muchos pétalos, pétalos abiertos que se podían ver de principio a fin, como si solo se sostuvieran en un hilo con el tronco de la flor.

Ambos patriarcas ocuparon sus puestos y permitieron que los tres chicos (Patri, Alexander y Zelda) se ubicaran a su antojo entonces, Cye carraspeo para llamar la atención de todos.

--Me emociona tenerles presente este año, nuestra familia ha crecido en muchas formas y aunque en este preciso momento solo estemos nosotros, doy gracias a todos aquellos que a lo largo de estos doce meses han albergado en su corazón un sentimiento de pertenecía a esta propiedad y a este apellido, que con sus risas y llantos, alegrías y penas nos han fortalecido y han permitido que la magia se alberge en estos muros-- miro a la elfina con un asentimiento de cabeza y con un plop y otro plop el bebe fue traído al comedor y entregado en los brazos del patriarca pues no era propio que se perdiera de lo que estaba a punto de acontecer.

--Os pido que se toméis de la mano-- sugirió, acercándose ella a su esposo y acariciando la mejilla del pequeño, Gylderoy Lockhart también estaba presente y desde su retrato alargaba la mano para tomar la otra mano de Cye.

Fuego sublime, fuego ideal,
Origen de la vida no te hagas esperar
Calienta nuestras almas y déjanos disfrutar
De un nuevo ciclo que tú has de iniciar
Cubriendo a cada miembro de esta familia
Durante las doce lunas a gestar

Las palabras fueron más que dichas cantadas en una melodía sublime que salía del alma y de la esencia de la sacerdotisa, era un ritual sencillicimo pero que involucraba el comienzo de un ciclo de doce meses (lunas) en la que los miembros de la familia (todos aquellos presentes y ausentes parte de la familia como miembros directos o allegados con lazos que se habían formado dentro del contexto de los Lockhart) serian bendecidos por el eterno y ancestral fuego.

A la par de su cantico con una floritura cuya fuerza y magia provenía de la naturaleza misma de Cye un cumulo de chispas rojizas se fue formando en el candelabro antiguo girando y atrayendo la atención de los presentes, mientras más rápido giraban más luminosos se volvía y de pronto una explosión encendió una llama como la de una vela, pero grande, hermosa, el danzar hipnotizo a Cye y de inmediato de ella se desprendieron pequeñas chispas que cubrieron cada pétalo amenazándolo con quemarlo como su fuera de papel, acto seguido los pétalos se desprendieron y flotaron elevándose sobre las cabezas de los presentes hasta que cada cual voló en una dirección diferente, hasta rodear a su objetivo y envolverlo con un calor sublime y confortante, siete pétalos encontraron su objetivo en aquel comedor, Gilderoy, Ishaya, el bebe, Alexander, Patri, Zelda y Cye, los otros pétalos se perdieron volaron a las alcobas en busca de los que aun dormían, o de cualquiera que estuviera dentro de la propiedad, y se mantendrían suspendidos hasta las 12 de esa noche, si su dueño no pisaba terreno Lockhart, la bendición no lo alcanzaría y el pétalo se desvanecería.

Pero para los que lograran la bendición además del agradable calor, al extender la mano, el pétalo se posaría como una llama flotante en su mano, que no quemaba y que debía ser depositada en cualquiera de los hogares (chimeneas) del castillo que a partir de ese momento se encenderían y para mostrarlo Cye extendió su mano y dejo que el pétalo se posara transformándose en una bailarina llama de color naranja rojizo y se encamino hacia la chimenea que estaba en el comedor, deposito la llama sobre los leños secos e invito a los demás a que lo hicieran, mientras que ella tomaba la manito de su pequeño y la extendía para que la llama se asentara, ahora su padre debía llevarlo a que la depositara y depositar la suya propia.

Pasaron varios minutos hasta que los presentes en el comedor lo hicieron, Cye aun miraba hacia la puerta, esperando que su cuñada Sagitas pudiera llegar además de otros miembros cuando por fin todas las llamas estaban reunidas danzando, volvieron a moverse en un remolino y los maderos se encendieron desprendiendo chispas y crujiendo alegremente, los fuegos de cada chimenea del castillo Lockhart habían sido encendidos y por fin el calor se sentía lo que marcaba el inicio de la navidad y de un nuevo ciclo en las vidas de sus habitantes.

--¡¡Feliz Navidad Familia!!-- en ese mismo momento alguien llegaba a la puerta entregando una invitación al elfo que de inmediato la llevo al comedor anunciando que estaba invitados a una celebración con la familia Myrddin.


@ @@Bodrik @@Adam Lockhart @@Patri Gryffindor L @@Alexander Fox @@Ezequiel granger @ @ @@Roxanne Rambaldi @@alice karkarov @ @@Evan Dumbledore @@stnazi ] @@Reena Vladimir @ @@Matt Blackner @ @@Chris C Lockhart @@Vladimir Karkarov

[Sagitas E. Potter Blue]

http://i228.photobucket.com/albums/ee150/sagitaspotter/Fiest/navidad/kerstmis113.gifhttp://i228.photobucket.com/albums/ee150/sagitaspotter/Fiest/navidad/kerstmis113.gifhttp://i228.photobucket.com/albums/ee150/sagitaspotter/Fiest/navidad/kerstmis113.gif

 

En la mansión Potter Black:

 

Elevé la vista y miré, sorprendida, la chimenea. Había prendido de golpe, como si alguien hubiera invocado un fuego mágico. Mi ojos se fruncieron levemente al oír el cántico femenino de una invocación de sacerdotisas. Mis labios pronunciaron, mudos, un nombre silencioso al reconocer a quien estaba cantando literalmente en aquel fuego. Sonreí. Cye siempre tan atenta.

 

-- ¡Harpo! ¿Has visto mi capa verde? Voy a la Lockhart. Prepara a Ithilion y dile a @@Matt Blackner que yo me adelanto, que lleve él al niño. ¡Jack!

 

¡Ay, el amor de mi vida se materializó delante de mí, sin hacerme esperar ni un segundo!

 

-- Cielo, ¿me acompañas a la Lockhart? Sé que a mi cuñada y a mi hermano no les importará tu presencia. Aunque algunos miembros nuevos tal vez se sientan un poco incómodos por nuestra relación marital. Pero si te conocen seguro que aprenden a quererte como yo.

 

Tomé la capa que me traía el elfo y añadí:

 

-- Bueno, no tanto como yo.

 

Solté una risotada y uní mi mano a la suya. Enseguida noté la corporeidad que adquirían sus dedos en nuestro contacto. Nunca me arrepentiría de aquella magia, aunque tuviera algo de oscura y de peligrosa. Eran aquellos momentos de puro amor mutuo los que enseñaban que éramos dos entes vivos y enamorados, tanto que podíamos burlar a la misma muerte.

 

Salimos así, juntos de la mano, y llegamos así a los jardines de la Lockhart. Caminé despacio por aquel sendero, saboreando algo que desde hacía tiempo no sentía, el placer de sentirme al lado de mi familia, el gusto por la navidad y las fiestas compartidas. Sonreí al llamar a la puerta. Un elfo abrió y nos miró, a los dos, fantasma y humana, unidos por las manos.

 

-- Buenas. ¿Podría decirle a mi cuñ... a la matriarca Cye Lockhart que le traigo una felicitación de Navidad y que pedimos aguinaldo?

 

Sí, bueno, ni en los mejores días sacros puedo olvidarme de las bromitas. Le di la tarjeta de Felicitación al elfo para que buscara a mi cuñada y ésta accediera a darnos paso en su hogar. Sí, sabía que podía pasar cuando quisiera pero... Hoy era un día tan especial que quería cumplir las normas sociales de buena educación, al menos hasta que llegara el champagne y las olvidara.

 

 

http://i228.photobucket.com/albums/ee150/sagitaspotter/Fiest/navidad/jdv1229819154l-1.jpg

[Roxanne Rambaldi]

La navidad había llegado al Castillo Lockhart. La Rambaldi, preparada hacia ya algunos días, se había instalado por la tarde del día 24 en su cuarto y los regalos, los había puesto aquel mismo día bajo el árbol, cada uno bien etiquetado con el nombre de cada uno de los familiares, incluso había uno para el más pequeño de los hijos de los patriarcas.

 

Al otro día, por la mañana, se reunió con su familia. Tanto Cye como Ishaya, y todo el resto de la familia se encontraba reunida, como también algunos amigos de los patriarcas. La Rambaldi, ya vestida para el desayuno bajo la escalera casi trotando, para abrazar suavemente a su abuela adoptiva y darle un cálido beso en la mejilla.

 

- Feliz navidad, Cye.-dijo, en medio del abrazo.- Y feliz navidad a todos.

 

A continuación, saludó a cada uno de los presentes, dándoles un cálido abrazo. La matriarca entonces los guió al comedor, donde desayunarían en familia. Al llegar allí, la italiana sintió de inmediato el aroma a chocolate caliente y su estomago rugió solo un poco por el hambre. Las palabras de Cye llenaron de amor los corazones de los presentes, era algo que solo ella con su infinito cariño lograba, y le estaba enormemente agradecida de haber sido adoptada en el seno de su familia. Terminado el discurso, un cantico desconocido para Roxanne, envolvió la atmósfera, sin conocerlo, la envolvió y de alguna forma se sintió más feliz y esperanzada. A su vez, del candelabro se desprendieron pétalos que alcanzó a cada uno de los presentes llenándolos de una calidez reconfortante.

 

Luego, debían todos llevar su pétalo a sus respectivas chimeneas para encenderlas. La Rambaldi hizo lo suyo, y se llevo una grata sorpresa al darse cuenta que el mismo calor que ella sentía, se quedaría en su cuarto mientras el fuego estuviera encendido. Una vez que termino dicho ritual, bajo las escaleras de la misma forma que lo había hecho aquella mañana, saltando. En esos momentos, el elfo abría la puerta a una recién llegada y el fantasma que la acompañaba, Roxanne ya sabía que este era su esposo.

 

- ¡Sagitas!.-saludó, recibiéndola con un abrazo.- Feliz Navidad, bienvenida. Supongo que este caballero es tu galante marido, bienvenido, feliz navidad.

 

Entonces, se dirigió al elfo que se ocupaba de la recepción de invitados y familiares.

 

- Mi abuela se me ha perdido, me guiarías a ella, por favor.

 

@ @

[Ela Karoline]

La mañana apenas comenzaba y el pequeño ritual del fuego con que se daba pasó a las celebraciones navideñas recién acababa de ser pronunciado, allá en el comedor a orillas de la mesa que albergaría a todos los invitados que de una manera u otra terminaban siendo familiares y por esa razón un pétalo de aquel maravilloso candelabro le correspondía. Una vez que las llamas habían sido depositadas en la chimenea era momento de sentarse y las fuentes se llenaron de ricos y variados alimentos, dulces, salados, crujientes y esponjosos, todo lo que se pudiera imaginar y desear y por supuesto el infaltable chocolate caliente, los malvaviscos, y las galletas de jengibre traídas de Cacao Café, ya que con lo del nacimiento del bebe Reena no le había podido enseñar a Cye a hornearlas.

 

Una voz anuncio “Los Señores Potter Blue presentan felicitaciones navideñas y... Piden aguinaldos” a lo cual la rubia giro la cabeza para ver a Jops guiar a la pareja formada por su cuñada Sagitas y Jack, su esposo que de hecho era un fantasma con ciertos privilegios de corporeidad que seguían siendo un misterio para la Lockhart, también su nieta Roxanne regresaba con ellos. La matriarca abandono el asiento que recién ocupaba y fue a recibirlos y abrazo a su cuñada con mucho cariño y le susurro --Te lo perdiste, quería que lo hiciéramos juntas, ya será para el próximo año-- por supuesto se refería al ritual, pero claro que la Potter debía de algún modo haberlo sentido.

 

--Jank te abrazaría pero no hago magia como mi cuñada, así que… bienvenidos, saben que están en su casa y que hay una alcoba para vosotros esperándoles-- le tomo de la mano a su cuñada y tiro de ella con delicadeza para que siguiera a saludar a los presentes, a Ishaya que sostenía al bebe y por supuesto que se sentaran a la mesa.

 

--Chicos, ellos son vuestros tíos Jank y Sagitas, Cuñada ellos son mis hijos Patri y Alexander, y ella es Zelda Tonks, a Roxanne ya le conoces, todos familia, ahora sentaos hay que desayunar a los demás se les pegaron las sabanas y por cierto pideles aguinaldos a ellos jajajaajajaaja-- rio de buena gana sabiendo lo traviesos y juguetones que eran los tres chicos, antes de decidir con que platillo comenzar miro con amor a su esposo diciéndole con los ojos “te amo”.

 

-----

Linda tarjeta, gracias y bienvenidas Sagitas y Roxanne.

[Alexander Fox]

Estaba feliz de tener a una invitada más en la casa, así que sonrió contento por las palabras de su pequeña sobrina, se río sutilmente de su cometario, era muy cierto que su hermana tenía muchos hijos, en su mayoría femeninas, iba a decir un comentario más cuando su padre habló con las palabras mágicas para pasar al comedor, y su madre lo apoyó así que afirmó con la cabeza con una sonrisa, ya que su madre solo habló de comer muchos dulces, dio paso para que las damas pasaran primero y después disponerse a pasar al comedor, a los cuales felizmente saludó a la señorita Roxanne que se había levantado.

 

Sus ojos se abrieron muy sorprendido todo se veía realmente encantador, dudo un momento en donde ubicarse, se preguntaba donde se sentían su hermanita y sobrina, los patriarcas siempre tendrían sus puestos así que sin hacer esperar demasiado tomó uno de los puesto con tranquilidad para escuchar las hermosas palabras de su madre, llegaban al corazón y lo hacían sentir parte de la familia, para finalmente pedir que se tomaran de las manos, le dio curiosidad aquel pedido por lo que tomó la mano de su sobrina y de su hermana Patri, ya que al ser un poco consentida se había sentado al lado de padre.

 

La escena se volvió realmente mágica, sus orbes dorados estaban fijo en el candelabro le parecía impresionante lo que estaba sucediendo, soltó las manos de sus familiares para ver como un pétalo se acercaba y una llama se creó se movía de una forma que hacía sonreír con diversión a Alexander, le parecía hermoso, no quería ni dejarla aunque era claro que debía seguir instrucciones, por lo que se sentó y con suavidad la dejó sobre el leño.

 

-De verdad espero que sigamos unidos por un largo tiempo, muchas gracias por esto madre - habló con sencillez, para sonreír calidamente, en esos momento la puerta se abrió dejando ver a una dama que no conocía pero la alegría de su madre hizo entender que era alguien importante para ella.

 

-Feliz Navidad, y un placer conocerlos Tia Sagitas, tio Jank, muchas gracias por venir - habló con su sonrisa encantadora, se acomodó mejor en su silla para ver la comida no sabía ni que probar, por lo que se sirvió un poco de café negro, al tomar se sintió con mucha más energía, no era adicto pero de verdad disfrutaba de él, aunque su estomago le pedía algo sólido, pero cuando vio una tarta de limón sonrió traviesamente, miró a su hermana para tocarle el hombro y cuando se giró a verlo le llenó la mejilla con crema.

 

-Ups lo siento hermanita jaja - se río divertido con su broma necesitaba venganza por lo que se estaba preparando mentalmente para saber que hacer, así que sin querer mostraba sus colmillos, una mala manía cuando pensaba en hacer alguna travesura. Tomó unas galletas saladas para comer con tranquilidad.

 

-¡ah! Buen provecho a todos - habló recordando su educación, se había regañado mentalmente por no haberlo hecho antes de haber tomado algo.

@ @@Roxanne Rambaldi @ @@Patri Gryffindor L @ @ZelKat13

[Rose Black Lestrange]

el frió que hacia afuera era espantoso pero teníamos que llegar a entregar la adorable criatura si bien dias antes habia avisado a su dueñ pero no se que paso en ese lapso y el pobre que necesitaba a su dueños y mas que nada su hogar , llevaba a la Lechuza, Micropuff malhumorado resguardandolo bajo mi túnica para darle calor cualquier cosa menos que un animal estuviera mal .Antoni había tenido la amabilidad de acompañarme ya que no conocía la familia ni el lugar para llegar sola ,nos íbamos acercando era impresionante aquel castillo que se vei a lo lejos , era una chica de ciudad que no estaba acostumbrada a ver comúnmente edificaciones de tal magnitud . no sabia en momento pero ya estábamos en la entrada de aquel bello castillo y por lo visto el lo había reconocido de alguna forma por que des estar tranquilo empezaba a alborotarse .

llamo la puerta esperando que alguien nos atendiera asi le hacia aquella entrega para el señor Adam Lockhart , junto con ello un pequeño paquete de chocolates por las fiestas .

 

@

[Anthony R. Dracony M.]

@ protegía a la mascota de Adam, de seguro estaba en alguna salida a un familiar que estaba más lejano, pues no había contestado a la misiva que ella le había enviado.

En la carpa del circo ya solo quedaban tres criaturas y todos nos estabamos dando prisa, para ayudar a Sagitas a que entregará todas aquellas adorables criaturas.

Supongo que por la baja temperatura, es que Sagitas nos estaba pidiendo ser más rápidos y estaba pensando en tomar un té caliente en cuanto termináramos de aquella entrega.

Era bueno contar con esa bufanda negra que Shena Cindy me tejió con sus propias mano(al menos eso pensaba, que aunque usará la varita para mover las agujas de tejer, era una habilidad saberlo hacer, a que si) y ese par de guantes verdes que eran tan abrigadores. Estaba bien cuberto con mi capa negra y le fui indicando a mi amiga Rose a donde dirigirnos.

El lugar se veía acogedor, con luz en sus ventanas aunque no distinguí magos en la sala que se logra ver adornada por la festividad. Me pare en la puerta y toque con fuerza y nos escucharan sin problema.

A nuestro llamado acudio un elfo y Rose le explico a que habíamos llegado a esa hora de la tarde.

--Buenas tardes, queremos que le envie un mensaje al señor Adam Lockhart ¿es posible?

[Alexander Fox]

Había escuchado la puerta, y las hadas de mi madre parecía que afirmaban sus sospechas, así que se disculpó momentáneamente para ir de inmediato hacía allá, tomando un poco de su bebida y limpiándose los labios, se disculpó y se levantó, los mismos elfos estaban ocupados, y a Alexander no le importaba atender, en realidad le pareció lo más normal del mundo.

Cuando abrió la puerta se consiguió con la señorita Rose, y al pequeño Antoni sonrió muy feliz por la sorpresa, pero al escuchar sus palabras podía adivinar a que habían venido, ya que sentía que era una escena similar a la que había pasado hace poco, pero negó con la cabeza sutilmente.

-Buenos días pequeña dama, caballero - habló con gentileza mientras sonreía divertido - Mi hermano Adam... la verdad es que está en otro lugar - refiriéndose al mundo de los sueños, no lo había visto en un buen tiempo ya que sus cronograma con coincidían, pero no deseaba dejar al hombre como un flojo así que lo mencionó de esa forma.

-Pero, pasen ahora estamos en un desayuno - habló con educación para dejarlos pasar, no deseaba que les fuera a dar algo con el frío -¿Puedo ayudarlos yo? o ¿es con urgencia que lo vean? - preguntó con suavidad intentando averiguar que deseaban realmente

 

@ @

[Anthony R. Dracony M.]

El muchacho espero a que su amiga saludará, él sabia que @ y @@Alexander Fox, eran buenos amigos. Les había visto en algunos locales disfrutando de pasear y convivir entre ellos o en compañía de otros magos que seguramente eran compañeros de años, pues los veía bastante cordiales.

Lo que no imaginó, fue que su tío Alexander, fuera hermano de Adam, pero aunque conoció totalmente a Adam, tenía más de un año que no lo veía y mucho menos sabía que era de su vida. Algo que tal vez el chico podría llegar a enterarse en aquella visita.

 

Alexander les saludo con aquel alegre carácter suyo que le conocía, siempre tan sonriente y amable. Les invito a ambos a pasar y aunque si pasaron por unos minutos, el muchacho se detuvo unos pasos antes y respondió al joven mago.

--Hola tío Alexander! muchas gracias, te lo agradezco mucho, Rose me pregunto sobre donde encontrar a Adam, pues ella se ofreció a entregar su lechuza, tú lo sabes no? ayudamos a mi tía Sagitas a hacer entrega de las criaturas a sus respectivos dueños, después de la actividad de Halloween y ...si Adam es tu hermano, ¿te podemos dejar a su lechuza? y cuando el vuelva...¿podrías decirle que le agradece mucho Sagitas por haberla prestado? es un gran favor que te pedimos y veras tío, aún falta entregar otras criaturas y uno de mis amigos me espera en Diagon para hacer otra entrega, por eso Rose y yo nos iremos inmediatamente. Rose, puedes entregarle a Alexander la lechuza, el es de mi entera confianza y se que nos ayudara en esta encomienda.

 

Vi como Rose se despedía de la lechuza, ella es una chica bastante gentil y creo que se encariño con la lechuza, después ambos nos despedimos de mi tío Alexander y le deseamos felicidades para después partir hacia Diagon y ver allá a mi amigo Albus para la siguiente entrega.