Castillo Lockhart (MM B: 78568)

[Noah Lockhart]

El rubio rió al ver la expresión de tama al ser sorprendida con la magdalena en la boca, y ver como la tragaba para poder hablar - hola y de nada sabia que eras tu por el aroma de las magdalenas que es tan dulcito, vaya que llegas tarde sabia que aun no llegaba por que la comida sigue un poco intacta ya que ninguno de los dos esta por allí- comento el chico sonriendo y caminando hasta el jardín en donde se separo de su amiga y fue a buscar a su madre con el regalo en mano caminando entre la gente y los puesto de comida y dulces.

El joven iba muy feliz con la caja mientras podía saborear cada una de las golosinas de la feria, pero antes que nada tenia que entregar lo mas importante y ese era e regalo por lo que avanzo resistiendo el antojo de las manzanas acarameladas y el algodón de azúcar los cuales serian las primeras cosas que comería en cuanto diera el presente a su bella madre no fue fácil ubicarla con tantos puesto y personas por allí, pero por suerte el vinculo que tenían le hacia poder sentirla, como si un gran amor lo guiara hacia ella por fin y después de pasar un tumulto de gente pudo estar frente a su madre.

Le sonrió al verla pues se le veía muy feliz, tanto como una niña pequeña cosa que no era habitual en ella pues siempre era mas seria, -mami te traje este presente espero que te guste- dijo el ojiazul entregándole la enorme caja y esperando que la abriera para ver su reacción, realmente esperaba que le gustara ya que no sabia que regalarle y al final se había decidido por eso.

La caja de color perla estaba cerrada con un listón azul cielo, la caja era de un tamaño un poco grande, dentro de ella se encuentra un vestido blanco de seda con adornos de dolor azul y nos mas pequeños de color dorado.

@@Tamarindo @

[Ela Karoline]

La festejada había pedido entre algarabía un tour por toda la feria mágica montada magistralmente en la propiedad Lockhart, gracias a su nieta, hijos, familiares y conocidos que seguramente habían metido la mano para aquello. De niña le encantaban, pocas veces había asistido, pero entre sus recuerdos atesoraba una vez, una muy especial, de la mano de su querido abuelo Gilderoy, varias imágenes se repetía una y otra vez en su cabeza, su pequeña mano entre la del mago y la otra sosteniendo una manzana acaramelada, o cuando el viejo fundador la había alzado en sus brazos para que ella pudiera tomar un palito alargado en el que estaba envuelto una especie de nube rosada (algodón de azúcar) aun recordaba que el mago la había bromeado diciendo que le había bajado un pedacito de cielo para que lo probara.

--¡Abuelo!-- escape de sus labios sin poderlo evitar, preguntándose si él había dado la idea o sus sagaces familiares la conocían tanto que habían atinado para traer al presente un pedacito del pasado, pero mejorado, con Wuaaaao, no solo había un dragón, allá veía la carpa, era la de la pelivioleta. --¿Es el circo de Sagitas?-- pregunto boca abierta, antes de que nadie le contestara llegaban tanto Noah como Tamarindo.

La primera en hablar fue Tamarindo felicitándola, pero el aroma a aquella masita especial que era una de las favoritas de la rubia ya la había invadido. --Eres un encanto, ¡muchas gracias Tama!-- dijo sonrisa en labio abrazándola y tamborileando en el aire los dedos de la mano derecha, mientras que la izquierda sostenía la cesta que le acababan de obsequiar --Aunque dudo que lleguen a mañana-- sin poder evitarlo tomo una y le dio una delicada mordida, luego otra y otra hasta que la acabo dejando un resto de miga en la comisura de los labios.

Entonces Noah se acerco y le entrego una hermosa caja color perla con un listón azul, era un poco grande, así que la tomo y luego se la devolvió al propio rubio para que la sostuviera, mientras ella soltaba el listón y quitaba la tapa de la misma, un fino papel casi trasparente custodiaba el contenido y de inmediato supo que se trataba de algo delicado, abrió hacia los lados el papel y vio una tela blanca doblada perfectamente, la alzo y ante sus ojos la tela se transformo en un hermoso vestido de seda con pequeños apliques dorados y adornos un poco más grandes en azul --¡Es… hermoso hijo!-- expreso completamente extasiada, acariciando la suave seda y bajándolo hasta su cuerpo para que los demás lo vieran y se hicieran una idea de cómo le quedaría puesto.

--Muchas gracias a todos, aunque he de decir que con su presencia no hacía falta más obsequios-- deposito un beso en la mejilla de Noah y volvió a guardar el vestido con sumo cuidado dentro de la caja protegiéndolo y tapándolo con el cuidado de meter el listón dentro de la caja, luego se lo entrego a Feixac que era quien recibía los obsequios y con un chasquido de dedos los materializaba en la alcoba de la bruja. La elfina ahora le pedía la cesta y Cye hacia pucheros para no entregarla, pero ante la mirada inquisitiva de la elfina no tuvo más remedio que dársela no antes de tomar un trió de magdalenas obsequiándole una a Noah y otra Bodrik obviamente para que compartieran con el más cercano, mientras ella se quedaba con la ultima y mordió una mitad, separando la otra para dársela a Ezra.

Obviamente era el primer puesto que iba a visitar, aunque la elfina carraspeo y la hizo seguir la mirada en dirección a la entrada del jardín. Un nuevo invitado llegaba, se trataba de su bien amigo y abuelo de Bo, Dagonet. Eso sí que era una sorpresa, tantas veces que lo había invitado al castillo y siempre con caballerosidad declinaba la invitación, busco el rostro de su nieta Bodrik para ver su expresión y se topo con un par de orbes brillantes, obviamente estaba feliz. Cye se quedo en el mismo lugar, esperando a que el mago se acercara a ella.

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@ Zamolódchikova @@Alexander Fox @@Ezequiel granger @ @@Bodrik @@Ezra Lockhart @@Noah Lockhart @@Patri Gryffindor L @@Tamarindo @@Dagonet @@Mikaela Fox @Sagitas E. Potter Blue

[Dagonet]

Dagonet quedo frente a la escena de la entrega de obsequios, nadie parecía percatar su presencia, pero no le molesto ya que no había sido invitado, pero su propósito era su vieja amiga Cye, así que quedo observando simplemente, pronto a él vinieron momentos de cómo llegaron a conocerse, como la señora Cye había sido tan gentil de compartir sus conocimientos sobre el té.

 

Observo como los seres amados de su buena amiga le brindaban su amor, pronto sintió que debía hacerse presente – Un cordial saludo a todos los presentes, me disculpo por la interrupción, pero quisiera ser ladrón de algunos minutos de su atención, si es que mi señora Cye me lo permite—Declaro, sintió varias miradas sobre él, pero no escucho replica – Mi señora Cye, en este el día de su nombre, vengo a presentar todo mi respeto y admiración, desde hace ya varios años que tuve la oportunidad de conocerla y en esta ocasión frente a toda su familia quisiera decirle, que la magia ocurre gracias a personas como usted y este es un pequeño presente hacia usted mi señora – Declaro revelando el pequeño paquete, el cuervo siempre asociaba los aromas florales con la festejada.

 

Espero que fuera de su agrado, hizo una pequeña reverencia y dio unos pasos atrás esperando no interrumpir mas la celebracion.

[Junnyco Wright]

De un momento a otro todos comenzaron a corre, posicionándose en lugares estratégicos o al menos eso parecía, Junny fue arrastrada al grupo que esperaba ansioso que la cumpleañera atravesara el umbral de la puerta para desearle un feliz cumpleaños.

 

Se sobresalto al escuchar el gran grito al unisonó, el grupo avanzaron para abrazar a Cye, la joven Wright permaneció al final a una distancia prudente, sus dedos rozaron el pequeño bolso, buscando la cajita donde traía el regalo para la matriarca, pero en vez de acercarse para entregárselo, retrocedió, talvez no era el instante para interrumpir ese momento familiar, la situación la estaba poniendo muy nerviosa.

 

Aprovechó el agitado momento para alejarse de su "guía", adentrándose en la feria, donde se detuvo frente a uno de los puestos de juego, de donde colgaban diversos peluches a modo de premio, le resultó curioso que varios de ellos fueran de seres mágicos que emitían ruiditos cada vez que alguien se acercaba o los mirada. Quedó perdida en el peluche de un demiguise, el cual desaparecía cada ciertos segundos, dejando solo sus ojos amarillos a la vista.

 

Continuo revisando por su propia cuenta los puestos, sin dejarse caer en ningún en especial. Finalmente sus ojos se quedaron observando la gran rueda de la fortuna, era muy grande, en las ferias de su pueblo había tenido la oportunidad de subirse a una, pero no de esa envergadura. Algunos de los invitados ya entraban a disfrutar de la atracción, pero por su parte Junny decidió observar, a pocos metros, como ellos se divertían.

[Alexander Fox]

Para Alexander lo típico era perderse en sus pensamientos o literalmente no encontrar su camino, debía admitir que era lo común en él, por ahora solo pensaba en que debía hacer algo importante, que por miedo propio no lo había hecho, y era darle el regalo a su madre, había dejado que las demás personas se acercaran y dieran sus presentes o hablaran con la matriarca, pero ahora le tocaba a él, antes que ya no tuviera tiempo.

-Mmm… An – le hizo seña para que hiciera su pedido, aunque Alexander tuviera una gran libertad con su lechuza, le había enseñado y mostrado las diversas señales para que pudieran llevar una dinámica y fueran un buen equipo, no siempre sus vidas fueron tan pacificas.

En cuestión de minutos tenía en su mano gracias a su mascota un paquete lo reviso y con toda la tranquilidad del mundo se acercó a aquella mujer que le había ayudado tanto, nunca pensó que… existiría otra persona que fuera importante para él y que le permitiera abrir una puerta que no pensó que lograría tener, una familia, estaba demasiado agradecido y por ello no sabía como expresarse, no era bueno en eso.

-Mamá – llamó a la matriarca @ intentando sonar tranquilo, pero sabía que había salido más bajo que de costumbre – este es mi pequeño regalo, ojala le guste – finalmente entregó esa pequeña caja, en su interior se encontraba un reloj de bolsillo en forma de snich dorada, tenía unos detalles realmente elegantes, además en su interior estaba grabado el apellido “Lockhart” había sido un poco complicado convencer a su amigo para que le hiciera el favor, pero había valido la pena.

-Bueno ire… a jugar por ahí – comentó algo apresurado, ya habían compartido para saber la dulzura de la mujer, había visto su lado protector cuando había conocido a su madre biológica, y su carácter en más felices, así que sabía que no le diría nada malo.

Sin darse cuenta se adentró al circo que había sido traído por su tía Sagitas, se percató que diversos invitados se habían adentrado más a divertirse y en ese momento se dio cuenta de una pequeña dama que se había quedado solo observando.

-Pequeña señorita Junny – le llamó con gentileza @ – ¿no gusta subirse en algo? – preguntó curioso y un poco preocupado en pensar que la joven no disfrutaba la temática, parecía muy timida, no sabía como interactuar muy bien con la menor.

[Bodrik]

Toda la familia estaba felicitando a la cumpleañera, incluso Alexander que era tan serio pero tan cariñoso tuvo su detalle con la matriarca y de una forma muy original consiguió que su lechuza le entregara un regalito que resulto ser bastante especial y muestra de la gratitud de que joven hacia @ quien sin duda era su madre y Bodrik no duda daba de eso aunque se tratase de una adopción, pero el cariño que ambos sentían iba mas allá de cualquier lazo sanguíneo y Bodrik consideraba a al pelirrojo como uno de los más cariñosos y lo amaba muchísimo.

 

Alexander se marchó para jugar al igual que muchos ya lo habían hecho con anterioridad y Bodrik podía jurar que estaba conversando con Junny Co que parecía retraída como si no estuviera cómoda, pero Bodrik estaba segura que la habían hecho sentir bienvenida desde el momento de su llegada pues ninguno de sus familiares era descortés antes bien, se pasaban de juguetones, traviesos y dulzones. Pero con Alexander seguramente Junny se soltaría o tendría que enviarle a @@Tamarindo para que le hiciera bromas.

 

Pero Bodrik en ese momento estaba concentrada en una especie de visión que había llegado hasta donde estaba la Cumpleañera y antes de que nadie pudiera decir anda el hombre se acercó para dar unas palabras aunadas a un presente agradeciendo el apoyo que la Lockhart siempre le dio en los peores momentos Y Bodrik quien era su Nieta conocía bastante bien la situación que le llevó a marcharse de Inglaterra.

 

-Abuelo, el cambio te luce – dijo dedicándole una sonrisa. - Ven para que te presente al resto de la familia – dijo acercándose a @Dagonet

 

@@Alexander Fox,@,@@Noah Lockhart

[Noah Lockhart]

El chico miro como se le vería el vestido a su madre y en ese momento supo que su elección había sido acertada lo cual le alegro ya que le había costado decidirse por un regalo y viendo como se veía estaba complacido ya que no solo se le veía bien a su madre sino que ademas parecía estar alegre con el -me alegra que te gustara mami - dijo feliz, el chico sonrió feliz cuando la rubia le dio un beso en la mejilla pues para nadie era un secreto que le gustaban los mimos de su madre así como los de sus hermanas y sobrinas, tomo la magdalena que le dio su madre y la mordió perdiéndose en ese sabor y ese calor tan especiales que tenían.

Mientras un caballero desconocido se acercaba a su madre acompañado de la princesita el rubio miro de reojo como jun se perdía en la feria, ya su hermana Patri le había dicho que era un poco tímida, por lo cual al ver que su madre y su sobrina hablaban con el caballero decidió retirarse para ver si estaba bien o si necesitaba algo, aunque con tantos puestos le fue difícil llegar hasta donde se encontraba ella mirando a la rueda de la fortuna, parecía querer subirse por el como le brillaban los ojos, el Lockhart mirando un poco escondido se disponía a salir para invitarla a subirse, llego su hermano Alex y se puso a platicar con ella.

El chico observo desde su lugar mirando a Jun pues aunque mucha gente solía ponerse a platicar con su hermano jun parecía no sentirse cómoda con el, recordó que su hermana le había encargado cuidarla y hacerla sentir cómoda por lo cual decido a salir y acercarse a la castaña picandole la mejilla mientras sonreía y esperaba su reacción, -quieres subirte a la rueda, o quizá un peluche me entere que te gustan las criaturas mágicas y hay varios peluches muy geniales- menciono el Lockhart esperando la respuesta de la chica.

@@Alexander Fox @ @JunnyCo @Bodrik

[Rory Despard]

Un lugar más en la lista de familias invitadas a la celebración. La lechuza, con la barriga llena, aunque con un poco de sed, continuaba su recorrido esta vez hacia un Castillo que no había tenido oportunidad de visitar con anterioridad: El castillo Lockhart.

 

Esperaba, no obstante, encontrar una situación similar a todas las que había presenciado en residencias anteriores. Y posiblemente por esa certeza, se vio de repente desorientada cuando en lugar de una apacible casa tenía toda una feria delante, con juegos de lo más variados, y mucha gente reunida y animada.

 

Parte de su misión oscilaba sin duda en entregar su mensaje de la forma más sigilosa posible. Así que esquivando la noria y la gran carpa de circo, llegó hasta el buzón y sobre él dejó la invitación. Y tras solo unos segundos, levantó nuevamente el vuelo, presurosa por terminar cuanto antes todo ese recorrido.

 

 

Editado 30 de Octubre del 2017 por Bel Evans McGonagall

[Ela Karoline]

Días Previos a la Navidad
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Muchas habían sido las actividades que los Lockhart desarrollaron a lo largo del año, comidas, travesuras, fiestas, cumpleaños, (Cye aun recordaba sus presentes y el aroma de las flores que Dagonet le había regalado), invitaciones a celebraciones y bodas como la que fue a parar en el buzón de parte de Bel, pero ahora se aproximaba la época mágica por excelencia, navidad y para ello había que realizar varios y divertidos preparativos que solían ser tradición en esta familia, como el desempolvar los muchos adornos que dormían durante once meses en el cobertizo, así como ir por el tan esperado pino que sería transformado en el árbol navideño más hermoso que pudiera uno imaginarse.

La familia tenía muchísimas cosas entre manos para esta época, pero primero lo primero, el hogar propio. Cye como era costumbre, un día, fin de semana, que ninguno esperaba, madrugaba y mandaba a preparar chocolate caliente y panecillos con variados rellenos, ricos aromas que eran servidos en el vestíbulo al pie de las escaleras, donde un sinfín de cojines sobre una mullida colcha esperaba a quienes despertaban y bajaban atraídos por el aroma, aun en pijamas.

La regla principal dejar las zapatillas fuera de la colcha y disponerse a comer aquel manjar digno de duendes dulceros y que anunciaba la llegada de la navidad con sus olores a regaliz, jengibre y mazapanes, chocolates y natillas, pero sobre que venía cargada de ese espíritu de comunión, de algarabía y de mucha diversión.

Cuando la rubia matriarca descendió las escaleras envuelta en su bata abierta de seda sobre un pijama de pantalón y camisa con dibujos de medias lunas y margaritas, todo estaba listo y Heyda le esperaba al pie de las escaleras, los cojines de variados colores estaban dispuesto en un redondel y en el centro flotaban los platones con las delicias a la altura de la mano de aquellos que ya estaban sentados, así como las tazas humeantes listas para consumir.

Pero eso no era todo hacia un especial frio y virutas de nieve parecían caer sobre aquella parte específica del vestíbulo, claro que una vez que tocaban el piso o algún objeto desaparecían, Cye dejo sus propias zapatillas al pie de la escalera y se adentro en ese espacio especial, luego con una floritura replico tantas bufandas con los colores rojo y verde como miembros habían en la familia, además de dejar algunas más en el barandal de la escalera por si algún amigo de la familia andaba por allí o llegaba en aquel momento, a pesar de que apenas iban a dar las siete de la mañana. Luego hizo flotar las bufandas hasta cada uno de los regazos de sus hijos, nietos, sobrinos y presentes, incluso había para cada elfo, para los perritos y para Lucy y Enan los gatos de Erza y Cye, las lechuzas tampoco escapaban de aquel adorno, replicado a medida, con su respectiva porción generosa de semillas de calabazas mágicas o tazones de leche tibia.

De pronto una sonora carcajada se escucho por todo el castillo con el tradicional “Jojojo” acompañado del sonido de cascabeles con el din din din, si eso y la bufanda que tenían encima no les daba una idea y los incitaba a bajar corriendo, entonces nada lo haría.

[Ezequiel granger]

Una mañana fría de las típicas perfectas para dormir hasta tarde, hasta que las campanas a tono navideño lo despertaron, una sonrisa en la cara del joven al escuchar esa melodía tan amigable con los oídos.

 

Era hora de levantarse el mago se puso una remera blanca ligera y un suéter verde, era raro de el no estar vestido de negro pero en diciembre todo cambiaba un poco, un pantalón largo gris y unas pantuflas blancas, estaba sin medias así que evitaba tocar el suelo frió, luego de higienizarse se dispuso a salir de su habitación, bajo las escaleras con una mano en el pasamanos y con la otra refregándose un ojo por el sueño, con una voz de dormido dijo:

 

-Buenos días, hay alguien?-