Castillo Lockhart (MM B: 78568)

[Alexander Fox]

- Digamos que todavía debemos descubrir sorpresas de cada uno – comentó divertido, él debía ser sincero, desde que llegó al mundo mágico, no permitió que las personas se acercaran demasiado a él, y desgraciadamente su familia entró en eso, pero esperaba que poco a poco fuera cambiando ello – Haré el te que gustes, y cuando quieras - agregó mostrando una sonrisa divertida, le gustaba complacer a las damas y más a su madre.

 

- Estaría encantado de ayudarte en Magic Tea, Si claro… colas, de quejas madre, te aseguro que no sería popular y menos con las damas – negó con una pequeña sonrisa, su madre y su hermana siempre le había gustado bromar con él, nunca le había parecido que llamara la atención de las damas, solo tenía suerte de conseguir buenas amistades – Es más sospecho que dañaría el negocio del te – se ríe divertido para acabarse la rebanada de pan.

 

Finalmente tomó un sorbo de su té, la acidez inundaba sus papilas gustativas, le gustaba ese sabor, y más cuando era tan fresco. Tomó otra rebanada y a ese si le agregó mantequilla estaba disfrutando de la combinación de sabores, del ambiente tan cómodo con su madre, y de la sensación de paz que ahora sentía en su interior.

 

-Ellos son muy buenos Elfos, siempre te han cuidado y eso lo aprecio mucho – mencionó con suavidad – Aunque están algo locos – se rio divertido, había visto sus luchas por el poder, aunque había presentido que no se trataba solo de ello, pero en ese momento apareció Jobs como dando veracidad a sus palabras, lo que ocasionó que e riera un poco más.

 

- Jobs, ¿Qué pasó? – preguntó curioso y fue cuando se le avisó de un visitante aquello llamó la atención - ¿Quién quiere molestar mi tiempo con mi madre? – preguntó haciendo un puchero, pero era una broma sencillamente, cuando escuchó el nombre de la persona sonrió con suavidad.

 

-Madre, parece ser que las visitas comenzaran antes de navidad ¿vamos? – preguntó curioso para levantarse, iba a saludar y a ofrecer un poco de té, esperando no incomodar y que pudieran extender el ambiente al visitante.

 

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[Ela Karoline]

El mes más hermoso de todo el año había llegado y con el la nieve, las ventisca, el frío invernal, pero también la calidez de la temporada saturada con sus vivos colores, con sus ricos aromas y con ese espíritu que parecía poseer a la mayoría de los habitantes del mundo.

Los Lockhart, por supuesto, no escapaban a ello, eran bullicioso, traviesos y festivos, porque no había cosa más importante que la unión, a pesar de que últimamente cada cual andaba por su lado.

Pero allí estaba la matriarca con uno de sus hijos, @@Alexander Fox departiendo a orillas de una taza de té y pan, y por supuesto planeando que seria de la vida futura de ambos. Ella reía con las ocurrencia del mago de que habría una fila de quejas en el negocio, ella sabia que no era cierto, que el mago tenia muchos atractivos pero no se los creía.

--El Sr. Holmes...-- se quedo pensativa, ah claro era por lo del chocolate, su hijo fue el primero en sugerir que fueran a atenderlo. --Claro vamos, quiero venderle Cacao de mi cosecha, tiene un negocio de churros de lo mejor-- le informo a su hijo de sus planes, y de la posible relación comercial con el mago en cuestión.

Antes de que pudieran llegar a la estancia principal donde estaba la chimenea y por ende @ una ruma de adornos navideños casi le cae encima, era Heyda que ya estaba empecinada en tomar la delantera en la decoración, queria que fuera la propiedad más vistosa de todo Ottery.

[Kiyotaka Ayanokouji]

El mago se encontraba ayudando a los elfos a terminar la decoración después de varias discusiones ya que detestaba pasar mucho tiempo sin hacer algo y como sentía un gran aprecio por esas criaturas por la ayuda que le brindaron en el pasado el mago después de muchas discusiones finalmente se encontraba adornando la chimenea...

 

--Heydaaaa!!! No tienes más de ese listón de peluche navideño??--

 

Y segundos después el mago solo escucho como se caían varias cosas al suelo, el mago creyó que finalmente se había muerto, cosa que corrió a auxiliarla siguiendo el camino de desastre hasta que dió con la fuente...

 

--Estas bien?... Oh Hola señorita Cye... Bue... Buenas tardes--

 

Decía el mago algo nervioso ante la presencia de la bruja, se le había olvidado momentáneamente que se encontraba en casa ajena y el ver a esa mujer sencillamente sonrió recordando el porque había estado ahí originalmente, sin tomar más que la caja que estaba encima de la elfa miro detrás de ella una cabellera rojiza... Que reconocería dónde fuera y suspirando únicamente pensó: " también con ella?"

 

--Hola hermano Alex sabes deberíamos dejar de encontrarnos así... --

 

Decía mirándolo serio por un momento haciendo pesado el ambiente pero luego comenzó a reír a carcajadas mientras caminaba de nueva cuenta hacia el salón...

 

--vengan! Que ya casi terminamos--

[Alexander Fox]

Se sorprendió de los negocios que se llevaría a cabo su madre con Sherlock, no tuvo ningún problema en acompañarla, es más, no deseaba dejarla por ningún motivo sola por esas navidades, aunque él siempre fuera un despiste para esas fechas, tendría que esforzarse por dejarse llevar por el espíritu navideño, así podría darle una buena navidad a su madre y que pudiera ser un poco más feliz, deseaba que mostrara su brillante sonrisa.

 

Cuando iban a llegar al salón, su mente lo alertó, por instinto Alexander cubrió a su madre y sacó su varita directo hacia donde su sangre le grito que había peligro, haciendo que los objetos flotaran o por lo menos una parte, porque otra fue dejada caer a su alrededor, suspiró aliviado al ver que no era nada peligroso, en cambio solo se trataban de hermosos adornos navideños, quizás su viaje todavía lo había dejado paranoico, aquello lo avergonzó, pero intentó dejarlo pasar.

 

- Madre disculpa ¿no te lastime? – preguntó preocupado considerando que la hubiera sujetado muy fuerte, y fue cuando vio a la querida elfa de la matriarca – pequeña Heyda ¿estás bien?, me hubieras llamado si había algo que no pudieras hacer, estas navidades seré tu sirviente, me subiré por ti al techo a poner luces – bromeó con una sonrisa divertida para intentar colocar todo en un orden, para llevarlo y fue cuando la presencia de Sherlock se hizo presente ante ellos, algo que no fue una sorpresa para Alexander, pero si para el contrario.

 

- Ciertamente, aunque sería demasiado difícil no encontrarnos aquí, en el hogar de un Lockhart, y más si visitas a mi madre – declaró con una sonrisa afilada, la mirada y el ambiente que Sherlock le había lanzado, no le gusto y por mucho que podría considerarlo su hermano, si no tenía cuidado y creaba tensión en su hogar o a su madre el pelirrojo no sería agradable, pero no necesitó decir nada porque repentinamente todo el aire cambió.

 

– ¿Eh? – preguntó confundido, parecía que él había estado ayudando a adornar el salón – Quizás debamos traer el te y los bocadillos para acá, así se podrá disfrutar mientras terminamos de adornar – le dio su opinión a su madre para caminar hacia el salón donde poco los colores lo estaban llenando, le era agradable y a la vez recuerdos de su primera navidad con su familia le trajeron a la mente y no pudo evitar sonreír gentilmente.

 

-Matriarca, gran Heyda, ustedes mandan, ¿Qué se necesita para seguir? – preguntó con diversión, él no era bueno ordenando, ni combinando, ya todos debían saberlo, así que decidió esperar instrucciones.

 

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[Ada Camille Dumbledore]

La noche se veía estupenda, aun no empezaba a nevar, pero estaba haciendo mucho frío, la época me entusiasmaba mucho. Su vestido en seda violeta ers ajustado al cuerpo con la falda que estaba más abajo de la rodilla. Tenía adosada una capa larga que salía desde los hombros y un gorro a juego.

 

 

Venía con la intención de visitarla y traía un presente para mi Madrina @, un pequeño cofre de plata con suaves inscrustaciones de rubíes por toda la cajita que Llevaba un gran moño morado, en las manos.

 

Estaba alegre de poder compartir con ella aunque sea un té, a su lado sentía un grado de familia del alma que con nadie, ya no tenía familia sanguínea cerca y ella era como ese eslabón al pasado que tenía en el alma con mi amada familia.

 

Camine los últimos metros a la puerta caso dando saltitos como una niña, no podía negar que había sido transformada a los 17 años y eso me hacía una adolescente en cierta forma.

 

Acomode mi cabello recogido bajo el sombrero, quería verme bella solo para que ella me viera bien. Me mordí el labio nerviosa estaría en casa, toque la puerta sin dejar de morder mi labio y espere a que me abrieran.

[Albus Severus Black]

Hacia tiempo que Albus quería pasar por aquella propiedad en Ottery.. conocía de vista a muchos de esa familia, los Lockhart. Aquel día estaba por cosas del destino bastante cerca y luego de mirar aquellos hermosos jardines y la maravillosa edificación así de cerca, se animó a acercarse. Lo primero que había era una verja abierta que invitaba libremente a entrar a el lugar pero como buen inefable sabía que de seguro los hechizos mágicos estaban a la orden del día. Con calma se acercó entonces pero con cautela, ojeo hacia la pequeña estación de vigilancia donde se veían las puntas de las orejitas típicas de los elfos domésticos. Se acercó a ellos y les dijo -- quisiera entrar y conversar con los jefes de la familia, me gustaría quedarme un tiempo aquí.. se podrá?--

 

De inmediato el joven mago miro como las criaturas mágicas se movían a realizar su petición más uno de ellos se quedó con el como supervisandole.

[Tamarindo]

ya era hora de volver a esta mansión, habia pasado un año de la fatidica noticia que me habia dejado hundida, y creo que era ya tiempo de hacer algo para volver a esta casa y ver como iba la familia... seguro que para ellos no fue facil,, a fin de cuentas habia dejado de verles y por un lado era egoista por mi parte, porque no solo habian perdido al pare de la familia, sino que habian perdido una amiga como yo en el proceso, pero no estaba bien emocionalmente como para volver aqui...

 

pero hoy es fecha especial... y me apetecía volver y mantener la relación con los lockhart, porque son una familia increible y Cye es adorable siempre conmigo.. como no traerle de nuevo mis magdalenas especiales que tanto le gustan y que seguro la reconfortan de nuevo...

 

la verdad es que ahora que lo pienso... no los habia vuelto a er ni por ottery ni por diagón ni por ningun lado, es extraño, yo habia estado mas centrada en lo mio, pero habia perdido la pista a esta familia del todo...

 

Lleguñe a la puerta de entrada y llamé al timbre, con mi cesta de magdalenas en los brazos lista para darles una sorpresa...

 

--¿HOLA?

[Ela Karoline]

Al parecer para los Lockhart la familia era lo más importante y claro Ela Karoline Larsson, la nueva matriarca tenia que estar a la altura de aquel precepto, seguramente algunos pondrían el grito en el cielo, pero no le importaba, su prima Cye le había encomendado aquella misión y no iba a fallarle aunque se le fuera la vida en ello.

Por primera vez hizo uso de sus nuevas facultades y se apareció justo en medio del hermoso vestíbulo con dos grandes baúles en los que atesoraba no sólo ropa sino parte de su pasado. La mirada de la bruja buscaba algo en concreto, y pronto lo encontró, era el retrato de tamaño natural del fundador del linaje Gilderoy Lockhart, quien no tardó en asomar su figura elegante en medio del opulento marco dorado. El choque de ambas miradas, si estuvieran en el mismo plano hubiera hecho saltar chispas, en cambio fue frio lo que se percibio, ambos se estudiaron hasta que Ela rompio el silencio con su voz suave aunque totalmente distinta a la de Cye.

--Me imagino que no me daras la bienvenida abuelito-- la pelirrojo hizo especial énfasis en la última palabra de forma que tuviera el mismo efecto que una filosa daga --Tu querida Cye me puso aquí, así que vas al tener que soportarme por un tiempo-- dijo haciendo un puchero seguido de una sonrisa de triunfo.

Ela no era mala, tenia mucho de la dulzura de los Lockhart, pero era caprichosa, y poco generosa con quien había lastimado al los suyos. Y se decía antes si misma que en nombre de su padre por lo menos aquellas palabras se las debía.

Se giro sobre sus talones y vago con la mirada, ¿dónde estaban todos? ¿acaso era la única en el castillo? quería explorarlo todo, instalarse y hacer algunas visitas según recomendación de su prima en aquella carta donde le había legado todo.


~●~

Mucho rato después, ya de mejor animo, después de un baño de espuma y ropa acorde con Ottery bajo las escaleras despacio palpando la pulida madera del barandal. Editado 7 de Febrero del 2020 por Cye Lockhart

[Kiyotaka Ayanokouji]

Dick Grayson.

 

Era difícil poner de nueva cuenta todos los asuntos de su padre en orden sobre todo después de aquel fatadico día donde de nueva cuenta tuvo que volver a reprimir sus sentimientos ante la perdida de otro ser querido, otro clavo en la cruz que cargaba, pero en esta ocasión era peor ya que el no estaba ahí, ni siquiera habían encontrado su cuerpo o el de su acompañante, cosa que le comenzaba a causar conflicto en especial porque lo único que apareció de ese naufragio fue su sombrero ese bendito sombrero el cual había dejado en la mansión ridcklaud era demasiado peso para llevarlo consigo.

 

--Estas debe de ser la "casita" Lockhart--

 

Decía Dick con un claro tono de asombro al ver cómo delante de él se habría paso el imponente castillo, no le había costado mucho entrar, suponía que aquella princesa era la única con la que no había tenido relaciones, ese rabo verde, lo que soltando un suspiro sacudió un poco su gabardina, a diferencia de Sherlock la ropa de Dick Grayson era más neoyorquino, de segunda mano, pero era la típica vestimenta de un detective de los estados Unidos, por lo que viendo ya como todo el polvo había desaparecido sencillamente se acercó a la casa y tocando 3 veces pensó que eso lo haría ver cómo Sherlock así que decidió tocar una cuarta vez mientras retrocedía un poco...

 

--Buen día, soy Sherlock Holmes... Vengo... Vengo a buscar a la señorita Karoline--

 

Decía con un poco de nerviosismo, ya que era una persona que jamás había visto y si ya estaba casada? O se ofendia por decirle señorita? Dick era más reservado con su trato con las mujeres a diferencia de Sherlock, Dick aún le guardaba cierta fidelidad al recuerdo de su novia, motivo también por el que se separó de Sherlock hace ya algún tiempo y admirando la fachada del castillo permaneció en ese sitio esperando alguna respuesta

[Ela Karoline]

La bruja no terminaba de inspeccionar su nuevo hogar cuando alguien llamo a la puerta, ella que bajaba por las escaleras alcanzo a escuchar, pero fue Jops, el elfo mayordomo quien rápidamente giro el picaporte y la hermosa puerta se abrio dando paso al visitante.

La curiosidad de la pelirroja pudo más y camino directo a la entrada alcanzando a escuchar su nombre, ¿quién en aquella comunidad preguntaba por ella? pues pocos por no decir que nadie fuera de los elfos y su prima estaban enterados de su llegada.

Las zapatillas de taco alto resonaron en el pulido mármol al dar un par de pasos al encuentro del visitante.

--Yo soy Karoline, pero no le conozco-- dijo con su marcado acento extranjero. --Y¿como supo donde encontrarme?--[/color] pregunto intrigada, si quería su atención ya la tenia.

 

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Editado 13 de Febrero del 2020 por Cye Lockhart