Jump to content

El Dragón Verde (MM B: 108933)


Helike R V PB
 Compartir

Publicaciones recomendadas

A veces tiendo a experimentar excesos de confianza con los extraños. No soy el típico sujeto sociable, pero tampoco opto por cerrarme. No del todo. Está bien otorgar una pizca de franqueza ante los demás, pero hay que ser cautos. Después de lo que he visto, que no ha sido precisamente algo del otro mundo, no para los magos al menos, lo pensaría dos veces si deseo tentar a mi suerte. Pero eso es lo que hago justo ahora. Una vez más, la chica parece ser tan ajena a aquel entorno, quizá le parecía demasiado mundano.

 

Grande es mi sorpresa al observar que ha decidido no ignorar mi pregunta. Una vez más, esos ojos verde esmeralda parecen estar analizando algo más allá de lo tangible. Aún con mi pésimo acento para pronunciar el alemán, parece que hay algo que ha considerado suficiente como para corresponder mi intento de conversación. -Excelente respuesta, señorita. E irónica, naturalmente. Uno sólo intenta huir de los demás para buscar encontrarse a sí mismo, pero es en ese momento exacto en el que se da cuenta de lo perdido que podría estar.

 

Y, en parte, tenía cierta razón. Aunque es tonto asumir que la experiencia por sí sola me la confiere. Tal vez el hecho de que haya decidido dejar a los demás de lado y afrontar las consecuencias de mis actos me hace pensar que en realidad sólo estoy huyendo. Y no sólo de Hunter Zolomon. De mí mismo.

 

Aprovecho el momento en el que a la joven le es entregada su bebida para darle un ligero sorbo a la cerveza. La esencia fría de la cebada activa varios receptores nerviosos dentro de mi boca, evidenciando que se encuentra a una temperatura agradable. Entonces, percibo el olor de cierto grano, y puedo aventurarme a adivinar de qué bebida se trata, pero prefiero aguardar. Acto seguido, la chica se gira, como alguien que se da a la tarea de continuar con algo que había interrumpido. En su lenguaje corporal puedo denotar un interés, quizá, de seguir la conversación.

 

-Sí, he tenido un par de ellas. ¿Por qué negarlo? -me encojo de hombros y consumo un poco de mi bebida. No esperaba que, a simple vista, mi apariencia o mi "estilo" dijera eso de mí sin necesidad de expresar palabra alguna. Esto resulta una clara evidencia de que mi coartada no está funcionando del todo. O tal vez sí lo hace, pero se encuentra ante mí alguien con la capacidad de poder ver a través de una máscara. -Todas improbables, y sin mucha trascendencia, me temo. Creo que este es un lugar apartado con menos probabilidades de desfallecer debido al clima.

 

Formula otra pregunta, y es curioso, ya que estaba esperando que lo hiciera. O al menos escuchar algo similar. Pero ha resultado directa, precisa. Eso me agrada. Tomo la pinta y me levanto, dispuesto a seguir a la joven a aquel lugar que indicaba, donde probablemente sería más idóneo continuar esta charla.

 

-Es una interesante pregunta. Y graciosa, si me lo permite. -modulo el tono de mi voz de modo que ella pueda escuchar el susurro mientras nos desplazamos. No es una habilidad muy útil a la hora de la verdad, pero al parecer le he encontrado un uso. -Ha hecho la pregunta correcta. No de quién, sino de qué. Demonios. Si interpreto de otra forma, pensaría en muchos demonios. Pero, en mi caso, sólo se trata de uno. Bueno, si es que podemos llamarle así.

 

Sonrío al mirarle una vez más, al tiempo que inclino ligeramente la cabeza. Sin ningún antecedente ni pista que pudiera haberle dado, ha formulado una cuestión bastante interesante: ha visto más allá de lo que hay, del aquí y el ahora. Siempre he estado consciente de que no soy el único que puede percibir ciertas cosas pero, claramente, la joven se encuentra en un punto más allá de lo que quizá podría aspirar.

 

@Juli-ette

Editado por Eobard Thawne
Arania.gif
ObiFirma.png
Gringotts.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Al percibir que se levanta poco después que yo prosigo con más tranquilidad, agarrando entre mis delgados dedos un rebelde mechón de cabello, ordenándolo tras mi oreja derecha para tener el rostro más despejado. Escucho sus palabras y sutiles risas se escapan desde el fondo de mi garganta, había acertado en mis palabras, pero aún así sus vivencias eran demasiado profundas al parecer, un hombre que al igual que yo no revelería detalle alguno de sus historias. Me intrigaba.

 

Excelente, sentémonos aquí ¿le parece?

 

Asiento con elegancia y deposito mi café sobre la mesa para ordenar los tres libros y correrlos al rincón cerca del ventanal, con suavidad deslizo mis manos por mi abrigo para acomodarlo antes de sentarme, observando luego a mi misterioso acompañante del cual no sabía procedencia alguna más que su sentido sutil del humor, y su excelente manera de llamar la atención sin ser una molestia. En el transcurso de nuestros movimientos logro escuchar la respuesta a mi pregunta sin sentido, y su seriedad con el tema logra erizar cada parte de mi piel, él estaba hablando de algo existente, los demonios como tal y sin miedo alguno, ni dudas de su existencia. Intento mantener la calma de siempre.

 

Usted habla de un demonio en particular ¿verdad? Me refiero a que no es una metáfora para describir un sentimiento profundo o un problema de difícil solución.

 

Lo observo.

 

¿Que sabe sobre esas criaturas? Ya sabe, hoy en día existen tantas cosas en nuestro mundo que escuchar a alguien decir que es un demonio, es algo dudoso de creer. Es un término muy serio, claro, a modo personal.

 

Esta ves me doy el tiempo de recorrer con más detenimiento cada facción de su rostro, quedándome pegada en esos grisáceos ojos, no era un típico color inusual en una persona, tenía barreras para ver sus secretos, podía sentir el ansia de querer descubrir cada secreto, pero me era imposible ir más allá. Un ligero escalofrío recorrió el largo de mi columna, llegando hasta el comienzo de mi nuca expandiéndose profundamente en mis recuerdos. La sensación era extraña, era una que no experimentaba hace años, mucho antes de que toda mi vida se quebrara en pedazos.

 

Sentí mi humanidad.

 

¡Por los cielos! Le he llenado de preguntas extrañas y ni siquiera e tenido el tacto de presentarme. Mi nombre es Juliette Macnair, un placer haber chocado con usted hace algunos minutos.

 

Mis labios se curvan de manera cómica, mostrando una sutil sonrisa que rápidamente oculto al bajar levemente el mentón con la excusa de dar un gran sorbo a mi taza de café. No es que fuera una persona tímida, pero por un momento había olvidado mis modales y eso era algo que odiaba hacer, por lo que el ligero sonrojo en mis mejillas desapareció enseguida dejando enseguida, la perlada piel decorada por unas coquetas pecas castañas. Agradecía por primera vez haber perdido el control hace algunas noches, ya que podía conectarme conmigo misma y no me preocuparía mucho de ser descubierta, aparentar ser una simple mujer tomando café y leyendo libros por montón, me hacía bien. Se sentía bien.

 

Pero su secreto, seguía revolviendo los rincones más oscuros de mi mente. Si era verdad lo que decía, si en verdad estaba escapando de esas malignas criaturas ¿cómo podría ayudar a ese hombre? La verdad, no entendía por que preocuparme tanto por una persona que quizá sólo vería en ese transcurso del día. Pero el color gris de sus grandes ojos me impedían devolverme a la mansión, para bien o para mal, ese tono tan peculiar siempre tenía su qué en mi destino.

 

@@Eobard Thawne

8QtWKtp.png

PnupsKa.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Por fin habia llegado de nuevo al Mundo Magico, despues de tanto tiempo de viaje en los diferentes mundos magicos, habia aprendido demasiadas cosas nuevas, como que la magia no era solucion para todo, podria facilitar las cosas, pero muchas veces no bastaba con eso.

 

Caminaba por las calles de Ottery buscando un lugar donde comer y tal vez quedarse una breve temporada, en lo que empezaba su clase de la Universidad de Historia y tambien comenzaba mi plan maestro, un plan que pondria en jaque a toda la comunidad magica, pero empezaria de poco en poco, tenia que tener mi cuartel privado por una temporada.

 

Sin embargo no me di cuenta y me pase un poco de Ottery, lo que sirvio para que encontrara uno de los mejores lugares donde me podria hospedar.

 

-El Dragon verde, me pregunto si en verdad habra dragones adentro- dije para mi mismo, habia sabido que muy pocos magos tenian uno legalmente en su mansion o castillo, ¿ese negocio igual tendria uno? Yo lo tenia que averiguar.

 

Mi cara estaba tapada gracias a la chamarra cafe que llevaba, ademas de unos pantalones de mezclilla de color azul marino y unos zapatos negros, en uno de los bolsillos de la chamarra llevaba mi varita y en el dorso de la mano izquierda llevaba estampado un sello dorado, que mantenia oculto con la manga de mi chamarra.

 

Sin dudar un segundo mas, entre al lugar, tendria que empezar a investigar pronto todo lo que pasaba en el mundo magico. Lo unico que sabia en ese momento, era que los mortifagos al parecer estaban calmados y eso mantenia a la Orden del Fenix o eso decian los extranjeros mientras que el profeta decia otras cosas.

 

Entre al dragon verde y me acerce a la recepcion, mientras veia el escudo de Hogwarts detenidamente.

 

-Buenas tardes...¿Alguien por aca que me atienda?- dije en busca de alguna cara que me ubicara....

http://fc03.deviantart.net/fs70/f/2011/078/a/c/signature_by_bosselessar-d3c1a8n.png

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Nos acercamos a una mesa próxima a uno de los ventanales, por lo que me es posible observar una fracción del bien cuidado jardín que divisé durante mi trayecto hacia el local. Percibo el sonido de una pila de libros deslizándose sobre la superficie de la mesa y sé que no fue un lugar elegido al azar. Quizá la chica había estado leyendo aquí antes de levantarse y chocar conmigo. -Buena elección de sitio. Mayor privacidad y tranquilidad. -tomo asiento tras esperar que ella lo haga. Durante breves segundos, puedo notar que mi susurro ha evocado alguna curiosa reacción en ella, lo bastante rápida para que poco después no haya rastros de ella.

 

-En lo absoluto, señorita. Todos tenemos un demonio con el que lidiar, a veces interno. Si fuera una metáfora sería, en todo caso, una de muy mal gusto. -le doy un trago a mi bebida para refrescar mi garganta un poco. Al parecer, la intriga por aquella joven de ojos esmeraldas ha ocasionado una especie de ansia que reseca mi motor del habla. Es curiosa la interpretación que uno puede darle a las preguntas de las personas. Pero, ¿demonios? No era un tema de conversación muy común, a pesar de que tenía algo de idea acerca de estas peculiares criaturas.

 

-No todo tiene explicación, es cierto, y en realidad creo que así debería de ser. Hay cosas, supongo, para las que aún no estamos preparados. -asiento ligeramente y respiro ligeramente, listo para dar respuesta a la interrogante de la joven. -Una vez más, lo dejo al punto de vista desde el que se analice. Bien puede tratarse de esas míticas criaturas que rondan este mundo, o de una simple persona que se encarga de hacerle la vida imposible a otras a tal punto que se le confiera dicho título.

 

Entonces puedo notar que la sola mención de la palabra es lo que ha avivado su interés en mí, pues una vez más, como acostumbrándome, y ella sin miedo a que la juzgue, concentra sus ojos en los míos, como quien intenta develar la respuesta a un misterio que se encuentra frente a sus narices. Mantengo la mirada hasta la joven parece salir de una especie de éxtasis. Se presenta ante mí, dejando de ser una completa extraña, pues ahora sé su nombre.

 

-No diría que son preguntas extrañas. Más bien, preguntas precisas, pero que pocos tienen el valor para formular. -esbozo una sonrisa, y puedo notar que la piel en mis mejillas se arruga ligeramente, evidenciando las pocas veces que había sonreído con sinceridad. -El placer es mío, señorita Macnair. Me presento como el implacable extraño...Eobard Thawne, a su servicio. -dicho esto, levanto suavemente el vaso de la pinta por unos segundos, para después colocarlo en su lugar.

 

La señorita parece un poco avergonzada por no haberse presentado antes. Y se entiende, normalmente uno diría su nombre al otro antes de proceder con las preguntas pero, ¿aplica lo mismo para esta situación? No lo creo, no se me figura como un encuentro casual. Mi atención se centra en aquella constelación de pecas en sus pómulos, una curiosa formación que era prácticamente imposible de ver. Pensaría en la genética pero, ¿en serio, Thawne? Eso es algo muy mundano. No, no, es algo más. Intrigante.

 

¿Quién lo diría? De todas las personas con las que me he cruzado en Reino Unido, ha chocado conmigo, literalmente, aquella que parece comprender de forma casi perfecta la sensación de persecución, de ansia por develar respuestas. Es como un tablero de ajedrez, cada acción desencadena muchas otras, que bien podrían llevar a la victoria o a la derrota. Ya veríamos qué significaba el ir a beber cerveza en un local tan lejos de Londres. Jugadas y contrajugadas.

 

@Juli-ette

Editado por Eobard Thawne
Arania.gif
ObiFirma.png
Gringotts.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Mientras escuchaba las palabras del castaño frente a mi me desprendí de mi abrigo invernal para quedar en un holgado chaleco color crema, haciendo resaltar la palidez de mi rostro de finas facciones. Como era de esperarse, busqué entre mis cosas hasta dar con un lápiz cualquiera, haciendo un improvisado peinado con las ondas de mi cabello, dejando algunos mechones delgados caer por los lados dándome un aspecto más dulce y juvenil. Lo típico. Llevé mi mirada directo a las lineas de la mesa en la que estaban depositadas nuestras bebidas y solté un ligero suspiro ante la idea de sus palabras, era un hombre bastante astuto, sabía como desviar sus respuestas permitiéndose no revelar nada.

 

Todos somos luz y oscuridad, no me sorprende nada en este mundo. Sin embargo, creo que para calificar algo o alguien en dicha palabra, es para que hubiese cavado fondo en su interior.

 

Tragué en seco.

 

Señor Thawne, su servicio será bien recibido. — reí. — prosiguiendo con aquella respuesta, debo admitir que soy bastante directa con mis palabras, muy pocas veces me voy en rodeos y cuando algo capta mi atención...ya sabe.

 

Lentamente cerré mis ojos al tiempo que le doy un sorbo a mi taza de café, disfrutando el liquido caliente caer por mi garganta y de ahí, como si se expandiera por todo mi cuerpo logrando que entre en calor al fin. Una vez con la mirada devuelta a la luz noto como la suya parece ahora inspeccionar cada detalle de mi piel, estaba acostumbrada a recibir cierto tipo de atención por que si, he de admitir que muchas veces me exponía con su que, pero esta vez era distinto. Suavemente curvé mis labios, mostrando una fina sonrisa ladeada al bajar el mentón un poco, gesto innato cuando la atención se centraba en mi, enseguida muchas preguntas surgieron en mi cabeza como montones de ideas.

 

Me imagino que si está escapando no se escondería en su propio lugar, al menos yo me iría bien lejos en algún terreno que se jamás me encontrarían. ¿Fugitivo del MACUSA?

 

Mis verdosos ojos se abrieron mostrando el brillo de intensa diversión, era interesante imaginar una situación así a pesar que era uno de los pocos congresos mágicos que respetaba, tenía que admitir que no era muy piadoso con el quiebre de las reglas a diferencia de aquí, incluso daba miedo. Muchos recuerdos inesperados inundaron mi mente, haciéndome vivir por un segundo muchas situaciones que guardaba con cariño en lo más profundo de mi corazón, recordando a mi buen amigo Frank y nuestras vivencias en los interminables pasillos de Ilvermorny. Una amplia sonrisa iluminó por un segundo mi rostro, quizá dentro de mi anhelaba volver a vivir esa vida, antes de que todos los secretos salieran a la luz como balas, yo era otra persona.

 

— ¿Puedo inmiscuirme más en su confianza? ¿Estudió en Hogwarts como la mayor parte de los londinenses?

 

Lo observé.

 

— Si gusta saber, puede preguntar lo que guste, prometo servirle de la misma forma que usted me ha servido a mi.

 

Mi juego favorito siempre fue éste, el de ir intercambiando vivencias pero en ocasiones naturales yo saldría ganando con experiencias del individuo, por que vamos, era muy astuta a la hora de ocultar información personal. Hoy no. Justo en este preciso momento algo en mi me hacia querer confiar en el, no es que me recordara a Stefan, al contrario, me hacía recordar todo lo bueno que pasé antes de que él apareciera en mi camino y destruyera todo el destino que deseaba no haber encontrado jamás. Un escalofrío volvió a recorrerme hasta hacerme marear nuevamente, por supuesto que sentada no se me notaba pero mis manos inmediatamente se habían puesto tan frías que asustaba, odiaba sentir que me congelaba por dentro, era una sensación honestamente asquerosa y desesperante. Rápidamente mis orbes se desviaron a la ventana, notando la mayor parte del jardín donde una capa de fino hielo cubría la mayor parte del ambiente, la humedad era notable y cualquiera pensaría que se pondría a llover en cualquier minuto, pero no. Aún así, la belleza del cuidado de cada hoja parecía una obra de arte digna de admirar, suavemente agarré la taza de café del cual sólo quedaba para dos o tres sorbos y la sostuve entre mis manos pensativa.

 

@@Eobard Thawne

8QtWKtp.png

PnupsKa.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Contemplo el cambio en estilo de peinado de la señorita Macnair con curiosidad, pues a pesar de que era el elemento corporal que hacía de aliado y enemigo a la hora de querer modificar la apariencia, en su caso le confería un aspecto más relajado. Pero no mucho menos enigmático. Decido sacar los lentes del bolsillo de la camisa, además de un pequeño pañuelo color crema para limpiarlos un poco antes de colocármelos. En realidad, no se puede confiar totalmente en lo que se ve usando los globos oculares, pero quizá podía hacer una excepción para este caso. He sido un poco cauteloso con las respuestas que he dado. Algo concreto, pero también abierto a la interpretación. No es como que sea tema de todos los días en los pubs pero, no podía confiarme del lugar casi solitario.

 

-Y me extrañaría de existir algo que le sorprenda, señorita. La mayoría tiene un conflicto constante con su demonio, aunque en mi caso, parece que se ha rendido en su búsqueda. O yo soy demasiado tonto como para creer eso. Quizá la opción correcta sería la segunda.

 

Sonrío, desviando mi mirada hacia el contenido de la pinta. La cerveza, aún fría, continúa burbujeando. Deslizo mis dedos sobre el cristal, corroborando la temperatura de la bebida. -Debo admitir que su interés es intrigante. Y estoy totalmente seguro de que no es debido a mi pésima pronunciación del alemán. -río ligeramente, como quien simplemente ha confirmado sus sospechas.

 

Durante mi breve análisis de sus facciones, apoyo mi mentón sobre los dedos de la mano derecha, como si estuviera pensando en algo. Sí, su apariencia física sin lugar a duda llamaría la atención de más de uno pero, ¿por qué limitarse a lo superficial? Está más que demostrado que la joven no es sólo una cara bonita. Detengo mis cavilaciones para dar otro trago a la bebida, procurando no pasar de media pinta.

 

-Es irónico, pero a veces en la boca del lobo es donde uno se encuentra más seguro. No lo digo por experiencia, me temo. -hago una mueca, recordando aquel pequeño incidente, una de las principales razones por las que me encontraba en Reino Unido. -Del MACUSA, del Ministerio Noruego de Magia, e incluso agregaría a los británicos, pero al parecer aquí me han recibido con los brazos abiertos. -pongo las manos detrás de la nuca, cual sujeto despreocupado. Aún con la hospitalidad brindada por el gobierno mágico, no me sorprendería regresar a casa y que ésta fuera objeto de una redada.

 

Puedo percibir que Juliette se enfrasca una vez más en ese éxtasis, como recordando algo. Parece tan concentrada que comienzo a pensar que esta vez se quedará pasmada o algo por el estilo. Su, quizá, característica sonrisa vuelve a curvarse en aquellos labios. Y la conversión cambia un poco de tema; de huidas y demonios, pasamos a algo más común, como lo es la educación mágica recibida. Y no puedo evitar recordar algunos fragmentos de aquella vida. Lo cual no es de sorprenderse, al menos no cuando estuve en más de una escuela.

 

-Se lo permito, señorita Macnair, después de todo, creo que este lapso de confianza sirve para que uno conozca al otro. -asiento ligeramente, para después suspirar antes de responder a su segunda pregunta. -Sí, digamos que estuve un periodo de mi vida en Hogwarts. Aunque la mayoría de mi formación mágica la obtuve en Ilvermorny, antes de darle problemas al sistema, claro. Tuve un breve paso por Durmstrang, y finalmente recalé en Hogwarts, esto con la finalidad de profundizar en algunas ramas de la magia.

 

Aprovecho la pausa para volver a beber de aquel recipiente cristalino. Dejo que la fría bebida se deslice a través de mi garganta, lentamente, como si quisiera desglosar los componentes encontrados en la cerveza alemana. Escucho el tentativo ofrecimiento de la joven para preguntar lo que yo desee, quizá en compensación por el breve interrogatorio. ¿Una trampa? Tal vez. No es la primera ocasión que me enfrento a una situación así. No es como que no haya tenido que hacerlo en su momento, pero esto era totalmente distinto. Estoy acostumbrado a ser el interrogador y el interrogado, pero su reacción ha roto cualquier posible esquema.

 

-Como ya sé su propósito aquí, procederé a otras preguntas más interesantes, al menos para mí. -me encojo de hombros, pues realmente no planeaba beneficiarme totalmente de la confianza que parecía inspirarle. En una situación distinta, habría extraído hasta la más mínima gota de información. Era el proceder de los Thawne, o más bien el mío. Fui forzado a obtener hasta el último detalle de la vida de alguien, esto con el afán de sobrevivir. Cierro brevemente los ojos, mientras el recuerdo de Wells agonizando aparece momentáneamente.

 

Dedico el instante de silencio para darle el trago final a la cerveza. El sabor de la cebada se mantiene en mi paladar, lo cual deriva en una curiosa sensación de frío. Pero no de ese que cala y te hace sentir débil, más bien de aquel fresco, como el del amanecer visto desde una montaña. Considero pedir otra bebida a uno de los elfos que camina cerca de la mesa, pero decido abstenerme, pues no es una prioridad inmediata. La intriga crece a cada minuto que converso con la señorita Juliette, pero sé medir mis pasos, y naturalmente no me excederé en cuanto averiguar sobre ella. Concentro mi mirada en su taza de café y puedo decir, casi con seguridad, que un recuerdo ha retornado a su mente, y se encuentra analizándolo.

 

@Juli-ette

Arania.gif
ObiFirma.png
Gringotts.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Mi mirada podía estar suspendida en algún vacío del paisaje, pero bien estaba atenta a cada movimiento del castaño por lo tanto al notar su nueva característica una sutil sonrisa se comienza a dibujar en mi rostro, casi como si recordara a mi profesor de arte, aunque claro, más joven y bastante más agraciado. Con lentitud bebí hasta la última gota de café para luego volver a depositar la taza de porcelana sobre los libros arrinconados hacia la ventana. Solté un suspiro en cuanto nombro ese dicho y nuevamente me encontré con su mirada, observándome de una forma tan profunda que sentí el leve temor de que por casualidades de la vida, descubriera quien soy en realidad.



Irónico sin duda, pero bastante cierto. De igual forma hoy en día no podemos confiar ni en nuestras propias sombras, hasta ellas se ocultan cuando se esconde el sol.



Mis sospechas eran certeras, un hombre que oculta demonios internos y que escapa de los que dejó sueltos. Un alivio se apoderó de mi pecho, el saber quizá que ninguna criatura venida directo del infierno atravesaría con facilidad por estos alrededores y la esperanza de que sus problemas pudieran resolverse me animaba un poco a seguir en carne viva. Por supuesto que Thawne me intrigaba, era una persona bastante liviana para confiar, las palabras salían por si solas y con tanta claridad de mis labios. Le agradecía, por el simple echo de alejarme de todas mis pesadillas internas. La decisión de alejarme de toda esa presión resultaba hasta el momento exitosa.



¡Oh vaya! Me imagino que no cualquiera tiene la gracia de recorrer los rincones de tres escuelas, me sorprende no haberlo visto jamás por ahí. No parece un hombre mayor, de ser así, se cuida perfectamente.



Solté una ligera risa.



¿A que casa perteneció en Ilvermorny? ¿Pukwudgie? Tiene actitud de ser muy inteligente e independiente.



Asentí con sinceridad mientras deslizaba las frías yemas de mis dedos por la textura de la madera de manera inconsciente, siempre estaba moviéndome, no podía mantenerme quieta por un segundo y quizá entendía por que Arya se irritaba tanto al momento de intercambiar una que otra palabra conmigo. En cuanto vi pasar un elfo con una bandeja en sus manos, giré mi rostro visualizando a la criatura, sólo basto un momento como para que pudiera sentir en ese preciso instante el sentimiento de culpa habitando en su interior luego de sus últimas palabras dirigidas a mi ¿le habría incomodado con mi forma nada sutil de darle libertad de preguntar? Cómo habilidad podía sentir el pesar del alma de las personas, más no saber el "porqué" de sus emociones, quería acercar mi mano, mirarlo a los ojos y hacerle confiar en mi para descubrir lo que le aquejaba, pero me retracté.



En avant! Será un gusto revelar un fragmento de mi, pregunte con confianza señor Thawne.



Hago ademán con la mano para que continúe, y en cuanto el elfo pasa cerca de nuestra mesa, agarro a la criatura delicadamente de su vestimenta para llamar su atención. Aquel parece ser mucho menos asustadizo que todos con los que estaba acostumbrada a convivir, usualmente lo trataría de manera soberbia pero estaba de tan buen ánimo que incluso las costumbres no hicieron eco en mi cabeza. No es que fuera irrespetuosa, pero simplemente eran sirvientes para mi, así había sido criada y al único que le tenía empatía era a mi elfo. En cuanto sus saltones ojos se posaron en mi, sonreí sutil sin esperar a que el castaño dijera un pero, proseguí.



Queremos dos cervezas ¿va? Una alemana para el caballero y una inglesa para mi. Puedes retirarte, merci.



Asentí.



@@Eobard Thawne


8QtWKtp.png

PnupsKa.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Y la suerte me sonreia al parecer, ningun mesero ni nadie a los alrededores me habia hecho caso, podria hacer el lugar añicos, sin embargo no tenia el como protegerme la cara y evitar que descubrieran mi identidad, sin embargo la respuesta me llego mas temprano que tarde, primero tendria que pensar perfectamente el plan que tenia y luego lo pondria en marcha, con la minima magia que pudiera usar.

 

Saque la varita del bolsillo de mi pantalon y apuntandome a la cara pense "Embrujo Punzante", gracias a esto senti como mi cara se estaba deformando y sabia que en poco tiempo quedaria sin vision, asi que era mejor el apurarse.

 

Lastima por este lugar, tanto que me gustaba...- pense para mi mismo burlonamente mientras lanzaba la silla hacia uno de los ventanales del lugar con el objetivo de romper este, cosa que gracias al ruido que hizo este al romperse junto con la silla logre hacer, luego de la silla siguio la mesa, que por falta de fuerza, solo pudo llegar a una pared del negocio.

 

-Maldita sea- dije con una voz que apenas reconoci, pues gracias al hechizo punzante mi cara se habia hinchado tanto que habia cambiado mi voz, sin embargo no cederia, tan facilmente, con una de mis manos logre tocar una mesa cercana, lo que me serviria para el proximo ataque, si es que alguien intentaba detenerme....

 

-Que empiece el caos....- dije mientras mandaba nuevamente a volar la mesa hacia una de las paredes....

http://fc03.deviantart.net/fs70/f/2011/078/a/c/signature_by_bosselessar-d3c1a8n.png

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Ladeo mi cabeza, observando a Juliette terminar con su bebida al fin. El tiempo que transcurre entre que ella deposita la taza vacía sobre la pila de libros me parece eterno. Y estoy totalmente seguro de que no hago uso de mi percepción aumentada, porque de otra forma todo a mi alrededor se desarrollaría con la misma lentitud. Quizá estaba intentando analizar cada uno de sus movimientos, lo cual era una vieja costumbre: Anticiparse al enemigo. Pero, ella, ¿un enemigo? Ha quedado más que demostrado que no se trata de alguien hostil. Su reacción posterior hace que salga de mi ensimismamiento, de nuevo mirando a esos ojos verdes.

 

-Y es extraño. Las sombras te traicionan, a pesar de acompañarte a casi todas partes. Hay quien las adopta, las usa como herramienta, pero sé de otros que nacen en ellas, son parte de ellos.

 

Entonces percibo la tranquilidad que se cierne sobre la mesa. El ambiente parece relajarse a medida que vamos desarrollando un vínculo de confianza. Normalmente, habría evadido cualquier relación de ese tipo, pero esto en definitiva era distinto. La joven Macnair parece interesada en develar todo lo posible acerca de mí. No es como que no cedería, pero no quería simplificar las cosas tan rápido. No es como que Zolomon sea el sujeto que tenga aliados, pero mi costumbre aislacionista me instaba a dar un paso a la vez.

 

-Digamos que mi asistencia a cada escuela se desarrolló en distintos periodos. No me lo creería si se lo dijera, señorita Juliette. -río ligeramente ante el comentario sobre mi edad. Y vaya que me veía relativamente joven, a pesar de las pésimas decisiones que había tomado. La explicación a todo ello también es mi más codiciado secreto. -Pero me temo decepcionarla. Fui miembro de Thunderbird. Soy una persona de aventura, pero no siempre la busco. ¿Qué hay de usted, a qué casa pertenecía?

 

Otro lapso de silencio, en el que sí aprovecho para hacer uso de mi percepción aumentada. La chica concentra su mirada en uno de los elfos que se encargan de atender a los clientes. Parece que reciben un trato justo, pero no dejan de ser sirvientes de los magos. No es como que sea un radical en pro de los derechos de las criaturas, pero no necesito serlo para darme cuenta que Juliette mira al elfo como intentando comprender su pesar. Realiza un movimiento, casi imperceptible, como si quisiera deslizar su mano sobre la mesa, pero parece pensarlo mejor en el último momento. Tal vez entienda, eventualmente, que sólo intento no cometer un error garrafal. Pero, ¿había algo mal en todo esto?

 

-Muy bien, ¿qué puede decirme de usted, señorita Macnair? Me refiero a su lugar de origen, sus estudios mágicos. Como usted dijo, un fragmento suyo. -sonrío mientras me acomodo el armazón de los lentes, evitando que estos se caigan. Debo admitir que me confieren un aspecto más intrigante, o quizá de alguien mayor, pero la verdad es que los uso por gusto. Es una moda tonta entre los muggles, pero al menos los magos parecen hacer algo al respecto en lo que a la salud ocular respecta. No pasa desapercibida la forma en que la joven trata al elfo que en ese momento se desplaza por nuestra mesa. Sólo he visto tratos similares por parte de dos personas antes, pero ninguno tan intrigante como ella.

 

-¿En serio quiere beber conmigo? -río, desviando la mirada hacia la superficie de la mesa por unos instantes. Su pedido me había tomado por sorpresa, tanto que no me fue posible rechazarlo. -No es que desprecie su invitación, más bien me parece peculiar. No obstante, permítame decirle que hizo una buena elección de cerveza.

 

@Juli-ette

Arania.gif
ObiFirma.png
Gringotts.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Finite Incatatem - dije apuntandome con la varita hacia la cara. quitando los efectos del embrujo punzante casi al instante, no necesitaria una identidad secreta, si las unicas personas que habia en el local eran esas dos personas absortas en su platica y lo que parecia un elfo que se acercaba hacia el...

 

-Señor...¿que necesita Señor?- me pregunto el elfo.

 

-Necesito...que te alejes de aca, hare que este local se vuelva cenizas en un santiamen......- dije mientras checaba que la vision ya me estaba volviendo, apunte mi varita hacia el techo y grite- Avis- 12 cuervos salieron de mi varita, con la orden de que todo mago exceptuando el que intentara salir o entrar al local fuese atacado al instante, era hora de terminar el trabajo que con gusto habia empezado...

 

-Y ahora si que ha empezado la diversion para mi- dijo mientras miraba como un elfo llevaba una copa con lo que parecia alcohol...

 

-Tomare prestada tu copa amigo- dije arrebatandole la copa al elfo y sin mas la azote en el piso, me hice unos pasos para atras y con varita en mano apunte al piso y dije

 

-Incendio...- las llamas siguieron el caminito del alcohol haciendo un pequeño incendio en el lugar, mientras que apuntaba a una pared cercana de ahi haciendo un pequeño hoyo. donde podria salir sin quemarme, pero no sin antes decir en voz alta...

 

-No hay que temerle a los bandos, esos yo me encargare de que sean olvidados....- dijo y tirando algunas otras copas de vino para avivar el fuego salio del lugar...

http://fc03.deviantart.net/fs70/f/2011/078/a/c/signature_by_bosselessar-d3c1a8n.png

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.