Cuidado de Criaturas Mágicas

[Gabrielle Delacour]

La parte de las introducciones ya había pasado, ahora la clase empezaba a tomar forma: lo que antes era el tranquilo jardín universitario ahora era invadido por las criaturas que el profesor había dejado pasar gracias al portal que acababa de invocar. Todo era diferente y de a poco comenzaba a tomar el aire de un autentico lugar de estudio de la materia.

 

Entre todas las criaturas que cruzaron el portal, el profesor tomó tres, les repartió entre las alumnas y pidió la primera asignación de la clase. En las manos de la Delacour ahora se encontraba una curiosa bola de pelos, sus ojos se clavaron en lo que ahora sostenía y le observó curiosa mientras escuchaba las instrucciones.

 

La pequeña bola de pelos se acomodaba entre las manos de la chica, su pelaje tenía similaridad con la de la piel de un conejo a lo que una leve sonrisa escapó de los labios de Gabrielle. Le tomó con ternura y empezó a acariciarlo por instinto haciendo que el pequeño comenzara una especie de ronroneo. Había tenido suerte en que los tres primeros invitados parecieran inofensivos.

 

Mynerva acababa de terminar de hablar y la joven francesa levantó la mirada al escuchar a su segunda compañera seguir con la explicación de su criatura, sus manos aún acariciaban el micropuff y seguía atenta a las palabras de Cye.

 

--Me disculpo por no saludarte cuando llegue, mi mente estaba en otro lado y ahora creo que no querrás darme la mano ¿cierto?--

 

Le observó y sonrió cambiando de mano al micropuff, si venía cierto ella tampoco había saludado, los nervios de una clase a la que nunca se hubiera imaginado entrar le habían ganado.

 

- Vine a ensuciarme.- musitó sonriendo y extendiendo la mano sin importar la baba.- Mucho gusto ¿Cye? Le escuché a Mynerva nombrarte.

 

Desde que le vio la chica le trasmitía una vibra de ternura, al verla incluso llena de baba, esa ternura casi infantil seguía intacta, la Black sonrió y apresuró sus palabras para ser la siguiente en presentar la que a ella le había tocado.

- Esta criatura es un micropuff, lo sé porque había estado a punto de comprar uno en el Magic Mall pero me daba miedo poder llegar a matarlo con mi ignorancia.- dijo mientras se encogía de hombros y continuó.- Es pequeña, me cabe en las manos y emite un ronroneo cual gato, supongo que esta contento por los mimos. Asumiré que su clasificación es X ya que se asemeja a las mascotas muggles más comunes y es demasiado tranquilo y afectivo.

 

Se limpió la baba restante que escurria de su mano y les volvió a ocupar brindando cariños a la pequeña bola de pelos que sostenía, era divertido el escucharle ronronear y tener algo similar a lo que había sido su conejo blanco, sin duda alguna su siguiente adquisición sería la pequeña bola de pelos que tanto había querido.

Editado 12 de Octubre del 2016 por Gabrielle Delacour

[That is not my name]

Las tres criaturas que seguía sosteniendo entre mis brazos y manos se habían mantenido tranquilas, cómodas, mientras que las aprendices de la materia explicaban un poco acerca de cada una de ellas, por lo que al terminar con la última participación, dejé que los tres seres descansaran en el piso mientras me sentaba detrás de ellos acariciándolos para que se mantuvieran tranquilos.

 

- Las tres criaturas han sido clasificadas por el Ministerio de Magia con un X por su manera tan sencilla de controlarlos, de cuidarlas y de protegerlas. Los horklump tardaron algún tiempo en ser reconocidos como animales por su apariencia, hasta que notaron la forma de consciencia que podían llegar a tener... ven, acércate...

 

Las últimas palabras las había dirigido al horklump que había dejado Mynerva mientras golpeaba un poco el suelo de tierra que estaba al lado de su par, por lo que al instante se acercó hasta nosotros dejando que los pequeños brotes de 'hongos' quedaran secos una vez se separó de la tierra.

 

- Se consideraban una plaga por la forma tan fácil que podría cubrir el suelo, pero simplemente lo hacen por supervivencia, como cualquier otro ser vivo, - continué con la explicación - pero ambos se han vuelto muy cercanos a mi y entienden que no pueden estar en todos lados porque no hay peligro cuando estoy cerca.

 

Sonreí tranquilamente mientras tomaba a los dos ejemplares en mis manos y les daba un pequeño beso antes de regresarlos a través del portal donde Rubens, mi elfo doméstico principal, los recibiría con cuidado para dejarlos en su espacio protegido en los jardines traseros de mi Hacienda que colindaban con el amplio bosque de las montañas. Ahora era momento de tener al gusamoco de regreso conmigo y con su pareja, por lo que lo tomé de la mano de mi esposa para acomodarlo junto al que tenía yo anteriormente.

 

- Yo sé que no es una criatura que enamore a la vista a cualquier mago o bruja, pero sin duda alguna tienen "un corazón de oro".

 

Apenas dejé las dos criaturas juntas, ambas se saludaron, por decir de alguna manera el movimiento que hacían tocando sus extremidades antes de acercarse nuevamente conmigo, hasta mis piernas donde se quedaron mientras comían un poco del pasto debajo de ellas.

 

- Son excelentes podando los jardines aunque se tarden todo el día para una pequeña sección además de que, como pueden darse cuenta, sienten el calor que emito y lograron identificarme fácilmente a pesar de que hay otras tres grandes presencias cerca de mi. todo tiene que ver en el cuidado que se les de para que, sí, puedan llegar a vivir el triple de lo que dices amor... aunque pocos han tenido ese privilegio, ellos son la séptima generación que tengo conmigo.

 

Nuevamente tomé a las dos criaturas para regresarlas por el portal y, sin demorarse ni un momento, los dos micropuff saltaron hasta donde me encontraba produciendo un ronroneo suave, como si estuvieran cantando.

 

- El favorito para ser una 'mascota' es el micropuff, criaturas demasiado leales, cariñosas y tiernas con un instinto por lamer a sus amigos humanos. - Decía esto porque las criaturas habían sacado sus largas lenguas rosadas que me lamían las manos sin parar. - Lo mejor es tener tiempo suficiente para estar al pendiente de ellas porque sí, se pueden llegar a deprimir. Ahorita nos vemos.

 

Murmuré las últimas palabras antes de dejarlas ir por el portal.

 

- Comidas, - continué - un jardín rico en nutrientes delimitado por rocas para los horklumps, de esta forma entenderán que de ahí no deben de pasar; lechuga o hierbas frescas para los gusamocos, sobre todo aquellas que sean de humedad; y frutos del bosque para los micropuff de preferencia, aunque también comen semillas, cereales y hasta pequeños insectos.

 

http://i.imgur.com/87KfHBL.png http://i.imgur.com/xCHGQ0n.png http://i.imgur.com/oDkkmO7.png

http://i.imgur.com/etwl7mn.png http://i.imgur.com/cB3WOLv.png http://i.imgur.com/1Sq71OX.png

 

 

A continuación pasaron otras seis hermosas criaturas por el portal, aunque todas eran completamente distintas de la primera tanda que se había presentado anteriormente y no solo por la clasificación del MM, sino por la forma en que se comportaban frente a las tres brujas. Muchas de ellas ya conocían a Cye, por ser mi esposa, pero desconfiaban un poco de Mynerva y Gabrielle por lo que se quedaron de mi lado hasta que les diera otra indicación.

 

De inmediato tomé el tronco moteado de naranja que traía mi aethonan en la boca con mucho cuidado, sobre todo para ver si alguna de ellas podrían reconocer a éstas hermosas y curiosas bestias que siempre se mantenían lejos de todos los hogares de mis vecinos.

 

- Elijan dos cada una, - dije sin más - no se vale repetir obviamente y si mencionan algo correcto, lo que fuese, les daré el permiso para poder acercarse hasta ustedes para que las acaricien, alimenten o interactuen de cualquier forma.

[Gabrielle Delacour]

La atención de la francesa estaba completamente posada en Ishaya, tenía poco de haber empezado la clase y estaba tomando bastante cariño e interés a algo que jamás se hubiera pensado estudiar o convivir. Era una chica de estar en lo seguro, su zona de confort se limitaba a personas, no más, y ahora completamente diferente estaba conviviendo con criaturas que jamás imaginó.

 

Las criaturas que se habían descrito volvieron a su lugar, Gabrielle sabía que eso solo implicaba ceder el paso a otro tipo de clasificación así que suspiró, todo era bastante nuevo para ella y las cosas de a poco solo irían "empeorando", aunque de apoco estaba agarrando el sabor y cariño que deseaba despertar con la clase.

 

Seis nuevos animales cruzaron el portal y de inmediato se acercaron a su dueño, a su lado, el profesor parecía domador de bestias. La ojimiel le observaba curiosa, imaginaba qué tantos años se ocuparían para poder tener que llegar a ese nivel de confianza con aquellos animales y sonrió, ya tenía nueva meta.

 

- Elijan dos cada una, no se vale repetir obviamente y si mencionan algo correcto, lo que fuese, les daré el permiso para poder acercarse hasta ustedes para que las acaricien, alimenten o interactuen de cualquier forma.

La Delacour de inmediato observó a lo que de niña le llamaban "pegaso" mismo que, al descubrir el mundo de la magia aprendió los nombres verdaderos de los animales que los muggles llamaban "mitológicos". Dio un paso al frente decidida y apresuró sus palabras.

- Aethonan, conocido por los muggles como pegaso aunque sean diferentes.- sus ojos se encontraban fijos en el Aethonan, por primera vez tenía uno tan cerca.- Se supone que son dóciles y asumiré que, al igual que cada criatura, debe ser tratada con cariño.

- Augurey... sale cuando llueve mucho, es todo lo que podría decir. - comentó la Black observando al animal con recelo.

Aquellos animales le recordaba de sus noches en tiempos de llovizna. De chica, su temor eran las tormentas y los horribles truenos dentro del castillo; una noche un trueno ensordecedor le despertó del sueño y, al acercarse a la ventana, una criatura pasó de manera efímera justo al momento que otro trueno retumbaba en el castillo. El grito atrajo a su hermano y al explicarle la lo que ocurrió solo rió y comenzó la burla de como un Augurey le había terminado espantando, de igual manera, el recuerdo aterrador había quedado marcado en la memoria.

[That is not my name]

- C'est correct, mademoiselle Delacour.

 

La primera en tomar la batuta fue Gabrielle, mencionando aspectos sencillos de ambas criaturas y que todos deberían de conocer por lo que, en seguida, acaricié a mi aethonan detrás de la oreja para que me acompañara hasta donde se encontraba la bruja mientras tenía a mi augurey posado en mi hombro derecho.

 

- ¿Por qué no se dan una vuelta por los terrenos de la universidad en el aire? - Sonreí animando a la estudiante a que se subiera al lomo de mi criatura. - Ella se va a agachar doblando sus patas delanteras, te sostienes con la mano derecha de su omoplato mientras pasas tu pierna sobre su lomo; una vez arriba, retomará su posición y doblarás tus piernas hasta sentir sus costillas, de es aforma ella podrá abrir sus alas. Él los estaba acompañando...

 

Levanté mi varita y lancé un conjuro hacia el cielo gracias a mis conocimientos en meteorología, produciendo una lluvia bastante dulce en toda la universidad excepto donde nos encontrábamos en esos momentos ya que no quería que mis animales y estudiantes resultaran empapados... aunque, claro, Gabrielle tendría que regresar menos seca de lo que se iba. Esto lo había hecho para que mi ave pudiera volar sin ningún problema, confiado en el ambiente y para que la estudiante lo pudiera ver de cerca en su máximo esplendor.

 

- Los aethonan y augurey soy bastante dóciles, por ello recibieron una clasificación de XX por parte del Ministerio de Magia, pero deben de tener mayores cuidados, para eso es la lluvia, para tener contento a mi precioso plumífero ahora que está lejos de su nido. La forma en que subiste al aethonan demuestra cariño y respeto, porque no te avientas a su lomo y mientras más cariño le demuestres a un caballo alado, mayor es la confianza que te tendrán. Adelante, disfruten el paseo.

[Gabrielle Delacour]

- C'est correct, mademoiselle Delacour.

 

No pudo evitar que una sonrisa se saliera de sus labios, se sentía orgullosa de si misma. De a poco se iba dando cuenta que, incluso fuera de su zona de confort, podía haber posibilidades de crecimiento; comenzaba a animarse de más con respecto a las posibilidades de aprender de la materia, quién sabía, tal vez un puesto de aprendiz en el ministerio.

 

Las siguientes palabras le pararon el seco el tren de ideas que su mente maquilaba, el ver un poco más de cerca, el montar aquella bestia le aceleraba el ritmo cardíaco, no en una mala manera, si no a causa de la adrenalina y emoción que sentía.

 

Escuchó con atención las indicaciones y asintió con la cabeza, suspiró y antes de empezar a caminar observó al animal, su semblante tranquilo le daba cierta comodidad y el miedo que su antigua yo hubiera sentido se quedó en el pasado. Al notar el cielo nublado su mirada miel se detuvo en el Augurey, tenía que limar asperezas.

 

Siguiendo las instrucciones del instructor logró subirse a la majestuosa criatura, su pelaje era similar al de los caballos muggles y acarició su crin antes de sentir como el animal despegaba del piso. Se sujetó fuerte, Gabrielle no había sido amante de las emociones fuertes pero era momento de probar.

 

Una pequeña brisa que provenía de la lluvia que pegaba al rededor le golpeaba la cara, agradable al tacto y sentía de cerca al Augurey que les acompañaba, confiaba en el animal, sabía que se mantendría cerca de donde se encontraba su dueño así que disfrutó el corto viaje.

 

Tocando tierra, la francesa apresuró a bajarse del Aethonan y acarició su cuello con ternura con una sonrisa en señal de agradecimiento; de inmediato su mirada se volvió al ave y sonrió con respeto, a fin de cuentas no era tan malo.

 

- ¡Gracias!- dijo la Delacour mientras observaba aún llena de adrenalina a Ishaya.

 

Aprovechó a acomodar su cabellera rubia de nuevo en la cola de caballo, el aire y la brisa le había despeinado más de lo que se había imaginado dentro de la clase y su atención se mantenía fija en lo que sus compañeras musitaban.

[Ela Karoline]

La clase pronto tomo forma con la presencia de aquellas criaturas estupendas, aunque la que Cye le devolvía al Ishaya no era del todo atractiva, no a la vista y quizás tampoco al tacto pero si muy útil para los pocioneros y recién se enteraba que para podar jardines, además quedaba anotado en su memoria que su ciclo de vida podía ser más largo de lo que ella misma suponía. Con sorpresa vio como Gabrielle le estrechaba la mano a pesar de la espesa mucosidad que la cubría, aludiendo que había ido a ensuciarse, lo cual le pareció muy cordial

 

--Si, soy Cye Lockhart de Tonks-- dijo orgullosa, tanto de su propio apellido como del que ostentaba por ser la esposa de aquel esplendido mago que dirigía la clase. Escucho como la Delacour hablaba del micropuff que tenía en mano, sobre todo lo que conocía de él, finalmente el Tonks iba a tener razón con aquello de que conocían más de lo que se daban cuenta.

 

Ahora era el turno de nuevas criaturas, vio desfilar hasta abandonar el portal a un elegante Aethonan, un Augurey, un Bowtruckle , un Chizpurfle, un Clabbert y un Diricawl, seis especímenes con características cualidades y destrezas diferentes. La primera en escoger fu Gabrielle tomando los dos primeros y comentando o que sabía, con una gran sonrisa vio como la estudiante era premiada y subía al Aethonan mientras que su dueño creaban una suave lluvia para que el Augurey pudiera volar en confort. Los vio elevarse, y entonces tomo la palabra.

 

--El es un Bowtruckle-- dijo con toda seguridad, acercándose hasta la criatura y haciéndole una pequeña inclinación de cabeza con las manos unidas, --Es un diminuto y sereno guardia de arboles-- confeso, pues había tenido contacto con su especie, dado a su naturaleza sacerdotal los arboles tenían vida propia y albergaban más vidas y estas pequeña criaturas se mimetizan con el propio árbol debido a que están compuestos de corteza y ramas, así que era muy frecuente encontrarlos en sus recovecos y ramajes haciendo de ese árbol su hogar. --Que yo sepa no son peligroso a menos que se sientan amenazados-- sabia que comían insectos --¿Me pregunto si sobreviven fuera de los árboles y cuál sería la gama de enfermedades que pueden aquejarlos?-- concluyo posando sus ojos primero en la criatura y luego en su maestro para ver si el tenia más información.

 

--Este señorito sé que es considerado una plaga difícil de erradicar y es un verdadero dolor de cabeza, eso decía mi abuelo Gilderoy Lockhart-- sonrió al recordar como el mago se quejaba de aquella pequeñitas criaturas que hacían desastres en los calderos de pociones que el dejaba en la torre, constantemente se veían explosiones de energía y no todas eran causadas por sus experimentos, sino por los Chizpufle, incluso recordaba una época en la que se temió que la propiedad estuviera minada de ellos y la Torre de pociones quedo clausurada.

 

--Es un glotón de pócimas y magia, pero no parecen ser difíciles de exterminar, digo son diminutas ¿Por qué esa fama?-- cavilo y pregunto, a simple vista se parecía muchísimo a un cangrejo, con su caparazón rojizo y aquella tenazas.

[That is not my name]

Mientras Gabrielle aterrizaba en aquel lugar, mi querida esposa respondía mi pregunta con las siguientes dos criaturas que había escogido para la clase y que de esta forma las tres brujas pudieran estar en el mismo nivel de aprendizaje... y también porque nos quedmaos un poco perdidos mientras se encontraba montada sobre el caballo alado. Sonreí tranquilamente mientras atravesaba el portal de regreso a la hacienda junto con mi augurey.

 

@@Mynerva de Weasley seguía analizando las otras dos criaturas, así que le di el tiempo suficiente para que pudiera unirse a la actividad ya que confiaba en que ninguna de las presentes tuviera que repetir el curso con otro profesor, sobre todo porque yo estaba supliendo a la titular de la materia, ahora debía de unir las primeras dos respuestas.

 

- Los augurey tienen un canto muy especial, - comencé a explicarles a las presentes - lo difícil es poder mantenerlos en un ambiente de confianza, donde se sientan cómodos, lo bueno es que estoy habilitado en el conocimiento de meteorología y puedo crearle una llovizna lo suficiente como para no tener consecuencias por modificar el clima.

 

En esos momentos tomaba entre mis brazos al bowtruckle y al chizpurfle, algo que debería de sorprender a los estudiantes porque, bueno, el segundo se alimentaba de madera.

 

- ¿Cómo hacer para que dos criaturas mágicas tan diferentes y 'enemigos naturales' puedan convivir sin ningún tipo de resentimiento? - Sí, era una pregunta pero no esperaba a que me la contestaran. - En primer lugar haciéndoles ver que ninguna representa un peligro para la otra, gracias al bowtruckle podemos detectar ramas especiales de los árboles para que se alimente el chizpurfle y de esta forma no se convierta en una placa y ambas estén satisfechas en el mismo ambiente de convivencia. Todo se resume a conocimiento y paciencia.

 

Ambas criaturas también regresaron por el haz de la noche hasta mi haciendo, siendo una imagen interesante de ver porque el bowtruckle llevaba en su mano sin problemas la rama de árbol donde el chizpurfle había llegado, inclusive dando la idea de que la cuidaba en el viaje de regreso a casa.

 

- Tienen esa fama, mi querida Cye, porque la mayoría de magos y brujas no saben como tratar a los seres mágicos. - No quería mencionar las habilidades especiales de su abuelo, al final eran familia. - Lo mejor es siempre estar al pendiente de las necesidades de cada criatura y atenderlas. Por ejemplo, ¿por qué creen que el Ministerio de Magia tiene una clasificación para ellas? ¿En qué tanto se basarían? ¿Es posible que una suba o baje de rango? ¿Cómo afecta en esto a la sociedad mágica?

 

En lo que respondían, dejé que llegaran más bestias a través del portal, siendo muy diferentes entre ellas tanto por su fama, su modo de crianza, su medio ambiente, apariencia, tamaño, etc., el objetivo es que encontraran las similitudes y diferencias dentro de un detalle: la clasificación del Ministerio.

 

- Mientras piensan en su respuesta, tomen en cuenta las tres criaturas y aplíquenlo una en cada una diferente.

 

http://i.imgur.com/7uCo2jS.png http://i.imgur.com/STUuqpk.png http://i.imgur.com/sGiQ8Nj.png

Editado 22 de Octubre del 2016 por Ishaya

[Ela Karoline]

Aquella clase estaba resultando muy interesante, nuevos datos se apuntaban a su memoria y se unían a los conocimientos que como mágica y sacerdotisa poseía, estaba segura que cada una de las alumnas buscaba además la aplicación práctica en sus propias vidas, esa quizás era la motivación más grande a menos claro, que estuvieran interesadas en trabajar en el departamento de Criaturas, que no era el caso de Cye, ella buscaba comprender mejor cada espécimen porque como sacerdotisa tenia la premisa de respetar la vida y la mayoría de los animales atacaban por instinto de supervivencia o lo que era lo mismo cuando se sentían amenazados.

 

 

Por otro lado era sanadora dirigía el área de accidentes por artefactos y criaturas mágicas, así que constantemente llegaban pacientes con mordeduras, aguijones, ponzoñas y demás daños que ella debía remediar, saber como se alimentaban, su habitad y clasificación le ayudaba a establecer prioridades a la hora de atender a los pacientes y también podía suministrar uno que otro consejo a aquellos niñitos que habían adquirido una mascota y que ingresaban agredidos.

 

 

--La clasificación que el Ministerio les da a los animales se basa en el daño que estos puedan hacernos y en el grado de domesticación que puedan llegar a alcanzar según entiendo, también en cuanto a su raciocinio-- dijo más meditando en eso que informando. --De eso depende que a medida que se estudian y sus comportamientos son puestos a prueba suban o bajen en el escalafón ministerial, de todas formas se supone que el Ministerio busca que los magos y brujas estemos seguros en nuestras casas y comunidad, si una criatura representa una amenaza de muerte no podría permitírsele habitar entre nosotros, sino que el Ministerio debería garantizar un hábitat donde la criatura se desarrolle sin afectar el mundo mágico-- “aunque del dicho al hecho hay mucho trecho” pensó la rubia.

 

 

--Por ejemplo el Billywing es clasificado con XXX lo que significa que puede ser controlado por magos competentes, ósea que no es que sea inofensivo, pero no son mortales, de hecho es bien conocido que son criaturas pequeñísima agiles y casi indetectables, pero un mago capaz usando su varita puede llegar a controlarlos aunque no se sabe que son domesticados y si llega a picar sus efectos tampoco son mortales, molestos quizás-- se froto la barbilla intentando dar una respuesta acorde con lo que Ishaya había preguntado, pero se quedo sin palabras.

[Mynerva de Weasley]

*

Mynerva no se extrañó ante las palabras del profesor sobre los Horklump cuando mencionó que el Ministerio se había tomado un tiempo para considerarlos criaturas ya que por su forma, más parecían plantas.

La bruja había permanecido en silencio mucho tiempo; tal vez demasiado si quería aprobar aquel curso. Es que las criaturas no eran su fuerte y cada vez se ponía peor. Luego que el Tonks les mostrara las primeras tres especies y cada alumna hubiera expresado lo que sabía de una de ellas, Ishaya hizo que éstas volvieran a su Hacienda y nuevas aparecieran pero en doble número. Esta vez, les dio la opción de elegir sobre cuál hablar. Tanto Gabrielle como Cye eligieron las suyas por lo que Myne tuvo que vérselas con un Clabbert, especie de rana con cara de mono y un Diricawl que por suerte para ella parecía haber caído en un sueño reparador.

Con un poco de aprensión a causa de su aspecto, la bruja se acercó al Clabbert. Sin embargo, viéndolo de cerca le llamó la atención su piel verdusca desprovista de pelo que se veía suave y no rugosa como se podría esperar de una rana. Como ella tenía una gran boca que parecía sonriente y había un par de cuernos pequeños en su cabeza.

- Éste es un Clabbert, - comenzó dirigiéndose al profesor que le prestaba atención contento de oír al fin su voz.
- Se trata de una criatura oriunda de Sudamérica que hoy en día se puede encontrar en todo el mundo. Vive en los árboles sobre los que es muy ágil y donde puede encontrar su alimento, pájaros pequeños a los que atrapa y devora con sus afilados dientes. También le gustan los lagartos. Tiene esa prominencia roja en su frente que aparte de afearlo más, se vuelve luminosa cuando la criatura detecta algún peligro. Razón por la cual es necesario tener cuidado de que no llame la atención a los muggles o la gente del Ministerio de Magia se enfurece si es usado por su dueño como alarma antimuggle. Ellos le dan una clasificación XX

Miró al profesor y continuó con la otra criatura que había quedado a su vista.

- Éste otro es un Diricawl, pájaro originario de la Isla Mauricio que con su cuerpo rechoncho y pelaje esponjoso no es capaz de volar. No obstante tiene una cualidad maravillosa que comparte con el fénix: es capaz de desaparecer con un estallido de plumas y aparecer en otro lugar. Esta habilidad le ha servido para salvar su vida ya que a los muggles les encanta cazarlos. Por esa razón el Ministerio no les ha dejado saber de la característica de estos pájaros para evitar su extinción. La clasificación que le dan es también XX.

Recordó la pregunta del Tonks sobre la clasificación y no sabiendo la razón principal de la misma, contestó según le parecía lo más probable.

- Creo que el Ministerio se basa en la menor o mayor agresividad de cada especie y del peligro que represente su tenencia para un mago poco experimentado. Por eso impone ciertas condiciones de magia en los magos antes de permitirles la tenencia de algunas criaturas.

- Supongo que si una especie aumenta su agresividad debido a determinadas circunstancias, el Ministerio podrá aumentar su clasificación y requerir mayor conocimiento en los magos que las frecuenten. – Meditó un momento y luego continuó. – Sostengo que los muggles, que son curiosos por naturaleza, deben ser mantenidos muy apartados de las criaturas con mayor cantidad de X ya que son capaces de armar gran bullicio si las ven y volver locos a los magos que tendrían que desmemorizarlos inmediatamente para evitar males mayores.

Esperó la respuesta del docente mientras veía con horror que nuevas criaturas, un poco más peligrosas, hacían su aparición para ser estudiadas.

[That is not my name]

- Están bastante bien, - respondí ante las dos brujas que ya habían logrado alcanzar las asignaciones hasta el momento - sobre todo debemos de recordar cuales son las propiedades mágicas de cada una de ellas y el riesgo que sería si los muggles se enteraran de su existencia.

 

Tal vez era una cuestión que pocas veces se pasaba por la mente de los magos, acerca de las consecuencias que había en el enorme mundo de los muggles que, a nuestro pesar, nos superaban en número.

 

- En algún tiempo no había una división entre ambos mundos y convivíamos sin mayores problemas, - continué con la charla - hasta que los humanos no mágicos se comenzaron a sentir inferiores a los magos y brujas, fundamentados por un grupo de estos que se creía superior, la culpa viene de ambos lados. ¿Cuál fue su mejor forma de defenderse? Haciéndose de criaturas mágicas y de poder sobre mayores cantidades de personas.

 

Lo sabía, esto no era una clase de historia de la magia, pero todo tenía que ver con el conocimiento que se estaba enseñando ese día con aquellas tres brujas. Tres criaturas cruzaron el portal en aquella ocasión...

 

http://i.imgur.com/VWMFJUY.png http://i.imgur.com/hhja8tt.png http://i.imgur.com/IcZwU3L.png

 

- Dejemos e lado a las acromántulas, dragones y basiliscos, ¿por qué creen que éstas tres criaturas podrían representar un peligro?