Cirque Du Freak

[Darian Mcnair]

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Los terrenos del Castillo Hogwarts siempre tuvieron su propio encanto, cientos de miles de alumnos recorrieron sus explanadas mientras disfrutaban de alguna bebida fresca en las tardes primaverales. La noche había caído y los preparativos estaban ya casi listos, mientras el Mcnair caminaba por los jardines y observaba complacido como el fruto del trabajo de brujas y magos daba frutos, ante el se levantaban unas enormes carpas de circo, pero no cualquier carpa, esta tenia rasgos especiales, ya que este no era cualquier circo..

"Cirque Du Freak"

Se vislumbraba en un arco de bienvenida al circo, curioso nombre para cualquier circo, pero no para este.. Una Pequeña boletaría desvencijada y maltratada despedía de su interior un pequeño boleto de entrada a todo aquel que pasara, si uno miraba bien el boleto, este tenia mensajes personales para cada una de las personas, mensajes un tanto extraños, del estilo: "No vas a ganar" , "Ella te dejo por otro" ,"Morirás en siete días" , "Los lunes hay descuentos del 20%" y todo tipo de mensajes desalentadores para cada persona que tomaba su boleto.

Una vez pasada la boletaría nos encontramos ante la entrada de la primera carpa, el circo contaba con cuatro carpas para poder visitar y recorrer, mas un patio donde se podía disfrutar de extraños manjares hechos por los mismos cirqueros.. Lo que llamaba la atención de este circo era que tenia aspecto lúgubre y descuidado, insectos rondaban por todos lados y extrañas sustancias viscosas brotaban de las paredes, un arlequín de aspecto tétrico les da la bienvenida en la primer carpa, este personaje con su traje todo raído y con moho los invita a pasar y con su voz áspera les comenta.

- Sean Bienvenidos al "Cirque Du Freak" mis queridas victi...invitados, este no es un circo común y corriente, aquí las cosas muy diferentes.. - su voz se hacia mas macabra con cada palabra – aquí van a ver cosas horripilantes, desagradables y vomitivas , desearan no haber ingerido ningún tipo de alimentos. Pasen y siéntanse como su casa, antes de pasar al evento mayor en la carpa que esta detrás de mi, pueden visitar a nuestras atracciones.. - señala con sus brazos dos cortinas, una a su derecha y otra a su izquierda - Por la cortina Este (derecha) podrán encontrar a las criaturas mas extrañas y peligrosas de este y de otros mundos o al menos eso creemos nosotros.... y en la cortina Oeste (izquierda) encontraran a los fenómenos humanos mas interesantes que jamas verán. Ahora los dejo invitados míos, el maestro de ceremonia vendrá pronto por ustedes -

El arlequín lanza una carcajada desquiciada y macabra mientras desaparece en una nube de humo que nadie sabia de donde procedía..

Carpa Este

Las criaturas sacadas de las peores pesadillas de los mortales esta aquí. Pueden alimentarlas, si se atreven...

Khuul

Cocatriz

Gric

Mephit

Murlock

Noctumbra

Slaad

Tracnido

Remorhaz

Xorn

Carpa Oeste

El Cirque Du Freak se enorgullece de presentar a sus amados "Fenómenos"

El hombre de dos cabezas

La niña con cuatro piernas

El esqueleto viviente

La mujer barbuda

El hombre elástico

La niña camello

El hombre unicornio

El hombre mas grande del mundo

El Hombre cangrejo

La mujer elefante

 

Arlequín

 

 

 

 

 

 

Una vez que todos hayan saciado su curiosidad de animales y personas extravagantes, la cortina de la carpa mayor se abre de par en par y hace su entrada el Maestro de Ceremonias. Para algunos era conocido y para otros no, la persona en cuestión rondaba los dos metros de altura, de cuerpo esqueletico y llevaba un traje con rayas verticales. Con sus huesudos brazos hace un gesto de bienvenida y comienza a hablar con una voz calmada y suave..

 

- Bienvenidos queridos míos , pasen por favor pasen, que el espectáculo va a comenzar, sientence y observen un espectáculo único y lleno de sorpresas. Quien de ustedes se atreverá a montar al extraño "Khul"? Quien se sorteara el peligro de que te muerda la Cocatriz? Espero por su bien que mientras miran el espectáculo el "Gric" no los atrape desprevenidos. Ahora pasen!! y disfruten queridos míos, es espectáculo va a comenzar -

Maestro de Ceremonias

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Se aparta a un lado y todos los asistentes al evento pueden entrar en la gran carpa a ocupar sus butacas y luego de presenciar el espectáculo del elenco del circo, podrían disfrutar de una fiesta ahí mismo en la arena del espectáculo, donde podrán interactuar con los fenómenos y algunas bestias que quedaron sueltas...

[Athena Rouvas]

El ambiente era tan. . . tétrico que a Rouvás solo le producía deseos de darse la media vuelta y marcharse a hacer cosas productivas por la vida. Como por ejemplo pasar tiempo sacando acordes, hacía meses que no le ponía las manos encima a su guitarra o a su cuaderno de apuntes, pero se quedó porque con quien había planeado encontrarse allí aún no llegaba, y en realidad algo de curiosidad también sentía.

 

Fenómenos. . . Repetía una y otra vez recordando la manera en que le habían comentado sobre el circo. Por regla general, y recordando los que había visitado con anterioridad, un circo era un lugar colorido y lleno de risas por todas partes, con payasos y quizás con algún que otro animal domado. Pero este lugar estaba completamente apagado y la única respuesta que se le ocurría es que Halloween estaba cerca y todo comenzaba a ser más horripilante en la comunidad mágica.

 

―No entiendo cómo le pueden gustar este tipo de sitios. ―Arqueó las cejas en un gesto de incomprensión.

 

Podía ser mero gusto, era solo que a ella también le daba un poco de pena las personas que trabajaban en el y les llamaban fenómenos, pero si habían decidido pasar sus vidas ahí también era por algo. Desde las carpas llegaban un par de sonidos desconocidos y lejanos, pero que también le producían cierto desosiego. Eran fácil de escuchar puesto que aún había poco público alrededor.

 

En lo que esperaba se acercó a la boletería, que jamás hubiese adivinado que lo era de no ser por el cartel que la anunciaba, parecía solo un montón de latas unidas en algunos puntos formando un espacio al centro que era donde se introducía la mano para que entregaran la entrada. Obtuvo su boleto junto a un poco agraciado mensaje de bienvenida. "Te van a atropellar mañana" versaba. ―Alentador. ―Mencionó con pocas ganas.

 

Se movió hacia un costado para dejar el paso libre a quienes se iban sumando a la poco agraciada atracción. Notó que algunos se tomaban con nerviosismo el papelito que recibían. Ella no veía el por qué después de todo era solo era para resaltar el ambiente del lugar y el mensaje. Miró el reloj que traía en la muñeca, habían pasado realmente poco tiempo desde su llegada.

[Sagitas E. Potter Blue]

Prácticamente choqué contra la entrada de un Circo dentro de los terrenos de Hogwarts. Era extraño puesto que nunca tomaba ese camino cuando iba a estudiar a la biblioteca pero hoy, tal vez entretenida en la lectura mientras caminaba, algo que no aconsejo a nadie por el peligro que conlleva de chocar de forma violenta contra objetos que puedan provocar caídas molestas y esguinces dolorosos, mis pies me llevaron por un camino desconocido. La oscuridad de la noche que me había pillado de sorpresa no había ayudado a escoger el camino correcto.

 

Levanté la vista, atraída por el conocido olor a palomitas dulces y por el sonido de pasos y risitas de gente que está alegre, contenta o curiosa ante la visión de algo nuevo. En un principio, no lo había notado puesto que la lectura era muy atrayente y todo lo que me rodeaba me recordaba un ambiente conocido. Sólo que yo no iba en dirección a mi Circo. Una pequeña alarma me obligó a dejar la lectura; fue cuando contemplé las figuras emergentes de varias carpas de uno parecido al mío.

 

Enarqué una ceja, sorprendida. ¿Alguien había contratado un Circo en vez del mío, que llevaba años en el pueblo? La curiosidad me pudo, así que crucé el arco de entrada y me puse a la cola de la boletaría. Curiosamente, me tocó un boleto muy extraño y particular. Los estudiantes que entraron delante de mí sonreían y comentaban la frase que les había tocado. Yo contemplé la frase que había escrita y pensé que eran bien extraños los dueños de este lugar:

 

"Él se fue y sigue contigo"

 

Mientras me acercaba a las diferentes carpas, me di cuenta que el boleto tenía razón. Mi marido Jack se fue, puesto que había muerto, pero seguía conmigo, puesto que era el fantasma de la Mansión Potter Black y convivíamos juntos como un matrimonio peculiar.

 

-- Interesante esto de incluir una Adivinación en la entrada -- murmuré. ¿Lo sabría el profesor de Adivinación? Podría preguntarle cómo se hacía. Me gustaba la idea. Mis entradas era más coloridas pero no tan interesantes.

 

Sin embargo, la atmósfera que se respiraba en aquel lugar era algo deprimente. Parecía descuidado pero yo soy una buena directora de Circo y me pregunté si todo se debía a una puesta de escena, buscando crear un efecto psicológico.

 

-- Son buenos -- volví a murmurar. No podía decir que me gustara aquel ambiente de terror, acostumbrada como estaba al más tradicional que yo desarrollaba en mi negocio, pero se acercaba Halloween y habían logrado crear la expectativa deseada. -- ¡¡Demonios!!

 

Esperaba que nadie se hubiera fijado en mi grito. Aquel Arlequín tétrico me había asustado con sus palabras. Después sonreí. ¡Qué buena puesta en escena. Y en cuanto mencionó la carpa Este, la de las criaturas, mi mente ya no oyó otra cosa.

 

¿Criaturas extrañas y peligrosas? ¡Demonios desdentados! Eso me encantaba. Creía conocer todo tipo de criaturas que había en el mundo así que sería interesante ver si identificaba alguna de las que tenían. Esperaba que sí porque si no era así seguro que pedía cita con el Director para hacerme con las piezas más interesantes para mi propio Circo.

 

Así que, casi flotando sobre las puntas de mis pies, como si fuera una niña que espera un dulce tras la puerta, me encaminé a esa carpa del Este a contemplar animalitos. ¡Amaba las criaturas de todo tipo!

[Thomas E. Gryffindor]

<<"Cirque Du Freak"... ¿Habrá sido el mejor lugar para...? ¿Una cita?>> reflexionaba Elros mientras terminaba de acomodar sus rebeldes cabellos rizados frente al espejo de su recámara en la mansión Gryffindor, tratando de que éstos quedasen lo más decentes posibles; cosa que no sucedió claramente. Ya el manto de la noche había cubierto el cielo de Gran Bretaña, y la hora acordada con Athena se aproximaba cada vez más a su clímax; por lo que el apuesto veinteañero apuró sus pasos desde el tercer nivel de la residencia, hasta que su figura bien arreglada se plasmó en el vestíbulo de la cálida morada de sus padres. -Rhaenya... Avisa a mis pa... tíos, que no me quedaré a cenar. Estaré con una "amiga" paseando por Hogwarts. De todas maneras... diles que llegaré tarde ¿Vale?- le dijo con un poco de rapidez a la elfina de Elvis, tanto así que la sirvienta no logró escuchar ni la mitad de las cosas que el chico le transmitió como una metralleta antes de cruzar el umbral hacia los jardines delanteros; no olvidando anudar la capa de viaje que combinaba a la perfección con su elegante traje bruno entallado a la medida. Fue así que el fenixiano apareció en los terrenos más alejados de la institución de pregrado, con el propósito de tomar la suficiente cantidad de aire que le permitiese no demostrar sus nervios a la griega, dirigiendo su brújula mental a lo que se vislumbraba que era una enorme carpa de circo compuesta por varias subdivisiones que deberían ser las múltiples atracciones que el novedoso panorama brindaría a los curiosos que quisieran sumergirse en el mundo real de los temidos, y también aborrecidos fenómenos. -Permiso... ¡Hey! Cuidado... No empuje. Señora, con permiso. No debería haber venido con niños, caballero- expresaba Thomas mientras intentaba cruzar la primera barrera que le daría acceso al sitio donde tendrían que estar las boleterías; pero su centro de atención cambió radicalmente al contemplar de lejos la cabellera rubia de la Rouvás a un costado de lo que simulaba ser un montón de latas unidas con un fin comercial.

-¡Hey! Hola... Athena. Pe... perdona mi retraso, es que... mis padres... sí, mis padres. Tú los conoces, bien ¿No es así? Ehhh... Me hicieron limpiar... ¿el césped? Sí, todo el pasto... Ni te imaginas el dolor de espalda que hoy tengo por su culpa, eh- saludó el animago, aproximándose lentamente hacia su acompañante con tal de depositar un tímido beso en su mejilla izquierda; pudiendo percibir el dulzor de su perfume desde su cuello. -Veo que ya has comprado tu boleto... ¿1 sickle con 25 knuts? ¿Verdad? Espérame... vuelvo enseguida- manifestó algo atolondrado; llevando su transitar hacia una fila que esperaba ser atendida. Gracias a Morgana, la cola avanzó sin demora; lo que conllevó a que Thomas prontamente estuviese delante de la boletería. -¡Uno, por favor!- solicitó tras dejar el dinero, un galeón, en la rendija; obteniendo solamente un ticket que rezaba: "No defecarás en cinco días". -¡Qué demonios! ¡Hey! Dame mi cambio...¡Hey!- exclamaba con insistencia el pelirrojo; metiendo su mano en el espacio por donde se efectuaba la transacción. Pero, en vez de recibir su anhelado vuelto, un mordisco le hizo quitar su diestra de la abertura con prisa. -¡Malnacido!- gruñó sobándose la herida mientras retornaba con la auror. -Algo me mordió, Athe. Una cosa o criatura... qué sé yo. Me duele- sollozaba como un niño de kindergarten, sacudiendo su mano en el aire frente a la risueña muchacha.

Editado 16 de Octubre del 2016 por Thomas E. Gryffindor

[Athena Rouvas]

Conforme avanzaban los minutos el ruido de las conversaciones comenzó a aumentar indicando que el público llegaba con más frecuencia. Para cuando terminó de percatarse de ello había casi el doble de personas que cuando llegó; incluso ahora se escuchaba una tenue música que ayudaba a ambientar el tema del circo.

 

¿Y si no viene y me está jugando una broma pesada? No, no, no. No es de esos que faltan a su palabra, no. . . Sin duda estaba un poco nerviosa. Las últimas semanas lo estaba siempre que le veía ya fuera en cosas del trabajo, reuniones de la familia que tenían en común o lugares casuales, aunque haciendo honor a la verdad lograba disimularlo un poco bien. Eso no quitaba que sintiera unos enormes deseos de morderse las uñas, o de peinar sus cabellos asiduamente hacia un costado.

 

Mejor era pensar en otra cosa. Desde donde estaba se podían ver tres entradas diferentes. Más que un circo con espectáculos comunes parecía una especie de exposición. Quizás al final hiciesen un show o algo así, tendrían que quedarse hasta entonces.

 

Volteó hacia otro costado y lo vio, Thomas venía desde la parte opuesta.

 

―Ho-hola. ―Alcanzó a saludar. Si tenían algo diferente era que Gryffindor hablaba mil cosas cuando estaba nervioso, por el contrario, ella solía cohibirse un poco. Después de un tiempo volvían a la normalidad (?). ―Eh. . ., si te sientes mal podemos esperar un rato antes de entrar, o no sé. . . ¿tomarnos un refresco en lo que se te pasa?. Iré por ellos mientras compras tu boleto, ¿vale?

 

Mientras él hacía la fila para pagar ella fue por las gaseosas, que guardó en el bolso que llevaba en un costado, luego fue para reencontrase en el mismo punto y encontrarse con la sorpresa de que Thomas venía quejándose de dolor o algo así.

 

―A ver, déjame ver eso. ―Tomó la mano lastimada entre las suyas y las elevó a la altura de la vista para observar la herida. ―Pues. . . me parece que es solo un mordisco con los dientes bien clavados. No creo que tengas problemas con ella más adelante. . . ―Se percató de lo que estaba haciendo y soltó las manos, antes de terminar como tomate de colorada. ―De-de. . . de todas maneras deberías ponerte una pequeña venda o algo ahí. ―Intentó cambiar de tema. ―Oye, ¿también te dieron una especie de ticket con mensaje? ¿Qué dice el tuyo?

[Mica Gryffindor]

Mica Gryffindor

Supe que aquel circo visitaría la ciudad y no lo dudé. Enseguida envié un mensaje a Gerard. Estaba esperando ocasión para volver a vernos, pero como ambos estábamos con complicaciones acerca de dónde vivir tuve que postergarlo hasta esperar el momento. No habíamos logrado vernos por más tiempo del que podía soportar, volviéndose casi una situación desesperante. Poco a poco empezaba a sentir la idea de que volvería a perderlo y eso me atormentaba.

Mis palabras fueron breves. Solo especificaba el lugar del encuentro, el horario deseado y el punto en de referencia que ambos tomaríamos, apenas traspasando la boletería de lo que esperaba fuese un sitio divertido.

Estaba algo nerviosa pues aún no me había visto desde el momento en que pude llevar a cabo mis cambios. Cuando nos separamos por última vez, apenas le había contado mis deseos de aprender Metamorfomagia para poder recuperar mi apariencia “de siempre”… y ese “de siempre” significaba un tiempo anterior al de conocerlo.

¿Qué pasaría si volvía a querer alejarse?

Frente al espejo no podía dejar de hacerme esa pregunta, sintiendo mi respiración interrumpirse y mis verdes ojos cargarse de lágrimas que me esforzaba en contener para no arruinar mi escaso maquillaje. Había dejado mi castaño cabello suelto tras alisarlo un poco con improvisados hechizos. Pecas poblaban mi rostro, volviéndose más densas en la zona de mi nariz y perdiéndose en mi blanca tez.

Vestía una falda color rojo y una blusa blanca. Calzaba zapatillas blancas y sin tacón. No quería detenerme demasiado en mi atuendo, desbordada por la ansiedad; así que partí de la habitación en que mi prima Arabella me daba cobijo, con rumbo a los terrenos de la academia.

Llegué al tenebroso circo algo sorprendida, a veces es necesario leer las letras pequeñas en los anuncios o prestar atención a los comentarios de la gente… no obstante lo volvería divertido para él, como fuere. Caminé hasta la boletería y retiré mi entrada, leyendo algo sorprendida la frase que me auguraba: “Él ya no te querrá”. Mordí mi labio inferior, intentando no prestar atención al mensaje y al repentino miedo.

[Thomas E. Gryffindor]

-E... espera ¡Auch! No seas tan bruta, Athena- bufó el Gryffindor cuando la joven auror cogió su mano lastimada entre las suyas para corroborar la magnitud de la lesión; asegurándole que solamente se trataba de una mordida bien dada, como ésas que propinan los perros bravos de barrios muggles peligrosos. -¿Y si tiene Rabia?- exclamó el muchacho, abriendo los ojos como platos mientras escuchaba la propuesta de la Rouvás acerca de que se pusiera una venda para no contaminar la zona expuesta de la herida. -Como si no tuviésemos magia... ¡Morphos!- pronunció luego de apuntar con su varita hacia una piedra que estaba a sus pies, transformándola en un bezoar; el cual recogió de inmediato con el afán de lanzárselo a la boca en el caso de que aquella "cosa" que lo mordió, fuese portadora de dicha enfermedad que lo podría hacer expulsar baba como caracol hipersecretor. También, un colgante con forma de topacio amarillo empezó a desplegar una luz que activó el "Amuleto de la Curación" del Libro Uzza de la Fortaleza, sanando las sangrantes marcas de los dientes clavados en la piel de la mano diestra del apuesto fenixiano. -Listo, Athe... No fue tan difícil ¿O no?- comentó sonriendo, al mismo tiempo que le enseñaba la inexistencia de la lesión que, segundos antes, le hizo sollozar como un nene de cuna. -¿Un ticket? ¡Claro! El boleto para entrar al circo... y sí... también traía un mensaje que decía: "No defecarás en cinco días"... No te rías, eh. Yo no lo encuentro muy gracioso que digamos... Y el tuyo, ¿qué decía?- le preguntó a su amiga; recordando que ésta había ido a comprar un par de refrescos antes de adentrarse en la carpa principal del show de los fenómenos; anhelando que la griega se hubiese acordado que su jugo preferido es el zumo de naranja. <<Es feo en realidad... tan descuidado que está. No sé cómo papá autorizó que el "Cirque Du Freak" se instalara en estas condiciones>> pensaba el chico.

Mientras esperaba la respuesta de Athena, obviamente para mofarse del mensaje que le habían entregado; la mirada de Thomas no se detenía en ningún segundo por dos motivos. Primero para no centrar su concentración en los ojos de color azul oscuro bastante intenso de su acompañante (los mismos que le intimidaban de sobremanera); y segundo porque su cuota infantil de niño mimado no dejaba de admirarse con tanto dulce que vendían ahí en el patio. -Me gustaría comprar algo de comer también... ¿Palomitas de maíz, manzanas confitadas, algodón de azúcar? ¿Qué es lo que más te gusta, Athe? Por mí... ehh, creo que iré por una cajita de grageas multisabores y unos churros rellenos con manjar y bañados en chocolate amargo- platicó con un brillo especial en sus perlas esmeraldas, justo cuando se oyó la exclamación "Demonios" desde la zona más próxima a la primera tienda. <<¿Sagitas?>> se preguntó para sus adentros, no pudiendo controlar que una risita chancera brotase en él ante el susto de la Potter Blue.

Editado 17 de Octubre del 2016 por Thomas E. Gryffindor

[Sophie Elizabeth Granger]

A veces le entraba la nostalgia y volvía a los terrenos del colegio, sobre todo desde que su humanidad se había encendido de nuevo eh intentaba regresar a sus viejos hábitos, la academia había sido un lugar especial para ella y la fuente de muchos recuerdos que se esforzaba por recuperar. De repente se topo una carpa de circo aunque no demasiado colorida como solían ser en estos espectáculos, no es que ella quisiera que lo fuese así, no era del tipo alegre. Se encogió de hombros y le hizo caso a su curiosidad innata, ademas parecía que todo mundo se dirigía hacia allá así que quien era ella para llevarle la contraria al mundo. Apenas se acerco a la desvencijada taquilla y pudo sentir la energía oscura que emanaba del lugar, para afirmar su presentimiento un boleto salia de la nada dándole acceso al lugar.

 

-jamas van a creer en ti- decía su boleto a lo que la bruja se rió - dime algo que no sepa taquilla

 

Se guardo el boleto y se encamino a donde un arlequín les daba la bienvenida y les indicaba lo que había en las carpas. Humanos fenómenos, no le causaban ningún interés mas bien le eran indiferentes pero las criaturas eran otro cantar, se dio la vuelta para ir a verlas cuando una figura conocida llamo su atención

 

- eh, Agatha que haces acá sola, no quieres pasar conmigo, voy a ver que tal están las criaturas y ha asegurarme que no tengan a uno de los míos ahi exhibido - dijo acercándose a ella. Desde que ambas habían salido del club de toby no había hablado mucho con ella y ademas tenia un extraño sentimiento hacia ella, como si sintiese que algo había cambiado en la bruja.

[Mica Gryffindor]

Mica Gryffindor con @

Abrí mucho los ojos al escuchar a Sofía nombrarme. Enseguida me acerqué y la tomé del brazo, sin poder decir nada en absoluto. ¿Acaso era tan fuerte la presencia de aquella demonio dentro de mí como para que Sofía continuase viéndola y no notara todos mis cambios físicos y demás?

-Muffiato- murmuré, asegurándome de que nadie más pudiese oír nuestra conversación. Sentía que mi corazón se aceleraba a un ritmo alarmante, como temiendo ser descubierta ante todos- Sofía ya no soy Agatha ¿no me ves?- susurré dando apenas un paso atrás y girando sobre mi eje para que me observara- Soy Mica, logré recuperar mi apariencia también- no sabía cómo terminar de explicarle a la bruja todo lo transcurrido últimamente.

Intenté sonreír para dejar atrás el repentino nerviosismo. Sabía que ella pronto reaccionaría y podría guardar en secreto mi identidad pasada para aquellos que no habían conocido mi coexistencia con Agatha. Solo quería vivir sin dar tantas explicaciones, era todo.

-Luego te buscaré, pero ahora estoy esperando a alguien, te lo presentaré- agregué sonriendo y dejando que la bruja siguiese su camino. Quería estar atenta por si Gerard llegaba y no lo veía, pues él no lograría saber que se trataba de mí.

[Loli Lovegood]

Se dirigía camino a torre de Ravenclaw con el resto de sus compañeras, pero había olvidado su capa en la biblioteca, así se despidió y corrió todo el camino de vuelta. Camino, que no logró completar, ya que algo llamo su atención pudo ver cómo casi de la nada un Circo? Se armaba en en terrenos del castillo. Observo por una ventana del pasillo de piedra, que hacía las veces de puente hacia dichos terrenos, como la gente se aglomeraba en lo que parecía una taquilla de venta de entradas muy maltrecha.

 

Volvió a la biblioteca casi al punto de cierre y al llegar la señora que se encuentra cuidando del lugar la estaba esperando con su capa en mano y una sonrisa.

 

-Lo siento, me pierdo cada vez que leo algo interesante.- explicó Loli

-Lo sé Cassandra-respondió amablemente y extendió su mano para darme mi capa.

Loli hizo una mueca de desagrado al escuchar su nombre de pila, pues quería que la llamen Loli.

 

Se la colocó al instante, y volvió por el mismo camino. Se detuvo nuevamente en la misma ventana y esta vez decidió ir, había algo en ese lugar que le daba muy mala espina. Siguió su intuición y de interno en el lugar.

 

La oscuridad de la noche se hacía presente, y tan solo el brillo de la Luna servía de luz en aquella extraña noche.

 

Se acercó a la taquilla que había fila, pero iba rápido, todos murmuraban sobre el mensaje que daba la entrada. No había visto a nadie conocido, pero a su vez ella no era una persona muy dada socialmente en el mundo mágico, salvo por su nueva familia y sus compañeros de clase raramente hablaba con nadie.

 

Poco antes que llegara su turno, observó como un joven era mordido por algo por volver a meter la mano en la taquilla. Y le causó aún más mala espina, pero ya estaba ahí y no era de las que abandonaba. Puso el dinero en la taquilla y un ticket salió de ella con la legends

"tus intensiones no son buenas," no dijo nada simplemente se acercó a donde estaba el creepy arlequín, ¿criaturas nunca vistas? Eso llamo su atención si algún día quería formar parte del departamento de Cuidado de criaturas mágicas cuando egresará de Hogwarts. Pensó que sería una gran oportunidad para aprender, pero no sin observar absolutamente todo.

Siguió su camino a la carpa Este, ya que los muggle raros no le hacían mucho ruido, había ido a varios circos de chica.

 

Prefirió explorar aquellos animales extraños...