Bratvá (MM B: 109195)

[Juliette Macnair]

Vanidosa como siempre cepillaba lentamente las hebras castañas de mi cabello frente al espejo, cuando una veloz lechuza entró por mi ventana depositandose en el tocador, enseguida noté la nota amarrada en su pata derecha, por lo que acariciando un poco sus alas quite con cuidado la cinta y agarré entre mis dedos aquel mensaje.

"Te espero en Bratvá, Leandro Malfoy.
PD. La nota es un traslador, una vez que la sueltas se activa, vuelve a tocarla y estarás conmigo."

Suavemente alce mis cejas curiosa, por lo que al soltarla tuve mucho cuidado con que ninguna criatura la tocase o yo misma por algún error, debía arreglarme ya que en mucho tiempo estaría frente a frente en una conversación arreglada con un Malfoy. Abriendo el armario pensé por varios minutos el atuendo que elegiría para la ocasión, no quería nada extravagante o muy elegante, pero tampoco quería que me tacharan por una sangre sucia por mi simple forma de vestir. Por lo tanto me puse un vestido negro holgado y de tirantes delgados y muy delicados, y para cubrirme del frío un chaleco vino tinto del mismo largo que mi vestido, para darle un porte más elegante al atuendo lo combine con unos básicos pero finos tacones a tono con el atuendo.

Me miré por última vez en el largo espejo de mi habitación, arreglé las ondas castañas cayendo con suavidad por mi espalda y marqué la forma de mis labios con un gloss color fresa, un poco de perfume y estaba lista. Agarré mis cosas y toque la nota desapareciendo enseguida y apareciendo rápidamente en un lugar espacioso y vacío, él único individuo ajeno a mi acompañante era un joven pendiente de la barra. Enseguida alce una cena curiosa, quite mi chaleco y lo dejé sobre uno de los sofás junto al bolso que andaba trayendo, lentamente comencé a caminar en dirección al castaño de frente a los amplios ventanales.

— Señor Malfoy ¿solicitaba mi encantadora presencia?


@@Leandro Malfoy

[Leandro Malfoy]

La espera no se hizo tan larga Cómo de costumbre y eso hizo que el Malfoy se sintiera casi importante para aquella joven.

 

Cuando Juli apareció, Leandro miraba por las grandes ventanas y no se dio cuenta hasta que escuchó su voz delicada y segura de sí. Sin duda era el tipo de mujer que atraía mucho su atención.

 

-Buenas noches, veo que no le he tomado por sorpresa, pensé que se demoraría más- respondió el Lycan antes de inclinarse un poco para besar laa mejillas de la chica con respeto en modo de saludo- ¿gusta sentarse? O prefiere mirar a mi lado el barullo de afuera...

 

Sobre la mesa había una botella de vodka y dos vasos además de las cartas con el menú que había para morfar.

 

Leandro miraba a la mujer a su lado con completo respeto pero en su mente ya andaba pensando cómo invitarla a una segunda cita -¿Sería muy odado si le dijera que se ve hermosa esta noche?- dijo mirandola a los ojos con su voz grave que lo caracterizaba.

[Darian Mcnair]

A pesar de haber puesto mala cara ante mi risa ella se quedo y siguió examinando la carta de bebidas y tragos que teníamos para ofrecer, me sentía orgulloso de haberla confeccionado yo mismo y yo mismo saber preparar cada uno de aquellos tragos tan extravagantes. La joven me comento que con la bebida que le estaba preparando era mas que suficiente, no sabia porque no tomaba alcohol, sin duda se estaba perdiendo de unos de los placeres de la vida, pero bueno, cada quien hace lo que quiere con su vida... y con su hígado.

 

 

La joven me pregunta si yo o alguno de los dueños había echo el reto de Nikolay, sonreí ante sus palabras, pero antes de contestar deje preparada una jarra de la bebida de la joven y me prepare algo de mi gusto y di vuelta a la barra para sentarme al lado de ella en la barra y seguir con el tema....

 

 

- ​Vera, Nikolay es una persona a la cual conocí en uno de mis viajes y digamos que por un azar del destino le salve la vida y este enorme ruso me lo agradeció con alcohol y historias de su pasado... en un determinado punto me dijo si estaba preparado para aceptar su reto. Yo pensé que quería jugar alguna especie de batalla de pulso o algo así, pero no... al estar en su bar preparo todo y "El tiro del soldado" estaba listo para iniciar. Habia mucha gente y no podía quedar como un cobarde, así que decidí tomar el riesgo e intentar lo. Debo decir que no fue nada fácil y digamos que el ruso no golpeaba de manera "suave" jajaja.. lo ultimo que recuerdo fue haberlo logrado y que todos me felicitaban, pero después seguimos bebiendo y no recuerdo mas -

 

 

Le conté la historia y mientras lo hacia me tocaba la cabeza recordando los golpes que daba el ruso me daba mientras hacia el reto, pero feliz de haberlo superado - No, no se si mi prima y su esposo lo hicieron... creo que no - le respondí a su anterior pregunta, tome la jarra de detrás de la barra y la puse entre nosotros para que la joven se pueda servir o lo haría yo de nuevo. Mientras la joven procesaba la historia que le acaba de contar y yo bebía de mi bebida.

 

 

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[Maida Black Yaxley]

Maida se refugió en su bebida mientras le veía colocar cerca de ella una jarra con la misma preparación que tanto estaba disfrutando. Se sirvió ella misma un poco más en cuando pudo ver el fondo de su vaso, y esperó los segundos que fueron necesarios para que Darian, abandonara su puesto detrás de la barra y se sentara en el banco al lado de ella. No lo miró, de hecho, seguía con los ojos azules clavados en el espacio vacío detrás del mostrador, como si contemplara algún eco de la presenciar del dueño/bartender.

 

Entonces, la voz del Mcnair la sacó del cuadro, sin voltear a verlo aún, alzó las cejas claramente sorprendida. ¡Así que Nikolay si existía! Y él le había salvado la vida. Ahora sí, lo miró. Dejando que su par de de zafiros le estudiaran el rostro, quizá era la iluminación del bar mezclada con la cercanía que ahora compartían, le pareció ver en su piel algo similar a unas ligeras cicatrices. De hecho, siguiendo con su paseo visual, estas, no eran muy presentes en su rostro pero conforme llegaban al cuello se hacían más notorias, claro que, con la vestimenta era imposible continuar nada. Si, definitivamente era muy creíble que él pudiera salvar a alguien.

 

Lo que continuó lejos de impresionar a la Ivashkov, francamente la decepcionó. Y la decepción le hizo rodar los ojos soltando un ligero bufido cuando oyó la tan trillada frase de macho alfa: "Habia mucha gente y no podía quedar como un cobarde". Ese tipo de frases la lograban sacar de quicio, eran tan fuera de lo que ella entendía por cobardía. ¿Qué tenía de malo declinar un reto cuyo único propósito era ridiculizarlo? O ver que tanto puede aguantar las terminaciones neurológicas de un individuo cuando ha consumido semejante cantidad de alcohol y sido víctima (aunque voluntaria) de contaminación auditiva. No, aquello era sólo la punta del iceberg de la inconsciencia masculina. Negó con la cabeza frunciendo los labios y volvió a beber la mitad del contenido de su vaso.

 

No sería ella quien lo juzgue. No verbalmente en todo caso. Ya mentalmente lo había hecho.

 

Volvió a llenar sus pulmones de aire mientras Darian bebía de su copa.

 

— No logro entender lo divertido del alcohol —dijo de pronto, faltando a su autorpromesa de no llenarse de prejuicios—, la verdad yo sólo bebe alguna que otra copa de champagne ocasional, por Navidad o cosas de ese tipo, pero aún así, es el sorbo del brindes y se acabó. Para mi esas burbujas se me antojan un poco traicioneras.

 

Y al mencionar la última palabra, sonrió de lado recordando la última vez que una pizca de valentía se había apoderado de ella, y había terminado junto con una amiga del colegio, una botella de champagne.

 

 

— Demasiado tracioneras —explicó— la última vez que caí bajo los efectos del alcohol hice una travesura que seguramente me seguirá hasta el último de mis días.

 

Se quedó así, riendo bobamente ante un recuerdo infantil.

 

@@Darian Mcnair

[Darian Mcnair]

Se podía notar a leguas que mi historia no le causo mucha impresion a la joven, pero poco me importaba, se notaba que era una joven muy.. como lo podría decir? Reservada. Termine mi bebida y con cuidado seleccione mis palabras para no parecer grosero o maleducado mi opinión ante sus palabras, aun que me interesaba saber que le había pasado con la botella de champagne.

 

- Cada uno elige como hacer su vida señorita Ivashkov... puede que no lo entienda, pero por algo somos todos diferentes, si no seriamos todos iguales jaja - comente y bromee un poco - Ahora no puede dejarlo así, que tipo de travesura hizo? -

 

 

Íbamos a averiguar si la joven se animaba a confesar su travesura, empece a ver a Maida de otra manera, como si hubiera algo en ella que me llamara poderosamente la atención. Seguramente lo descubriría a medida que vayamos conociéndonos un poco mas, pero intuía que volvería a ver a esta joven... Mientras tanto volví a servirme un poco mas de mi bebida y estire la mano por debajo de la barra para tomar un poco de hielo y agregarlo a mi vaso. Mire a la joven y aguardando su respuesta pude notar que sus ojos eran de un azul intenso casi como los de un zafiro..

 

 

Mire para la parte de atrás de salón y note que esa parte nunca se lograba llenar, así que se me ocurrió que podríamos poner una mini escenario y hacer noches de karaoke o si había algunos músicos invitarlos a tocar y hacer algunos show como para atraer mas la atención del publico . - Ayúdame con una idea que se acaba de ocurrir, que opinas de que en la parte de atrás del salón la modifique y ponga un escenario? se me ocurre hacer noches de karaoke o de música para que la gente venga a ver y así aumentar el flujo de gente - le pedí su opinión a la joven, a ver que opinaba y me serviría escuchar la opinión de un cliente.

 

 

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[Maida Black Yaxley]

Ser diferentes, he ahí el quid del asunto. A veces Maida se sentía cómo una pieza incómoda en un rompecabezas indescifrable. Casi todos parecían tener una lista predeterminada de cosas que solían disfrutar. Como en una barra de un pub por ejemplo, muchas otras ya estarían por el segundo o tercer trago. Ahí andaba ella, disfrutando de un sencillo preparado de naranja y eso rojo que no sabía el nombre. La sensación de liberación de un yugo que no estaba complaciéndola habían logrado que entablara una conversación "normal" con Darian, algo que no sucedía muy a menudo. A lo mejor era la intuición de que fuera pariente de su madrina Alyssa lo que hacía que sintiera confianza.

 

¿Contarle sobre lo que había sucedido? Si, a lo mejor para él solo resultaría gracioso. Le miró sonriente antes de beber un ligero sorbo mientras él rellenaba su vaso de hielo. ¿Qué tomaba?

 

— ¿Qué tomas? —preguntó derrepente.

 

Se sintió intrusa y entonces su rostro optó por sonrojarse. Si, algunas cosas jamás abandonaban sus costumbres. Como para volver a relajarse, ató su cabello en una cola alta y acto seguido sacó su varita de los pliegues de su túnica, se apuntó al cuello sin ninguna parsimonia y pronto, en la blanca piel de su nuca, fue apareciendo el dibujo de un osito morado que sonreía. Giró sobre su asiento para que Darian pudiera observar —a pesar de la poca iluminación—, con claridad el tatuaje.

 

— Esto, Señor Mcnair es lo que sucede cuando Maida Ivashkov se deja llevar por el alcohol —comentó riendo mientras el tatuaje hizo lo mismo, y luego, sin que él lo viera, hizo un puchero. El tatuaje, la imitó poniéndose triste para Darian—, mi amiga lo hechizó para que imitara mis expresiones.

 

Volvió a desaparecer el dibujo morado, y confrontó una vez más a Darian. Esta vez mucho más relajada que antes, pudo ser capaz de observar y entender lo que decía con respecto a un espacio que ahora señalaba. ¿Karaoke? ¿Qué era eso? La parte del escenario la entendía, pero esa palabra la incomodaba, le daban la necesidad urgente de buscar un diccionario. Seguramente, era algo relacionado con muggles. Si hubiera tenido la costumbre, habría apostado aquello.

 

— ¿Noches de música en vivo? Si traes a alguna banda que les haga tributo a las Vibes Twins, tengo que pedirte desde ahora que me asignes un asiento en primera fila —dijo muy emocionada, esperando que él trambién conociera al dueto de música que había admirado desde pequeña—, es más, te pediría que me asignes el primer y único asiento en la zona V.I.W.

 

Bebió el último trago de su bebida anes de soltar nuevamente su cabello.

 

— Esta bien, podría compartir esa zona contigo, por ser el dueño del lugar —concedió aún en medio de su algarabía por el recuerdo musical—. Sobre el "carque", que mencionas, temo que no puedo ayudarte, no tengo la menor idea de lo que hablas.

 

Se bajó de su butaca para estirar un poco las piernas, mucho tiempo en la misma posición la comenzaban a poner nerviosa, una vez más. Continuaba viendo sin embargo, el espacio que él le había señalado. ¿Un escenario para conciertos en Diagon? Sonaba realmente interesante. Una vez quiso ir a ver a las Brujas de McBeth, una legendaria banda que se dignó a hacer un tour por el lado oriental de Europa, pero fue persuadida por su guardián para no asistir. Las multitudes resultaban peligrosas, había informado.

 

— ¿Has pensado en hacer algo así como un evento? —preguntó de pronto— Podrías hacer un concierto a beneficio, no sé, quizá el valor de las entradas podría ir a ayudar a la protección de los Snidgets, ya el consumo de la gente en el bar iría directamente a tus bolsillo. ¡Beneficio para todos! Y hablando de beneficios para todos, yo te he contado algo muy vergonzoso de mi y mi comportamiento inadecuado —apuntó con el dedo índice dando énfasis a sus palabras—, considero justo que me cuentes algo a cambio. Lo que gustes.

 

@@Darian Mcnair

[justo]

Tras los ultimos acotecimientos en el local de @@Tamarindo he vuelto a mi acogedor reservado de Bratva. He pedido al camarero una racion de caviar y he añadido unas aceitunas negras caseras que estan para devorarlas. Esta vez no hay vodka, en su lugar he conseguido una cerveza sin alcohol, Gran Reserva, de 12 años.

 

Hace unas horas estuve tambien en Flourish y Bloots, con un buen amigo, buscando un raro libro muggle sobre plantas medicinales, creo que es para su hijo menor que estudia Farmacia.

 

Mi amigo y yo nos conocemos desde el final de la Guerra. Gracias a nuestra amistad pude presentarle a nuestro comun amigo Theodore Nott. Es curioso que Theo y yo seamos el eje de una gran cantidad de relaciones del mundo magico. A veces lo comentamos y nos reimos.

[Albus Severus Black]

Bratva; aquél era mi destino aquella tarde. Iba a encontrarme con una hermosa chica que desde que le conocí en este hermoso mundo mágico me encantó pero que poco compartiamos.

 

 

Hacía poco le había invitado a salir y me sorprendió cuando acepto. Ella era una chica que poco salía a estos lugares, era una ocupada directora en el MM. Creí que lo apropiado era hacerlo en un sitio donde pudiéramos charlar tranquilamente. Este local del Callejón Diagon se veía como el sitio perfecto para reunirse con alguien más y poder contarle sobre la ciudad sin interrupciones. Además, había oído por ahí que las cosas que allí preparaban eran deliciosas.

 

 

Era un día bastante lluvioso, por lo que fui vestido acorde al día. Puse un pie dentro del lugar y me detuve a buscar una mesa para dos. Me senté allí, cerca de una de las ventanas que daban hacia la calle, en el primer piso mirando hacia la puerta para ver cuando mi acompañante llegara al local.

 

 

Coloque los lentes de sol sobre la mesa, los había llevado porque jamás me podían faltar solo que como era lluvioso no me hicieron falta y apoyé los codos sobre la mesa, sosteniendo mi cabeza entre las manos. Mire a uno de los que allí trabajaban y le hice señas para que me atendiera. Al venir le pedí una buena taza de café mientras esperaba

 

 

-Espero que no tarde demasiado...- dije en un susurro para mí mismo, mientras me dedicaba a contemplar a los transeúntes que en aquél momento caminaban por las calles de adoquín del exterior.

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[Sapphira Black Lestrange]

Era un día lluvioso y había sido invitada por una persona que hacía tiempo que lo conocía y que me llevaba muy bien con el aunque había tenido pocas oportunidades de tener alguna salida como esta y es que el trabajo en el ministerio le absorbía gran parte del tiempo y después no solía salir mucho.

A pesar del mal tiempo que les había tocado , no se podía negar que a pesar del día gris no se podía negar de la belleza y elegancia que poseía la vampira , llevaba un hermoso vestido rojo suelto que estaba oculto bajo un tapado para no mojarse.

Esperaba no llegar tarde y dejar esperando mucho tiempo a Albus y no me costó mucho encontrar el restaurante donde la había sentado y lo pude distinguir sentando en una mesa esperando verme llegar y se lo veía vestido casual pero elegante.

- Espero no haber demorado mucho

Dejo el tapado colgado en la silla donde ahora se podía apreciar el atuendo que llevaba puesto y esperaba pasar un lindo rato en su compañía , sentándome en la silla mientras esperábamos ser atendidos

@@Albus Severus Black

[Albus Severus Black]

Trajeron mi bebida, agradecí al mesonero y apenas se fue le di una probada a aquello. siempre me hacia muy bien una buena taza de café, más con este clima..

 

Mientras disfrutaba aquello vi que @ entró al lugar. Iba hermosamente vestida.. Yo ya sabía del estilo que tenía la chica para vestirse. Siempre en público estaba impecable y con diseños increíbles, aparte que la mujer en verdad era bonita.

 

Al verla sonreí teniendo la taxa en mis manos. Cuando se acercó me levanté para acercarme y darle la bienvenida. Un gran abrazo le di y luego un beso en su mejilla – hola como estas linda, tiempo sin saberte.-

 

-Amelie en verdad estas hermosa..- le dije teniéndola en mis brazos. Hale una silla para que ella se sentara y luego me senté yo. –Pensé que me dejarías aquí- dije sonriendo.

Editado 15 de Abril del 2017 por Albus Severus Black