Jump to content

Prueba de Oclumancia #5


Aailyah Sauda
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Tal como le había dicho a Karkarov y Black Lestrange, Aailyah estaba esperando al mago y la bruja en la orilla del lago, al otro lado de la Gran Pirámide dónde, al atardecer, comenzaría su prueba. La Arcana sabía que Bastian estaba preparado desde antes de consultarte si haría la prueba o no, ella lo había visto mientras lo seguía en su aprendizaje, así que lo que aconteciera en la Isla no iba a suponer gran dificultad para él. Sin embargo, probablemente lo que sucediera dentro del portal iba a marcar un antes y un después en su vida. Por otra parte, Jessie era la primera vez que debía atravesar una prueba para conseguir una habilidad, así que Aailyah estaría pendiente de su avance.

 

<<Bienvenidos>> los saludó mentalmente antes de que siquiera hubieran alcanzado su posición. Estaba familiarizada con las ondas de pensamientos de ambos pupilos, así como con cada uno de los alumnos que habían tocado su mente. Una vez que ellos estuvieron a la altura de la Arcana, ésta se giró y les mostró el rostro juvenil que solía tener para todo el mundo y no las arrugas de los años que llevaba encima.

 

-Han llegado a tiempo- dijo, antes de señalarle el lago-. Ya has estado aquí otras veces, Bastian, así que no supondrá gran desafío para tí llegar hasta la Gran Pirámide- hizo una breve pausa-. Jessie, por otro lado, tengo entendido que esta es la primera habilidad que deseas adquirir, así que seguiré tu avance por si me necesitas. Los esperaré dentro de la sala de los portales, pero si me necesitaren antes, acudiré a ustedes. Recuerden que no terminar la prueba equivale a no volver a hacerla nunca más y, con esto dicho,me retiraré. Simplemente siguan el camino hacia la isla, superen los obstáculos y nos veremos dentro de poco- y luego, hizo un ademán con su varita, abrió un portal y desapareció por él, dejando a ambos sólo con la compañía del otro.

 

Su voz se alzó dentro de la mente de Jessie, entonces, quien era la que necesitaba un poco de guía antes de comenzar.

 

<<Primero, deberás cruzar el lago y llegar a la isla de la Gran Pirámide. En la isla te esperarán tres obstáculos que deberás superar uno a uno antes de llegar a la Pirámide. Luego, cuando entres a la misma, darás con una sala circular donde hallarás una estrella de siete puntas y los siete portales de las habilidades. Yo te diré qué hacer una vez llegues a mi>> finalizó. Ya le había dicho que si no hacía la prueba, no podría volver a presentarse a la habilidad nunca más, así que no vio necesario repetirlo.

 

La primera prueba que debía superar consistía en atravesar el lago. Había varios botes anclados a la orilla, así que podían tomar uno de ellos. Sólo debían deshacerse de las criaturas marinas como los Plimpys y los Gryndilows que intentarían tirarlos de su bote directo al lago. Para continuar, tendrían que atravesar el bosque, el cual estaría plagado por una neblina casi imperceptible que confundiría su mente y sólo haciendo uso de la Oclumancia podrían disiparla. La neblina intentaría hacerles olvidar para qué estaba allí.

 

La tercera prueba consistiría en atravesar el laberinto de enormes setos, donde un boggart saldría para enfrentárseles y ambos pupilos tendrían que vencer sus propios miedos. Controlar su mente y sus pensamientos los ayudaría a superar sin problemas la prueba. Y, por último, en la entrada de la Pirámide, la visión de un ser querido los atormentaría, poniendo en duda todo sobre sí mismos. De nuevo, tendrían que utilizar sus escudos para echar a Sauda de su mente, que sería quien estaría controlando aquello y, para eso, iban a tener que hallarla. Esta vez, se escondería más que bien.

 

Luego, vendría la Gran Pirámide.

ug3n3nQ.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Ese lugar era totalmente nuevo para Jessie, se sorprendía de la forma de aquel lugar, la sensación de inquietud en su corazón, como si realmente no debiera de estar en aquel lugar aunque su profesora de Oclumancia le decía que era lo que debía hacer. Observó el lugar y vio a Saka, así como al Warlok que había ido a su departamento un par de semanas atrás. Rodo los ojos ya que aquel hombre aun no le agradaba en realidad.

 

Escucho las palabras de Saka con atención asintiendo a sus palabras agradecida. Cerró sus ojos al escuchar la voz de Saka en su interior, sonrió agradecida de que ella estuviera a su lado ya que sabía que la necesitaría. Escucho con atención con sus palabras, tomando nota a las indicaciones para no perder detalle alguno.

 

Asintió un tanto nerviosa, ya que enfrentarse a su pasado era lo que más temía. Volteo a ver a Bastían sin saber si este iría con ella o no, suspiro y comenzó a caminar en dirección del lago. Tomó el primer bote que encontró de dos plazas, volteo una ultima vez volteando a ver a Bastián, debía de tragarse su orgullo y ver que era lo mejor para los dos.

 

-​¿Vienes? Aquí no somos un Warlok y una inquisidora, se que en el pasado hemos tenido discusiones y estas han sido bastante tontas pero creo que deberíamos de dejar eso de lado, a menos de momento para poder superar esta prueba, al menos la primera etapa podemos hacerla juntos ¿qué dices?

 

Se encogió de hombros mientras subía en el bote esperando a ver que decisión tomaba su compañero y una vez que este la tomó iniciaron el viaje a través del lago. Al principio fue tranquilo, más Jessie no se confio, sabía que los Grindilows eran las criaturas más engañosas con las que podía encontrarse en aquel lago, a menos que un plimpi estuviera estuviera atado de manos y chocara contra su bote. Observo todo a su alrededor con la varita en alto a la espera del ataque de alguna de aquellas criaturas. No tuvo que esperar mucho.

 

Un demonio de agua color verde se acerco a la pequeña embarcación con sus fieros ojos fijos en el barco. Jessie levantó la varita y volteo a ver a Bastían, esperando que este también hubiera visto al pequeño demonio, respiró hondamente tranquilizándose mientras notaba como los delgados dedos del demonio se apoderaban de uno de los costados de la embarcación; apuntó con firmeza su varita a esos dedos largos mientras murmuraba Diffindo viendo como el rayo impactaba de lleno en los dedos de la criatura.

 

Sonrió orgullosa cuando el demonio soltó la embarcación mas no podía confiarse, podría ir por sus amigos. Poco a poco veía la orilla del lago, sonrió un tanto aliviada cuando finalmente toco la orilla pudiendo bajar de la barca viendo el bosque que se abría delante de ella. Tal vez debía de atravesarlo pero no quería hacerlo sola. Una vez más volteo a ver a Bastián sin estar del todo segura si podía confiar o no en él pero debía de hacerlo, al menos en aquella parte de la prueba.

 

Comenzó a caminar con la varita en alto mientras murmuraba un Lumus ya que una neblina ligera poco a poco comenzaba a rodearlos. Pensamientos extraños comenzaron a venir a su mente, se preguntaba el porque estaba en aquel lugar mas cerró su mente pensando en su familia, en sus amigos, en aquellos que la hacían feliz siguiendo su camino sin escuchar aquellas voces que le insinuaban dudas sobre el porque estaba en aquel extraño bosque.

 

Los árboles comenzaron a estar cada vez más separados el uno del otro hasta que topo con una especie de entrada en medio de dos altos setos. Entrecerró los ojos buscando con la mirada a Bastian, soltó el aire lentamente y apagando su varita mágica la coloco sobre la palma de su mano izquierda mientras susurraba Orientame viendo como la varita giraba un poco hacía la izquierda.

 

-¿Es lo que creo que es? Saka dijo que tu ya habías estado aquí- comentó atravesando el umbral aun con la varita en la palma de su mano - izquierda como dice mi varita que es el norte o derecha- preguntó al llegar a una bifurcación a solo un par de metros del lugar por donde habían entrado.

ojrlZad.png


http://i1008.photobucket.com/albums/af203/kath603/hufflepuff.gif http://i.imgur.com/5Sd2r7R.gif http://i45.tinypic.com/wuo67r.jpg


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Su mente se encontraba totalmente hermética y nadie, excepto quizás Sauda, podía acceder a los recuerdos que dentro se escondían. Eran secretos de toda su vida, pequeños actos -otros tantos grandes- que definían en lo que se había convertido y que podían poner en peligro a muchas personas a las que él apreciaba.

 

Mientras esperaba que la hora de la prueba llegara practicó mucho. En principio era imposible crear muros mientras su forma predominante era la de un tigre gracias a su animagia. Pero con el paso de las horas, con cada esfuerzo realizado logró que el poder de la oclumancia se hiciera presente inclusive en esas circunstancias.

 

Sintió la presencia de la Arcana en su cabeza. Más no fue una invasión, fue algo sutil, una simple verificación de que se estaba acercando. Luego de sentir a Sauda en su cabeza caminó unos cuantos minutos más.

 

—Aunque conozco el lugar, en cada ocasión se presenta una nueva aventura.

 

Se quedó en silencio por un momento, pensando en todo lo que probablemente sería puesto como obstáculo a partir de ese momento.

 

»No confío en ti, haré las cosas a mi modo y cuando así me apetezca —contestó ante las palabras de Jessie.

 

Bastian era una persona terca, una persona a la que le costaba un poco cambiar la primera opinión que se hacía de una persona. No desconfiaba de Jessie porque estaba trabaja en un departamento lleno de rumores. Después de todo, eran solamente rumores. Se desconfianza real surgía en lo que él veía como incompetencia, en actuar de formas poco acordes a ciertas situaciones.

 

Se acercó a la orilla del lago, tomó un bote en donde solamente cabía él. Mientras remaba, con la varita flotando en su delante; de forma sutil acudió al poder que la naturaleza le brindaba para avanzar sin mucho esfuerzo sobre el agua. A mitad de camino encontró las amenazas que él sabía que llegarían, nunca nada era fácil cuando se trataba de luchar contra los juegos de un arcano.

 

Pensó en el poder que el Obsistens le proporcionaba de tal forma que un cerco de luz que irradiaba magia lo rodeo. Emitía un brillo que reflejaba su propio fuego interior. Rojos, naranjas y amarillos era como estar rodeado por un arco de fuego. Pero era solamente energía. Desintegró a varios plimpys y los gryndilows.

 

Sus ojos comenzaron a ver borroso. No se trataba de nada fisiológico o se habría dado cuanta antes de que sucediera. Se bajó de la pequeña embarcación y bufó por lo bajo ¿Acaso su postura no quedó clara desde el principio? Al parecer no, un problema más que resolver.

 

»Ve hacia donde quieras, me da igual. Seguiré mi propio camino —inquirió ya con clara molestia. ¿Era suficiente par apartarla?

 

Pero le consta concentrarse. Sintió que sus recuerdos se desvanecían, que poco a poco algunas imágenes en su cabeza se volvían borrosas y los rostros desaparecían. Sacudió la cabeza. No se sentía bien, estaba comenzando a marearse. Se centró ¿En donde exactamente se encontraba? Encontró una coincidencia, se sentía igual que la primera incursión de Sauda en su cabeza; pero de una forma mucho más agresiva. Entonces lo recordó y reconstruyó los muros fragmentados. Protegió su mente levantando muros uno detrás del otro. Todo se volvió claro y se dio cuenta que el bosque le quedaba ya a la espalda. Pasaron varios minutos, quizá incluso más de una hora, pero su estado de confusión le impidió percibir correctamente el tiempo.

 

 

 

 

NHCeJlw.png

T7Qipl9.gif
O1KlJf5.png
f5DcgjA.gifXuR0HEb.gifGPQsszk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Ambos alumnos, Jessie y Bastian, se habían encontrado en la orilla del lago e intercambiado algunas palabras antes de comenzar a cruzar hacia la isla. Sauda sabía que aunque las pruebas que les proponía eran sencillas, todos las tomarían de forma distinta. Quizá alguno podría reaccionar terriblemente mal al enfrentarse a una prueba, pero para eso estaba ella: su intención no era realmente sacarles las ganas de progresar que tenían, sino imponerles una dificultad acorde a su nivel de aprendizaje. Ella siempre estaba dispuesta a intervenir para guiarlos un poquito, al menos en el caso de la inexperta Jessie.

 

Mientras permanecía esperando pacientemente en la sala circular de la Gran Pirámide, Sauda se concentraba en cada uno de sus pupilos de forma individual. Bastian tenía una enorme fortaleza tanto física como mental y Jessie, a pesar de haber demostrado que era muy capaz, aún le falta mucho para alcanzar al Warlock, pero eso no la hacía una peor candidata para tomar la prueba final. Lo único que Sauda esperaba, era que la jovencita no se hubiera arrepentido o lo hiciera mientras estaba en la isla, tenía mucha fe en ella.

 

La Arcana envió ondas hacia sus pupilos para instarlos a seguir avanzando, pues parecía que se habían quedado algo trabados al comienzo del viaje.

 

<<Ustedes pueden>> los alentó.

ug3n3nQ.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

"Pensé que nunca vendrías ¿Realmente quieres acompañarme hasta la entrada del Portal?"

 

"Solo vine a decirte que ya nació. Aparentemente tiene buena salud"

 

Lo notó y eso le alegró. Entrenarse en Oclumancia no solamente le permitía ocultar sus pensamientos y proteger sus más oscuros secretos; también le ayudó a llevar la conexión con la mitad animal de su Aiùa. Era finalmente una conexión completa. Antes necesitaba pensar en abrir y cerrar caminos de comunicación con Harimau. Ya no. Era algo natural, simplemente se abría cuando hacía falta e igualmente dejaba de estar disponible cuando necesitaba estar en silencio, totalmente solo.

 

Pero, quizá, lo que en ese momento le causó más alegría fue que uno de sus experimentos había funcionado bien. Eran experimentos que realmente no ponían en peligro a las bestias con las que trabajaba. Su trabajo se centraba totalmente en los felinos en ese momento y un gran avance para los tigres blancos aparentemente estaba próximo.

 

Continuó caminando hasta que sus pasos lo llevaron al laberinto. Ese laberinto era, cuanto menos, curioso. Lo atravesó dos veces antes y siempre se mostraba con alguna variación; nunca el camino era el mismo. Lo sintió antes de verlo pues el centro del miedo de su cerebro se activó. Un boggart intentaba acceder a sus miedos. Y lo hizo por un segundo. Se vio a si mismo fallando, sin posibilidad de arreglar todo el daño que hizo. Ocultó las conexiones del miedo y en su lugar le mostró al boggart algo que hace mucho tiempo dejó de darle miedo. Se vio muerto, con heridas por todo el cuerpo y con la marca tenebrosa flotando sobre su cadáver. Sonrió, las posibilidades eran infinitas.

 

Cuando atravesó el laberinto pudo ver la pirámide en todo su esplendor. Aquel sitio le traía buenos y malos recuerdos, aquel lugar le mostró cosas de su vida que ni siquiera él conocía; le ayudó a tomar las decisiones correctas. Sintió que alguien estaba en su mente: Sauda. Vio a Benjamin con la mirada perdida, llena de enojo.

 

Y vio su odio, vio el no haberlo tenido en los momentos más duros de su vida. Estaba todo en su mente, pues a diferencia del Boggart era algo que estaba siendo introducido en su cabeza por la Arcana. Comenzó a cerrar su mente, a construir barreras mentales que poco a poco iban calmando su ansiedad

 

¿Dónde es que se encontraba Sauda? A simple vista no pudo localizar, seguramente era parte de la ilusión. Continuó trabajando, se estaba cansando ya. Cada muralla era más complicada de levantar. Pero lo logró, aún en su mente estaba la mirada de su hijo pero pudo ver la silueta de la Arcana.

 

—Maestra...

 

NHCeJlw.png

T7Qipl9.gif
O1KlJf5.png
f5DcgjA.gifXuR0HEb.gifGPQsszk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No tenía porque darle importancia a lo dicho por el Karkarov si él quería por su lado bien podría hacerlo. Ahora solo tenía que encontrar la salida a aquel laberinto. Suspiro y comenzó a caminar siguiendo las indicaciones de su varita, no quería utilizar sus poderes de los libros de hechizo pues sabía que la arcana no estaba conforme con esos hechizos y ella muchas veces tampoco por lo que podían llegar a hacer.

 

Era verdad, ella era una mortifaga y debía de disfrutar de ver sufrir a las personas a su alrededor, pero la verdad es que solo quería que todo aquel que no siguiera sus ideales, pues eso era lo que mas le molestaba. Doblo un par de veces a la izquierda, otras tantas a las derecha, siempre buscando el final del laberinto pues sabía que ahí encontraría aquello que había ido a buscar.

 

No se sentía aun experta en la oclumancia pero hasta el momento los intentos de a arcana de hacerla desistir de su camino no habían tenido gran éxito. Ademas ella nunca quería mostrar realmente de lo que era capaz porque dejaría en evidencia todo cuanto no quería.

 

Finalmente llegó a su destino, pero había algo obstruyendo su paso o mejor dicho alguien, camino un poco más observando con cuidado que era aquello a lo que se enfrentaba. Cerró los ojos un momento cuando vio el cuerpo sin vida de su hermano; aquello no podía ser real porque ella podía sentir a su hermano en la casa; abrió los ojos decidida aquello solo podía ser una ilusión. Siguió caminando hasta quedar frente a aquel ser que se hacía pasar por su hermano, sonrió de lado mientras veía una figura sin forma desvanecerse en el lugar.

 

-¿Boggart?- preguntó confundida observando el lugar por donde se fuera aquel ser.

 

Camino los metros restantes hasta que llegó a la pirámide donde Saka los esperaba. Llegó con pasos lentos hasta el centro de la pirámide donde de nueva cuenta vio a su hermano, más esta vez comenzó a cuestionarle el porque lo había estado buscando todo este tiempo, porque había perdido el tiempo con eso.

 

-Porque te quiero- pensó con fuerza desechando la imagen de su hermano de su mente - si no te hubiera buscado jamas nos hubiéramos vuelto a encontrar - sonrió enternecida cerrando su mente por completo.

 

Cerró también sus ojos, buscando a Saka dentro de su mente pues sabía que era el mejor lugar para buscarla. Comenzó a buscarla cada vez mas profundo en sus recuerdos y finalmente la encontró tratando de acceder a aquellos que Jessie quería ocultar a toda costa.

 

-Hola Saka... ¿que es lo que sigue?

ojrlZad.png


http://i1008.photobucket.com/albums/af203/kath603/hufflepuff.gif http://i.imgur.com/5Sd2r7R.gif http://i45.tinypic.com/wuo67r.jpg


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Y finalmente, las barreras que Jessie y Bastian estaban creando lograron apartar a Sauda de la mente de ambos y disolver las ilusiones que la Arcana había estado creando para atormentarlos. Cuánto habían crecido ambos que ahora, frente a la Gran Pirámide, los dos pupilos estaban listos para enfrentar la prueba final y definitiva que les daría el anillo que los vincularía con la habilidad.

 

<<Adelante>> los invitó, una vez que ambos hubieron atravesado la última prueba y entrado en la Gran Pirámide.

 

Sauda o Saka, como la llamaba Jessie, estaba parado en el centro de la estrella de siete puntas, esperando a ambos jóvenes. Ya no había creado aquella ilusión de que era más joven y guapa, como antaño. Ahora las arrugas profundas surcaban su rostro y tenía las comisuras de los labios crispadas, como cada vez que llevaba a alguien frente a aquellas puertas para que escogieran su camino. Su vestimenta típica, brillante, destacaba en aquel lugar de piedra antiguo y le confería más solemnidad de la que esperaba.

 

-Por fin han llegado- dijo, abriendo sus brazos como si esperara que ellos la estrecharan, pero luego los volvió a colocar a un lado de su cuerpo, uniendo las manos frente a ella, relajada.- Sé que han recorrido un duro camino pero ahora les toca la parte más difícil y por eso debo preguntarles de nuevo si están listos para enfrentar la prueba- hizo una leve pausa y luego continuó-. Si deciden hacer la prueba, entonces tomarán uno de estos anillos que aquí les presento, donde está grabado el símbolo de la habilidad y entrarán dentro del portal. El anillo les permitirá estar en contacto conmigo, ya que no se me permite acompañarlos y yo los estaré vigilando en todo momento. Al completar la prueba, volverán a salir a esta sala y los vincularé definitivamente con ni anillo y la habilidad que representa- miró a Jessie un momento antes de volverse hacia Bastian.- ¿Están listos?- preguntó, mientras las puertas a su alrededor comenzaban a girar antes de que una de ellas se detuviera y comenzara a salir un brillo verdoso por debajo.

ug3n3nQ.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La belleza del movimiento del portal inundó su mirada. Era su cuarta visita pero no se cansaba de observarlo. Pero el tiempo apremiaba, se encontraba a la puerta de dominar la habilidad de Oclumancia y debía centrarse. Sauda mostraba su apariencia real en ese momento, no había ni un ápice de la joven bruja que se mostró en la clase como una aprendiz más en el arte de cerrar la mente. Pero sus arrugas, su vejez, no mostraban debilidad. Todo lo contrario, cada surco en su rostro reflejaba la experiencia y el poder con el que contaba.

 

—Estoy preparado, maestra

 

Tomó el anillo del aprendiz y se lo colocó en uno de los dedos, junto a los otros tres. Todos sus anillos eran especiales, en el interior de ellos siempre se grababa una pequeña pisada de un tigre en cuanto entraba en contacto con su piel. Era parte de su esencia, era lo que él proporcionaba al anillo. El Portal se detuvo y brilló en verde. Aquella era la puerta, de entre todas, por la que Bastian debía viajar para enfrentar nuevamente a su destino.

 

 

*

 

 

Abrió los ojos confundido. El sitio le era familiar más le era imposible darle un nombre. Tenia columnas de mármol en las que se notaba el abandono y el paso del tiempo. El aire olía a humedad, a suciedad y a ratas. Estaba desprovisto de varita y de la pequeña bolsita de moke que solíia colgar de su cuello. Le dolían los dedos, alguien había intentado quitarle los anillos. ¿Pero porqué habían cuatro? Algo no cuadraba. Reconoció tres de ellos: Animagia, Nigromancia y Metamorfomagia.

 

Usó la metamorfomagia para sentir su cuerpo. Habían logrado, de alguna forma, que adoptara su apariencia real. Aquella que conocían pocas personas, el rostro que en Londres jamás había sido visto. Se encogió, se convirtió en un niño pequeño. Pero sus ataduras era mágicas y no sirvió de nada; no pudo escapar. Se convirtió en él mismo en un segundo.

 

—¿Eresssss realmente Bastian Karkarov o adoptasssssste essssse nombre para meter las naricesssss en Gran Bretaña?

 

No logró comprender totalmente lo que el mago que se encontraba en su delante trataba de decir, más si que algunas fueron comprendidas por su cerebro. En un principio pensó que se trataba de un mortífago. Se sorprendió al ver el tatuaje del mago. No era la marca tenebrosa, sino las reliquias de la muerte. Era un tatuaje que emitía un brillo tétrico. ¿Se trataba de un loco que aún creía que realmente la muerte fabricó las reliquias o de alguien aún más loco que intentaba revivir a Grindelwald? Habían rumores de un movimiento creciente, pero nunca pudo comprobarlo. Su rostro no mostraba ninguna expresión de sorpresa ni de duda.

 

—Hueles a serpiente pero no puedes hablar su idioma. Así que volveré a preguntar en palabras que entiendas ¿Eres realmente Bastian Karkarov o te inventaste ese nombre?

 

—¿Qué te hace pensar que obtendrás alguna respuesta? Podría contarte cualquier mentira y me creerías. Soy una joven dama en aprietos. Rubia, con ojos azules y unas enormes uñas

 

Conforme las palabras salían de su boca, su apariencia iba cambiando para adaptarse a la mentira.

 

—Hay mejores formas de obtener verdades. Crucio

 

La estancia se iluminó por un segundo. Un segundo en el que el Warlock pudo captar algunas cosas más que no vio antes. Las inscripciones en el suelo estaban escritas en griego antiguo, las memorizó. Aparentemente estaban bajo tierra. Su captor no ocultaba el rostro. Era caucásico, entre unos treinta y cuarenta años. Con el pelo largo y el rostro demacrado por alguna maldición.

 

Su habilidad de nacimiento, la metamorfomagia, se activó de forma automática. No era algo que él controlara a conciencia, sino algo instintivo. Por su puesto que le dolió, fue un dolor que recorrió hasta la última célula de su cuerpo. Pero su rostro cambió para no mostrar dolor, e incluso una fuerza extraña atrapó los pensamientos que producían reacciones ante el dolor. Recordó que él conocía la oclumancia.

 

—Tengo delante de mi a un posible loco que cree en el difunto Grindelwald ¿Tengo que reírme o llorar de miedo?

 

Sintió una sensación extraña en su cabeza. Su atracador estaba intentando acceder a sus recuerdos. Bloqueó totalmente su mente haciendo uso del entrenamiento de Sauda. Era una labor complicada en esa situación. Sentía perfectamente como los muros se levantaban, pero también los sentía caer. En principio todo estaba bien, pero algo seguramente se le estaba olvidando.

 

—La información que tenemos sobre ti es inexacta. No pensamos que tendríamos que lidiar con un oclumante. Por suerte se trata de un oclumante débil.

 

Y por un segundo se sintió completamente desnudo. Apenas y logró levantar nuevamente los muros en su cabeza antes de que el legeremante pudiese tocar cualquier recuerdo.

 

—No es malo ser débil cuando el legeremante te da pistas de como defenderte.

 

Aisló una parte de su concentración como solía hacerlo cuando se comunicaba con Harimau. Pero en esta ocasión esa parte aislada estaba encargada de ser la defensa de toda su mente. Se olvidó de ella y pese a eso sintió como su mente se iba volviendo inexpugnable.

 

—Iremos a por tu padre

 

—Se suicidaría antes de dejarse atrapar

 

—Tus hijos, tu esposa..

 

—No tienes ni idea de donde están. Son protegidos por el Cuartel General de Aurores.

 

Bastian comenzaba a recordar porque se encontraba en ese lugar. Eran recuerdos falsos de una realidad creada por el portal. En esa realidad alternativa los seguidores de Grindelwald habían secuestrado y asesinado a varios magos buscando la ubicación de las tres reliquias de la muerte. Recordó que se dejó capturar para efectuar el plan de acción que la Orden del Fénix había planificado.

 

—Tenemos gente infiltrada en el gobierno, tarde o temprano nos enteraremos.

 

—Buena suerte

 

Algo de lo que se dio cuenta apenas despertó fue de toda el agua que había en aquel lugar. La humedad del aire era bastante y, mientras charlaban, la fue acumulando en sus manos. Las llenó de magia para hacer explotar las cadenas que lo mantenían preso. Adoptó nuevamente su apariencia real, aquella con la que lo conocían en Londres.

 

Libre de sus ataduras, saltó y cayó sobre el hombre con forma animal. Le golpeó el rostro haciéndole una herida que no le costaría la vida pero que si lo dejó inconsciente. Le quitó la varita y varias líneas de luz salieron de ella para tomar apariencia de pequeños tigres de bengala que se perdieron en la oscuridad.

 

—Acció varita

 

Su varita mágica volvió a sus manos. Buscó en los bolsillos del tipo y encontró la la bolsita de moke. Destruyó los grabados del suelo. Escondió aquel recuerdo en lo más recóndito de su mente bajo cientos de barreras mágicas.

NHCeJlw.png

T7Qipl9.gif
O1KlJf5.png
f5DcgjA.gifXuR0HEb.gifGPQsszk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La mujer que Jessie conocía como su maestra ya no era una muchacha que ella había visto. Bajo la mirada un tanto apenada por no haberse dado cuenta que aquella muchacha carismática no era la verdadera apariencia de su maestra. Aunque ya no había nada que pudiera hacer al respecto.

 

Asintiendo a las palabras de Sauda, Jessie comenzó a caminar en dirección a una de las puertas que le llamaban la atención. Tenía un tono azulado pero antes de entrar por aquella puerta tomo el anillo que Sauda le proporcionaba. Colocandolo en su dedo anular izquierdo cerró sus ojos dejando su mente en blanco, confiando en que así too fuera mas sencillo y solo confiando en la serenidad de sus sentimientos.

 

Empujo la puerta aun con los ojos cerrados centrándose en su objetivo, camino lentamente hasta sentir que ya estaba dentro de aquella extraña habitación. Abrió los ojos lentamente observando el lugar en el que se encontraba; tenía que recordar que aquello era una prueba así que lo repitió una y otra vez para no olvidarlo aun cuando lo que veía le causaba un dolor insoportable.

 

Tenía que concentrarse, más que un deber era una necesidad. Cerrar y apartar aquel dolor que amenazaba con desbordarla para centrarse en lo que tenía que hacer. Se suponía que aquello era una prueba para su habilidad como bruja oclumantica así que sospechaba que tenía que cerrar su mente al dolor y a los recuerdos. Respirando lentamente bloqueo todo lo que la hería concentrándose solamente en aquello que la tranquilizaba.

 

Ahora entendía que no solo los recuerdos felices la ayudaban a crear barreras sino también aquellos momentos donde se sentía tranquila y en paz con ella misma. Abrió sus ojos y comenzó a caminar por la que fuera su casa en el pasado. Estaba en ruinas, tal como la recordaba en aquel fatídico día pero lo sentía como un dolor ajeno.

 

Recorría el lugar viendo todo a su alrededor sin observar realmente hasta que escucho pasos a su espalda. Volteó su rostro con brusquedad seguido de su cuerpo encarando a la persona que había llegado a su lado.

 

-Hola Jessie, te recordaba más joven

 

Sonriendo con amabilidad el hombre intento tocarla mas Jessie retrocedió un par de pasos para alejarse buscando su varita dentro de los bolsillos de su capa de viaje pero no la encontró por ningún lado. Levantó la vista observando a su interlocutor notando como este jugueteaba con su varita mágica.

 

-Eso es mío, ¿cómo...

 

-¿Cómo la conseguí? Aun eres muy descuidada

 

Movía la varita entre sus dedos sonriendo con petulancia a la joven de cabellos rojizos. Colocó su pierna izquierda un paso detrás para tener más firmeza en su postura al tiempo que observaba con detenimiento a aquel hombre que no conocía.

 

-¿Quién eres y qué demonios haces aquí?

 

-¿Quién soy? Como explicártelo - comenzó a caminar aun jugando con la varita de Jessie entre sus dedos sin perderla de vista - soy aquel que hizo de sus vidas... un infierno. Tú y tu hermano me conocen, tú y tu hermano saben el porque lo hice pero ambos quieren bloquear esos recuerdos de su memoria y ahora te empeñas en aprender algo inútil con tal de dejarlos ocultos en lo más recóndito de tu cerebro.

 

-No se quien eres

 

Dio un paso al frente sin despegar sus grises ojos el rostro ceniciento de su receptor. Algo dentro de ella comenzó a crear un recuerdo, se dio cuenta de ello y lo bloqueo en el momento. Sonrió con petulancia, cerrando de nueva cuenta los ojos al tiempo que su mano izquierda se cerraba con firmeza al rededor de su varita mágica.

 

-Eres algo creado por esta sala, yo no te conozco y no me vas a confundir, no lograras que le tome rencor a alguien que no conozco y que probablemente no exista. Sal de mi mente.

 

Al abrir los ojos de nueva cuenta aquel hombre había desaparecido. Sonrió aliviada al darse cuenta de que era lo que intentaba hacer con ella aquella pirámide. Ese recuerdo por sí solo ya era muy doloroso para aun agregarle un factor externo, por suerte se percató a tiempo de lo que sucedía.

ojrlZad.png


http://i1008.photobucket.com/albums/af203/kath603/hufflepuff.gif http://i.imgur.com/5Sd2r7R.gif http://i45.tinypic.com/wuo67r.jpg


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El camino que seguía se estaba volviendo peligroso. Y no precisamente por el hecho de perseguir a una organización que había ganado fuerza y que perseguía los oscuros ideales de Grindelwald. Era algo más, había algo personal en esa lucha y no le apetecía compartir su venganza con otras personas. Estaba nuevamente en un abismo, un abismo del que le costó mucho salir. Recordó como había comenzado aquella nueva y est****a guerra. Era un grupo sin nombre que buscaba reunir las tres reliquias de la muerte. Reliquias que, como muchos sabían, eran a día de hoy custodiadas por el ministerio y miembros de la orden del fénix.

 

Se trataba de una realidad alternativa, algo que el Portal había metido en su mente; más él no tenía idea. Adoptó la apariencia física de la persona que intentó extraerle los recuerdos. Le quitó la varita mágica y en su lugar dejó la suya propia, aquella que usó en su época de mortifago; nadie, excepto su esposa, habría podía reconocerla. Extrajo varios recuerdos y despareció un segundo antes de que los aurores comenzaran a aparece para llevarse al criminal.

 

Cada paso que daba le pesaba. Los últimos meses fueron los causantes de que su vínculo con el poder de la naturaleza se volviera añicos; que el agua dejara de reconocerlo al igual que los demás elementos lo hicieron cuando sintieron que su energía se había contaminado. De los recuerdos de su captor supo que debía visitar cierto restaurante muggle y pedir al mesero de cabello hasta la cintura cierta bebida que no se encontraba en el menú. Obtuvo así la contraseña y el nuevo lugar de reunión.

 

Se hizo heridas, incluso tuvo la valentía de cortarse la mano izquierda. Nada de ocultar su mano con magia, mientras menos cosas por ocultar mejor. Solo había una forma en que confiaran en él, la ubicación de la capa de invisibilidad. La varita de saúco y la piedra de resurrección estaban a salvo.

 

—No me costó quebrar al Warlock que conocía la ubicación de la capa. Se volvió débil desde que matamos a ese tigre que lo acompañaba a todas partes. Caída la capa todos tendrán miedo. Aunque he de decir que casi no puedo escapar de la Orden del Fénix. Casi muero.

 

Sintió la oclumancia en su cabeza, lista para proteger lo que fuese necesario. Sin embargo era momento de ejercer aquella magia de una forma en que ni siquiera estaba seguro que se pudiese. Creó muros que no se podían ver, protección que aparentemente no estaban. Dejó libres los recuerdos que robó aunque no los puso a todos en frente. Sintió la incursión en su mente, creó muros de cristal esperando que estos no sean visto. El líder de aquel grupo buscaba únicamente detalles concretos. La contraseña y la ubicación de la capa.

 

—La capa de invisibilidad está escondida en la Reserva Newt Scamander. La gente no muere, queda mal herida. Necesitamos que todos sepan que la capa de viaje es nuestra.

 

El sonido de las desapariciones marcaron la partida de todos los acólitos de aquella orden de locos. Quedaron aproximadamente diez personas en la estancia. El líder del grupo y sus guardias personales, magos poderosos contra los que sería complicado luchar. Pero no imposible. Bastian, con su apariencia falsa, también se quedó.

 

—Tengo muchas heridas como para luchar contra La Orden del Fénix y el Ministerio de Magia.

 

Soltó la varita. Se agarró la cabeza y vio como los recuerdos robados iban desapareciendo, como su cabeza quedaba en blanco. Se tiró al suelo, sabía que eso le iba a pasar; fingió el dolor de la misma forma en que podía ocultarlo. Creó en su cabeza conexiones de dolor, de sufrimiento. Su misión era conseguir la capa, no solamente su ubicación. La ubicación le permitió acercarse y él sabía cual sería su castigo. Mantuvo intactos los muros de protegían sus recuerdos reales. Algunos muros, sin embargo, caerían solo luego de unos segundos.

 

—Llévenlo donde se encuentran los demás.

 

Se libero un recuerdo y en cadena cientos de ellos. Su varita real, aquella que lo acompañó desde que la Orden del Fénix le abrió las puertas, se volvió sólida entre sus dedos. El Cinaede afectó a todos, menos a él.

 

—He esperado demasiado por esto. Me he condenado, pero tú también. Espejo de Niebla ...

 

En el último segundo se quedó mudo cuando observó que un Haz de la Noche apareció para llevarse a la persona que él pretendía matar para cobrar su venganza. En realidad se quedó callado porque desapareció de cabeza el nombre del hechizo que pretendía lanzar. Encontró el recuerdo de un rayo verde que quitaba la vida sin dejar daño físico. Encontró un recuerdo, con el nombre de ese hechizo, protegido por muros que reconoció como suyos. Intentó romper esos muros y no pudo. Pese a todo, pese a que sacrificó tantas cosas; aún su subconsciente lo protegía. Era momento de cambiar de estrategia. No más avanzar solo.

Editado por Bastian Karkarov Malfoy

NHCeJlw.png

T7Qipl9.gif
O1KlJf5.png
f5DcgjA.gifXuR0HEb.gifGPQsszk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.