Encantamientos y Maestría con Escobas

[Ky.]

Eran los primeros días de un nuevo año que comenzaba, la Malfoy caminaba al interior de un aula vacía en la espera de su único pupilo, el frío del clima le helaba los brazos. En aquel momento deseaba estar al interior de su cama y no dentro de aquel lugar en espera de aquel nombre que le resultaba familiar. ¿Cuántas veces había leído aquel nombre en su lista de inscritos? Una, dos, tres, mil... había perdido la cuenta de las veces que aquel joven no se presentaba en su clase.

Su cabello rubio aquel día era de un color lavanda, muy parecido al color de cabello de su madre. El cambio de color de su cabello, ojos y hasta de su piel eran parte de su naturaleza, de una habilidad con la que había nacido y con la edad de 15 años había logrado perfeccionarla. Su piel blanca era de un tono canela que hacían que los tonos azules de su vestido lucieran mejor.

La nota que le había hecho llegar a Kritzai solo constataba de una línea con pocas palabras.

 

@ Nos vemos en el aula de Encantamientos. Se PUNTUAL

 

Había recalcado la palabra "puntual" tanto que se podía notar en el pergamino sin necesidad de abrir la nota, odiaba la impuntualidad de las personas por eso siempre recalcaba aquella palabra. Con respecto al plan que tenia para la clase, este iba a dar inicio en el momento que el joven apareciera por la puerta de aquella aula.

Escrito en el pizarrón, único objeto disponible en el aula, se leía su nombre escrito en cursiva, aun cuando era una niña, era lo bastante exigente si se trataba de su clase. Al verlo entrar le dedico una sonrisa y le apunto al suelo mientras ella tomaba asiento en el mismo.

-Bienvenido, mi nombre es Nymeria Malfoy. Antes de dar inicio a nuestra gran aventura. Quieres decirme ¿Qué es un encantamiento, un hechizo y una maldición? ¿Cuáles son las diferencias entre cada una de ellas?

No agrego ningún dato mas a su presentación. Esperaba que el joven, así como ella se presentara y después le respondiera sus preguntas. Y mientras eso ocurría con ayuda de su varita apareció lo que era una pluma entre dorada y roja, proveniente a su fénix la cual se le había caído y que usaría en aquella clase para los diferentes encantamientos.

-Como podrás ver, frente a ti hay una pluma de fénix, haremos el primer encantamiento, el mas sencillo de todos. ¿Crees poder levitar esta pluma?

[Ragnar Bjorn Lodbrok BL]

Me localizaba en los campos de la Universidad, donde podríamos encontrar las escobas y todo el equipo de Quidditch que se utilizaba, sin embargo me encontraba aquí para saber si las necesitaría la alumna que tendría, ya que yo contaba con la mía en mano una saeta de fuego, que iba a tener que controlar muy bien para no dejar atrás a los compañeros en clase.

 

La tarde estaba siendo asombrosa, era un buen día al menos en la Universidad, mi compañera con quien compartiría la clase estaba en el aula de encantamiento al parecer con su alumna. No quería quitarle el aula por lo que me había decidido dar la clase de manera practica y me llevaría de viaje a la alumna.

 

Esperaba al menos que mi alumnas viniera muy bien preparadas por algo es que en la lechuza le había dado algunas indicaciones para que pudiera venir totalmente preparada para lo que le esperaría, solo esperaba que fuera sumamente inteligente para portar un bolso para no tener que ir cargando demasiado. La lechuza decía lo siguiente.

 

Estimada señorita:

Le informo que su clase dará comienzo en los terrenos de la Universidad, favor de venir con varios cambios de ropa entre ellos vestimentas para frió y calor de igual forma espero cuenten con calzado especializado para diversos terrenos, entre otras cosas necesitaran una escoba. La escuela les puede proporcionar una de las que tiene, o pueden traer la suya para que se sientan con mayor comodidad.

Atte: Divied E. Potter Black.

[Anne Gaunt M.]

Una nota entró volando por su ventana y se posó suavemente sobre la superficie de madera de su escritorio. Anne levantó la vista lo justo para comprobar de qué se trataba, aunque decidió no prestarle atención hasta que terminase aquel documento que debía enviar al Ministerio tan pronto como le fuera posible. Tras unos minutos, colocó su firma al final del pergamino y lo enrolló con un rápido gesto. Se levantó y caminó hacia la ventana, donde una lechuza de color pardo la esperaba. Ató el pergamino a su pata y luego empujó suavemente a la lechuza, no sin antes acariciarle las plumas de la espalda con dulzura.

 

— Buen vuelo, querida.

 

Aguardó unos instantes mientras la figura del ave empequeñecía en el horizonte y luego regresó junto a su escritorio para observar la nota que se había posado ante ella un poco antes. La desplegó con un movimiento ágil y la leyó por encima, era muy breve. Su clase de Maestría con Escobas empezaría pronto, impartida por uno de los suplentes de la asignatura y, casualmente, buen amigo suyo. La Gaunt sonrió con suavidad y se guardó la nota en el bolsillo de su pantalón vaquero estrecho, gastado por los años e innumerables usos a los que lo había sometido su dueña. Le instaba a llevar distintas ropas para distintos climas, así como más de un calzado para adecuarse a las circunstancias. Pero ella estaba en el Ateneo desde no recordaba cuándo, así que decidió que si debía hacer algún cambio en su vestimenta, acudiría a la magia para ello.

 

Sí tomó su bolso, el cual agrandaba mágicamente para que le cupieran distintas cosas que podían servirle en cualquier situación, entre las que se encontraba agua potable, cuerda, algo de comida deshidratada y barritas energéticas, su capa negra de viaje, varios libros de distintas materias, su Nimbus 3000, esencia de díctamo y poción matalobos, entre otras cosas. Se la echó al hombro y luego salió de su despacho, cerrando mágicamente tras de sí.

 

Acudió al punto de encuentro sin más dilación. Allí se encontraba ya Dave con su correspondiente preparación y, en cuanto estuvo cerca suya, le sonrió con cariño.

 

— Aquí estoy, profesor, lista para lo que usted mande. ¿Estaremos solos? No recuerdo lo que vi en la lista de alumnos, normalmente las recopilo y entrego... pero no me fijo verdaderamente nada más que en lo esencial —comentó de forma casual. Ya se moría por saber qué habría preparado Dave para la ocasión.

 

@

Editado 6 de Enero del 2017 por Anne Gaunt

[Balderik Von Alexandros]

Mientras volvía a dejar la solicitud para adquirir el conocimiento de encantamientos el castaño pensaba cuantas veces más tendría que hacer esa clase. Se sabía de memoria los datos del formulario he incluso información sobre la clase. Salió de la universidad ha esperar que fuera nuevamente aceptado para dicha materia.

 

 

Era un día a principios de enero y el frío apenas acechaba sobre la gente. El castaño yacía en su cama en su habitación en el castillo Moody para cuando entro por su ventana una vuelanota. Chocó en su antebrazo para dejar de moverse. La nota decia su nombre y que debía presentarse en el aula de encantamientos.

 

 

Se vistió lo más rápido que pudo y tras tomar su varita Kritzai salió del castillo a un terreno prudente, desaparecio y apareció en la universidad mágica. Camino con paso veloz mirando cada aula del lugar hasta que encontro la suya.

 

Tocó a la puerta y enseguida entró dando una sonrisa nerviosa y apenada.

 

--Siento haber llegado un poco tarde profesora. Ella le indicó que tomará lugar con la mirada a la vez que el Moody miraba el aula de clases. Sobre el pizarrón yacía el nombre de su profesora.

 

Enseguida empezó su clase, se sorprendió al saber y mirar que sería el único alumno de esa materia. Ella se presentó como Nymeria y le hizo rápidamente unas preguntas al joven castaño.

 

--Amm bueno me llamó Kritzai Demian Moody y bueno sobre las preguntas amm--- Lo pensó con cautela y concentración.

 

-- Bueno un encantamiento necesita concentración, además de una confianza en sí mismo, se requiere saber los movimientos de mano y varita al ejecutar cualquier encantamiento. Pensó más furtivamente el castaño. --Se requiere una excelente pronunciación para ejecutar cualquier encantamiento y también para los hechizos, pero algunos hechizos no requieren tanto movimiento de la varita y por último una maldición se necesita desearlo con desesperacion, anhelar hacer daño al prójimo.-- término de contestar las preguntas mientras observaba como Nymeria conjuraba una pluma de fénix, que a la postre pidió a Kritzai que la encantará. El castaño asintió y se levantó de su silla para sacar su varita y apuntar a la pluma. Recordó el movimiento explícito de la muñeca como decía el profesor flitwick. Movió su varita haciendo un Suich y flip.

 

 

Wingardium leviosa La pluma ligeramente comenzó a moverse hacia el techo esperando haberlo hecho bien ante la profesora.

Editado 6 de Enero del 2017 por Kritzai

[Ky.]

La fémina miraba en dirección a la pluma, la cual el castaño había logrado que levitara. Su sonrisa se hizo más amplia, estaba segura que el joven esta vez podría lograr el conocimiento que ella impartía. Se puso de pie para estar a la altura de su pupilo, una idea había llegado a su cabeza por lo que le tomo de la mano y desaparecieron sin que la rubia le hubiese dicho algo.

 

El calor del lugar y el suelo arenoso le indicaba al joven mago que ambos se encontraban en un gran desierto sin agua, sin alimento y sin la ropa correcta. Así que las cosas debían ser más rápidas para no morir en aquel lugar de una insolación. Nymeria no estaba acostumbrada a pedirle a la gente que le siguiera, por lo que empezó a caminar esperando que el joven le siguiera el paso, habían recorrido cerca de dos kilometros, cuando por fin se detuvo y se giró a verle.

 

-En este lugar podemos hacer uso de varios encantamientos.

 

Tanto Kritzai, como ella se encontraban a la mitad del desierto, así que el joven tendría que usar su ingenio para sobrevivir.

 

-No estamos muy lejos de casa, por lo que espero puedas hacer que regresemos con bien a casa, al menos antes de que muramos en este lugar.

 

El joven debía utilizar hechizos tan simples como de orientación e invocación, más tarde le iba a explicar que su siguiente reto era en otro lugar donde necesitaba que ningún muggle se acercará a donde ellos se encontraban. Pero prefirió quedarse callada en espera de las acciones de su pupilo, quizás lo estaba subestimando y el joven iba a realizar grandes cosas.

 

-Si crees que no puedes, podemos regresar al salón por medio de aparición, pero tendría que suspenderte al no tener conocimiento sobre encantamientos.

Editado 7 de Enero del 2017 por Shalyit Malfoy Karkarov

[Ragnar Bjorn Lodbrok BL]

La chica hermosa que tendría por alumna estaba llegando, se me hacía raro que no trajera muchas cosas aunque claro que la magia podría servir para cosas que le había solicitado como cambios de vestimenta, solo esperaba que pudiera hacerlo a los sitios donde iríamos por que probablemente hasta estuviéramos en algunos sitios entre muggles.

 

- Si, en esta ocasión solo seremos nosotros dos. Pensaba involucrar a la profesora de Encantamientos con nuestra clase, pero mejor me entretengo contigo - Le sonrió de forma un poco malvada con la esperanza de que le gustara la clase.

 

Tenia un itinerario para los lugares donde iríamos, me gustaría que mi alumna conociera las diversas formas de transportarse, probablemente todos creyeran que maestría con escobas solo hablaría de la forma en las escobas y cosas por el estilo. Pero era importante conocer todos los medios de transporte aéreo para poder apreciar nuestras escobas.

 

- Bueno pues vamos, no hay que perder el tiempo o nunca acabaremos el viaje. - Tome la escoba y levante el vuelo a unos metros del piso esperando que me siguiera el paso, tal vez la escoba que ella traía fuera más veloz que la mía pero no siempre importaba la velocidad cuando no supieras controlarla a la perfección.

 

- Nuestro primer destino sera Egipto, mientras que te parece si me vas contando que sabes sobre las alfombras mágicas - Le sonreí mientras emprendía el vuelo e intentaba ir al alcance de la chica para poder ir conversando con tranquilidad.

 

@

[Balderik Von Alexandros]

Tras haber realizado el encatamiento levitatorio en la pluma Kritzai fue llevado de la mano y desaparecido del aula en compañía de su profesora. Reaparecieron ambos en un desierto con clima muy extremo. El sol caía aplomo sobre ellos, sin cobertura. La arena se sentía caliente en sus zapatos a medida que caminaban ya que Nymeria había decidido recorrer varios kilómetros. El castaño le seguía detrás imaginando que era una prueba de supervivencia. De pronto se detuvo y empezó hablar acerca de conseguir salir de allí practicando la magia.

 

Kritzai se mordió ligero un labio y miro a su alrededor. Saco su varita y murmuro. --Orientame Dijo Kritzai sintiendo el mover de su varita en una dirección espeficica. Sabía que debía ser la salida de ese lugar además ni había ha reprobar de nuevo su materia. --La salida es por acá... ¿Y deseas agua? Aguamenti...--- Decía el castaño y tras conjurar un vaso de cristal depósito el agua en el recipiente dandosela a la profesora. Deseaba salir de ese lugar y mientras caminaba pensando en lo que la profesora le había dicho sobre desistir en la clase el castaño no lo haría debía terminar fuera como fuera.

[Anne Gaunt M.]

Anne asintió ante las palabras de Dave, al parecer la clase sería entre ellos dos nada más y eso, en buena parte, agradaba a la Gaunt pues odiaba las multitudes. Además, así podrían hablar tranquilamente mientras él le enseñaba todo lo necesario para que adquiriese el certificado de aquel conocimiento. Le resultaba bastante patético pensar que ella, como jugadora y árbitro experimentada de Quidditch, no poseyera el conocimiento de Maestría con Escobas pero claro... no lo exigían cuando se había incorporado a aquel mundo deportivo. Precisamente ahora que ya no lo necesitaba, había decidido que debía adquirirlo.

 

Al ver cómo Dave tomaba su escoba y se elevaba en el aire, Anne decidió hacer lo propio. Abrió su bolso cuidadosamente.

 

— Accio Nimbus 3000 —invocó, con la varita revoloteando sobre la mochila. La escoba emergió de su interior y se quedó flotando en el aire a la espera de su pasajero. La Gaunt cerró el bolso y se lo colgó de forma que no pudiera caérsele ni abrirse sin que se diera cuenta. A continuación, echó una pierna por encima de la escoba y pateó el suelo con fuerza. Se elevó en el aire sin problemas y el aire removió su cabellera castaña. Sabía que las circunstancias en que se desarrollarían la clase la harían arrepentirse de aquel look de melena larga que llevaba aquel día, por lo que se concentró para hacer uso de su habilidad como metamorfomaga y acortó su pelo hasta dejárselo muy corto, sin sus habituales rizos pero conservando su tono castaño oscuro natural.

 

Miró entonces a Dave con una sonrisa en los labios.

 

— Estoy lista, vamos.

 

Las palabras del profesor revolotearon en su mente durante unos instantes mientras iniciaban el vuelo juntos. Anne procuró llevar una altura y velocidad muy similar a la de él para que la comunicación no fuese demasiado difícil.

 

— ¿En serio vamos a Egipto? ¡Excelente! —exclamó, encantada con la noticia. No había estado antes por allí, así que le llamaba la atención—. Sobre las alfombras mágicas... déjame pensar, veamos. Son un medio de transporte que se usa en Asia y Oriente Medio, si no me falla la memoria. Se que están prohibidas en Reino Unido porque en el Ministerio hemos tenido bastantes quebraderos de cabeza de vez en cuando con su importación, no sé porqué la gente es tan testaruda y se empeña en traer cosas prohibidas sabiendo que se las confiscaremos en cuanto nos enteremos. Pero bueno... no sé mucho más —terminó de hablar, aunque se quedó pensativa un instante hasta que se le escapó una risita—. Bueno, la verdad es que sí sé que tienen que ser más cómodas que la escoba... aunque solo sea por la diferente forma de sentarse en una y en otra.

 

@

[Ky.]

—¿Ya vamos a llegar?

 

Cuestiono al joven mago, llevaban ya varios minutos caminando en línea recta, por lo que Nymeria sentía que al joven le faltaba conocer algunos hechizos más por lo que empezó a sondearlo. Para saber si el joven tenía una escoba voladora.

 

—Kritzai, ¿tienes licencia de vuelo?

 

Por lo general, las personas que no tenían la licencia, tampoco compraban escobas. Así que, si el joven negaba aquello, tendría que ser ella la que llamara a 2 de sus escobas. Pero el estar más tiempo de lo requerido en el desierto le hacía saber que el siguiente punto no iba a poder ser tocado.

 

—No sigas, nos quedaremos aquí unos minutos a descansar y a que me muestres tus conocimientos.

 

Lo miro fijamente, como un depredador a su presa. Esperando cualquier error que él tuviera. El más mínimo podría hacer que la oscuro decidiera matarlo y al estar tan lejos nadie iba a reaccionar. Aunque el haber salido con un alumno y no regresar con el seguro le iba a traer problemas por lo que se quitó de la cabeza aquella idea.

 

—Muy bien. Harás lo siguiente… protege esta zona, hechizo invocador, y muéstrame tu patronus.

[Ragnar Bjorn Lodbrok BL]

Escuchaba toda la información que tenía Anne sobre el producto que le había preguntado. Claro que tenía que tener bastos conocimientos, no por nada era una persona importante, Directora de la universidad y Warlock. Pero lo mejor de todo es que era mi amiga y podía tener una gran confianza con ella.

 

- Perfecto, hoy volaremos en una. Así como en Londres están prohibidas en lo que es Asia y Oriente Medio no es que este prohibido pero es de poco uso las escobas. Por lo que vamos a "transbordar" Usaremos una Alfombra para sobrevolar por las pirámides de Egipto. -

 

Nuestro primer destino ya estaba puesto, así que estábamos por llegar a Egipto, precisamente a unos cuantos kilómetros de donde se localizaban las pirámides e incluso la esfinge que si nos llegábamos a cruzar, tendríamos que atendernos a sus acertijos.

 

- Bien aquí tienes. -

 

Le entregue una alfombra, esta se encontraba enrollada por lo que esperaba que sus conocimientos no fueran solo teóricos. Finalmente desenrolle una para mí de igual forma y la extendí sobre el suelo.

 

- Bueno pues esto funciona de igual forma que una escoba, debes comunicarte con la alfombra, sentir que es tu compañera y ella te llevara a donde tu lo desees. De igual manera se utiliza el mismo hechizo que se aplica con las escobas. Por lo que puedes notar es prácticamente lo mismo solo que con más espacio.-

 

Finalmente me acomode con las piernas cruzadas sobre el artefacto y comencé a elevarme naturalmente. Me extendí sobre ella e inclusive mire hacia abajo para saber si la bruja estaba siguiéndome.

 

- Nuestro siguiente destino tu lo elegirás. Por lo que espero que nos conduzcas a donde creas pertinente - Le sonreí y quede esperando respuesta y que pusiera una dirección.

 

@