Prueba de Oclumancia #6

[That is not my name]

<<Pero no volverá a pasar.>>

 

Aquellas palabras resonaron en mi mente antes de que Scarlet me diera el golpe final que me dejaría maldito, el castigo que tenía para mi era en definitiva peor porque me dejaba vivo a medias, sufriendo por la pérdida de mi familia pero sin posibilidades de que tuviera el coraje para acabar con lo que me había convertido. Por eso es que me extrañaba que ese mago se presentará ante mi de esa forma.

 

- Pero no volverá a pasar.

 

Me había convertido en un caza recompensas del Ministerio de Magia francés en este último siglo, me convenía mantenerme activo de esa forma para desenvolverme con naturalidad, además de que únicamente me buscaban para cubrir sus propios trabajos sucios por si acaso tenían que eliminar la evidencia... o al menos intentar eliminarme; por eso no me sorprendió que ese mago se me presentara como agente del Depto. de cooperación Mágica Internacional, siempre eran ellos o los del Depto. de Seguridad Mágica los que llegaban hasta el viejo castillo Dupont.

 

Me acerqué lentamente hasta él para acortar la distancia que nos separaba, observando su conjunto de túnica blanquecina con detalles en plateado, demasiado pulcro para mi gusto, intentando analizando la conversación que acabábamos de tener respecto a la cacería de un legeremante y mi propia experiencia con Scarlet. Sabía mi historia con lujo de detalles, me la acababa de recitar y eso únicamente lo podría haber corroborado con mi hermana, el fantasma de Anya, o con la misma vampireza.

 

- No me agrada que estés tan seguro, - le sentencié al detenerme a un metro de su cuerpo - así que lárgate, no volveré a aceptar algún trabajo del Ministerio que venga de tu parte Wallace o de otro agente ministerial. Les advertí que no me metía en terrenos de ese tipo o me les desaparecía.

- No me estás entendiendo.

- ¡Dije que no me interesa seguir hablando contigo!

 

Petulante, ¿quién se creía? los humanos pensaban que podían meterse tan fácil con alguien de mi raza como si fuera cualquier cosa y había sido yo el que los busqué para poder mantener una tregua con el mismo Ministerio, yo había sido el que había puesto las condiciones, a mi era a quien debían de 'complacer'. Me lancé de inmediato para tumbar al mago contra el suelo demostrándole que no estaba jugando, pero lo que sucedió a continuación me tomó desprevenido.

 

En un segundo estaba en la entrada de mi hogar teniendo frente a mi al Wallace con el bosque de fondo, para el siguiente nos encontrábamos rodeados de una extraña neblina, con la misma distancia que nos separaba y él con una sonrisa en el rostro.

 

- ¡¿Qué demonios...?!

- Te ayudaré a entrenarte en la oclumancia, - comenzó a hablar sin mostrarse preocupado de que todo mi cuerpo estaba completamente tenso, como un animal a punto de atacar - aunque no te puedo asegurar que mantengas la habilidad, para ello es necesario que te enseñe una bruja... en un par de años podrás afianzarla.

 

Esto no pintaba nada bueno, sus habilidades mágicas estaban fuera de su presentación inicial y desconocía lo que era capaz de hacer, ¿acaso me había tele transportado a otro lugar? ¿A otro país quizás?

 

- Estamos dentro de tu mente Mirshka, - respondió para mi sorpresa a las preguntas que formulaba en silencio - una mente confundida por la transformación que recibiste hace siglos de parte del demonio Akane, a quién conociste como Scarlet. Necesitas protegerme de los ataques a tu mente, necesitas entenderte a ti mismo.

 

En ese momento el cielo, o lo que estuviera arriba de nosotros, comenzó a formarse una tormenta con grandes nubarrones oscuros y algunos centelleos esporádicos.

 

- Defiéndete en el único campo que eres débil: tu mente.

 

Lo que no entendía, al estar dentro de la prueba del portal, es que estaba replicando las enseñanzas de Sauda como prueba con el primer encuentro que tuve con Adriano, mostrándome esa figura de compasión que nunca antes había encontrado para confiar en la arcana... memorias fusionadas con el entrenamiento, vaya, pero que me haría entender el por qué mi barrera en la oclumancia era una tormenta o porque representaba visualmente a mi mente como un paraje nebuloso: había transformado mi transformación, mi maldición, en algo confuso (la niebla) y mi forma de defenderme como una catástrofe (la tormenta huracanada).

[Mael Blackfyre]

— Maestra Sauda, muchas gracias, de verdad

 

Comenté, dándome cuenta de todo lo que había pasado. Recién cuando apoyé mis pies sobre la Sala Circular, cuando atravecé el portal de regreso, pude darme cuenta de todas las situaciones a las que me había enfrentado ahí dentro. No había sido todo tan real como en otros portales, pero todas habían requerido un gran esfuerzo o al menos me habían obligado a pensar en cómo me iba a tener que desenvolver si aquella vivencia volvía a ocurrir. Sentía que tenía mucho más control de mi mente. ¿Todo se trataba de eso?

 

— Es magnífico. Otra reliquia más —noté que era cierto que el anillo se había transformado. Miré los ojos de Sauda y aunque la Arcana era una bruja realmente fuerte y era imposible poder penetrar su mente, mi legeremancia al menos me permitía observar el brillo de sus ojos que decían la verdad. El tercer anillo se enlazó con los otros dos que tenían. Éste llegaba al nudillo, ya cubría la mitad de mi dedo medio izquierdo—. Prometo que hare todo lo que sea necesario para permanecer en el camino de la luz. Y espero encontrarnos nuevamente —me atreví a acercarme y a apoyar una mano en su hombro, a modo de agradecimiento.

 

Le sonreí y me di la vuelta, buscando la puerta que me llevaba ante el laberinto de nuevo. Al no existir más obstacul0s, el camino de regreso fue mucho más fácil, pasando por los altos setos, los frondosos árboles y el hermoso lago, que nuevamente lo navegué en aquellas barcas de madera que te transportaban de un lado al otro. Cuando pise el suelo, en los territorios de la Universidad, automáticamente (ya que no podia aparecer más) me transformé en un búho y desplegué mis alas, perdiéndome entre las nubes.

[Aailyah Sauda]

La arcana se despide de Elvis con parsimonia, sin prisas. La Oclumancia es una habilidad muy personal, y la práctica y enseñanza algo que vuelve al aprendiz y al maestro muy íntimos, aunque sea durante poco tiempo. Es difícil no encariñarse, especialmente cuando el aspirante resulta ser del tipo de persona que más aprecia. Quizás para no dejarlo ir tan rápido, le da un par de consejos al ahora Oclumante. Sin embargo, al mismo tiempo, su mente está divida en dos partes más; simultáneamente, observa a través de los ojos de Niko e Ishaya.

 

Observa al Warlock platicar con un hombre que parece muy especial para él. En el mundo que creó en su mente, todo está bajo control. No ha sucumbido a los constantes ataques del Legilimante que trataba de hacerse con sus recuerdos, y por fin ha logrado expulsar el gas de su cuerpo, que lo debilitaba. Tal parecía que no se trataba de despejar sus vías respiratorias, sino tener control mental para ello. En lugar de despertar en la selva, como la arcana lo había imaginado, Niko se encuentra en una habitación blanca. Sauda ha estado allí en varias ocasiones, y ha escuchado más testimonios así; es una especie de limbo, donde, si no tienes cuidado, puedes quedar atrapado para siempre. A veces se pregunta si su mentora no quedó atrapa en un lugar así, en el interior de su cabeza...

 

Una ve que se despide de Pierre, en la habitación aparece algo. Una puerta... no, la puerta. La Puerta de la Oclumancia. Más allá del umbral, la arcana se observa a sí misma, observando cómo Elvis se retira.

 

Ishaya también está frente a la Puerta de la Oclumancia. Luego de una profunda exploración mental y un par de pruebas, lo ha logrado. Según el juicio y la experiencia de Sauda, fueron esos dos recuerdos los determinantes: el de Scarlet y el de Adriano Wallace. Quizás desde un principio, esa extraña realidad fue creada por el Portal para llevarlo a revivir esos dos hechos tan importantes en su vida. En un principio el que Mirshka usara la tormenta como defensa le había parecido bastante curioso, algo original; sin embargo, ahora ella (y quizás, Ishaya también) se da cuenta de que tiene un motivo de ser, al igual que la naturaleza de la habilidad en el mago.

 

La arcana no permanece sola mucho tiempo. Apenas unos momentos después de que el antiguo director de la Universidad se marche, Ishaya y Niko atraviesan la Puerta de la Oclumancia, apareciendo al mismo tiempo frente a ella.

 

—Me llena de orgullo ver que lo han logrado, mis queridos —musita, con una sonrisa que pasa inadvertida en su rostro lleno de arrugas—. Observen sus respectivos anillos. Se han vinculado a cada uno de ustedes Son suyos.

 

>>Creo que no tenemos nada más que hacer aquí —suspira—. Sólo quiero decirles que si creen necesitar orientación o consejo, pueden volver a mi. Y, recuerden proteger siempre su mente. Ahora, pueden irse a descansar o celebrar con sus familias.