.:: Castillo Black ::. (MM B: 97834)

[Mahia Black]

Una sonrisa trató de ser disimulada sin excito bajo los dedos de su mano izquierda. La pequeña reunión improvisada tenía sus altos y bajos, pero en ese momento le estaba divirtiendo por demás. Su hijo le había pasado el brazo por el hombro, tanto a ella como a su otra madre, y por poco no contuvo las ganas de darle un codazo en las costillas. ¡Qué mala era! Sus pensamientos distaban demasiados de los de una buena progenitora, pero habría sido divertido ver la expresión del muchacho.

 

A ello había que sumarle la charla entre Maida y él, pidiéndole acompañamiento como si ellas no estuviesen presentes, y la reacción de su mujer, casi obligando al Yaxley a aceptar. Lo más raro había sido el abrazo de la Delacour a este, haciendo que él le soltara de repente y Mahia pudiese apartarse un poco para observarlos. Parecían una familia de verdad. Una que siempre hubiese estado unida.

 

— Ahora ¡Permítanme a la maldita rubia! Tengo la maldita hora tratando de proponerle matrimonio y siguen reviviendo familiares. —

 

Ladeó la cabeza y entrecerró los ojos, reflexionando sobre las palabras de Gabrielle. ¿Proponerle matrimonio? Pero... si ya se iban a casar...

 

Y allí fue cuando cayó en cuenta. No tardó más de unos segundos en saber exactamente qué expresión llevaría la castaña en el rostro, y se volvió a tapar la cara con ambas manos. El calor le subía por las mejillas, dejando un extraño color carmesí colmar los pómulos blanquecinos de la vampira.

 

Dio un saltito emocionada. Gabrielle también le iba a... ¿A qué? Dejó caer sus brazos a los costados y miró a su alrededor, algo confusa. Sintió los brazos de ella alrededor de su cuello y luego sus manos haciéndole mirarla. Sonrió con el beso y ronroneó, pensando automáticamente en clavar los colmillos en el cuello de la mujer. Se sentía extrañamente sedienta y confundida, además de excitada.

 

— ¿Ven lo que me hacen hacer? Bonita manera de empezar el matrimonio. —

 

— ¿¡Ya nos casamos!? — Se llevó la mano a la cabeza — ¿Me lo perdí? ¿Cuándo fue? ¡Merdé! —

 

Se tambaleó un poco mareada y le pidió perdón un par de veces a la francesa, quizá exagerando más de la cuenta, hasta que ella le calmó sonriendo algo nerviosa, dándole a entender que aún no se había perdido nada. Suspiró con alivio y correteó detrás de ella hacia los jardines, olvidando a los demás a sus espaldas.

 

Cuando llegaron, aparentemente, no pudo más que apreciar aquel lugar. Por más desorientada que estuviese en ese momento aún lo recordaba. Nunca lo iba a olvidar.

 

— Estoy bien amor, algo... parece como si un par de neuronas se hubiesen desconectado, pero ya estoy volviendo...De todas maneras, sí, lo recuerdo muy bien — Afirmó, refiriéndose al lugar y asintiendo con la cabeza mientras la otra mujer hablaba.

 

Tenía tiempo sin visitar la fuente, evitando inconscientemente quizá esa parte de los jardines. El día en el que ella se había ido había sido uno de los más fuertes en su historia. Le había explicado algunos de sus porqués, e incluso ella había hecho el esfuerzo de entenderlos, pero de todas maneras su corazón se había roto un poco en esa fría noche. El pedazo se había caído, y sólo dejó vacío en ese lugar. Un vacío que Gabrielle con su regreso había vuelto a llenar.

 

La miró con amor, moviendo los ojos por todo el rostro de la Nigromante. Estaba a punto de llorar sabiendo lo que se venía ante la mención de una promesa, pero esta vez de pura felicidad.

 

— Hace años me fui te tu vida en este lugar y hoy, en este mismo lugar te pido que seas parte de mi vida, siempre. Prometo nunca volver a dejarte, prometo nunca alejarme y cuidar tu felicidad. Mahia Black ¿Deseas casarte conmigo? —

 

En su cabeza se imaginó, por una fracción de segundo, acercándose muy despacio a ella y abrazándola. Pero su emoción no le permitió ser tan educada y femenina. Casi corrió hacia su mujer, rodeandola con los brazos y apretándola muy fuerte contra si misma, al borde de hacerla caer, pero sosteniéndola lo bastante fuerte para que eso no pasara.

 

— ¡Si! … ¡por supuesto que sí! — Se alejó lo suficiente para tomar el rostro de ella entre sus manos y besarla una y otra vez, repitiendo el sí entre cada beso.

 

Se separó emocionada y suspiró. Su cara reflejaba todo el amor que sentía por ella. La miraba como si fuese la última flor del universo, o un tesoro encontrado después de años de búsqueda; como si fuese un ciego que logró ver por primera vez, y lo primero que encontró fue el rostro de Gabrielle. Se veía la adoración, casi palpable en los azules ojos de la Black.

 

Estiró la mano izquierda hacia ella y esperó, mordiéndose el labio, a que la ojimiel lo depositara en el dedo anular, al cual pertenecía y en donde quedaría por el resto de la eternidad.

 

— Sos el regalo más preciado, Gabrielle. Gracias por ser mi mujer, por amarme tanto. Te prometo que yo también seré una excelente esposa. Te voy a hacer feliz. Te prometo cada día una nueva aventura, y estar a tu lado siempre que me desees allí. — Vislumbró su mano y el anillo en ella. Luego simplemente tomó la mano izquierda de su prometida, entrelazando sus dedos para que las sortijas hicieran el contraste que había imaginado: una azul, la otra roja. Fuego y hielo.

 

La atrajo a su cuerpo, tomó su cintura y, muy despacio, tomó sus labios como propios. La besó dulcemente, tratando de que sintiera cada roce, cada toque ocasional de su lengua, humedeciendo su piel lo suficiente para que lograran mojar también los de ella.

 

Un suave gemido le hizo querer más, e intensificó el beso, soltando el agarre de su mano para reemplazarlo por su cuello. Los dedos se perdieron entre los cabellos castaños y el cuerpo se pegó más aún a la otra mujer, sintiendo sus pechos un poco más debajo de los suyos. Un sonido gutural, un gruñido de deseo, se escapó de su garganta. Se separó abriendo los ojos para encontrar los de ella, agitada.

 

— ¿Te parece si vamos a casa... ? Necesito... — recorrió el cuerpo de su hermana con los ojos — me arde la garganta... —

 

Se acercó hasta poner la boca en su oído.

 

— Y te deseo... —

[OttoBlack]

-También cuenten conmigo, si quieren puedo hacerle la torta y encargarme decorar el jardín o el sitio que elijan-terminaba decir amable mirando a los presentes. En eso algo llamaba su atención Maida hacia acto de presencia-Buenas tardes-dijo amable el mago con una sonrisa de oreja a oreja a la recién llegada, lo cortés no quita lo valiente.

 

 

En eso todo parecía estar en orden, Aron hacia la suya molestando a un poco a su esposa, pero también felicitaba a las brujas que se iban a casar, parecía que todo andaba saliendo bien, aunque aún faltaba cosas por hacer para la boda pero bueno aun andábamos a tiempo. Aunque claro no seriamos familia sino hubiese ataques de un lado hacia otro, ver a Mahia molesto le recordó viejos tiempo para ser sinceros incluso lo de sacarlos del árbol se le pareció divertido.-Ella tiene razón-dijo sincero levantando levemente los hombros mientras escuchaba lo que decía la Black-. Mientras ahora una de las matriarca de la Black daba órdenes a sus hijos viendo como Aron se iba dar una ducha para luego regresar, luego la pelo oscuro tomaba la palabra nuevamente.-Bueno que fechas tienes-comento Otto de forma curiosa para seguir con el motivo de la reunión. En eso Maida felicitaba a la pareja y daba su opinión.

 

 

En eso Gabrielle sale a defensa de su esposa poniendo también un poco de orden, pero también cordura lo cual hiso que todo se pusiera un poco más tengo, pero tenía razón algo la francesa sobre la presencia de Maida sobre Nath bueno tenía que conocerlo mejor para dar su opnion.Lo de Aron le sacaba una sonrisa de oreja a oreja-Son linda pareja-comentaba el demonio de forma graciosa, mientras ahora Mahia escuchaba lo que tenía que decir al respecto-Se que te ira bien con Aron Mahia, no bajes los brazos tiempo al tiempo-dijo amable animando a la bruja, le tenía aprecio mucho cariño era alguien importante para el peliblanco así que le deseaba la mejor suerte con Aron.Lo del vestido blanco y ella blanca provoco una risa porque era muy gracioso la escena-No tiene que ser blanco ajuro, puede ser otro color-comentaba el patriarca levanto levemente sus hombros ante el comentario de la bruja.

 

 

En eso Aron hacia su regreso-Vaya que te tomaste tu tiempo amigo-dijo amable pero sincero, mientras miraba su esposa que andaba muy callada, muy pensativa. Otto se preguntaba que andaba pasando por la mente de su esposa. Luego de eso la explosión de Gabrielle con Aron y Maida le saco otra risa pero se tuvo que contener por que le andaba pasando, la francesa andaba diciendo unas hermosas palabras recordando todo lo que habían vivido ellas juntas. Asi que si ella le andaba pidiendo matrimonio, digamos que lo estaban haciendo mas formal, mas protocolo, nunca había visto a Mahia tan sonrojada y feliz en su vida se lo merecen ambas se lo merecen , me pregunto por cuanto tiempo me dejaran la masion sola cuando se vaya a la luna de miel. Pero luego Mahia parecía desconectada a lo mejor sorprendida por lo ocurrido, a lo mejor andaba viviendo muchas emociones y luego ya estaba ya todo es oficial-Bueno entonces ya es todo oficial, en el transcurso de la semana podemos cuadrar bien la boda-terminaba decir Otto esperado no arruinar el momento.

 

 

 

@Jessie Black Lestrange

Editado 21 de Agosto del 2018 por OttoBlack

[Gabrielle Delacour]

– Solo para que quede claro ¿Es un sí?

 

La sonrisa en sus labios era imposible de ocultar al igual que su asombro ante la emoción de su hermana. Sostuvo su rostro con ambas manos y apresuró a robarle un beso antes de despegarse por completo, al fin serían solo ellas, tal vez contra el mundo pero aquello era lo que menos le importaba.

 

Tiró la caja después de tomar el anillo y deslizarlo por el dedo de su novia, mordió su labio inferior y volvió a levantar la mirada para clavarla en ella; era inevitable el sonreír cada que sus ojos se clavaban en los azules de ella... Ella, ella siempre. Tan solo desvió un poco su atención para mirar el contraste de las dos sortijas, tal como ellas: Se complementaban sin saber.

 

No sabía cuánto había durado entre sus brazos pero al sentirla alejarse le detuvo de la cintura tratando en vano que su cuerpo se despegara de ella. Su respiración delataba el deseo que tenía acumulado y su mirada podía desnudarle con tan solo clavarla en su hermana; reprochó el sentirla lejos y frunció el ceño.

 

—¿A casa? ¿Quieres comerte a la novia antes de la boda?

 

Aquella sonrisa en sus labios era casi desafiante y detuvo su mentón con su mano derecha atraiéndola hacia ella, se detuvo a escasos centímetros de sus labios y les rozó con los suyos para después separarse un poco y retarle.

 

También la deseaba, también extrañaba tenerla en sus manos, bajo ella... La amaba más que a nadie. Pero era más sus ganas de juguetear con ella que su propia "hambre".

 

— Mahia Black ¿A caso no quieres llegar casta y pura al matrimonio?- bajó lentamente su mano por el cuello de su hermana, hizo presión en su pecho cuando bajó un poco mas hasta detener su mano en la entrepierna de la rubia.— Digo, porque si acaso no quieres podría ayudarte...

 

Su mirada estaba fija en los ojos azules de su hermana; presionó un poco más y con su mano libre le posó sobre su cuello. La tensión sexual entre ambas era casi palpable y volvió a rozar sus labios con los de ella.

 

— ¿Y? ¿Casta y pura hasta el matrimonio o nos casamos de una vez?

[OttoBlack]

Asi que si ella le andaba pidiendo matrimonio, digamos que lo estaban haciendo mas formal, mas protocolo, nunca había visto a Mahia tan sonrojada y feliz en su vida se lo merecen ambas se lo merecen , me pregunto por cuanto tiempo me dejaran la masion sola cuando se vaya a la luna de miel. Pero luego Mahia parecía desconectada a lo mejor sorprendida por lo ocurrido, a lo mejor andaba viviendo muchas emociones y luego ya estaba ya todo es oficial-Bueno entonces ya es todo oficial, en el transcurso de la semana podemos cuadrar bien la boda-terminaba decir Otto esperado no arruinar el momento.

Luego de una hermosa escena romantica de Gaby y Mahia ahora ella se iban para dentro de la casa mientras miraba los presentes-Bueno creo que pronto sabemos que pasara o que haremos sobre la fecha de la boda y todo eso-comento Otto con una sonrisa de oreja a oreja-Tambien sobre donde lo haremos decoracion ,despedida de solteras ect,ect,ect-terminaba decir amable con una sonrisa de oreja a oreja-Y ahora nos vamos-pronunciaba el demonio agarrando de la mano de su esposa para llevar adentro de la casa, queria ir a su habitacion a terminar con ella lo que habia comenzando antes de esta reunion de amor.

@Jessie Black Lestrange

[Mahia Black]

Cerró los ojos y reprimió el quejido, abriéndolos para mirarla profundamente, con dejos de deseo en sus ojos azules. Sabía que su novia podía jugar. Sabía que le gustaba hacerlo. Y a ella le gustaba tanto o más que a la francesa. Dejó más lugar entre sus piernas para la mano de la otra mujer y la atrajo más hacia ella, envolviendo el lóbulo de la oreja entre sus labios para sentirle temblar debajo de ella.

- Creo que la que va a comer va a ser otra -.

Sus palabras eran serias. Dichas con un coqueteo descarado. Gimió a propósito en el oído de la Delacour y se apartó un poco, sonriendo. Esta vez quería ser ella la que tuviese marcas en la piel. No había bebido sangre en un tiempo, por lo que las heridas se producirían como a un humano normal.

Pero la fuerza la seguía teniendo.

Tomó por sorpresa a la bruja, besándola con pasión mientras la levantaba del suelo con facilidad, invitándole a cubrir su cintura y hombros con ambos piernas y brazos. El aire comenzaba a faltar y gruño con deseo. Apareciéndo a los pies de la cama matrimonial que compartían. La depositó con cuidado sobre el lecho y se relamió los colmillos, arrodillandose frente a ella, trazando un camino con sus dedos desde la rodilla hasta la entrepierna de la mujer, levantando el vestido tramo a tramo.

- Aún no tenemos quién nos case. Podemos disfrutarnos ahora, e ir a buscarlo luego. Y casarnos. Por favor. Ya quiero ser tu esposa -

Ejerció presión con sus dedos allí donde su punto sensible le hacía retorcer, y acercó el rostro para reemplazar los dedos por los labios.

[Maida Black Yaxley]

Su habitación en el castillo era más que confortable, parecía sacado de cuento de hadas, algo muy distinto a lo que tenía mientras crecía en Bulgaria o lo que poseía en la Manor. De hecho en el último, estaba por convertirse en roommate de su sobrina si las cosas seguían cayéndose a pedazos. Se puso en el centro mirando los metros de pared que tenía en un triste lienzo blanco, y movió la varita con unos cuántos movimientos de muñeca, pronto tuvo en esa pared la copia exacta de su cuadro favorito.

 

Una escena sencilla la verdad, una mujer vestida de negro, en el borde de un acantilado leyendo una carta. Ni siquiera recordaba el nombre el autor o de la pintura. Lo había visto alguna vez en un libro de la tienda de su padre, y ya. ¿Podría ampliar el lugar o no?

 

Sé que muchos piensan que es mejor pedir perdón que pedir permiso, pero Maida no.

 

Así que tres minutos luego, ahí estaba, frente a la puerta de su tía Gabrielle tocando como si no hubiera un mañana.

 

— ¿Tía Gabrielle, estás? —lanzó en voz alta finalmente— Tengo ciertas dudas con respecto a mi habitación.

 

Off: Aquí viene el balde de agua fría @@Gabrielle Delacour

[Gabrielle Delacour]

Arqueó la espalda deseosa y clavó fuertemente sus manos en hombros de su hermana. El deseo era fuerte pero sus ganas de j*derle el momento eran muchas más ¿Cuántas veces le había dejado más que a la mitad? Ahora le tocaba a ella morir de hambre unos días.

 

Pero era casi imposible resistirse a ella. Separó un poco más las piernas y soltó un gemido al sentir sus labios ignorando por completo sus palabras ¿Qué importaba si estaban o no casadas? ¿Qué importaba el perder un poco el orgullo y solo dejarse llevar por ella? Sus manos sujetaron con fuerza sus hombros y mordió su labio inferior tratando de no soltar un gemido.

 

– Basta...

 

Y la puerta les había salvado.

 

– Mahia...- su respiración delataba las ganas de ignorar a su sobrina y tapó sus labios con una de sus manos al dejar escapar un gemido.– Basta...

 

No sabía si aquella visita era más que un alivio que maldición.

 

– ¿Si? - se separó un poco de su hermana y le miró a los ojos cargada de lujuria, detuvo su rostro con ambas manos y le besó acariciando sus labios con la punta de su lengua antes de despegarse.– J'arrive Maida...

[Mahia Black]

No quería quitarse. El sólo hecho de saber los estragos que su boca hacía en la intimidad de Gabrielle le generaba un cosquilleo que iba desde la boca del estómago hasta su entrepierna y le hacía desear más.

 

 

Sonrío. "Basta", había salido de los labios de ella, pero su cuerpo y tono de voz decían otra cosa. Se separó un poco a regañadientes, mirando hacia arriba antes de morder la cara interna del muslo, rompiendo la piel con los colmillos sin ser demasiado violenta.

 

 

Apenas llegó a incorporarse cuando su sobrina abrió la puerta, y esperó hasta que estuvo con la atención puesta en ella para limpiar su boca sin ningun disimulo.

 

 

Estaba segura de que Maida ya sospechaba lo que había interrumpido: ella incorporándose, Gabrielle agitada sobre la cama, su mirada llena de deseo; pero quería darle una pizca mas de explicitud.

 

 

- Sobrina... pensaba que esperarías abajo. -

 

 

Desvío la mirada hacia la pierna de su novia para ver caer el hilo rojo de sangre y tragó, sedienta. Agitó la varita para aparecer un pañuelo y se lo pasó a au mujer, pidiéndole disculpas.

 

 

Quería que quedase la marca de sus colmillos, por lo que no le realizó un Episkey, pero la otra Black podría hacerlo si lo deseara.

 

 

- Decinos linda, pasa algo? O... deseas que me vaya para hablar con tu tia? -

[Maida Black Yaxley]

Existían algunos tipos de rojo, y si alguno quisiera estudiarlos, bueno, sólo hacía falta mirar el rostro de Maida. Iba a ser una clase completa, de hecho hasta tonos de rosa habían en su tez. ¿Las había interrumpido? Pero su tía le había dicho que pasara. ¡Por Morgana! Se mordió el labio inferior al pensar que pensaría ella si estuviera en esa situación, pero frenó los pensamientos en cuanto el apellido Malfoy asomó por su cabeza. Y la sacudió.

 

— No, no, no tienes que irte tía —dijo rápidamente—, de hecho, lamento yo haber bueno...—se aclaró la garganta y trató de ignorar el brillo del hilillo de sangre en el cuerpo de la tía Gabbs—, estaba haciendo una remodelación en mi habitación y pensé que podía ampliarla, quisiera colocar una pequeña biblioteca personal ahí, y un espacio para mis experimentos con pociones.

 

Tragó saliva rezando en lo interno para que rostro dejara de incendiarse, fijó los ojos en el suelo y enfocó su imaginación justo a lo que había pensado. Respiró antes de hablar.

 

— Si no es posible, he pensado que podría prescindir del armario, la verdad es que no tengo demasiada ropa y con el baúl me basta y sobra para mis túnicas —lo que era cierto, si contaba, no tenía más de veinte prendas—, los zapatos pueden ir debajo de la cama y podría mantener los sombreros en la casa de mi tío. Ya saben.

 

@@Mahia Black @@Gabrielle Delacour

[OttoBlack]

-Y ahora nos vamos-pronunciaba el demonio agarrando de la mano de su esposa para llevar adentro de la casa, queria ir a su habitacion a terminar con ella lo que habia comenzando antes de esta reunion de amor.Mientras agarraba a su esposa sin tiempo que perder poniendola en su espalda para salir detras de las patriarcas de la Black. Mientras escuchabas las risa de su bruja indicando que le gustaba que hiciera eso, su amada siempre le gustaba que la cargara no sabia el motivo pero siempre ella le gustaba mucho se alegraba y ponia una hermosa sonrisa de oreja a oreja mientras ahora andabamos en Hall de la masion.

Otto ahora sin tiempo que perder subia la escalaras para ir a su habitacion-Falta poco.-comento sincero con una sornisa de oreja a oreja mientras sentia, como la señora Black acentia con la cebeza hasta que por fin llegaban al piso donde andaba su habitacion. Ahora el esposo y la esposa iban a su habitacion llegando en un abrir e cerrar ojos, para abrir la puerta y poner a su esposa en la cama no sin antes voltearse a cerrar poniendo un letrero de no molestar.

@Jessie Black Lestrange

Editado 13 de Octubre del 2018 por OttoBlack