~Mansión de la Familia Gryffindor~ (MM: B 104490)

[Eobard Thawne]

-¡Y qué elegante caída! -elogió al rubio mientras levantaba ambos brazos. -Por desgracia, ser humano tiene sus desventajas en cuanto a la resistencia física.

 

El invernadero, recordaba un poco de los que se utilizaban para impartir Herbologia en Hogwarts; de maderos blancos y amplios ventanales, mostrando el contenido que yacía dentro de estos a los espectadores. Para la gran sorpresa de ambos, el acceder al reducido espacio sólo requirió de empujar la puerta. Seguramente los patriarcas habían pensado que nadie más llegaría hasta aquel punto.

 

-Vamos, que estoy ansioso por concluir esto. Posiblemente caiga dormido al regresar.

 

Dio más órdenes a las Necrohands, que obedientemente trasladaron los ejemplares restantes del Libro de la Sangre a distintos confines del espacio. Había poca variedad de plantas mágicas; el Black Lestrange no era una eminencia en la materia, pero alcanzó a distinguir algunas macetas con mandrágoras, un ejemplar de tentácula venenosa y, casi al fondo, lo que en mejores tiempos pudo haber sido Lazo del diablo.

 

-Es una pena, en verdad. Muchas de estas plantas tienen utilidades muy interesantes en la elaboración de Pociones.

 

Resopló, pasándose la varita de una mano a la otra. Una vez que Jeremy le indicó que se encontraba listo, comenzó a repetir un proceso similar al hecho en el vestíbulo del castillo. A diferencia de ese lugar, ahí se enfocó a las plantas que tenían frente a ellos. La tentácula inmediatamente comenzó a ennegrecerse, como si estuviera marchita. Mismo caso para las mandrágoras, cuyas hojitas pasaron de verde a marrón, y posteriormente a gris.

 

-Sí, quizá algún día me atraiga la herbología. -opinó, pasando la mano sobre la parte baja de la máscara, como si se rascara la barbilla. -Nuestra labor aquí está llegando a su fin. A menos que quieras explorar algún otro rincón de este lugar.

 

Aunque era el mortífago a cargo en tal misión, también quería tomar en cuenta la opinión de su compañero. Después de todo, en aquello se basaba la efectividad del bando: el compañerismo y la confianza que había entre sus miembros.

[Jeremy Triviani]

Jeremy siguió a su compañero y traspasó la indefensa puerta del invernadero. El olor a tierra y abono golpeó su nariz produciéndole relajación instantánea, como siempre le ocurría con esos olores naturales que le recordaban con nostalgia su hogar.

 

Las plantas de diferentes tipos estaban un poco descuidadas, el rubio frunció la ceja al notar que faltaba podar las Coclarias, lo que haría que los filtros para confundir salieran sosos y provocasen algún efecto secundario. Miro de reojo las mandrágoras adultas y noto que estaban tranquilas.

 

-Si, aunque si las usarán tendrían efectos particulares por su descuido - Agregó irritado con esa familia que desaprovecha aquel recinto.

 

Asintió con la cabeza en señal a su compañero y observó cómo repetía el hechizo oscuro en los libros que quedaban. Las plantas de inmediato sintieron los efectos malditos en su anatomía.

 

-Con eso es suficiente, los tendrá un buen rato entretenidos -Respondió caminando a la salida del invernadero.

 

Caminaron con rapidez por los jardines no tan bien cuidados. Parecía que aquella familia no estaba muy presente en sus mobiliarios. Luego de cruzar la reja y encontrarse del otro lado. Jeremy miró a su compañero.

 

-Fue un placer, amigo. -le dijo haciendo una reverencia - Nos vemos en la baticueva -terminó, antes de desaparecer rumbo al lugar secreto.

[Eobard Thawne]

-Tal vez algún día, y sólo tal vez, valoren la utilidad de esas plantas.

 

Emitió un bostezo casi de cansancio; el uso desmedido de la magia oscura lo había mermado un poco, pero aún podía mantenerse en pie. Tenía bastante tiempo sin necesidad de emplear tal tipo de poderes. Siguió al Askar, ordenando a las Necrohands que le llevaran el baúl de siete cerrojos, ya cerrado, con él.

 

-No ha sido nada, me da gusto que el paseo haya sido educativo. -río con ironía, devolviéndole la reverencia al rubio. -Hasta entonces.

 

Su compañero se desapareció casi al instante. Con la seguridad de que del otro lado de la reja, ya no tendría problemas para esfumarse, concluyó la invocación de las Necrohands, causando que el pesado contenedor impactase sobre el camino que llevaba al castillo. Hizo lo propio para reducirlo y volver a guardarlo en el bolsillo a manera de llavero.

 

-Bien, creo que la próxima ocasión tendré que echare el guante a esa mesa de billar. Claro, mientras ésta no intente matarme.

 

Dedicó una mirada lúgubre a la edificación, que comenzaba a verse deplorable. La niebla conjurada en sus puntos de interés parecía ir ganando terreno, por lo que pronto el acceso sería restringido. O simplemente no recomendado, a saber. Giró sobre sus talones un par de veces, desapareciéndose de aquel lugar sin más que agregar.

[Marabella Rambaldi G.]

La vampiro se sorprendió al escuchar a la demonio, jamas podria imaginar que aquel ser despresiable para ella la tomara como su semejante , era una locura si se escuchaba sin analizarlo pero la vampiro al analizar toda aquella historia supo el por que y tambien entendio el por que de la envidia de la pelirroja.

- " curioso saber el por que me elijiste a mi antes que a cualquier desendiente tuyo "- le comento Kyttara mientras la demonio miraba a la nada -"¿ Aun amas a aquel que te traiciono y mato?"- Pregunto la vampiro ,la demonio se congelo mientras sus recuerdo comenzaban a pasar como película por su mente aquel dolor que tenia aun persistía a pesar de los años - ¡Eso a ti no te incumbe!- grito la demonio con furia en los ojos ,aun cuando negara aus sentimiento ,no tendria que decirlo Kyttara estaba conectada a ella en cuerpo y alma ,por lo que los sentimiento de Marabella eran parte de ella tambien.

 

- " deja la furia, que no te hice nada y esta demas que me respondas ,se lo que sientes-" termino por decir Kyttara cuando sintio un aroma familiar " Arya" pensó mientras la demonio se para de asiento y camino por el invernadero - tenemos visitas- Dijo la pelirroja mientras se disponia a salir del invernadero.

 

-" no hagas nada que ella pueda sospechar-" kyttara sabia que aun cuando no veia a su madrina hace mas se un año ,perfectamente podria descubrirla , era de las pocas personas que lograba conocerla mas allá de lo que ella dejaba ver - ya lo se,no tienes porque avertirme querida.-

 

La demonio se encamino por el jardin rumbo hacia la mansión, sabia perfectamente que aquella mujer se encontraba aun en la entrada , su aroma se sentia mas fuerte en esa dirección.Entro por la puerta trasera , se encamino hacia el holl en el cual ya uno de los elfo se disponia a atender.

 

- Gracias Tanis , yo me encargo - fue lo que dijo al llegar a la entrada -Buen dia Señorita Macnair , ese milagro que el viento la trajo hacia la mansión - le dijo la pelirroja en forma sarcastica -" no seas fria , es mi madrina, si no eres cariñosa se dará cuenta -" Marabella sonrio ante la cara de la recien llegada haciendo caso omiso de lo que la vampiro de decia en los pensamiento, su cometido habia sido logrado , la pelirroja que tenia enfrente estana desconcertada ante su actitud.

 

- pasa a delante ,o ¿ quieres ir al jardín? -le pregunto sin dejar de mirarla.

 

@@Arya Macnair

[Arya Macnair]

―¿Ky-kyttara?

 

Le fue imposible esconder la sorpresa, su ahijada se veía tan diferente ¿tanto tiempo había pasado desde la última vez que la vio? eran al menos dos años contados cuando asumió su rango como Nigromante y eso hacía unos cuantos meses. Cabello de distinto color, opaca la mirada, la forma con que la trató ¿dónde estaba el reproche por no visitar a su pequeño hijo? ¿dónde la tristeza por la reciente pérdida? todo parecía muy extraño pero quizás era una nueva forma de la bruja para reprochar la prolongada ausencia de Macnair.

 

Ya adentro dudó hacia donde ir, el día se prestaba para el atuendo escogido: zapatillas planas de color carmesí con un pequeño y delicado moño rosado y abertura en el empeine, vaqueros de un celeste gastado y una blusa manzana con escote en V pronunciado. Nadie jamás podría creer que debajo de aquella ropa delicada y elegante se escondía una Mortífago de renombre como ahora resultaba ser ella. Aun así señaló el jardín, aun conocía las instalaciones Gryffindor a menos que hubiesen dado vuelta un castillo entero ―cosa poco probable― y todo estuviese fuera de su sitio.

 

―¿Qué es ésto?― Expresó tomando entre sus dedos un mechón rojizo ―¿Una nueva forma de berrinche o cómo?

 

Sabía que si su compadre estuviese metido en la conversación habría defendido a Kyttara y al final todos hubiesen reído. Pensar en que solo quedaban ellas dos le estrujó el alma, era increíble como muchas de las personas que conectaban sus vidas ya no estaban, como Vrael y Aziid ¿sabría la muchacha que el padre de Ámbar había desparecido para siempre? una desgracia sin dolor, se decía, puesto que ahora estaba comprometida y eso lo dejaba claro la sortija de plata que portaba en su mano derecha.

 

―No digo que no me guste pero... ¿Y los niños, dónde está mi pequeño?

 

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[Groter Shulton Granpié]

Groter Shulton Granpié

 

Tras largos meses había pospuesto la situación de ver a la pelirroja, pero tenía algo que contarle y la extrañaba mucho, así que le había pedido verla en la mansión para tomar un café y ponernos al día. Antes eramos inseparables, con el tiempo y las actividades después de su partida de la Orden nos habíamos estado alejando paulatinamente hasta este momento en que apenas y sabíamos uno del otro y casi siempre por terceras personas.

 

El ya no vernos no era cuestión de uno, ambos habíamos dejado de lado el vernos constamente al no contactanos o escribirnos y cada vez que pensaba en eso me sentía bastante triste, ella siempre había sido importante en mi vida, la extrañaba y a ratos temía que las cosas hubieran cambiado tanto que no fuera así para los dos.

 

Así que había preparado una mesa en los jardínes y Kronoterun nos iría a ver para llevarnos café y galletas tan proto se presentara. Estaba en la sala, esperando la llegada de la pelirroja como habíamos acordado en las cartas que habíamos intercambiado la semana pasada, estaba ansioso, le daría un fuerte abrazo y quería comprobar como iban las cosas entre nosotros, aunque sabía que al verla todos los temores se irían.

 

@@Arya Macnair

[Hannity Ollivander Evans]

Tenía bastante tiempo de no poner un pie en la mansión familiar, de hecho me había ido cuando quise enfrentarme a nuevas aventuras, y es que para la rubia no había otra cosa que en el pasado le importase, ella quería vivir, viajar, o como dicen por ahí, comerse al mundo,así que se alejó de la familia Gryffindor dejando a sus padres para emprender una nueva aventura.

 

Al llegar a dónde se encontraba la mansión vió con alegría las verjas negras con el león, comenze a caminar por el sendero de piedritas, y tomé el camino que llevaba hacia la entrada de la mansión, en cuanto llegue a la puerta ví con alegría que seguían las estatuas del lobo y el león.

 

La rubia ojiverde abrió la puerta sin problema esa tarde iba vestida con jeans , tennis y una playera blanca ajustada a su silueta, al dirigirse al vestíbulo vió a dos niños pequeños que parecía estar haciendo o tramando alguna travesura, en cuanto me vieron entrar ambos dejaron lo que estaban haciendo y dijeron - No estabas en el jardín mami?

 

La rubia se quedó en shock, había pasado tanto tiempo de no saber nada de su familia que en ese momento se dió cuenta de todo lo que se había perdido, esos pequeños eran hijos de su gemela Kytta.

 

Se acercó a ellos con cautela, tomó las caritas de ambos con sus frías manos, los miró tiernamente y dijo - Mi nombre es Hannity,al parecer soy la hermana gemela de su mamá- se quedó contemplandolos no había duda para la rubia, esos niños tenían muchos rasgos de su gemela.

 

En ese momento los niños se levantaron ágilmente -Yo soy Seintmontt- dijo el niño rápidamente.

-Yo soy Ivannaly- se presentó la pequeña.

 

En ese momento lo que más quería la rubia era ver a su gemela, reclamarle el hecho de que no le había informado que ya era tía de dos encantadores niños que parecían ser lo más traviesos del mundo.

 

- Que les parece si nos divertimos un poco?- preguntó la rubia - podemos hacer alguna travesurita a mamá, y no pasará nada por que yo los cuidaré.

 

Tal parecía que la idea les encantaba y si no tendría consecuencias para ellos era mucho mejor.

 

 

 

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Editado 13 de Mayo del 2018 por Hannity Jane

[Luna Gryffindor Delacour]

Hacía tantos siglos que no me pasaba por la mansión que temía que se olvidarán de mí, pero como siempre había sido una hormigita viajera me dije que no les molestaría que pasará ahora, tenía miedo de que no quisieran recibir, pero armándome de valor, decidí abrir la verja de entrada, mis pasos eran sigilosos y mudos en el pasto recién cortado, la brisa arremolinaba mis cabellos pelirrojo oscuro, aquellos que se habían salido del rodete del fénix dorado, caminaba más lento de lo normal, había perdido demasiado sangre y necesitaba descansar, si bien me habían restablecido y me sentía mucho mejor, aún quería descansar un momento en el sillón de la sala o quizás en la biblioteca con algún libro que encontrará por allí, pero una idea cruzo mi menté, sabía a donde quería ir a leer y curiosear, supuse que no se enfadaría por ir a ese sitio así que me apresuré a abrir la verja y abrir la puerta de entrada a la mansión, indecisa sobre que decir a quien me viera y si me reconocerían o no.

 

Apenas entré vi a dos niños pequeños que parecían tramar algo y a una señora que nunca había visto en mi vida, parpadee observándola con mis ojos azules claros, indecisa de si decirle algo o no, aunque supuse que sabría que era vampiro porque mi piel pálida me delataba, me quedé paralizada observando la escena, escuché como se presentaban y entendí quienes eran, los hijos de mi hermana Kytta, ¿o era mi sobrina? me encogí de hombros observando la escena sin inmiscuirme, al fin y al cabo, era un intrusa en mi propia casa, no quería interrumpirles pero algo me detenía a quedarme allí y mirarlos, eran tan lindos los pequeños que si pudiera darles un super abrazo lo haría, me contuve como pude solo observando la escena que se desarrollaba a mi alrededor, sin saber si decirles algo o no.

 

- Hola niños, soy Lunita Gryffindor Delacour, la hermana de Kytta, que por lo que veo es su mamá, así que vendría a ser su tía, ¿travesuras? hola mucho gusto, soy Lunita Gryffindor Delacour ¿tu quien eres? de cualquier forma, bienvenida a la gran familia que somos, enserio hay tantas personas aquí que no sabrás quien es quien pasado un año, haz la prueba y veras, me la paso viajando por el mundo así que no suelo pasar mucho por aquí, haber ¿quien quiere caramelos? - Dije sacando los caramelos de menta de mi bolsillo y dándoselos feliz de ver como corrían a tomarlos -

 

- Gracias Tía Luna - Dijeron a coro mientras sostenían en sus manitos los caramelos -

Les acaricie a ambos la cabeza tiernamente, mientras me giraba a ver a Hannity divertida, realmente me parecía sumamente genial hacerle bromas a Kytta y quería prenderme a hacerlo, no solía hacerlo desde hacía tanto tiempo y deseaba volver a involucrarme en la familia de vuelta, ser una más de ellos y ser aceptada por todos, olvidé por completo mi idea de ir al estudio de mi papá y decidí quedarme con ellos, primero porque parecían muy tiernos y segundo porque realmente quería jugar bromas y sentir que volvía a pertenecer a esta hermosa familia feliz, que siempre sería la Gryffindor.

 

 

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[Arya Macnair]

Pasó demasiadas horas frente al espejo, maquillando y desmaquillando su rostro, poniéndose y quitándose ropa, su habitación parecía víctima de una bomba y posterior una batalla campal pero aun así no se decidía y pasaba de un sitio a otro descalza. Ámbar corría entre sus piernas y jugaba con todo lo que le caía desde arriba, con casi cuatro años la curiosidad era moneda corriente en la pequeña monstruo que dibujaba las paredes de su madre con labial carmesí y se colocaba los vestidos de gala como capa para saltar de la cama fingiendo que podía volar, cayendo de forma brusca en el montón de ropa que Arya acumulaba en un rincón.

 

Tuvo que recibir la intervención de Aries para calmar los ánimos y regresar el orden al cuarto, aun no lo compartían oficialmente como pareja pero cada fin de semana el joven Black Lestrange se instalaba en la mansión Macnair —cuando Pik no estaba— para pasar tiempo de calidad con su prometida e hija. El mago devolvió la ropa al armario, limpió las paredes con un encantamiento para fregar y le prometió a Ámbar que la llevaría de paseo para que conociera un nuevo amigo, alguien que aun ni siquiera la propia mujer conocía pero que estaba segura sería pronto.

 

—¿Estás seguro que podrás con ésto?— Le preguntó, después de todo, Aries no tenía ni 20 años y le estaba dejando a su hija.

 

El rubio asintió, besó sus labios casi de forma esporádica pues no quería mancharse de color y se llevó a la niña luego de que ambos acompañaron a la Nigromante hasta los jardines principales, caminaría hasta la mansión Gryffindor, con un nudo en la garganta siendo aquella la segunda visita que daba a la casa en calidad de paz, desde hacía cerca de dos años.

 

Y minutos después, unos veinte quizás, tras caminar sus tacones de color marrón claro, llegó ante las breves escaleras flanqueadas por dos imponentes leones de piedra a los cuales respetaba por ser los protectores de tan noble familia. Conteniendo la respiración pasó entre medio de éstos, a sabiendas de que si sus intenciones no eran buenas cobrarían vida y le saltarían al cuello, y llamó a la puerta. El sonido de sus vaqueros de lanilla gris creaban un sonido relajante al rozar, como el susurro de una ráfaga de viento que se vio interrumpida por el estruendo de una puerta antigua abriéndose a la mitad.

 

—Buenos días, estoy buscando a Groter— Expresó, las manos le sudaban y en un pequeño bolso que le cruzaba por la mitad el pecho arrugando su camisa blanca a medio abotonar, guardaba las cartas que éste le había enviado durante algunas semanas para estar segura de que no había sido una trampa.

 

@@Groter Shulton Granpié Shulton Granpié

[Hannity Ollivander Evans]

Mientras la rubia quedaba en que travesuras haría con sus sobrinos quedando de acuerdo entre los tres que Hannity tomaría el papel de Kytta y ellos obviamente lo seguirían hasta que alguien los delatara diciendo la verdad de la identidad de la rubia, a fin de cuentas eran gemelas idénticas, a excepción del color de cabello, pero al parecer podían lidiar con ese pequeño detalle.

 

Cuando ya había quedado todo claro para los pequeños y la tía los sentidos de la rubia detectaron la presencia de otra vampiro, que era miembro de la familia y era nada menos que una de sus hermanas, Luna.

 

La pelirroja se presentó ante los niños y la rubia,parecía que como siempre nadie sabía de la existencia de Hannity, excepto sus padres Elvis y Annick, ante la presentación de su hermana la rubia decidió tomar el papel en el que había quedado con sus sobrinos.

 

-Acaso no me reconoces Luna? Soy Kytta, tu hermana - dijo con tono creíble y por supuesto que sus sobrinos no iban a delatarla ya que el plan de los tres era confundir a la familia tal y como a su gemela le hubiera gustado.

 

Sein e Ivy desde de tomar los dulces que le ofrecía su tía y agradecer por ellos dijeron -Tía Luna, acaso no reconoces a mamá- y enseguida los dos niños abrazaron a la rubia como lo hubieran hecho con su madre.

 

Instantes después una voz preguntaba en la puerta por otro de nuestros hermanos, Groter...

 

-Vaya vaya- dijo la rubia en tono sarcástico -cuántas visitas para un sólo día- la rubia se fue acercando a la puerta mientras seguía hablando, por supuesto sabía de quién se trataba, Kytta se lo había dicho y le había pedido que hiciera todo lo posible por darle un buen recibimiento a la madrina de su hijo Sein, pero por buen recibimiento la gemela de Hannity se refería a ser sarcástica y ocuparse del asunto pendiente que Kytta tenía con Arya.

 

 

-Pero miren a quién tenemos aquí- dijo la rubia cuando se encontró con @@Arya Macnair, en cuanto los mellizos escucharon la voz alta de su tía Hannity haciéndose pasar por Kyttara comenzaron a reír, tal parecía que lo estaba haciendo como su gemela lo haría -será acaso que la madrina de Seintmontt se está reivindicando para tomar el papel que le corresponde.

 

Probablemente estaba siendo muy dura con Arya y aunque a la rubia no le terminaba de gustar era un trato que había hecho con su gemela, momentos más tarde Sein iba a abrazarse a la delgada cintura de la rubia y decía -mamá, ella es mi madrina.

 

La rubia esperaba que Ayra saliera del shock en que Hannity la había dejado.

 

 

 

 

@ @Kyttara Gryffindor Rambaldi