~Mansión de la Familia Gryffindor~ (MM: B 104490)

[Sol Lestrange Black]

Escuché las palabras de Ginny, entendía bien aquella necesidad de querer en ocasiones escapar del.mundony querer olvidarlo todo, me era muy familiar.

 

--Te entiendo perfectamente cariño, sé que a veces solo hace falta escapar un rato del.mundo para encontrarse a uno mismo...-- indique soltando un suave suspiro-- me alegra tanto que estés de vuelta, te extrañe.

 

Le guiñé el ojo y le regale una.dulce sonrisa comprensiva, sabía también que cuando nos decidíamos a volver a la.realidad el cariño siempre era necesario.

 

--Bienvenida a casa mi niña, es momento de divertirse un poco...

 

@@Ginny G Rambaldi

[Ginny G Rambaldi]

La Gry miró a su madre, sabia que algo ocurría como en su momento ella lo tuvo pero no quería presionarla, sabía que era mejor dejar que todo fluyera de la mejor manera así como ella misma está haciendo ahora y que precisó su tiempo para ello, más no obstante se preocupaba, sus dos madres lo eran todo para ella así que al escuchar esas palabras asintió en silencio.

 

- Gracias madre, si, es cierto, es hora de vivir de nuevo un poco más- tomo un vaso de jugo en sus manos - quiero que sepa que estuve muy rota muy mal pero llego alguien que con el tiempo y dedicación me ha enmendado - sonrió a su madre con amor.

 

Era la primera vez que Ginny hablaría de ello así que con su determinación característica lo hizo, a medida que empezó a comentar a su madre todos los recuerdos le hacían sonreír de una forma que antes jamás había hecho en sus siglos de vida, aún no sabía cómo, pero ya del horror qué pasó casi no se acordaba, solo en pequeñas ocaciones, ya que las pesadillas a veces aparecían sin aviso.

 

- Lo conocí en uno de mis viajes en los cuales fui a un evento que siempre me gustó, no como los aburridos que siempre voy, y fue casualidad -hablaba bajo y si riendo sin notarlo siquiera - es alto y tiene unos ojos hermosos y una mirada muy sincera, su carácter es como el mío, fuerte pero es muy lindo conmigo, espero al fin día pueda presentártelo- termino diciendo y suspiró- Gracias por la bienvenida, es bueno estar en casa de nuevo y saber que aún soy querida aquí - tomo de las manos a su madre y le dio un abrazo gigante, en el expresaba todo el amor y el afecto que le tenia a su mamá.

 

Al separarse con una mirada de curiosidad le dijo -ahora ponme al corriente de TODO - rio algo raro en ella y ahí se veía la diferencia entre el ella de antes y el de ahora ...

[Thomas E. Gryffindor]

Una fría tarde de Septiembre... Otoño del año 2019. No era una fecha muy peculiar para programar un retorno a casa luego de más de un año de ausencia tras la investigación que el Ministerio de Magia y Gringotts llevaban en su contra; caso que ya se había cerrado, y que como consecuencia del lavado activo de galeones, Thomas tuvo que pagar con creces con todo lo que había adquirido gracias a dicho dinero de dudosa procedencia. La caída de las hojas ya era inevitable, las aves migraban y el cielo se apoderaba de tonalidades ocres que acompañaban al equinoccio de una manera muy pintoresca. Su larga capa de viaje de color azabache bailaba con el soplo del viento mientras su figura cruzaba la enorme verja negra con una aldaba con forma de león, símbolo que todo Gryffindor atesoraba en lo más profundo de su ser. El césped lucía amarillento, las piedras que enseñaban los diferentes caminos hacia las zonas principales de su hogar ya no estaban completamente pulidas como le gustaban a su madre, los arbustos y las plantas se apreciaban marchitos; era como si nadie en meses hubiese regado con una mísera gota de agua. <<¿Es que acaso los elfos se han levantado en huelga?>> pensaba el joven de rizos rojizos, observando con nostalgia lo que parecía ser la enorme mansión familiar.

Como un acto reflejo ante un eventual ataque mortífago, el veinteañero desenvainó su varita; y con arma en mano se abrió paso por los escalones que estaban al comienzo de la fachada, custodiados por las dos enormes estatuas que se adornaban de telas de araña. -¡León! ¡Lobo!- exclamó en un tímido susurro esperando alguna reacción inmediata, pero tal parecía que ni el hechizo druida de sus padres se activaba al verle arribar. Su mirada se volvía dubitativa, su semblante ya no era el mismo al que comenzó la travesía de retornar a sus tierras como un hombre libre, ya su mente divagaba por un sinfín de cuestionamientos que, a ciencia cierta, debía de resolver. Al cruzar el vestíbulo (apretando sus dientes en señal de tolerar el temor que emergía en él), su nariz logró sentir el aroma a leña quemada recientemente. Sí, la chimenea parecía haber estado encendida la pasada noche, pero ¿quién estaría ahí si todo por fuera estaba en ruinas? -Hola... ¿Hay alguien en casa?- preguntó Elros; sintiendo el poderoso latir de su corazón tras percatarse de que un fuerte sonido, proveniente de la cocina, se hizo escuchar sin vacilar.

[Sophie Elizabeth Granger]

¿Cuando había visitado la casa de sus primos por ultima vez? Ni su memoria prodigiosa lo recordaba. Pero algo la había atraído de nuevo a la prestigiosa casa de los Gryffindor, ¿nostalgia sería acaso?¿o el terror de pensar que estando la familia fuera alguien se adueñase de la Mansión y hasta del nombre? No es que no hubiese ocurrido antes y eso la hacia temblar de rabia, la casa de una de sus amigas había terminado usurpada por alguien mas. La gata blanca y la gata negra que la seguían a todos lados se entremetieron en sus pies como si supieran de los pensamientos macabros que rondaban por su mente e intentaran calmarla.

 

Abrió la verja de la entrada y camino por la silenciosa entrada de la mansión observando las estatuas que siempre vigilaban la casona. Desde luego que estas jamas reaccionaban ante su presencia en la casa porque ella era parte de la familia. Aunque esta vez hubiese preferido que lo hicieran porque así la casa no se vería tan sola. Empujo la puerta de la entrada que esta vez cedió apenas la toco y solo el silencio la recibío.

 

- que solo esta esto, Lyra y Luna, cuando antes siempre estaba lleno de vida. ¿Me pregunto a donde fueron todos?

[Valeskya Granger]

Valeskya había escuchado el rumor, pero no estaba segura ¿Los Gryffindor aún permanecían en Ottery? Los recordaba con una familia gloriosa, unida y con muchos integrantes; conocía a los patriarcas y sin embargo, tenía mucho tiempo que no había ido a visitarlos… más tiempo de lo que ella suponía. Le caían muy bien, los quería mucho y sin embargo evitaba ir a ese lugar; recordar la causa hizo que una mueca de fastidio se dibujara en su rostro, al tiempo que acomodaba su negra cabellera detrás de su oreja. Se encontraba de pie enfrente de la mansión Gryffindor, con unas enormes ganas de marcharse de ahí y no volver jamás.

- No seas rídicula. – Se reprendió a sí misma. - Como si los fantasmas pudieran ser capaces de atormentarme.-

Con un chirrido abrió la puerta principal, comenzó a caminar lentamente, con los brazos cruzados, mientras se daba cuenta que ese ambiente solitario le resultaba similar: al de su casa. También lucía algo abandonado, pero era algo que la Granger no podía creer, si ellos siempre habían sido una familia numerosa, seguramente alguien andaría por allí, dispuesto a recibir a los visitantes. “¿Cuántos siglos más tienen que pasar para que los Gryffindor desaparezcan?” Dijo la joven para sus adentros mientras sus pasos la guiaban casi por inercia hacia la puerta principal. Nunca desearía que la familia desapareciera, ellos eran sus favoritos, después de los Granger, claramente.

A medida que se acercaba, vio una silueta familiar que se adentraba a la mansión. Podía jurar que se trataba de Zahil, lo que hizo suponer a la ojivioleta que había alguien más para recibirla; al menos ella no se atrevía a entrar de esa manera… ¿o quizás sí? Valeskya se detuvo a pensar si quizás en algún momento había pateado también las puertas de esa casa. Era algo que le ocasionaba gracia y lo peor es que no lograba recordarlo con exactitud. Apresuró sus pasos hasta alcanzar la puerta antes de que ésta se cerrara por completo.

- ¿Za? – Se acercó a ella mientras veía a su alrededor, todo estaba en silencio. - Creo que ambas pensamos que una visita a nuestros primos no vendría mal.-

[Sophie Elizabeth Granger]

La presencia de su prima la sobresalto de tan ensimismada que estaba viendo aquella enorme casa totalmente vacía. Era extraño que su deseo de visitar la casa de sus primos coincidiera con el deseo de Valeskya de hacerlo. Pero la situación del mundo mágico hacía que la gente se pusiera nostálgica tal vez. Pasó sus dedos por uno de los muebles y pudo constatar que había polvo acumulado sobre la superficie, lo que indicaba que sus primos habían salido de ahi hasta con los elfos dejando la casa sola totalmente.

 

- asi es V, pero creo que nos tardamos demasiado, aquí no hay señales de vida - dijo volteando a verla enseñándole el dedo sucio por el polvo. Sacudió uno de los sillones de la sala y se sentó haciéndole una seña a su prima para que la imitara.

 

- Sabes, esta mañana sentí el enorme deseo de venir a este lugar, como si un presentimiento de que este corría peligro me inundara y decidí venir lo más pronto posible - dijo. Suspiro antes de continuar - ¿Supiste lo que paso con los Ryddleturn? Otra familia del mismo apellido pero sin relación sanguínea con la anterior reclamó la casa y ahora viven ahi, sin nadie de los verdaderos dueños para defender su hogar, no hubo más nada que hacer. Y eso querida V es algo que me temo pueda pasar con esta casa y la nuestra, por ello a pesar de la guerra y de la clara corrupción de este lugar no he querido irme de aca. Me niego a entregarles nuestro hogar en bandeja de plata a esos oportunistas que abundan en Ottery estos días

 

Aunque muy en el fondo no eran las únicas razones por las que no se iba, también estaba aquella leve esperanza de que sus primos regresaran algun dia, o por lo menos algún heredero real del apellido para tomar lo que por derecho le correspondía y al fin y al cabo ella tenía la eternidad para esperar ese momento.

[Valeskya Granger]

Pocas eran las ocasiones en las que ambas primas coincidían fuera de casa, ambas tenían actividades de ocio muy distintas. Aunque la visita a la mansión Gryffindor era, quizás, la necesidad común por saber qué había pasado allí. Después de años, de que tanta gente habitaba en ese lugar, resultaba completamente extraño el hecho de que ahora luciera hasta abandonado. La ojivioleta supuso que al igual que Zahil, ambas esperaban que alguno de sus familiares apareciera pronto; pero los segundos transcurrían sin que hubiera otro ruido más que el eco de sus voces en lo que era la sala de estar de la mansión.

 

Se sentó, aunque no tan cómodamente como la joven rubia; no era porque se tratara de una maniática de la limpieza. Simplemente el estar allí le traía recuerdos que la hacían sentirse con unas ganas enormes de irse; fue inevitable pensar amargamente en que si él se había ido y la había abandonado, quizás se tratara de cosa de familia [?]. Sacudió la cabeza, como para alejar esas tonterías; adoraba a sus primos, sabía que ellos no se irían así sin más. Siempre había alguna razón para todo lo que ellos hacían y estaba segura que esa vez no era la excepción a la regla.

 

Escuchó las palabras de su prima atentamente y se dio cuenta de que aunque el motivo que las había llevado similar, al menos para Zahil se trataba de algo más serio. A ella le preocupaba que alguien más llegara a adueñarse de la mansión; la joven arqueó las cejas con cierta incredulidad a medida de que escuchaba cada palabra.

 

- Había escuchado sobre los Ryddleturn, pero no sabía que alguien más se hubiera adueñado del lugar así. ¿Es legalmente posible eso? Preguntó. Aunque ella sabía sobre leyes mágicas, últimamente había estado tan ausente de Londres, que había escuchado sobre reformas que iban y venían, algunas más descabelladas que otras, así que no le sorprendería saber que ese tipo de acciones, desagradables para su gusto, se convirtieran en algo natural. - Eso es muy como degente vividora ¿no crees? No pudo disimular una mueca de desagrado. - Jamás dejaría que nuestra casa quedara a merced de ese tipo de gentuza ¡sobre mi cadáver! - Y finalmente soltó una carcajada.

 

El eco de su risa parecía escucharse en cada rincón de la mansión, cosa que le parecía algo triste, no tanto por la soledad que pudiera haber en el lugar, pues la casa de las Granger estaba en igualdad de condiciones o casi, si se tomaba en cuenta que solo la mitad permanecía de pie, mientras que el resto lucía distraída. Más bien se trataba de saber hasta qué punto la guerra mágica, entre otras reformas que estaban ocurriendo, afectaban lo suficiente como para que a la gente no le importara perder parte de su patrimonio y se fuera, sin dar marcha atrás.

 

- ¿Has sabido algo de ellos? Preguntó Valeskya de repente. - Es decir, ellos siempre permanecían muy presentes dentro del Ministerio de Magia, y ahora- Hizo una breve pausa, suspiró y continuó. - ¿Crees que se hayan ido por su propia voluntad? Era algo bastante conocido para ellas de que, tras toda aquella calma aparente que parecía reinar en todo Londres, las cosas aún continuaban, quienes solo esperaban un pretexto para volver a aterrorizar a la población. Yo creo que nuestros elfos han tenido el tiempo libre suficiente como para que quizás pudieran pasar a quitar un poco de polvo acá ¿qué opinas? Así al menos, si llega gente indeseable, podría dar la impresión de que hay alguien que cuida la mansión.- Miró a la rubia, esperando una respuesta.

 

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[Mael Blackfyre]

Tomé aire. Hacia tan solo unos minutos que me encontraba en ésos terrenos y claramente olía diferente al resto. Aunque un golpeteo de más en el corazón me recordó que aunque estuviera en casa, no se sentía como estar en ella. No entendía qué razón me había hecho regresar allí pero estaba nuevamente en mis terrenos de la mansión Gryffindor. Ni siquiera estaba afectado porque nadie me hubiera enviado una lechuza, porque yo tampoco había hecho aquello. Volví a respirar ¿dónde estaban mis energías?

 

El sol se estaba empezando a esconder en el horizonte, aunque ya había sido tapado por la copa de los árboles que se erguían tan alto, como si estuvieran estirando las ramas al cielo. Muchas criaturas se estaban refugiando en sus hogares y al parecer, era lo que estaba haciendo. La verja de la Mansión ni siquiera me había dado la bienvenida, porque como Patriarca, tenía el poder para aparecerme donde quisiera. Pero aún no había entrado a la edificación. Caminé algunos pasos esperando encontrarme con algo diferente. Y no. No había nada diferente. A ambos lados los setos y árboles y por delante, aquellas dos magníficas estatuas.

 

— Lobo... león... —murmuré. Las piedras no habían reaccionado de ninguna manera. ¿Continuaban con su magia? Esperaba que si. Se suponía que tenían que alertar a todos los miembros de la mansión, que estaban entrando indeseables. Por lo menos no era uno para ninguno de los Gryffindor. Acaricié la melena del león, subiendo aquellos escalones

 

Moví la varita, con algunas florituras. pequeñas esferas azuladas iban saliendo disparadas, de un lado hacia otro. Si algo estaba seguro, era que jamás bajaba los brazos. Atravesaron todo tipo de objetos: verja, árboles, arbustos. E incluso un par entraron a la mansión. El objetivo era simple, avisarme si había alguna presencia. Ya iba a tener tiempo de poner todo en su lugar.

 

— ¿Tanis? —murmuré. Pero el elfo no apareció. Apreté los labios. Y apenas entrecerré los ojos.

 

Decidí quedarme unos minutos más allí. Todo parecia... solo.

[Sophie Elizabeth Granger]

Por un momento se quedo mirando hacia la entrada, muy en su interior esperando que entrara Elvis o Annick y preguntara porque esa cara de velorio. Miro hacia sus gatas que ahora estaban sentadas cerca de su prima mirándola con interés.

 

- no se si su partida fue voluntaria o no, como vez no hay una señal o pista que nos aclare eso, solo no estan - dijo mientras intentaba aclarar su mente para ver si alguna idea llegaba a su mente sobre el posible destino de sus primos. Repentinamente su oido capto movimiento frente a la casa, alguien que permanecía ahi mas de lo normal para un curioso y entonces el desconocido entro.

 

Las estatuas no habían reaccionado y ahora se preguntaba si habían perdido su magia o por fin un Gryffindor había regresado. Le hizo señas a su prima aunque esta ya estaba alerta pues seguramente también estaba escuchando lo mismo que ella. Y entonces unas esferas azules atravesaron la pared y se pararan frente a ellas

 

- V...que diablos esta pasando, crees que estén intentando invadir la mansión? - pregunto mientras levantaba la varita y se acercaba con sigilo a la puerta, entreabriendo esta para buscar al invasor - ¿quien eres y que buscas?

 

@@Valeskya Granger @

[Luna Gryffindor Delacour]

No había avisado a nadie de su vuelta, al fin y al cabo, ¿qué decía si volvía? explicar la razón de su huida le supondría más de un dolor de cabeza, así que solo había caminado hacía la mansión ni aparecerse quería en aquellos momentos, no sabía si la recibirían o no, así que cuando vio la edificación a lo lejos suspiro sintiéndose nerviosa y ansiosa, ¿qué le pasaba? estaría en su casa y muy bien cuidada, no podía temer ya nada malo le pasaría, así que suspirando se encamino hacía el camino que llevaba a la Mansión Gryffindor, encontrándose alegremente con su papá Elvis en la entrada, ¿qué hacia allí? no le quise decir que lucía diferente, a como lo recordaba y lamente haberme alejado por tanto tiempo de él, pero estaba tan feliz de regresar que solo me puse a su lado observando todo y preguntándome porque no había entrado aún a nuestro hogar.

 

_ Hola Pa, tanto tiempo sin vernos, ¿me recuerdas? Lunita Gryffindor, la pequeña niña que solía volar en escoba y leer muchos libros, ¿soy yo o esto parece demasiado solitario? ¿donde está el bullicio de la mansión? ¿qué paso aquí? - Dije sonando asombrada y extrañada de ver todo tan silencioso, en mis recuerdos, esto era un entrar y venir de personas, al menos en los mejores tiempos de la mansión así era -

 

No quería admitirle que me sentía fuera de lugar, esta era mi casa y mi hogar ¿por qué me sentía como una intrusa? suspire intentando recordar porque me había ido por tanto tiempo, sabía que todo estaría cambiado a mi vuelta pero ¿tanto? no esperaba conservar mi empleo, estaba segura que me habían despedido por mi ausencia, así que solo me quedaba mi familia o lo que quedaba de ella, intentaba recordar cuando había sido la ultima vez que aquel lugar había estado tan silencioso, no podía recordarlo así que aquel pensamiento me dio nostalgia de un tiempo que ahora parecía lejano y mucho más feliz.

 

- Homenum Revelio - Dije apuntando a la casa y sintiendo la presencia de dos personas además de nosotros -

 

Sonreí feliz sintiéndome contentan de volver a mi hogar,pero fruncí el entrecejo cuando escuché la pregunta de Zahil, ¿nos creía intrusos? suspiré diciéndome que lo parecíamos entrando de aquella manera y que tendría que decirle que eramos familia y que solo pasábamos por allí, así que me apresuré a contestarle para que no se asustara.

 

- No somos intrusos, somos familia, solo que nos demoramos en la entrada, iba a entrar cuando me encontré con papa Elvis,¿tanto tiempo me fui? ¿por qué parece todo esto desolado? por cierto, Lunita Gryffindor por si no te acuerdas de mí - Le conteste con mi repique de campanas a Zahil, preguntándome si me escucharía o no -

 

@ @ @@Valeskya Granger