Reciclaje del Can Maldito

[Thoth]

-Sectusempra

 

Sentencia y una haz de luz se desprende de la punta de su varita en dirección al pecho de su oponente, el mismo se encontraba distanciado por unos diez del invocador por unos aquel hechizo de tipo rayo, que ocasiona en el mago un desprendimiento de un nuevo poder, que se hace notar en su mirada y voz, tal fue su actitud y poder, que el rayo se trasformó como un tigre, que iba directo a su objetivo, sin algún obstáculo que se pudiera colocar en medio, a no ser que su oponente hiciera algo. Ya que siendo un espacio abierto, sin roca, arboles, algún tipo de animal. No podía ser que de la nada se creara algo. Aunque, si impactará en su oponente por medio de filosas garras, que era simple ilusión se forjarían heridas profundas y sangrantes, pero las mismas lucieran como un ataque de un gran felino, por lo que desgarraría la piel y emitiría el sangrado como efecto, después que le haya impactado.

 

-Disculpa, que no me presentará, pero no veo sentido en ello, por lo que te referirás a mí, como Can Maldito, dado que soy maldito y mi condición es de licántropo.

 

Le acoto en tono de burla, dado que a pesar de la tempestad que se desataba y con cada gota de lluvia humedecía su cuerpo desnudo de topa ropa física, ya que el mismo había creado en apariencia una prenda no física, la misma era un atuendo oscuro como la noche con decorado en bronce y azul, como un cráneo que es atravesado por una espada. Y dicha prenda no era de un material, era más una ilusión, pero que ocultaba incluso su rostro en una máscara. La voz del maldito había llegado de la nada alcanzar por medio de su hechizo esquiable a los hechizos de Mago Oscuro o Templario.

 

El maldito optaría por la escogencia de su preferencia. Mientras tanto se encontraba atento a su oponente, pero inclusive se burló de este al explicarle entorno.

 

-Nos encontramos en el mismo infierno, bueno mi visión de este, es un lugar desolado, que cae la tempestad, pero no el rayo y relámpago, ni más nada aquí, que tú y yo. Por lo que no existe los objetos orgánicos e inorgánicos, cercano a nosotros. Debo admitir que este suelo maldito, no florece nada, pero será un perfecto lugar para dejar tu cuerpo después que de mate.

 

@@Ernest Macnair Wilfred

[Ernest Dumbledore Prior]

El Gryffindor miro el lugar que el joven habia hecho posible por encontrar, era una vision bastante funebre del infierno, sin embargo no pudo disfrutar mucho del extraño paisaje pues su contrincante no perdio tiempo y lanzo un hechizo directo al pecho del chico, un sectusempra que gracias a la vision del infierno parecia ser un tigre.

 

Apenas el joven habia podido sacar la varita de uno de los bolsillos de su pantalon de mezclilla pues en el otro, llevaba dos bezoares cuando sintio el impacto del hechizo.

 

La playera blanca que llevaba se estaba tiñendo de rojo por la sangre que emanaba del joven y faltaba poco para que cayera en sus zapatos de color negro.

 

Sin perder tiempo y con la varita apuntando hacia el dijo

 

-Episkey- las heridas que tenia se iban cerrando de poco en poco, aunque aun estaban debiles ya no perderia sangre. No queriendo perder mas tiempo dirigio su varita al oponente y en su mente solo aparecio este hechizo

 

-Disparo de flechas- de la varita del ex-macnair salieron 12 flechas dirigidas al pecho de su rival que si no hacia algo por detenerlas le causarian heridas graves que tendria que curar o terminaria desangrandose igual que a el le paso...

 

 

[Thoth]

¿Qué estrategia era esa de recibir un impacto directo de esa maldición? El Egipcio simplemente nota como este se cura, apenas las primeras sanaciones, pero no le dejaría que ello pasará, al menos no tan rápido, por lo que la sangre del chico seguía emanando, pero no tan frecuentemente como antes. Este simplemente siguió su ataque contra aquel joven, quien parecía anhelar la muerte, algo que le concedería tarde o temprano. ¬Morphos

 

Su voz resonó y trasmuto la prenda rápidamente, por lo que el joven (Ernest) era ahora una avispa marina, por lo que al parecer sus tentáculos se aferraron en su muslo, pues ese era el lugar donde había parecido, inyectándole su letal veneno. Lentamente a cada segundo este moriría lentamente, otro peligro que debería defenderse. La agonía y el sufrimiento era lo que can maldito le ofrecía a sus enemigos, la muestra del amor más doloroso que pudiera existir. En caso que los Bezoar no se hubieran trasmutado junto al pantalón, estos cayeron lentamente, al impactar contra el suelo a unos dos metros de distancia de la persona que lo había traído al combate.

 

-Veo que me quieres herir, pero es lamentable que no te des cuenta, que tienes ya una sentencia de muerte, ahí de ti, si intentas hacerte ilusiones.- Cerro sus parpados, habiendo observado como una docena de flechas iban en su contra. –Será interesante ver como lo intentas.- Allí realizo un movimiento de muñeca con su varita, simplemente desvaneció hasta la última flecha, cuando había pensado con Evanezco. Era lamentable que sus condiciones se inclinaran para que el duelo termine tarde o temprano, se preguntaba que cuenta llegaría antes, la del veneno o la de la sangre que seguía por pequeñas gotas derramándose.

 

Arqueo la ceja derecha, mientras meditaba su siguiente movimiento, dado que no desearía prologar la agonía de este, pero sí así deseaba este tendría misericordia del mismo y le mataría, ya que igual eso se lo debería ganar, dado que no sería compasivo contra alguien que se dejaba impactar una maldición, sin al menos luchar para detenerla ¿Acaso el dolor y sufrimiento eran sus estrategias? Si era ese su cazo pronto probaría su más deliciosas maldiciones, sin contar la agonía de desear morir y no poder, algo que se encontraría deleitado en mostrar, era ahora que comenzaba el juego

 

Off. Sigue el tema así no te hago menciones.

[Ernest Dumbledore Prior]

Al muchacho siempre le agradaban los duelos y este no era la excepcion, su oponente sabia defenderse bien de cualquier ataque que al mago se le ocurriera. Sin embargo todo descuido podia costarle y eso lo supo cuando sus pantalones se convirtieron en avispa marina y los bezoares se cayeron al piso. mientras que la conocida avispa marina, le inyectaba el veneno en su cuerpo.

 

Ardido por el veneno y por el contraataque del hechicero que ademas se habia librado de su ataque, decidio que era hora de hacer el duelo mas interesante.

 

Se agacho a recoger uno de los bezoares y se lo trago para evitar que el veneno siguiese funcionando en su sistema.

 

De pronto una sonrisa envolvio el rostro del Gryffindor y sonrio satisfactoriamente, el chico habia hecho justo lo que el Macnair habia pensado que haria y era de deshacerse de las flechas y era hora de volver a tener las riendas del duelo. No iba a hacer mas que un solo movimiento.

 

-Petrificus Totalus- un rayo de color azul salio de su varita rumbo al joven hechicero que si daba en el lo iba a hacer caer como tabla por un largo rato. ¿El mago podria salvarse de esto?, eso pronto se veria....

[Thoth]

Y segundos después que ingirió el antídoto, se me ocurrió verle desnudo. Esperando que el mismo le diera vergüenza estar en esas fachas, algo de humillación, pudiera destruir su moral, era lo que pensaba y dañar su psique un poco.

 

-Morphos

 

Y la camiseta de Ernest se transformó rápidamente en una Taipán del Interior, mordiéndole el cuello, intentándole su letal veneno, dado que aparece en su hombro izquierdo. Mientras que su cuerpo, para así matarle rápidamente, hace que se enrollé rápidamente o le aprisione sus ante brazos, por lo que rápidamente, provoca que el mismo solo apuntara hacia baja. La misma creatura medio un metro y medio. Y producto de la toxina el mago pronuncia un hechizo, pero sale apuntando al suelo, por lo que no logra el objetivo que deseaba.

 

Por el contrario parte, existía una posibilidad remota que el rayo me impactara, para desgracia del mismo, le había mandado otro, casi milésimas de segundos después ese maleficio, con un curioso efecto. Pues deseaba desarmarle, para ello sentencie con firmeza.

 

-Expelliarmus

 

Por lo que en esa posibilidad de mi mente, ambos rayos pudieran impactar en su objetivo, logrando que desarme a Ernest, mientas que mi persona se encontrará petrificada, pero estaba consciente que mi oponente no se había sanado por completo y que pronto moriría. Sin contar, la amenaza de estar envenado (o la posible amenaza) y la tercera ese leve intercambio de daños. Pero no estaba seguro que se produjera como lo imaginaba, dado que esperaba que el reptil cumpliera toda su eficacia y me lograra salvar de estar petrificado.