Jump to content

Aritmancia~ Marzo


Mery Gaunt Karkarov
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Miró a aquella chica, sentía en su alma que era de la misma raza que él. Pero mientras ambos chicos hablaba la pudo analizar con más precisión, por sus ojos parecía que la locura la había afectado... aquella enfermedad que afecta a los demonios de forma distinta a los humanos. ¿Sabría ella de eso? Tal vez, pero no parecía estar en el último tramo de esta al menos o no se encontraría solo hablando con Snape. Por suerte, a no ser que a uno no le gustara el comportamiento silencioso de Kira, era difícil que hiciera enfadar a alguien a primeras.

 

Bajó la mirada a aquella alma acoplada que había sentido cuando la chica había venido, un pobre elfo que había tenido la mala suerte de aparecer. Aquella distracción había sido suficiente para que Felias, la Serpiente, volviera a fijarse en él. Parecía que a pesar de todo el chico no se rendía...

 

El demonio no se movió ni un milímetro cuando el chico se le fue acercando, nunca habían actuado con él de esa forma, ¿esa es la manera de ligar? ¿Medio desvestirse estando frente a otras personas? Un poco extraño pero tampoco es que sintiera verguienza, es Snape quien debería sentirla más bien. Lo miró con sus ojos apagados sin mostrar realmente emoción alguna. Cada palabra que decía era más rara, ¿él un basilisco? No se parecía en nada y menos teniendo una estatura tan pequeña como la suya... Aunque si había que reconocerle su determinación y su intriga por querer saber más sobre aquello.

 

-Solo soy un Engendro, como la palabra misma dice -le respondió sin apartar la mirada de sus ojos. -Solo soy un seguidor de la muerte. -podía sentir la respiración del chico cerca de él, parecía a punto de avalanzarse sobre él sin importar que la profesora les estaba viendo. De verdad parecía una serpiente.

 

Entonces, para su suerte, la chica volvió a llamar su atención esta vez pidiéndole su varita para lavarse las manos. Eso le sonó... aun más raro. Le había tocado un grupo de lo más curioso. La cosa que tampoco podía decir nada porque él no es que fuera de lo más normal tampoco. Entonces vió como la Serpiente hizo de las suyas, Candela devió recordar que tenía varita... posiblemente se armaría otra pequeña riña entre ellos.

 

En unos segundos... Ya se había acostumbrado.

http://i.imgur.com/YOimnKz.png


http://i.imgur.com/YofS6XW.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

En la habitación de la Malfoy se podía escuchar una lenta melodía que parecía contar una historia trágica de amor, pues de cuando en cuando las percusiones hacían que el ritmo cambiara por unos segundos, mientras se oía de fondo el agua cayendo. Gyvraine había decidido dedicar todos esos días a consentirse y tomar largos baños, preocupándose a penas por el qué dirán o en cualquier pendiente que pudiera tener.

 

La bruja había mantenido los ojos cerrados durante todo el tiempo que había permanecido en la tina, y había puesto tan poca atención a la aparición de una solitaria piedra sobre su escritorio, varios metros lejos de la puerta de su baño privado que, sin darse plena cuenta, ya iba tarde a su clase. Con la misma parsimonia con la que había hecho todo se vistió con una vaporosa túnica gris perla y comenzó a pasear por su amplia habitación.

 

- Esto comienza a ser cansado - susurró Gyvraine con cara de aburrimiento, buscando con la mirada unas sandalias altas que estaba segura había dejado en algún lugar la noche anterior. A pesar de saber que el paquete que le había llegado por lechuza apenas un par de días antes auguraba que su hermana planeaba algo, la Malfoy no había siquiera tenido precauciones extras.

 

Solo un pequeño destello le hizo percatarse del traslador que parecía flotar sobre la superficie de caoba. Con ojos entreabiertos, Gyvraine se acercó, sospechando de su Candela y sus extrañas bromas, pero aun sin saber exactamente a dónde es que quería llevarla.

 

Extendió una mano para tocarlo, y justo cuando la yema de sus dedos tocaron la piedra sintió el típico jalón a la altura del abdomen, al momento de sentir también cómo es que con la otra mano se apoyaba en la superficie del paquete aun envuelto. En apenas un parpadeo la luz azulada la envolvió por completo y la dejó sin vista, no fue hasta que bajo sus pies volvieron a tocar piso firme que abrió los ojos completamente desconcertada.

 

- ¿Qué demonios? - comenzó a maldecir antes de encontrarse en medio de silloncillos en forma de números. Con su celeste mirada recorrió el lugar y, como lo supuso, se encontró con una figura familiar: Candela Triviani Por lo menos me hubieras dejado una nota de a dónde iba a ser la cita, ¿no? - le reclamó cuando llegó a ella en apenas dos zancadas y poniendo a un par de centímetros de su rostro la piedra con la que había llegado hasta ahí.

 

La Malfoy ni siquiera se había molestado en averiguar el lugar en el que estaba o quienes estaban presentes, solo tenía ojos para la andrajosa imagen de la Triviani. Fue hasta después de tan solo un par de segundos que se dio plena cuenta de la presencia de un par de chicos, que la dejaron congelada.

 

- ¿En serio? ¿De nuevo? - susurró con los dientes apretados a su hermana quedando a su lado y mirando con una forzada sonrisa a sus compañeros. Había bastado todo un minuto para que comprendiera que estaba de nuevo en Ateneo de los conocimientos, solo que aún no sabía en qué clase - Hola, Gyvraine Malfoy - se presentó lo más cordial que pudo, mirando apenas a los presentes sin dar señal de reconocer a nadie más que a la Triviani.

We're always one...

.::Familia Malfoy::. ||Vacaciones Administrativas (?)||.:Familia Triviani:.

http://i64.tinypic.com/24q4wvk.jpg

http://i.imgur.com/qhNaC.gif//http://i.imgur.com/wHrbgJw.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

― ¡Qué i******! ―no le había dado tiempo a evitar su propio contacto. Felias pagaría por la burda broma que le acababa de jugar a Candela...

 

Aclaremos puntos. Sí, es una bruja con instinto asesino, como todo el mundo. Sí, es una bruja bastante violenta, no sé si como todo el mundo pero sí como muchos. Sí, de vez en cuando se le escapan palabras no reflejadas en el diccionario de "Nos hacemos los decentes punto com" y su vocabulario de pronto suele ampliarse con significados pocas veces escuchados. Así que, como para resumir, sólo digamos que le dedicó unas cuantas palabras de esas al Snape, con esa personalidad tan intensa que posee.

 

Y como la furia ciega es así, pues... ciega, ignoró el momento en el que se había abalanzado hacia su primo con poca delicadeza y frotó ambas manos, negras y manchadas por aquella sustancia, en el rostro de éste, como si hubiese buscado limpiarlas. ¿Qué pensaría la profesora de ellos? Quizás amenazaría con echarlos de la clase o les daría un severo castigo. Pero Candela estaba poseída por la rabia como para pensar en esas cosas, así que se limpió lo que quedaba de mugre, nuevamente, en los bolsillos traseros de su pantalón. Pobre pantalón, le había tocado estar de repasador. Y con su propia varita terminó de asearse las manos.

 

Regresó a su asiento, lo más prolija que pudo, y empezó a atarse el nido salvaje que tenía por cabello, en una coleta; estiró las indiscutibles arrugas que se le habían dibujado a su remera, gracias a la semi lucha, y descubrió que se le había hecho un agujero del tamaño de una pequeñísima pelusa a la altura del pecho. Otra razón para dirigirle una mirada de odio a Felias. Pero ese odio tuvo que redireccionarse hacia otra persona, o por lo menos limitarse un poco.

 

¡Se había olvidado de Gyvraine!

 

Candela miró a su alrededor en conjunto con su hermana, como si también le hiciera falta ubicarse en el mapa y darse cuenta de dónde estaba y fingió estabilidad mental luego de percatarse de la confusión de la ojiazul. Estaba sentada, sin moverse, como un potus. Y no reaccionó hasta que la recién llegada se terminó de presentar.

 

― ¿De nuevo, qué? ¿Que estés en clase? ―preguntó casi contrariada a su hermana― Deberías agradecerme, me he dado cuenta del grado de ignorancia que posees y por eso te traigo aquí. ¿A caso no te da gusto saber cada vez un poco más? Que no se diga que mi familia no es estudiada...

 

Le costó tanto pronunciar la palabra "familia", de modo que tosió apenas y continuó;

 

― A ver si con esta clase aprendes a sumar, que con la edad que tienes deberías llevar tú las cuentas de la casa, que ya estás entrada en años y eres más grande que yo (?). Ah, y por cierto, que no se te olvide saludar a nuestro querido primo... ―le señaló el rostro ennegrecido de Felias― Ha probado una gragea de lo más extraña, se debe a ella el matiz de su cara. ―se rascó la barbilla en con curiosidad, como si no hubiese sido ella la autora― Y aquí, el chico Engendro ―señaló a Kira― Que Felias se lo ha querido levantar y cree que no me he dado cuenta, típico...

 

Y sí, era típico. Y más que típico, ya era... ¿natural?

 

En fin, que con las presentaciones ya hechas, lo único que faltaba era que la profesora les perdonase la pelea y continuaran felices y comieran perdices.

d9apmla-81cee8e5-ae8e-4972-ae18-a8b27455ry0MviC.gifCazador-TT.gif

y3QqRim.png

~ Mosquito ~          Ianello 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

<<Las guerras seguirán mientras el color de la piel siga siendo más importante que el de los ojos.>>
Bob Marley.

 

Y aquello podría decirse era verdad. Bueno, Candela y Felias no estaban peleando precisamente por el color de sus pieles pero cabía mencionar que la del vampiro se había oscurecido lo suficiente como para no ser detectado en la oscuridad. Ahora se encontraba manchada de negro de la sustancia espesa y aceitosa que él mismo había conjurado de su propia varita. Y entre el embrollo de brazos, manos y rugidos de ambos mientras forcejeaban al mejor estilo muggle, el color oscuro había sabido esparcirse con simplicidad. Parte de la túnica verde oscuro de Felias que ya se había tornado negra y caído lo suficiente para dejar su parte superior al descubierto mas aún cubría la parte inferior. Lamentablemente. Nada que Candela o Gyvraine no hayan visto con anterioridad.

-Esto no quedará así maldita usurera.- susurró cuando hubo podido librarse de las fieras garras de su prima. Pero tenía la necesidad imperiosa de quedar con la última palabra por lo que tomó El Hombre que Calculaba de su pila de libros el cual voló raudo hacia la sien de su prima. -¡Calcula esa Gitana Malas-pulgas!-

Felias tomó su varita de ébano y comenzó a pasarla sobre su rostro intentando quitar aquel líquido que se había arraigado a su piel como alquitrán, antrax y aceite, todo en uno, tan negro y venenoso como su propia alma. O la de sus primas. Emanaba un fuerte olor e irritante al tacto. Era díficil quitarlo y le costó aún más luego de la aparación de su otra prima, Gyvraine. Sufrió un tercer semi-infarto y se llevó la mano al pecho. ¡Aquellas mujeres iban a matarlo! Y encima su mano quedó adherida al pecho debido a la pegagoza sustancia.

-Gracias Candela. ¿Y no decía yo que tu hermana te seguiría? Para qué he hablado...- quizás no había sido simple suposición sino que de verdad había sido su ojo interno indicándole que no serían los únidos dos Trivianis.

Mientras Candela le introducía los nombres de los presentes a su hermana señalando la negra piel de Felias (que por un momento se sintió como su viejo amigo Obama), Felias continuó limpiándose hasta que lo hubo logrado, sin reprimir sus deseso de expresarle a su prima cuánto la quería. Cabe aclarar que en un índice de "nada" a "muy poco" aquel sentimiento poco desarrollado por el vampiro estaba muy por debajo de la media.

-Las grageas me encantan Candelaria, lástima que tu la tocaste- le respondió mientras se acomodaba en su asiento y procedia a cubrirse nuevamente la parte superior del cuerpo. -Y ya he dejado de ocultar mis intentos de ligue, quedate tranquila. El bueno de Kira no podrá resistirse a mis encantos- volvió la vista hacia él y le guiñó un ojo a pesar del silencio que este venía manteniendo durante los últimos minutos. -Y aunque te denomines Engendro creo que podremos advertir bien a qué te refieres. Ni bien termine esta clase y podamos aprender a sumar saldrás conmigo y sabrás a quién llamar Engendro. -

Se acomodó en su asiento al igual que lo hicieron los demas, esperando que la profesora hablara. ¿O acaso tendría que él ponerse frente al grupete y comenzar a enseñar? No sería tan difícil, después de todo dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho y ocho deciseis.

Editado por Felias Snape Triviani
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Cómo últimamente solía pasar, Mery se había quedado mirado al infinito, sin participar en presentaciones. Su menté comenzó a viajar al pasado, cuando era pequeña. Luego volvió al presente, pero se fue ha su pequeño hijo, el cual llevaba sin ver bastante tiempo, quizás un par de semanas.

 

Suspiró con pesadez y cerró los ojos cuando se dio cuenta que tres de cuatro alumnos ya estaban allí. Si, había visto la llegada de cada uno de ellos, no estaba tan empanada como para perderse el cuerpo desnudo de Felias, la seriedad del chico de cabello blanco o a Candela y su pasividad al llegar.

 

- Esto... -la voz de la pelirrosa sonó como si de una alumna recién llegada y muy perdida se tratase-. Ya que estamos todos... -su voz rozaba lo rasposo-. Es momento de empezar por lo más básico y sencillo -susurró casi para si misma.

 

Se giró hacia la pizarra y con suaves movimientos de muñeca junto con su varita, aparecieron los números del 1 al 9 en columna. Aquella siempre solía ser el primer paso que Mery solía tener en sus clases, claro, eran los números básicos que formaban la Aritmancia.

 

- Lo primero de todo es decir que NO necesitaremos libros -comentó mientras volvía a sentarse en el escritorio-. lo veo una perdida de galeones cuando tienen pluma y papel para tomar lo necesario -se encogió de hombros y miró el taco de libros que el Snape había llevado-. Pero nunca vienen mal unos libros e información de más -sonrió de lado-. Lo principal es saber que es la Aritmancia... ¿Alguien que me diga en que se basa y que estudia? -dejó la pregunta en el aire.

 

Aquello era bastante fácil, era una pregunta sencilla, además, seguro que habían leido algo sobre la Aritmancia para estar en aquella clase. ¿Qué ser se inscribiría en un conocimiento y no miraba lo más mínimo sobre éste mismo? Suspiró.

 

- Por cierto, señor Snape... Podría haberse quedado como llegó a la clase, tenía una muy buenas vistas -le guió el ojo y soltó una pequeña carcajada-. A lo que iba... ¿Quién me responde a la pregunta y se atreve a salir a armar una tabla de valores entre número-letra? -comentó cruzandose de brazos-. Ah, bueno, para armar esa tabla solo deben de saber que los números básicos son números simples de una sola cifra, es decir, los números del uno al nueve. Y para sacar la tabla solamente deben de tener e una columna los números del uno al nueve y repartir de manera alfabética las letras a los números -arrugó la nariz-. ¿quién será el valiente que tendrá un punto más en la calificación final?

Editado por Mery Gaunt Karkarov
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Cuando creían que la profesora se había quedado dormida de pie apoyada sobre el escritorio resultó ser que se encontraba en algún tipo de ensoñación. O al menos era lo que creyó Felias dado que volvió y se dispuso a dar la clase alegando que sería lo más sencillo. El joven Snape por un momento tuvo miedo dado que no creía que nada que ella estuviese diciendo fuese sencillo de entender.

 

-¡Vamos mujer!- se quejó ante la afirmación de que no necesitarían los libros. -¿Cómo que no necesitaremos ningún libro...?- de repente se calló, impávido.

 

¿Cuál era el nombre de la profesora? ¿Acaso tenía alguno? No es que le importase; había intimado con demasiadas personas durante su larga existencia y solo supo conocer el nombre de menos de la mitad de sus víctimas. Pero según tenía entendido en las bases de la moral y la ética un instructor debía darse un nombre. Pero mientras aquel punto fuese desconocido, el vampiro la llamaría simplemente "mujer".

 

-Pues creo que los libros son muy útiles para rellenar los espacios de ignorancia que muchos profesores e instructores dejan a su paso. Una larga fila de desconocimiento- sonrió son sorna. -Pero si usted así lo dice... Por cierto, hermosura, ¿usted tiene nombre?- sacó su varita y con un suave movimiento prendió fuego los cuatro libros que estaban sobre su pupitre. No se inmutó.

 

-Viendo que nadie más tiene idea o al menos son tímidos para responder, yo lo haré- dijo mirando a la clase, cuyos movimientos hacían que su túnica fuese cayendo de a poco por sus hombros y dejando el pecho al descubierto, sin prenda que lo cubra. -Aritmancia...- susurró. -Tengo entendido que la Aritmancia es el campo que estudia los factores de riesgos en la utilización descontrolada y desmesurada de los números. Digo, ¿qué otra función podría tener?- la carcajada que liberó fue casi un rugido gutural.

 

La verdad es que a pesar de ser muy bueno en diversas áreas de la magia y con experiencia no de años, sino de siglos, existía la triste verdad de su completa ignorancia en el campo de los números y las matemáticas muggles. Ni hablemos de aquel arte de la Aritmancia. Claro, era todo un rumor. ¿Quién había expresado tales cuchicheos sobre él? Era viejos...

 

-No entendí nada sobre la relación entre números y letras. Yo sé escribir, por supuesto. Leo muy bien. ¿Qué tienen que ver los números aquí?- quiso saber. Si era necesario y verdad lo que ella pedía, le mostraría todo con tal de recibir un "aprobado" al final de la clase.

 

@@Mery Gaunt Karkarov

Editado por Felias Snape Triviani
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Ya prefería pasar olímpicamente de lo que el Snape le insinuara, por suerte en cuanto la cosa pareció calmarse la profesora al fin hizo acto de presencia en su propia clase queriendo ir directamente al grano y respondiendo las dudas que habían surgido al principio. Por lo menos no se iba por las ramas, y tanto que no que ni se había pasado a presentarse. Tampoco era algo que le importaba y no quería saberlo si ella no quería decirlo. Aunque si le pareció curioso pues su personalidad en un principio parecía la de una chica sociable.

 

Mordió su labio inferior oprimiendo sus insistintos asesinos cuando vió como el chico, que ya de por sí no le caía bien, quemaba sin inmutarse esos libros como si nada. Definitivamente con eso había perdido toda oportunidad de que le cayera bien y a penas le prestó atención cuando se quitó la capa y fue el primero en hablar.

 

No creyó ya tener que responder la pregunta de lo que era la aritmancia, más bien él se quedó pensando mientras miraba los número en el problema que la profesora había dado. Pensaba que igual era una estratagema para hacer saber que sabían muy poco y comprendieran la complejidad del asunto o simplemente para saber el nivel de sus alumnos. Entendía la mitad del problema, pero no estaba seguro. No es que le importara sacar más o menos nota ya que a lo que vino aquí era a aprender. ¿Se levantaba o no? No estaba del todo seguro, era la primera vez que partifipaba en una clase de esta forma.

 

- No estoy muy seguro pero... -en silencio se acercó a la pizarra mirando aquellos números en fila y como la profesora había pedido fue poniendo en orden las letras del avecedario de forma que cuando llegaba al 9 continuaba de nuevo poniéndo la siguiente letra en el uno haciendo una pequeña tabla, la verdad es que en parte le sorprendió que se completase la tabla sin sobrar ningún hueco. - Creo que hasta aquí llega por el momento mi nivel -reconoció sin sentir ninguna pena ni vergüenza realmente si el ejercicio estaba mal o no.

 

-Por cierto... la aritmancia es el arte adivinatorio -dijo pasando de nuevo por el lado de Snape para volver a sentarse en su asiento tranquilamente como si hubiera sido un espectro el que hubiera pasado- la palabra viene del griego arithmo, que significa número, y materia, que significa profecía. Es decir... por lo que yo entiendo, es una forma de poder descifrar el futuro o cosas a través de los números.

http://i.imgur.com/YOimnKz.png


http://i.imgur.com/YofS6XW.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Parecía que Kira, el gris, ya no le miraba de la misma forma que hacia tan solo minutos. Quizás había utlizado de forma incorrecta las tretas de persuación y que este no haya caido en las mismas. Pero sus movimientos sensuales sin duda harían efecto de un momento a otro. Solo debía esperar el momento indicado.

Le miró mientras se acercaba a la pizarra y el vaivén de sus piernas definía la indecisión que volvía loco a Snape, ese "que si" y "que no" mientras andaba podría haber vuelto loco a cualquiera. Quiso concentrarse en la tabla de números y letras que describió en la pizzara sobre los grafemas que ya había escrito la profesora pero le fue imposible entender algo. Demasiado concentrado estaba en el gris.

Cuando hubo terminado y vuelto a su asiento, le hizo un comentario a Felias sobre el origen etimológico de la palabra, algo que claramente no hacia falta. -No era necesario aclarar qué significa la palabra Aritmancia, mi sensual Kira- comenzó. -Quizás no lo sepas asi que te perdonaré esta vez. Pero he nacido en grecia hace mucho tiempo y hasta donde sé...- hizo un gesto pensativo, claramente falso pero al mismo tiempo divertido. -...los griegos hablamos, bueno, el griego. Y déjame hacerte una pequeña corrección. Si al griego nos remitimos, Αρίθμο (la forma correcta de decirlo) significa número como bien has dicho, pero déjame corregirte el otro término. "Προφητεία" o como diríamos nosotros "Profitía" es la forma correcta para profecia. Pero en la palabra "aritmancia" y como en todas las ramas de la adivinación (y en las cuales me especializo), encontramos el sufijo "μαντεία" que se dice "mantía". No se sabe a ciencia cierta porqué pasó a pronunciarse "-mancia" en vez de "-mantia" a través de los años pero puede ser porque simplemente se le complicaba a lenguas extrajeras el pronunciar dicho término.

<<En fin. Μαντεία no significa profecía sino algo más acorde a nuestro mundo, "adivinación". Por lo que si a la etimología de la palabra nos remitiésemos, se podría decir que la Aritmancia es la adivinacion o visión del futuro a través de los números mientras que las profecias tienen una inspiración... divina. Pero no creo que estemos aquí para aprender a ver el futuro a través de los números, ¿verdad?>>

La última pregunta fue remitida a la profesora. Si era verdad que la aritmancia era parte de la adivinación, le habían engañado. Había ido a aquella clase con expectativas diferentes y no creía estar cumpliéndolas debidamente. Había una gran diferencia entre las ramas adivinatorias que desarollaba la "adivinación" en si y la ciencia que enseñaba la aritmancia, no aritmomancia como se solían confundir los no hablantes del griego.

Ya se había confundido demasiado sobre su objetivo en aquella clase y lo que se suponía que debía aprender, por lo que miró al frente expectante ante lo que la profesora tuviese que decir. -Si usted es tan sabia en esto de los números mágicos, señora, por favor póngase a ello y deje de dar vueltas. ¡Saque los números!- extrañó los libros que había incendiado. Ellos le hubiesen dados respuestas más claras.

_________________________________

 

Off rol: perdón por la correción de las palabras, pero como hablante de griego (real xD) tuve la necesidad de hacerlo jaja. De todas formas, me encanta rolear aquí :D

Editado por Felias Snape Triviani
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Apenas llegó y escuchó a su hermana su rostro cambió completamente, arrugó el entrecejo y apretó los labios, ¿cómo se atrevía esa gitana a decirle ignorante? ¿Cómo podía siquiera dudar de la pulcra educación que había recibido en su infancia ya fuera viajando con su madre por Europa o en casa de la familia Malfoy? Estuvo a punto de sacar su varita y apunta con ella a su hermana cuando escuchó más voces alrededor. Eso no se iba a quedar así.

 

- ¿Primo? – dijo distrayéndose por un momento de su furia - ¿Primo… nuestro? ¿Acaso a cada paso que damos nos encontramos con un pariente nuevo? – se quejó, asintiendo cortésmente para saludar a Felias, para luego dirigirse a quien Candela se había referido como Engendro. Gyvraine negó con la cabeza ante tanta falta de respeto por parte de su hermana, pero no alcanzó siquiera a reprenderla por nada, porque se escuchó un lejano susurro proveniente de lo que parecía el lugar de la profesora.

 

Con una última mirada fulminante dirigida a su hermana tomó asiento, en parte para demostrarle que a pesar de todo no se negaba jamás a aprender un poco más de la magia. Sus celestes ojos siguieron de lado a lado lo que estaba escrito en la pizarra sin encontrarle completo sentido, pues a pesar de saber el tipo de predicciones que hacían los muggles con los números, no entendía cómo es que con tan solo dígitos pudieran ver el futuro, sin largas secuencias o datos recopilados a lo largo del tiempo, como se hacía en las finanzas muggles.

 

- La verdad, creo que ver el futuro con número sería mucho mejor que hacerlo con una bola de cristal – intervino, Gyvraine ante las palabras del que ahora sabía era su primo -, los números son, por mucho, más objetivos que las tazas de té y todos los utensilios que usan los adivinos – continuó la Malfoy, tratando de que en su voz no se notara la poca credibilidad que le daba a todo lo que enseñaban en un aula de adivinación.

 

Miró la tabla con números y a pesar de que sus conocimientos en matemáticas no eran básicos, no lograba encontrar la conexión entre los nueve dígitos y las letras del alfabeto. Su mirada fue desde su lugar intermitentemente a Felias y a la profesora y prefirió esperar la respuesta de la mentora, de la que también reparó, no sabía su nombre.

We're always one...

.::Familia Malfoy::. ||Vacaciones Administrativas (?)||.:Familia Triviani:.

http://i64.tinypic.com/24q4wvk.jpg

http://i.imgur.com/qhNaC.gif//http://i.imgur.com/wHrbgJw.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Candela sólo esbozó una sonrisa ante la queja de su hermana por tantos parientes que iban conociendo. Y eso que, pensaba la gitana, todavía no sabía nada Mirshka (o eso creía ella). No hizo acotación alguna, no tuvo tiempo, pues parecía que al fin la profesora había empezado a hablar y le pudo escuchar poco y nada. ¿Había dicho su nombre?. No estaba muy segura de haberlo oído en algún momento, quizás se debía al bullicio que habían estado haciendo cuando ella se animó a decir alguna palabra. Tampoco tuvo tiempo de preguntarle cómo se llamaba pues ya había dado inicio aquella clase y de una forma tan curiosa.

 

¿Qué sabía Candela de los números?. Sabía contar, sumar, restar, multiplicar y dividir. Todo lo básico. No nos metamos con números complejos por que ahí estamos en el horno, pues hubo una época en la que quiso probar las matemáticas muggles y le pareció una ciencia tan aburrida -aunque la verdadera razón era que le dio la impresión de ser una ciencia compleja, avanzada y difícil, y dejemos ahí los demás adjetivos, que la Triviani quiere mostrarse inteligente-, que la abandonó con la excusa de un viaje repentino.

 

De cualquier modo, sabía de Aritmancia lo que sabía de chino mandarín. Tenía entendido que se podía adivinar o percibir el futuro a través de la numerología, que los números decían todo. Números everywhere. Pues el universo entero estaba hecho de números, eso decían los sabios y los científicos, y como está el dicho de "Todo en el universo tiene un propósito", era lógico que esos propósitos tuviesen algo que ver con... los números, todo redundante, pero es que no se puede pensar en otra cosa.

 

― Ehh... ―había empezado a murmurar, pero se obligó a callar cuando Felias dio un bello discurso sobre la etimología de la palabra Aritmancia y presumía de su amplio conocimiento en griego, todo porque era... pues eso, griego.― Uhm... ―sí, parecía una idi***. Cada que intentaba hablar, alguien se le adelantaba.

 

Candela quería dormir, de pronto bostezó y recordó que no había dormido en los últimos días, y toda esa charla de adivinación y futuro le estaba haciendo un perfecto efecto somnífero. Apoyó el lado izquierdo de la cara en su mano, y el codo sobre la mesita, y contempló a la tabla que había hecho Kira anteriormente relacionando los números del 1 al 9 con las letras del abecedario. Y aunque ella se hizo la misma pregunta, sobre qué tendrían que ver letras y números, optó por otro camino.

 

― ¿Y sólo se puede adivinar el futuro? ―preguntó al Snape― ¿No sirve para saber sobre las personas? Sé que en algún lado leí que todos en el mundo somos un número, ¿cierto?. Entonces, ¿ese número nos dice quiénes o cómo somos?¿O en la Aritmancia no hay forma de saberlo? ―la última pregunta iba dirigida a la profesora.

d9apmla-81cee8e5-ae8e-4972-ae18-a8b27455ry0MviC.gifCazador-TT.gif

y3QqRim.png

~ Mosquito ~          Ianello 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.