Jump to content

Libro de la Sangre XII


Hades Ragnarok
 Compartir

Publicaciones recomendadas

La tormenta a lo lejos amenazaba con reventar de un momento a otro. Podía observar como aquellas nubes se arremolinaban en el firmamento cambiando de un color grisáceo claro a uno mucho más oscuro. La noche, las estrellas y cualquier cosa que estuviera por allí se habían perdido sencillamente bajo la tempestad que se avecinaba. La única luz, la de los rayos y relámpagos que lograban colarse en aquella extrema oscuridad. Los orbes negros del vampiro también se perdían en aquellas sombras ya que, parecía como si el no estuviera allí, pero en verdad, estaba escondido atento y anhelante de lo que estaba por suceder.

 

Aquel día llevaba su clásica túnica negra, en sus níveas manos tenia sus instrumentos, aquella varita y aquella daga, la daga del sacrificio la cual había invocado a penas había llegado al lugar, quizás para comenzar a derramar sangre una vez que los alumnos si es que lograban llegar hasta allí comenzaran a aparecer. Paso la lengua por los filosos y ponzoñosos colmillos vampíricos saboreando así su propio veneno.

 

Ladeo la cabeza unos centímetros y miro de reojo. Los animales, pájaros y criaturas que había visto a penas llego habían desaparecido, quizás por el vendaval que se avecinaba y claro estaba por el poder de intensa maldad que salía del Ragnarok. Suspiro, aunque no quisiera admitirlo debía suponer que los Uzzas lo estaban vigilando de una u otra forma, ya que, siempre que pensaba que había logrado escaparse de ellos de una u otra forma lo encontraban. Negó con la cabeza, era el costo de enseñar aquella magia tan antigua y secreta.

 

Un extraño sonido que no había podido se escondido por los truenos y relámpagos de aquella inclemencia del clima llamo la atención del cainita. Se volteo lentamente para observar a los ojos a aquellos aprendices Dave Black Lestrange, Amelie Black Lestrange, Candela Triviani, Antoni Ryvak Draconyquienes lo estaban buscando. Se encogió de hombros y salió a la vista para quedar a unos cuantos metros de él. Los estudio atentamente y se preparo para lo que estaba por venir.

 

-Bienvenidos, si es que están aquí es porque son o lo suficientemente valientes o lo suficientemente tontos como para intentar adentrarse en los sangrientos misterios del libro –dijo el Ragnarok- debo advertirles que una vez que empecemos no hay vuelta atrás, así que si quieren huir o le temen a la sangre es mejor que lo hagan ahora –paso por los ojos de cada uno de ellos- ustedes son los suficientemente grandes y supongo que lo suficientemente inteligentes, además de los conocimientos necesarios como para llegar vivos hasta el final –dibujo una mueca- he visto morir a muchos, también los he visto muertos de miedo o desquiciados hasta la locura, así que veremos ¿Qué serán ustedes o a que gripo pertenecen?

 

Rio ante la idea y sin más, sin darles tiempo de reaccionar paso por cada uno de ellos tocándolos como quien no quería la cosa colocándoles así ya desde un inicio una marca de sangre.

 

-Nuestro objetivo se encuentra algunos metros mas abajo –dijo señalando el acantilado- espero que hayan traído traje de baño o la ropa que lleven les ayude –dijo divertido- creo que tendremos que nadar y bucear un poco para llegar al lugar donde deberemos ir, así que suerte y nos vemos después –comento simplemente saltando.

vkDq3f1.png

 

kNTUx8c.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Después de haber estado en la playa con sus primos y tías, el tiempo que estaba imperando no era tan agradable. Hacía frío y el viento parecía astillas de hielo que azotaban su cuerpo. Es de noche, hora extraña para una clase? no, ya la profesora Mistify le había impartido una clase a las doce de la noche...para algunas clases, no había mejor hora que aquella donde la oscuridad era fiel compañera y cómplice.

El cielo tronaba pues el ambiente estaba cargado de bastante electricidad; rayos y truenos iluminaban el oscuro cielo que parecía la boca de un animal enorme y enfadado, era como si la furia de los elementos se fuera a desatar muy pronto.

 

No recibió indicaciones como en otras clases, pero ya que tomaría el curso para conectarse al libro de la sangre, supuso que al menos debía llevar la daga y por supuesto que no debía olvidar su varita, que todo mago debe cuidar siempre de no tenerla fuera de su alcance.

Por costumbre y porque es recuerdo de su "hermano de guerra" porta escondida la daga que esta marcada con una letra D esta hace alusión al nombre Delta.

 

La única referencia que tiene, es que es en esta parte de Europa...aparece y desaparece, es como tratar de encontrar una aguja en un pajar, aunque en su cuerpo el frío se asemeja a mil agujas clavando se más profundamente cada vez que llega a un nuevo punto. Y en uno de sus tantos intentos, ve que también otros magos ha llegado al sitio...tal vez es el señalado.

Mira a los demás, pero la oscuridad de la noche, hace que le parezcan solo sombras, no esta seguro si hablarles, un mago más les saluda y el pone atención a sus palabras. Apenas esta pensando una respuesta y escucha la risa del profesor, porque ahora queda claro para él que aquel que habla es el profesor a cargo, aunque de forma extraña su conducta, pues pasa cerca de él y le toca el hombro...¿un saludo? No se lo cree, pero por ahora no tiene manera de saber el porque de su acción.

 

Regresa aquel mago al frente del grupo conformado de cuatro personas y les explica una parte de lo que deberán hacer:

 

-Nuestro objetivo se encuentra algunos metros mas abajo –dijo señalando el acantilado- espero que hayan traído traje de baño o la ropa que lleven les ayude –dijo divertido- creo que tendremos que nadar y bucear un poco para llegar al lugar donde deberemos ir, así que suerte y nos vemos después –comento simplemente saltando.

 

Él ojimiel mira como cae valientemente por el acantilado, para él no es su primera vez haciendo eso mismo, mira a los demás y alza los hombros mientras se quita la capa negra.

--Esta en verdad solo me estorbará...-Toma la varita y señalando la capa dice sin duda en ello --Evanesco!--Ahora ya puede decir que esta listo. Se hace a la idea que entrará al agua fría, mejor hacer aquel hechizo que la profesora Mistify le enseño para no ser afectado por la lluvia...impermeabilizar la ropa, guarda la varita en su antebrazo donde la tiene más a la mano. Después se lanza, pronto cruzará el agua, se mantiene a nivel del agua, mientras busca a los demás o al profesor para saber hacia donde sumergirse...en el fondo del mar estará mucho más oscuro...tal vez busquen una cueva submarina o como esa ocasión que encontraron el oráculo de Amón en la profundidad de un lago...

                  Picsart-22-02-23-05-13-30-507.jpg  

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

¿Cómo había llegado allí? Se encontraba de pie frente a unos matorrales que parecían esconder alguna extraña criatura, la sombra de ella se escapaba por entre las pequeñas ramas y espinas que invadían la zona. ¿Dónde estaba? Era un lugar como cualquier otro (de los tantos del mundo entero), así que le parecía bien conocido y desconocido al mismo tiempo. Se preguntaba cada dos minutos cómo rayos es que había llegado allí. ¿Viste cuando estás soñando y te teletransportas de un lugar a otro en un abrir y cerrar de ojos? Bueno así. Sí, quizás era sólo un sueño. Pero si era tal, ¿quería decir que sus clases no habían empezado aún?

 

Candela se estaba preguntando muchas cosas cuando vio aparecer a un curioso muchacho encapotado, quien le devolvió la mirada con cierta extrañeza, por lo que desvió sus ojos hacia un relámpago que había llamado su atención en ese momento. El cielo y los alrededores se inundaron de una luz blanquecina que duró apenas unas milésimas de segundos, tiempo suficiente para darse cuenta de que no había nada, más que agua, tierra y más yuyos. Y nuevamente la pregunta, ¿dónde estaban? Alcanzó a escuchar ruido cerca, pero no pudo adivinar si se trataba del instructor u otros compañeros, volviendo a su posición inicial: en cuclillas. Los amuletos que llevaba como pulsera en la muñeca izquierda y los anillos que colgaban de su cuello, tintinearon cantarinamente conforme se agachaba.

 

Estaba tentada a decir algo mientras dibujaba círculos con su índice sobre la superficie semi rocosa sobre la que se encontraban, el dobladillo deshilachado de sus jeans amenazaban con perderse aún más bajo sus descalzos pies y la holgada remera gris ondeaba al son del fuerte viento de tormenta, pero en ese instante algo la sacó de su ensimismamiento: la aparición de un hombre una o dos cabezas más alto que la gitana, con una visión que contrariaba a más de uno, pues Candela no terminaba de decidir si se trataba de un enclenque con ilusión de músculos o al revés. De todos modos no le prestó mucha atención a su figura, misma que había salido de en medio de los yuyos, sino que se concentró en lo que éste decía.

 

¿Quién era? Se preguntó la matriarca Triviani mientras lo escudriñaba a través de la negrura de la noche; porque era de noche, ¿no? No se había percatado de ese detalle, pues las nubes negras y cargadas de lluvias escondían las verdaderas horas del día; no recordaba haberlo visto antes y tampoco había escuchado pronunciar su nombre, entonces, ¿cómo debía llamarle? Y no es que la gitana se interesase por los nombres de los demás, de hecho ni siquiera preguntó el del muchacho que había llegado con ella, pero aveces por educación se mencionaba aunque sea el apellido. ¿Tan equivocada estaba Candela? Tampoco es que ella fuese la persona más educada del mundo, mas bien sus modales eran la antitesis de muchos de sus parientes y conocidos (que eran pocos porque, recordemos, esta bruja es mal llevada con todos); pero de chiquita, por lo menos, había aprendido a pronunciar y escribir sin errores, su nombre y apellido. Así, completito.

 

Entornó los ojos ligeramente ante la mención de las palabras "valiente" y "tonto", ¿acaso sólo los de ese tipo podían cursar ese Libro?. Candela recorrió la perfecta simetría de su daga del sacrificio con la yema de sus dedos, dentro del bolsillo de su pantalón y realizó un puchero imperceptible; ella no estaba allí por ser valiente, mucho menos tonta. Estaba allí por ser ambiciosa, porque el control del Libro de la Sangre significaba poder, y la Triviani quería ese poder. Y, por supuesto, ella haría lo que estuviese al alcance de sus manos, y lo que no, para obtenerlo. ¿Y desde cuándo en Londres le huían a la sangre? Ya habíamos establecido en otro momento que Candela estaba dentro de un mundo paranormal, en donde todos eran invencibles y nadie moría ni le afectaba nada. Es más, ¡hasta se podía escapar sin problemas de la mirada directa de un basilisco!

 

Como sea, y porque esta chica se retrae mucho en sus propios pensamientos, le había perdido el hilo al discurso del muchacho al que supuso como el profesor, y si no lo era usaría la cuchara de plata que llevaba siempre encima y se la tiraría por hacerse el manda más, e hizo una mueca al no entender mucho lo que decía. ¿Qué gripo?¿El esposo de la gripa?¿Alguien estaba enfermo?¿Es que en Londres se enfermaban?¿Desde cuándo?... Y así, con todas esas nuevas cuestiones en la dañada cabeza de la bruja, apenas pudo retroceder unos pasos cuando, luego de tocar al primer chico, el profesor se acercaba a ella para hacer lo mismo.

 

― ¡Oye, qué demonios! ―su queja se perdió en medio de nuevos truenos y relámpagos, mientras se frotaba la cara, que era donde había sido que le tocó su souvenir sangriento, y observó cómo el autor de tal ofensa se perdía tras las aguas turbulentas.

 

No tardaron en hacerle compañía los demás (porque habían llegado, ¿o no?) y, aunque con la duda siempre por delante, por alguna razón que aún no se lograba explicar, la Triviani lo imitó a su manera, es obvio. No le gustaba nada la idea de zambullirse entre esa marea que iba cada vez más en aumento, así que con su amuleto volador fue descendiendo pacientemente (tal vez con la idea de replantearse esa clase). Las olas se sacudían como posesas, pero allí estaba ella, de cara a sumergirse dentro, desafiándolas. Se aplicó un casco-burbuja antes de tocar el agua, pues si iban a bucear tendría que estar preparada, ¿verdad?. ¿Y hacia dónde era que bucearían?

Editado por Candela Triviani

d9apmla-81cee8e5-ae8e-4972-ae18-a8b27455ry0MviC.gifCazador-TT.gif

y3QqRim.png

~ Mosquito ~          Ianello 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El vampiro habia usado el casco burbujas y mientras se sumergía pensaba en cada una de las palabras que habia leido en el oraculo. Luchar contra aquellas corrientes mortales quizás era el pan de cada día para el vampiro, si bien, hacía ya siglos había sobrevivido al naufragio del barco donde iba aquello era muy diferente y obviamente seria mucho peor para los alumnos, él podía usar sus habilidades vampíricas para sobrevivir, pero prácticamente no conocía nada o casi nada de ellos. Sin embargo, el Ragnarok les había mostrado ya un poco de magia y lo que deberían hacer, pero llegar a las puertas de aquella mística ciudad era otra cosa, debían hacerlo solos.

 

Según las hipótesis, leyendas, mitos, y rumores en aquel punto tan escondido se encontraba una vieja civilización mística, una que por mucho tiempo se perdió de vista y nadie había podido encontrar. La Atlántida. La misión aquella vez, si es que él y aquella carne fresca o sacrificios de sangre osaban aceptarla era llegar a uno de aquellos salones y recuperar lo que se encontraba escondido en un cofre sellado. ¿Por qué los Uzzas deseaban aquello?, no tenía ni la más mínima idea, además, ya había aprendido a no hacer preguntas, si ellos pedían algo era porque tenían una razón específica, para probarlo a el mismo y a aquellos quienes osaban pedir aquel conocimiento. Maldijo por lo bajo, como siempre Badru lo enviba a hacer el trabajo sucio y junto a los alumnos debia realizarlo.

 

Después de unos minutos, quizás horas de luchar contra todo aquello que tenía enfrente, a veces tener que subir y bajar aprovechando las corrientes acuáticas para llegar al destino y no cansarse más de la cuenta, claro estaba, no necesitaba aquello, aun así si quería parecer más “humano” debía comportarse como tal. Dibujo una mueca.

 

Una vez que llego a las puertas de la Atlántida espero a que llegara aquellos que hubiera sobrevivido a la caída y a aquellas primeras barreras mágicas creadas para evitar que quien no debiera se acercara al lugar. Observo el sitio con cuidado, buscando la forma de entrar o mas bien analizando la situación, sabía que los remolinos y todo lo que habían afrontado quizás no sería nada con respecto a lo que había tras aquellas puertas, por lo que no se dio cuenta cuando los aprendices llegaron ya que, estaba concentrado en no morir en el primer intento.

 

Toco delicadamente aquella puerta y en un segundo una extraña inscripción apareció… “como es arriba es abajo, como es adentro es afuera” leyó aquellas extrañas palabras que se visualizaron solo por un segundo, Se volteo para ver si Candela, Antoni y junto con los demás habían seguido us pasos y de ser asi si habian prestado atención a aquello o tenían alguna respuesta, de no ser así seguramente se quedarían afuera y no podrían cumplir por primera vez aquella misión.

*************

 

El Ragnarok tardo un poco en dar con aquello pensó en todos los conocimientos que había obtenido de las personas importantes para él y de los viajes y aventuras en su antigua Grecia, allí fue donde encontró la respuesta a aquel extraño acertijo que se les había presentado, pero una vez que cruzaron las puertas era otra historia todo estaba… ¿seco? Una barrera magina no permitía que el agua se adentrara dentro de aquel templo que debían explorar.

 

-Demasiado extraño e interesante para mi gusto –dijo observando de manera seria a Candela y Amntoni, los primeros en apaercer tras él, ya habia usado al amrca de sangre en ellos, quizás no necesitaría usarla pero debía estar consciente de que cualquier cosa podría pasar y así ellos podrían simplemente aprender en carne propia lo que podría suceder con aquello.

 

Ladeo la cabeza e invoco la daga del sacrificio, la mantuvo en las manos y comenzó a caminar

vkDq3f1.png

 

kNTUx8c.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Solo requería ir eligiendo en cada crucial instante, avanzar, atreverse...ya se encontraba en aquellas aguas traicioneras, pero antes de bucear, deseaba ver donde se encontraba el profesor...si se veía ahí, pero aunque giro para ver si veía en el agua alguna señal, esta no la percibió. Mal...pero el joven menciono que tendrían que bucear...al menos ya sabía que emplear.

 

La primera vez que fue lanzado de cabeza al Lago negro, estuvo así de ahogarse, tal vez por no saber nadar pero también porque varios demonios de agua le arrastraban al fondo...ya las otras ocasiones uso con efectividad el hechizo

--¡casco burbuja!--Se adentro entonces nadando al fondo, pero no era una tarea fácil, el agua era tan salvaje como en la superficie o quizás aún más fuerte y traicionera. Tratando de controlar la dirección de sus brazadas, se había olvidado de que buscaba al profesor o a sus compañeros.

 

Se impulsaba con fuerza para ganar aquella batalla con las corrientes rápidas, luchando porque estas no le arrastraran como una triste cascara de nuez...olvido llevar puestas las botas, podría significar el final de su vida, al ser complicado nadar con más soltura.

 

Intentando orientarse, "cobra" se deslizo a su mano diestra cuando él la conjuró y realizó un útil hechizo:

--Lumus Maxima--La luz en la punta de su varita, le ayudo a descubrir algo increíble!...era una edificación, apenas una punta, recobró el ánimo y movió con más excitación brazos y piernas. Que recordará, había un lugar bastante misterioso en la profundidad del mar: La ciudad de la Atlántida, al menos por unos segundos, el ojimiel se consoló en ver aquella nombrada ciudad, antes de sucumbir en las traicioneras aguas.

 

Probo a sacar fuerzas de sus desfallecidos miembros...ayudo mucho el nuevo interes en descubrir si se trataba de la mistica ciudad, por que los muggles afirmaban que era solo una leyenda...pero ya se sabe que los muggles son cortos de vista y de entendimiento. Ocupo esa fortaleza de espíritu que vive en él y de a poco, fue captando la estructura de la ciudad. Esto le animo en demasía y con determinación se abrió paso usando su varita cuando se acercaron algunas criaturas abismales.

 

Después de toda aquella batalla con el mar mismo, logro llegar a las puertas de la ciudad y ahí observo que ya aguardaba aquel joven su arribo a tan increíble lugar. tenía ganas de explorarlo con más detenimiento....ojala y fuese parte de la clase que tuviese en propósito; estudiar esos vestigios.

 

Notó con creciente admiración, como sobre la puerta que el profesor toco, apareció un enigma escrito y avanzo un poco más con la mirada chispeante por descifrar aquel enigma:

 

“como es arriba es abajo, como es adentro es afuera”

                  Picsart-22-02-23-05-13-30-507.jpg  

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Al parecer el clima en los últimos días no cooperaba mucho , porque siempre que tenía que realizar algo importante y debía salir, había tormenta y si uno miraba el cielo se podía ver que se asomaba una tormenta fuerte , la nueves grises y los truenos que retumbaban en cielo además que cada cierto tiempo la oscuridad de la noche era iluminada por lo relámpagos que aparecían en el cielo y algún rayo que caía.


El viento que soplaba te ponía la piel de gallina pera al ser una vampira, no era algo que le importara mucho , llevaba la daga de sacrificio en el bolsillo del pantalón ya que sabía que le sería útil para esta clase , al llegar al lugar de encuentro y escuchar lo que nos decía el profesor que debía tirarnos del acantilado y zambullirnos en las oscuras aguas y que se notaba que el mar estaba muy revuelto ese día por el clima que se venía


Me acerco al borde del acantilado y que le traía recuerdos un lugar como ese , cuantas veces la vampira había intentado quitarse la vida tirándose de un acantilado al describir que era un vampiro , sabía que al saltar no le pasaría nada , con su varita lanza un impervius sobre la ropa para que el agua fuera repelida luego conjura un casco burbuja sobre su rostro.


El agua golpeaba con furia las rocas del alcantilado luego de esperar unos minutos y ver como el profesor y dos compañeros se lanzan al vacio los imito, el agua estaba oscura apenas se podía ver por donde uno nadaba y las oscuridad de la noche no ayudaba mucho, seguía nadando mientras cada vez me sumergía mas sobre las oscuras y seguía el camino que nos indicaba el profesor.


Luego de estar buceando un rato llegamos a un lugar , una ciudad sumergida y si su conocimientos sobre historia eran ciertos , este era la cuidad sumergida de la atlantida , un mito para los muggles pero aquí la veía frente a mis ojos, luego de llegar a las puertas de la Atlántida veo que como el profesor toca una puerta y de ella sale un acertijo


"como es arriba es abajo, como es adentro es afuera"


Pensando el lo que nos podía decir ese acertijo solo se me ocurria que podía ser la con historia de hundimiento de esta cuidad , porque la Atlántida una vez estuve en superficie del mar arriba y ahora estaba sumergida , abajo en profundidades del mar , los mismo que afuera del mar y adentro del mar , aunque tal vez no significara eso y el acertijo fuera otra cosa

http://i.imgur.com/CGWCYY0.gifhttp://i.imgur.com/0lF1p7Y.gifhttp://i.imgur.com/3QRpLXP.gif
CiPIgv5.jpg
http://i.imgur.com/OjQFQY0.gifhttp://i.imgur.com/TZgSflD.gifhttp://i.imgur.com/OUocR8U.gif
Animarium-hotel para mascotas

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Se coloco la mano en la barbilla y cruzo el otro brazo...esto le ayudaba a pensar. A él le encantan estos tipos de "enigmas" y por eso comienza a calificar la clase de interesante.

 

Un tanto le cuesta aclararse las ideas, pero después de darle vueltas a la frase, a ocurrido igual que cuando esta con intención de entrar a la torre donde se halla la casa de Ravenclaw...la aldeaba en forma de águila, emite su voz cantarina con un enigma diferente cada vez que desea ingresar, ha de resolver el enigma, cosa normal para los miembros de la casa.

 

Miró a la otra compañera, espero un prudente momento, por si ella deseaba actuar primero, pero su silencio le recordó que debían continuar, fuese la tarea que fuese designada.

 

****************

Al cruzar no lo hacía solo, la compañera que se vio al llegar al sitio de reunión, también iba a aquella estancia...era como un templo y se preguntaba el ojimiel si tendría momias como en Egipto...pero mejor esperar a que las cosas se sucedieran de manera natural o por lo menos como se pensaba de que las tenía planeadas el profesor.

 

Solo ha visto dos templos y en Egipto era más que un Templo, por lo que miro aquel lugar, seco y místico, era imresionante, aunque no sabía definir que tendencia revelaba la estructura. El profesor les dirigió una observación.

 

-Demasiado extraño e interesante para mi gusto

 

El ojimiel solo pudo pensar que los gustos del profesor pudieran ser más austeros pero sabía que eso no debía preocuparle, cada persona era libre de tener sus gustos propios y hasta le daba gusto que existieran tantas culturas, esa variedad es de lo que ofrecía una interesante exploración de vestigios como aquel en que se encontraban.

 

Miraba al profesor cuando lo vio invocar la daga del sacrificio, muchos recuerdos pasados golpearon su mente al ver el arma...no era la misma ni para lo que se supone se encontraba ahí, era por otras razones personales, pero imito al mago y también invoco la daga de sacrificio, después de todo, debía acreditar el curso y dar ejemplo a sus compañeros en el MM.

Vio que el profesor comenzó a caminar y fue también avanzando, preguntando se si aquel lugar tendría trampas como en las pirámides en Egipto, o si habría espectros que no podían descansar y les salieran al paso, una ocasión le toco recorrer un laberinto que era un desafío mágico, ¿porque iba a ser menos este templo?

 

Debía mantener sus sentidos alerta, porque no era de extrañar que se presentará repentinamente un problema o un peligro. Los muros no eran del todo desolados, uno de ellos lucia un grabado de dimensiones grandes, donde se veían dos Atlantes con varias personas que levantaban sus brazos hacía ellos. Los rostros de los Atlantes eran serios y los ojos parecían vacíos y fijos en el firmamento, quien los grabo debería ser conocedor de la estética porque el grabado no era grotesco, pero las vestimentas y rostros lucían detalles ornamentales notorios pero sin caer en la exageración.

                  Picsart-22-02-23-05-13-30-507.jpg  

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El vampiro guardo silencio mientras mantenía la daga en sus níveos dedos. Noto que se había integrado al grupo alguien que había llegado tarde a la clase. Suspiro, puso los ojos en blanco y negó con la cabeza estudiándola. Candela no se veía por allí, quizás la joven había muerto en la caída, no sabia nadar o simplemente no se había atrevido a continuar con aquello, de ser así seria una lástima ya que aquel era solo el principio para llegar al fin. Escucho los susurros de aquellos aprendices y no pudo más que dibujar una sonrisa divertida y desafiante. No le dijo nada simplemente camino hasta donde se encontraba y toco su hombro tal como había hecho con los demás. Sin perder tiempo siguió adelante.

 

-¿Cómo piensan aprender a utilizar este libro si no conocen en realidad la magia que se encierra en el?, ¿No se han dado cuenta acaso de que se deben sacrificar muchas cosas? –les pregunto de manera seria sin voltearse mientras estudiaba el pasillo- quieran o no, deben usar los hechizos y todo lo que puedan, sino no aprobaran ni sobrevivirán –dijo desafiante- tendrán que aprenderlo, por las malas o las buenas, no es el momento de jugar ni de dudar, si es lo que desean pueden quedarte aquí o volver por el camino en que llegamos –comento serio.

 

El Ragnarok no dijo nada más esperando quizás que los presentes, los únicos que se habían atrevido a aquella aventura decidieran irse o quedarse, no les iba a obligar, pero tenían una misión y debían terminar con ella lo antes posible, sino no estarían preparados para lo que vendría después. Era obvio que Antoni podría usar aquella daga con su nueva compañera y viceversa (ya que candela no estaba por allí), a menos que quisieran experimentar el dolor causado por la poderosa arma del cainita.

 

-<<Antoni, usaras la daga del sacrificio con Amelie, tu decidirás si la usaras para que te proteja o para que ataque>> -ordeno activando aquella marca de sangre que el vampiro había puesto unos segundos antes en ellos, ya decidiría que haría con las después.

 

Sin perder mucho más tiempo del debido comenzó a caminar por aquellos pasillos que comenzaban a iluminarse mientras iban adentrándose en todo aquel extraño lugar. ¿Qué encontrarían cuando siguieran adelante?, ni el mismo lo sabía, al igual que cuando estuvo en el laberinto del minotauro, serían los mismos aprendices quienes encontrarían las trampas y verían como salían de cada uno de los peligros que pudieran encontrar, él no sabía si los ayudaría o no, lo que sabía era que el peligro era latente con cada paso que daban.

 

-que divertido –dijo observando algunos huesos que comenzaron a formar criaturas como chacales rabiosos dispuestos a desgarrar tanto al vampiro como a los demás. Y estos no tardaron en atacarlos.

vkDq3f1.png

 

kNTUx8c.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Sentía una extraña sensación, como de haber estado en una situación semejante, pero eso no podía ser, tal vez y andando el tiempo pudiera analizar sus experiencias, pero lo que si saltaba a la vista, era que su compañera de clase, era conocida suya y hasta donde tenía conocimiento, eran buenos amigos o tal vez solo eran buenos compañeros, muchas veces les tocaba trabajar juntos, aunque eran de diferentes Departamentos. No podía presumir de conocerla total mente, porque fuera de las misiones, ellos no se frecuentan en algunas otras actividades, siendo Amelie, un tanto más reservada que él mismo.

 

De lo que si podía estar seguro, era que se ayudarían mucho al ser ambos de la casa de Ravenclaw, muy despiertos y con gusto en la lectura y seguramente @, también ya había leído el libro de la Sangre, el cual era en esta ocasión el objetivo de la clase, usarlo y dominar lo, y también podía asegurar que la complejidad de este libro, era de mayor nivel que el anterior.

 

El profesor hablo entonces, el ojimiel no vio a la primera joven que había visto en el principio de la clase, pero dejo de pensar en su paradero al escuchar la llamada de atención del profesor.

-¿Cómo piensan aprender a utilizar éste libro si no conocen en realidad la magia que se encierra en el?, ¿No se han dado cuenta acaso de que se deben sacrificar muchas cosas? –nos pregunto de manera seria sin voltearse mientras observaba el pasillo- quieran o no, deben usar los hechizos y todo lo que puedan, sino no aprobaran ni sobrevivirán, tendrán que aprenderlo, por las malas o las buenas, no es el momento de jugar ni de dudar, si es lo que desean pueden quedarte aquí o volver por el camino en que llegamos

 

"Por las buenas o por las malas"...aquellas palabras cimbraron al muchacho, palabras semejantes a las utilizadas por el mago Regan que tuvo la suerte de conocer en el pasado...mordió su labio inferior, claro que sabía bien lo que vendría, lo pensó desde hace meses, de cuando compro el libro...tenía que sacrificarse y sacrificar sus propios principios...todo en mira de un bien mayor y de alcanzar poder.

 

Justo entonces algo golpeo su mente...una orden, aunque no era del todo definida, si le imponía comenzar a utilizar la daga de sacrificio que él ya portaba en su mano al imitar al profesor. Era tal vez por apresurar la decisión del ojimiel a si o si usar la magia y poderes del libro de la sangre.

-<<Antoni, usaras la daga del sacrificio con Amelie, tu decidirás si la usaras para que te proteja o para que ataque>> -

"Lo que yo decidiera...esto no lo pensé tanto, aún sin tener que usar la daga, era para mi claro lo que yo deseaba."

 

Tome la daga del sacrificio y la lance hacia arriba, dio dos vueltas y al tomarla, con rapidez me hice un corte en el brazo izquierdo una palma abajo del hombro, por la orden recibida por el profesor, me conectaba a mi compañera Amelie, así que solo restaba concluir el ritual.

--Immolo ad protengendum a Amelie.--Después use mi amuleto de curación, para que la sangre que derramaba mi herida se detenga y curarme del corte infringido, también Amelie sufriría ese corte, pero no era de gran gravedad, tocaba en ella curarse.

 

 

Después de que cumplí aquella orden, comencé a avanzar por aquellos pasillos, que iban invitando a recorrerlos pues se iban iluminando, como cuando preparas un "fiesta", claro que esto distaba mucho de ser para nosotros una fiesta, pero tal vez...y encontráramos algún detalle que nos divirtiera.

Me agradaba el lugar, los grabados eran estéticos, pero detallaban una tragedia, en cada uno se veía como diferentes "males" caían sobre los pobladores. Algunos caían en aterradores vacíos que se abrían bajos sus pies, otros eran atravesados por flechas, yo iba a acercarme a un grabado más lejano para visualizar que horror plasmaba, cuando escuche al profesor decir una sola aseveración.

 

--Que divertido--Y observe hacía donde él miraba, una magia poderosa hacía que los huesos ahí desparramados a montones por el piso, se unieran en fieras caninas con el propósito de detener nuestro avance, estos seguramente protegían de profanaciones al lugar, pero si estamos aquí, seguramente era por aquello que se resguardaba en el templo.

 

Recordé la clase donde el objetivo era conseguir un cráneo que otorgaba gran poder al que lo poseía y me pregunte que estábamos buscando, mi varita tome con mi mano diestra y comencé a atacar a aquellas criaturas de solo un conjunto de huesos.

--Confringo!!--Un rayo salió de mi arma mágica y se impacto en todas aquellas criaturas a dos metros cuadrados de distancia que explotaron, solo unos segundos bastarían para comprobar si mi ataque fue o no certero, pues observe aquellos fragmentos caer tras la explosión...

                  Picsart-22-02-23-05-13-30-507.jpg  

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Tarde.... Como siempre tarde a todo. La razón, no podría ser otra que el alcohol. Una noche antes de que comenzaran las clases me había decidido ir a celebrar a la cantina del Sr Mulpepper, pero nuevamente los tragos me consumieron que a la mañana siguiente no lograba reaccionar a tiempo para asistir a la hora acordada.

 

Afortunadamente tenía todo preparado, o es que mi hermana melliza me ayudaba con mis cosas (?). La situación era que necesitaba trasladarme a la brevedad posible hasta donde nos solicitaba la presencia el profesor Hades, con los libros anteriores, así como todos los amuletos.

 

Los encantamientos era una de mis especialidades, por lo que para no verme de una forma muy voluminosa o parecer un muggle de esos que "cantan". Mis objetos sufrieron de un hechizo, para tener un solo collar con múltiples colgijes que cuando eran safados del collar volvían a su tamaño natural. Incluso había pensado en portar una espada de esa manera, pero creo que era más conveniente la varita que una espada en situaciones de esta índole.

 

Llegue a la colina, viendo como se lanzaba el ultimo de mis compañeros al agua. Supuse que debía seguirlo, no quería quedarme atrás del grupo.

 

Busque por la mochila que seguramente Jessie me preparó, y encontré unas branquialgas. Seguro mi melliza tenía esa dedicación de prepararme para toda circunstancia. Por lo que en esta ocasión agradecía con una inclinación de cabeza, como si mi hermana estuviera en el cielo y pudiera verme.

 

Ingerí las plantas acuáticas, y me lance directamente al acantilado. Antes de llegar al contacto con el agua sentí la transformación que provocaban.

 

Al sumergirme en el agua me sentía como si fuera hijo del propio Poseidón. Aunque seguramente si así fuera no tendría que haber usado esos artilugios. Aún así mi velocidad de nado era rápida, pero era mayor mi diversión que me entretuve observando cada uno de los lugares que me topaba en el camino. Mi sorpresa fue cuando note que estaba comenzando a acabarse el efecto, seguramente una hora ya había pasado y no veía ni rastro de ningún compañero.

 

Una corriente de agua me condujo hasta una edificación. Era extraordinaria, sin duda cada espació, cada rincón me recordaba a... No es que me recordara, es que era la autentica Atlantida.

 

- Perdón la demora profesor - Le indique cuando termino de dar unas explicaciones a mis dos compañeros en el sitio. No sabía que pasaría conmigo, solo tenía que esperar a ver si Candela llegaba.

 

*-*-*-*

*desaparezco*

Editado por Dave Black Lestrange

ORjr1HK.png


http://i.imgur.com/KhA9DxW.gif


http://i.imgur.com/iDRzLEp.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.