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Libro de la Sangre XII


Hades Ragnarok
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Se había quedado atrás por mucho, ya habíamos mencionado que la gitana estaba replanteándose el curso de ese libro y suspiró a modo de resignación al darse cuenta de que muchas alternativas no tenía. Lo primero de la lista eran los galeones, que mucho no importaban pero ella tenía una meta, y un desperdicio como ese no se lo podía permitir; aunque no le habría molestado si hubiese un camino distinto. Lo segundo, el tiempo. Sí, el tiempo le jugaba bastante en contra y tampoco tenía que perderlo, así que, con todo el pesar del mundo dio una paso adelante para continuar.

 

Pero tal fue su sorpresa cuando quiso avanzar, pues una inscripción había aparecido mágicamente en la puerta de aquellas... ¿ruinas?. No eran ruinas, ¿o sí? Estaba segura de haber visto tan sólo imágenes del paraíso en el que se encontraban, pero jamás imaginó que pudiera conservarse tan bien bajo el agua. ¿Era todo magia?. Quizás seguía soñando, porque un lugar así, tan utópico... ¿Estaba bien utilizada la palabra? Lo ignoraba, pero tenía que concentrarse mucho más si quería pasar a la siguiente fase.

 

Como es arriba, es abajo. Como es adentro, es afuera.

 

¿Y eso qué rayos significaba?. Era claro para la italiana que los acertijos debían haber sido inventado por personas de otro mundo, quizás los muggles tendrían algo que ver. No era sano, a su parecer, andar por la vida dando cuantos acertijos se les venga en gana. Eso mismo pensaba también de Dumbledore, un mago muy famoso al que gustaba de hablar en clave. ¿Por qué no hablaban clarito y conciso?. Está de más decir que Candela odiaba los acertijos y se tardó otro poco más en descifrarlo, pues hacía mucho que no usaba el cerebro para ese tipo de cosas. Ella era más práctica, actuaba mejor en la acción, no en lo... ¿cómo era la palabra?. Hasta eso le costaba.

 

¿Podría referirse al mar? Arriba había agua, abajo también. Dah... Afuera una inmensidad, abajo... pues también. ¿Debía ser tan literal?¿Qué tal con el universo?¿Qué tal el hombre?¿Los animales? Pff. Las ideas eran demasiadas, ninguna en concreto. Y así estaba pensando, rascándose la barbilla, hasta que vio a uno que, sin detenerse a pensar en la respuesta, se coló por una abertura que había quedado tras el último. Dave parecía haber pasado de largo, o eso o es que era super inteligente y resolvió el acertijo tan rápido que la Triviani se quedó anonadada. De tal manera que golpeó con el puño izquierdo la puerta, por la rabia que le generó, que se cerró nuevamente luego del ingreso del Black Lestrange.

 

Sin embargo, y porque esta muchacha es bastante obstinada, alguno de sus propios pensamientos (o tal vez fue el golpe que le dio) hizo que la puerta se abriera cediéndole el paso justo cuando estaba por hacer uso de un hechizo que le había parecido perfecto para ocasión. Fue el momento justo, porque observó a Antoni (ahora lo recordaba de cuando lo atendió en la Tienda Ministerial (?) ) haciendo una pirueta con la daga, una idéntica a la que ella poseía y que se encontraba en el bolsillo de su pantalón -aunque llevó una de sus manos dentro de éste para cerciorarse de que seguía allí-. ¿Qué había pasado durante el tiempo que tardó en entrar? Por cierto, que se mostró incrédula al darse cuenta de que no necesitaba más el Casco-burbuja, pues estaba todo completamente seco.

 

― ¡Salvaguarda mágica! ―fue lo primero que atinó a exclamar cuando vio en determinado momento cómo se le venían encima un montón de huesos aunados en formas caninas que, si no fuese porque tenían magia (o eso quería suponer la bruja) se desarmarían ridículamente ante cualquier impacto. Pero, y sólo por las dudas, Candela había hecho de su cuerpo un ente intangible; de modo que los huesos traspasaron su figura fácilmente.― ¡Reducto! ―repartió luego a algunos bichos que se encontraban cerca.

 

Y nuevamente una pregunta resonó en su cabeza, ¿qué hacían allí?

 

― Oiga, profesor... ¿qué fue eso que hizo Antoni con la daga?¿Tengo que hacer un baile parecido?¿Qué hago con ella? Porque mire que he visto cosas raras, pero estos rituales son de lo más extraños... ―había empezado mientras retiraba con sus pies unos cuantos huesos de su camino― No es que no los quiera hacer, ciertamente no me queda otra, pero, vamos de nuevo... ¿qué hago con la daga?

 

Elevó la mano derecha con la palma hacia arriba e invocó la Daga del sacrificio, ésta apareció sobre la mano de la Triviani, quien contemplaba con ojos ansiosos a su profesor (porque había decidido que se trataba del encargado de dar la clase, aunque nunca supo su nombre, pero bueno, no se puede tener todo en esta vida).

 

― Si la uso, ¿debo cortarme yo y a la persona de mi elección?. Eso leí en el Libro, pero no me ha quedado claro si debo cortar también a quien elija. ―miró a los presentes― Bueno... tampoco es que me esté muriendo de ganas de conectar mi alma con alguno de ellos, pero... ―se encogió de hombros e hizo una mueca.

Editado por Candela Triviani

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~ Mosquito ~          Ianello 

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Esperaba para ver si algo ocurría con los fragmentos que quedaron de la explosión que provoco sobre aquellos caninos de huesos, su varita al ristre, cuando su Anillo Detector de Enemigos comenzó a elevar el calor era señal inequívoca de que aún estaba en peligro.

--¡Evanesco! ¡Incendio!-- Llevo a cabo con su arma mágica...pero tenía también la otra, la daga de sacrificio, entonces pensó. "puedo usar todos los hechizos que conozco pero...¿y los del libro de la Sangre?" Miro llegar a su conocido Dave...en aquella misión del Bosque Prohibido se llamaron amigos, igual aquella vez en la Ventanilla única de Tramites...esperaba que no lo tomará por loco, pero tomo la daga por la punta...su "hermano de guerra" le enseño un poco de manejo de armas blancas y tenía las dagas que le obsequió, esta daga no era tan pesada, podría hacer el mismo truco.

 

Sus labios delgados se unieron en una línea fina en su rostro, se coloco en posición apunto bien y arrojo la daga para que cruzará la poca distancia entre él y @ hiriendo lo superficialmente en un hombro, era un rosón vertical del cual apenas salieron unas gotas de sangre. Entonces el ojimiel mirando al mago dijo en voz alta:

--Yo juro no lanzar hechizos no verbales. Accio daga del sacrificio-- Después de tomar la daga en mis manos, miro a la joven que llego y ella esquivo el ataque de los caninos salvajes con un Salvaguarda para después preguntar al profesor, que hacía con la daga.

 

--También leí el libro, pero supongo que esto es por propia experiencia compañera...es practicar, también debe intentarlo. Dañar, Immolo oppugnare! --En ese momento con la daga me hice un corte en la muñeca izquierda de unos cuatro centímetros...como las cicatrices que llevo desde hace cinco años...y por las cuales siempre uso camisa de manga larga. En la muñeca de ella también apareció un corte que sangro...mi amuleto de curación brillo, sobrepuse mi mano en la herida y esta desapareció.

 

@@Candela Triviani

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Estaba completamente asombrado, en todos mis años de vampiro y sobre todo de Pirata, no había visualizado estructura tan imponente como la que estaba frente a mi. Uno de los palacios de los tres grandes, el Dios a quien siempre le daba ofrendas para que me dejara navegar perfectamente. Ni siquiera contemple que ahí dentro no me faltaba el oxigeno.

 

Era tal mi descuido que no note el corte en mi brazo, hasta que comenzó a sangrar. No era muy profundo, pero mi capacidad de vampiro lograba hacer que se viera como un gran espectáculo. Al momento busque al responsable, al parecer el peliverde que conocía era aquel que me realizo dicho rasguño ya que veía la daga mientras oía sus palabras a lo lejos.

 

< - No puede ser, otra vez- > Pensaba para mí, lograba entender lo que me estaba limitando el peliverde. Sin embargo, le lance una sonrisa sarcástica que tal vez no entendería.

 

Afortunadamente tenía mi as bajo la manga. La tímida Jessita, esa pequeña melliza mía ya había practicado conmigo en una ocasión. Por lo que cuando obtuve la daga la coloque a lado de los demás objetos de mi collar. A simple vista parecía un objeto inútil, como si fuera una pequeña replica de juguete. Sin embargo la jale del collar para portar en la mano, ahora era la original.

 

Corrí, esa velocidad que me daba ser vampiro me privilegiaba en estos momentos. Al instante estaba detrás de @ colocándole mi mano en su cuello, dejando de esta manera una marca de sangre.

 

- Obediere - Le decía al oído, para que el profesor no escuchara. Al momento se notaba como una marca, no más grande que mi mano en forma de un felino, un leopardo probablemente, aparecía en el cuello del chico.

 

Me regrese a mi sitio, para que no se notara que hubiera hecho acto alguno. Y así pasar lo más desapercibido posible. Sin embargo ya con la daga en mi mano me realice un corte en la muñeca de la mano, donde el peliverde portaba su varita.

 

- Inmolo Oppugnare - Pronuncie, agradecía que me prohibiera los no verbales, al menos así yo podía activar mi daga de igual forma. Pero ya que no quería seguir sangrando, dije casi en un susurro - Curación - Nuevamente agradecía el poder realizar los hechizos de forma verbal, así que el corte en mi mano ya no estaba.

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Pase la punta de la lengua por el filo de mi dentadura...mi estratagema había funcionado, si lo sabre, era de esperar...ahora las cosas serían interesantes.

 

Entre más me adentraba en aprender y saber de la magia, empezaba a ver que había relaciones en aquello que viví. Antes del hoy, pensé que estaba fuera del mundo mágico, que era algo ajeno, nada más falso. Solo estaba oculto a mi entendimiento, no se del todo porque, pero si comencé a pensar de nuevo en esos años.

 

Nunca vi detenidamente la daga de Regan, pero ahora pensé; si era una daga de sacrificio, él me había colocado desde que nos encontramos una marca de sangre y probablemente hasta un juramento de Sangre, ¡que manera de inutilizar a un mago!

 

Quiero entender como lo hizo, como es que funciona...por mi experiencia pasada, creo que se por lo menos de una manera inexperta, lo que ocurrirá, este libro es el escalón para llegar al libro del equilibrio...

 

Note sangre en mi muñeca, el topacio amarillo en mi cuello brillo...--Curación--Y la herida sano de inmediato. Entonces camine para seguir el pasillo, tengo curiosidad de ver que objeto es el que estamos buscando, mis sentidos debía mantener alerta, seguramente habría trampas o quizás "guardianes" como esos caninos de huesos.

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Poco a poco íbamos adentrarnos en la ruinas del lugar bajo el mar y había quedado tan impresionada con la belleza del lugar , que apenas note cuando los demás compañeros que faltaban llegaban y escuchaba las palabras del profesor mientras veía como todos iban invocando su daga del sacrificio.

 

Se había perdido en la belleza del lugar que la vampira se estaba perdiendo un poco la clase y todos ya estaban comenzando a practicar los hechizos del libro , el profesor dijo que había que sacrificar algo y por lo entendía del libro todo sacrificio conllevaba algo de sangre , veo que como Anthony utiliza su daga siguiendo las instrucciones del profesor pero decide utilizar la daga para protegerme y no atacar y veo como aparecer sangre en mi mano y pienso en el hechizo – Curación para curar esa herida.

 

Invoco mi daga para poder comenzar también con el sacrificio cuando veo que de repente en el suelo se empieza a formar unos esqueletos de criaturas que nos quieren atacar y digo – Reducto y veo que los huesos explotan en varios pedazos pero aun había varios esqueletos pero mis compañeros también se estaban encargando de ellos.

 

Poco a poco veía como mis compañeros iban utilizando su daga de sacrificio y era hora de que también practicara o no aprobaría esa clase si seguía perdida entre la belleza del lugar y unos esqueletos que avanzaban.

 

Había visto utilizar la marca de sangre a una persona y ahora cursando el libro sería una buena forma de poder practicarla y había alguien presente en esa clase que sabía que tenía ganas de usar la marca así que me acerco al black lestrange y coloco mi mano en su cuello y de esa manera le dejaría la marca de sangre

@

 

- Obediere le digo lo más cerca posible y enseguida note como aparecía una marca no más grande que mi mano en forma de garra de águila dejando así la marca de sangre.

 

Luego de dejar la marca de sangre era hora de usar el sacrificio de sangre , a la vampira no le gustaba tener que realizarse un corte pero debía hacerlo y era hora de devolverle el favor al peli verde @ y realice un corte con la daga en mi mano y pronuncie - Inmolo ad protegendum para comenzar a usar y la daga y luego pienso en - Curación para que mi mano dejara de sangrar

Editado por Amelie Black Lestrange

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Recordaba las palabras de un mago que vi en el Ministerio Mágico, aquel decía, que había momento para todo...y lo que me impresiono, fue cuando dijo que había tiempo para ser ambicioso...y creo que ese "tiempo" me llego de improviso. Avanzaba no solo con gran curiosidad, sino también con un deseo de saber y encontrar aquello que buscaban, estoy seguro que es algo especial, lo siento en mis adentros, como si me lo susurraran para alentarme a conseguirlo.

Sentí en mi mano como comenzó a sangrar, el topacio amarillo que brillo mientras pronuncie: --Curación, la herida se me curo de inmediato.

Camino por el lugar, gracias a que todos colaboramos con los caninos formados solo con huesos, el camino se veía libre, pero era solo apariencia engañosa. Mi anillo de Detector de Enemigos, comenzó a desprender calor...barrí con la mirada el lugar, no veía nada...pero alerte mis sentidos, algo o alguien nos asechaba y por como capte el calor en el dedo donde lo portaba, era advertencia de un ataque inminente.

 

Varios guardianes comenzaron a enviar sobre mi, flechas con afiladas puntas...--¡Salvaguarda Mágica!-- Me volví intangible, lo cual era un problema, pues no creía que pudiera usar mi varita mágica...aquellas estatuas iban avanzando más pero algo en mi como presentimiento, me hizo mirar al techo...puntas metálicas de estacas descendían peligrosamente hacia nosotros, aún era incorpóreo pero fui hasta donde estaba Amelie y le advertí:

 

--Amelie Cuidado! no solo son esas estatuas guardianas también es el techo, hay que ir a otro sitio, ir adelante ¿cuánto tiempo dura este poder de salvaguarda mágica? veré que hay en la otra sala--Me deslice con rapidez, por si no duraba mi estado intangible, traspase la pared y lo que vi fue aún peor que el techo con aquellas estacas metálicas y las estatuas guardianas...eran las peligrosas y mitológicas hidras...

 

@

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El Ragnarok observó atentamente todo lo que sucedía, además de escuchar lo que aquellos aprendices decían, supuso que llegados a aquel punto no se rendirían ni volverían tras sus pasos así que se preparó para enfrentarse a aquel primer obstáculo que tenían en frente. Sin embargo, la pregunta de Candela llamo la atención del cainita.

 

-No, no debes bailar a menos que tengas ganas –bromeó mientras observaba rápidamente a la Triviani- simplemente debes invocarla, en ella o más bien llamarla en voz alta y aparecerá en tus manos –siguió contestando- con respecto al corte debes cortarte tu y la herida aparecerá en la persona de tu elección, por ejemplo –dibujo una mueca malvada y se hizo un corte en la muñeca observándola. Inmediatamente observo como en la muñeca de la chica apareció el mismo corte- puedes elegir si proteger a alguien o dañarle... -<<episkey>> -penso para curarse aquella herida

 

Comenzó a mover la varita para sin ningún problema deshacerse de aquellas criaturas que querían desgarrarles el corazón. Había utilizado aquel simple hechizo para simplemente permitir que las criaturas lo atravesaran y fueran a por los alumnos quienes de una u otra forma tenían que lidiar con aquel problema.

 

-Muy bien, lo mejor es que sigamos adelante, no vaya a ser que se vuelvan a formar –dijo mientras dejaba pasar el vital gas por sus pulmones inertes.

 

Se volteo para ver como parecían estar resueltos para seguir adelante. Entrecerró los ojos y miro de reojo a la Antoni y a los demás, ¿tendría que usar aquella daga en ellos para que pudiera sentir y experimentar aquello o serían lo suficientemente valiente como para realizar aquel sacrificio con alguien más?, de todos modos de una u otra forma tendrían que aprender, fuera por las buenas o las malas. Los miro son mas para darse cuenta que no era necesario que usara la daga en ellos ya que, se estaban divirtiendo de lo lindo usándola los unos en los otros

 

Llegaron a una bifurcación pero hizo una seña para que no se movieran. A la derecha se podía ver un pasillo lleno de antorchas, había demasiado silencio. ¿Dónde había visto algo así antes?, busco en su mente y en sus recuerdos y recordó aquel pasillo en el cual alguna vez se había adentrado donde rocas enormes comenzarían a caer sobre las personas que pasaran por allí, además de aquel intenso terremoto que haría que cayeran quien sabia cuantos metros hacia abajo. En el pasillo de la izquierda no había absolutamente nada de luz, la oscuridad era prácticamente impenetrable como si hubieran tirado allí polvo de la oscuridad peruano, solo que un paso en falso provocaría que grandes llamaradas de fuego se levantaran quemándolo todo a su paso.

 

-<<¿Y bien?, ¿qué será lo mejor en este momento?>> -se preguntó así mismo mientras estudiaba la situación, era un camino o el otro, no había un tercero.

 

Sabía que pronto tendrían que enfrentarse a la prueba final, y aun les faltaba utilizar más aquel sangriento conocimiento, por lo que aún no estaba preparados y podría ser el fin de ellos, claro estaba, podía usar magia mucho más avanzada para pasar aquellos obstáculos sin problemas pero aunque no quisiera retrasarse más de lo debido debía ver ¿Qué harina los aprendices?

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El efecto del hechizo concluyo, esto cuando pensé que no revise más que a través de uno de los muros, miré a los otros lados, pensando en que dirección aventurarme...no podía dejar de pensar en ese tiempo que por más intentos que hice, no logre huir de la propiedad de Regan, apreté la empuñadura de la daga...si viviera el tal Regan...pero mejor seguir atento, la clase estaba resultando más que esclarecedora, no me importa tanto el ¿porque? sino el ¿cómo?...apreté los dientes furioso, ese Regan...debía develar ese misterio.

 

No tuvo que tomar por su cuenta el camino a seguir, el profesor les mostró por donde continuar, siguieron ese pasillo que les mostró sin pronunciar palabra, tampoco era como para ir "comentando como les iba en su día"...pero fue pensando que era una gran tentación los poderes del libro de la Sangre y no sentía ninguna clase de prejuicio.

 

Llegamos a una bifurcación, yo no había pronunciado ninguna palabra...no sabía que decir a los magos o las brujas que eran participantes de la misma aventura que yo. Mire ambos pasillos y sin pensarme lo tome el de la izquierda...siempre elijo el de la izquierda ;) esta en penumbras pero recuerdo con viveza las palabras de Garry, el licantropo que es mi amigo..."la oscuridad no es mala, solo se debe temer a nuestros propios miedos..." mis miedos...¿cuáles son mis miedos? al menos desde que arribe a esta comunidad mágica, estos miedos han disminuido considerablemente, pero sé que muchos de ellos todavía golpean mi interior, pero también he vivido algo útil, se puede vencer el miedo, un segundo, y entonces se logra actuar con valentía.

No es que desaparezca, solo se decide a seguir avanzando a pesar de sentirlo sobre tu piel...no se si viene alguien detrás mio, no se logra ver nada y tampoco a nadie, sigo caminando aunque no lo realizo con la fuerza acostumbrada mi andar, más bien voy con cuidado. Siento que el latir de mi corazón golpea en mi garganta con fuerza, mi anillo Detector de Enemigos se pone caliente...entonces mi frente se perla de sudor...un sudor frío, en un paso que realizo, la baldosa bajo mi pie se mueve...¡Una trampa! sujeto con fuerza mi varita y la daga del sacrificio...con ella realizo un corte en mi antebrazo y vuelvo a pensar en @@Candela Triviani, ¿seguirá surtiendo efecto el sacrificio que realice con ella? la sangre se desliza saliendo de mi herida, uso mi topacio amarillo --¡Curación!-- Bueno..no noto nada, en cuanto mueva mi pie de la baldosa, la trampa se accionará...

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Ignorante. Sí, probablemente era esa la palabra correcta. Había escuchado la respuesta del instructor pero le había entendido la mitad. Y su sentimiento de no pertenencia e ignorancia creció en el momento en el que observó el accionar de sus compañeros. Ellos parecían llevarse perfectamente con los nuevos hechizos, con la daga y con los amuletos y nuevos anillos; mientras que para la Triviani era toda una clase de chino mandarín. Contempló la daga del sacrificio inerte en sus manos, la tomó por el mango y realizó un corte en la palma de su mano y, del mismo modo y sin proponérselo, el mismo corte se hizo presente en la propia de Amelie.

 

― Curación... ―murmuró cuando vio el corte provocado por la muestra de ejemplo de Hades― Curación ―para el corte de Antoni y un Episkey para su propio corte.

 

Decidió pasar por alto unos cuantos comentarios, pues no tenía ganas de verse como una completa idi***. Estaba más que segura de que los que le acompañaban disfrutarían de su momento de blanqueo mental, cosa que enfadaría a la gitana y quién sabe lo que ocurriría. Por ejemplo, el corte que que se había hecho en la palma de su mano iba destinado a repetirse en la mano de Antoni, no tenía idea de por qué fue que le pasó a Amelie, pero bueno, tampoco lo iba a confesar. De todos modos, aprovechó que la muchacha se encontraba peleando con Dave para acercarse a ella sigilosamente, y tomarle de la muñeca izquierda.

 

― Disculpa querida, creí que te iba a caer algo encima... ―se excusó con la chica Black Lestrange, a quien ya le había dejado la marca de sangre, no más grande que su mano (era obvio, pues era su palma), y no tenía ninguna forma, sólo era un manchón rojo desprolijo y mal diseñado. Pero suponía que serviría para la causa.― Obbedire ―murmuró para tener controlada a la muchacha a su antojo.

 

¿Qué más tenía que hacer a partir de ahí? Miró a su alrededor y sólo se pudo encontrar con la mirada inquisitiva de Dave, quien por alguna razón se le antojó más confiable que los otros. Sobre todo porque éste no había tratado de hacerle daño, no de momento, y si lo había hecho quizás le salió mal y la Triviani ni lo sintió. Así, con una muestra unilateral de complicidad, decidió que podría aliarse a él. A menos que Dave tomara otro camino, por supuesto, entonces la historia sería otra.

 

Continuó el camino que el profesor les estaba trazando, observó cómo Antoni tomaba el camino de la izquierda, por lo que ella tomó el de la derecha. Y no pasó mucho tiempo hasta sentir otro corte más en su brazo. Justo en el momento en el que los muros de ambos costados empezaban a cerrarse al paso de la gitana.

 

 

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~ Mosquito ~          Ianello 

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Por unos segundos(muy largos!xd!) se quedo a la expectativa...no escucho ruido alguno (bastante preocupante, si, pero eso también le decía que no era posible que él fuera la única alma que se aventuro al camino de la izquierda...¿o si?) no podía quedarse ahí esperando ayuda a...¿a que rayos es que estaba expuesto? no sabía que trampa era aquella, miro en redondo, pero aún no logro visualizar nada, fue idéntico a su clase con la señorita Juv Malfoy, donde tuvieron que tomar un sendero lleno de polvo de la oscuridad peruano...claro que en ese entonces, la profesora tenía una mano de la gloria y así fue risoriamente sencillo realizar el avance por el sendero, cosa que aquí no era el caso.

 

El latir de su corazón golpeaba con fuerza, como recordando o presintiendo, que pudieran ser los últimos latidos, saberlo no le restaba aquel miedo, unas gotas de sudor corrían por su sien al cuello, un segundo...sus sentidos debían estar alerta, solo moviendo su pie, se enteraría que trampa era. Creía que al hacer el corte de su antebrazo, su compañera @@Candela Triviani le recriminaría...pero no, tal vez y ella fuese a cuestionar al profesor, ¿hubiese sido prudente que él también lo hubiese hecho? todavía le hacía falta entender como se realizaba la marca de sangre...quizás porque ese asunto le molestaba demasiado, el mago Regan le tuvo bajo control con una marca de sangre, ahora le quedaba claro, aunque también él sabía como fue que logro librarse de ella, eso lo experimento y le quedo bastante vivido. Movió al fin su pie y lo que ocurrió le lleno de sorpresa aún alerta y en sabiendas de que era una trampa...

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