Prueba del Libro de la Sangre XII

[Hades Ragnarok]

Abrió los ojos. Aquel terreno era muy diferente al anterior donde se había encontrado junto a sus alumnos, era un salón abovedado en el cual no se podía observar el techo, arriba solo había oscuridad, a los lados algunas paredes y en diferentes zonas del piso se encontraban algunos pilares rotos como si fueran ruinas de un antiguo templo griego o romano, ¿Cómo habían pasado de estar en aquella cueva a muchísimos metros bajo el agua a aquel sitio?, maldijo por lo bajo, los guerreros se las habían jugado otra vez, pero ¿Cómo los habían encontrado?, ni siquiera sabia para que se preguntaba aquello, una y otra y otra vez era lo mismo. Aquella era la segunda evz que lo intentaba, era él quien habia decidido a donde ir, negó con la cabeza, ya no se podía confiar en nadie, definitivamente.

 

No hizo más que mover la mano resignado, conocía aquella parte del plan como la palma de su mano, ahora cada uno de aquellos aprendices debían tener una especie de duelo para probarse a sí mismas que habían captado la esencia de aquel libro tan sangriento y que así pudiera quedarse en sus cerebros. Además, algunas cosas irían ocurriendo, porque así estaban siempre planeadas, con antelación por los seres superiores que les habían permitido a él y a sus compañeros enseñar aquellos libros. Si querían conocer el poder de la daga y los poderes de Sangre, debían sentirlos en carne propia. De hecho cuando quisieran acordar, tendrían una herida en el pecho.

 

Al observar cómo se les abría la herida recordó su propia prueba. Aquel grupo de duelo empezaba con aquella herida sangrante.

 

**************

 

@@Candela Triviani vs @

**************

 

Reglas de la Prueba.

 

• Podrán usar hasta los hechizos de Graduados. Más los del Libro Nivel 1, Nivel 5 y Nivel 7. (LINK)
• No se permite interferir con los demás duelos.
• En su primer post, la Daga de Sacrificio se activa y les produce una herida en el pecho a ambos duelistas. Deberán curarse antes de empezar el duelo.
• En el segundo post, la Marca de Sangre actuará en ustedes y los obligará a anular su segunda acción.
• En el cuarto post, el Juramento de Sangre les prohibe lanzar rayos por ése turno.
• El saltar las barreras, no consume acción. Pueden saltar las barreras en un post y luego (despues de que les hayan hecho puente) volver a postear para atacar a sus compañeros.
• Si el rival no responde en 24hs, se desprende una roca del techo y deberán evadirla.
• La prueba finaliza el día 02 de Abril

[Anthony R. Dracony M.]

Se sentía contento de haber visto al guiverno de fuego, pero luego recordó que no era un paseo, sino una clase y adopto un gesto serio y escudriño aquel escenario. No estaba cierto si los habitantes de la Atlántida acostumbraban el desarrollo de las artes, pero lo que si conocía era que eran excelentes guerreros.

 

Como ese lugar esta desierto y un fantasma deambula por ahí, sigue adelante, por un momento piensa en los otros compañeros magos y se pregunta en donde se encontrarán y cómo estarán?...su caminar es rápido, pues tiene esperanza de volver a encontrarse con la clase...

Llega nuevamente a una puerta que cuando la abre usando la varita mágica, le conduce a un nuevo salón, --Alojomora!--las características son bastante peculiares: no se ve el techo, solo oscuridad, lo que deja a la incógnita, sobre lo que se halla en el y al resguardo de la vista de los aprendices.

Hay fragmentos de columnas como si fueran de una especie de templo y sin esperarlo, la daga de sacrificio que lleva en la mano se activa de pronto, produciendo le una herida profunda en el pecho. Él se sujeta con rapidez de una ruina de columna para no caer al suelo. Sus labios a cerrado con tanta fuerza, que se tornan blancos al igual que su semblante que de pronto asemeja lo blanco del papel.

Por su pasado del que nunca refiere a nadie, conoce bien las heridas producidas por dagas, y también es de su conocimiento, que no tiene por que gritar...no les dará gusto de mostrar tanta afectación. Se le van las fuerzas mientras lleva su mano a la profunda herida y haciendo un esfuerzo para no desmayarse, se impone la mano al tiempo que su amuleto de Curación, el topacio amarillo, brille con intensidad...--¡Curación!-- La camisa queda manchada de sangre, pero al menos su herida desaparece.

Mira alrededor, aún no ve a nadie, pero seguramente no tardaran...¡eso espera! por ahora descansa para recobrarse lo más que pueda, pudiera ser que nuevos peligros se ciernan sobre él. Presta atención a las entradas, de una de ellas aparecerán sus compañeros y solo decide aguardar mientras empuña la daga de sacrificio tras volver a invocarla.

 

@@Candela Triviani

[Mentita]

Pues no, el hechizo que había utilizado con el remedo de kneazle no había funcionado como Candela esperaba; tal vez porque no estaba lo suficientemente concentrada como para ejecutarlo de manera correcta. ¿Qué había pasado con los demás? No creía haberse alejado demasiado y, aún así, no habían señales de ninguno de los que habían empezado aquella travesía junto con ella. Y por si fuera poco, un par de los bichos, que habían estado aguardando desde la llegada de la bruja al salón, se estaban agazapando para atacar a la susodicha.

 

— Si tendría que haberlos matado a todos, apenas llegué... —en una mano empuñaba la daga y en la otra su varita.

 

Candela estaba levantando su brazo izquierdo a modo de defensa, pues una de las criaturas ya se había abalanzado sobre ella, cuando comenzó a notar algo bastante extraño en el ambiente. No se animaba a ver lo que estaba pasando, quizás algún animal más grande se estaba devorando a los que querían atacar a la gitana. Aunque no se escuchaba como si se los estuviesen cenando. La Triviani asomó los ojos por encima del brazo que le servía de escudo en el rostro y contempló algo verdaderamente chocante.

 

¿Dónde demonios estaba ahora?

 

La nueva vista no era más que una copia de los otros dos salones en los que había estado. Escombros, huesos, restos de alguna sustancia viscosa y... ¿eso eran diamantes? OMG! Como sea, tal vez era todo producto de su corta imaginación (últimamente esta chica alucina demasiado), pero se alegró de no ser la única desubicada del lugar. Se sentía como pez fuera del agua. ¿Entienden? Irónico, ya que estaba en el fondo del mar, no vivía contenta y tampoco era feliz (!).

 

La gitana se había puesto a admirar la absorbente oscuridad que plagaba el techo sin techo del salón, cuando sintió un agudo dolor en el pecho y la remera gris comenzó a teñirse de un rojo púrpura (el color de su sangre). No pudo gritar, ni maldecir, ni decir alguna grosería. Y no porque no quisiera, sino porque, con el dolor, no se le ocurría nada creativo que formular.

 

— ¡Cu... curación...! —fue un sonido apagado. El corte había sido profundo y la Triviani no podía respirar.

 

La herida fue desapareciendo tras cada latido de la ojigris, hasta estar completamente sana. Tropezó con un el busto de una mujer a quien realmente desconocía (y sí, si se trataba de alguien de hacía miles de años) y observó a la otra persona que había llegado con ella. Antoni, lo que menos quería era toparse con él. Y menos allí, donde cualquier cosa podía pasar.

 

— Errr.... ¿sabes qué debemos hacer ahora? Porque no me importaría salir de este lugar, para asuntos frikis ya estoy yo... —aseguró tras revisar el corte de su pecho por debajo de la remera. No estaba.— En fin, ¿por dónde se sale?¿Sabes algo?

 

Caminó unos cuantos pasos más para acercarse al muchacho, quien parecía estar tan blanco como el papel. Y eso que era la Triviani la del aspecto enfermizo.

 

— Morphos —su varita estaba apuntando a la media estatua con la que había tropezado. Ésta, de mármol puro, se transformó en un jaguar adulto, de aspecto fuerte y musculoso. Pero la Triviani no le dio ninguna orden, estaba allí sólo por las dudas.

[Anthony R. Dracony M.]

En esta herida más severa, se sintió por un momento, envuelto por una gran debilidad...pero los segundos (?? que pudo descansar, le cayeron de "perlas", así cuando apareció su compañera, al menos pudo erguirse con cierta soltura. La daga de sacrificio que invoco en su zurda y su varita en el antebrazo derecho, donde"Cobra" se deslizaría a su mano diestra en cuanto la necesitará.

 

Su mente muy ágil iba del presente a ese pasado suyo tan odiado..." ¡Regan!...ese demente, él hacía esto mismo, herirme y obligarme a aprender por las malas...orillarme a acciones de ataque" pensó un tanto alarmado.

Pensó en todo lo que había realizado durante la clase...no mucho en verdad, apenas nada, si lo pensaba mejor. comenzaba a dimensionar el alcance de esos nuevos poderes. La chica se acercó y se veía tan desconcertada como él.

— Errr.... ¿sabes qué debemos hacer ahora? Porque no me importaría salir de este lugar, para asuntos frikis ya estoy. En fin, ¿por dónde se sale?¿Sabes algo?

La miro unos segundos, una sonrisa que trataba de ser sarcástica se asomo a sus labios y le respondió con un tono que intento ser duro...

--Se menos que tú...o al menos eso supongo. El profesor no menciono nada pero...pensemos. Esta herida fue más profunda, ya no como las que "jugamos" hace rato...¿qué tal que es una advertencia?--Sus ojos miel se entrecerraron, y con un movimiento veloz le hizo a la joven un corte en el brazo, ya el ojimiel había usado la daga de sacrificio con el efecto de dañar, pero quizó estar seguro--Yo juro no atacar!--Fijo su mirada miel en la joven y después le hablo, mientras acaricio un poco su anillo de Amistad con las Bestias-- Precaución como su jaguar señorita, el profesor dijo que debemos aprender. por las buenas o por las malas, esta herida profunda en el pecho, es para advertimos que vayamos en serio, nuestra sangre se derramara, lo quierámos o no. ¡Orbis Bestiar...-- Sus ojos quedaron más abiertos el hechizo a medio pronunciar..."algo" le impidió continuar, le obligaba a anular su acción...pero nadie conoce realmente al peliverde...nadie sabe de lo que puede ser capaz --¡Rayos! ¡no puedo! ¡no dejaré que me limiten! --Se concentro con fuerza y pensó: ¡Orbis Bestiarum!, un anillo dorado apareció en el cuello del jaguar, al que ordeno apartarse de su cercanía pero al mismo tiempo una herida de dos cuartas de longitud afecto al chico a la altura de las costillas...sacudió su brazo, "Cobra" se deslizo a su mano diestra y la sujeto con firmeza--¡Episkey!...¡Curación!--El amuleto del topacio amarillo brillo y su herida se curo. Su semblante se pone transparente...

[Mentita]

No le había gustado nada ese tonito de sabiondo con el que le había respondido el chico de cabello color musgo, o quizás era un verde más brillante, no lo notaba con claridad; pero lanzó un gruñido, cual loba herida, al sentir el nuevo corte en su brazo. ¿Qué manía tenían de andar haciéndose cortes como si fuesen adolescentes "emo"?. De modo que tocó su amuleto de curación y el corte fue desapareciendo con el paso de los segundos, gracias al topacio amarillo que colgaba de su cuello. ¿Acaso tendrían un duelo? Candela le dirigió una rápida mirada al jaguar y acarició su anillo de amistad con las bestias, ¡menos mal que se había hecho de uno a tiempo!

 

Lo que siguió después no lo esperaba, Antoni había hecho un movimiento bastante inteligente. Según, si así lo había entendido, la Triviani no podía atacar directamente al muchacho, y eso significaba que él tampoco podría hacerlo con ella. Aún así, y porque debía actuar con rapidez a menos que quisiera quedarse para siempre en esos templos a muchos metros bajo el agua, la daga del sacrificio apareció en su mano y la introdujo con fuerza en su propio abdomen, justo antes de que el peliverde hiciera su siguiente movimiento.

 

― ¡Inmolo oppugnare! ―la sangre ya empezaba a manar del corte, uno bastante profundo la verdad.

 

Quedó enceguecida por el dolor durante unos segundos, y un mareo hizo que se arrodillara. Ignoraba lo que pasó con Antoni en ese momento, pues sólo le escuchó decir una palabra a medias. Por lo que, supuso, su segundo movimiento no dado resultado. El jaguar, que permanecía a lado de la Triviani y no se despegaba ni un minuto de ella, se agazapó contemplando al muchacho (quien, por supuesto, tenía ya la sangre saliendo a borbotones de su abdomen) tras la significativa mirada de su creadora. Y tras una señal de Candela tipo "Id, hijo mío...", el jaguar se abalanzó contra Antoni, con el único fin de destrozarlo con sus garras y hocico, y convertirlo en su cena.

 

Episk... >> ni siquiera pudo terminar de formular la frase en sus pensamientos. mier**, mier**, mier**... maldijo una y otra vez a lo que sea que le hubiese hecho anular su segunda acción. ¡Que era sólo para curarse! Así que usó una vez más su amuleto de curación para mitigar la "gravedad" del asunto y contener la hemorragia. Y un Curación para que la herida sanase completamente.

[Anthony R. Dracony M.]

El ojimiel se había preguntado muchas veces porque seguir tomando las clases...también porque adentrarse más allá de la magia que ya conocía. Aún no se daba respuesta concreta, pero lo que si tenía claro, era que el saber estaba a su alcance, y muchas de las veces, solo requería que él se decidiera.

 

Y para esta clase, lo pensó detenidamente por meses, ahora debía hacer lo que debía para vincularse al libro...

 

Aunque ya se había mentalizado de que sería herido, eso no le evito sentir el dolor...tan agudo y penetrante que de inmediato le ofusco sus sentidos...sentía en los oídos un zumbido...y se doblo sobre si al sentir la herida en el estomago...¡vaya! no era el único que pensaba en que "todo" era dolor en la guerra...

 

Lo que pensó hacer era una locura, pero igual lo hizo...solo podía perder su vida...(?

 

--Salvaguarda Mágica!! -- Al volverse intangible ya no pudo dañar le de alguna otra forma (? y apenas a tiempo!! Vio como el jaguar salto sobre su cuerpo incorpóreo el cual solo atravesó, pero sería necesario pensar su siguiente acción, lo cual era difícil pensar, se coloco sobre el jaguar, al recuperar su estado corpóreo lo toco en la cabeza, colocando le una marca de sangre.

 

@@Candela Triviani

--Obedire, tranquilo compañero...Episkey-- Rasgo su capa y se fabrico unas vendas para la herida ya que no se curo del todo con un solo episkey...

[Mentita]

Candela necesitaba terminar de curarse, así que hizo uso de su amuleto de curación una vez más para que la herida causada por su propia daga quedase cerrada. ¿Cómo llevaría Antoni tal perforación? No se había quedado mirándolo todo el rato como para cerciorarse, pero notó que el chico había utilizado un Salvaguarda Mágica para defenderse del jaguar de la bruja.

 

― ¡Silencius! ―vociferó la Triviani, mientras apuntaba con su varita a Antoni.

 

Lo había hecho en el tiempo justo, pues había visto el contacto que el peliverde generó con el animal y sus sospechas la llevaron a creer que quería tenerlo bajo control. De modo que, con el silencius de la bruja, lo que sea que haya querido pronunciar después de tocar al jaguar, había quedado en el aire y sin efecto. La gitana sólo pudo sentir un "Ob..." de la boca del chico, y luego silencio.

 

El jaguar había sentido el roce de Antoni en la cabeza, lo observó confundido una milésima de segundo, y a la siguiente hizo lo que su creadora le había encomendado, destrozar a su rival; ya que Candela había sido mucho más rápida. El animal se abalanzó sobre el muchacho y, gracias a lo cerca que lo tenía, le enterró sus afilados y feroces colmillos en la clavícula. Le dio un par de sacudones tras morderlo, provocándole una hemorragia en el punto en donde le hubo clavado el hocico.

 

― Es una pena que vayas a morir tan rápido... ¡Sectusempra! ―un rayo emergió de la varita de la Triviani, uno cuyo único objetivo sería rematar a su compañero.― Pero eres tú, o yo... Y, francamente, no soy de las que ceden el lugar.

 

Por un momento se compadeció del chico, luego recordó que quizás era su boleto de salida de aquel horrendo lugar y se le pasó (?).

[Anthony R. Dracony M.]

La intención siempre marca caminos, pero lo bueno es que no solo es uno el que puede elegirse. Estaba pronunciando el hechizo y quedó en un monosílabo, a lo que el mago uso el mismo hechizo ya que era no verbal "Obedire" quedando la criatura bajo su control y dejo muy claro que se quedará tranquilo y con la orden de interponerse para protegerlo cuando la compañera le atacara, los seres humanos tienen miedo y esto no es malo, es una forma de defensa y solo había que utilizarlo a favor, miro a la joven compañera, se alegro de que la chica fuese tan buena combatiente, eso lo impulsaba a él a exprimirse las ideas a la mayor velocidad posible.

 

La chica mostró en su rostro esa expresión que nos da el ver nuestros planes arruinados, pues su criatura estaba bajo el control del peliverde y siguiendo su orden mental se interpuso delante de él cuando la chica le dirigió aquel sectusempra, los cortes dieron de lleno el cuerpo de la criatura, que al momento no sangraron pero provocaron que retomara su verdadera forma, transformando se en aquella media estatua que era.

 

El hechizo silencius le afecto por su primera acción y el ojimiel ya recuperaba su voz nuevamente, así que solo era decidir sobre su siguiente acción y siendo egoísta lo utilizo para efectuarse el hechizo que le cerraría la herida. Pensó en el, Episkey! y su estado mejoro considerablemente, ya que los episkeys son igual de eficientes y rápidos que la Curación de los Uzzas.

 

Entonces ladeo la cabeza, ya tenía en mente su siguiente movimiento, pero podía mostrar algo de su caballerosidad y dejar que su compañera "se divirtiera un poco"

 

@@Candela Triviani