Jump to content

Cuidado de Criaturas Mágicas - Mayo 2017


Avril Malfoy
 Compartir

Publicaciones recomendadas

¿De verdad? — Esta vez le toco cruzar miradas con Demian.
Y al parecer era cierto lo que había dicho sobre ser vampiro, por que todo lo que quedo de Caroline fue una estela y una corriente de viento extremadamente fuerte. Pero no tenia tiempo para razonar esa nueva información. Cierto, el plan. Se puso de pie alarmado y en solo unos segundos estaba plantando frente a Avril intentando no mostrar emociones. No lo había planeado tan bien, pero al menos se aseguro de que Avril quedara a espaldas de la zona donde se encontraban hacia un momento los tres alumnos. Claro que buscar algo que decirle era la parte complicada.
Ehh... ¿Profesora Malfoy? Disculpe, necesito hacerle una pregunta —¿Genial, ahora que?— Es que me gustaría saber si... ¿solo necesita una copia de nuestro informe?
O cuando demonios íbamos a ver una criatura mágica para empezar. Se tomo un brazo en actitud sumisa mientras por dentro se mordía la lengua para evitar lo que pensaba realmente de su seguidilla de ensayos: Decepcionado era poco en relación a como se sentía realmente. Habia esperado tanto de la clase y ya no le daban de querer seguir participando. Y por sobre todo seguía preocupado por que Caroline no regresaba. No tenia idea cuanto tiempo llevaba hablando, pero no había sido casi nada.
— Es que... y esta es una historia graciosa — Avril no tenia cara de reírse mucho. — Solo tenia un rollo de pergamino extra, y ya los tres nos acabamos el que trajimos en su primer encargo. Así que yo les dije a mis compañeros: ¡Hey! Acá hay una idea, podríamos decirle a la profesora Malfoy de que ya no nos queda pergamino. Tal vez ella pueda darnos mas si necesitamos. Dioses no — Así que...
¿Donde demonios estaba Caroline? Aunque mantenía su atención centrada en Avril, que seguía sentada en el pasto, no podía evitar levantar ligeramente la vista con la esperanza de ver la estela de Caroline aparecer en cualquier segundo. No podía dejar de hablar, o Avril podría aprovechar la pausa para voltearse a ver a sus alumnos.
— ...Y luego tuvimos que decidir quien venia a decirle de que ya no nos quedaba pergamino. Así que estábamos decidiendo eso y luego tuvimos la idea de que quizá ya no fuera necesario realizar mas informes para usted, y luego pensamos que era mejor venir y preguntarle a usted misma, así que yo dije que podía venir. Y... acá estoy, para decirle que... eso.
Y Caroline apareció de la misma forma, llevando consigo el libro. Apolo no logro seguir hilando palabras ante el alivio de verla aparecer, y se quedo viéndola sin decir mucho mas. Y luego se dio cuenta de varias cosas al mismo tiempo, pero la principal es que Avril seguía prestandole atención.
— Si. Osea... Ya... ya casi terminamos. — soltó a Avril asintiendo. — Enseguida estamos con usted.
Y se alejo en dirección a sus dos compañeros, que ya estaban ojeando el libro. No hizo falta decirles mucho, por que encontraron la información en un parpadeo. Intentando no reírse muy fuerte del alivio, Apolo volvió a centrar su atención en Caroline, quien ahora manejaba su vuelapluma con la voz intentando redactar la respuesta. Y recordó algo que le habían contando hace eones y que había sacado en cuenta al hablar con Avril: Los vampiros, ademas de tener fuerza y velocidad sobrehumana, atraían a cualquier ser gracias a la magia que los rodeaba. Y no necesitaba pasar el conocimiento para saber ese tipo de cosas.
Lo que explicaba por que Apolo se sentía tan a gusto y había empezado a pensar cosas sobre ella que normalmente no pensaría de una chica. Por un angustioso minuto había pensado que era bisexual. Gracias a los dioses. Y ya con la información en mano, incluso pensó en preguntarle algo acerca de su condición: mas que mal era la primera vez que veía a un vampiro. Pero le pareció que podía ser grosero... o quizá ella no quisiera hablar de eso. Por muy curioso que estuviera sobre su condición, no es del tipo de cosas de la que la gente hablara... ¿o si? Demian no parecía tener problemas en contar cosas de ese tipo... pero quizá él solo fuera la excepción.
— ¿No es increíble? — le dijo a Demian cuando Caroline se puso de pie y se alejo con la tarea. — Debe ser genial poder correr tan rápido. Y creo que tienen otras habilidades sobrehumanas. Claro que lo del tema de la sangre...
Y se vio interrumpido al ver que Caroline volvía, mucho mas calmada que como había salido en dirección a la Biblioteca y con el pelo siendo movido ligeramente por el viento. Hasta su caminar era bonito, pero Apolo estaba tan alegre con la idea de saber de que no le estaba pasando nada realmente, que se dejo llevar por la sensación y le sonrió cuando volvió a sentarse. A pesar... bueno de todo, la clase estaba siendo bastante divertida: Los tres eran de edades parecidas y parecían entenderse bastante bien. Eran simpáticos a su manera, y estaban haciendo un muy buen equipo.
¿Y le dijiste que? — Mientras Avril revisaba la respuesta de los tres, Caroline les contó como le había ido en la biblioteca. — No soy muy familiar del apellido, pero parece una familia muy respetada. Son todos tan... ¿así?
La pregunta iba mas en dirección hacia Demian, pero no podía evitar reírse junto al resto ante la idea de una bibliotecaria siendo amenazada para poder sacar un libro. Y hablando de eso, Apolo hizo espacio en la mochila y tomando el libro lo estrujo dentro para evitar cualquier sospecha. Luego podrían ir a dejarlo devuelta a la Biblioteca cuando acabara la clase.
Volviendo la mirada a las tres copias de Criaturas, Bestias y Seres. Guía rápida para magizoologos que se encontraban apiladas en el mini circulo que habían creado los tres, se pregunto en silencio si realmente serian necesarios o podrían dejarlo tirados a propósito. Luego suspirando tomo el suyo de la pila (había doblado una hoja para diferenciarlos) y se puso de pie. Casi al instante se lo puso bajo el brazo y le tendió una mano tanto a Demian como a Caroline para ayudarlos a levantarse. No es que lo necesitaran, pero siendo el único humano del grupo tenia que mostrarse mas útil.
Caroline había salvado el día con sus habilidades y Demian parecía el mas preparado para la clase de los tres. Lo que lo dejaba a el, un muchacho de pelo azul con un puñado de hechizos bajo la manga y muy poca predisposición para trabajar. Mientras caminaban hasta quedar cerca de Avril nuevamente, pensó que tenia que intentar mostrar mas iniciativa. Claro que si se habían equivocado y había que repetir la tarea... ¿De verdad perdería 1000 galeones solo por que se estaba convirtiendo en la clase mas aburrida de la historia?

¿Es idea mía o hay cada vez mas viento? — susurró acomodándose el pelo. — Quizá podamos movernos un poco en dirección al bosque.
Se acomodo la mochila, en la que ahora ademas del libro y los pocos objetos que había llevado se encontraba su varita mágica. En sus manos ya solo tenia el libro que Avril les había entregado. Estaba claro que no iban a hacer magia en un buen rato.

PB6kIUF.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Inmediatamente luego de tomar la tarea de Caroline y guardarla en su morral, la Malfoy se disponía a tomar una siesta mientras sus alumnos tomaban información de los libros. Pero no, tuvo que escuchar las palabras que siguieron a continuación del alumno “Malfoy”. –Y ya veo que no eres sanguíneo, pues no estás a tono con lo que requiero de la clase.- levanto su dedo índice y señaló a los otros alumnos que ya iban tomando su lugar en el lindero con el bosque y a hojear el libro que se les había asignado.- Haz como ellos, lo que dije. Y no quiero volver a escuchar una palabra fuera de lugar. – No iba a tener la paciencia para lidiar con eso. De ninguna manera.- Trabajen en equipo.-

 

Se sentó sobre el césped en un lugar más elevado que el resto, algo así como una meseta que estaba bastante alejada de donde estaban ellos y se recostó, cerrando sus ojos. Los escuchaba murmurar pero el día estaba tan cálido, el sol relajaba y la verdad era que Avril estaba poco interesada. Dormitaba de a ratos, pero se despertaba cada tanto y apretujaba más su morral contra sí misma, como si estuviera protegiendo algo.

 

Sin embargo el sueño la venció - ¿La venció? – y su morral, se abrió. -¿En serio estaba abierto?- Algo en su interior pujaba por salir, algo que había adquirido en el Magic Mall hacía muy poco tiempo, algo que no le pertenecía a ella, aunque visto del punto de vista de la comunidad mágica si. Algo que se vendía pero no era correcto comprar. Un huevo de un color turquesa brillante, de unos cincuenta centímetros de alto. El mismo salió despacio del bolso y comenzó a rodar, a deslizarse en círculos hacia abajo, en picada, cada vez con mayor velocidad por la pendiente hasta que se alejó cuatro, cinco, seis, siete metros de su dueña “legítima”: La Malfoy.

 

Pero la historia era que el huevo tenía otra dueña, una que no lo había comprado, no lo había pagado con copiosos galeones ni lo había registrado en el Ministerio. Su dueña “biológica” era una integrante de la Reserva Mágica, un agresivo y gigantesco ejemplar hembra de hébrido negro que por alguna razón seguía a Avril de cerca. Si bien la morocha era una de las principales cuidadoras de la misma, hoy la misma guardaba un poco de recelo con ella: No le gustaba que la jefa de la oficina de Bestias tuviera algo que no le pertenecía.

 

Nadie la había notado rodeando en lo alto de los árboles.- ¿Avril no la había notado realmente?- batiendo las enormes alas de murciélago a compás del viento, paseando su larga y peligrosa cola por entre medio de las copas de los especímenes más altos del bosque. Estaba agazapada esperando a que la oportunidad de recuperar lo que era de ella se le presentara. Y vaya si se le había presentado.

 

El huevo había quedado a unos pocos metros de los alumnos, más precisamente de la Ryddleturn que por alguna razón se encontraba de pie, con un pergamino en la mano. Bajó en veloz picada y aterrizó plantando sus patas en el césped, dispuesta a recuperar el huevo, furiosa e iracunda como sólo un dragón podía estarlo. Presentaba unas escamas rugosas de color negro brillante y medía unos nueve metros. Era monumental. A lo largo del lomo tenía una cresta, baja pero afilada y sus ojos era púrpura, parecían tener el poder de fulminarte con tan solo mirarte. Pero no. Te fulminaba al abrir sus fauces.

 

Rugió, tan alto y fuerte que una bandada de pájaros volaron asustados piando, percibiendo el inminente peligro. Eran inteligentes las aves, la única salida era escapar. La Malfoy despertó pero no pareció sorprendida. Asintió y aguardó. Sólo intervendría si algo se salía de control, lo cual era bastante probable. ¿Lo había planeado todo?

 

La fiera agitó su cabeza y su cuello se tornó de un color anaranjado, que surgía en su pecho y subía por su garganta para terminar quemando por completo la tarea que la joven tenía en su mano, reduciéndola a cenizas. ¿Qué harían entonces? ¿Cómo se desharían del dragón? ¿Cómo saldrían ilesos de aquello? ¿Y como harían para devolver el huevo a quien realmente le pertenecía? Eso ahora era asunto de ellos…

 

•••

 

Off: Chicos, me pareció oportuno dejarles un off xD Quiero decirles que yo valoro muchísimo la creatividad en roles, @@Apolo Granger me encanta que tomes la iniciativa en salirte del rol convencional e inventar posibles aventuras. Quiero decirte que sigas así, que te sientas absolutamente libre de lidiar con el rol y de dispararlo hacia los lugares que te parezcan. Muy muy bien hecho. Excelente.

 

--->*Con lo mal que me va el foro, no leí tu último rol Apolo, te pido disculpas por eso. Sólo tomalo como que Avril te ignoró (?) va muy bien con su forma de ser. Yo, Carla, no te ignoré y te pido mil disculpas porque posteé antes de leerte. El foro me va realmente muy muy mal. <----

 

@@Caroline Ryddleturn igual, sigue el rol de Apolo, no hagamos de esto una clase en donde alguien dirige. Quiero que el rol lo dirijan ustedes mismos. Yo iré planteando situaciones como ésta, pero ustedes si tienen que rolear más de una vez siéntanse libres de hacerlo. Son roleros increíbles los dos.

 

@ por favor, me gustaría que interactúes más con tus compañeros y que los leas atentamente, así como a mí.

 

De ahora en más pueden tratar con el dragón utilizando lo que se les venga a la mente: hechizos, protecciones que crean necesarias, lo que sea. Son libres. Sólo tres condiciones: no dañen al dragón, no pueden rolear que el dragón “es bueno y les hace caso” -¡De ninguna manera! xD- y que el huevo esté a salvo al final del rol, y sea devuelto a Avril.

 

¡Libertad y creatividad! xD

Editado por Avril Malfoy
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Entonces... ¿Hiciste otra copia de la tarea? Con algo de suerte podemos usarla si nos manda a corregir algo.


Se habían quedado a varios metros de Avril al pie del pequeño montículo en el que su profesora se había acomodado (demasiado, supusieron entre risas los tres alumnos) y esperaban pacientemente a que Avril volviera a retomar la clase. Eso, hasta que un vendaval de aire casi los manda a volar. El viento había sido bastante molesto, pero falto poco para que los mandara a volar por los aires. Tapándose la cara con el brazo, Apolo intento ver que ocurría.


¿Les han dicho alguna vez que tengan cuidado con lo que piden? Apolo soltó una maldición que hubiese escandalizado a la bibliotecaria de la Universidad, y fue una suerte que estuviera demasiado lejos para escucharla y que sus compañeros tampoco pudieran. Lo malo, es que la razón era que un enorme rugido tapo cualquier sonido de advertencia que pudieron haber soltado. Y si, había pedido que la clase fuera un poco mas interesante. Pero lo que paso fue demasiado.


Un enorme dragón negro se les planto justo en medio de la explanada, batiendo sus alas con tanta fuerza que a Apolo le sorprendió no darse cuenta antes de donde había estado surgiendo todo ese viento. El dragón era cuatro veces mas grande que cualquiera de ellos, y si su porte no bastaba para intimidar en todo lo que podía fijarse Apolo era en las enormes alas negras que abarcaban toda la orilla del claro y la corrida de dientes que ahora los miraba amenazadoramente.


Con el segundo rugido el cuerpo entero del mago vibro mientras frenéticamente intentaba sacar su varita, sin dejar de prestarle atención a la enorme criatura que inhalaba todo el aire que pudiese y empezaba a calentar su cuerpo.


— ¡WOOO! ¡CUIDA-


Y luego todo fue un mar de llamas. Me hubiera gustado decir que Apolo salto genialmente hacia un lado con la varita en alto listo para defenderse de un segundo ataque. Todo lo que logro fue moverse lo suficiente hacia un lado, tropezar con una rama y rodar lejos del alcance de las llamas que cubrieron a Caroline con todo y pergamino. Mientras miraba con horror como las llamas la consumían, tardo unos segundos en recordar que de seguro su condición de vampira le ayudaría a sobrevivir al calor. Pero no pudo evitar gritar con fuerza por el miedo.


Cuando el dragon volvio a fijarse en sus tres presas, el miedo de Apolo se convirtió en pánico.


¡¡ENCADENATE!! — soltó apenas el dragón poso la vista sobre el.


De su varita, que apuntaba temblando hacia el enorme lagarto, sonó algo parecido a un cañón y un par de gruesas cadenas salieron despedidas en dirección a la cabeza del dragón. Rebotaron en su nariz lo suficientemente fuerte para desviar su mirada, pero al momento siguiente rugió con aun mas fuerza espantando todo a 5 millas a la redonda.Mientras las cadenas caían inofensivamente en el pasto, Apolo percibió que el bosque se había vuelto un barullo de movimientos y sonidos de animales escapando.


Se quedo mudo de la impresión, antes de que lo viera volver a cargar otra tanda de llamas que parecía ir directo hacia él. En un momento así solo podía hacer una cosa:


¡¡AAAAHHH!! ¡¡AYUDA!! ¡¿QUE HACEMOS?! — gritó desesperado. — ¡¡ALGUIEN PORFAVOR!!

PB6kIUF.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Caroline por fin se sentía bien consigo mismo, debido a que en su mano estaba la respuesta de la tarea que tanto les había costado hacer. Ella estaba de píe todavía lejos, a la espera de que Avril se dignara a prestarle atención, pero ésta se había quedado dormida. «Vaya profesora tenemos», se dijo y enarcó una ceja. ¿Y si le iba a hablar? No estaba tan segura de sí sería una buena idea, además podrían aprovechar esos minutos para no hacer nada; después de todo habían trabajado toda la mañana.

 

Apolo la sacó de sus cavilaciones.

 

—¿Una copia? —preguntó, sin entender muy bien de qué le hablaba, hasta que lo recordó—. ¡Oh, sí! Por supuesto. Está ahí. —Con una mano apuntó al bolso que estaba sobre el césped.

 

De pronto sintió que algo chocó con su zapato de tacón. Era un huevo y no uno cualquiera: era de dragón. No había que tener muchos conocimientos para reconocerlos, porque debido a su peligrosidad se divulgaban sus características por todo el mundo mágico. Ella misma había tenido que enfrentarse a un dragón, cuando era jefa del Magic Mall y se les había escapado el único que tenían en la Trastienda. Había pasado todo un día con Leah intentando controlarlo y finalmente devolverlo a su jaula; no había sido una tarea fácil.

 

—Apolo, ve a decirle a Avril que un huevo de dragón bajó rodando. No quiero pensar por qué hay uno aquí.

 

A penas terminó de pronunciar aquellas palabras, la intensidad del viento aumentó y una oscura figura apareció frente a ellos. Caroline se quedó petrificada. A un par de metros de ella había aterrizado un dragón adulto, furioso y que acabaría con sus vidas en cualquier momento. No le llevó mucho comprender que en realidad se trataba de una hembra y que probablemente era la madre la cosa que estaba al lado de su píe. ¿Y si se lo entregaba y ella se marchaba pacíficamente? No, eso no era algo que ocurría en la vida real.

 

Ni siquiera tuvo tiempo de sopesar más opciones, porque la bestia lanzó una peligrosa llamarada que calcinó el pergamino que estaba en su mano. Ryddleturn profirió un grito. Parte de su piel se estaba quemando y si no hacía algo ella se incineraría. El fuego era letal para un vampiro, al igual que los rayos del sol —de ellos se protegía con el anillo encantado que usaba—, y era sólo cosa de segundos para que quedara reducida a cenizas. Con su mano izquierda sacó su varita y apuntó a las llamas que se estaban propagando.

 

—¡Aguamenti! —gritó, desesperada por el dolor.

 

Un chorro de agua salió y fue apagando el fuego. Volvió a repetir el hechizo una y otra vez hasta que estuvo segura de que ninguna chispa se volvería a encender. Había estado muy cerca de morir, extremadamente cerca. Soltó un suspiro y se dejó caer sobre el césped. La carne estaba enrojecida, pero rápidamente se comenzó a regenerar. El estar completamente saciada de sangre la mantenía fuerte y la ayudaba a recuperarse. Volvió a ponerse de píe, porque lo peor todavía no había pasado y Apolo estaba solo luchando con la criatura.

 

—¡Gritar no creo que sea una solución! —exclamó Caroline a Apolo—. ¡Creo que tengo una idea!

 

No lo pensó mucho y corrió hasta las cadenas de las que se había liberado el dragón. No volvería a cometer el mismo error de antes y por nada dejaría que ese monstruo la quemara de nuevo. Ella era fuerte, tenía una velocidad sobrehumana y por sobre todo era una bruja que sabía usar la magia. Aunque ya no contaba con los beneficios de las Artes Oscuras, tenía buenos hechizos a su haber; la clave era usarlos para causar daño. Lo único que precisaba era que sus compañeros la ayudaran.

 

—Apolo, necesito que la ataques con el conjuro conjuntivitis, ¿entiendes? Pero no ahora, yo voy a intentar dominarla. Tiene que estar quieta para que el rayo llegue. —Le guiñó un ojo y agitó una de las cadenas.

 

Soltó una bocanada de aire y corrió hacia la bestia. Dio un largo salto y cayó sentada sobre el lomo del dragón. Este se agitó y lanzó fuego por sus fauces. Caroline se resistió y con un veloz movimiento le rodeó el cuello con una cadena. Sostuvo las dos puntas con sus manos, las apretó y las mantuvo unidas. Dominarlo iba a hacer una proeza, pero debía intentarlo, por más que se le fuera la vida en ello; de todas formas se le iba a ir. A penas podía mantenerse en el lomo y era cosa de tiempo para que la enviara lejos.

 

—¡Ahora! ¡Lanza el hechizo! —Su voz salió enérgica y desesperada—. ¡No voy a resistir mucho tiempo!

Ivashkov
YqkyUSo.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Le dieron ganas de vomitar. Aunque Caroline esta sanando de las quemaduras a una velocidad asombrosa no era agradable ver la carne quemada rodeando su brazo. Al pedirle que se calmara, Apolo vio que Caroline se preparaba para correr, y estaba seguro de que si se lanzaban en dirección al bosque podrían ocultarse. Eso hasta que vio que se abalanzaba directamente sobre el dragón.
Confundido y apunto de sufrir un ataque de pánico Apolo solo logro procesar parte del plan que Caroline intentaba explicarle. No logro formular una advertencia o detenerla, ya que al momento siguiente la vio hacer la cosa mas valiente que había visto hacer a alguien en su corta vida: Caroline se lanzo sobre el dragón y lo monto, usando las cadenas para estabilizarse.
Ya no había orilla del bosque. Todo lo que podía ver alrededor de donde se encontraban era un montón de arboles caídos, algunos de los cuales estaban empezando a humear y a lanzar llamas al aire. Pronto el lugar se iba a volver un verdadero infierno, y el drago no hacia mas que enfurecerse a cada segundo. No podía ver ni a Avril ni a Demian por ningún lado, y en la Universidad nadie parecía haberse percatado aun de que había un dragón suelto. Estaban demasiado lejos de cualquier edificio.
Me hubiese encantado decir que Apolo junto todo el valor que sentía; se puso en posición y espero la señal de Caroline lanzando un disparo certero. En vez de eso, corrió con la varita en alto para encontrar un mejor lugar para disparar. Caroline estaba usando las cadenas para cerrarle el hocico al dragón, y todo lo que podía hacer Apolo era mirar intentando acercarse por entre los destellos de llamas.
Repetía el hechizo mentalmente preparándose para lanzarlo a la mínima señal. El dragón era inmenso, y parecía ser lo único en lo que podían fijarse mientras avanzaba intentando no perder de vista a Caroline. Eso hasta que Apolo se movió unos pasos a la derecha y se tambaleo, tropezando con una enorme roca negra. No, no era una roca... era...
“¡Ahora! ¡Lanza el hechizo! ¡No voy a resistir mucho tiempo!”
¡CONJUNTIVIS! — gritó desde el suelo.
La varita de Apolo brillo un momento de un verde brillante, y luego disparo una neblina gaseosa. Fue una suerte que la cabeza del dragon fuera tan grande, por que ni en broma hubiese podido acertarle de otra manera. Con Caroline aun en su cuello el dragon volvio a rugir mientras una estela de gas verde salia de los ojos del dragon, que ahora gemia y se agitaba con aun mas fuerza.
¿Y ahora que? — soltó Apolo ya sin fuerzas para gritar.
Casi sin pensarlo, recogió lo que Caroline había señalado como un huevo de dragón a la carrera mientras echaba a correr. Apolo nunca había visto uno antes, y al tacto se sentía tibio a pesar de ser negro como el carbón. Estaba claro que por el color el huevo pertenecía a la dragona que ahora los atacaba. Intentando rodear al dragón para vislumbrar a Caroline que había desaparecido, Apolo se dio cuenta de que las llamas se estaban apagando con la misma rapidez con la que había explotado el incendio.
La magia que protegía la Universidad parecía estar funcionando en contra de los destrozos que estaba causando el dragón, pero este aun seguía ahí balanceándose en todas direcciones como si se hubiera vuelto loco. No se atrevía a acercarse ni un metro mas, ni tampoco gritarle a Caroline, solo preguntarse una y otra vez que mas podía hacer. Llevaba el huevo sujeto a su cuerpo pero no se atrevía a lanzarselo al dragón por miedo a romperlo.

¿Carol? ¿Caroline? — intento gritar intentando recuperar el aliento.

PB6kIUF.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Permanecía petrificado ante los comentarios de @@Apolo Granger , quizás él no lo conocía, pero algo me había hecho quedar un estado de shock, por ello mi nulidad o poca participación, en verdad esperaba aprobar, por lo que mordiendo el labio inferior me recupero de aquel estado.

 

-¿Qué decias?

 

Indague y observe todo el entorno, en verdad había cambiado la situación, antes me parecía que observa como nos encontrábamos como jugarle una broma a la profesora y ahora deberíamos enfrentarnos a un mal mayor, era posible que las artes oscuras se encontraran prohibidas, pero creía que era la mejor solución, por lo que apunte mi varita a la creatura.

 

-Espero que el hechizo del Granger resulte, yo intentare darle ventaja para que salgan de ello.

 

Y observe a @@Caroline Ryddleturn

 

-Petrificus Totalus

 

Esperando que el hechizo le impactara, sin embargo deseaba apoyarle de otra forma, en caso que ese hechizo no me funcionara, por lo que usando la magia arbolaria, una no muy usada se me ocurrió la idea de crear al menos una defensa y así proteger a mis compañeros.

 

-Lingue Florus

 

Y del suelo comenzó a crearse rápidamente una flor negra, la cual comenzó a emitir una extraña tonada que solo la creatura pudiera escuchar, la misma provocara que fuera lenta en sus movimientos, incluso crearle algo de confusión, espera en verdad que ello pudiera ser de utilidad, en caso contrario sería algo fatal para el Granger, la chica y mi persona, en caso extremo lanzaría la maldición asesina. Y cuando observa ese evento, se me ocurrió lanzar varios Episkey mentales para sanar nuestras posibles heridas, era decir que en ocasiones una luz blanca cubrió al Granger, a la Ryddleturn y mi persona.

 

-¿Granger y Ryddleturn, se encuentran bien?

Editado por Demian Malfoy

7VZGWBY.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La Malfoy ya no pretendía estar dormida. Claro estaba que nunca lo había estado. Todo aquello había sido minuciosamente planeado para ver la reacción de sus alumnos ante Tatya, la hébrido negro. Se acostó sobre su abdomen y, no sin antes calzarse sus guantes de piel de dragón y su sobre todo de escamas que la protegían medianamente del fuego, comenzó a tomar nota de todo lo que veía. Los dejaría actuar pues la clase era de ellos.

 

La chica era muy eficaz y atrevida, con unas cadenas que había creado el peliazul intentaba, ahora montada sobre el espinoso lomo del animal, mantener quieta a la bestia para que así su compañero pudiera enceguecerla. Muy bien pensado y excelente trabajo de equipo. En un santiamén pudo notar como los ojos del dragón comenzaban a cubrirse de una baba blancuzca, impidiendo así su visión. Ahora era su olfato la que la llevaba a buscar su huevo, y no era muy bueno que digamos. Ahora rugía y movía su cabeza de un lado a otro, sin saber muy bien donde buscar.

 

Por otro lado estaba el Malfoy, intentando petrificar a un dragón de nueve metros y creando una especie de flor, que nunca había visto ni tampoco sabía que efectos tendría. Sobre el animal por lo visto, ninguno. Las curaciones que lanzó sin embargo, fueron vitales para el trío. Debían concentrarse en lo más simple y no tratar de dominarlo, sino de protegerse ellos mismos. Y de pasar el trance.

 

La profesora alzó su varita y quitó los encantamientos que había puesto sobre la gran jaula con barrotes de hierro macizo que había instalado antes de que llegaran. La había cubierto con hechizos que la hacían indetectable y ahora era el momento de revelarla. Podía intuir que los chicos pasarían la prueba y la devolverían al lugar. –La clave es el huevo. Ella lo seguirá.- dijo sin gritar pero de manera que la escucharan lo mejor posible. –Mucha agua chicos, ya no ve…ahora que el fuego no haga daño. Y que vaya a la jaula. Ustedes sabrán cómo, vamos.- los animó sin hacer nada más.- ¡Protéjanse!-

 

Si el dragón terminaba en la jaula y el huevo en su morral, la asignatura estaría aprobada. Dependía enteramente de ellos.

 

•••

 

@@Apolo Granger

@

@@Caroline Ryddleturn

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

-Granger… - Grite y enseguida observe a la Ryddleturn . –Es necesario usar las artes prohibidas, al menos intentare detenerlo, quizás si usan la escoba pueden recoger el objetivo. Yo me encargare de distraerlo, al menos eso intentare. – Y apuntando mi varita a la creatura. –Sectusempra.- Repetía varias veces, esperando que al impactar la misma muriera. –Maldición, no funciona.

 

Y por mi pensamiento seguían pasando Episkey, haciendo que nuestras heridas comenzaran a sanar, pero era necesario crear algo y fue por ello que apuntando a la jaula, de gran tamaña, para albergar a ese dragón de nueve metros, seria de un suficiente material, como para crear un reptil y comenzar a sujetarlo o incluso dominarlo. Y murmure casi, después que varios resplandores nos cubrieran.

 

-Morphos.

 

Y sabiendo que obtendría una anaconda, al menos ello esperaba, que la misma le sujetara su cuero o por el contrario, que fuera una leve distracción. Y seguía con la táctica de curarnos, dado que era necesario. Sin embargo, me decía que esto era una tarea imposible, a no ser que la naturaleza nos ayudara y eso me dispondría a realizar, dado que me inventiva en la magia era dada, por lo que idee crear una barrera de raíces.

 

-Nature Protecto

 

Y sobre nuestro frente, al menos cubriría a los estudiantes, se creaba una barrera que nos protegería de los ataques del dragón, pero ello no solucionaba mucho o daría mucha eficacia, ya que resistiría algunos minutos, al menos suficiente para descansar un poco, pero ya estaba a punto de lanzar las maldiciones imperdonables ante esa creatura.

 

off. lamento la demora, probleamas para conectarme.

 

@@Avril Malfoy

@@Apolo Granger

@@Caroline Ryddleturn

Editado por Demian Malfoy

7VZGWBY.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Aunque el incendio del claro parecía haber amainado un poco por la protección de la universidad el dragón no se hizo de esperar y soltó una enorme llamarada abarcando todo lo que encontraba a su paso, fulgorizando todo a su paso incluyendo a Apolo. Aunque se encontraba a una distancia considerable aun así sintió el calor intentando quemarle hasta las cejas. Se protegió la cara usando el brazo libre retrocediendo, pero a pesar del fuego no parecía estarse quemando.

Alcanzo a escuchar algo sobre una jaula de la voz de Avril, pero no es que pudiera ver mucho con las llamas alzándose en todas las direcciones. Aunque el calor era sofocante no parecía estar lastimándose, hasta que una mirada rápida a su mano le hizo darse cuenta que se estaba quemando y curándose con la misma rapidez. Alguno de sus compañeros o su profesora estaban ayudándolos, pero no quería saber que pasaría si dejaba de sanarse y seguía entre las llamas.

Así que juntando todo el valor que le quedaba y con la esperanza de poder seguir siendo sanado, atravesó las llamas con toda la rapidez que pudo hasta llegar a una zona libre de todo daño. El problema es que no sabia en que dirección ir, y al avanzar algunos pasos tropiezo con una placa metálica, soltando el huevo de dragón dentro de lo que parecía ser una enorme jaula.

¿Pero que...? ¡AH! — soltó depronto. — En... ¡ENCONTRÉ LA JAULA!

Con sus fuerzas renovadas pudo gritar con suficiente fuerza para hacerse oír. Pero aun así poco podía ver por culpa del humo y de las llamas. La universidad combatía contra el fuego del dragón pero no parecía ser suficiente. Todo lo que lograba era volver a hacer crecer el pasto, que volvía a quemarse con la misma intensidad. Necesitaba marcar el camino con algo. Algo como... como...

Chromus — musito agitando su varita.

Cambiar las cosas de color no era un encantamiento complicado, pero jamas se le habría ocurrido intentarlo sobre el fuego. Le sorprendió darse cuenta que una larga linea de fuego desde el dragón (al que podía ubicar por los rugidos y los gritos de Caroline) hasta la jaula en la que se encontraba había cambiado a un azul brillante formando una especie de camino. Ni en broma alguien podría caminar por ahí con todos los arboles quemados y el fuego ascendente, pero al menos ya sabian donde meter el dragon.

¡ACA! ¡LA JAULA ESTA AQUÍ! — gritó saliendo desde su interior y buscando una forma de cerrarla desde afuera. — ¡DEJE EL HUEVO DENTRO!

Aun sin poder ver a nadie, ademas de la sombra del enorme dragón, esperaba que alguien lo escuchara.

PB6kIUF.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.