Prueba Libro del Druida

[Badru]

Ambas mujeres habían dicho que estaban preparadas. Badru sabía que eso no era cierto; no estaban listas para sobrevivir a la gran prueba que era el Duelo porque había sido diseñado para murieran en el intento. El Uzza era orgulloso. No permitiría que ninguna saliera de la arena si realmente no lo merecían. Por eso, en cuanto la señorita Bodrik Lockhart dijo que estaba preparada y la señorita Mia Black Lestrange expresó el deseo de pasar al siguiente desafío, él golpeó el suelo con la vara oscura que, misteriosamente, había aparecido en su mano derecha.

 

El suelo retumbó de tal manera que se resquebrajó y se abrió con fuerza. Las dos mujeres cayeron al interior del hueco, a diez metros de distancia de la superfície. Era imposible salir de allá sin el consentimiento del Uzza. Ellas podrían observar su figura, recortaba contra la luz, evaluando la capacidad de resistencia que necesitarían para lograr acabar el Duelo. No sólo lucharían contra ellas sino que la misma naturaleza de la oquedad en la que se encontraba las atacaría.

 

El orificio era alargado y reflejaba la forma de la grieta que se había abierto arriba. Era más larga que ancha, unos 20 metros de largo por unos doce metros de ancho. Las paredes despedían calor intenso, puesto que aquella era tierra volcánica, oscura, que desprendía gases de azufre. No podrían durar mucho allá abajo así que tendrían que matar a la otra para sobrevivir. Badru sólo iba a dejar salir a una, la que ganara. La otra quedaría sepultada para siempre. Y es que el agujero no estaba quieto. Cada vez que atacara una de las chicas, el suelo se movería y la distancia se iría reduciendo medio metro; ellas caerían al suelo y el calor iría en aumento hasta que todo quedara achicharrado. Llegaría un momento en que el agujero se taparía por sí solo. ¿Estarían ellas aún dentro?

 

Al Uzza le era indiferente. Si seguían dentro y morían es que no merecían poseer los conocimientos del Libro del Druida. Su voz ronca resonó en la concavidad del terreno de duelo:

 

-- Peleen porque les va la vida en ello. Usarán los hechizos que ambas conozcan y la de todos los libros hasta el actual. Sólo podrán usar el Haz de la Noche una vez pero no podrán hacerlo para salir de aquí sino para cambiarse de lugar en el que poder atacar a su contrincante. Que la Victoria o la Muerte sea su destino.

 

 

 

OFF:

@Bodrik vs @Mia Black Lestrange

 

• En cada posteo, las contrincantes sufrirán temblores del suelo y el calor aumentará. Deberán sobrevivir a ambos sucesos. Todos los hechizos que se usen para soportar/sortear el escenario se considerarán meramente rolísticos.
• Nos guiaremos por las reglas básicas de duelo.
• Los hechizos permitidos serán de neutrales graduados más los correspondientes a libros hasta el Libro del Druida.
• Si pasados tres días de la apertura de la prueba, un alumno no ha posteado, se considerará abandono y suspenderá la clase.
• Pasadas 24 Hrs sin respuesta al duelo, los ataques del enemigo y las inclemencias naturales se considerarán impactados.
• Pasadas 48 Hrs sin respuesta al duelo, se considerará abandono y el alumno suspenderá la clase.
• Dudas en el topic correspondiente.

[Mia.]

No podía creer que se encontrara por fin el la prueba, era un paso que no consideraba que conseguiría fácilmente. Sin embargo, para Badru había hecho un buen trabajo enfrentándose a la inclemencia del calor y la lava en el interior del cráter del volcán, situación que le traía algunas ventajas, porque su cuerpo comenzaba a habituarse un poco más al calor, por lo que no dudaría ni siquiera un segundo en aprovechar esa cuestión, para ganar el duelo, porque no deseaba ser la que terminara muerta y por ende calcinada.

 

Mirando a su rival, simplemente le esbozó una media sonrisa a modo de saludo. Era momento de concentrar su atención en todo lo que la rodeaba, era una grieta que se calentaba a cada minuto, por lo que primeramente tenía que ocuparse de proteger su cuerpo, por lo que sacó el frasco que contenía el polen de lirios de fuego. el cual levantó sobre su cuerpo y sopló, para que su color naranja, comenzara a cubrirla por completo, protegiendo su cuerpo del calor que la rodeaba. Sabía que la protección que le ofrecía a su vestimenta y órganos, no era eterna, pero confiaba en que sería suficiente.

 

—Cinaede —siseó, apuntando a Bodrik.

 

Al rededor de la cabeza de la Lockhart, apareció una nube de gas gaseosa que aspiró al ser totalmente incolora, logrando que el veneno ingresará a su sistema, cortando poco a poco sus vías respiratorias y pasando a su sangre, paralizando su cuerpo lentamente. Sí, la bruja debía curarse o resultaría muerta, ¿había algo más satisfactorio? No estaba del todo segura.

 

Considerando en cuál sería su siguiente movimiento, sintió como la tierra comenzaba a moverse, causando un fuerte sismo, que causó la caída de algunas rocas, por lo que justo antes de que una le cayera encima, pensó un salvaguarda mágica. logrando de ese modo que su cuerpo se volviera intangible y la roca atravesará su cuerpo, sin causarle ningún daño. Lo que aprovecho para moverse a una parte que según sus cálculos, era un poco más segura, porque no tenía bordes rocosos cerca.

 

Le tocaba esperar a las acciones de su rival.

[Bodrik]

El suelo se abrió con un movimiento de varita del guerrero y mientras la jovencita caía en la profundidad de aquella grieta se dio cuenta que tal vez sus palabras fueron a apresuradas y que en realidad no estaba tan preparada como había afirmado, pero a lo hecho pecho y enfrentaría a su compañera con dignidad aunque terminara muerta después de aquel duelo y de todas maneras tenía una leve esperanza de que si llegaba a perder el maestro la sacaría de allí o en su defecto cualquiera de los directores de la magna institución educativa . De todos modos nadie lo garantizaba.

 

Se puso de pie tranquilamente pues pese a que el calor dentro del hueco era igual de fuerte que el experimentado dentro de cráter volcánico, ella tenía la certeza de poder soportarlo pues al fin y al cabo para eso era el entrenamiento y obviamente poder obtener el polen de lirios de fuego le daba una ventaja que le ayudaría a sobrevivir dentro del agujero sin terminar completamente chamuscada, así que tomó suficiente polvo para sobrevivir un rato y lo espacio con cuidado para cubrirse completamente hasta conseguir resistir tanto calor.

 

La Grieta de unos 20 metros de largo por unos 12 metros de ancho guardaba una sorpresa mayor no solo por el olor a huevos podridos característico del azufre, anunciando que su permanencia en dicho hueco debía ser limitada si es que querían permanecer vivas sino también porque el suelo parecía temblar de apoco mostrando una gran inestabilidad sinónimo de una pronta erupción lo que quería decir que era necesario acabar el duelo cuanto antes.

 

Escuchó con atención las palabras del Uzza y decidió tomar su varita como primera instancia después de haberse protegido del calor por medio del polen se situó a unos 7 metros de su contrincante y a continuación vio cómo su compañera levantó la varita para atacarla y alcanzó a escuchar su hechizo y sabiendo de que se trataba –Anapneo- susurró al instante evitando así ahogarse con aquel potente veneno.

 

Pero no tenía intención de sucumbir ante esta prueba entonces tenía que pensar algo lo suficientemente rápido y fuerte para contrarrestar su daño y por ello decidió después de pensarlo durante algunos segundos–Flechas de fuego-pensó en ellas.

 

De inmediato un gran número de filamentos salieron disparados uno tras otro hacia el pecho de su contrincante llegando a diferentes puntos de su cuerpo y produciendo quemaduras y heridas sangrantes y casi de forma imperceptible se movió su mano libre donde aprecio su daga del sacrificio y entonces pasó lo que Budru les anunció y el suelo comenzó a moverse bruscamente al mismo tiempo que se calentaba.

 

La jovencita volvió a moverse a hacia otro punto que fuese más seguro y menos caliente aunque aún funcionaba el polen que cubría todo su cuerpo pero para prevenir el sobre calentamiento decidió esparcir algunas semillas de hielo sobre el piso antes de acomodarse allí.

[Mia.]

Su cuerpo aún permanecía completamente a salvo de la temperatura del volcán, gracias al polen de lirios de fuego, sentía que su cuerpo comenzaba a costumbrarse. Podía respirar tranquilamente, algo que le agradaba a decir verdad, esto debido a la posibilidades que comenzaban a formarse dentro de su mente. Le gustaba la prueba, porque su mente trabajaba a mil por hora, buscando y buscando la manera más rápida de perjudicar a su contrincante.

 

Al ver como la bruja en esos momentos levantaba su varita mágica, simplemente negó con lentitud. Ella tenía ventaja en ese momento, por lo que no dudo siquiera un segundo cuando, escuchó que terminaba de susurrar un anapeo, el cual impidió que muriera a causa de su veneno.

 

—Sectusempra —siseó, logrando que un rayo de color verdoso saliera de su varita mágica y se impactara en el pecho de Bodrik, causando heridas de gran profundidad, las cuales comenzaron a sangrar de inmediato.

 

Muy mal de su parte intentar atacarla, porque eso no era de lo más inteligente, porque eso le había costado la vida, 0 ¿tendría suerte y lograría curarse de su sectusempra?, eso era algo que estaba por averiguar. Pero mientras tanto, volvió a pensar en un salvaguarda mágica, logrando de esa manera que el sismo producido en la cueva, la dejara completamente ilesa, eso debido a que algunas rocas más se desprendieron de las paredes.

 

Sí, la cueva comenzaba a sufrir cada vez más con los hechizos que lanzaban, pero al menos había actuado de manera rápida, logrando de tal modo que no le causara ningún dado ninguno de los dos. La bruja estaba herida y ella apenas había logrado conjurar unas flechas de fuego que recién comenzaban a aparecer delante de su invocadora, ¿era lo mejor que tenía en su contra? negando nuevamente, mientras una idea aparecía en su mente.

 

—Evanesco —siseó con tranquilidad, logrando de esa manera hacer desaparecer las flechas de fuego, las que habían comenzado a viajar en su contra.

 

Mientras que se movía rápidamente, para esquivar nuevamente el temblor que produjo que el agujero del centro se ensanchara un poco más, causando un poco de malestar en la Black Lestrange, pero que al saberse ilesa, simplemente respiro con profundidad y observó como su compañera continuaba desangrándose lentamente.

.

[Bodrik]

Era de esperarse que su compañera reaccionaria de esa manera pero al menos le hubiera obligado a tener que defenderse de alguna manera pese a que aun permanecía ilesa y ella obviamente intentaría conseguir lo mismo, por lo menos intentar salvar su vida mientras conseguía una manera de salir de qué lugar, además su intención en ningún momento había sido la de matar a su compañera –Curación- pensó cuando Mia pronuncio aquel hechizo y mientras el verdoso rayo impactaba en el pecho de la pelinegra y gracias al intercambio de daños ahora la bruja estaba completamente quemada gracias a sus flechas.

 

Pero salvarse no era suficiente y eso lo tenía claro la adolescente pues era obvio que lo que Budru esperaba de ellas era una demostración de uso de sus hechizos adquiridos y eso realmente era lo que deseaba y sabiendo que no tenía mucho tiempo para pensar en reales estrategias y defensas por lo que muy a su pesar se le ocurrió utilizar Episkey – pensó pues tenía la necesidad de curarse de nuevo para quedar completamente ilesa del veneno que había sido lanzado.

 

Pero por si fuera poco los movimientos sísmicos de la cueva no daban ninguna tregua y pese a permanecer ilesa debido al polen de lirios de fuego, la joven Lockhart se vio forzada a utilizar un nuevo hechizo para salvar su vida Haz de noche –pensó usando todas las fuerzas que tenía haciendo aparecer un portal frente a ella esta vez le salió mucho más sencillo que antes pues estaba segura de poder lograrlo. Entro el portal y se cambió de lugar permaneciendo a unos 8 metros de su rival y evitando que una gran roca de magma cayera sobre ella en el momento en que la grieta volvió a temblar.

[Mia.]

No entendía que era lo que estaba ocurriendo, por lo que sin saber muy bien. Se había perdido unos segundos en el limbo, algo que había causado un poco de distracción en su mente y en su alrededor, sin haberse curado de las heridas de las flechas de fuego, había estado al borde de la muerte, sin embargo, al parecer la mano santa de Badru, la estaba salvando en esos momentos, porque estaba viva y únicamente tenía algunas heridas de las quemaduras de manera superficial, por lo que tendría que aprovechar la situación. Pensando en un episkey, curó las heridas que tenía, quedando nuevamente completamente ilesa.

 

Necesitaba hacer algo más, pero primero se movió rápidamente y pensó en un salvaguarda mágica, para protegerse de algunas piedras que cayeron de una pared cercana, al menos al momento de un segundo movimiento en menos de un minuto. Sí, la grieta comenzaba a hacerse más grande, por lo que tendría que hacer algo más, pero no se le ocurría nada, al menos no de momento. Por lo que simplemente, miró a su compañera, la cual también se encontraba herida, pero viva. Tenía que pensar en algo rápidamente.

 

Mirando su atuendo, pensó en algo más y consideró que llevaba suficiente tiempo en ese sitio, por lo que era momento de volver a usar el polen de lirios de fuego, dejó caer sobre su cuerpo y permitió que este entrara por sus fosas nasales, para de ese modo protegerse aún más, y seguir aguantando el calor que hacía. Y sí, el calor había aumentando, porque el sudor comenzaba a correr por cada parte de su cuerpo, así que tendría que hacer algo más, para sentirse más protegida, por lo que pensó en un Obsistens, consiguiendo que una fina capa luminosa de color grisáceo apareciera a su alrededor, logrando de ese modo que quedará completamente protegida de cualquier ataque mágico o de cualquier criatura.

 

Sí, se sentía un poco más segura. Pero, aún le quedaba un poco de tiempo en ese duelo y necesitaba enfocarse más o volvería a terminar al borde de la muerte.

[Bodrik]

Gracias al Hechizo haz de noche la jovencita logró cambiarse de poción evitando así que un grupo de rocas le cayera encima y posicionándose en otro lugar un poco más amplio y gracias a que consiguió acomodarse mejor ahora tenía una visión mejor de la gruta y de su rival que estaba a unos o metros de distancia de la joven de cabello negro. –Ígnea-dijo de nuevo y de su varita de fresno una lluvia de polen de lirios de fuego la cubrieron por completo hasta dejarla inmune al fuego que pudiera salir del suelo de magma.

 

-Cantar de Eleboro-pronunció con su varita en la mano casi en un hilo de voz evitando que su compañera le escuchara a 8 metros de distancia. De inmediato de su varita surgió una especie de vibración musical casi inaudible para protegerla e inmunizarla a cualquier ataque contra sus sentidos, de ese modo estaba protegido durante dos turnos completos.

 

De inmediato el piso comenzó a moverse con temblores y estrechándose aún más entre ellas que de no apurarse terminarían heridas o muertas –Salvaguarda mágica – pensó y el efecto la volvió intangible por completo haciendo que pudiera traspasar una inmensa raca de magma que amaneaba con golpearla y a ese paso quedarían sepultadas bajo los escombros.

 

-Episkey- pensó rápidamente para curarse de las heridas que inexplicablemente habían aparecido en ella y de lo que Budru consiguió curarle tanto a ella como a Mia, dejándoles únicamente la tarea de usar una curación instantánea y ahora sin excusa la joven aprendiz estaba curada y lista para continuar con el duelo y salir de semejante embolo en que estaban metidas

[Mia.]

Las sacudidas de la cueva eran cada vez mayores, al parecer no les quedaba mucho tiempo dentro de ese sitio, así que tendrían que comenzar a hacer algunos cuantos movimientos de mayor impacto, por decirlo de alguna manera. Por lo que, con una media sonrisa en los labios, siseó un —Ígnea, logrando de ese modo que un par de gotas de lava, no la dañaran de ninguna manera. Sí, estaba ilesa, pero aún tenía que hacer algunas cuantas cosas más, por lo que inhaló profundamente y levantó nuevamente su varita mágica.

 

—Haz de la noche —siseó de manera casi imperceptible, estas palabras habían sido escuchadas por ella únicamente. Logrando de tal manera conjurar un portal, el cual la trasportaría a otro sitio del lugar.

 

Al ingresar, se escuchó un atisbo de su risotada, pero desapareció segundos después. Por lo que aprovechó el momento, para tomar por sorpresa a la Lockhart, porque en ese preciso momento, apareció detrás de ella, y justo al mirar como una pequeña roca se encontraba a escasos centímetros de ella, asintió sin hacer ruido y con una floritura de arma mágica, apuntó a ella.

 

—Morphos —siseó, logrando que esta se transformara en un escorpión, el cual inyectó su veneno en Bodrik, en el momento en que sus pinzas entraron en contacto con su piel.

 

Sí, la bruja estaba envenenada y debía curarse o moriría en cuestión de minutos, ¿lo conseguiría? no estaba del todo segura, pero al menos podía decirse que tenía en mente un plan nuevamente.

 

Considerando que debía tomar ventaja de la situación, —Cantar de Eleboro —susurró, logrando que una vibración saliera de su varita mágica y protegiera todos sus sentidos de cualquier posible ataque.

 

Por otra parte, moviéndose ágilmente de las sacudidas que habían provocado sus hechizos, volvió a ingresar por el haz de la noche, para regresar a su antigua posición, a ocho metros de su rival, en ese lugar se encontraba a salvo, porque las rocas aún no estaban tan débiles.

[Bodrik]

El duelo aún continuaba y debido al incidente ocurrido con anterioridad parecía como si todo hubiese comenzado de nuevo, pero la grieta no daba tregua a las participantes pues no dejaba de moverse con fuertes temblores cerrándose cada vez más ante ellas y si no conseguían apurarse la posibilidad de morir aplastadas era altísima, por el momento estaba salvo gracias al hechizo que la volvió intangible, pero obviamente no debía confiarse así que susurró de nuevo –Ignea – invocando una lluvia de polen de lirios de fuego que la cubrieron por completo para protegerse del fuego y el calor que despedía el magma de la gruta.

 

Por otra parte, Mia consiguió abrir un portal y eso solo podía significar que se cambiaría de posición igual que lo había hecho ella en su momento debido a las restricciones impuestas por el guerrero al inicio del duelo. Teniendo en cuenta esta premisa, la adolescente observo a todos lados; incuso se dio vuelta justo cuando la Lestrange aparecía en otro punto escuchándole lanzar el hechizo aunque este era casi imperceptible.

 

Una pequeña roca de aproximadamente 5 centímetros de espesor se había convertido en un pequeño escorpión recién nacido y cuyo veneno aún estaba en su máximo, El escorpión apareció a unos 20 centímetros de ella y sabiendo para que se conjuraban este tipo de animales, la pelinegra no tuvo más alternativa que dar un pisotón al pequeñísimo animal con sus botas de cuero, evitando así que la criatura pudiera cumplir su encaro y se convirtiera nuevamente en una pequeña roca.

 

Al instante la joven Lockhart con leven movimiento de varita susurró un –Cinaede- y de inmediato ocurrió e efecto. Un veneno gaseoso extraído a partir de los Pétalos de Pensamiento surgió alrededor de su contrincante Mia Lestrange penetrando en el acto a sus vías respiratorias, cortándolas mientras recorría su sistema circulatorio, provocando la paralización del sistema nervioso y circulatorio. De no curarse, su compañera moriría muy pronto.

 

Como la grieta comenzó de nuevo a moverse Bodrik se vio obligada a actuar, esta vez estaba preocupada por algunos brotes de magma comenzaba a encenderse y si no se daban prisa probablemente morirían allí mismo las dos, por un momento decidió usar su amuleto volador para elevarse lo suficiente del piso hasta acomodarse a en otra roca que aún estaba libre y que estaba a poca distancia de la anterior y libre de magma. Permanecía na 8 metros de su rival.

 

-Sectusempra – Pronunció con un hilo de voz y apuntando al pecho de su rival de duelo, realmente no era su intención hacerle daño pero necesitaba terminar con todo antes de que quedaran aplastadas o quemadas en la ruta. El pecho de Mia Lestrange comenzaría a sangrar con rapidez debido a las grandes heridas que parecían obligándola a curarse de emergencia para no morir.