Libro de la Sangre XVI

[Hades Ragnarok]

El cielo estaba azul oscuro pero a medida que pasaban las horas empezaría aclararse. Los pájaros no se oían y no se oirían hasta más tarde. A penas había viento y un clima fresco invadía el lugar. Muy pronto las criaturas oscuras volvían de caza para regresar a sus guaridas y no salir hasta la noche siguiente.

 

En cambio, por extraño que pareciera, un vampiro, se encontraba sentado en la copa de un árbol. Miraba el horizonte y el cielo, observando atentamente como las estrellas se iban desvaneciendo y la luna se iba desapareciendo. Esperaba algo… el amanecer… faltaban pocos minutos para que aquello sucediera. En ese momento la luna termino de desaparecer y una luz más que brillante salio de la lejanía. El sol empezó a salir tiñendo el cielo de color amarillento que más tarde con el pasar de las horas se volvería celeste.

 

El bosque donde se encontraba estaba en calma, abajo había un claro circular lleno de ramas y troncos envejecidos casi petrificados, algunas piedras de diversos tamaños y algún que otro animalejo corriendo apresurado.

 

El mortifago hizo un movimiento rápido para quedar en el suelo del claro de aquel bosque. Allí estaba el vampiro con su tez nívea y cabello negro corto, su ropa era la normal túnica negra con la que solía dar clases, disfrutando de aquella paz y tranquilidad. Necesitaba pensar y tener equilibrio. Lo había perdido hacia mucho tiempo. Se mantuvo allí parado por unos segundos recorriendo aquel hermoso lugar con la mirada. Esperaba que nadie lo interrumpiera, pero sabía que aquello con su suerte seria imposible. Ya que le había pedido a la única alumna que tendría en aquella oportunidad (Joa Macnair Crowley) que fuera hasta allí. Mantuvo su varita en las manos, la filosa Katana que sospechaba no necesitaría en su espalda y la daga del sacrificio la cual ya había conjurado en la otra

 

El sonido de unos tenues pasos llamó su atención. Tranquilamente espero a que aquello que lo había alertado apareciera. Al ver una simple sombra tomando forma supo que aquello no era animal. Observo a la mujer y este levanto la varita. Así que sin perder su educación y sin saber si este le había visto hizo una ligera reverencia y manteniéndose a 10 metros de distancia de ella le apunto esperando algun movimiento. Al menos la chica llegaba a tiempo

 

@@Joa Macnair Crowley

Editado 7 de Julio del 2017 por Hades Ragnarok

[Joa Macnair Crowley]

Con la llegada del verano las horas cercanas al amanecer dejaban de lado al crudo frío que solía acompañarlas. Incluso ahora, mientras se adentraba en la oscuridad propia de un bosque tupido, lejos de cobijo que podría brindarle su hogar, la brisa que soplaba a ratos no sentía como más que una suave y refrescante caricia que le ayudaba a mantener alerta sus sentidos, apenas enfriando un poco sus mejillas.

Muchos podrían pensar que aquel no era el lugar ni el momento para que una joven bruja saliese a dar un paseo, pero no podría importarle menos. Caminaba entre ramas y hojas caídas con paso ligero, escuchando como los animales del bosque a su alrededor se alejaban de su camino al sentirla acercarse. Sabía que la mayoría debían ser sólo criaturas pequeñas, sin embargo, eso no le hacía confiarse y llevaba la varita agarrada con fuerza en su mano derecha, lista para defenderse si era necesario. Además, fascinada con su filo, en la otra mano llevaba aquella curiosa daga que venía con el libro que le había llevado hasta ese lugar a tan tempranas horas: el Libro de la Sangre, un peso constante en la pequeña mochila que guindaba entre sus hombros.

Sonrió sin detenerse. La mayoría de los libros de hechizos tenían nombres que podrían sonar amenazantes, pero ese en específico, resultaba bastante prometedor. Sólo esperaba que todo el cuidado que estaba teniendo para no arruinar su túnica mientras caminaba entre árboles caídos y suelo resbaloso, no fuese en vano una vez comenzase la clase.

Con eso en mente, logró llegar al claro justo en el momento en el que el sol salía en el horizonte, permitiéndole ver perfectamente la figura masculina que le apuntaba, el profesor de aquella clase.

―Oh, ¿será una clase puramente practica? ―Preguntó con un tanto de curiosidad, respondiendo de la misma forma en la que fue recibida: dando una leve reverencia y apuntándole con la varita. Las habilidades en duelo de la Macnair podrían no ser las mejores, pero ello no le haría retroceder.



@@Hades Ragnarok

[Hades Ragnarok]

El vampiro dibujo una mueca desafiante al ver como la chica levantaba su varita parta también atacarlo. Aquello parecía ser muy prometedor, al menos de buenas a primeras parecía que la chica no era una cobarde, claro estaba, aun faltaba ver en realidad de que estaba hecha la joven mujer ya que, definitivamente aquel era el libro más sangriento y oscuro que se iban a encontrar o al menos que se enseñara de manera legal.

 

-Bienvenida a lo que podría ser tu ultima clase con vida –dijo en tono serio- o al menos espero que sobrevivas –la miro atentamente a los ojos- si le temes a la sangre es mejor que te devuelvas por el camino por el cual viniste, pero si en verdad quieres aprender los oscuros y terribles secretos de este libro espero al menos llegues al final.

 

Dibujo una mueca ante la palabra de la joven y asintió.

.

-Así es, será una clase practica donde intentaremos sumergirnos en lo peligroso de algunos ritos, ya de por si, debe ser una magia oscura como para pedir un sacrificio de un liquido vital -dijo sin mas

 

Mantuvo la varita entre sus níveos dedos mientras sentía el peso de su filosa katana garras de fuego en la espalda donde solía estar invisible hasta que la sacaba o la invocaba y el peso de su Sai, aquella daga japonesa de plata que solía llevar. Sin embargo, la daga que en aquel momento debía preocupar a Joa era la que llevaba en su mano, la daga del sacrificio. Sin pedir permiso a la chica se acerco a ella y todo el hombro de la misma para seguir su camino.

 

-Es mejor continuar, si es que alguien más llega que nos alcance, no vamos a andar perdiendo el tiempo por aquellos que no tuvieron la decencia de llegar cuando debían –comento en tono molesto mientras caminaban un poco mas adelante- por cierto, lo mejor será que preguntas toda duda que tengas y practiques lo mas que pueda, como digo yo, por las buenas, te aseguro que no te gustaría aprender los oscuros secretos por las malas.

 

Rio ante aquella imagen y comenzó a caminar por el claro rumbo a una inmensa arboleda que se veía a lo lejos, donde parecía que la oscuridad reinaba y la luz del sol no quería llegar. Unos segundos después de pisar aquella zona el cainita sintió que lo observaban. Bufo, ya aquel que siempre estaba pendiente de cada uno de sus pasos se había tardado en aparecer. Negó con la cabeza y puso los ojos en blanco.

 

-Uy que miedo –dijo en tono burlón al ver como se acercaban un grupo de lobos putrefactos llenos de pústulas y sangre para deshacerse de él y su alumna- creo que te las deja a ti –comentó sin mas el vampiro queriendo ver si la chica utilizaría los conocimientos que había adquirido en los libros anteriores y si utilizaría alguno de aquel libro sangriento

 

@@Joa Macnair Crowley