Tienda del Magic Mall

[Valentina Ricci Yaxley]

—Oh, disculpe. A veces mezclo mis dos idiomas confundo los fonemas.

Y era cierto. La mestiza había pasado prácticamente más de la mitad de su vida hablando en italiano. Su padre era bilingüe, al igual que ella, pero prefería comunicarse en la lengua oficial de la región, teniendo en cuenta que se crió en Verona. Aún así, dominaba perfectamente el inglés, dado que llevaba en Reino Unido desde que se matriculó en Hogwarts hacía ya casi una década.

—No se si por aquí habrá té de pétalos, pero podemos buscarlo. De todas formas, hay varias teterías por esta zona que no están lejos, aunque si anda ocupado con el inventario, mejor dejarlo para cuando termine.

Dio un sorbo a su bebida. Estaba aún caiente, pero era muy reconfortante. El café era de las bebidas favoritas de Valentina, si no la que más. Su aroma le hacía transportarse a sitios lejanos y paradisíacos. Aunque debía reconocer que el café barato que importaban allí era de bastante mala calidad, pues los ingleses eran expertos más bien en té.

—¿Una compra extraviada? ¡Qué me dice! —se sorprendió—. Pues eso es un problema bastante grave. Qué sería de nosotros si se nos atribuye una mala fama por ello. En cuanto aparezca alguien de la Logia por aquí, se lo comentamos. Si no, puedo intentar ayudarle. Tal vez ande por algún lado de este enorme almacén.

Aquel sitio era monstruoso. Cientos y cientos de productos, supuestamente ordenados, que a veces estaban y a veces no. Desde luego, el cambio habitual de plantilla no beneficiaba para nada esa situación, pues, como dice un dicho popular: "Cada maestrillo tiene su librillo". Obviamente, era difícil poner a tanta gente de acuerdo para que usaran un único "librillo", ya que en cuanto el director no estaba pendiente, sus compañeros volvían a las andadas.

—Pues... —volvió a retomar la conversación— no tengo ni idea, la verdad. Ten en cuenta que siempre vendemos lo mismo. A lo mejor simplemente la gente tiene en casa ya todo lo que podemos ofrecerle. Por eso le dije a Emmet de ampliar el catálogo, pero tú sabes. Soy nueva aquí y no tengo autoridad como para hacer nada —suspiró—. Pero no me quejo, a fin de cuentas es lo que toca. Una no puede llegar a un sitio y al mes pretender cambiar las cosas. ¿Usted qué piensa?

@ (Yo te dejé más abandonado antes, no te preocupes xD)

[Thoth]

Lord. Asdrual Licaón

 

-¿Qué puedo decir de Emmet?

 

Quizás había mal comprendido el contexto de la pregunta, pero me pareció interesante atribuir mi vejez al comentario que realizaría con respecto al esposo de mi sobrino, a pesar que ahora este no se encuentre muy cercano a mí.

 

-El Sr. Haughton, es y será alguien de quien yo este vigilando, por algo tome este empleo. Dado que no comparto la opinión de mi sobrino con respecto a él, pero supongo que es cosa de mi edad. No obstante, es mejor que yo cuide de los intereses de mi familia…

 

Y luego evoque el comentario, por lo que eso pudiera no tener mucho sentido si así lo pensará, pero como no andaba pensando mucho respecto a la conversación, ya que por mi mente pasaba muchas ideas a la vez, incluso pudiera pensar que andaba algo loco, pero no dudaba de mi existencia, sino que me encontraba algo paranoico.

 

-Y sobre la pregunta que me realizo. – Hice pausa y clave la mirada en ella. –No comente que se ha extraviado un paquete, dado que eso sería algo contraproducente y más nos costaría el empleo. Lo que enuncie que posible se ha extraviado una orden de los nuevos productos, quizás sea por ello que las estanterías de la sección J-12 se encuentren vacio. Aunque, pudiera ser producto de un robo.

 

Y eleve la mirada, tragando algo de saliva y pensando lo peor y me preguntaba.

 

“¿Acaso alguien nos ha robado? ¿El Director no posee un sistema de seguridad en este lugar? ¿El ladrón sigue aquí? ¿Quién será el ladrón? ¿Cuánto se habrá robado?”

 

Y al pensarlo, mi cuerpo comenzó a temblar y de mi frente se empezó a ver algo de sudor, ese presentimiento que algo andaba mal, me ponía muy mal.

[Shena Cindy de Ryvak M.]

La castaña se echo el cabello sedoso hacia atras...le disgustaba la situación, por lo pronto pasaron por alto la llamada que hizo al estar de pie en el mostrador...

 

Ninguno de aquellos empleados "le echo un lazo" o tan siquiera una mirada...no! Pero no iba a dejar que eso se quedara así.

 

Saco de su bolsa de mano una campanilla...si...odiaba llamar al elfo llanandole por su nombre...mejor era ese metodo: hacer sonar la campanilla.

 

La tomo en sus dedos y la hizo pender en el aire y luego con energía la hizo sonar.

 

Ojala fuese suficiente para hacerse oir....

 

@@Keaton Ravenclaw

[Keaton Ravenclaw]

El vampiro andaba bastante aburrido, las plantas estaban siendo atendidas excepcionalmente por el resto de sus compañeros, y no se podía quejar, la verdad era que era algo muy bueno poder ver el movimiento que había más arriba, sin embargo, al pobre le quedaba tan poco qué hacer que durante el mes de septiembre su salario había sido nada. Pero aquel mes, Octubre, sería diferente, trataría de dar servicio en la recepción, ya que bueno, había de seguro mucha gente que necesita apoyo, ya fuera para ubicarse, para quejarse o para charlar mientras hacía las compras.

 

En ese momento, el Ravenclaw caminaba por la planta baja de la Mall, cuando en el mostrador de atención al comprqador, vio a una mujer que conocía un poco por ser, si no se equivocaba, la esposa de Antoni. Sacó de no sabía dónde una campanilla y la hizo sonar. El Animago no pudo evitar soltar una carcajada, era una manera muy graciosa de hacerse notar, pero de seguro que así se aseguraba de que la atendiera. El Ravenclaw se dirigió sin miramiento hasta donde estaba Shena,

 

—Señorita @@Shena Cindy de Ryvak M., dígame, ¿en qué le podemos apoyar? Lamento la tardanza, pero venía de las plantas superiores. Espero me recuerde, Keaton Ravenclaw, a sus órdenes —Dijo e hizo una pequeña reverencia.

 

Esperaba que fuera algo interesante, deseaba darle un poco de picazón a su mes y que no le pasara lo del mes anterior.

[Shena Cindy de Ryvak M.]

Sonrió al ver acercarse al mago y más se amplio su sonrisa en sus labios pintados de rojo rubi...la razón era porque al estar más cerca de ella, pudo reconocer a ese agradable patriarca de quien recibio un amable trato ese día que junto con su amado Antoni, visitaron el hogar de la madrina del ojimiel.

 

Respondio a esa elegante reverencia que le dedico el mago llena de contento por la feliz coincidencia, hasta el disgusto que tenía bajo tres cuartos abajo de lo que antes tenía.

 

 

--Gracias!^^ si, le recuerdo bien. Vaya, pues que bueno que al fin bajo usted a dar una vuelta por aquí, sabe? Tengo mucho tiempo esperando. Pero vamos! Que después de todo, creo que ha sido lo mejor.

Bien, miré usted, vea lo que me ha ocurrido. --Toma la bolsa con los dos frascos que le entregaron en la planta de pociones, los saca de esta y también saca la nota de compra, coloca los frascos frente al mago y luego tiene la nota para que la tome. --Como bien sabe usted, llene mi formulario para realizar mi compra y dedique mis cinco sentidos para que quedara correcta. Que luego es cierto que llego a cometer errores en su llenado y a decir verdad, me ayudan señalandome exactamente en cual a sido el error y bueno, rehago la escritura del formulario. Así que...vea mi nota de compra, el empleado que me atendio cometio un error, me dio una poción que no pedi y la segunda, me ha entregado una de menor cantidad a la pagada. Puede por favor corraborar?

 

Tal vez, me hallan entregado la compra de otea persona, ve que es el mismo monto? Solo que no son las pociones que pedi señor Keaton, me puede apoyar?

 

El ver su rostro del mago, mucho me ayudo a olvidar mi disgusto y sonrei al sentir que el asunto iria bien.

 

@@Keaton Ravenclaw

[Valentina Ricci Yaxley]

—¡Oh! Bueno, no le estaba pidiendo una opinion concretamente de nuestro director, sino de qué opina del catálogo y de cómo se está atendiendo a los intereses de la clientela. Pero bueno, ya que lo menciona...

Obviamente no quería hablar de su jefe. Pero, ¿para qué existe la figura del jefe si no es para cotillear sobre él? Además, Valentina era ya de por sí de alma cotilla. Tal solo bastaba hacer poca mención sobre algo o alguien para que su cabeza se centrara en descubrir más y más. Aunque también hay que mencionar que más de una y de dos veces este interés le había causado algún que otro problema, sobretodo con las personas sobre las que chismeaba.

Las palabras del lord causaron en Valentina cierto asombro. Apenas conocía al hombre con el que conversaba. Lo poco que sabía es que era egipcio y que era el tío de Demian, su otro compañero del Magic Mall. O ex compañero, no estaba muy segura. Y eso lo sabía de charlar con el resto de empleados durante el momento de descanso para beber el café matutino. Pero, realmente, no sabía nada más de él, y eso le producía cierto interés.

—Oiga, ¿y cómo es eso? Creía que, ahora que Emmet y usted son familia política, su relación sería de lo más agradable. Quiero decir, ¿se conocían de antes, o lo conoció en la boda? Por cierto, ahora que lo menciona, hace mucho que no veo a su sobrino por aquí. ¿Dónde anda?

Pero mientras preguntaba, la cabeza del hombre andaba en otros asuntos. Concretamente, en la sección J-12 del almacén.

—No creo que nos hayan robado, ¿no? Se abrían desencadenado encantamientos de seguridad o algo por el estilo. ¿No se trata de la reapertura del negocio? Pues habrán hecho hincapié en la seguridad, digo yo. Probablemente haya sido simplemente eso, una orden extraviada. Si quiere podemos comprobar cuáles eran los productos que tenían que llegar y no lo han hecho, tranquilo —enunció mientras lo calmaba apoyándose sobre su brazo—. Relájese, lo noto algo... tenso.

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[Thoth]

Lord Asdrual Licaón

 

-No asistí a la boda de mi sobrino con el sr. Gaunt, le he conocido trabajando en este lugar, además creo que no estoy seguro que él sepa de nuestra relación política.- Agregue con tono muy seco. –El paradero de mi sobrino es desconocido incluso para mí, pero estoy seguro que ni su esposo sabe dónde anda, él siempre fue muy diferente a otros.

 

Baje la mirada y me pareció curioso cuando ella cambia la conversación, quizás mis asuntos personales no eran mucho de su interés, era posible que el profeta brillara con la noticia y esto pudiera ocasionar algunos problemas ¿Acaso el mundo no espera de un jugoso chisme para deleitarse? Al menos podía confiar en ella, al menos no me había dado motivos para desconfiar de ella.

 

-Si alguna vez penetraron la seguridad de los Duendes, me refiero al banco Mágico Británico.- Le clave la mirada. – Quizás, pero encontré esto.- Le entrego la notificación del pedido entregado por los mercados internacionales. –Así, será mejor indaga que empleado recibió la encarga, entre los productos se encuentran algunas creaturas algo peligrosa, no sé, un dragón noruego, un hipogrifo y creo haber leído un Nundu. Entre los productos es un cargamento de los Libros que se asocia a los Guerreros Uzza.

 

Pase mi mano por la barbilla, ello se me viene el nombre de @@Keaton Ravenclaw y sospeche que este pudiera andar vinculado al caso, igual tenía tiempo que no aparecía en las tienda del Magic Mall, por lo que era mi principal sospechoso, como también nuestro jefe directo, aquel que en ocasiones no daba la cara, sin contar los integrante de la Logia que algunos eran un completo desconocido, pero en fin, todo ello ocurría en mi mente.

 

-Y supongo que la situación me tiene algo tenso.

 

@

[Shena Cindy de Ryvak M.]

El joven empleado me miro largamente, parecía estudiar de manera profunda mis gestos o mi rostro...quizás buscando signos que delataran alguna intención encubierta. Eso imagine al sentir que fijaba su mirada en mi.

 

Podría ser que anteriormente alguna persona intento algún tipo de treta disfrazada de una queja o algo así, por ser mi empleo dirigido más hacia la investigación, es que conocía ese tipo de mirada.

 

Yo pernanecí tranquila, no me estaba inventando aquella sospecha de equivocación por aquel empleado que me atendio antes, quizás y todos eran personas fiables, competentes y atentos, pero también es cierto que a pesar de todo el cuidado que se tenga, llegan a ocurrir los errores, después de todo eramos humanos y no eramos perfectos.

 

Espere a que tuviera la certeza de que hablaba con la verdad y que de un momento a otro se encargara de solucionar el problema.

 

@@Keaton Ravenclaw

[Valentina Ricci Yaxley]

Su curiosidad podía más que sus ganas de trabajar. Y es que el trabajo en el almacén era de lo más monótono: colocar stock, mover cajas, volver a mover cajas, desempolvar, sacar productos... y así una y otra vez. Casi que los empleados destinados al turno de almacén deseaban que alguien se equivocara o que lo cambiaran todo de sitio para darle un poco más de "emoción" a algo tan regular y tranquilo. Por ello, no podía evitar indagar en la vida de ese hombre.

—Es usted un señor de lo más enigmático, no se si se lo habrán dicho antes. Al igual que su sobrino el desaparecido —mencionó—. Pues es una pena que estén distanciados. A fin de cuentas, la familia siempre es familia.

Y tanto. Aunque, desde luego, en muchos casos la familia inoportuna más que otra cosa. Por suerte, la mortífaga se estaba abriendo un hueco entre los Yaxley.

—Oh, vaya. Se rumorea que la Universidad ha perdido un profesor de Magias Guerreras. De hecho, yo misma estoy a la espera de que me avisen del Ateneo para cursar. Lo mismo tiene algo que ver con ese cargamento de libros...

Apoyó una de sus manos sobre el hombro de su compañero.

—¡Pero no se preocupe, buen hombre! No hay que estar tenso —intentó consolarlo o, al menos, relajar la tensión—. Si quiere, podemos quedarnos conversando un rato para desconectar —terminó con una sonrisa.

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[Juliens]

~Hobbamock

 

Sabe que vivir en el bosque no es la mejor opción ahora que comienza a trabajar. Aunque está acostumbrado al olor de la cueva por todo el tiempo que comparte con aquellos dragones, también sabe que huele mal. La cueva está oculta en un lugar al que nadie puede llegar por accidente, solamente se puede encontrar si se la está buscando. Fuera de la cueva hay un pequeño río en dónde consigue la mayor parte de la comida.

 

Deja la cueva atrás y se desnuda, las prendas caen en la orilla del río. Se le estremece el cuerpo en cuanto toca el agua, está bastante fría. En cuanto se acostumbra a la temperatura convierte la varita mágica en una lanza, su arma favorita. Pasan quizá veinte minutos y ha conseguido ya los peces para su desayuno. El sol apenas logra verse a causa de las nubes y de que aún el reloj no marca las 6 de la mañana.

 

Pese a que duerme en la cueva todas las noches, a pocos metros del río hay una pequeña choza que él mismo construyó. Es sencilla, con una habitación aislada del frío y la humedad. Cuenta también con una estancia en dónde preparar la comida si es que llueve; hay cosas que simplemente no le gusta realizar con magia, entre ellas cazar y prepara su comida.

 

Limpia es pescado y lo deja sobre una roca plana junto a lo que queda de la fogata del día del anterior. Termina de lavarse en el río. Golpea la lanza contra el suelo para convertirla en su varita mágica. La agita suavemente e invoca, de la choza, ropa limpia. Viste siempre con pantalones oscuros bastante holgados y cómodos que no llegan a ser negros; la camisa de mangas largas es también sencilla y del mismo color. Atado a su cuerpo con una especie de correas de piel de dragón, una especie de chaleco del cual cuelga una larga capa de viaje del mismo material que las correas. Los ojos parecen brillas debido a la ausencia casi total de color dando la impresión de que son totalmente blancos.

 

Luego de preparar y comer el pescado desaparece. En Estados Unidos no solía usar la aparición, por lo que aún se marea un poco cuando vuelve a ser sólido en el lugar de destino. El edificio del Magic Mall es baste bonito para su gusto. Sabe que en la institución trabajan personas que -aunque no lo conocen aún- son compañeras de lucha e ideales.

 

Ingresa a las oficinas, pero se queda de pie muy cerca de la entrada a la espera de ver un rostro conocido.