Prueba Libro de los Druidas

[Badru]

Era una lástima ver como un aprendiz no lograba llegar hasta este punto, confiaba en que aquellos que solicitaban aprender los secretos del libro de los druidas sabían el trabajo físico y mental que esto significaba, esperando que más de un guerrero llegara a entrenarse conmigo. Ese era mi tipo de honor. No podía seguir esperando a la otra bruja, por lo que atravesé el portal que había creado momentos antes para enfrentarme con la pálida mujer.

 

Confiaba en que la enorme tormenta de arena de aquel paraje no fuese un problema para la aprendiz, ya la había visto en movimiento, ni tampoco el hecho que en medio de aquellos ventarrones salía disparado fuego en llamaradas aleatorias. Así eran las planicies cercanas a la tierra de la eterna oscuridad, un lugar que ninguno de los guerreros británicos tendrían el honor de pisar y salir con vida.

 

Llegué hasta el domo que había creado para que las inclemencias del clima no fueran un problema muy grave para el desarrollo de aquel duelo, aunque esto no era una protección, los vientos seguirían golpeándonos y, sí, tal vez se toparía Beltis con una que otra llamarada. Dicho domo cubría un área bastante amplia contando con unos treinta metros de diametro para permitir el movimiento libre en el enfrentamiento.

 

- Pelea con todas tus fuerzas, - dije a voz alta - no es un mandato sino un consejo. Adelante.

 

Mi varita negra se encontraba ya en mi mano pero no sería el primero en lanzar un conjuro, le daría cierta ventaja en aquella ocasión. Me detuve a una distancia relativamente corta, de unos nueve metros, esperando su primer movimiento mientras que en mi mano libre aparecía la daga del sacrificio bajo mi invocación.

 

 

 

Off:

 

Badru vs @@Beltis

 

• En cada posteo el aprendiz del libro de los druidas se verá afectado por la tormenta de arena o los lenguetazos de fuego, mismos que deberá de defenderse. Todos los hechizos que se usen para librarse de estos ataques se considerarán rolísticos sin afectar el duelo.
• Nos guiaremos por las reglas básicas de duelo.
• Los hechizos permitidos serán de neutrales graduados más los correspondientes a libros hasta el Libro del Druida.
• Pasados tres días de la apertura de la prueba sin respuesta del aprendiz, se considerará abandono y suspenderá la clase.
• Pasadas 24 Hrs sin respuesta al duelo, los ataques del enemigo se considerarán impactados.
• Pasadas 48 Hrs sin respuesta al duelo, se considerará abandono y el alumno suspenderá la clase.
• Dudas en el topic correspondiente.

[Beltis]

Traspasó el portal sin saber muy bien a qué lugar o páramo olvidado iba a llegar. La recibió una tierra que se perdía en la oscuridad de un cielo cubierto por una tormenta de arena, azotada por fuertes ráfagas de viento que cambiaban de dirección de manera imprevista y violenta. Se volvió inmaterial gracias al Salvaguarda Mágica y se abrió paso, algo cansada, a través de los vientos tempestuosos hasta una construcción que apenas se distinguía entre las cortinas de polvo que se levantaban en el aire.

 

El domo parecía el sitio ideal para llevar a cabo la prueba, le ofrecía protección contra la impetuosidad del clima, aunque tampoco escapaba completamente de él. En su andar, vio que de entre el mismo aire salían despedidas en cualquier dirección una saetas de fuego que parecían emerger cada vez que los vientos chocaban, como relámpagos de fuego; unas lenguas ardientes que amenazaban con alcanzarla de un momento a otro, pero de momento la traspasaban.

 

Se ubicó frente a Badru, reapareciendo de a poco, y comprendió que se tendría que enfrentar a él porque su compañera no había logrado superar las pruebas anteriores. Cada vez requería más esfuerzo y habilidad conseguir los poderes de los Uzza,muchos magos serían incapaces de dedicarse a su aprendizaje por carecer de aptitudes o simplemente por no poseer la voluntad necesaria para enfrentarse a los retos. El guerrero frente a ella estaba ataviado con ropa de su pueblo, útil para situaciones y lugares como aquel. Beltis, en cambio, comenzaba saborear arena. Cuando llegara a casa, sacaría arena de sitios insospechados.

 

- Pelea con todas tus fuerzas, no es un mandato sino un consejo. Adelante. - en la mano del Uzza, apareció una daga y nada más.

 

Le tocaba a ella comenzar. Alzó la varita y apuntó a Badru.

 

- Cinaede.

 

El veneno penetraría en su sus vías respiratorias, dejándolo sin poder respirar, y luego pasaría al torrente sanguíneo.

[Badru]

La mujer estaba lista, dispuesta a presentarse como guerrera y eso me daba ciertos ánimos para comenzar con la prueba, con un simple efecto que me dejaría un poco enveneado; no me preocupaba porque en seguida me ocuparía de mi situación, conociendo de primera instancia el tipo de estrategia que intentaba utilizar en mi contra.

 

En vez de lanzar de inmediato un conjuro con mi varita, tomé con fuerza mi daga del sacrificio y realicé un rápido movimiento.

 

- Immolo oppugnare Beltis... - Pronuncié dichas palabras realizando un simple corte en mi muslo derecho para que la mujer sufriera las mismas consecuencias, teniendo un corte en su propio muslo. Nada grave, por supuesto, pero al menos ya iba en camino a realizar mis siguientes movimientos.

 

Anapneo, pensé rápidamente para librarme del gas venenoso que me había lanzado, con la fortuna de que solo necesitaba de un simple conjuro para continuar, lamentándome por el hecho de tener que retrasar las siguientes acciones que tenía planeado en contra de mi contrincante, por ello con una simple curación dejé que la herida de mi pierna sanara, así me mantendría en pie, firme, resistente en aquel sitio que afectaba con más fuerza.

 

Observé con atención la figura que estaba frente a mi, analizando cada movimiento que realizaba su cuerpo para entender de manera más profunda el proceso que llevaba internamente.

[Beltis]

 

-Morphos

 

Sintió el agudo dolor del corte en su muslo segundos antes de ver en la ropa del Uzza transformarse en una avispa marina que, al contacto inmediato, inyectó su veneno en la piel de Badru, quien se disponía a liberarse del efecto del cianede anterior.

 

- Maldición - pensó rápidamente para luego aplicar una curación en la herida del muslo.

 

Una fuerte ráfaga de viento azotó su cuerpo. Estuvo a punto de perder el equilibrio y caer al suelo torpemente, sin embargo, a pesar de retroceder un paso logró mantenerse en pie a duras penas. Las lenguas de fuego seguían apareciendo, en diferentes sitios, de manera aleatoria. Así que rápidamente, aunque con cierta dificultad por el aire, se embadurnó los brazos y las piernas en el Polen de Lirios de Fuego para evitar quemaduras.