Botica Lockhart (MM B: 110527)

[Bodrik]

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En medio del Callejón Diagón abre las puertas un nuevo local, se trata de un establecimiento cuya fachada está hecha de ladrillos y grandes ventanales desde donde se puede ver el interior, destaca el enorme letrero intermitente en tonos dorados sobre el rojizo tejado. Bordeando la entrada se haya dos arbustos cuyas hojas desprenden olor a limón y menta. La puerta es hecha de cristal y madera y al abrirla roza en la parte superior con una campañilla que tintinea anunciado la llegada de algún cliente.

El local consta de una habitación principal con pisos de mármol y paredes recubiertas de madera clara, los propietarios le dan la bienvenida a los visitantes desde un mostrador de madera de caoba que se encuentra a lo largo de la habitación, la pared de fondo está cubierta de techo a piso por un gran mueble también en madera, dividido desde la mitad hacia abajo en pequeños y profundos cajones donde se guardan las pociones e ingredientes que no deben ser expuestos a la luz, mientras que de la mitad para arriba se divide en secciones de anaqueles donde se exponen grandes cantidades de frascos de variopintos colores y algunas plantas tanto secas como vivas y lozanas que se utilizan en la preparación de pociones. En el medio de dicho mueble hay una puerta que conduce a la trastienda.

Las paredes laterales están cubiertas por una relajante cortina de agua que disimula la entrada al baño o a una salita de relajación donde los clientes que necesiten administrarse algún tratamiento puedan descansar. Apenas se pasa la puerta los clientes se encuentran del lado izquierdo con los coloridos dispensadores de dulce para todos aquellos que quieran disfrutar de alguno mientras espera su pedido, así como varias plantas que sin duda no solo le den buen aspecto al lugar sino que también ayudan a relajar a los clientes haciendo que estos se olviden un poco de sus preocupaciones, el lado derecho está destinado a la zona de té, donde cualquiera puede pasar a disfrutar una taza de ricas infusiones y relajarse.

La trastienda por su parte es un área mixta que unge como almacén dedicada a guardar lo que no se exhibe en la habitación principal. Cuenta con una mesada e instrumentos para la preparación de pociones, lo que en otras palabras sería un modesto, pero bien equipado laboratorio, además de una mesa bordeada de sillas en la que los propietarios, todos Lockhart, se toman un descanso o consumen algún alimento de los que hay en un aparatero muggle llamado refrigerador, al fondo de la habitación hay un escritorio con un archivador, dedicado al papeleo y la parte contable.

 

-Martelac, necesito ayuda para acomodar la estación de dulces que manejara Ezra- Dijo mientras su elfo acababa de acomodar el letrero de la entrada del local.

 

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Inmediatamente el extraño elfo terminó de acomodar el bello letrero y fue directo al interior del establecimiento para ayudar con el aparato muggle que su tío manejaría, aunque tenía la idea que Ezra se comería todos los dulces.

 

A su vez, Noah, Alex y Ezequiel andaban acomodando los últimos frascos de pociones en los estantes y Amit estaba ayudando a Cye con los últimos detalles. Y el terremoto de Mika jugueteaba con Ezra en medio del local.

 

Editado 17 de Septiembre del 2017 por Sagitas E. Potter Blue

[Ela Karoline]

No era un día cualquiera, no, no, no, era el día en el que el negocio familiar seria abierto a la vista de los transeúntes en el populoso Callejón Diagon, habían sido varios meses de planeación de todos los socios, hasta que por fin habían obtenido los permisos correspondientes y la acreditación para tal fin.

 

Ahora Cye en la trastienda, organizaba los papeles en una carpeta, esos que necesitaba llevar a Gringotts para aperturar la bóveda donde se depositarían el capital de dicha sociedad, era una gran responsabilidad llevar esta parte, pero lo hacia con mucha responsabilidad y cariño.

 

Las pociones eran una de sus pasiones y ahora podría compartirla con sus hijos, nieta y prima para beneficio de aquellos afortunados que acudieran a la Botica Lockhart.

 

De vuelta en la parte delantera del negocio vio que todos hacían su mejor esfuerzo por terminar de ultimar los detallitos para colgar el letrero de "Abierto", ya en la acera de enfrente se paseaban curiosos queriendo ingresar

 

--Iré a Gringotts y de paso traere unas galletitas en forma de botellitas de pociones para regalarle a los primeros clientes, ya regreso-- con eso en mente la rubia abandono el establecimiento pero seguramente no tardaría mucho en regresar.

[Noah Lockhart]

Por fin había llegado el gran día en el que podríamos abrir las puertas de nuestro negocio al publico para compartir con ellos lo que habíamos logrado con mese de planeacion y cariño, estaba muy entusiasmado por el negocio que no solo era el primero que abría sino que ademas me daba mucha ilusión ya que ese local era una manera más de estar unidos todo como familia.

 

Ese día me levante muy temprano sorpresivamente pues estaba muy feliz y lleno de energía por el negocio por si acaso le había pedido a mi elfo que me despertara temprano pero al parecer los nervios y la felicidad me habían hecho madrugar, tome una ducha rápido al salir me vestí y con un poco mas de calma baje a desayunar con todos para después irnos juntos a la botica y terminar de acomodar todos los insumos que se venderían en la botica

 

 

Mi madre estaba la trastienda arreglando el papeleo que se necesitaba para abrir la bóveda en gringotts mientras nosotros acomodábamos cada cosa en su lugar, ahora me seria mas fácil comprar cosas para hacer mis pociones ya que siempre se necesitaban para crear pociones o incluso para antídotos por de picaduras de insectos raros como ya una vez nos habíamos topado.

[Alexander Fox]

Colocar la última botella en la estantería le provocaba mucha ilusión, una sensación de logro, había pasado mucho tiempo cuando la idea nació, debía admitir que al principio parecía un simple sueño, algo que no pasaría o tardaría mucho más para que se hiciera realidad, su familia se había activado mucho, tanto la princesa como su hermano, estaban al frente de la idea y gracias a la experiencia de su madre habían logrado sacar el negocio adelante.

 

Alexander dio unos cuantos pasos atrás para ver todo su alrededor, era perfecto, cada detalle resultaba genial, comenzando por el espacio de las pociones, las plantas, el encantador dispensador de dulce, la habitación para que los clientes disfruten del te, y por su puesto la trastienda donde la familia podía descansar aquello era lo mejor o eso consideraba el pelirrojo.

 

-Oh de acuerdo madre, ve con cuidado – escuchó que se retiraba al banco, realmente no sabía cuanto papeleo se debía hacer, tendría que aprender y esperaba que su madre le enseñara un poco. En eso se fijo que ya todo estaba listo o por lo menos eso aparentaba, todo brillaba de limpio y nuevo.

 

-Me encanta… ¿qué te parece hermanito? – preguntó curioso, todos habían desayunado junto esa mañana, así que conocía la emoción que había entre ellos – he traído una botella, para dar un brindis, no podemos pasar la ocasión – comentó a los presentes con una suave sonrisa, era un vino dulce, con poco contenido alcohólico, era sencillamente para hacer la celebración, lo había dejado en su bolso en la transtienda, de por si había traido unas cuantas cosas consigo, aunque todo guardado allí.

[That is not my name]

Era necesario el poder pasarme en el nuevo negocio de mi querida familia, un sitio comercial que me encantaba que naciera para generar mayor seguridad económica; tal vez podría haber ayudado un poco con otros trámites, lo malo es que ya tenía cuatro negocios a mi nombre y que tenia que cuidar.

 

- Buenos dias chicos, ¿cómo andamos?

 

Entré a la botica y pude encontrarme con todos los rostros conocidos que me pude haber imaginado, de cierta manera, así que me acerqué a todos ellos para darles un fuerte abrazo y, claro, cargar a los más pequeños un rato mientras mi querida @ llegaba hasta donde me encontraba.

 

- Voy llegando y ya vas de salida, - le comenté antes de darle un largo beso en los labios - ¿necesitas ayuda o quieres que te acompañe? Sabes que siempre estoy disponible para ti.

 

Acomodé con cuidado mi túnica de trabajo, una en tonos marrones que me encantaba usar cuando solo tenía que estar en las oficinas de El Profeta, aunque si tenía que ver a otro mandatario siempre podía hacer un cambio para una vestimenta más formal porque, claro, las apariencias dicen mucho.

[Ezra Lockhart]

Ezra se paseaba por todo el local, viendo por alli y por aca, esperando a que alguien le dijiera que la maquina de dulces ya estaba completamente lista, para poder ir alli y empezar a comer dulces como un atarantado -ven Lucy- le dijo a su gato que siempre le acompañaba a todos lados, aunque no parecia gustarle la botica por la variedad de aromas que habia alli, sonrio al notar como con la patita trataba de limpiarse la nariz o eso le parecio al pequeño, agarro a su gato y la puso contra su pecho.

 

Ese dia Ezra estaba mas arreglado (cabe recalcar que estaba mas limpio, pues ese dia faltaban los acostumbrados toques de caramelo en sus labios y mejilla), el sabia que ese dia era uno muy especial porque abrian el negocio familiar (el solo habia entendido que controlaria la maquina de dulces y que vendian pociones y cosas asi), llevaba una camisa pulcra y blanca, un pantalon negro a juego con unoz zapatos lustrados, el cabello lo llevaba peinado con gel (el pequeño diablo ya esperaba cualquier oportunidad para despeinarse, odiaba el gel).

 

Vio a Bodrik arreglando la maquina, asi que se acerco a ella y tomo su manga -¿como va la maquina Bo?... ¿ya puedo despeinarme?- le dijo como en un susurro eso ultimo. Vio de reojo como Cye se iba y esperaba que volviera pronto, hace tiempo que no hablaba con ella.

[Ela Karoline]

Ni bien había alcanzado el mostrador principal, con su carpeta dentro de la cual llevaba los papeles que tenía que entregar en Gringotts, cuando una voz familiar hizo que las orbes celestes de la bruja buscaran hasta encontrar la figura de un atractivo mago trajeado de túnica marrón, que conocía muy bien, se trataba de Ishaya Triviani, su esposo, el padre y abuelo de todos los presentes en aquel momento.

 

La sonrisa de Cye se amplió luego del delicioso beso al que acababa de corresponder, le encantaba tenerlo cerca, que se involucrara en las cosas de la familia, pese a las múltiples ocupaciones que el tenia, sobre todo dirigiendo el diario más importante de todo el país. --Tu puedes acompañarme a todas partes mi vida-- dijo en tono alegre --Pero si te saco de aquí sin que te mostremos todo lo que tenemos, ellos no me lo van a perdonar-- dijo haciendo un puchero y mirando a sus hijos y a Bodrik que estaban dispersos por todo el lugar.

 

A la rubia no se le escapo el hecho de que Ezra cuchicheara con su sobrina, sabía que poco duraría así de arregladito y formal, era un niño encantador y no esperaba menos, su gatita Lucy también estaba portándose a la altura, de cualquier forma todos era familia y estaban para ayudarse y cubrirse los unos a los otros.

 

--Tenemos una dispensadora de dulces, y ¿adivina quien estará a cargo?-- dijo con exagerada solemnidad, estaba segura de que todas las miradas irían a dar al pequeño Ezra, y también estaba convencida de que el patriarca lo animaría para que efectuara el despacho de la mejor manera posible. --Ahora si te puedes enfermar, aquí te curaremos-- eso obviamente no era una invitación a que la enfermedad lo invadiera, ni más faltaba, sino un juego de palabras, de que se enfermara, lo único que le gustaba era que lo podía mimar sin que saliera de casa, significaba más tiempo juntos, pero ni por eso quería verlo sufrir, pues las enfermedades traían dolor, irritación y malestar.

 

--Chicos llego su padre, a ver ¿quien le quiere enseñar el local?-- estaba segura que manos sobrarían y ella no quería acapararlo, aunque sus orbes decían otra cosa.

 

 

@ Zamolódchikova

[Patri Gryffindor L]

¡Este sitio es maravilloso! - Dijo Patri nada más entrar por la puerta del local cargando algunas cajas llenas de utensilios que aún faltaban por acomodar. Toda la familia se había reunido para aquella apertura tan especial. Para la pequeña, era su primer negocio por lo que no cabía en sí de felicidad y se notaba en su sonrisa y en sus gráciles andares que parecían bailotear a cada paso que daba.

 

Saludó a todos en su trayecto, aunque puso un mayor énfasis en saludar a su querido padre ya que no lo esperaba y hacía tiempo que no lo veía. - Paaapi chulooo, ¡yo te enseño todo! - dijo olvidándose por un momento del cargamento que llevaba y soltando todo para agarrarse al brazo de su padre con lo que, con la emoción, varios utensilios, por suerte de los que no se rompían, se desparramaron por el piso. - Ups... - se rió avergonzada y sacó su varita para ordenar todo de nuevo. - ... pero primero debo colocar esto. - se rió divertida volviendo a tomar todo en sus brazos y se perdió por el fondo de la trastienda.

 

Una vez hubo colocado todo volvió con sus manos vacías y se colocó en medio de Alexander y Noah apoyando sus brazos en los hombros de ambos de forma casual. - ¿y bien? ¿ahora qué le sigue? - preguntó dirigiéndose al grupo e interrumpiendo los arrumacos de sus papis . - Ahora sí estoy lista para lo que haga falta. - sonrió con alegría y aspiró una vez más el aroma de aquella maravillosa estancia. Nada más que aquel olor, ya la ponía de buen humor.

[Alexander Fox]

-Buenos días padre, Bienvenido - respondió con una sonrisa al hombre que acaba de llegar y que con mucho amor abrazo a su madre, ellos realmente daban mucha buena vibra, había tenido real suerte en a ver sido adoptado por ellos, se rio divertido al ver a su hermana entusiasmada, la verdad es que estar así reunidos resultaba a veces complicado, en ese momento Alexander se acercó al pequeño @@Ezra Lockhart no había compartido mucho con él, pero al verlo acercarse a la máquina de caramelo decidió molestarlo un poco.

 

-Pequeño estas muy bien arreglado, deberías relajarse un poco - respondió antes que la princesa dijera algo, y de esa forma el pelirrojo lo despeinó cariñosamente como era su costumbre con sus familiares cercanos, no podía evitarlo era su marca, lo que no esperó es que el menor tuviera gel - ¿porque lo peinan con esta cosa....? -preguntó sintiendo la textura extraña, con una sonrisa traviesa sacó su varita y con ayuda de magia le quitó todo dejando su cabello al natural y logrando despeinarlo mucho mejor.

 

-Así está mejor, ¿cierto? - preguntó guiñando al ojo al menor para pasarle caramelos que había llevado como era típico de él, observó en ese momento a su sobrina con ojos dulces, esperando no ser regañado por su acciones.

 

En ese momento escuchó a su hermana hablar y apoyarse - No se... creo que tenemos todo listo, ya tenemos toda la información de almacén y todo se ve perfecto, falta lo de nuestra madre, pero realmente lo que necesitamos es brindar - comentó con una pequeña risa

 

 

@@Patri Gryffindor L @ @@Ezra Lockhart @ Zamolódchikova @Bodrik

[Junnyco Wright]

La esclava de Patri

La invitada de Patri

 

Era fácil pasar inadvertido entre los energéticos Lockhart, en especial cuando te acostumbras a ser la sombra de Patri desde que iban en Hogwarts. Oculta tras el cerro de cajas avanzó siguiendo los pasos de su torpe amiga, quien había dejado caer algunos utensilios, pero los recogió con rapidez y los llevo a la trastienda.

 

Junny comenzó a organizar las cosas con cuidado en los estantes, siguiendo el orden según pequeños carteles y cajas que remarcaban fechas y números de identificación. De un momento a otro la figura de Patri se perdió, la busco en la habitación, revisando los pasillos, pero nada, las cajas que estaba distribuyendo estaban casi intactas, dejadas a un lado.

 

Camino hasta la tienda, pero se detuvó al inicio del pasillo al ver a todos hablando de modo tan ameno, miro a Patri, se encontraba apoyada en dos de sus hermanos a pocos metros de ella, feliz, saltándose el trabajo (?). Jun suspiró y sacó su varita oculta entre sus ropas, lo apunto a su amiga y susurro, unas cuerdas se enredaron en la cintura de la Lockhart y de un tirón desapareció de esa habitación sin que nadie pudiera notarlo.

 

La Wright la arrastró hasta el lugar donde antes estaban trabajando - Me dejas todo y te vas como si nada - Se agachó entregándole algunos implementos de su caja, haciéndole entender que debía ordenarlos, no hizo caso a los alegatos de su amiga, incluso reía al ver sus expresiones. Recordó al observarla con atención algo que hace tiempo le llamaba la atención respecto a ella.

 

- Oye Patri... ¿has tenido novio? - Preguntó de la nada con un tono despreocupado - Es que no recuerdo que alguna vez hablaras del tema, nunca - Agregó rápidamente - Incluso he llegado a pensar que te gustan.. que te gustan las mujeres - Susurro sonrojada con el tono más tranquilo que encontró - No creas que me molesta ni nada de eso - Comenzó a jugar con un recipiente, frotándolo entre sus manos - Pero.. somos amigas.. no quiero que tengas vergüenza en contarme tus intenciones.. o algo así.. - La miro expectante con un ligero rubor es sus mejillas.

 

 

 

@@Patri Gryffindor L