Prueba Libro del Equilibrio

[Athena Rouvas]

El lugar en el que estaban era histórico, un par de batallas allí habrían causado un daño irreparable a la arquitectura que aunque pusiesen a trabajar a todo el equipo del Ministerio de Magio no podría ser reversible. Fue por eso que Rouvás decidió moverse un poco, pero tampoco tanto.

 

Ya era desierto en donde estaban. La más mínima brisa levantaba un buen puñado de arena haciendo inevitable el taparse por unos segundos los ojos para no perder visibilidad una vez volvía todo a la calma. Pero siendo medio día y estando el sol en pleno apogeo en el cielo, el viento era escaso y solo se presentaba como para que ninguno olvidara que era el arma más letal que puede poseer una zona árida y seca. No hay rastro de vida humana o animal en los alrededores pero sí restos de que allí vivió alguna familia que deseaba la paz y tranquilidad de la soledad, aunque ahora todo lucía abandonado y algo ruinoso.

 

La casa no era más que unos maderos cruzados con piedras y paja en el techo, a modo de estructura. En el interior habían algunos utensilios más pequeños que de seguro abandonaron a la suerte del tiempo cuando tuvieron que partir.

 

Pero ellos, los cinco, estaban afuera, viendo el lugar tal cual si fuese un escenario. También habían un par de palmeras, y una especie de pozo que seguramente ya estaba seco. Cuando la arena avanza y quita espacio a la tierra es poco lo que logra adaptarse para sobrevivir. Quizás esos árboles son solo apariencia y por dentro ya yacen secos y a punto de derrumbarse, quizás las raíces lograron crecer tanto hacia abajo que tocaron tierra o roca y por allí absorben agua. Todas las posibilidades existen, solo que ahora no tienen tiempo de buscar una respuesta.

 

—Supongo que saben por qué he cambiado la ubicación ¿no? Aunque me aseguré que tengan posibilidades similares a lo que sería el antiguo lugar, no conozco demasiado de Egipto, donde sea que vaya hay arena y eso me hace parecer que cada sitio es igual a otro. —Encogió los hombros. —Bueno, ahora a lo que hemos venido... La prueba.

 

¿Recién prestaban verdadera atención cuando mencionó "prueba"? Vaya.

 

—Tal cual en los Libros anteriores la prueba o examen final consiste en un duelo, en este caso entre ustedes. Ignoro los motivos que tienen para querer aprender del Equilibrio (supongo que se los mencionaron a Lisa), pero queramos o no estos conocimientos son atacar o defenderse y así deben ser aplicados. Primero las indicaciones, que creo no distan demasiado de la Fortaleza y la Sangre. Hechizos permitidos hasta el Libro del Equilibrio. Ganar o perder no significa aprobar/reprobar, veré el desempeño de cada quien y si utilizan o no correctamente lo que les he enseñado. —Eso no quería decir que no esperara lo máximo de cada uno.

 

Pasó la mirada entre ellos, era difícil entender si estaban nerviosos, ansiosos o neutros, tal vez era que ella era demasiado expresiva con las facciones, e incluso expresiva con las palabras y el tono de voz. Arrugó un poco el entrecejo con aquel pensamiento. La expectación tenía que estarlos matando para saber quienes serían contrincantes... De acuerdo, estaba exagerando. Suerte que solo lo pensó.

 

—No pueden intervenir en duelos ajenos ¿eh? Ni con acciones ni con consejos, aunque si uno termina antes que el otro pueden acompañarme a observar. —Cruzó los brazos. —Contrincantes... —Pasó la vista entre los cuatro. —Darla contra Amelie, y por supuesto Keaton contra Melrose. El tiempo ha comenzado a andar... ¡Éxito a todos.

 

~ * ~ * ~ * ~

Chicos, acá dejo todas las indicaciones completa.

 

—La prueba tiene una duración de 5 días. Comienza el 25 de Octubre y finaliza el 29, ambos días inclusivos así que los duelos serán cerrados el día 30.

—Permitidos hechizos de neutrales, neutrales graduados, Libros de la fortaleza, la Sangre y el Equilibrio.

—La prueba es corta así que se les pide constancia. Si una persona no responde en 24 horas el oponente tiene derecho a atacarle nuevamente, aunque solo con hechizos del Libro del Equilibrio. En caso de que no haya puente postearé yo.

—Tras 48 horas sin respuesta (y sin notificar a la profesora y/o contrincante) queda automáticamente reprobado/a del examen.

—Mismas reglas que de un duelo común.

—Dudas y consultas en el tópic correspondiente.

[Darla G Dumbledore]

Tras que Athenas respondiera las dudas de los presentes, Darla tenía un panorama más claro de la situación. La profesora parecía coincidir con sus pensamientos en cuanto a la cantidad de joyería que debían cargar. Lo bueno, ella tenía un bolso de piel de moke que siempre llevaba consigo y gracias al hechizo extensible que tenía dentro pesaba bastante con cada anillo, libro, poción y objeto que le fuera necesario para afrontar lo que viniera.

 

El viento se sintió a su alrededor y antes de que pudiera reaccionar lo supo, estaba allí. Miró a su alrededor, todo había cambiado, alguien había habitado una casa en medio del desierto. Quedaban solo escombros, sus paredes y cimientos, que debían haber sido fuertemente construídos. El techo de paja y piedra era un milagro estuviera vivo aún después de tanto tiempo y espacio.

 

--Como para no --fue su respuesta al comentario de la Rouvás, el que no notara que habían cambiado de escenario era un distraído a la enésima potencia.

 

Era gracioso, como cada vez terminarían con arena hasta en los orificios de los oídos, giró hacia Athenas cuando dijo la palabra mágica prueba. Así que al fin había llegado la hora, escuchó con más atención aún que antes sus indicaciones, no quería cometer un error. Pero no había nada nuevo con respecto a los otros libros, los mismos hechizos, solamente que ampliados hasta el libro actual. Asintió para nada indiferente a lo que la profesora decía, quería dar lo mejor de sí y aunque aún perdiendo si demostraba saber el libro aprobaba, quería tener la chance de hacerlo lo mejor posible.

 

La rubia los observaba uno a uno como si quisiera leer sus mentes, en tus sueños, pensó Darla cerrando aún más su mente con oclumancia y dando a su rostro una expresión tan neutra como había oído ponían los jugadores de póker en el mundo muggle.

 

Lo siguiente fueron consejos para no intervenir, en verdad no sabía si prefería observar con ella o durar más en el duelo con su contrincante, el cual no tardó mucho en conocer. Amelié. Suerte para Melrose, le había tocado Mister Simpatía.

 

--Gracias --respondió ante la última frase de Athenas y se alejó varios pasos de Amelié, quedando ambas quince metros a la izquierda de la derruída contrucción y a unos veinte metros del par de árboles más cercanos, el resto parecían estar al otro lado de la casa, junto al pozo vacío que habían visto al llegar.

 

Taconeó un poco quitándose la arena mientras el sol caía sobre los hombros de todos, haciendo sentir el lugar aún más caliente de lo que uno desearía en realidad.

 

--Buena suerte Amelié, nada personal -dijo la Potter Black mientras hacía una especie de beña en señal de saludo y moviendo ágilmente la varita apuntando a su apreciada compañera devenida en rival ocasional Flechas de Fuego, pensó seguidamente.

 

Una vez más una andanada de filamentos de fuego salieron invocados desde su varita, pero esta vez no iban hacia un muñeco de madera ni serían regresados hacia ella, esta vez los filamentos que salían unos tras otros buscaban el cuerpo de Amelie, con la intención de incendiar su piel y producir heridas sangrantes en ella. No era amable, era verdad, pero luego la convidaría con una buena taza de café en su local y hasta quizás le regalaría algún libro sobre criaturas para compensar el mal rato.

[Sapphira Black Lestrange]

Luego de las explicaciones de la profesora sobre las preguntas que los alumnos le habíamos hecho y sacado nuestra dudas y que yo pudiera practicar el único hechizo que no había llegado a tiempo en ver en acción en la clase , era la hora de comenzar con la prueba y como la veces anteriores eran duelos en donde debíamos enfrentarnos a nuestros compañeros y la profesora Athena le dice que debe enfrentarse a Darla justo con la compañera que había estado más unida desde que puso un pie en esa clase pero sabía que con alguien debía hacerlo.

La vampira no se había dado cuenta en qué momento había cambiado de escenario y lo que si era obvio que volaba mucha arenas y apenas podía ver y se encontraban afuera de una casa de madera y piedra y techo de paja y no parecía ser muy solida esa estructura , estaba en lugar árido y seco por lo que el calor era insoportable

Luego mirar en qué lugar se encontraba y era de empezar su duelo con Darla y no sabía que ninguna tenía nada en contra de la otra pero debían realizar este duelo para aprobar esta clase así que la primera en atacar fue Darla pero la vampira levanta enseguida su varita y piensa en un – salvaguarda mágica y el hechizo hace que me vuelva intangible haciendo que la invocación de flechas de fuego no le impactaran sino mas bien le traspasaban y no le hicieron y se había librado de dolor que causaba esos filamentos de fuego

Luego de haber salido ilesa de ese primer hechizo era el momento de atacar ella y que podía usar para ese segundo turno y la vampira vuelve a levantar su varita y aprovechando el lugar donde se encontraba piensa en - Arena del hechicero y de los huesos cristalizados de un mago que ha muerto mediante fuego mágico y se forma una arena a mi alrededor que se la dirigió a Darla que poda ser capaz de cegarla

@@Darla Potter Black

[Keaton Ravenclaw]

Keaton no entendió muy bien en qué momento cambiaron de escenario, sino que sencillamente tras parpadear, se halló delante de los restos de una vivienda en plena desierto con el sol en su punto más alto. Bufó por enésima vez en aquella clase; detestaba el calor, detestaba el clima árido, detestaba la arena, por lo que no se sintió para nada a gusto con el lugar, sino que pensó incluso que aquello menguaría su desempeño a partir de ese punto. El ojiverde no prestaba demasiada atención a las palabras de la Rouvás hasta que ella dijo "Prueba".

 

<<Vaya, finalmente y tras un montón de tiempo pasamos a esta parte. Comenzaba a pensar que Athena chocheaba ya>> Pensó, pues ya no quería causar revuelo con sus palabras en voz alta.

 

Escuchó con claridad las palabras de la mujer, en donde les indicaba qué hechizos podría utilizar y contra quien debía de luchar. La verdad le hubiera gustado enfrentarse con Darla, le caí bien y le hacía ilusión, pero al ver que le tocaría con Melrose, sintió un poco de culpa. En la MAll ella era su superior y no quería que hubiera represalias, aunque quien sabe, igual ella era más benevolente que el Ravenclaw y no se lo tomaba personal, aunque él si que lo haría, era su forma de ser, en una competición el vampiro siempre iba con todo y contra todos.

 

—Melrose, mucha suerte, y en mi caso, desde luego que va a ser personal —Indicó con saña y sacó su varita mágica de cerezo de entre sus ropas y la enarboló. ¿Qué hechizo emplearía primero? ¿Sería prudente empezar con un ataque o con una defensa? Sin mucho más que pensar, el ojiverde apuntó a Melrose —¡Cinaede! —De inmediato un gas invisible rodeó a la mujer y penetró en las vías respiratorias que de inmediato empezó a actuar y a cortar la respiración, y al ser Keaton de un nivel XXI, el hechizo resultaba ser un poco más potente.

 

La chica se las vería negras a partir de ese turno

[Darla G Dumbledore]

En verdad era un riesgo que debía correr pero como había pensado Amelie se había defendido del hechizo que le había lanzado utilizando uno de los hechizos del libro de la fortaleza. Sí, la cosa estaba complicada, era verdad que no importaba quien ganara si utilizaba los hechizos como se debían y la verdad, que a ella, aunque estaba oxidada, le divertía la situación e intentar lo que se pudiera.

—Bien jugado —dijo con calma antes de agregar con voz suave mientras hacía el movimiento que había aprendido previamente —Cinaede—el veneno gaseoso extraído de los pétalos de pensamiento surgió como un gas invisible alrededor de Amelie, penetrando en el acto en sus vías respiratorias, cortándolas, para pasar posteriormente a la sangre, lo que seguía ya lo había explicado Athenas en la clase, si su compañera no se curaba se paralizaría sus sistema nervioso y circulatorio con una fatal consecuencia --ya aprendí a pronunciarlo —comentó justo antes de que sus ojos se vieran afectados por la arena del hechicero, arrancándole un gruñido —así que quieres jugar al gallito ciego —dijo un poco molesta.

Daga del Sacrificio, pensó Darla invocando a la daga e inmediatamente en su zurda apareció el arma que había aprendido a utilizar al cursar el libro de la sangre.

—Inmolo oppugnare —agregó la Potter Black mientras deslizaba la daga por su cuello produciéndose un corte largo, profundo y sangrante. El mismo daño se produjo en el cuello de Amelie e inmediatamente la pelirroja pensó en una curación, sanando su propio cuello con el efecto que había aprendido al cursar en el libro de la fortaleza, sabiendo que, así como la invocación de la daga, su sanación tampoco había consumido ninguna acción extra de su ataque.

--Como te dije, nada personal , pero tú me has dejado ciega por un tiempo [dos turnos] con las cenizas de sabe Merlín que muerto y eso es realmente asqueroso Amelie —claro, como si lo que ella acababa de hacer envenándola con un nivel XXX (30) de poder y degollándola no fuera peor.