Jump to content

Estudios Muggles - Diciembre 2017


Sagitas E. Potter Blue
 Compartir

Publicaciones recomendadas

wbEyKuA.jpg?2

 

ESTUDIOS MUGGLES - Diciembre 2017



Iba a pasar las navidades en mi patria, España. Diciembre estaba encima y las fiestas se acercaban a pasos agigantados. Es por eso que necesitaba proveerme de dinero muggle para hacer compras antes de ir a mi país. El mejor lugar hubiera sido Gringotts pero entonces me llegó una carta de que este mes tendría que dar clases a dos alumnos. Fruncí el ceño. ¿Dar clases en diciembre? No me daría tiempo de ir de compras, así que iba a protestar ante la dirección, exponer mis problemas y pedir que me la pasaran para enero. Me retuve... Menos mal... Entre los alumnos figuraba el nombre del Director de la Academia.

Tragué saliva. ¿Cómo le iba a decir que nanay de la China sobre dar clases cuando él era uno de los pupilos a quien tenía que enseñar?

-- ¡Demonios desdentados! -- grité en medio del salón de mi mansión. Mi hijo menor levantó la cabeza de su cuadernillo en el que aprendía a escribir y me observó, mientras paseaba de un lado a otro de la sala, buscando una solución.

El pobrecillo me preguntó sobre el motivo de mi preocupación. Ithilion es un chico listo y sabe que no suelo decir tacos si no tengo un motivo. Pero soy de improvisaciones rápidas y decisiones más rápidas aún. Sonreí.

-- No pasa nada, cielo. Tendremos que ir a comprar ropa un poquito más tarde. A mamá le salió un trabajo imprevisto. Pero iremos a España y visitaremos el Parque Mágico de A. Güell, como te prometí.

Claro que iríamos, a la hora correcta en que el dragón de la entrada se transformaba y en el que las columnas se doraban con la caída del sol para dar paso a una noche de mágica asonancia entre los animales que merodean allá dentro. Iba a ser un día (una noche) muy especial.

Pero antes tenía que acabar la clase de Estudios Muggles, algo que podía hacer si en vez de ir a Gringotts íbamos a buscar el dinero en euros al Banco Central de Londres. Y como soy la mejor componiendo ideas en un momento, decidí que iría con ellos al Banco y así les podría enseñar a moverse entre muggles sin llamar la atención. Esto y cuatro ideas sobre normas básicas de convivencia entre muggles y magos y listo, vacaciones pagadas por el mismo Ateneo. Me puse a canturrear mientras preparaba dos cartas iguales, sólo diferenciables en los nombres de los alumnos en ellas:

At. @@Niko Uzumaki - @@Mia Black Lestrange

Queridos alumnos:

Hoy empezaremos la clase de Estudios Muggles a la que os habéis apuntado. Deberéis estar a las 10 en punto am en la carretera de Ottery a Londres, en la parada de autobús. Empezaremos usando los transportes muggles, tomando este autobús que pasa a las 10.06am. Ser puntuales pues si lo perdéis llegaremos muy tarde al centro de Londres y no podremos seguir la ruta que he ideado para vosotros.

Usar ropa muggle. No sé si tenéis conocimiento sobre ella, así que os dejo un catálogo de ropa del siglo XXI entre muggles para que podáis consultar. Quiero un pergamino de al menos tres metros sobre la diferencia de ropaje que usan los magos versus la que usan los muggles. Lo recogeré en el autobús. no traigáis la varita. En mi clase está prohibida. No os preocupéis por el dinero del viaje. Yo tengo tarjetas de transportes para los tres.

Saludos,

SAGITAS E. POTTER BLUE



Releí el mensaje antes de enviarlo y fruncí el ceño de nuevo. Pufff... Empezar la clase así, siendo Niko el Director... Capaz que me mirara feo... Así que taché dos líneas y reescribí el final:

Usar ropa muggle. No sé si tenéis conocimiento sobre ella, así que os dejo un catálogo de ropa del siglo XXI entre muggles para que podáis consultar. Quiero un pergamino de al menos tres metros sobre la diferencia de ropaje que usan los magos versus la que usan los muggles. Lo recogeré en el autobús. Poneros ropa cómoda que no destaque entre ellos y no traigáis la varita. En mi clase está prohibida. No os preocupéis por el dinero del viaje. Yo tengo tarjetas de transportes para los tres.

Saludos,

SAGITAS E. POTTER BLUE

 

 

Ahora sí, envié las dos lechuzas y fui a vestirme. Tenía un autobús que coger.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

- ¿Parada de autobús? Dime que no es verdad - Niko había detenido la lectura de su elfo al escuchar que Sagitas lo haría tomar un transporte muggle. El rubio jamás se había subido a uno de esos y como Director de la Universidad Mágica estaba acostumbrado a transportarse a través de medios mucho más eficientes y llenos de magia - Así es joven Niko - Brent se limitó a indicarle que era correcto lo que había escuchado y que no era una mentira.

 

- Y además debo usar esa ropa. ¿En qué me he metido? - El Tonks no sabía qué le parecía peor: la ropa ecológica, la étnica o la que usaba reciclaje como material - Supongo que un par de jeans y una camiseta no se verán tan mal - Se resignó a ponerse la ropa que su elfo había seleccionado para la clase. Sin duda lo conocía lo suficientemente bien como para saber que no se pondría algo diferente a eso o al menos sin quejarse mucho.

 

- Toma mi varita. ¿Y qué es eso de las tarjetas? - No entendía nada de lo que acababa de leer su elfo pero tenía que seguir las instrucciones así que le hizo entrega de su varita no sin antes hacer aparecer un pergamino y una pluma dispuestos a escribir todo lo que él fuera diciendo - Creo que puedo hacer el pergamino en el camino - Se despidió de su elfo y comenzó a caminar en busca de la forma más eficiente de llegar hasta la estación sin llamar la atención y sin su varita.

 

- Joven Niko en realidad no debe hacerlo. La maestra tachó esa parte - Sagitas siempre lo sorprendía y no sería diferente en esa ocasión así que no tendría que presentar esa tarea - Gracias por decirme - Niko le hizo una señal de agradecimiento a su elfo antes de tomar su escoba mágica para volar hasta una zona segura en la cual pudiese caminar hasta la carretera sin agotarse mucho dado que esa no era una buena idea.

 

El vuelo estuvo tranquilo o al menos a diferencia de otros días. Descendió en una zona lo suficientemente alejada de la carretera como para no ser visto y comenzó a caminar hasta la misma en busca del punto de encuentro con la maestra de la clase - Lo he logrado - Suspiró al ver que había llegado al sitio indicado y que lo había hecho justo a tiempo para no perder el autobús y capaz la posibilidad de tomar la clase nuevamente.

 

- Hola, espero poder aprender lo suficiente esta vez - La anterior vez había entrado en pánico y había preferido abandonar la clase. Quizás por los otros acompañantes que tenía en la clase pero esta vez estaba dispuesto a aprender todo y demostrar que podía dominar los estudios muggles, o al menos intentarlo.

w3PBwnw.png


Zn4buB8.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Mi ropa era normalita para el mundo muggle. Me encontré con varios magos que me dirigieron una rápida ojeada a mi indumentaria pero supongo que sabían que era Profesora de conocimientos de Estudios Muggles porque no me dijeron nada y siguieron su camino. Yo les saludé porque soy algo provocativa y después desaparecí de las calles de Ottery y aparecí justo en la carretera, a pocos metros de la parada de bus. Me había asegurado que no había nadie que pudiera ver la (casi) transgresión de la ley sobre la magia delante de los muggles, así que aparecí con mi vestido colorido de croché y caminé hacia el lugar donde pararía el bus.

 

No había nadie en la parada, así que me senté y silbé. A lo lejos, el autobús se acercaba, rumbo a Londres y un muggle corría hacia aquí, para alcanzar el vehícul0. Fruncí el ceño. No se veían a mis alumnos. ¿Es que no iban a llegar? Parpadeé y tosí levemente, abrí mi bolso y busqué un pañuelito para usarlo. En realidad, en la maniobra de búsqueda moví la varita hacia el bus para que fuera algo más lento. Miré por casualidad hacia la esquina de la carretera y vi una imagen divertida: la cara de Niko, algo consternado dentro de su jean y camiseta muggle. Se acercaba a paso ligero. Volví a toser y removí de nuevo la varita para hacer que aún fuera más lento.

 

-- ¡Hola, Niko! -- saludé con total normalidad al Director de la Academia. -- Sí, has llegado a tiempo.

 

Saqué del bolsito tres tarjeta Bono Mensual para usar en el Bus. Mía no llegaba pero no podía retener más el autobús. Si lo hacía ir más lento, lo adelantaría un gusamoco herniado. Debía tomar una decisión así que decidí subir con Niko y ya le diría a Harpo que se encargara de llevar a la alumna a donde estuviéramos sin llamar la atención. Suspiré y le di una tarjeta a mi alumno.

 

-- Esto se llama Multipasse para Transporte Público. Míralo bien porque encontrarás muchos diferentes. Los muggles -- eché un vistazo rápido al hombre que había llegado también a la parada y parecía nervioso porque el Bus fuera tan despacio -- utilizan este servicio de pago además de las monedas. Sólo se puede pagar al conductor por billetes sencillos. Las tarjetas multipasse son bonos de viaje que pueden ser por tiempo (un día, una semana, un mes), indiferentemente de número de viajes que hagas, o pueden ser por volumen de viajes, indiferentemente del tiempo que lo uses (diez viajes, treinta viajes...) Cada muggle elige el modelo que necesita, cuantos más viajes, más barato será.

 

Se abrió la puerta del Bus y un conductor con gorra azul nos saludó de forma amable. Alcé la tarjeta y se la enseñé a Niko, indicándole que me imitara. Saludé de forma amable al conductor, metí la tarjeta con la flecha hacia abajo en la ranura del marcador de tarjetas y después sonreí a Niko. Me senté en un asiento doble y esperé a que llegara Niko, tras marcar él su tarjeta.

 

-- Mira esos asientos. ¿Ves los pictogramas que hay dibujados sobre ellos? Son asientos reservados para colectivos necesitados: personas en sillas de rueda, mujeres con bebés en los brazos, personas mayores y... hum... mujeres gordas.

 

¿Mujeres gordas? Ahora dudaba, aunque no lo iba a confesar en voz alta.

 

-- Bueno, tenemos media hora para llegar a Londres. Los autobuses muggles no son como los nuestros -- giré varias veces en mi mano el anillo de bronce de Salvaguarda contra Oídos Indiscretos, casi sin darme cuenta que aplicaba un área de seguridad en la que nadie que no fuéramos nosotros dos podría escuchar nuestra conversación. -- El Autobús noctámbulo llega justo cuando lo llamas mientras los muggles tienen un horario calculado por el tiempo en el que tardan entre las diferentes distancias y el tráfico de la carretera. También te darás cuenta que es mucho más lento y que contamina más, aunque lo están solucionando. Los muggles están cambiando el tipo de energía que usan para mover los medios de transportes que usan.

 

Miré por la ventanilla, aún en paisaje rural que cambiaría muy pronto en cuanto entráramos en la gran urbe que era Londres.

 

-- Nosotros tenemos muchos medios de transporte pero ellos también tienen gran variedad. Hay que reconocerles el mérito: un aparato que surca los cielos sin sujección... Yo no confío en las escobas o en las alfombras tanto como ellos confían en sus aviones y mira.... Vuelan como las aves...

 

Señalé un punto del cristal: una estela de humo y un brillo plateado se dirigía a la ciudad como nosotros.

 

-- ¿Te gustaría probar uno? Hay que usarlos con prudencia, lo sé, yo siempre estoy a punto de hacer una desaparición por si sucede algo pero si te apetece, podemos ir a un aeropuerto y probar una avioneta. De momento...

 

Rebusqué en mi bolso y saqué un papelito.

 

-- Quiero que lo mires con atención y te lo aprendas. No sé si llegué a dártelo la otra vez. Es un resumen del Estatuto del Secreto de los Magos de 1689, también conocida como el Estatuto Internacional del Secreto. Esta Ley sirve tanto para proteger a los muggles de nosotros como a nosotros de ellos. Se prohíbe cualquier manifestación de magia delante de los llamados muggles, es decir, los que son ajenos a la magia. Toda falta se penaliza a una condena en Azkabán u otra cárcel mágica según el país en que se cometa la falta. No pueden ni siquiera imaginar que somos magos y que podemos gobernar la magia. Es de los mayores logros unánimes de las Leyes Internacionales.

 

El autobús iba con bastante velocidad por aquella carretera. Londres estaba cerca aunque aún me daba tiempo de dar una cabezadita mientras Niko estudiaba el pergamino. ¿Me atrevería?

 

-- Los muggles tienen tendencia a relacionar la brujería con algo malévolo y maléfico y, durante la Edad Oscura, muchos magos fueron desaparecidos durante las persecuciones contra todo aquel que supiera usar la magia. Incluso sus propias poblaciones fueron diezmadas por el mero hecho de sospechar de ello, muchas veces de forma infundada. Por otro lado, muchos magos se creían superiores por saber usar la magia de manera que abusaban de ese poder maltratando a los muggles. La comunidad internacional se vio obligada a intervenir y crearon esta Ley con multitud de cláusulas hasta llegar a la que hoy conocemos. En resumen, queda así: cada comunidad mágica se hace responsable de todo suceso mágico que ocurra en su territorio y tendrá que dar explicaciones. Para eso está la Representación de la Confederación Internacional de Magos en cada Ministerio de Magia de cada país. El Ministerio de Magia ha de cumplir a rajatabla este edicto: todo puede acabar fatal. Cárcel... Pérdida del puesto de trabajo, imposibilidad de ejercer ningún puesto oficial en el Ministerio durante un período de tiempo... Esta ley del Secretísimo Secreto es muy importante. No la olvides nunca.

 

Volví mi cabeza hacia la ventanilla y valoré la posibilidad de dormitar, con el director de la Academia delante de, en plena clase, delante de muggles...

 

-- Mientras lo lees, yo... reflexionaré un momento. Cuando lleguemos a Londres iremos al Banco Central a conseguir moneda muggle para comprar en los grandes almacenes. Tendrás que fijarte en todos los detalles. Moverse entre los muggles no es nada difícil, sólo si respetas sus señales.

 

Cerré los ojos y los abrí de repente.

 

-- ¡Demonios, mujeres gordas no! ¡Gestantes! Mujeres gestantes, eso es lo que significa ese dibujito.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

- ¿Multipasse para Transporte Público? - Repitió después de escuchar la explicación que Sagitas le acababa de dar sobre el uso de esa tarjeta en el mundo muggle. Los muggles eran demasiado creativos tanto que a veces lo lograban sorprender como en esa ocasión - Es un sistema bien extraño pero interesante - El Director no logró decir más que ello dado que tenía demasiadas cosas para pensar y sin su varita.

 

El momento de ingresar al bus había llegado y el Tonks sabía que debía actuar como la bruja - Debes actuar naturalmente, no pienses en lo extraña que es la situación - Eran las únicas palabras que pasaban por su mente. No deseaba tener que llamar al Ministerio por un error de su parte. Se subió al autobús imitando los mismos pasos que Sagitas acababa de realizar incluyendo el de la meter la tarjeta en ese curioso objeto.

 

- ¿Mujeres gordas? Eso no suena muy bien - La bruja no le dio tiempo de sentarse cuando ya estaba hablando pero el Tonks jamás perdía los detalles de una conversación - ¿Tienen algo en contra de las mujeres gordas en el mundo muggle? - La Dama Gorda no sería bienvenida en dicho mundo por su figura y eso no le agradaba aunque deseaba conocer un poco más de detalles sobre eso que acababa de mencionar su profesora. Sin embargo, la mujer hizo caso omiso y siguió hablando como si nada hubiese ocurrido.

 

- Entonces debo esperar en la parada hasta que llegue el autobús, ¿cierto? - No entendía cómo podían hacer todo tan lento e ineficiente. No obstante, sabía que se debía a su ausencia de poder mágico que debían realizar todo de esa forma - Claro que me agrada la idea - El Tonks amaba volar por eso su escoba siempre estaba con él así que si podía subirse a uno de esos aparatos sería una gran experiencia así estuviera al borde de la muerte.

 

De repente la clase cambió por completo de temática. La charla divertida que estaban teniendo acerca de los métodos de transporte de los muggles se volvió una charla sobre las leyes que debían cumplir - Me siento en clase de Leyes Mágicas y no de Estudios Muggles - Murmuró tan bajo como pudo esperando que la mujer no lo hubiese logrado escuchar. Le aburrían las leyes pero había tenido que estudiarlas para poder ser Director.

 

- ¿Reflexionar? No es el momento apropiado para eso - No entendía cómo era que Sagitas había tomado la decisión de cerrar los ojos pero no parecía ser lo correcto cuando el alumno era uno de los Directores de la Universidad. No obstante, el Tonks amaba comprar así que se olvidó de la situación y comenzó a pensar en todo aquello que podría comprar con el dinero muggle y en las grandes tiendas que ellos siempre tenían.

 

- No me asustes! - Le dijo el Tonks debido a la repentina reacción de Sagitas - Ahora todo tiene sentido - Las últimas palabras de la mujer resolvieron una de sus dudas - Entonces la Dama Gorda puede venir - No sabía si lo entenderían o no pero con que él lo hiciera era más que suficiente o al menos así lo prefería.

w3PBwnw.png


Zn4buB8.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

-- ¿La Dama Gorda? -- Fruncí el ceño, sin entender bien a qué venía ese comentario de Niko. ¿Es que pensaba que la Dama Gorda tendría interés en abandonar su cuadro y dar una vuelta por los autobuses muggles? Me encogí levemente de hombros. -- Bueno, supongo que sí, que podría venir, si dejar el marco en la Academia.

 

Era interesante ese detalle así que lo rumié un poco antes de darme cuenta que aquel autobús parecía ir más lento de lo normal y que, si seguía así, no llegaríamos a tiempo al Banco londinense antes de que cerraran. Debía llevar retraso.

 

-- ¡Demonios! Claro que lleva retraso, todo lo que le hice ir lento para que le diera tiempo a Mia a llegar -- dije al aire, sin dirigirme a nadie.

 

Revolví de nuevo en mi bolsito y, sin que nadie se diera cuenta, hice un movimiento con mi varita. Nadie se dio cuenta (¿Niko tal vez?) de que un efecto salía en dirección a la delantera del bus e impactaba en el acelerador, haciendo que el autobús adquiriera velocidad. Cerré el bolsó y miré de reojo a Uzumaki con media sonrisa, me toqué el pelo con la mano, como si estuviera colocando algún mechón rebelde y después le sonreí abiertamente.

 

-- ¿Qué tal el pergamino de leyes antimuggles? ¿Te lo sabes ya? Estamos a punto de entrar en Londres.

 

Era cierto, ya se veían los edificios y pronto cruzamos el túnel que nos llevó al mismo centro, pasando cerca del Parlamento. Pegué la frente en el cristal, observándolo mientras se alejaba.

 

-- ¡Ay, amo ese reloj de la torre! ¿Te he contado alguna vez que tuve mi primera noche de bodas, la primera quiero decir, no la segunda, en el interior de esa torre? No teníamos dinero, éramos magos inquietos y con mucho atrevimiento... Hay una vista preciosa en la gran caja de resonancia. -- Suspiré ante el recuerdo y después recordé que estábamos en clase. Carraspeé. -- Olvida eso. Se acerca nuestra parada.

 

Toqué el botoncito rojo que ponía "Stop" y le dije a Niko que eso se hacía siempre con antelación para indicar que el transporte público debía parar en la siguiente parada, que había gente que quería parar en ella.

 

-- Los conductores no saben a qué lugar van cada uno y no paran en el sitio correcto. El público que monta ha de indicar la parada más cercana a su destino. Ahora nos tocará andar un poquito, pero no mucho. ¿Ves aquella escalinata? Es el Central Bank, allá iremos a cambiar monedas. No te preocupes, no gastarás nada. Paga la Universidad.

 

El autobús paró y las puertas se abrieron, dejándonos salir. Solté una sonrisita divertida ante la mención que pagaba el centro que él dirigía y subí corriendo las escaleras. Era tarde y el trámite de cambiar moneda era lento. Cuando llegamos arriba, le indiqué la puerta giratoria.

 

-- Esto es una entrada divertidísima, son tres puertas en una que giran sobre un eje y, si no aciertas a salir en el hueco, te das contra el cristal. Un día me pasé diez minutos girando porque era imposible salir de lo deprisa que iba, aunque creo que mi hijo Matt tuvo algo que ver con la velocidad. Venga, ¿entramos?

 

Yo lo hice a la primera porque estaba acostumbrada. Entré riéndome y, de repente, caí en que había mucho silencio en el interior. Enarqué una ceja.

 

-- ¿Qué demonios...?

 

Unos hombres con la cara tapada mantenían a la gente contra las esquinas de las paredes. Uno de ellos nos vio y levantó un arma y gritó algo.

 

-- ¿Un atraco? ¿Ahora? Pero si tenemos prisa... -- Vale, estaba en una clase de Estudios Muggles, así que me aprovecharía. -- Vamos, Niko, obedezcamos a estos señores. Son como mortífagos pero en muggle. Son ladrones y vamos a presenciar en directo un robo a un banco. ¿No te parece emocionante? -- le dije, avanzando de forma lenta y con las manos levantadas. -- Espero que no nos retrasen mucho, pues algunos centros comerciales cierran al medio día y no podremos comprar nada.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

- Sabía que solo yo entendería - Pensó al escuchar el comentario de Sagitas sobre La Dama Gorda. La imaginación de Niko era demasiado amplia como para intentar comprender todo lo que decía y por eso muchas veces ni se molestaba en explicar lo que estaba pensando. Y eso era justo lo que acababa de ocurrir con su profesora, lo mejor sería omitir su comentario y no perder tiempo hablando sobre lo que había pasado por la mente del rubio.

 

- ¿Utilizaste magia en el autobús? - Niko no perdía detalles y era evidente que si el bus iba más lento para esperar a Mía era porque Sagitas había utilizado su magia - Pensé que nadie traería su varita - La miró de reojo sin esperar una respuesta a cambio pero no necesitaba que la bruja contestara dado que la verdad estaba en al aire y sin tener que esforzarse mucho para entenderla. En especial justo después de que el bus aumentara su velocidad como por arte de magia.

 

- Claro que me lo sé. He estudiado Leyes Mágicas anteriormente y tuve que aprenderlo para evitar un par de malos entendidos con los muggles en un viaje muy lejano - Aún recordaba lo extrema que había sido su clase de Leyes y los peligros que habían tenido que correr por estar cerca de muggles - Solo espero que no se repita lo mismo en esa clase - Pensó, sus contactos con el mundo muggle no habían sido muy placenteros y deseaba que eso cambiara.

 

- ¿Paga la Universidad? ¿Cómo así? - Nadie le había consultado sobre esos gastos y no esperaba ese ofrecimiento por parte de la bruja. El Tonks estaba muy sorprendido por el comentario de su profesora - Solo espero que no sea mucho dinero y que nadie se esté haciendo pasar por mí - Tendría que solucionar ese problema a su regreso a la Universidad y enviar a su elfo en busca de información sobre el tema.

 

Los dos ingresaron al Banco a través de la extraña puerta con la cual podrían golpearse, aunque el Tonks logró pasarla sin ningún problema. ¿Problema? Justo lo que no deseaba encontrarse, pero siempre lograba encontrarlos de algún modo - ¿Qué es esto? Y sin mi varita - Pensó al ver que estaban en medio de un atraco muggle y que no tenía cómo defenderse de los malos, excepto quizás alguna de sus habilidades mágicas.

 

- No, esto está lejos de ser emocionante. No sabía que poner en peligro la vida de uno de los Directores era emocionante - La miró con cara de pocos amigos mientras seguía sus pasos para hacer parte del atraco y evitar que le hicieran algún tipo de daño - Juro que no vuelvo a venir a una clase en el mundo muggle - Solo él mismo podía escucharse dado que todo estaba ocurriendo al interior de su mente.

w3PBwnw.png


Zn4buB8.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La cara ceñuda de Niko me hizo sonreír, a pesar de estar siendo guiada contra una pared con los brazos en alto por parte de un par de ladrones. Le guiñé el ojo y guardé silencio, sólo para enterarme bien de lo que decían entre ellos. Nos sentamos en el suelo con la espalda en el muro algunos y otros contra los muebles, esperando. Los ladrones no hablaban entre ellos y sólo se dirigían hacia el grupo de secuestrados para pedir silencio y amenazar con las pistolas. Bostecé a los cinco minutos. Aquello parecía ir para largo. Me incliné hacia Niko.

 

-- Esto es lo que más me exaspera de los muggles -- seguía con mi defensa contra oídos indiscretos activada, así que sólo podrían ver los movimientos pero no sentir nada. Por ello, les miraba atentamente para que no notaran que hablaba con mi alumno. -- Son tan lentos... ¿Sabes que aquel hombre ha activado una alarma silenciosa? Sería como nuestro... hum... Patronus. La alarma avisa a las fuerzas de Seguridad, quienes entrarán a reducir a los atracadores. ¿A qué es emocionante? Ver a los Aurores muggles entrando con su varita en el Banco...

 

Casi aplaudí y un atracador se giró hacia nuestro rincón. Carraspeé y guardé silencio un ratito más. No mucho, soy algo impaciente.

 

-- ¡Demonios, pasan de la una...! Tendrían que liberarnos de una vez. Verás, Niko. Los pseudo-aurores, los muggles, no tienen varita. Es por eso que te dije que no la trajeras, no podemos usar magia delante de ellos. Ejem...

 

¿Se habría dado cuenta que la había usado en el autobús? Esperaba que no, por supuesto... Pero, de todas maneras, no importaba porque en sí, la Ley del Secretismo se podía estirar hasta la norma endeble de "si nadie me ha visto...", aunque no era lo que debía enseñarles a los alumnos, claro...

 

-- Tienen un sistema parecido al nuestro, con un Cuartel de Policía en el que sus miembros acuden ante las llamadas hechas por el teléfono. Aquello blanco es un teléfono, ¿lo ves? Lo que está encima de la mesa. Es un aparatejo con números, marcas el número asignado a los miembros de seguridad y te responden ellos. ¿A qué es ingenioso? Lo malo es que son tantas personas que has de aprenderte números larguísimos. También puedes llamarles por el otro aparatejo, ese color crema que está al lado. Se llama ordenator tecladoiensis. Con él conectas con una central de alarmas, les explicas lo que pasa y ellos vienen. Las alarmas son instantáneas, sólo la pulsas y ellos saben que algo ocurre. ¿Lo oyes? Esos sonidos de ahí fuera son las alarmas. No, no me refiero a las campanas de esa iglesia. Eso es que llaman a un rito religioso, después te lo explico. Me refiero a ese "niii-nooo-niii-nooo", normalmente el sonido va acompañado de luces rojas y azules que son el símbolo de que llega la Policía.

 

En ese momento sonó una voz altamente amplificada.

 

-- "Les habla la Policía. Por favor, suelten a los rehenes" -- Sonreí a Niko.

 

-- Los rehenes somos nosotros. ¿A qué es interesante? -- La cara del Director de la Universidad no parecía sentir el mismo ánimo positivo que yo. -- Ahora empezarán a negociar para sacarnos de aquí. Supongo que los atracadores no cederán y después amenazarán con pegarnos un tiro. En algún momento, éstos entrarán y nos sacarán. Aunque... Uffa, se hace tarde. ¿Sabes lo que es pegar un tiro?

 

Mi mirada se había hecho más dura mientras pensaba en las armas de los muggles.

 

-- La violencia es innata en el corazón de los hombres, Niko, sean muggles o mágicos -- dije, con voz pensativa y mirada perdida. -- Amo la cultura muggle, creo que son magníficos en la inventiva, solucionando problemas sin magia de forma sorpresiva. ¿Oíste a la Policía? Usaban un megáfono que amplifica la voz, como nuestro "Sonorus". Son ingeniosos. Sin embargo, odio sus armas. Son diestros en crear instrumentos que sirven para matarse.

 

Permanecí en silencio, observando los movimientos nerviosos de los secuestradores. "No deben ir bien las negociaciones para ellos", pensé.

 

-- Se pueden matar de forma individual y de forma globalizada. Un asco... -- ¿Éramos mejores nosotros, con nuestra magia oscura, con nuestros hechizos de ataque, con nuestros libros de magia que nos hacía ser más agresivos? -- Las armas blancas son las relacionadas con armas de filo, navajas, cuchillos, hachas... Se usan en cuerpo a cuerpo, a poca distancia. También están las armas de fuego, que permiten una distancia mayor del contrincante. Son artilugios que -- no sabía bien su funcionamiento pero proseguí sin que se diera cuenta -- golpean un proyectil, lanzándolo a gran velocidad contra el objetivo. A eso le llaman "pegar tiros". Son desagradables en cuanto a sonido y a la sangre que sueltan. Espero que no veamos ninguna.

 

Bufé y me froté las manos sobre las piernas. Empezaba a sentir frío, sentada en el suelo.

 

-- Si a la una y media no nos han sacado, tendremos que irnos, Niko. Hay muchas cosas que aprender aún del mundo muggle. No nos podemos pasar todo el día tirados en un banco.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Los ladrones los hicieron sentar con su espalda contra una pared en el piso - En serio que esto te va a salir caro - Le dijo a Sagitas sabiendo que la mujer tenía activado el anillo contra oídos indiscretos. Hacer pasar al Director de la Universidad por una situación como esa no había sido una gran idea y quizás el rubio no la perdonaría en mucho tiempo - No, no es emocionante nada de esto - Estaba un poco disgustado con la situación y solo deseaba salir de allí pero no podría utilizar su magia.

 

- ¿Campanas de la iglesia? - La historia del teléfono y su uso no le parecía muy interesante pero eso sí. No obstante, Sagitas siguió hablando como si nada y dijo que después le explicaría - Nah, eso suena mejor. ¿Por qué no me cuentas un poco sobre ese rito? - Era un mago y no entendía ese tipo de cosas así que mejor entenderlas en ese momento y no en el futuro. Era parte del aprendizaje y conocimiento que deseaba encontrar en la clase y no una experiencia traumática como la que estaba teniendo que vivir en dicho momento.

 

- Sigue sin parecerme interesante - Sagitas debía dejar de preguntar eso antes de que el rubio tuviera ganas de desaparecer porque eso no terminaría nada bien ni para ella ni para él - No, no lo sé y no suena nada bien - La expresión que acababa de utilizar no parecía ser muy buena y eso asustó un poco al Tonks. Sus deseos consistían en querer salir de dicho lugar tan pronto como fuera posible para regresar a su oficina y pensar en un nuevo decreto educativo.

 

- Claro que tenemos que irnos - La historia sobre las armas no le había gustado mucho dado que odiaba la violencia y no era agradable conocer cómo los muggles acaban con sus propias vidas entre ellos. Una situación muy parecida a la que vivían en el mundo mágico - Pero... ¿tienes algún plan? - No estaba seguro de lo que harían para salir del sitio pero no estaba dispuesto a utilizar su capacidad de aparecer y desaparecer ni sus habilidades mágicas para salir.

 

- Aunque quizás pueda jugar con sus mentes un poco - Pensó, dominaba la Legilimancia y la Oclumancia bastante bien como para poder intentar hacer algo al interior de sus cabezas pero seguramente no era una buena idea en esa situación.

w3PBwnw.png


Zn4buB8.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Volví a mirar el reloj a hurtadillas cuando sentí una corriente de aire. La puerta de entrada se abría y entraban unos hombres con traje amarillo y naranja fluorescente. Sonreí de nuevo, maravillada, y di un codazo a Niko, olvidando por completo que esa familiaridad no era apropiada para el Director de la Universidad Mágica.

 

-- ¿Ves eso? Son paramédicos. ¿A qué es emo...? Esto... -- La cara de pocos amigos de mi alumno me hizo desistir de repetir, por enésima vez, la frase coletilla con la que estaba acabando todos mis monólogos. ¿Es qué él no disfrutaba de aquella clase como yo? Pero si lo teníamos fácil para escapar sólo que mi espíritu fenixiano me impedía dejar a aquella gente inocente en manos de tan indeseables personajillos. -- ¿Crees que podría usar un Confundus? Ya sé que no se puede hacer magia ante muggles pero... si no se enteran...

 

Era tentador estirar un poco la fina línea entre lo correcto y lo ilegal de violar la Ley del Secretísimo Secreto de la Magia ante Muggles pero Niko era un personaje muy conocido en el mundo mágico. En Ottery, era el Director de la Academia, además de un Warlock como yo, lo que implicaba que mucha gente podría escuchar sus quejas, si las hubiera. Le sonreí para disimular mi desconcierto.

 

-- Sabes que estás aprobado, ¿verdad? Resistir un viaje en autobús muggle, un secuestro en un banco muggle y toda mi verborragia, te da el aprobado directo aunque... , si quieres... Seguimos la clase.

 

Mientras hablábamos, los paramédicos se habían convertido en policías camuflados y estaban contrarrestando a los secuestradores. Cuando los muggles que nos acompañaban en el suelo aplaudieron y se levantaban fue cuando me di cuenta que todo había acabado.

 

-- ¡Leñes! Me lo perdí... Vamos, Niko, aún tenemos tiempo de llegar al Centro Comercial y aprovechar las Rebajas. ¿Sabes lo que son? Una gran aventura más excitante aún que un atraco al banco. Los muggles luchan y pelean por ofertas de trapitos, a veces se arañan y se muerden. ¡Es tan emoci...! Hem... Vamos.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.