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Prueba Libro del Caos


Bakari
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Nevaba, empezaba a formarse el ambiente navideño que celebran los habitantes de aquella localidad, esperando una cantidad de regalos y despedían el presente año y recibian el nuevo entre algarabia y abrazos familiares. El techo de su cabaña empezaba a teñirse lentamente de blanco, como seguramente pasaría con el resto de viviendas y con toda la superficie que estuviese descubierta. La temperatura bajó varios puntos.

 

Estaba alejado un poco de su cabaña, era el mismo lugar de siempre donde colocaba a sus estudiantes a enfrentarse en la última prueba para analizar sus conocimientos adquiridos sobre el libro de hechizos y como se manejaban con los complicados encantamientos.

 

- Debes enfrentarme - Dijo esperando que el chico rubio realizara su primer movimiento.

 

Viejo y algo hastiado, no se movió mucho, solo suspiró esperando que el pobre hombre pudiera realizar dos movimientos correctos para tarminar con todo eso y mandarlo a casa, seguro que esperaba con ansias recibir el nuevo año con sus familiares. Tonterías que realizaban las personas en esas ocasiones, Bakari por su parte solo quería dormir y meditar, tratar de recuperar su juventud con ambas cosas.

 

Por un momento admiro como los copos de nieve caian desde el cielo y pintaban el cesped donde se encontraba de un color blanquecino y cada segundo que pasaba aumetaba la cantidad.

 

------------------

 

@@Niko Uzumaki

  • El duelo tendrá una duración de una semana
  • Pasadas 24 horas sin respuesta del contrincante, los ataques se considerarán impactados.
  • Pasadas 48 horas sin respuesta del contrincante, se considerará abandono (reprobará).
  • Los hechizos permitidos son los de la lista de neutrales, bando hasta el rango Tempestad, Legionario y los libros de hechizos hasta el libro del Caos.
  • Nos guiaremos por las reglas de Duelos y Asaltos.
  • Las dudas sobre la prueba podrán ser realizadas en el topic de dudas y consultas del libro del Caos.
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- ¿Enfrentarte? - Repitió el Tonks en su mente. No entendía por qué siempre le pasaban esas cosas a él. No le gustaban los uzzas y ahora tendría que enfrentar a uno de ellos para demostrar que había aprendido lo suficiente y podría aprobar. Hasta el momento todo había salido bien y había logrado demostrar conocimiento suficiente en las pruebas - Espero lograrlo, no te puedes poner nervioso - Fueron sus propias palabras de aliento para sentirse un poco mejor con la situación y no entrar en crisis nerviosa por tener que atacar a su maestro.

 

- Cinaede - Dijo mientras alrededor del uzza comenzó a aparecer un veneno gaseosa cuya intención era matarlo. El poder de Niko era demasiado alto debido a su experiencia acumulada aunque no tanto como el Bakari pero lo suficiente como para tenerlo ocupado durante un buen tiempo y poder pensar una mejor estrategia para implementar los hechizos del Libro del Caos que acababa de aprender junto al guerrero que enfrentaba.

 

Los copos de nieve habían comenzado a caer lentamente y Niko sostenía sus varita firme para defenderse de cualquier tipo de ataque enviado por el guerrero - Espero salir vivo de esta - Su conocimiento en duelos no era el mejor y sabía que tenía todo para perder en contra de Bakari pero solo deseaba que lo demostrado fuese suficiente para complacer al guerrero, incluso si lo derrotaba en medio del duelo.

 

El Tonks se había asegurado de estar lo suficientemente lejos como para evitar los ataques más cercanos y aquellos hechizos capaces de recorrer determinada distancia. Su hechizo no era claro si había tenido o no el efecto deseado pero al menos lo podría frenar durante un poco de tiempo.

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El chico pareció sorprenderse al enterarse del enfrentamiento que estaba por ocurrir, pensaba que el mundo o alguna deidad superior le estaba colocando pruebas imposibles de superar en su día a día haciendo que la complejidad de su vida aumentara y la felicidad disminuyera. Sin embargo, no se acobardó ni huyó, sin decir ni una palabra más simplemente atacó.

Un gas venenoso invisible penetró en sus vías respiratorias haciendo que su respiración empezará a tornarse difícil, pero entre cada intento de aire que intentaba conseguir estaba seguro que podía decir alguna última palabra, como se esta cerca de la muerte y quiere despedirse de alguien que se tiene al lado. Jadeando, luchando por conseguir esa bocanada de aire, aspiró varias veces con la boca abierta.

- Expavescerent - Dijo en un susurro casi imperceptible, pero lo suficiente para que su arma mágica lo pudiese escuchar.

Los efectos que estaban en funcionamiento en ese instante, el veneno del Cinaede desapareció y la posibilidad de que ambos lo usarán nuevamente en el duelo también, un hechizo menos del cual preocuparse, así obligaba al chico a utilizar un poco más los importantes y eran los que estaban en el libro del Caos.

La Rueda de Poder que logró invocar después de pensar rápidamente en los malos pensamientos necesarios para que se reconocieran sus habilidades mágicas no lo favoreció en lo absoluto y sus hechizos a partir de ese momento no tendrían la fuerza de daño que realmente esperaba ni siquiera de una forma normal. Era mucho menor que eso, básicamente estaba al nivel que su alumno.

Por eso cuando lanzó la Arena del Hechicero, supo que tendría la capacidad de cegarlo, pero no duraría la misma cantidad de tiempo el cual estaba acostumbrado así que esta vez su ventaja no era mucha, tal vez le funcionaría un par de segundos lo suficiente para bloquearle sus próximos dos hechizos. Era una ciencia algo incierta cuando la rueda de poder te afectaba de esa manera.

Todo a su alrededor en ese momento estaba cubierto por una capa blanca de nieve, era como si de un momento a otro se hubiesen trasladado a uno de los polos del planeta tierra, pero simplemente estaba allí siendo castigados por el inclemente frío y por la nieve que poco a poco aumentaba la velocidad de su caída.

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Su Rueda de la Fortuna no tuvo éxito, así que tuvo que pensar en una estrategia nueva lo más rápido posible. Su Cinaede había sido cancelado con mucha facilidad por parte del uzza y además lo bloqueaba para utilizarlo nuevamente. Había usado un hechizo demasiado poderoso y no podía hacer nada en su contra. Su estrategia tendría que cambiar si desaba ganar el duelo o al menos no morir en el intento.

 

- Arena del Hechicero - Pensó, el hechizo buscaba dejar a Bakari con su visión bastante afectada pero no contaba con que se generaría un intercambio de daños producto del mismo hechizo. Comenzó a a sentir que su vista se iba perdiendo y estaba quedando ciego producto de la arena que le había enviado el uzza.

 

- Bien jugado - Pensó dado que él sí tendría una oportunidad de curarse - Cantar de Eleboro - Dijo fuerte, seguido una vibración hizo presencia en su varita para restaurar su vista y proteger sus sentidos de otro ataque como aquel. Bakari por su parte seguía con el mismo problema dado que no había tenido oportunidad de curarse.

 

- Por ahora sigo vivo - No podía creer que hubiese logrado sobrevivir hasta ese momento y con el menor daño posible así que todo iba bien para él. No obstante, estaba enfrentando a un uzza y no podía confiarse porque podría acabar con su vida demasiado fácil.

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No pudo evitar que los copos de nieve cayeran con más fuerza tiñendo así de más blanco el paisaje y bajando la temperatura a casi los ceros grados centígrado. Tampoco pudo evitar verse afectado por el mismo hechizo que él había realizado segundos antes, los huesos cristalizados de la Arena de Hechicero bloqueó su visión como si un puño de polvo estuviese en ellos, era molesto, pero estaba acostumbrado desde hacía tiempo a la sensación debido a su experiencia.

Concentrando una vez más sus energías pudo convocar uno de los entes demoníacos, un Señor del Caos imponente y temeroso a la vista apareció a su lado con la intención de ayudarlo en lo que necesitará. En ese momento, pudo arrebatarme uno de los hechizos que tenía encima, así que las Arenas del Hechicero lanzadas por su alumno dejaron de surtir efecto en sus ojos, recuperando su visión como si nada hubiese pasado y ofreciéndole algo de ventaja.

- Vara de Cristal - Mencionó cansado ya del frío y de la necesidad de seguir dueleando, quería descansar. - Expelliarmus.

Primero su varita mágica se transformó de inmediato en una especie de bastón, sobrepasando su estatura por unos centímetros de un color rojo brillante parecido a la sangre derramada. Tenía un aspecto hermoso y parecía tener la capacidad de pensar por su cuenta. Segundo, un rayo azulado no viajo como es costumbre, claro que no. La Vara de Cristal no solamente tenía la habilidad de volver más grande su varita mágica, imbuyó el rayo y lo convirtió en algo imperceptible.

Apenas Bakari terminó de pronunciar sus palabras la varita de joven alumno salió disparada a cinco centímetros a su derecha, sin saber todavía nada de lo ocurrido. Debía recuperarla.

- Maldición - Pensó para que se viera afectado justo en el momento de que recuperase su arma y no pudiese gesticular un hechizo coherente que pudiese afectarlo.

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- Estos hechizos son nuevos para mí - El Tonks estaba pensando en los hechizos utilizados por Bakari y su poco conocimiento sobre los efectos de los mismos. Justo en ese momento el Uzza utilizó uno de esos hechizos junto a un Expelliarmus del cual no se pudo defender dado que su varita salió volando pero solo a 5 centímetros de él - Esto no me gusta, odio perder mi varita - Su mirada no fue muy amigable con el guerrero dado que eso no era algo bueno.

 

El Tonks se inclinó un poco al piso y estiró su mano ligeramente para recuperar su varita que no estaba lejos justo antes de que Bakari pudiese realizar su siguiente moviento (Maldición). Así mismo utilizó una Rueda del Caos cuyo efecto fue nulo, su poder se mantuvo igual que antes de invocarla - No ha funcionado - La suerte no parecía estar de su lado como en la clase pero no importaba al menos tenía el mismo poder que siempre y sabía que con eso era más que suficiente para lograr defenderse adecuadamente de Bakari.

 

- Flechas de Fuego - No sabía que había pasado por la mente de Bakari pero seguro no era algo bueno y necesitaba evitar intentar hacer algo verbal. De la varita el rubio salieron unos filamentos de fuego dispuestos a quemar todo el cuerpo de Bakari y ocasionarle heridas demasiado grandes como para poder seguir peleando con las mismas ganas y fortaleza.

 

- Espero que la suerte mejore - No sabía qué esperar de sus siguientes intentos con los hechizos del libro del caos pero esperaba que todo mejorara para poder utilizar sus efectos como deseaba. Por ahora todo iba bien y había logrado mantenerse de pie y con vida en el duelo pero no estaba seguro de qué pasaría en los próximos minutos.

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