CCM & Transformaciones

[Rory Despard]

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Fritz no era un hombre de festejos, por eso los excesos de las celebraciones de fin de año le habían dejado el cuerpo molido y grandes dolores de cabeza. Sin embargo, prefería morir a admitir que no estaba en condiciones de hacer adecuadamente sus labores de vigilancia de los terrenos de la universidad. Y por esa razón, se había presentado la noche anterior puntual a la hora de ingreso y con el uniforme reglamentario de todos los vigilantes.

 

Le alegraba que esa noche la tarea que tenía era sencilla: Cuidar de tres especies de criaturas mágicas que habían sido transportadas desde el más prestigioso magiczoo de Inglaterra, para la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas que comenzaría al día siguiente. Recibió de su compañero las hojas de indicaciones dejadas por la profesora de la asignatura respecto al cuidado de las mismas y juntos inspeccionaron los lugares donde los animales se encontraban.

 

Todo estaba en orden. Fritz se acomodó en su caseta de vigilancia. La resaca seguía haciendo sus estragos, así que quizá tomar una pequeña siesta para aliviarse no estaría mal...

 

Pero cuando abrió los ojos, la luz que se colaba a chorros por la ventana lo hizo despertar alarmado. El sol brillaba en medio de un cielo despejado ¡se había dormido toda la noche! Inquieto, el hombre se convirtió en un auténtico manojo de nervios cuando comprobó que las criaturas en el lago ya no estaban más donde la noche anterior las habían dejado. ¿Pero cómo podía ser eso posible? ¿Cómo criaturas tan enormes como una serpiente marina y un kelpie podían desaparecer sin dejar rastro alguno?

 

Y lo peor era que a él le tocaría dar las explicaciones y confiar en que la profesora de la clase no ordenara su despido inmediato de ese puesto.

 

**********

Había sido una grata sorpresa la llegada del correo de Niko informándome que nuevamente daría una clase. La emoción se multiplicaba porque se trataba de alguien ya conocida, por lo cual saltándome los usuales protocolos habíamos comenzado un intercambio intensivo de mensajes por lechuza. Era un incentivo que yo procuraba dar a mis alumnos el que escogieran las criaturas mágicas en las que deseaban profundizar sus conocimientos. Las elecciones de Melrose me habían sorprendido, pero considerando la peligrosidad de las criaturas requeridas, había decidido llevar la clase con animales domesticados de un zoo cercano a tener que ir a sus verdaderos hábitats.

 

El proceso para conseguir los permisos de traslado había sido arduo, por eso me sentía orgullosa de haberlos conseguido en tiempo récord. El día anterior había seguido paso a paso su traslado y no me había retirado hasta casi el anochecer, en el momento en que ambas criaturas daban un hermoso espectáculo asomando cada tanto a la superficie del lago.

 

Sin embargo, cuando al llegar a la universidad (enfundada en mis usuales ropajes muggles y unas botas) observé el gesto desencajado del vigilante, supuse que algo ya no marchaba bien. Para cuando el hombre con balbuceantes explicaciones consiguió comunicarme lo sucedido se me vino el alma a los pies.

 

¿Que haría ahora? Melrose no tardaría en llegar, pero me resultaba hasta desconsiderado que tuviera que ver su enseñanza comprometida, habiendo invertido los galeones que costaban aquellas clases. Además, aunque no desconfiaba de mis habilidades, era evidente que incluso con ella dar con el paradero de las dos criaturas iba ser un trabajo peligroso.

 

Fue entonces que vi a Matt, quien sabía dictaría clases en un terreno aledaño a donde me encontraba. Había sido mi profesor de Tranformaciones en la última clase recibida en el Ateneo y una de las pocas personas en las que en ese momento tan delicado podía confiar. Sabía que era un buen tipo y quizá podría ayudarme a resolver ese embrollo sin que tuviéramos que alarmar a los directores, la comunidad universitaria o ser la comidilla de la prensa amarillista.

 

- Matt, es un verdadero gusto encontrarte- le dije intentado sonar lo más ecuánime posible pese a mis nervios- Me siento apenadísima de comentarte en un asunto así, pero me temo que sin ayuda de alguien más este asunto puede acrecentarse y es lo último que deseo.

 

Rebuscando en mi gabardina extraje varias fotos que el día anterior había sacado a las criaturas y los alrededores y que con mucho cuidado había revelado en la madrugada.

 

- Un kelpie y una serpiente marina han desaparecido del lago y necesitaré ayuda para localizarlos antes que causen estragos o termine yo en Azkaban por no devolverlos a tiempo a sus dueños ¿Podrán tu alumno y tú ayudarme con esta búsqueda?

[Matt Blackner]

Las vacaciones de navidad terminaban, se notaba en el ambiente. Los árboles de navidad dejaban de incendiarse, los graciosos guardarían sus adornos navideños explosivos hasta el año siguiente, y las clases en la academia volvían a dar comienzo.

 

Me agradó saber, no solo qeu volvería a dar clase, sino qeu además mi alumno sería el primo Antoni. Nos entendíamos bien, y ya pensaba en como dar la clase, probablemente una pequeña parte de teoría para dar paso a una expedición práctica, buscando que cosas podríamos transformar.

 

Asi qeu aquella mañana me vestí, con un pantalón negro y una camisa azul claro sobre la que me puse un jersey de color gris. La varita como siempre en el bolsillo derecho trasero de mi pantalón, y mi mochila al hombro donde guardaba algunas cosas útiles para la clase.

 

Normalmente, como impartía mis clases en las gradas junto al lago, aparecía en los terrenos de la academia y me encaminaba hacia mi clase, pero aquel día me pasé por la cafetería para pedir un café humeante. Y asi, con la taza en la mano derecha y la izquierda en el bolsillo del pantalón, caminaba dispuesto a buscar mi grada cuando alguien me llamó.

 

- @ ! No te preocupes, que ha pasado? - pregunté.

 

Mientras bebía el café la miraba, escuchando atentamente lo que me explicaba. A pesar de su sonrisa, la sentía nerviosa, y no era para menos...se habían extraviado las criaturas de su clase!

- Tranquila, nadie acabará en Azkaban. Daremos con esas criaturas antes de acabar el día. - le dije.

 

Pedí un trozo de pergamino al guardia, y tomando un bolígrafo (era un invento muggle, pero siempre llevaba uno encima...eran muy útiles) garabateé una nota para mi primo:

 

 

 

@ :

 

Primo! que te parece si durante nuestra clase de hoy atrapamos un par de criaturas? Te espero en el área de clase de Cuidado de Criaturas Mágicas.

 

Matt

 

un toque con la varita, y la nota se convirtió en un avioncito que buscaría raudo al primo.

- Bien Bel...por qué no vamos mientras hacia el lugar donde dabas la clase? A ver si vemos alguna pista.

[Anthony R. Dracony M.]

Su ánimo no estaba bien, quería olvidar las últimas semanas, se desplazo por la propiedad nueva, salió de la cabaña y camino hasta el sendero donde se hallaba el carruaje. Estaba en el mismo lugar donde lo dejaron del día anterior, la diferencia es que no se encontraba el thestral, podría llamar al elfo vigilante o a Tofi, el encargado del alquiler de transportes y cabañas...por un momento lo pensó, sería tranquilizante dar un paseo...

 

 

Entonces llego una nota doblada como los memos ministeriales. La tomo apenas se acerco a él y aunque ya esperaba esa notificación, se encogió de hombros por encontrarse tan alejado que la nota tardo un día en llegar a él. Así que debería actuar de un modo rápido para llegar a tiempo a la clase...

 

 

Lo cavilo unos minutos y se decidió entonces. Conoce la Universidad Mágica, le es muy familiar sobre todo el lago...si, ese será buen sitio, se concentra y alza su mano con la varita de arce en ella, visualiza el lugar donde solía ver a "Sombra" cuando este lo visitaba en esas tardes solitarias.

 

 

Hace un movimiento vertical frente a él, este abre el espacio mismo y el portal se abre lo suficiente para que lo traspase. Es un modo muy rápido de acudir a la institución y seguro, ya que no tiene que preocuparse por el hechizo antiaparición que pudiera estar activado.

 

 

El lugar elegido esta muy lejano al edificio donde se hallan los dormitorios pero el se encamina al área que se señalaba como la indicada para la clase de criaturas. A su mente venía ese día que charlo con Cillian, quien según recordaba, era profesor de Criaturas...lo que no sabía si seguía siendo de esa asignatura.

 

 

Su andar lo llevo ante @@Matt Blackner , su primo se encuentra de una joven que conoce @ probablemente conocida de Matt, no sabe bien si sea oportuno interrumpir pero se acerca y saluda con una reverencia.

 

 

--Buenos días a ambos, he caminado la más aprisa posible, no recordaba el lugar exacto y me llevo tiempo encontrarlos pero estoy aquí al fin. Hola Bel, que gusto verte nuevamente, buen día primo, perdona la pregunta, pero ¿de cuántas criaturas debemos preocuparnos, son parte de la Universidad o de algún profesor? nunca me he dedicado a atrapar criaturas pero...¿hay huellas? -- Esperaba y si, o al menos alguna pista que se pudiera seguir.

[Matt Blackner]

Caminé junto a @ hasta la zona del lago donde ella impartiría la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas. Si se habían escapado probablemente se debía a que el guardia se hubiera descuidado...

 

Apenas tuvimos tiempo de observar la zona, cuando sentí pasos a nuestra espalda. Al girarme me encontré con @ que ya se presentaba a la clase. Sonreí, estrechando la mano del recién llegado una vez se enderezó tras la reverencia, ya preguntando sobre lo que haríamos.

 

- Bien, tendremos que ayudar a Bel a dar con esas criaturas, son su responsabilidad al fin y al cabo. Se trata de dos seres, un Kelpie y una Serpiente Marina.

 

Me froté la barbilla, observando el terreno pensativo. Di unos pasos hacia la orilla y alli, descubrí varias marcas. Las señalé con la mano y miré a mis acompañantes.

- Marcas de arrastre, junto a lo qeu parecen unos cascos. el Kelpie habrá adoptado la forma de algún tipo de caballo. Al menos tenemos por donde empezar.

 

Pero como Bel también esperaba a su alumna, empecé con la teoría.

- Bueno primo, ya sabes qeu en la transformación hay un elemento necesario para que sea realmente efectiva: decisión. Sin ella, no tendrán un buen funcionamientos los hechizos que pronunciemos. Ni transformaras el objeto deseado, ni conseguirás un buen resultado, lo qeu podría incluso llegar a ser peligroso. Hay algo qeu rige las normas de esta materia...sabes algo sobre las Leyes de Gamp? - pregunté.

[Melrose Moody]

Se distrajo al llegar a clase. O mejor dicho, poco antes de llegar, porque se encontraba ya en los terrenos de la Universidad. Por supuesto, como en muchas ocasiones anteriores, se había debido a su nariz: había habido una mata de menta oculta entre unos arbustos, creciendo entre sol y sombra. No era algo particularmente especial pero no había visto una en años y se había guardado unas cuantas raíces para plantarlas en el castillo de los Moody.

 

Por eso, cuando llegó, aún tenía las manos manchadas de tierra y algo de sudor en la frente. Su túnica marrón y las sandalias gladiadoras, por suerte, se habían salvado del desastre gracias en parte a su color. Se había demorado por supuesto y pudo notar que tanto Evans como otras dos personas que supuso se tratarían de alumnos, ya se encontraban avocados a alguna clase de tarea, conversando entre ellos en tono regular.

 

Mel se limitó a limpiarse un poco con la varita, utilizando algunos mal ejecutados fregotegos, antes de acercarse hacia la que sabía sería su instructora. A diferencia de otras ocasiones, se sentía particularmente inclinada a aprender esta vez, pues era la primera clase a la que se inscribía por cuenta propia, con el dinero que había obtenido de su segundo sueldo como conciliadora. Algo totalmente ajeno a la vieja Mel, que había huido de los éxtasis tan pronto había podido.

 

―Eh... buen día ―llamó entonces con tono inseguro cuando se hubo aproximado lo suficiente. Tenía un oído fino gracias a su licantropía, por lo que había alcanzado a captar la última parte del mensaje de uno de ellos, así que supo al instante que no podía tratarse de un alumno, si no de un instructor y se preguntó si no se habría equivocado de lugar―. Venía por mi clase de Cuidado de Criaturas Mágicas aunque ―miró alrededor intrigada― no veo ninguna ¿me he equivocado de lugar?

[Anthony R. Dracony M.]

Me sentí mucho mejor al ser saludo por mi primo Matt estrechando nuestras manos, es d las personas con quien más participo en el trabajo Ministerial, así como de visitar su local o los de su familia. En su saludo note alegría que me saco una sonrisa pero enterarme que Bel era la responsable de las criaturas, me parecía in-lógico ya que la conozco de una persona bastante profesional.

 

 

Gracias a la respuesta de mi primo Matt, me entere de las criaturas que había que buscar...por el tamaño supongo que no debe ser tan difícil verlas, aunque si ya llevaban horas perdidas es posible que ya estuviesen a gran distancia de ahí...quizás en el campo de Quidditch! recordaba bien que el campo esta al este del Campus Universitario.

 

 

Matt señalo entonces las marcas que las criaturas dejaron : de arrastre y de cascos...fue que oí que el Kelpie seguramente había adoptado la forma de un caballo, dato que yo desconocía y me di un golpe en la frente..."Voy a tener que tomar también el conocimiento de criaturas....¿así que el Kelpie adopta varias formas? ¡vaya! me pregunto....¿qué otras adoptará?

 

 

Me interese por ver las marcas, por lo que puse rodilla al suelo, viendo la dirección que debieron tomar el Kelpie y la serpiente, aunque no me dio tiempo de formular ninguna hipótesis, Matt me comenzaba a especificar lo esencial sobre transformar y me preguntaba: -"¿Sabes algo sobre las leyes de Gamp?"

 

 

 

Lo miré a los ojos...en esos días que llegue a Londres, tras enterarme que era mago, le había dicho a Reacon sobre mi mala suerte de no enterarme antes y usar mi magia para convertir las cosas en comida o aparecer todo un festin....su risa me sentó muy mal, creí que era bastante tonto, y que se riera de mi idea me lo confirmaba...claro que fue cuando me explico esa ley de Gamp y como lo tengo muy grabado en mi memoria, así como Reacon me lo explico, comencé a decirse lo a Matt.

 

-- No se puede crear alimentos de la nada, si fuese posible eso, ¿no crees que ya se hubiese acabado con el hambre de tantos pobres? la comida se puede multiplicar o atraer de un sitio donde la halla, cambiar de lugar o incluso codimentar. La magia no puede crear amor o afecto, no se puede crear vida, ni dinero , si fuera posible no tendríamos que trabajar para obtenerlo y...me parece que tampoco se puede enarbolar la varita para obtener sabiduría, sobraría tener escuelas de magia o la Universidad Mágica, entonces es por eso que los conocimientos debemos haberlos estudiado antes y solo así aumentarlos. Basicamente esas son las excepciones sobre la magia.

 

 

 

Me gire a ver a una joven, deje de estar agachado inspeccionando las marcas señaladas por Matt y que pensamos dejaron las criaturas al retirarse del lago, me levante para estar más formal y la recién llegada preguntaba por la clase de criaturas, mucha importancia tendría darnos prisa así que exprese lo que sospechaba.

 

 

-- Hola, Matt, digo, profesor Blackner ¿no estan las marcas de las criaturas hacia el este? pueda ser que se dirigieros al campo de quidditch...espero que no se les ocurra entrar al comedor o los dormitorios, pueden crear mucho alboroto ¿no les parece?

 

 

@@Matt Blackner

[Rory Despard]

- Me parece perfecto, vamos- respondí a Matt agradecida con su amabilidad de apoyarme junto a su alumno en el engorroso problema de las criaturas perdidas.

 

Nos encaminamos al lago. Necesitábamos dar con una pista que comenzara a llevarnos en la dirección correcta y contaba que mientras más manos se pusieran en ello, la encontraríamos con mayor facilidad. Apenas instantes después de llegar se hacía presente el alumno de Matt y una sonrisa inmediato se formó en mi cara al ver que se trataba de Antoni Tonks.

 

- Un gusto volver a encontrarnos Antoni, aun cuando son circunstancias tan desafortunadas- dije estrechando la mano del peliverde y poniéndome enseguida a examinar la huella que señalaba Matt- el tamaño y profundidad de la marca de arrastre coinciden con el peso y tamaño de la serpiente marina ¡encontraste bastante rápido una primera pista a trabajar!

 

Unos pasos tras de nosotros me hicieron girar automáticamente. Como lo supuse, se trataba de Melrose que llegaba. Sus palabras denotaron su confusión también, respecto del escenario que encontraba.

 

- No te has equivocado Melrose, es aquí- dije algo apenada mientras estiraba la mano también para saludarle ignorando el hecho de la tierra que traía encima- solo que hubo un ligero inconveniente...nos quedamos sin las criaturas y tanto Matt, como Antoni- señalé a ambos casi segura que ella no los conocía- aceptaron gentilmente ayudar con la búsqueda de ambas.

 

Aprovechando que en ese momento Matt preguntaba a Antoni temas relacionados a Transformaciones hice una indicación hacia Melrose para que se fijara en las marcas encontradas por Matt.

 

- Había pensado en sumergirnos en el lago, pero las marcas aquí delatan el hecho de que las criaturas salieron del lago. Un kelpie y una serpiente marina ni más ni menos- me volví de nuevo hacia ella- en tus cartas mostraste gran interés porque trabajáramos con estas criaturas ¿a que se debía ello? ¿es por la total ausencia de conocimiento sobre ellas o porque al contrario deseas afianzar conocimientos ya obtenidos?

 

Antes de ponernos con cualquier plan era vital saber cuanto se sabía de las criaturas a las que intentábamos encontrar. Porque incluso de pequeños datos podríamos obtener gran ayuda.

[Melrose Moody]

―Oh... ―replicó sorprendida, para nada incómoda― ya veo ¿las buscamos ahora entonces?

 

Sentía genuina curiosidad por conocerlas, a pesar de que desafortunadamente se hubieran perdido. Su espíritu se encontraba de buenos ánimos luego de ese encuentro con la mata de mentas así que no dejó que la noticia la tirara al suelo. En su lugar, examinó con curiosidad las marcas de las que estaban hablando todos. Eran bastante notorias y dejaban un rastro que se perdía poco más allá, fácil de seguir.

 

―La verdad, es que mi solicitud se debe a mi nulo conocimiento ―aceptó algo avergonzada, porque una cosa era hacer una simple solicitud o explicar sus motivos pero otra muy distinta, hacerlo frente a otras dos personas además de la propia Evans, desconocidos a quienes sólo había saludado agitando la mano con cierta timidez―. Dichas criaturas me parecieron apropiadas para iniciar.

 

Quizá fuera de un par de Moody, nadie más sabía de su capacidad de hablar con las serpientes. Ese era el motivo para desear aprender más sobre ella en particular. El kelpie era cosa distinta: su interés en dicha criatura se debía a un suceso de su pasado.

 

>>Entonces... quizá deberíamos apresurarnos ―dijo, sin tener ni idea de a qué campo de Quidditch o dormitorios se refería― se supone que todas las criaturas deben su catalogación al nivel de peligrosidad resultante de su contacto con los humanos ¿correcto?<<.

 

El pensar en términos lúgubres le daba escalofríos pero era mejor asegurarse. Mel no había llegado a escuchar que eran criaturas domesticadas, de manera que no tenía forma de saber que en realidad dicho "nivel de peligrosidad" estaba ostensiblemente disminuido, a diferencia de si Bel hubiese conseguido criaturas directamente de sus hábitat o traídos de la reserva.

[Matt Blackner]

Afirmé con la cabeza, ya que @ apuntaba a que las criaturas podrían haberse dirigido hacia los campos de quidditch. Era la ruta más lógica por las marcas que habían dejado.

 

Alcé la cabeza, mirando de nuevo sobre mi hombro para encontrarme con que @ hablaba con una joven. La recién llegada resultaba ser su alumna, asi qeu me puse de pie, dirigiéndome a las dos.

- Bel, deberíamos movernos hacia el este. El rastro parece ir en esa dirección. Nos acompañáis? Tendremos que colaborar entre todos para atraparlos.

 

Y con un gesto, invité al primo a que me acompañase, abriendo la marcha de rastreo.

- Buen Apunte primo. Las Leyes de Gamp marcan las pautas de loq eu podemos o no transformar, aunqeu debo hacer un pequeño apunte: SI que podemos "transformar" comida. Si te ofreciera una manzana, roja, brillante, con la piel suave y ese olor a recién cogida del árbol, la tomarías, incluso la morderías...Encontrándote tal vez con una piedra. POdemos imitar su aspecto físico, incluso el olor, pero en su interior, nunca dejaría de ser un objeto. Además, podemos influenciar y crear falsas sensaciones de amor, engañando al cerebro y los sentidos utilizando las pociones y filtros de amor, de tal forma qeu mientras tenga efecto, la otra persona estará enamorada de ti...aunqeu no sería algo real, desaparecería cuando sus efectos lo hiciesen.

 

Metí la mano derecha en el bolsillo trasero del pantalón.

- Bien, los hechizos se dividen en tres categorías, cada una con mayor dificultad que la anterior: La qeu transforma un objeto en otro, aquella qeu cambia los objetos en seres vivos y viceversa, y por último, los hechizos que transforman a las personas. Debo decir que todos los hechizos de transformación pueden anularse con un finite o, si son objetos, causándoles un daño suficiente con para que el hechizo se anule.

[Anthony R. Dracony M.]

Siempre me alegra esas oportunidades que la vida me regala para saludar a los amigos y amigas que conozco pero que por nuestras obligaciones y actividades, nos alejamos sin pretenderlo, por eso me alegro mucho el saludo que @ estreche su mano, me trasmitía ese afecto que hay entre nosotros y sonreí feliz por la afortunada coincidencia.

 

 

Levante mi mano para saludar a la joven alumna de Bel...una nueva persona que conocer un poco más...(@ ) solo el tiempo diría que tanto, pero por ahora lo que nos preocupaba era iniciar la clase. Seguí los pasos de mi primo @@Matt Blackner y mi profesor en el día de hoy, el rastro es tan claro que vamos al campo de Quidditch y recuerdo que hay un muñeco "mago" en el área dedicada a practicar duelo....en el mismo campo y al cual no visite nunca, o el campo de quidditch, no me di tiempo de ir, así que no los conozco pero igual camino con el grupo.

 

 

Matt me comparte unas buenas notas sobre transformación y me quedo pensativo con respecto a la "manzana que no es manzana" ??? ¿quién daría una manzana semejante a alguien más? ¡si hasta los malvados dan cosas buenas cuando es sobre comida! ¿o...acaso no? un estremecimiento recorrió mi espalda...no encontrando una justificación para tal acto de engaño...

 

 

Lo más difícil es para mi eso precisamente...darme cuenta de que hay personas que harían semejantes actos, solo por eso, porque pueden y tiene la intención de afectar a otros...deliberadamente, solo espero llegar hacerlo por una buena causa.

 

 

Lo escucho darme un importante apunte y lo miro por unos segundos, desvió la mirada miel y le narro lo que hasta ahora he vivido...

 

- Bien, los hechizos se dividen en tres categorías, cada una con mayor dificultad que la anterior: La que transforma un objeto en otro, aquella que cambia los objetos en seres vivos y viceversa, y por último, los hechizos que transforman a las personas. Debo decir que todos los hechizos de transformación pueden anularse con un finite o, si son objetos, causándoles un daño suficiente con para que el hechizo se anule.

 

 

--Lo que dices Matt, no me es del todo desconocido, al contrario, ¿recuerdas esa vez que me ayudaste en el departamento de criaturas? estaba hablando con Sean y hubo ese problema con los lobos...esa vez me enseñaste como hacer una jaula, transformaste lapices y otros objetos en otro objeto. Lo cual me parece que es por la utilidad que puede darse siendo al diferente. Del hechizo que cambia los objetos en seres vivos, lo vi y tuve que usarlo, en la clase de duelo, era imprescindible, sobre todo porque nos sirve de defensa, también presencie varias veces como se volvían a transformar en lo que eran antes...transformábamos un objeto tan grande como el animal que deseábamos, un librero en pantera por ejemplo, pero al atacarla con un sectusempra, en lugar de herir, perdía su forma...pero, ¿has dicho que hay hechizos que transforman personas? ¿no es el uso de pociones con las que es posible transformarse en alguien más? como usar la poción multijugos...

 

 

Calle un momento, al visualizar aquel "mago metálico" que alzaba la varita...¿porque se había activado? miré a un lado, ¿sería que había alumnos practicando duelo? al parecer nos interpusimos en el camino, llegamos al extremo del campo de quidditch, donde era el sitio que iniciaríamos a buscar a las criaturas perdidas...

 

 

@@Matt Blackner