Idiomas y Runas

[Valky]

—Gracias a Merlin tu si estás preparado… —comentó al ver que él mago sacaba un ejemplar que era el mismo que el profesor había mencionado en su interminable y aburridor discurso.

Ella por su parte solo había llevado su presencia a la clase, todos sus libros, así como la interminable colección que había tenido su difunto esposo Bastian, estaban en el castillo Karkarov y este estaba bien protegido bajo el encantamiento fidelius. Aunque ese no era el problema, en realidad ella aún no se sentía preparada para regresar a aquel lugar que albergaba tantos recuerdos.

Decidida a no dejar que la tristeza se apoderara de ella, volvió a poner atención a lo que su compañero le preguntaba. Giró el papel en donde minutos antes había estado dibujando y en una de las esquinas, con letra que dejaba notar que escribió al apuro, estaba el nombre de las tres runas que tenían que descifrar.

—Eran Ansuz, Dagaz y Kenaz… —dijo respondiendo —Voy a ser sincera, solo he escuchado la primera y si no estoy mal es el ¿conocimiento? —no estaba segura así que mejor era cerciorarse en el libro que tenían enfrente y así darle un poco de sentido a la búsqueda.

Algo le decía que a pesar de que aprobara esa clase, tendría que estudiar y leer mucho si quería de verdad dominar las runas. No le gustaban, pero eran necesarias para poder abrir portales.

—Mejor asegurémonos con el libro…—Sugirió al Warlock, sí conocía solo el significado de una de las tres runas, no podría empezar a lanzar ideas de que podrían expresar en conjunto.

[Orión Yaxley]

- ¿Qué se supone que estamos buscando?

 

Dio un largo respiro mientras recorría el escritorio y para luego sentarse en el borde del mismo. Sonrió por debajo. Tuvo sus quejas de que las Runas era una de las materias más aburridas de la Universidad. Él, luego de descubrirlas en la adolescencia y de pasar un poco más de 10 años trabajando con ellas, las aprendió a amar y entender. Y es que, no solamente eran un lenguaje más, sino que servían para potenciar la magia y realizar consultas con el más allá.

 

Carraspeó.

 

- Las runas los llevarán a lugares específicos del mundo mágico británico. Allí encontrarán otro acertijo. Otras tres runas de mayor complejidad para una segunda locación. Por último, en el tercer lugar, estaré yo, donde deberán realizarme una lectura con las runas. Sólo así podrán aprobar el curso.

 

Pasando en limpio; la clase se llevaría a cabo en tres lugares, con el último teniendo en cuenta una consulta.

 

Clavó la mirada en Gabrielle que se juntaba con su hermana. Le ardían las orejas. Seguramente lo estaban destrozando a sus espaldas. Se rascó un poco la barba cobriza y se acomodó el cabello del mismo color. Ya tenía canas visibles que nacían en los costados e iban perdiendo intensidad conforme iban a su nuca.

 

- Cada runa tiene un concepto específico, que juega con las otras que la acompañan. De esa manera, es muy importante el mensaje último. “Dagaz” no es solamente día. Capaz, significa algo más. Pueden usar cualquier material que necesiten. En esta instancia los supervisaré.

[Helike R V PB]

"Pues nada, lo haré sóla" pensó para sí la mortífaga, al ver cómo pequeños grupos se iban formando, para hacer las lecturas de las Runas. Empezaba un poquito a odiarlas. No entendía ni jota de lo que tenían que buscar, pero gracias a su oído agudizado, pudo escuchar algunos comentarios sobre ellas... Decidió sacar su viejo libro, por si le decía algo...

 

El profesor habló y la morena le prestó atención. Así que encima, tendrían que buscar más pistas para ir enlazándolas y luego encontrar a Orión. Enarcó una ceja, si ya la cosa era un poco complicada ahora lo sería más.

 

- Casi prefiero estar en una clase de habilidad, sería más divertido -murmuró la mujer intentando descifrar algo. Recogió un pergamino y anotó las palabras. Decidió anotar con una pluma que había comprado hace tiempo y relleno lo más significativo.

 

- ansuz: trae el conocimiento verdadero. Es la de los mensajes, las noticias y los comentarios ; Dagaz, el progreso: Es la luz del día. Indica un fin de ciclo y una iniciación en nuevas artes y caminos; Kenaz, el fuego: Significa apertura. Habla de nuevos comienzos y de claridad en los proyectos.

 

- No entiendo nada de nada - soltó al terminar de leer de nuevo las runas- ¿Será que debemos emprender un camino, no sé a dónde y luego ahí buscar la apertura de nuevos conocimientos? -soltó- menuda tontería... ¿Acaso debemos ir a la biblioteca? Porque sino, no comprendo nada... Tendré que volver a leer, otra vez.

 

Pero al menos, quería intentarlo...

 

- Profesor, cómo no nos dé otra pista... Me da la sensación de que tenemos que ir a un lugar de conocimiento. Ahí nos dará otras pistas, cómo indica la runa Ansuz. Con Dagaz parece que nos dice que encontraremos el camino a seguir. Y con Kenaz... ¿Abrir una nueva puerta? No sé, no sé - comentó un poco desesperada. La cuestión era. ¿Qué lugar de Inglaterra tendría esas características? Pocos sitios... Podría ser el Ministerio, la Universidad, o incluso hasta Gringotts, pero sabía que ésta última opción, no era plausible...

 

- ¡Chicos! ¿Alguna idea por dónde tirar? -preguntó al resto de pequeños grupos que se había formado y que evaluaban diferentes opciones.

[Mahia Black]

Bostezó. El aburrimiento le había quitado las ganas hasta para taparse la boca en aquel gesto. Tenía el mentón clavado en la madera del pupitre y los brazos cayendo como peso muerto a cada lado de su cuerpo. Gruño y bajó la cabeza, golpeando su frente varias veces contra la madera.

 

De buenas a primeras había pensado que la clase con su hermano iba a tener algo más de acción. El tipo siempre había sido de los que corrían entre accidentes provocados por él mismo, demostraciones de su sabiduría para el alardeo constante y chistes malos que a veces hacían reír. Pero se había equivocado.

 

Miró a Gabrielle y frunció el ceño en un gesto de sufrimiento, llevando sus dedos a la sien, gatillando como si tuviese un arma muggle. Sonrió al ver sus labios y disfrutó más aún cuando la oyó hablar, parándose para estirar las piernas entumecidas. ¿Por qué no se había anotado en idiomas? Ella era la mejor profesora.

 

Pasó un brazo por sus hombros y acompañó su beso, mordiendo suavemente su labio.

 

– Por supuesto. Siempre – Le guiñó un ojo y volteó hacia Orión. – Aunque no entendí qué es lo que tenemos que hacer.

 

Su hermano había dicho algo sobre runas y pistas, pero entre el aburrimiento y sus ganas de matarse para dejar de escuchar su bla bla bla se había perdido la información que sí era importante.

 

Estuvo a punto de golpear a la mujer que había llegado tarde, para luego decir que la clase iba a ser más práctica que teórica. Aún le temblaba el ojo cuando la escuchó saludar a su mujer e irse. Sonrió irónica y respiró profundo.

 

- Las runas los llevarán a lugares específicos del mundo mágico británico. Allí encontrarán otro acertijo. Otras tres runas de mayor complejidad para una segunda locación. Por último, en el tercer lugar, estaré yo, donde deberán realizarme una lectura con las runas. Sólo así podrán aprobar el curso. –

 

Tomó las tres runas y se separó un poco de Gabrielle, besándola una última vez. Se rascó la nuca y suspiró.

 

– ¿Qué hacemos con esto amor? No sé por qué lugar del mundo mágico empezar. -

[Juliens]

Universidad de Alejandría. Recuerda ese nombre bastante bien. No conoce los detalles, pues jamás llegaron a importarle, pero sabe de ella lo importante. Fue destruida por no-majs extremistas hace cientos de años y entonces se la ocultó para evitar la pérdida de más conocimiento. Es un buen lugar al que acudir, está de acuerdo con eso. Por lo demás, no tiene idea de los secretos que la biblioteca oculto, de la magia que sus viejos libros y pergaminos albergan.

 

Por su mente pasan algunos recuerdos que carecen de importancia debido a que son borrosos y complicados de ver con claridad. Recuerda haber escuchado a William (uno Pukwudgie que sirven en Ilvermorny) parlotear y parlotear sobre runas. De como eran maravillosas, de como el significado de esos trazos (de apariencia burda y primitiva) le susurraban cosas al oído.

 

Suspira, frustrado por el camino que toma la clase y por su incapacidad por seguir el hilo de las cosas.

 

―He escuchado sobre esa biblioteca, pero no conozco muchos de sus detalles. Pero si, tengo entendido que en algún momento de los últimos cien años se restauró aquello perdido.

 

Las nuevas palabras del profesor no ayudan en lo más mínimo, al contrario, dejan su mente aún más confusa; con muchas más preguntas que luego del aburrido monólogo de varias horas.

 

―¿Cómo se supone que hagamos una lectura de runas si el único que entendió es usted, señor Black?

 

No se come las palabras, prefiere no callarse. ¿Cómo se supone que van a aprobar una clase en dónde se debe hacer algo que nadie entiende en lo más mínimo?

[Cissy Macnair]

¿Runas habían dicho? Pero si yo no me había anotado a Runas Antiguas. Había pensado en ir a hablar con el director de la Universidad para consultarle si no se le había traspapelado mi inscripción, quizá, pero no lo había podido encontrar por ningún lado y viendo que se me hacía tarde, quizá la mejor forma de enterarme de la equivocación fuera ir directo hacia el aula y consultar con el profesor.

 

Me escabullí en silencio dentro, cuando la cosa ya había comenzado y aparentemente el que no dormía miraba al profesor que estaba enfrente como si éste les estuviera hablando de física cuántica. Me reí por lo bajo, lo que gracias a Merlín no causó que el profesor se detuviera para preguntarme qué demonios hacía yo ahí.

 

Durante las siguientes dos horas y medias lo miré con ganas de acogotarlo. ¿Ese hombre no se callaba nunca? Ni siquiera había una sola intervención por parte del resto de los alumnos, que aún lo miraban entre aburridos y expectantes, aquellos que no se habían quedado dormidos sobre sus pupitres. Solté un largo bostezo y, cuando finalmente el tipo paró de hablar, me puse en pie para dirigirme hacia él y consultarle mi duda. Pero antes que dijera nada, una chica se colocó delante y sólo de dirigió hacia mi.

 

-Si, soy yo... diría que lamento la tardanza, profesora, pero estas dos horas que pasé aquí sentada me hacen lamentar menos el no haber llegado antes- comenté, no queriendo ser indulgente pero ciertamente aburrida. Asentí ante su petitorio.

 

¿Así que de eso se trataba? Iba a compartir clase con Runas y, además, mi profesora era alumna. Iba a ser divertido, ya lo había vivido alguna que otra vez. Al menos yo no tenía que sumarme a niguna búsqueda del tesoro y podía quedarme sentada mientras realizaba mi ensayo.

 

 

 

 

Clase de Idiomas.

¿Por qué estudiar idiomas? ¿Cuál es su importancia?

 

El título se veía bonito garabateado en mi pergamino y aunque ella me había dicho que no debía ser extenso ni académico, no sabía de qué otra forma escribir un ensayo, así que empecé con lo que sabía y con lo que esperaba.

 

 

En mi trabajo dentro del Concilio de Mercaderes solemos tener contacto no sólo con personas de otros países, sino también con seres como las sirenas, trolls y duendes. Si bien la mayor parte de las veces utilizamos traductores contratados, he visto que poder expresar por mí misma lo que deseo decirles resultaría mucho más sencillo que intentar explicárselo a un traductor. Aprender Idiomas facilitaría mi trabajo dentro del Concilio. Además, me gusta aprender cosas nuevas.

A eso, hay que agregar que es importante aprender idiomas para poder desenvolverte mejor en otros países o ambientes. La gente suele tomar confianza cuando uno habla su mismo idioma o al menos lo intenta. Eso haría que las barreras culturales disminuyeran un poco.

Miré de nuevo lo que había escrito y, aunque no me convencía del todo, al menos no era mentira. Podría haberme explayado en cómo saber hablar sirenio me daba la posibilidad de llegar a un acuerdo con las Sirenas sin necesidad de que ningún funcionario del Ministerio tuviera que intervenir. O de cómo el hablar duendigonza podría ayudarme a descifrar los pergaminos que ocultaban pistas sobre objetos mágicos raros y legendarios que éstos habían creado. Pero no creía que nadie necesitase saber eso, más que yo misma.

[Ellie Moody]

Entiende lo que quiere decir el profesor Yaxley. Y, justamente por ello, termina mucho más confundida y dudosa con respecto a sus interpretaciones. Mientras más se alejen del significado literal de las runas y se tomen la libertad de interpretar el conjunto libremente, mucho más diferentes serán sus respuestas. Sin embargo, sabe que su única opción, si quiere aprobar aquel (costoso, por cierto) curso, debe seguir adelante... también sabe que, en aquel momento, es algo que no puede hacer sola.

 

―No te preocupes, Hobb. Encontraremos la forma de hacer esas cosas ―Ellie se esfuerza en dotar su voz de firmeza; sin embargo, si lo logra es más por las ganas que tiene de aprender acerca del Estudio de Runas Antiguas que por la seguridad de sus conocimientos en el tema. Ese tipo de magia, la que no viene de la persona sino que es "algo más" (unos garabatos, en ese caso) se le hace muy difícil de entender, de la misma forma en la que no comprende la magia tras la herbología o la astronomía.

 

Nuevamente, se enfrasca en leer detalladamente los diversos significados de cada runa. Pero en lugar de pensar en nuevos lugares, lo único que logra es reafirmar su idea de que, el lugar descrito por aquel conjunto de runas, se trata de la Universidad de Alejandría. Quizás es su propia terquedad (o su propia incapacidad)...

 

―Es que, tiene sentido, ¿cierto? ―musita, observando a su compañero. Hablar en voz alta a veces hace que las ideas sean más sólidas. Y si es capaz de convencer a alguien más, debe significar que no está muy equivocada.

 

>>La Biblioteca de Alejandría sufrió de varios accidentes, entre los cuales hubieron incendios. Fue reconstruida, lo cual dio fin a la oscuridad, que fue la pérdida de conocimiento. Eso significaba Dagaz para los nórdicos. Ahora, Kenaz puede representar una fuente de luz que trae conocimiento y comprensión... Y, bueno, Ansuz se relaciona con Odín, el cual era el Dios de la Guerra pero también de la Sabiduría. La runa en sí, además, puede significar conocimiento.

 

Que Hobbamock no suele una carcajada por su "increíble lógica" es una buena señal, supone. Por eso, súbitamente, decide ponerse de pie antes de que las dudas la asalten y pase otra hora más examinando los libros.

 

―Nosotros probaremos visitando la Biblioteca de Alejandría ―le responde a la muchacha que parece no haber formado grupo. Ellie no ve aquella tarea como una competencia con nadie más que no sea el profesor, por lo cual no le preocupa "ocultar su descubrimiento" con los demás―. En el peor de los escenarios, habremos perdido un par de minutos ―añade en dirección a su compañero, para dejar en claro que no cree que, si se equivocan con aquel lugar, es el fin del mundo. Quizás hagan más explorando un poco que quedándose allí.

 

Ellie saca la varita mágica del bolsillo de su sencilla túnica negra y la sostiene con suavidad, como si se tratase de un pincel. Lentamente, traza una especie de línea imaginaria en el aire, junto a su asiento; poco a poco, una línea brillante comienza a manifestarse tras el trazo y se expande hasta formar un portal, una fisura en el espacio-tiempo. Desde ése lado, lo único que puede ver es una oscuridad en donde brillan algunas estrellas, pero está segura de que conduce al lugar que necesita: la Biblioteca de Alejandría. Conoce aquel lugar, pues, un par de semanas atrás, el Cuartel de Aurores solicitó su colaboración en un caso secreto.

 

―Vamos ―le dice a Hobbamock, tras volver a guardar la varita mágica en el bolsillo de su túnica.

Editado 24 de Febrero del 2018 por Eileen Moody

[Gabrielle Delacour]

Sonrió a Helike, desde su partida del departamento de accidentes había dejado de verla y no sabía si aquello era un alivio o una pena ¿Dónde quedarían las novelas de los tiempos de accidentes? A pesar de su fuerte temperamento era lo que le daba el constante roce con los de accidentes, el "sazón". Justo antes de que pudiera saludar se había marchado.

 

Las parejas de a poco se iban formando y la Black giró su rostro a su novia, adoraba el tenerla cerca, calmaba cualquier nerviosismo que pudiera bloquear su poca habilidad social; su hermano había vuelto a tomar la palabra y puso los ojos en blanco, al menos esta vez pudiera que no tomara otra hora de puras palabras sin sentido.

 

– No sé ma belle soeur...- dijo cerrando los ojos apenada al sentir su beso.– Pero asumo que hay que tratar de pensar un poco más hippy, es Orión... No hay que tomarse tan literal el significado de esas piedras.

 

Sus ojos observaban curiosos las runas: Las tres significaban tantas cosas. Tan solo una runa tenía más de un significado.. pero a la vez le guiaba a lo mismo ¿Por qué era tan complicado? Las cosas no siempre tenían una salida para el mayor de los tres ¿O la había?

 

– Si yo fuera Orión ¿A dónde iría? Algún lugar con buen té claro...- sonrió al ver a su hermana tratando de que ella le ayudara pero aquello sería en vano, Gabrielle era la más "unida" de cierta forma a él.– Los Yaxleys son venados, así que ¿De dónde fregados es Bambi? ¿Los Alpes? No, esas son vacas ¿O Cabras? Basta, piensa... Las tres nos llevan algún tipo de "conocimiento" y antorchas, así que debe ser algún conocimiento, sabiduría y demás quemado ¿Dónde se encontraba esa biblioteca que quemaron?

 

No, su mente estaba de nuevo en el punto de salida: En nada, o tal vez en algo. Comenzaba a impacientarse y terminaría por ir a encarar al Yaxley si no volvía a tomar un poco de control sobre ella misma. Las Runas aún seguían en sus manos y solo jugueteaba con ellas; nada, aún nada y no dejaría que la paciencia se agotara.

 

Dejando un poco de lado su clase soltó un suspiro, tenía cosas que atender y al menos eso le daría un respiro. Sonrió a su novia y dejó las runas en sus manos, bastante había ayudado y besó rápido sus labios antes de lanzar una mirada furiosa al Mago Oscuro.

 

– Bastante ayudé, te toca, estaré con Cissy si es que consigues dar en diferente dirección a la mía. Je t'aime ma petite amie.

 

El reloj imaginario dentro de su cabeza dando el constante "Tic Tac" era lo que mantenía a la chica en estado de alerta y tenía que despejar la mente, volver a su propia clase le haría regresar de nuevo a su estado Zen. Detuvo sus pasos con su alumna y leyó por encima de su hombro, aquello le gustaba, sinceridad era lo que buscaba.

 

– Me plaît... De hecho el que una persona demuestre sus ganas de comunicarse logra hacer un tipo de "vínculo" ya que hasta de cierta forma tratas de entrar en su vida. Aún así el idioma no es solo palabras, es la manera en la que te das a entender. La mente es demasiado moldeable, de hecho se dice que uno forma diferente personalidad cuando habla en otro idioma que no es el materno.

 

Sí, su tema, su ambiente. Amaba su lengua materna así como el idioma con el que había aprendido a socializar, le era fácil desde chica expresarse en a varias lenguas puesto que, de pasar de orfanato en orfanato le había generado ese instinto de supervivencia: Entender o morir en el olvido. Brusco pero agradecía la experiencia.

 

– Ahora mi pregunta es ¿Qué crees que es lo que une a los idiomas? Desde tu punto de vista, no hay respuesta correcta.

 

¿Se estaba poniendo filosófica? Sí y comenzaba a odiar a su hermano por eso.

[Orión Yaxley]

- Oh, “señor Black”, hacía mucho que no escuchaba ese nombre. Supongo que no actualizaron la lista de profesores todavía –soltó en susurro.

 

Qué cosa seria este tipo. Las runas para él podían significar un camino específico por tomar, pero para el resto, capaz un millón, o demasiadas opciones. En definitiva, cada símbolo tenía cargado un concepto en general, pero con las dimensiones suficientes como para cambiar su posición dependiendo del contexto. La dificultad estaba en lograr entender aquello.

 

- Creo que van por el camino correcto. Ansuz tiene que ver con la comunicación, la verdad y el conocimiento profundo. Degaz se complementa con Ansuz porque tiene que ver con una sensación de traspaso, de quiebre, de ser consiente. Por último, Kenaz, con lo revelado, la inspiración y la creatividad, la antorcha que ilumina. Entonces, si entre las tres runas se resuenan los procesos mentales del conocimiento en general, sabemos que en el lugar esto se encuentra específicamente.

 

Suspiró un poco.

 

- Ahora, Ansuz habla de la comunicación, Degaz aporta el quiebre y Kenaz la revelación. Las runas nos están indicando más que nada un movimiento.

 

Por lo menos, Orión entendía los desafíos de sus alumnos y en esta primera instancia, como dijo, los supervisaría. Y es que, lo importante de las runas era encontrarle el sentido al mensaje. Cuando uno está en peligro, o necesita una guía, aprender a acudir a las runas podía significar la diferencia entre estar vivo y muerto.

 

- Recuerden que es un lugar del mundo mágico británico, donde estarán el siguiente set de runas.

[Gabrielle Delacour]

Mientras esperaba la respuesta de Cissy la Black se quedó por escasos segundos en blanco. Al fin había comprendido y sólo había ocupado unos cuantos segundos fuera de aquel ambiente tan tenso, donde los enigmas y ella nunca habían logrado llevarse bien.

 

– Aquí...- dijo un poco confusa aún y giró el rostro hacia su alumna.- ¿Me esperas un momento?

 

Sin esperar respuesta corrió hasta su novia y sonrió emocionada sujetando las manos de la rubia.

 

– ¡La Universidad!- Sí, el grito había sido alto pero aquello no le importaba. Giró el rostro hacia su hermano y la sonrisa había desaparecido, solo quedaba una mirada fría y llena de reproche.– La universidad ¿Por qué te gusta tanto el poner loops casi irrompibles? En la universidad se imparten los conocimientos ¿Es eso?

 

La mirada aún se encontraba fija en él y había soltado desde el segundo grito las manos de su hermana, aquello estaba fuera de su zona de confort y no le agradaba para nada. Cerró los ojos y suspiró tratando de calmar su enfado ¿Por qué había decidido tomar esa clase? Cierto, la respuesta estaba a su lado.

 

Caminó de nuevo hacia Cissy aún con la mirada clavada en el Yaxley, se cruzó de brazos, estaba casi segura que las cosas se pondrían peor y se lamentaba cada segundo que pasaba. Volvió la vista a su alumna y meneó la cabeza un par de veces como si tratara que aquel enfado se fuera de inmediato... pero seguía carcomiendo su pensamiento.