Jump to content

Libro de la Sangre XXI


Hades Ragnarok
 Compartir

Publicaciones recomendadas

“La torre principal del castillo Himeji se alza imponente sobre el monte Himeyama desde hace siglos, como el gran símbolo del Japón medieval. Una primera fortaleza se levantó a mediados del siglo XI, donde años atrás había erigido su fortín el clan Akamatsu, una familia de samuráis. Hacia finales del siglo XVI, se construyó la torre principal y diversas murallas de piedra, más allá de las cuales se extendió la ciudad feudal de Himeji, situada al sur de Japón.” –leyó el vampiro aquel envejecido aviso.

 

Había vuelto a Japón, donde su “nueva vida” había comenzado después de luchar con sus propios demonios internos y haber maldecido en lo que se había convertido. Sus orbes negros como el abismo se posaron en aquella infraestructura milenaria. Era de noche o más bien el amanecer estaba amenazando con aparecer de un momento a otro. Dejó que el vital gas pasara por sus pulmones inertes.

 

Se suponía que los alumnos o quienes iban a intentar adquirir aquel conocimiento aparecerían de un momento a otro o eso dudaba. Conocía algunos nombres, quizás llegarían tarde o tal vez ni siquiera aparecerían allí. Rio por lo bajo mientras la lengua pasaba por los filosos y ponzoñosos colmillos. Miro a su lado derecho, casi de reojo y no observo nada, ni siquiera el movimiento de las flores de cerezo. Lo mismo sucedió al mirar a su lado izquierdo. Las flores de Sakura estaban allí como queriendo llamar su atención, como si hubiera un mensaje oculto entre sus botones perfectos.

 

Iba vestido con su clásica túnica negra, pero bajo aquella vestimenta llevaba unos jeans color negro y una camisa manga corta del mismo color. Sus zapatos en vez de ser los clásicos negros y pulidos eran unos zapatos deportivos. Al menos aquella vez iba a ir preparado. No sabía con lo que se iba a encontrar o si aquellos alumnos sobrevivirían a los primeros minutos de la clase. Negó con la cabeza. ¿Cuántos habían pasado pro allí?, ¿Cuántos había fracasado estrepitosamente una y otra y otra vez?, la verdad es que deseaba ver y comprobar cuántos osarían romper con todo aquello e intentar avanzar así tuvieran que dejar la vida de por medio.

 

-<< Nemo Mortalium Omnibus Horis Sapit >> -pensó- << Vivit Sub Pectore Vulnus>>

vkDq3f1.png

 

kNTUx8c.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Emocionado abrió la nota de la Universidad Mágica que le informaba del lugar y de la hora donde se llevaría a cabo una nueva clase para el Black Lestrange. En esta ocasión se disponía a aprender todo lo que fuera necesario sobre el Libro de la Sangre. Últimamente estaba acudiendo muy a menudo a diferentes clases de dicha universidad, desde que había vuelto a Ottery y al país, era la tercera vez que iba a ser sometido a las enseñanzas de un profesor. ¿Qué clase de profesor le tocaría ahora? Pronto lo descubriría.

 

De momento, si dicho profesor había sido el encargado de elegir el lugar donde se llevaría a cabo la clase, le caía muy bien. ¡Japón! Era la primera vez que acudiría a dicho lugar y su sonrisa parecía la de un niño pequeño cuando le daban una bolsa llena de sus caramelos favoritos. Bueno, un niño pequeño y cualquier otra persona de cualquier edad. ¿Quién no se alegraba cuando recibía tal cantidad de sus dulces preferidos? Solo no se alegraban aquellos demasiados obsesionados con su dieta como para no comer nada dulce.

 

El joven mago también era muy amigo de mantener la línea, de mantenerse en forma y de mantener una imagen cuidada y arreglada, pero no le importaba comer todo lo que encontrase, luego lo podría compensar haciendo un rato más de ejercicio. Le gustaba el deporte, en especial el quidditch. Y hablando de ese deporte mágico tan genial… ¿Qué tan famoso sería el quidditch en Japón? No recordaba muy bien si la selección nacional de dicho país, en caso de tenerla, era buena o era de las peores del mundo, estaba un poco desconectado últimamente de las noticias deportivas.

 

Llegó al lugar. Y sí, hubiera deseado estar allí para hacer turismo, tal vez incluso para conocer a un par de lugareños y ver qué tan diferentes eran de ellos. Aunque pensándolo bien… ya conocía a una japonesa. En realidad no estaba seguro, conocía a alguien con rasgos asiáticos pero en realidad no sabía si era china, japonesa o coreana. La próxima vez que se encontrase con ella se lo preguntaría. Caminó lentamente con los ojos puestos en el imponente castillo que se encontraba por allí, avanzando muy despacio.

 

Llegaba una ropa muggle, algo muy típico de Japón, o eso le habían dicho los de aquella tienda japonesa que había visitado antes de ir a la ubicación de la clase. Seguramente le hubiesen gastado una broma, quién sabe, pero él se veía “molón”… Llevaba unos jeans azules, las típicas chanclas japonesas que le hacían parecer todavía más alto y a las que aún se estaba acostumbrando a andar, y una camiseta amarilla con un dibujo en su interior. El dibujo era una especie de ratón, no sabía exactamente, pero la dependienta le había dicho que se llamaba “Pikachu”. En fin…

 

Visualizó a su profesor y se acercó. Además de eso llevaba consigo una pequeña mochila marrón con el libro y todas esas cosas que le podrían resultar útiles.

 

Buenos… —miró para el cielo, sí, parecía que estaba a punto de amanecer. —Días, profesor. ¿Soy el primero en llegar? —preguntó, miró a su alrededor y la pregunta se respondió sola. Centró sus ojos en unas cosas muy bonitas que vio, unas flores con un tono rosado que le encantaron desde el primer momento que posó los ojos en ellas. Miró al hombre, iba a presentarse pero cambió de idea, ya lo haría cuando estuvieran todos, si es que llegaba alguien más, que tampoco estaba seguro.

Harry-and-Ginny-harry-james-potter-96641

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

<<-Japon->> penso con extrañes.

 

Nunca habia visitado el lugar al fin de cuenta realmente no le llamaba la atencion pero le hubiera gustado un lugar como su Francia, habia nacido allá, tuvo una parte de su luna de miel ademas de varios eventos dentro de su familia que lo celebraban ahi.

 

Se apresuro al baño a lavarse la cara y se cambio con unos jeans negros, zapatillas del mismo color y una blusa de algodon ligera color azul, se ato su cabello rubio en una cola alta.

 

Desconocia el clima de Japon pero a fin de cuentas al ser mitad vampiro podia adaptarse a cualquier clima. La Animaga picó un par de galletitas y un té para desaparecer del castillo Myrddin a su clase.

 

Pensó en sus compañeros y se preguntó si serían muchos y quienes estarían, cruzó los dedos, al sentir que sus pies tocaban tierra, de que uno de sus compañeros no fuera aquel Gryffindor de su clase de la Fortaleza. Si ese fuera el caso renunciaria a la vinculacion con el libro si le tocaba él.

 

Le imprtaba poco y nada que se mofaran de ella y su capricho pero ese muchacho le habia caido mal desde el momento que se burlo de su casa. Solo esperaba o quizas mas bien rezaba que lo hubieran reprobado.

 

-Oh! Por Merlin, enserio- se quejo al ver a la persona que no queria ver y para colmo Hades era su profesor.

 

-Buenos dias- saludo o mejor dicho ladro a las dos unicas personas del lugar.

8Ld9VUG.gif| Teta-Darla-4.gif 

44SykDH.jpg

GSV2021-Sx-Ly-K-2.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El Ragnarok escucho el sonido de ambas apariciones. Había demasiado silencio y la atmosfera era demasiado perfecta como para no notar la vibración del aire. Movió, la cabeza imperceptiblemente para voltearse y observar a los ojos a ambos alumnos. Dibujo una mueca a penas reconoció a su ahijada, aquella seria una clase muy larga. Observo a David atentamente y lo estudió. Quería saber hasta que punto llegarían ambos chicos. Deseaba saber si soportarían el poder del libro más peligroso y oscuro que iban a dominar. ¿Sabrían ellos lo que se estaban jugando con un sacrificio de sangre? Eso lo descubriría de un momento a otro. Lo sabía, no había dudas de ello.

 

-Buenos días –le respondió a David el cortes saludo para luego poner su vista en la joven Delacour quien de seguro deseaba estar en otro lugar menos en aquel, sin embargo, Alessandra tendría que pasar por cada una de las pruebas y tendría que sacrificarse para poder aprobar aquello, no por ser su ahijada se lo pondría fácil. Ahora tenía muchas más razones para probarla y hacérselo mucho más difícil.

 

Miro de reojo la infraestructura y como el sol comenzaba a levantarse por un punto del muro. Casi se podría ver el lugar por el cual entrarían al castillo. Existían rumores que solo existía un acceso diferente a los demás, no aquel por donde algunos muggles podrían entrar de visita o ser “turistas” sino otro muy diferente y peligroso. Ese era el lugar que estaba esperando.

 

-Bienvenidos al libro de la sangre –comento en tono serio- espero estén preparados para hacer el sacrificio que se requiere, este libro, este poder no es un juego, por lo que si tienen miedo es mejor que regresen por donde vinieron –miro a ambos a los ojos- muchos lo han intentado y han fracasado estrepitosamente –dibujo una sonrisa malvada- muchos se han quedado alimentando a las criaturas oscuras o como compañía de los muertos, así que piénsenlo bien, esta es su última oportunidad de volver.

 

Guardo silencio un minuto para que pensaran en las implicaciones, riesgos, pro y contras de seguir adelante. Observo el cuelo el tiempo suficiente como para ver como el sol se posaba en el punto exacto y se abría aquel extraño pasadizo. Se volteo. No dijo nada, supuso que si David y Alessandra, los únicos que habían llegado hasta aquel momento deseaban continuar lo seguirían.

 

Se adentro por aquel pasillo. Poso sus orbes en el material con el cual estaba construido. Podría sentir la textura de las rocas, la tierra y el poder amenazante que emanaba de ella. No lo pensó 2 veces. Mantuvo la varita entre sus níveos dedos e invoco la daga del sacrificio. Sabia, siempre había sido así, que de un momento a otro la paz se iría y reinaría el caos, ya que, ¿porqué no iba a suceder así?, la sangre llamaba.

 

Camino un poco. Podía sentir la mirada amenazante de algo que los vigilaba. Se detuvo. El brillo de aquella primera mirada hizo que sonriera. La mueca que apareció después en su faz era de diversión. Le hizo seña a la criatura o más bien criaturas para que los atacaran de una vez, las estaba retando en su casa, a su propio juego del gato y del ratón.

 

No había mucho que decir, una jauría de monstros esqueléticos entre lobos putrefactos y esqueletos iban rumbo a ellos con la única misión de destrozarles el corazón.

 

@ @

vkDq3f1.png

 

kNTUx8c.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Por suerte su inscripción para cursar el Libro de la Sangre había sido aceptada. Arcanus detestaba tener que esperar tanto tiempo para poder cursar los libros y aumentar sus poderes mágicos. De hecho, le estaba costando demasiado reunir los Galeones necesarios para anotarse en los cursos y comprar los libros. Muchas veces lamentaba el no haber tenido un trabajo fijo dentro del Ministerio y así juntar dinero como habían hecho varios de sus conocidos.

 

La nota de la Academia decía la fecha y lugar exactos dónde se llevaría a cabo la clase. Japón era un destino que siempre le había interesado al Fenixiano. Le atraía sobre todo, esa creación muggle llamada anime. También le gustaba mucho la cultura japonesa. Le gustaba mucho el destino que su profesor había escogido. Como solía suceder siempre, Arcanus ya se encontraba retrasado. La puntualidad era algo que no tenía muy interiorizado. Se vistió rápidamente con una camisa y un pantalón de jean y con un rápido movimiento desapareció rumbo a la clase.

 

Al llegar notó que dos jóvenes ya se encontraban allí. La verdad era que nunca los había visto así que simplemente se acercó caminando y realizó un gesto con la cabeza. Acto seguido, levantó la mirada y se encontró, ni más ni menos, que con su viejo amigo, Hades. Una sonrisa se dibujó en su rostro y se acercó lentamente a su ahora profesor y estrechó su mano.

 

- Vaya, vaya... Lo que son las vueltas de la vida. Hace unos años era yo el que te enseñaba a ti - Dijo con una sonrisa y se colocó junto a los otros alumnos luego de saludar a su amigo. - Lamento la tardanza, aunque ya me conoces - Añadió.

 

El joven observó el paisaje con detenimiento. Como los pétalos de sakura volaban por el aire, dejando una bella escena. Era momento de concentrarse y comenzar la clase. De pronto unas criaturas esqueléticas aparecieron de la nada y se dirigían hacia ellos para atacarlos. Arcanus seguía con su varita en el bolsillo y no tenía intenciones de sacarla aún. Se mantuvo atento y esperó que sus compañeros dieran el primer paso.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Alessandra puso los ojos en blanco al ver que su padrino le dirigió una mueca, vaya alegría de ver a su ahijada, pensó con la ceja levantada. Observó cómo miraba a Devid, lo más seguro era que el Gryffindor le cayera bien al fin y acabó cuándo su padrino quería ser desagradable eran bastante parecidos.

 

Hasta ese momento fue que se fijo en su compañero y su vestimenta, ¿acaso quería agradarle al Ragnarok vistiendose asi? Le dirigió una mirada divertida hasta con burla, dudaba que esas sandalias fueran tan cómodas para la clase.

 

El sol había comenzado a salir, eso le ánimo bastante aunque si conocía bien al vampiro lo más seguro era que irían a un lugar oscuro y frío. Suspiro al ver que su padrino miraba una clase de cueva.

 

- Sacrificio- susurro con los ojos abiertos.

 

Nadie le había dicho nada de sacrificios y aunque el libro era de la sangre no podía creer que fueran a usar sangre o algún rito. Sabía que sería peligroso se había leído todo el libro más veces que el de la Fortaleza pero aún asi.

 

Sacudió la cabeza para seguir escuchando lo que Hades decía pero alguien más llegó y le dirigió unas palabras al profesor pero la Myrddin había arrugado la nariz al escuchar lo peligroso que sería continuar pero sabía que varios habían pasado el libro claro que nunca le dijeron nada con lujo y detalles pero había visto a algunos usar la Daga del sacrificio en otros lugares. Ella podía al fin de cuenta para eso se había inscripto para poner todo de si en aprender. Con el corazón latiendo cómo las alas de un colibrí se quedó y no se movió hasta que el sol en un cierto punto hizo que un pasadizo se abriera y Hades comenzó a caminar al interior.

 

Suspiró y lo siguió al interior, un aire frío la traspasó por los huesos, no le agraba el lugar, había una sensación rara en el ambiente que le ponía los pelos de punta o quizás era el hecho de que ahí adentró les enseñaria los hechizos de sangre.

 

Observó cómo el Ragnarok apretaba du varita e invocaba la daga, ella en cambio apreto su varita de Vid entré sus dedos lista para atacar o defenderse, no estaba segura de lo que los esperaba aunque parecía que Hades si ya que hizo una extraña señal en un punto que no vio dónde salieron unas criaturas dejándola muda y petrificada en su lugar.

 

Unos lobos putrefactos y esqueletos apareceríeron corriendo listo para atacarlos - Salvaguarda Mágica- pensó volviéndose intangible.

 

Dos de los esqueletos y un lobo la traspasaron sin causarle ni un rasguño, suspiró aliviada de saber dominar ese hechizo pero no todo se terminaba ahí al menos sus instintos le decían eso por lo que invocó la Daga de Sacrificio lista para utilizarla.

8Ld9VUG.gif| Teta-Darla-4.gif 

44SykDH.jpg

GSV2021-Sx-Ly-K-2.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El Ragnarok negó con la cabeza al ver como su ahijada se libraba fácilmente de aquel primer obstáculo. Suspiro. ¿Qué haría Alessandra si aquellas bestias volvían para atacarles?, ¿usaría nuevamente el salvaguarda mágica o usaría alguna otra habilidad?, ya que, obviamente ella no había hecho nada como para que estas comenzaran a pelear entre si y se mataran mutuamente.

 

Sus orbes negros como aquel oscuro camino observaron como la daga del sacrificio aparecía en las manos de Alessandra por lo que supuso que las cosas se podrían poner un poco más interesantes si ella decidía plantear alguna duda, utilizar aquella arma o simplemente comenzar a usar los poderes oscuros del libro. Miro por detrás de ella y observo cómo no había nadie más, quizás David había decidido retirarse tal como el cainita había dicho antes de comenzar con todo aquello, quizás aun se lo estaba pensando, la verdad es que a ese punto ya no importaba gran cosa, fuera cual fuera la decisión del Black Lestrange la suerte ya estaba echada. En cuyo caso si el decidía a la final entrar debía alcanzarlos pasando por todos los peligros que ellos ya hubieran pasado.

 

Entrecerró los ojos y se acerco a la Delacour. La estudio seriamente penando en si sería prudente o no que ella continuara con aquello. Jamás la había visto mover la varita más que para atraer chocolates hasta donde ella estaba, pero ofensiva y defensivamente era otra cosa. Tal vez, lo que su ahijada necesitaba era un buen susto y que él la obligara a continuar pasara lo que pasara por lo que simplemente toco el hombro de la chica dejando una marca de sangre, pequeña. Como si fuera una huella dactilar en ella, para un segundo después darle aquella orden “no puedes abandonar por ningún motivo la clase, debes terminarla”.

 

Escucho a lo lejos como aquellos lobos daban media vuelta y comenzaban a regresar, no había nada por allí que les alimentara y aquellos magos eran apetitosos.

 

-es mejor seguir adelante, jamás se sabe con qué nos vamos a encontrar ahora –comento siguiendo el oscuro y mohoso camino que tenían frente a ellos. Claro estaba, esperaba que en algún punto pudieran salir al aire libre, pero para ello aun faltaba demasiado, si las leyendas eran ciertas, aun quedaban algunos horrores, principalmente el ultimo al que su ahijada tendría que enfrentar.

 

Caminaron un rato, todo parecía tranquilo pero sabía que los lobos los estaban rastreando y cada vez se acercaban más a ellos. Siguieron adelante hasta el punto en que algunos chirridos y tenazas se escuchaban. Parecía que por allí se encontraba una acromantula esperando para engullirse a lo que se acercara a sus dominios

 

@

vkDq3f1.png

 

kNTUx8c.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Alessandra sonrió satisfecha de haber evitado salir lastimada por aquéllas criaturas, aunque por el rabillo del ojo vio cómo el Ragnarok negaba con la cabeza. Fruncio el ceño preguntándose que hizo mal sabía que debía usar los hechizos del libro pero en el momento no lo pensó, su mente iba rápido repasando lo que había leído todo el tiempo de la espera en cursar el libro mientras buscaba con la mirada a las criaturas.

 

Se preguntó si alguien más se uniría a la clase ya que manos de más nunca venían mal aunque tampoco le molestaba si estaban sólos, podría hacerle las preguntas que deseará al profesor pero le sorprendió que el muchacho de Gryffindor no los siguiera. Una pequeña sonrisa aparecio en sus labios, si se lo encontraba sería muy divertido, pensó.

 

Sintió la mano de su padrino en su hombro, insegura lo miró extraña para sentir algo raro dentro suyo <<-no puedes abandonar por ningún motivo la clase, debes terminarla.->> la voz del Ragnarok la escuchó en su mente pero por alguna extraña razón no podía negarse a desobedecer.

 

<<- Acaso es...->> pensó recordando el hechizo "Marca de Sangre".

 

No era necesario que la obligará porque estaba dispuesta a continuar, no sólo recordaba las palabras del Ravenclaw sino que también las de su padrino. << Deben estar dispuestos a sacrificar>> no era algo que se olvidaba uno a la ligera y aunque estaba ella sola cómo alumna contaba con el Ragnarok que a su vez era sanador.

 

Si en algún momento debía hacer un sacrificio esperaba que el Ragnarok no se lo tomará a mal a fin de cuenta estaba ahí para aprender y él era el único para sacrificar.

 

- Si vamos- le siguió por la oscura cueva cada vez más adentro.

 

El silencio se extendía por todo el lugar salvo por sus respiraciones y un par de gruñidos que estaban detrás suyo, no sabía hasta cuánto caminarian o si encontrarían la salida pronto.

 

Unos ruidos de chasquidos le produjeron a la Myrddin un escalofrío, odiaba a las arañas y algo le decía que esa criatura además de ser grande estaban relacionadas. Su respiración se aceleró y no lo pensó dos veces.

 

Tocó la espalda de su padrino dejandola marcada completa << Protegeme contra lo que está frente nuestro >> pensó.

 

Pero sabía que no sería suficiente, debía hacer que la criatura se distrajera con algo que no sea ella, apretó más fuerte la Daga del Sacrificio.

 

-Immolo oppugnare- se hizo un corté en el brazo dónde un hilo de sangre salió pero era suficiente para que la acromantula atacará al Ragnarok.

 

 

 

@@Hades Ragnarok

8Ld9VUG.gif| Teta-Darla-4.gif 

44SykDH.jpg

GSV2021-Sx-Ly-K-2.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 2 semanas más tarde...

El Ragnarok se mantuvo atento a cada uno de los movimientos de su ahijada. Sabía que la chica no iba a abandonar, pero aun así quería estar seguro, su labor como padrino era forzarla hasta el máximo y sacar lo mejor de ella. El, solía hacer eso con cada uno de sus familiares que pasaban por allí, claro estaba, la excepción era su hermana menor, la oveja arcoíris de la familia. No se sorprendió al ver la mirada de Alessandra cuando entendió lo que había pasado unos minu5os antes y tampoco se sorprendió cuando ella sin chistar (bueno, eso sí lo sorprendió XD) siguió la orden de este para continuar con aquel extraño y peligroso camino.

 

Dibujo una mueca cuando la joven utilizo la marca de sangre contra él. Se encogió de hombros ya que eso era lo que él buscaba, que la chica al fin se diera cuenta del poder del sacrificio más oscuro que podría hacer, nadie en su sano juicio jugaría con al sangre de alguien más, por eso era que no todos podían soportar aquello. Paso la lengua por los filosos y ponzoñosos colmillos recordando algunas almas puras que habían tenido que sacrificar el vital liquido para continuar al siguiente nivel. A pesar de todo, nadie estaba exento de aquello, ni siquiera el vampiro, aunque él ya estaba acostumbrado a ello.

 

Sin embargo, el cainita tenía que seguir con aquella instrucción que el había dado al Delacour, tenia quisiera seguir aquella orden, aunque podría negarse a hacerlo, pero eso le costaría caro. Había escuchado el sonido y sabia de que se trataba aquello. Aquellas tenazas amenazantes muchas veces lo perseguían, era normal encontrarlas como defensa en los muchos lugares que solía frecuentar enseñando aquel libro. Una vez que la vio observo como Alessandra realizaba aquel corte en su muñeca provocando que el objeto de aquella herida también sangrara. Maldijo por lo bajo ante aquella nueva opción. Luego se vengaría de ella.

 

-<<¡Episkey!>> -pensó moviendo la varita rápidamente para curarse de aquella herida causada por la daga.

 

Bufo por lo bajo cuando aquella gran acromantula se acerco a él dispuesta a alimentarse. Entrecerró los ojos y evaluó la situación, observo rápidamente lo que le rodeaba y sin mas escogió un trozo de roca lo suficientemente alto y grueso para animalizarlo por lo que sin de un segundo ya estaba haciendo otra floritura.

 

-Vitae- Susurro haciendo una rápida floritura apuntando al trozo de roca maciza que estaba a un par de metros de él. Aquel trozo de pedrusco el cual comenzó a animalizarse, transformándola en una especie de pantera adulta, a los trozos de roca y mineral de hierro que la formaban le salieron garras tan filosas como cuchillos del mismo material, nacieron ojos saltones inyectados de sangre y dientes de metal y granito, listos para recibir órdenes.


-Mátala - Le ordeno mientras apuntaba a su rival que en aquel momento era la acromantula. El animal comenzó el rápido trote hacia la gran araña para agarrarla y le despedazaría sin ninguna piedad o misericordia.

 

-Muy divertido y muy buena jugada ahijadita –dijo en tono serio observando los ojos de la joven chica- pero ya quiero ver con que nos vamos a enfrentar ahora y que es lo que harás –comentó guiñándole el ojo para seguir adelante.

 

***************

 

Caminaron un poco mientras se escuchaba a lo lejos el sonido de alguna especie de riachuelo subterráneo, el cual, quizás era el que en su tiempo alimentaba la reserva acuífera de los terrenos del castillo y sus alrededores. Ladeo la cabeza, aquello era nuevo, aunque había paz en aquella especie de riachuelo su instinto le decía que algo no estaba absoluta y rotundamente nada bien, claro está, que iban a pensar que a algunos metros delante de ellos los esperaba un lugar lleno de inferís sangrientos y putrefactos formados por los cuerpos de algunos samuráis que habían custodiado todo aquello.

 

-vale, supongo que este nuevo obstáculo es para ti, bueno, todos se supone que son para ti, así que a ver qué haces con lo que sea que tengamos al frente –dijo sin ningún atisbo de sentimiento.

 

@

vkDq3f1.png

 

kNTUx8c.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

- Episkey- pensó curandose la muñeca dónde había hecho el corté para heri a Hades.

 

Alessandra ya sabía lo que debía hacer en todas las situaciones que se le aparecían, era muy distinto al libro de la Fortaleza que en ese aspecto dependía más de los objetos que los hechizos, aunque si lo pensaba bien ese debía ser el porque estaban en ese orden para poder llegar a vincularse con ellos, debía incrementar su fortaleza para cuándo llegará el momento de estudiar el libro de la Sangre y asi sacrificar a las personas que dieran el curso con ella o simplemente sacrificar al profesor, que en éste casó era su padrino, para poder seguir con vida.

 

La Animaga había visto la mueca del Ragnarok cuándo le obligó a protegerla. Era sorprendete para ella misma, a medida que pasaba el tiempo encerrada en ese lugar, cómo estaba dispuesta a hacer llevar a cabo aquél derramamiento de sangre.

 

Con la daga aún en su mano vio de reojo cómo su padrino se curaba también mientras la acromantula se acercaba lista para atacarlo.

 

Isabelle suponía que ya el sanador llevaba bastante tiempo enseñando aquél libro que buscó una pila de rocas para convertirla en una pantera adulta, aunque el vampiro se defendiera con eso no serviría por completo a la hora de desaserce de la enorme criatura pero algo le decía que era sólo para distraerla y asi aprovechar el momento y marcharse.

 

- Tu lo haz dicho- le recordó cuándo sintió su mirada sería sobre ella - debemos estar dispuestos a sacrificar- repitió con tranquilidad esa parte.

 

Mientras hablaba no miró en ningún momento a su padrino, estaba segura que ya se las cobraría pero aquéllo le llevaría tiempo ya que no trabajaban juntos cómo antes y verla le sería más dificil.

 

Puso los ojos en blanco antes las siguientes palabras de Hades, se acercó más al vampiro sabiendo que la Marca de Sangre ya se abría borrado tocándole el hombro, no era tonta, algo más habría para poder salir al exterior y necesitaría varias manos, en éste caso volvería a obligar a Hades a protegerla, para salir ilesa.

 

Mientras caminaban el sonido de un riachuelo le llegó a los oídos, << agua!!->> pensó sintiendo sed al momento de recordar el líquido frío, dejó la huella de la palma de su mano en el hombro <<quédate atento para protegerme->> pensó con humor. Debía admitir que le había gustado aquéllo, si hubiera conocido aquéllo antes podría obligar a sus hijos a hacer lo que ella les dijera pero el Ragnarok no se quedó callado y lo que dijo después le molestó, <<- todo para ella!->> apretó los labios formando una fina línea recta, le quitó la mano del hombro para utilizar la Daga del Sacrificio para hacerle un corté en el cuello, lo suficiente para que la punta del objeto se llenará de sangre.

 

- Yo Juro no desaparecer- habló claro y alto para que él lo escuchará y supiera que podía hacer todo menos irse.

 

- Ahora estás dentro también- le reclamó mientras caminaba a dónde estaba el riachuelo apenas pudo dar un par de pasó cuándo el ruido de algo chocando o saliendo del agua captó su atención, aunque estaba medio oscuro captó un movimiento que iba directo a Hades. Era su deber protegerla y que el se protegiera también de aquéllas criaturas.

8Ld9VUG.gif| Teta-Darla-4.gif 

44SykDH.jpg

GSV2021-Sx-Ly-K-2.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.