Sin gotas de alcohol (?

[Ania Evans Weasley]

El lugar era especial para un duelo, estábamos en lo alto de un cerro, rodeados de árboles pero pisabamos piedras, la veneración se encontraba a unos doce metros de distancia a la redonda y el sol empezaba a meterse.

 

-El paisaje es bello, al menos vamos a tener un duelo en un bello jugar- le sonreí a mi compañero.

 

Habíamos acordado practicar un poco para mejorar nuestras técnicas duelisticas.

 

-¿Preparado?-dije una vez que ambos nos encontrabamos en nuestros respectivos lugares a unos ocho metros de distancia el uno del otro.

 

-INCARCERUS- vociferé apuntando al mago antes de que tres cuerdas separadas se dirigieran hacia mi oponente para inmovilizarlo de modo que una atara sus tobillos para que perdiera el equilibro, otra se aferraria a sus manos en sus costados para que no pudiera apuntarme y la última rodeara su cuello para asfixiarlo y que no pueda decir ningún hechizo.

 

-AVIS- volví a hablar y de inmediato un grupo de aves salieron disparadas hacia Arcanus para atacarlo.

[Invitado Arcanus]

OFF: Gracias por el duelo! Espero que te diviertas. Hago este off para decirte que en primer turno solo puedes hacer un hechizo por lo que el Avis no saldría.

***

 

Aquella muchacha había llamado la atención del Legionario. En realidad, el muchacho no recordaba demasiado debido a que los efectos del alcohol habían nublado un poco su juicio cuando la conoció, pero la chica había sobrevivido a sus ataques y eso era algo muy interesante. Sobre todo cuando nunca la había visto por las calles de Ottery. Desafortunadamente, aquel encuentro había quedado inconcluso, por lo que Ania había citado a Arcanus para terminar lo que habían empezado.

 

El lugar que la chica había escogido era bastante interesante. Un cerro desde el cual se podía ver un bello paisaje. A lo lejos un manto de césped verde cubría el piso y un cristalino río que pasaba por allí, formaba varias curvas que embellecían el lugar. Allí, a lo alto del cerro, el suelo era de roca, pero también habían sectores con vegetación. Un par de grandes rocas y troncos muertos terminaban de decorar el lugar. Algunos gatos monteses se agazapaban entre los árboles con la mirada atenta, fijada en las dos personas que interrumpían la paz habitual del lugar.

 

- Mucho gusto, soy Arcanus. Lamento lo del otro día, creo que el alcohol era el que hablaba por mi. Es un gusto tener un duelo contigo - Se presentó con una sonrisa y realizó una reverencia ante Ania.

 

El Legionario estaba listo para comenzar, pero Ania se veía más entusiasmada que él. Realmente le pareció extraño que la joven se atreviera a retarlo, era raro ver gente nueva que se interesara en el hermoso arte de los duelos. Algo le decía que aquella chica podría convertirse en una buena duelista con dedicación y constanza. Arcanus se detuvo con la varita en alto pero Ania había sido más rápida que él y tres gruesas cuerdas se dirigían para atarlo.

 

- Evanesco - Pensó el joven y sacudió su varita para que aquellas sogas que venían hacia él desaparecieran dejando una voluta de humo en el aire. Ania parecía estar muy hiperactiva, pero Arcanus no se iba a quedar atrás. De pronto el joven se encontró dudando con la varita en alto, no le apetecía dañar a Ania, al menos por el momento. Viejos hechizos que hacía mucho no utilizaba venían a su mente.

 

- Tarantallegra - Dijo apuntando hacia el cuerpo de la chica y un rayo plateado salió de la punta de su varita. De impactar en la joven, haría que ésta comenzara a bailar descontroladamente, de manera que no podría apuntar con precisión.

[Ania Evans Weasley]

Sonreí al ver cómo Arcanus se defendía de las cuerdas que le había enviado. Recordé en ese momento que él lo había utilizado contra mi la primera vez que nos vimos y me defendí de la misma manera.

 

Sin embargo, la sonrisa se me borró del rostro cuando lo vi apuntarme, sabía que tenía que ser rápida, así que sin más miramientos volví a disparar.

 

-DESMAIUS-pronuncié claramente y vi cómo mi rayo impactaba contra mi oponente a la vez que el suyo me llegaba a mi. Arcanus cayó inmóvil al suelo y quedó inconsciente mientras yo empezaba a bailar de una manera descontrolada y escandalosa para mi gusto, aunque de seguro era todo un espectáculo para cualquier ojo. Sin embargo sabía que no podía sólo esperar que termine el efecto del hechizo. Mientras bailaba busqué la manera de seguir el duelo y me percaté de que entre los árboles habían animales mirándonos atentos, así que los aproveché.

 

-OPPUGNO- grité y un gato Montes adulto emergió de entre los árboles para atacar a Arcanus, sólo lo despojaria de su varita y el duelo acabaría si el mago no impedia su ataque.

 

 

OFF.

 

Tienes razón, me había olvidado de ese detalle, lo siento.