~*Castillo de la Familia Peverell*~ (MM B: 111383)

[Lisette Ryddleturn]

-ahhhh!!

La chica chilló con fuerza y se agachó levantando los brazos para cubrirse la cabeza cuando todos los muebles salieron disparados de su posición original para cubrirla, de alguna manera protegiéndola de la magia que salió en todas direcciones y que ella no sabía de donde había surgido; solo estaba consciente de que en el momento anterior había ingresado muerta de miedo y angustia a casa de Ashley para advertirle de lo que estaba ocurriendo en el pueblo y al siguiente segundo, Hayame bajaba y observaba algo en el exterior del castillo remodelado para acto seguido arrojarse al piso y de paso, arrojarle un hechizo a ella

Ahora estaba tapada en la oscuridad de todas aquellas cosas y pensó que, de todas maneras se suponía que la magia era como las particulas de atomo que atravesaba todo, no?

A menos que no lo hiciera con muebles mágicos

-Hayame, esta muy oscuro aca adentro!

Le reclamó a la vampiro con la voz algo sentida para después, intentar empujar con las manos un par de sillones que estaban a sus lados, de los de cuatro plazas y que formaban como un conjunto de pared en una especie de tipie

-Ya puedo salir? HAYAME!

[Hayame Snape Potter Black]

AFUERA

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Los árboles no estaban nada felices y uno de estos pareció sacudir con mayor fuerza sus ramas al sentir el viento producido por los hechizos salientes de aquel maletín extraño y lleno de magia, meciendo todas sus hojas como si quisiera defenderse de algún ataque; ya estaban acostumbrados a los portadores de varita y habían visto un sinumero de poderes y magia en aquellos terrenos, reconocían sin problemas a la pelirroja mujer y habían aceptado a regañadientes a la hermana de esta que ahora se ostentaba como dueña

Y ya habían cedido a recibir a muchas brujas de colorines que se paseaban por los terrenos de la Peverell como si nada... pero es que esa nueva visitante tenia un aroma diferente!!

Y se suponía que debían de proteger aquellos terrenos a toda costa!!

Todavía quedaban muchos secretos, escondrijos y parajes en este que nadie les había dicho que debían de dejar de cuidar todavía, por lo que alzaron a la mujer con sus enormes ramas para verla mejor

Sobre todo un viejo abeto que reclinó su tronco para ver mejor a la Potter Blue

"Nos la comemos?" preguntó uno de los cientos de pinos que fungían como cerco altísimo y sentía curiosidad por el movimiento de aquella mujer y su poder

[Ashley Peverell]

La niña empezó a toser repetidas veces al haberse caído de esa manera con la explosión en las afueras de su casa o mas bien con el poder que había emanado pero ahora se sentaba en el suelo y se sacudía lo mejor que podía, rumiando el hecho de que se había soltado polvo del techo y ahora tenía que retirárselo del cuerpo y de la ropa lo que era inmensamente fastidioso.

-¡Me has dejado toda cochina!

Se quejó la hermosa niña pero entonces se puso de pie lentamente y después corrió hacia la ventana empujando de lado a Hayame para volver a asomarse y ver a la distancia:

Le parecía reconocer a la persona que estaban alzando en el aire y se alarmó grandemente

-¡Eh, que esa es mi hermana!

Gritó la chiquilla agarrándose las faldas para correr tan rápido como podía en dirección de la puerta, abrir de golpe y de nuevo ponerse a correr hasta la puerta gigante de madera que cayó por encima del foso de agua para dejarla pasar hasta los terrenos y de ahí se arrancó corriendo hacia donde todos los árboles se aglomeraban unos pegados a otros mientras discutían que tan bueno sería probar la carne humana como parte de una dieta que no era propia de lo que se trataban las plantas, que bueno, el abono era parte de carne creía pero de todas maneras, era super raro.

[Hayame Snape Potter Black]

Aquello tenía que ser una broma y una de muy pésimo humor

Abrió las ventanas de la casa de su hermana de par en par o al menos aquellas delante de las que ella se encontraba, para que se abrieran al jardín y de ahí al muro mágico que les dejaba ver el exterior de la fortaleza; un enorme tic aparecía sobre uno de sus ojos al observar como la rubia salía disparada corriendo hacia la puerta puente que ya había descendido y de ahí, en dirección de los árboles que sacudían a una cuarta persona en el aire

Al parecer de repente a los pinos les había entrado un aura semi-carnivora que no les conocía porque a la distancia se notaba que discutían sobre como devorarse a una bruja de cabellos violetas...

-Santa madre de Voldemort...

Gruñó Hayame antes de ver por donde había salido corriendo Ashley

-TEN CUIDADO SO BOBA, NO SEA QUE TE VAYAN A QUERER COMER A TÍ TAMBIÉN!!

Le gritó pero la Peverell corría tan rápido que dudaba que siquiera la hubiera podido escuchar

Cerró los ojos y se pasó una mano por el cabello, cuando en el pasado hubiera estado en aquella propiedad bien le habían advertido de sus peligros pero nunca se le ocurrió que si iba Sagitas también ahí le iban a saltar encima; pero claro, a la boba de su hermana y a su novia se les tenía que ocurrir comprar justamente esos terrenos que se la agarraban en venganza contra todo lo que tuviera que ver con los rivales de los ex propietarios y cosas así

-Vaya poder de convencimiento tienes Hayame- se regañó a sí misma- diles que no lo hagan y lo harán, tal vez a la otra deberías sugerirles comprar la casa de Crazy y así no van a querer hacerlo y se alejarán

Se gruñó y negó con la cabeza para luego, voltear en dirección de donde estaba atrapada Lisette

-Lo siento cariño- le dijo antes de agitar la varita para que los muebles comenzasen a retirarse de encima de su novia y finalmente la liberaran

[Sagitas E. Potter Blue]

Vale... Ahora sí que estaba asustada... Las Historias de la maleta habían abandonado la seguridad de aquel espacio y flotaban, envueltas en burbujas, libres. Golpeé con fuerza contra los árboles, sin importarme el daño que me hacía.

 

-- ¡No os acerquéis! Que no os toquen. ¡Os convertiréis en Cuenta-Cuentos!

 

Saqué mi varita y a mitad de pronunciar un Incendio, me detuve. No podía destruir árboles, las plantas eran vida. La flora alimentaba mi poder de sacerdotisa, eran mi fuente de energía. No podía atacarlas. Si lo hacía... Cerré lo ojos e imploré a la Diosa Naturaleza que me reconociera y que me abriera camino. Pero abrí los ojos alertada por las explosiones.

 

-- ¡Oh, Dioses! Se rompen... -- No sabía decir si era bueno o malo. Si las bolas reventaban y se dispersaban en el aire, disminuiría la potencia de sus emociones. Eran peligrosas, sí, porque se alimentaban de la fuerza de la gente que poseían pero si se dispersaban, suponía que también disminuiría su alcance. ¿O no...? -- Hacerme caso, ¡protegeros!

 

Eh, un momento... ¿Alguien decía de comerme?

 

-- ¡Malditos árboles protectores...! Los humanos no somos comida, somos abono... -- Espera, eso tampoco era alentador. A ver si ahora probaban de hacer abono con mis posaderas, delanteras y el resto del cuerpo. -- ¡Demonios! ¡¡Soltarme!!

 

Hay cosas con las que no se debe jugar. Los árboles me inmovilizaron de manera que me era imposible acceder a la varita, caída en algún lugar de aquel follaje, y me aprisionaban, apretando cada vez más fuerte. Mi cara se llenó de miedo. No por los árboles; esos no me asustan. Vi llegar a Ash implorando que me soltaran pero, con ella, venía algo más. Varias burbujas semitrasparentes se acercaban, atraídas por el calor humano. La perseguían y no se daba cuenta.

 

-- ¡Huye, Ash, huye...!

 

Mi grito atrajo a una de ellas. Vi la sombra de una imagen encerrada en ella y negué con la cabeza. A cada movimiento, los árboles apretaban más y más y no pude ya ofrecer resistencia. Aquella Historia me atrapó.

 

No pude ver si hacía lo mismo con Ash. ¡Ojalá que no...! Porque una Cuenta Cuentos era malo pero dos... Era para temblar.

[Hayame Snape Potter Black]

La bruja había conseguido liberar a su novia que no parecía de muy buen humor y la veía con una expresión asesina pero entonces, los gritos en el exterior se escucharon con mayor fuerza y la pelirroja se viró para ver a través del muro mágico como parecía que los árboles se desesperaban antes de que su ama les quitara la comida

-Menudo lio que se ha hecho

Suspiró de mala gana y es que en verdad, aquellas casas se resistían y bastante en hacer caso a sus nuevas amas y señoras, obviamente que no les caía ni una poca en gracia

No hablar

Hizo como que se remangaba unas invisibles mangas y abrió bien las ventanas que daban a los jardines internos de los muros de protección de aquel castillo

-Ya regreso

Le anunció a la Ryddleturn y se trepó en el afeizar de la ventana para correr al otro lado y de ahí, atravesar el ahora puente de maderos sobre la fosa (su hermana y esas ganas suyas de hacer casas tipo princesa) para poder alcanzar a la menor rubia que daba órdenes a unos arboles necios como mulas

-Dejate de pedidos! -le soltó a su hermana esta vez sacando la varita y apuntando sobre la cabeza de Ashley -BOMBARDA!!

Una lluvia de astillas y pedazos de árboles salieron por los aires lo que hizo que varios de ellos parecieran volverse azules por el miedo de verse despedazados

 

-Vamos, vamos, soltando a mi otra hermana, que no es comida! -les ordenó pero entonces, escuchó a Sagitas y sus ojos se volvieron blancos de coraje -COMO DE QUE ABONO, QUE NO VES QUE TRATO DE QUE NO TE COMAN!!?

Chilló

[Ashley Peverell]

-¡Hayame no le grites a mis árboles nuevos!

Regañó la preciosa rubia moviendo la varita al tiempo que ella también hacía estallar algunas de las ramas de esos árboles que no parecía que querían soltar a su hermana que había dejado caer su maleta con cosas pero no podía poner atención a eso en esos momentos, necesitaba concentrarse en tratar de ayudarla para que saliera de esos problemas así que estuvo agitando la varita hasta que finalmente todos los árboles la soltaron, de forma normal la Peverell estaria intentando que su bondad y buen corazón convencieran a los árboles pero ahora tenían la prisa del peligro sobre la pobre de Sagitas.

-Te pido una disculpa, todavía no sé como entrenarlos apropiadamente

Se explicó aunque no estaba muy segura de si la Potter Blue estaba consciente o inconsciente así que se acercó para sentarse en el césped al lado de la bruja donde ya la habían soltado los árboles que volvían a acomodarse, aunque se escuchaba que algunos estaban llorando por haberles estallado las ramas, pobrecitos, se notaba que también sentían dolor.

Pero ya se encargaría de sanarlos, primero estaba Sagitas

-¿Estás bien?

Le volvió a preguntar pasándole una mano por los cabellos púrpuras

[Hayame Snape Potter Black]

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Después de unos momentos, la bruja pelirroja estaba sentada en el césped, tomando algo de aire y con los brazos descansando por entre sus piernas mientras que su hermana menor estaba intentando hacer reaccionar a Sagitas y los árboles de vez en cuando, volteaban a verla y la Snape juraba que la veían con cara de resentimiento

-Ya dejen de verme así o les hago estallar el resto de las ramas para que ahora si me tengan coraje!!

Les amenazó alzando un brazo con todo y la varita a lo que aquellos árboles gigantes que protegian y bardeaban todo el perímetro de la propiedad de la Peverell, se giraron de golpe como soldaditos, con un fuerte crujido de sus maderas y la vampiro les gruñó de mala gana para luego, voltear a ver hacia donde todavía estaba tendida Sagitas y donde la rubia de su hermana la intentaba atender para ver si despertaba

-Todavía no presenta ninguna reacción?

Preguntó al tiempo de que finalmente alzaba otra vez el brazo para agitar su varita y hacer que el maletín de la peli-violeta se cerrase de golpe y saliera volando hasta posarse al lado del cuerpo de su dueña

[Hayame Snape Potter Black]

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Después de unos momentos, la bruja pelirroja estaba sentada en el césped, tomando algo de aire y con los brazos descansando por entre sus piernas mientras que su hermana menor estaba intentando hacer reaccionar a Sagitas y los árboles de vez en cuando, volteaban a verla y la Snape juraba que la veían con cara de resentimiento

-Ya dejen de verme así o les hago estallar el resto de las ramas para que ahora si me tengan coraje!!

Les amenazó alzando un brazo con todo y la varita a lo que aquellos árboles gigantes que protegian y bardeaban todo el perímetro de la propiedad de la Peverell, se giraron de golpe como soldaditos, con un fuerte crujido de sus maderas y la vampiro les gruñó de mala gana para luego, voltear a ver hacia donde todavía estaba tendida Sagitas y donde la rubia de su hermana la intentaba atender para ver si despertaba

-Todavía no presenta ninguna reacción?

Preguntó al tiempo de que finalmente alzaba otra vez el brazo para agitar su varita y hacer que el maletín de la peli-violeta se cerrase de golpe y saliera volando hasta posarse al lado del cuerpo de su dueña

[Lisette Ryddleturn]

La bruja finalmente se encontraba libre de todos los muebles que habían salido volando a su alrededor y a pesar de las protecciones que le había colocado Hayame, se seguía sintiendo bastante molesta

-Pero cómo se le ocurre que esto iba a ser algo bueno para protegerme cuando ella misma me pudo haber aplastado?

Se quejó para ella misma con un tono de voz suave pero una vez liberada, pudo ver como la vampiro salía saltando por la ventana y la dejaba sola en el salón nuevamente

Se presentaron muchos gritos en la lejanía y la Ryddleturn suspiró sabiendo que aquello iba a ser un gran problema como siempre, así que sencillamente sacó su varita del bolsillo de la falda de su mandil y la limpió un poco

-Creo que lo mejor será ir acomodando la sala para cuando estas muchachas regresen y entren, algo me dice que van a necesitar un sitio de donde reposar de forma adecuada

Dejó escapar un pequeño gemido y dándose la vuelta, aprovechó el tiempo que iba a tener para arreglar las cosas y empezó a agitar la varita de manera que en unos pocos minutos todos los muebles ya estaban volando otra vez por los aires para acomodarse de forma adecuada en el lugar donde correspondían y no tardando casi nada, aquel salón otra vez tenía la misma forma magnífica de cuando hubieran estado más tranquilas unas pocas horas atrás

-Listo

Dijo con una gran satisfacción y una sonrisa