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♦ Zarathustra ♦ (MM B: 111472)


Jeremy Triviani
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En un estrecho paso dentro del Callejón Diagón, casi queriendo llegar a los oscuros suburbios de la zona Nockturn, se encontraba una pequeña fachada de aire antiguo que parecía sacada de finales del s. XIX o quizá de principios del s. XX. Con acabados de madera y detalles modernistas lo que más destacaba eran las dos ventanas de los lados que en realidad eran vitrales de colores con formas cuadradas aleatorias. Encima relucía un cartel torcido que relucía el nombre “Zarathustra”.

 

El interior parecía más grande, pero la planta tampoco era muy espaciosa como para albergar muchísimas personas. La luz era tenue y cálida, el verdadero espectáculo residía en cómo los vitrales de la entrada y las lámparas de cristal color que había en el lugar reflejaban varias luces cáusticas en las mesas y suelo; refracciones de colores y que además te hacían mirar las hermosas ilustraciones modernistas.

 

Había vitrales más cubistas; de formas geométricas como rombos, franjas, cuadrados o círculos. Pero también había algún guiño de los fundadores del local, como un vitral de una mujer con hiyab color azul. Las lámparas tenían un plafón de cristales de color y luces mágicas de color anaranjado en su interior que iluminaban muy poquito. Los muebles, tanto las mesas que estaban contra la pared lateral como la barra del barman eran de caoba y algunos remates de ébano.

 

 

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El suelo era de madera menos una franja central cara a la entrada en la que era vitral. Extensas placas de cristal colorido rectangular que por sus formas impedía que se pudiera ver qué había debajo.

 

Junto a la barra, delimitada por unos adornos de madera y cristal, había unos taburetes simples y tras ella se podía ver una rústica fachada de barriles de hidromiel y estantes con todo tipo de botellas de licor bajo arcos románicos. Allí se encontraba la sarcástica y muchas veces malhumorada Selk, una Askar de armas tomar que tenía muchos protocolos para que la gente le cayera bien. No obstante, era muy buena en su trabajo… En el trabajo del refinamiento de hierbas y de elegir a sus potenciales clientes.

 

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Lo que pocos sabían es que si se llegaba al final de la sala, pasando de los baños, había una puerta que conducía a unas escaleras a un sótano. Bajo el local se extendía la bodega donde el techo reflejaba las luces cáusticas de la superficie al tener las placas de vitral anteriormente mencionadas. A los lados estaban apiñados los barriles de alcohol y en el fondo una última puerta.

 

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Una oficina, es lo que allí se ocultaba, un despacho donde se encontraba un escritorio con muchos papeles, cuentas y galeones dispersos con total descuido. En la sala había muchos estantes con bolsas de polvos y viales pequeños que contenían sustancias impronunciables. Ese era el verdadero y oculto negocio que Selk regentaba; el comercio de sustancias ilícitas que provocaban diversos y extraños efectos en aquellos a los que les gustaba experimentar sensaciones fuertes. Cada una de las sustancias artesanas se confeccionaban con las plantas secretas de los jardines flotantes de la Familia Askar donde una complicada trama de mafia dividía las labores de cosechado, ocultamiento, traslado, refinado y finalmente su comercialización y difusión secreta.

 

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Afiliados: Se buscan (?)

Criaturas: --

 

Objetos: --

Personajes:

 

Selk Askar: Una mujer de armas tomar que regenta la taberna. Se trata de una joven de piel tostada y melena castaña oscura que caía lisa en un corte recto. Sus orbes marrones juzgan duramente a todos sus clientes, analizándolos con la mirada y sacando conclusiones apresuradas de ellos. Selk es una mujer agradable si se la halaga lo suficiente; pero normalmente irritable. Molesta con la vida y más aún luego de despertar de un confinamiento durante años. Ahora se hace cargo de Zarathustra como favor a cambio a la familia Askar por los cuidados que se le ofrecían. Ella es la mente maestra tras la refinería ilícita del negocio.

Fighter Askar: Un joven simpático de gran elocuencia. Son pocos los que no consiguen empatizar con este extraño sujeto. Se encarga de suplir a Selk cuando ocurre algún infortunio y de vez en cuando rondar por el lugar para vigilar que no venga gente indeseada o nadie se propase al estar bajo los efectos del alcohol. Es fácil de hacer reír, pero cuidado, ¡muerde!

 

Registro: Registro de Zarathustra

 

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Editado por Jeremy Triviani

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Por el callejón Diagón, cerca de Nockturn iba paseando en la oscura noche sin un rumbo definido. Hoy no quería llegar a casa, tenia ganas de tomar un trago y puede que otras cosas si me ofrecieran... Hacia días en el refugio de los Askar mientras visitaba a Rachel escuche a Jeremy hablar sobre un negocio ilegal, lamentablemente no pude seguir escuchando ya que por una de las puertas iba saliendo quien sabe quien y me escabulli en uno de los cuartos contiguos.

 

Una fachada algo antigua se encontraba edificada casi al final, con un pequeño letrero que anunciaba el nombre - Zarathustra - Dije, percibiendo el aire con mezcla de lo antiguo y lo viejo que emanaba el local. Cruzando la puerta de entrada me topo con un espacio medio adornado con lamparas de cristal que daban una luz tenue y hacían de la vista algo más llamativo, diferentes vitrales se esparcían por el lugar, los podías ver en las lamparas y ventanas.

 

Sentándome en la gran barra, los cómodos taburetes de madera estaban esparcidos a lo largo de ella. Desdé donde me encontraba podías ver los diferentes licores y barriles que adornaban la pared, junto a copas y vasos de tamaños diferentes - Lindo lugar - Suelto a nadie, recorriendo con la mirada los diferentes espacios del lugar.

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Fighter Askar

 

Velocidad. Eso era lo que sentía respecto a Rachel. El tiempo pasaba era rápido, pero con ella parecía que pasaban milenios por segundo. No acababan de reconstruir los cimientos de la familia cuando ya quería abrir un nuevo local. Él hubiera preferido que fuera unos meses más adelante, sobre todo con todo el trasfondo caótico ministerial que estaban viviendo. Pero bueno… ¿Quién era él para detenerla?

 

Habían acordado que Selk se haría cargo del Zarathustra ya que la paladín no podría hacerse cargo ni aun queriendo y Jeremy tampoco. Ambos magos vivían atados a cuestiones del ministerio, el LAIC y el bando. Selk necesitaba ser rehubicada así que la oportunidad era perfecta. ¡Y con su carácter! No había mejor guardiana. Mas, tenían que darle tiempo para que se familiarizara con el tema.

 

Y allí estaba él.

 

Supliendo a Selk gratuitamente en el día de la inauguración. Era una pena que siendo el día más importante fuera probable que Rachel no fuera a venir. Lo bueno es que Fighter era mucho más amigable que Selk por lo que el primer día, el que mejor impresión tenía que dar, estaría en buenas manos. Ya se había asegurado de que todo estuviera limpio y que las sustancias de la bodega estuvieran en orden.

 

Un ruido rechinante se oye.

 

La puerta se madera se abre con lentitud para luego cerrarse con un golpe seco. ¡La primera clienta! El joven, que iba con su natural larga gabardina negra, apoya un antebrazo sobre la barra y mira al visitante. Era una joven de la cual detectaba ya su esencia vampírica con sus habilidades demoniacas. Se veía inocente, pero no se fiaba en ese ámbito (?)

 

—Heya –llama la atención- Muy buenos días, señorita. Bienvenida al Zarathustra.

 

No había ni un solo cliente aún, literalmente lo estaría estrenando ella.

 

—Como es día de inauguración, la primera consumición será gratis para usted, señorita –sonríe levemente.

 

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Mis ojos iban pasando por todo el lugar hasta que un llamado de parte de un chico -que recordaba haber visto pero no recuerdo de donde- me hizo voltear, llevaba una gabardina negra y poseía unos grandes ojos marrones que llamaron mi atención. Apoyando mi codo en la mesa y posicionando mi cabeza sobre mi mano le veo por un pequeño rato.

 

- ​Hola... Gracias, me gustaría una cerveza - Le digo después de meditarlo un poco - O si gustas, sorprendeme con alguna otra bebida - Le dio, guiñándole un ojo de manera coqueta.

 

No era de andar seduciendo a cualquiera, pero el aire a desconocido que desprendía aquel mago prendía cierto foco en mi interior. Era muy curiosa si, y eso me había llevado a meterme en muchos problemas los cuales con gran esmero afrontaba - ¿Tu no eres Fighter? Soy Zoe o Zoella como quieras decirme, la amiga de Rei. Estuve en su boda - Dije después de un rato al haberlo recordado.

 

Fighter Askar, ahora si le recordaba. Aunque en la boda solo cruzamos un par de palabras, ahora tenía la oportunidad de entablar una conversación con él - ¿Ahora trabajarás aquí? Podría empezar a venir más seguido - Comente, susurrando las ultimas palabras para mi misma aunque con un poco de intención de que él las escuchara.

 

Un bar, y donde posiblemente tenga consumibles de las plantas que el refugio posee han de ser lo que Zarathustra ofrece. Podría hablar un poco con Rei y convencerla de hacerme su dealer y poder obtener algo de dinero... y capaz mercancía a bajo precio.

 

- Por cierto ¿Y Rei? tengo días sin saber de ella - Pregunté con intensiones de hablar un pco con ella y saludarla.

 

 

@@Rachel Ravenclaw

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  • 1 mes más tarde...

Jeremy ingreso al local por primera vez. Lo habían abierto hace un tiempo y nunca había tenido la oportunidad de pasarse. ¿Pereza? Un poco, más al saber que el que lo atendería sería el cabrón de Figther. Aunque ya no podía seguir posponiendo el controlar cómo iban las cosas. Así que allí estaba parados sobre sus nuevas botas s. Parado en la puerta mirando su peor pesadilla.

 

La parálisis del miedo que le provocaba el pelinegro se podía ver a simple vista. ¿Porque le pasaba eso? Era normal cuando el mismo hombre tenía la capacidad de poseer a las personas e inundarlas con sus maldades inescrupulosas. Así lo veía Jeremy y es por eso que se andaba con mucho cuidado cuando se cruzaban.

 

Era la segunda vez que tenía la desgracia de coincidir en un mismo lugar. Por suerte podía ver de espalda sobre la barra a Zoella lo que mejoró su humor lo suficiente para acercarse a donde estaba y sentarse en unas de las butacas de madera. Sabía que interrumpía el “momento” pero poco le importó.

 

-¿Como estas, Zoella? -Le dijo mirándola -¿Te gusta el lugar?

 

Evito mirar al pelinegro por el momento. No quería terminar poseído como solía estarlo Rachel en las primeras reuniones de bando. No creía que le quedaría muy bien el lucir un ojo amarillo ni una cara de loco. Prefería estar atento por cualquier cosa, metió con disimulo una de las manos en el bolsillo donde tenía la varita y se preparó para cualquier eventualidad.

 

-¿Qué estás bebiendo? –Continúo preguntando, ahora si levanto la vista y pasándola por su boggart. En algún momento había que enfrentar los miedos -¿Dónde está Selk? –Preguntó al hombre.

 

 

@ @@Rachel Ravenclaw

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El lugar estaba completamente listo, el capacious extremis funcionaba de maravilla. Era hora de que Vladimir enviara su noble y fiel lechuza por todos los lugares de Ottery y el Callejón, para dejar su pequeña invitación para el que quisiera asistir a su fiesta de apertura.

La gran Nox emprendió vuelo por entre las nubes, cargando consigo las invitaciones para que todos los brujos y las brujas pudieran saber de tan excelente actividad. Su vuelo era ligero, suave cual viento y sus alas no producían el menor ruido. Así fue, durante todo el día y la noche, solamente reposando para descansar de cuando en cuando.



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Justo después de terminar de preguntar por Rachel aparece mi primo, Jeremy. El rubio llego con un tenso caminar, y en su rostro se notaba un poco la incomodidad, tenia conocimiento sobre su especie de miedo hacia Fighter y el hecho de tenerlo tan cerca capaz fuera el motivo de que este así. Escaneandolo un poco le regalo una sonrisa tranquilizadora - Hola, viejito. Estoy muy bien ¿Tu como estás? - respondí mientras inclinaba un poco la cabeza - El lugar está hermoso, muy llamativa la decoración. ¿Donde consiguieron esas lamparas? -

 

Fighter me trajo un cóctel que desconocía, murmurando un gracias tomo la copa en mano y le doy un pequeño sorbo para darme cuenta lo dulce que es. Pasando la vista entre el rubio y Fighter no veo algún indicio de algo por parte del demonio para con Jeremy, por lo tanto no entiendo mucho ese miedo de él.

 

- Ni idea, Fighter dijo que me sorprendería con algo y aquí está - Mencione señalando la copa, los duros rasgos del Askar se dirigieron al demonio mientras hablaba. Esperando a que Fighter respondiera una lechuza entra por la puerta, traía algo en el pico. AL dejarla a un costado de Jeremy, hace un pequeño graznido y se va.

 

- Jeremy, regalame un recorrido por tu local - Mencioné, en un intento de alejarlo un poco de Fighter y de que la tensión en su cuerpo bajara un poco.

 

@ (kk pero ajá)

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La voz de Zoe distrajo al vampiro que volvió a mirarla con una sonrisa en su rostro. Se había hecho bastante amigos desde que habían vivido varias experiencias juntas. El pertenecer al mismo bando también ayudaba a que la relación entre ambos mortífagos fuera mucho más fuerte.

 

-Todo genial, venía a ver qué tal van las cosas por acá -Respondió encogiéndose de hombros, luego señalo las lámparas que decía la bruja -No tengo idea de donde lo saco Rachel. Ella fue la encargada de la decoración.

 

Decir eso era muy poco. El vampiro había colaborado con galeones y algunas escasas ideas al proyecto del bar. Le gustaba más pensar que el laboratorio que tenían montado en el Refugio era parte vital del negocio. Ya que de ahí y del zigurat provenían las sustancias alucinógenas que vendían de forma ilegal. No le dío bola a la lechuza con el mensaje. Dejo que fighter se encargara de eso.

 

-De acuerdo, ven -Respondió al pedido de la Triviani, poniéndose de pie tan rápido como pudo. Todo sea para alejarse del hombre poseedor de personas - Sígueme.

 

Caminó un poco más relajado hasta al final de la sala donde abrió una puerta para que ambos pudieran pasar. Una escalera les permitió descender hacia los sótanos, donde un pasillo con barriles en ambos costados los llevaba hacia una última puerta que traspasaron sin detenerse. Dentro estaba el verdadero negocio. Lo que les dejaba más dinero a fin de mes.

 

-Y esto querida Zoe, es nuestro negocio -Le dijo estirando los brazos para abarcar toda la habitación, con una sonrisa pícara en el rostro y un guiño de sus ojos azules.

 

Estaba orgulloso de ver las estanterías, llenas de viales líquidos, frascos con sustancias viscosas y bolsas con polvo de diferentes colores. Todos con etiquetas con nombres extraños y características sobre sus efectos.

 

-Aquí sucede la magia -Comentó - ¿Quieres colocarte? Puedes elegir lo que gustes, pero acuerdate que no nos hacemos cargo de sus efectos. Las consecuencias son parte de la decisión -Advirtió con una sonrisa malvada.

 

 

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Fighter Askar

Le sonrió amablemente al a bruja que tenía delante mientras le preparaba un trago muy especial, una receta particular que había aprendido en Francia, pero con un toque de medio oriente que había sacado de la antigua babilonia. Era una sustancia especiada y que dejaba un regusto frutal. Bajo su inocente aspecto se descubría una bebida fuerte así que era mejor no abusar de ella.

 

El pelinegro no pudo responderle a la chica, pues vio llegar a Jeremy al local. Disfrutaba de clavar su mirada siniestra en él sin decir una palabra. Ninguno se dijo ninguna palabra, no hacía falta. Ambos tenían una relación de hostigación en la que el Askar marcaba distancia para evitarse problemas.

 

—Selk se está aprendiendo los protocolos de este país se reincorporará pronto –le dijo solo.

 

Dejó que el vampiro se la llevara para poder atender la lechuga sorpresiva que había entrado. Tomando el sobre para mirar la publicidad se llevó una mano al mentón mientras leía. ¿Era una discoteca?, ¿o una agencia de diseño real?, ¿o una discoteca en la que bailabas mientras te retrataban? No entendía bien el punto… Fighter guardó la hoja con otros papeles tras la barra que luego le daría a Rachel.

 

Vio a Jeremy marchar con la joven esperando que fuera sutil con la mercancía. Rachel y Selk los asesinarían si descubrían que habían dejado al descubierto el local, o peor, algo le pasaba a los ingredientes que estaban abovedados en la planta baja.

 

Editado por Rachel Ravenclaw

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Saltado de la silla y tomando la copa en mi mano le regalo una amplia sonrisa a Fighter y sigo al Askar hasta el final de la sala, donde se veía una puerta que al abrirla enseña unas escaleras que supongo dirigen al sótano. Últimamente mi relación con el rubio se había hecho algo más cercana, empezando por el lazo familiar que desde un principio nos hizo acercarnos. Dejando de lado su actitud algo sarcástica y sus constantes ganas de jo.der podría decirse que le aprecio. Básicamente nuestra amistad se trataba de ver quien fastidia más al otro.

 

Al bajar las escaleras un amplio pasillo lleno de barriles de ambos lados nos guía hasta otra puerta que al cruzarla unos grandes estantes nos reciben, mis ojos recorren cada frasco y bolsa que ahí se encontraban - Waoh - susurro perpleja, tenia conocimiento de que algunas plantas del Zingurat del refugio contenía elementos que combinados y consumidos podrían hacer entonar a cualquiera, y desde siempre busqué la manera de robar alguna de ellas más por respeto a ellos (Y miedo a Nibiru) me quedé tranquila.

 

- ¿Lo que quiera? - Pregunté intentando confirmar la incitación del rubio y sonriendo cual niña en una dulceria, y sin mucho titubeo me acerco para con mis manos tomar un polvo de un color violeta eléctrico y un nombre impronunciable para mi - ¿Como ca***o se dice esto? - Dije riendo al intentar varias veces de manera fallida pronunciar el nombre.

 

Abriendo la bolsa acerco mi nariz a la abertura y aspiro el aroma - ¿Esto como se consume? - Pregunté antes de equivocarme, sintiendo el peculiar olor de aquel polvo. Tomando un poco con mi dedo lo pruebo, sintiendo un sabor entre dulce y ácido. Sin esperar mucho, tomo una silla para sentarme y dejando la copa en la mesa espero las instrucciones de Jeremy.

 

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