Runas Antiguas

[Gabrielle Delacour]

RUNAS ANTIGUAS

The horror

— Eso me pasa por habladora…

 

Había cierto desafío con respecto a dar la clase que tanto dolor de cabeza le generó en su momento, no recordaba nada acerca de teoría de esa clase ¿Les había dado teoría Orión? En su mente solo estaba el momento en el que el Yaxley golpeaba el escritorio diciendo que la lección había finalizado, tal vez.

 

Sobre su mano llevaba la pequeña bolsa de runas que había quedado de aquella clase (o tortura), no tenía ni la menor idea de cómo comenzar incluso si su instinto le decía que solo siguiera los pasos del titular... Pero el dejar todo al azar no era de su gusto, no siendo tan controladora y metódica.

 

Abrió la puerta del aula y sus pasos fueron directo al escritorio. Vestía una camisa blanca, unos leggins negros y un cinto negro que marcaba su pequeña cintura, sus cabellos castaños caían sobre su costado derecho adornados por un listón negro, sencilla.

 

Sin mirar si había alumnos dentro del aula giró hacia el pizarrón para anotar lo siguiente.

 

EIHWAZ

ANSUZ

SOWULO

 

No había mucho que explicar ¿Qué tanto había aprendido en su clase de runas? Supervivencia e interpretación; al igual que los idiomas era más que nada el ver un símbolo y buscar cualquier manera de interpretarlo, era solo meter un poco de mente al asunto. Tenía las herramientas pero ¿Y sus alumnos?

 

— Las runas es solo otra manera de comunicación, un idioma muy antiguo, pero sigue siendo comunicación. Esto será divertido...- soltó un suspiro; no, no lo sería.—Frente a ustedes tienen el nombre de esas tres runas, investiguen su significado, tienen la biblioteca para guiarse… Esas tres runas les dirán el lugar a donde tienen que ir para encontrar sus propias runas y continuar con los acertijos de la clase.

 

Recordó su desesperación de estar buscando en vano significados, de no haber llevado la clase con Mahia habría terminado ahorcando a su hermano y sus malditos acertijos. No, no les dejaría tan a la deriva.

 

—Tengan en cuenta que ese lugar sigue siendo dentro de los terrenos de la universidad.

 

Y se sentó sobre el escritorio mientras comenzaba a tararear divertida.

 

 

 

 

@@Samantha Sokal

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[Samantha Sokal]

Desde que había llegado a Londres que Samantha había deseado cursar Runas antiguas. Tenía muchas expectativas con lo que iba a aprender en esa materia, y estaba muy contenta de empezar el curso. De niña, en Kronborg su padre le había dado algunas clases, pero nunca le había enseñado a leerlas. Solo sabía que Odín había dado mucho por obtener la sabiduría que esos símbolos representaban. Recordó cuán impresionada quedó cuando su padre le contó que el Aldaföðr había colgado 9 días y 9 noches de un árbol para obtener ese conocimiento.

 

La bruja escandinava estaba sentada al medio de la clase cuando llegó la profesora, una atractiva joven vestida de blanco y negro. La miró curiosa, no había muchas brujas en el mundo mágico que vistieran así y de inmediato se sintió cómoda con sus jeans y su chaqueta de cuero.

 

Pero la profesora no reparó en ella y escribió el nombre de tres runas en el pizarrón al tiempo que explicaba que las runas eran un idioma, un medio de comunicación, y que leyendo esas tres los alumnos sabrían dónde encontrar las propias.

 

Una vez terminada la primera clase, Samantha se dirigió a la biblioteca y pidió todos los libros de runas que tenían allí.Luego de investigar por varias horas llegó a la conclusión de que las tres runas estaban en el alfabeto Futhark antiguo.

 

Tomó un pergamino , una pluma y empezó a escribir la tarea.

 

 

EIHWAZ: ( equivalente a la letra Y) representa el árbol del tejo. Una madera flexible y a la vez resistente. Significa fortaleza y perseverancia. Muchos la asocian con Yggdrasil, el árbol de donde colgó Odín en su muerte y renacimiento.

 

ANSUZ: (equivalente a la letra A) es la runa de la comunicación, del leguaje y de la verdad. Se considera la runa de los dioses e involucra todo lo que concierne a la palabra, tanto escrita como oral.

 

SOWULO: (equivale a la letra S) representa al sol, a los rayos solares dadores de vida. También indica fortaleza, energía, salud y éxito. Se dice que su nombre proviene de un tipo de cuarzo que los antiguos vikingos utilizaban como brújula para orientarse en sus viajes

 

 

 

Se quedó pensando. Si la lectura de esas runas le iba a decir dónde encontrar sus propias runas decidió que debía ir adonde hubiera árboles, al aire libre, de cuya madera ella podría fabricárselas.

 

 

[Rory Despard]

Comunicación. Era interesante observar como a través del tiempo y en el espacio, siempre estábamos los unos con los otros intentando tender puentes para comunicarnos, o también, ocultando información para solo hacerla accesible a unos pocos elegidos. Cuando pensaba en las runas, era esto último lo que venía a mi mente, y durante mi época en Hogwarts solía imaginar a quienes las habían usado por primera vez como una clase de sociedad secreta, de capas oscuras y grupos reunidos en lugares de poca luz, tramando planes que solo conocerían unos pocos.

Un poco lo típico para cualquier persona abandonando la niñez y acercándose a la adolescencia.

Cuando entré al aula, me animó un poco ver un rostro familiar allí. Samantha Sokal. Claro, distábamos mucho de ser amigas cercanas, pero al menos era un alivio el compartir clase con una persona tan analítica y de amplios conocimientos como lo era ella. Incliné levemente la cabeza a modo de saludo y tomé asiento a su lado, pero antes de poder decir o hacer algo más, vi la figura de quien suponía sería la profesora, ingresar al salón de clases.

No la conocía de ningún lado, pero su atuendo muggle llamó mi atención. Pero sí que sabía que debía ser alguna profesora suplente puesto que el titular de la clase era un varón. No comenté nada, más porque la mujer parecía ir con prisas y ni siquiera se molestó en darnos un saludo, sino que tras escribir en el pizarrón el nombre de tres runas, se fue directo a darnos su explicación sobre qué consideraba ella a las runas antiguas.

Vaya, coincidía masomenos con lo que yo también pensaba. Comunicación, pero también, interpretación que para mí se parecía demasiado a la adivinación, y es que había toda una mística que rodeaba su uso. De cualquier forma, teníamos frente a nosotras la primera tarea ahora, y la verdad era que, pese a sus indicaciones, me sentía bastante perdida.

Así que seguí a Samantha, de forma discreta, y mientras ella absorta se sumergía en una pila de libros, modestamente yo tomé el que me había sido de gran utilidad en mi sexto año en Hogwarts Traducción de Runas Avanzadas de Yuri Blishen, y el clásico Diccionario de Runas. Tiempo después, mientras veía como mi compañera escribía sobre un pergamino lo que supuse era su interpretación de las runas, yo la verdad es que no había escrito una sola línea ¿es que tenía acaso que escribirse una redacción?

Tuve el impulso de preguntarle a Sam, pero me contuve por no interrumpirla en sus labores, hasta que de pronto poniéndose de pie la vi salir de la biblioteca. ¿Sería que volvía al aula? Lo pensé un momento hasta que caí en cuenta que ella, a esa altura, ya debía haber resuelto la pista, el acertijo, que encerraban las runas.

Redoblé entonces mis esfuerzos, para más allá de los significados genéricos que el libro colocaba, desentrañar el acertijo y el mensaje personal que las runas tenían para mí. Fue entonces que volviendo a Eihwaz, de pronto una luz se hizo por fin, al pensar en como la runa hacía referencia a las dificultades que necesariamente se encontrarían al empezar una nueva vida. ¡Y cuanta razón llevaba! los últimos meses mi vida había dado un vuelco de 180 grados, desde el tema del matrimonio hasta la demasiado reciente (y dolorosa) partida de La Orden del Fénix.

Una nueva vida, donde tenía muchas incertezas, donde desconfiaba incluso de mi capacidad para volver a llevar una vida normal luego de vivir a salto de mata por años ¿habría todavía para mí una oportunidad de cambio para bien habiendo desistido del ideal que había guiado mi vida hasta entonces? Si seguía a la runa mensajera Ansuz, la respuesta era que sí, porque al fin y al cabo solo se trataba de sacar de mí misma todos esos aspectos que la lucha había hecho de lado, el primero de ellos, mi familia. El segundo, sacarme el peso de tener cuidar mis palabras por ser ejemplo para alguien más.

Todavía quedaba Sowelu, pero ya casi tenía ante mí por fin el puzzle completo. Devolví amablemente a la bibliotecaria los libros prestados y caminé entonces hacia el lago, observando a la distancia la isla central, dónde apenas el mes pasado, había llevado mi clase de Artes Oscuras. El costo de aprobar la materia, había sido terminar en un escenario de espanto, obligándome a recurrir a los poderes de un grimorio que quedaron sellados en un tatuaje que ahora portaba en el pecho, y que (a nadie le había confesado) palpitaba y ardía con más intensidad con cada día que pasaba, aumentando la fuerza de mi magia pero a su vez, echando a perder de forma acelerada mi conexión con la tierra.

— Sowelu. La fuerza de la vida, que entrará con su luz para llevarse el dolor, la pérdida y admitir por fin, aunque no me gustara y me hubiese negado a hablar con alguien del tema, lo mucho que me estaba afectando haber dejado La Orden del Fénix.

Con los dedos temblorosos, saqué del bolsillo de mi abrigo la cajita de rapé y esnifé varios pellizcos seguidos, sintiendo al instante el alivio de la nicotina. Definitivamente, ese era el lugar donde debía estar, pero ¿de qué manera encontraría esas nuevas runas que la profesora había mencionado?

[Samantha Sokal]

Samantha se quedó pensativa. Sabía que la mayoría de los vitkis leian las runas de derecha a izquierda. ¿eso significaría que en este caso se debían leer de abajo hacia arriba? No estaba segura de ello.

Si las leía en este sentido, Sowulo le indicaba que encontraría el éxito en su búsqueda, Ansuz hablaba de SU búsqueda en sí, la verdad, las palabras, sus propias runas, y Eihwaz indicaba que para esta empresa era necesaria fortaleza y perseverancia, pero sobre todo estaba asociada con los árboles, a Yggdrassil y al tejo. Si leía las runas en sentido inverso, estas le decían que era necesaria fortaleza y perseverancia para encontrar la verdad, los antiguos decían Eihwaz alejaba a los malos espíritus, seguidade Ansuz (según leyó en un tratado escrito en Suecia) hablaba de la importancia de ser sincero, ¿y entonces Sowulo? Sowulo daba enormes posibilidades. El sol, todas las runas eran mágicas, pero Sowulo era especial, otorgaba, confianza seguridad e indicaba el camino. Si ella sentía encontraría sus runas en la madera, Sowulo le estaba diciendo que sí. a pesar de que las de su padre eran de hueso, ella siempre había pensado en que sus runas serían de madera. Y las pensaba tallar ella misma.

Entro a la clase llevando su pergamino y se lo entregó a la profesora. Le explicó sus conclusiones. No sabía que iba a decirle pero tenía una pregunta que hacerle.

- Profesora, sé que las runas son un lenguaje, sin embargo, he oído que la lectura puede significar diferentes cosas para diferentes personas ¿es así? -y agregó, dudando- no sé, pero al ser un lenguaje mágico me imagino que la respuesta debe depender mucho de qué es lo que se ha preguntado. ¿no?

[Gabrielle Delacour]

Gabrielle había salido del aula pera tener una mejor vista de las chicas; cuando ella había llevado la clase había detestado con todo su ser a Orión quien les hizo dar vueltas en su cabeza, odiaba los acertijos y la Black había tomado esa oportunidad de sentir lo que él les había hecho sentir. Pero no le daba placer el verles un tanto atareadas a diferencia de lo que había pensado.

 

Se cruzó de brazos y se recargó en una de las paredes esperando a la primera de sus alumnas que se acercara al árbol central del patio ¿Le entenderían?

Samantha había sido la primera y una sonrisa de aprobación se dibujó en los labios de la francesa.

 

Tan solo faltaba la última alumna, la Delacour decidió regresar al salón de clases, si la primera había logrado dar con el lugar de seguro también lo lograría la otra chica. Entró al aula y casi al momento le siguieron los pasos, su mirada se clavó en la chica y, antes de proseguir fue atacada por dudas.

 

- Profesora, sé que las runas son un lenguaje, sin embargo, he oído que la lectura puede significar diferentes cosas para diferentes personas ¿es así? sé, pero al ser un lenguaje mágico me imagino que la respuesta debe depender mucho de qué es lo que se ha preguntado. ¿no?

<<Demasiado>> Pensó para sí y sonrió, era obvio que vendrían con preguntas y solo quedó sonreír ante la curiosidad, había leído y se notaba y que se empapara de ese conocimiento le había dejado una buena impresión de ella.

 

– Alguien se tragó el libro de la biblioteca ¿Cierto? Por cierto Soy Gabrielle Delacour, qué modales los míos ¿Y tú eres...?- la sonrisa en sus labios le evidenciaba el cierto orgullo que sentía por la chica y apresuró sus palabras.– Y sí, depende de la persona que las interprete será el significado que le dé, depende de la manera de pensar de cada uno y sobretodo de lo que hayas preguntado. Ahorita estamos conociendo sus significados literales, después nos meteremos con algo más y espero que al final de la clase ustedes puedan hacer sus propias preguntas para ser contestadas por esas... pequeñas... figuritas.

 

Su mano apuntaba vagamente a las runas que tenía sobre su escritorio, sí, culpable, ella misma había comenzado ha hacer preguntas sin respuestas y apresuró a meterles en la bolsa donde les guardaba.

 

No esperaría a su compañera, sobre el escritorio se veía una runa solitaria, una, menos desastre al parecer. Quería significados crudos y solo se dedicó a mirar a la chica.

 

– Fehu ¿Qué te dice?- alzó la ceja y se cruzó de brazos.– Tienes que ir al lugar donde crees que se encuentra esa runa ¿Qué significa y dónde crees que le puedes encontrar? Literal. Ahora es momento de ir. De regreso te espera el pode interpretar tus propias preguntas.

 

Por escasos segundos sintió un escalofrío recorrer su espalda ¿Se estaba convirtiendo en la versión femenina de Orión? Meneó la cabeza y alzó las cejas, esperaba que no.

 

 

 

@@Samantha Sokal

 

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[Anne Gaunt M.]

— Vas a llegar tarde.

 

La voz la sobresaltó, pero no lo suficiente como para demostrarlo. Siguió moviendo las manos con lentitud, introduciendo el pelo de thestral en el pequeño orificio de la madera que llevaba trabajando dos días. Cuando notó que estaba en su lugar, comenzó a murmurar unas palabras mientras mantenía el objeto en las manos. Era evidente que se trataba de una varita en plena fase de fabricación.

 

— ¿Me estás escuchando?

 

Volvió a ignorar la voz que le hablaba a la espalda. No porque no le interesara lo que decía, sino porque necesitaba acabar aquelo antes de irse. Dejar la varita en aquel estado equivalía a perder el trabajo realizado hasta entonces. El hombre, de pelo canoso y gafas redondas, que la observaba desde la puerta suspiró sonoramente y Anne se percató de que entraba en la habitación. Tras unos segundos más murmurando palabras mágicas en suaves susurros, dejó la varita sobre el paño de seda que cubría parte de la mesa donde estaba trabajando y se giró.

 

— Sí, te estoy escuchando, pero estoy trabajando y me desconcentras. ¿Qué hora es? —preguntó, mirando directamente a su padre a los ojos.

 

— Deberías haber salido hace más de media hora.

 

— Demonios.

 

Anne saltó de su asiento y pasó junto al anciano, alcanzando a darle un beso en la mejilla. Éste sonrió con pesar y alargó un pedazo de tela oscura que sostenía en la mano: la capa de viaje de su hija. La tomó rápidamente y salió de la sala, echándose la capa sobre los hombros. Solo entonces se sintió lista, y desapareció.

 

Reapareció en los terrenos del Ateneo de conocimientos y se dirigió hacia el aula de Runas Antiguas, la clase a la que se había anotado aquel mes. Oyó voces en el interior, y se dio cuenta de que debían haber empezado. Se detuvo un momento, se recolocó un poco el cabello y, cuando sintió que estaba lista para entrar, llamó a la puerta y asomó la cabeza.

 

— Disculpe la tardanza profesor... profesora Delacour. ¡Hola! —exclamó al reconocer a su compañera. Había esperado encontrarse con Orión, el titular de aquella materia, pero se alegraba de ver a Gabrielle allí—. Siento haber llegado tarde, me lié con el trabajo.

 

Entró al aula y se quitó la capa, mirando a la otra alumna que había en el aula. Le sonaba su rostro, pero no consiguió reconocerla, así que volvió a centrarse en Gabrielle.

 

— No sé absolutamente nada de Runas. ¿Por dónde debo comenzar?

 

@@Gabrielle Delacour

[Rory Despard]

Era el lago, era difícil explicar que era más una corazonada que otra cosa, pero sabía que debía volver allí. La conexión con la tierra y la naturaleza era en cierto sentido un don que había sido parte de mi familia desde su mismísimo nacimiento, y aunque en cada generación no todos desarrollaban el mismo grado de afinidad y compenetración con ella, nos acompañaba a lo largo de la vida.

No me sentía con ganas de tener que volver a esas frías cuatro paredes del salón de clases. ¿Sería acaso un último esfuerzo por rehuir a lo que en realidad debía enfrentar? En el pasado había sido una experta para evadirme de los problemas cuando había tocado fondo. Pero a diferencia de esa ocasión, no sentía que mi mundo se venía abajo, solo...solo no lograba ver que camino tomar.

Por lo pronto, ya con la mente más preclara, y también con los sentidos totalmente en alerta por causa de la nicotina, decidí regresar dónde la profesora. Necesitaba, aun si sentía los pies de plomo mientras caminaba, una nueva guía para proseguir en esa enseñanza, esa "forma de comunicación" que curiosamente conectaba hacia dentro.

Algo nerviosa, toqué con un par de golpecitos la puerta, dando cuenta de mi presencia, y luego, avancé hasta el lugar donde había estado antes, encontrándome con una sola runa colocada sobre la carpeta. Con una venia de la cabeza saludé a Anne, a quien era agradable ver de nuevo en tan corto periodo de tiempo, y aprovechando que ella había hecho una pregunta a la profesora, me animé a lanzar mi propia duda también. Sam también estaba allí.

– ¿Esta nueva runa es la siguiente tarea? ¿Cómo con la anterior debemos recorrer nuevamente la universidad hasta encontrar el lugar que más se ajuste a su significado en esencia?

Bajé lentamente la cabeza para observarla unos instantes, intentando hacer memoria del Diccionario que había tomado en la biblioteca la vez anterior. Y si no estaba errada, ya sabía que runa era la que tenía allí delante.

@@Gabrielle Delacour

[Gabrielle Delacour]

– ¡Anne!- sonrió al verle y volvió sus palabras a Samantha.– Bueno, por lo que veo tienes el instinto así que después de esta runa no tendrás problemas con la tarea final...

 

Como era de esperarse Gabrielle se sentó sobre el escritorio, casi era maña de ella el sentarse en cualquier lugar menos en la silla, giró su torso hacia la Gaunt y apresuró a responder su pregunta. Señaló el pizarrón con solo mover la cabeza, aún seguían los nombres de las runas en él y volvió a sus antiguas palabras.

 

– Tienes que ir a la biblioteca, busca un libro de runas e investiga el significado de esas, te dirán en dónde encontrar tus runas para la clase. Recuerda que ahorita solo estamos aprendiendo significados literales no te vayas lejos pensando en profundizar en ellas.

 

No diría más, si una alumna había logrado dar en el lugar y regresar al salón de clases estaba más que segura que Anne lograría dar con el lugar. Justo fue el momento cuando la segunda chica había llegado, le sonrió aliviada ¡Dos! Ambas alumnas habían logrado llegar y solo faltaba que Anne recogiera sus runas y continuara con la siguiente asignación.

 

La pregunta le había dejado del todo desconcertada, no, ahora tendrían más campo para jugar al acertijo y mordió su labio tratando de no sonreír con un poco de malicia.

 

– Bueno ¿Qué te diré? Esto tiene un poco más de dificultad por eso es solo una runa y queda fuera de las instalaciones pero dentro del país ¿Puedes decirme qué significa? De esa manera podría ayudarles a que no se vayan lejos analizando las mil probabilidades que su mente pueda llegar a hacer. Esto aún es literal... Quiero que regresen y a su regreso será la prueba final..

 

 

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[Anne Gaunt M.]

Anne esperó unos segundos, suponía que Gabrielle los necesitaba para acomodarla ahora al ritmo de las otras alumnas que, para su frustración, vio que ya habían iniciado con las tareas de clase. Tuvo cuidado de que no se notara su incomodidad y el único cambio en su gesto fue con la boca, pues se mordió el labio inferior ligeramente mientras observaba a la Delacour, que acaba de sentarse en el escritorio. Sonrió ante aquello: ella hacía lo mismo en sus clases.

 

Luego la mujer le habló y Anne siguió con la mirada sus indicaciones para leer lo que había escrito en la pizarra. Empezaba a dolerle la cabeza, y eso que todavía no había empezado a estudiar.

 

— De acuerdo, voy a la biblioteca. Volveré cuando tenga algo que decirte... para bien o para mal —murmuró lo último más para sí, pues aún no entendía qué la había llevado a anotarse a aquel conocimiento. Antes de salir, clavó la mirada en el pizarrón para leer varias veces las palabras escritas y así memorizarlas por completo. Mientras lo hacía, la puerta del aula se abrió y entró en ella su compañera de docencia durante el mes anterior, Bel. Le sonrió como respuesta cuando ésta movió la cabeza en su dirección y luego la escuchó preguntar algo a Gabrielle. Pero realmente no la beneficiaría en nada la respuesta puesto que no había cumplido con la primera parte de la tarea, por lo que se encogió de hombros y salió del aula con la mente centrada en no olvidar las palabras de la pizarra.

 

Llegó a la biblioteca rápidadamente y se dirigió a la sección donde sabía que encontraría material sobre runas antiguas. Conocía al dedillo aquel lugar, llevaba muchos años trabajando allí en distintos puestos. Enseguida halló un Diccionario de runas que se colocó bajo el brazo mientras seguía mirando la estantería. Tomó otro volumen cuyo índice le resultó interesante titulado "Diccionario del hechicero", donde leyó que encontraría también información sobre runas. Hecho esto, se dirigió hacia una mesa vacía y se sentó frente a ambos libros. Tomó el que había seleccionado primero y comenzó a hojearlo lentamente, leyendo por encima cada palabra en busca de algo relacionado con lo que les había mandado Gabrielle.

 

Pronto leyó algo que captó su atención. Eihwaz. Era una de las palabras que se había esforzado por recordar, así que comenzó a leer aquella parte despacio. Asintió para sí y, tras hacer una floritura de varita, un bolso se hizo visible en su torso que había estado ahí en todo momento aunque camuflado a la vista. Siempre lo llevaba consigo, pues en su interior había todo tipo de objetos y artículos que podían servirle en un momento determinar. Como en aquella ocasión. Extrajo un pergamino y una pluma de él y luego volvió a dejarlo invisible, para luego comenzar a hacer anotaciones.

 

«La runa Eihwaz simboliza estabilidad, madurez, temple y aguante. (...) nos habla de la obtención de logros gracias a la paciencia y a tomar decisiones con seguridad y confianza. (...) aceptando nuestro pasado y mirando hacia el futuro. (...) avisa de que vamos a sufrir ataques y posibles derrotas (...) estaba asociada con el fuego y era símbolo de agilidad mental y sabiduría. Por ello, los nórdicos creían que esta runa tenía poderes mágicos que estimulaban la inteligencia (...)».

Gabrielle le había dicho que trabajarían con sentidos literales, al menos al principio, pero Anne no pudo evitar que la cabeza se le fuera hacia todas partes menos adonde debía. Se rascó la frente con parsimonia y luego volvió a centrarse en el libro, tenía dos palabras más que encontrar. La siguiente la halló más deprisa. Ansuz. Leyó mientras se toqueteaba el pelo con la mano derecha y pronto comenzó a hacer anotaciones en el pergamino.

«(...) es “boca”, “sabiduría” o, simplemente, palabra hablada. (...) representa los conocimientos y la transmisión de mensajes. (...) todo lo que involucre a la palabra, desde el aprendizaje hasta la escritura y lectura, está simbolizado por Ansuz. (...) te estará invitando a la renovarte y cambiar, a tomar nuevos caminos. También, puede adelantar la llegada de buenas noticias o de grandes consejos.(...) La leyenda cuenta que él (Odín) consiguió que (...) la tierra desprendiera las runas del alfabeto primordial. (...)».

Solo le quedaba una por buscar. Estiró la espalda como si se tratara de un gato y bostezó colocándose una mano en la boca mientras la bibliotecaria la miraba, ceñuda. En cuanto se percató de quién era, apartó la mirada y siguió con su trabajo dejando a Anne con una sonrisa satisfecha. Jamás se habían llevado bien, pero aún la respetaba lo suficiente como para no inmiscuirse en lo que estuviera haciendo. Se centró de nuevo en el volumen sobre runas y buscó durante un buen rato la palabra "sowulo", pero no consiguió hallarla. Sin embargo, se topó con una de traducción similar, por lo que tomó nota... por si acaso. Sowelu.

 

«(...) todo está preparado para pasar a la acción y comenzar a llevar a cabo aquellas acciones que teníamos pendientes. (...) invita e impulsa a admitir aquello que durante mucho tiempo has negado y a comenzar una nueva etapa con una renovación mental que lleva siendo aplazada durante demasiado tiempo y que, posiblemente, necesites con urgencia. (...) está vinculada con el fuego que ilumina el camino y nos da seguridad a la hora de avanzar.».

Asintió, satisfecha, mientras cerraba el diccionario de runas. Abrió entonces el otro libro y buscó las tres palabras para cotejar sus anotaciones y, cuando sintió que había acabado con aquello, se levantó y devolvió los libros a la bibliotecaria casi sin mirarla a la cara. Y entonces regresó hacia el aula caminando despacio, releyendo sus propias palabras. Llamó a la puerta antes de entrar.

— Yo... he vuelto, profesora Delacour. He encontrado esto —comentó, moviendo el pergamino mientras caminaba hacia el sitio que había ocupado originalmente—. Pero no sé cómo debo continuar una vez sé qué significa cada una de estas... palabras. Runas.

@@Gabrielle Delacour

[Samantha Sokal]

Luego de entregarle el pergamino Samantha escuchó a su profesora. Era cierto, se había tragado todos los libros de lla biblioteca. Y si hubiera tenido tiempo habría ido hasta Kronborg a buscar los libros de su padre. Pero el trabajo, la universidad, era demasiado. Ya había vivido esta situación como muggle, ahora le tocaba vivirla como bruja.

- Mi nombre es Samantha Sokal -dijo respondiendo a la profesora y añadiendo suavemente le contó -soy danesa, siempre me sentí ligada a las runas, aunque no las comprendiera. Tenía muchas ganas de cursar esta materia.- Esperaba que le creyera, no quería que la profesora pensara que estaba tratando solo de caer bien. Realmente le gustaba la materia y tenía necesidad de decirlo.

Miró la runa sobre la mesa. La reconocío, aunque aún no estaba segura de recordar que significaba. Mejor lo chequeaba en el libro.

-Fehu -dijo quedamente. Luego se fue a un rincón de la clase y abrió el libro que había sacado de la biblioteca. S había quedado con el que mas interesante le había parecido y solo rogándole a la bibliotecaria había conseguido que se lo prestasen por un par de semanas.

 

-Fehu representa a la vaca -leyó en voz baja- En la mitología nórdica es Audumla, quien lamiendo un bloque de hielo dio origen al primer hombre. Le dio calor, lo protegió y le dio alimento permitiendo que naciera para la vida.

Aun así Samantha estuvo desde el inicio convencida de que no era en el campo en donde debía encontrar a Fehu. La vaca era solo un símbolo. Para los antiguos pueblos escandinavos el ganado era sinónimo de poder y riqueza. Abundancia de cualquier tipo, según la pregunta que se hacía, podía ser dinero, pero también amor o hasta conocimiento. Lo cierto es que Fehu siempre era riqueza.

Cerró el libro y se dirigió a la profesora.

-Fehu indica riqueza -dijo- sé que puede ser cualquier tipo de riqueza pero sobre todo indica riqueza en dinero. Yo buscaria a Fehu en Gringotts.