Runas Antiguas

[Gabrielle Delacour]

- Fehu indica riqueza sé que puede ser cualquier tipo de riqueza pero sobre todo indica riqueza en dinero. Yo buscaría a Fehu en Gringotts.

 

- ¡Ding ding ding ding!- Exclamó la Delacour emocionada, sonrió y asintió con la cabeza.- Vaya Samantha, pues lo llevas en la sangre eso de leer las runas...

 

Y lo decía en serio. A diferencia de las demás compañeras de clase la chica había logrado dar con las primeras dos pistas solo quedaba terminar el recorrido y dar el último vistazo ella misma a las cosas.

 

Soltó un suspiro, no quedaba mucho por hablar, tan solo el especificar cómo sería la última jugada. Enderezó su torso y sonrió un tanto orgullosa, al menos una de ahí había logrado dar con todos los acertijos ¿Lograría pasar también la barrera mental y no solo literal?

 

- Bueno señorita Sokal...- pasó una pequeña bolsa de satín negro, misma que contenía la otra mitad de las runas que posiblemente se había encontrado en aquel árbol del principio.- Te las has ganado, eres buena leyendo a letras pero ¿Las entenderás mentalmente? Esas pequeñas "cositas" no solo nos hablan en sentido literal, si nos abrimos a lo que nos quieren decir podemos darles el significado aún más amplio.

 

Sus ojos miel se centraron en ella y se cruzó de brazos, odiaba de la nada sonar como el Yaxley, lo detestaba.

 

- Déjate llevar y quiero que me hagas tu propia lectura... Ahora que las tienes completas es tu turno, tres.... Entiéndelas y dime qué es lo que te hablan.

 

¿En serio? De manera interna se maldijo a si misma, sí, se estaba comenzando a parecer en el titular de la materia.

 

Anne de nuevo había cortado el silencio, hizo una seña con las manos a Samantha para que ella misma continuara y se acercó a la Gaunt arqueando la ceja extrañada.

 

- ¿Profesora Delacour? Vaya, ni los de idiomas me llaman así.- sonrió a la chica y continuó.- ¿Cómo que no sabes qué significan? Eihwaz, con esa tienes para saber dónde buscar la mitad de tus runas ¿Qué significa literal...? Y se encuentra uno justo en medio de...

 

Se quedó callada mirándola con complicidad mientras que pare de su atención estaba en el posible llamado de la Sokal.

 

 

 

 

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@@Samantha Sokal

[Rory Despard]

Sam, más precavida, había conseguido quedarse con un libro de la biblioteca. Le eché una última mirada, en el momento en que iba hasta un apartado rincón del salón para hacer la nueva tarea (desentrañar el acertijo de la nueva runa y el lugar que estaba indicando para nosotros) y entonces salí de vuelta para la biblioteca.

Por suerte todavía el par de libros que había pedido seguían amontonados en una pila. Volví a sentarme en una de las largas mesas con que contaba el recinto y sacando del abrigo la runa la observé con detenimiento para luego buscar en el diccionario. Tenía una vaga idea de cual runa se trataba al salir del salón, pero solo entonces estaba verdaderamente convencida: Era Fehu, la runa relacionado a la riqueza, la prosperidad, en fin de las "adquisiciones de la vida". Eso claro si estaba derecha, porque si por el contrario se encontraba invertida (y lo detallaba cautelosamente el libro) solo implicaba pérdida y decepción.

"Por un lado esperanza, por el otro lado pérdida"

La profesora había dicho que esta vez el lugar al que nos guiaría sería fuera de la universidad, pero dentro del país. Por unos instantes, en la quietud de la biblioteca, me permití reflexionar ¿que lugar era sinónimo de riqueza y abundancia principalmente material? Pronto la respuesta llegó: no podía ser otro que el banco Gringotts, que bajo sólidas medidas de seguridad custodiaba en sus bóvedas el oro y otros objetos valiosos de todos los magos de Inglaterra.

Algo más emocionada de haber resuelto el acertijo en menos tiempo que la vez anterior, volví al salón. Esta vez llevaba el par de libros con los que había trabajado desde el primero momento (aprovechando que la bibliotecaria no ponía mayores trabas al ser yo docente en la universidad también) y cuando entré de regreso al aula tomé asiento antes de dirigirme a la maestra, que se encontraba en esos momentos cerca de Anne. Sam ya se encontraba en su sitio, y aunque no había alcanzado a oír su intervención, estaba segura que lo habría hecho excelente.

Y es que parecía tener un don natural para el tema.

Me aclaré la garganta, para llamar su atención y enseguida sin mayores miramientos, di mi respuesta:

– Bien profesora, Fehu es una de las runas más importantes, ligada a lo material y a la fertilidad de la tierra en los campos. Nos habla de riqueza, pero una que se consigue con trabajo duro, con ahorro, y por medios lícitos para que tenga verdadero valor- exhalé antes de finalmente comentar a la profesora lo que pensaba- tiene una dimensión relacionada al amor también, pero me parece a mí que aquí está hablando de ganancia, y de cuidar lo que ya poseemos ¿y en qué lugar sino Gringotts todas nuestras más valiosas posesiones y riquezas se encuentran? Pienso, por tanto, que es Gringotts, a dónde debemos ir.

Me sentía nerviosa. Confiaba en mi explicación, pero quizá todavía no me sentía "a la altura" del todo. Aun con ello, precisamente viendo a Fehu, me animé. Sentía bonito su mensaje de que la riqueza era más un vehículo importante y soporte para la felicidad, que la felicidad en sí misma.

@@Gabrielle Delacour

[Samantha Sokal]

Siempre había escuchado que las runas eran una especie de oráculo. Que más allá de que se pudieran usar como letras para escribir un texto, su magia servía para decirle a quien creía en ellas el camino a seguir de ahora en adelante.
Samantha talló sus runas al amanecer de un día miércoles, se pinchó un dedo y mojó en su sangre el pirograbador, sus runas estarían grabadas a fuego con la sangre consagrada a Odín.
Una vez terminadas decidió que iba a esperar hasta esa noche para leerlas. Su padre siempre decía que cuando las preguntas eran íntimas era mejor hacer la tirada de noche.

 

 

 

 

Antes de medianoche (quería hacer la tirada aun en el día de Odín) se dirigió al jardín del atelier, se sentó en el césped cruzada de piernas y extendió un paño oscuro sobre el cual puso todas las runas boca abajo. Luego cerró los ojos y concentrada y pensando en su propia vida eligió tres de ellas al tiempo que se preguntaba si estaba en el camino correcto.

Separó con cuidado las otras runas y puso las tres elegidas en fila en forma horizontal. Las leería de derecha a izquierda como hacían los vitkis que había visto en su Dinamarca natal.

 

 

 

-La primera runa representaría el pasado. La dio vuelta y encontró a Hagalaz, runa de pérdidas. Runa para eliminar lo que no sirve y emprender otro camino. Se asombró de cuánta razón tenía Hagalaz, ella había dejado la comodidad y la seguridad del mundo muggle porque de repente sintió que debía volver adonde pertenecía. Hagalaz indica grandes cambios, el despertar hacia algo nuevo, aunque a veces ese despertar traiga dolor. Y vaya si le dolía, aun no se terminaba de acostumbrar a comportarse como una bruja.
-La segunda runa era el presente y descubrió a Mannaz, mostrando que ella estaba en un momento de transformaciones en su vida. Mannaz le indicaba apostar por sus ideales y juntarse con gente que coincidiera con ellos, para cooperar en lo que fuere necesario.

-La tercera runa le indicaría el camino a seguir en el futuro. Tiwaz. Ahí estaba Tyr, a quien ella había consagrado su varita. Tiwaz le mostraba el camino, sellando los acuerdos. Pero le pedía valentía, coraje, lealtad y sacrificio. Samantha esperaba ser digna de Tyr.

Se quedó un rato mirándolas, un poco ausente, pensando en los antiguos dioses. Las runas eran un regalo del Alfater a la comunidad mágica y a la humanidad en general. Dio las gracias a las tres Nornas, recogió sus cosas y volvió a su cuarto.

Por la mañana escribió en un pergamino su lectura y se lo llevó a la profesora.

@@Gabrielle Delacour

Editado 14 de Junio del 2018 por Samantha Sokal

[Anne Gaunt M.]

Sonrió a Gabrielle ante sus palabras.

 

— Bueno, compañera, ante todo respeto al docente —le dijo. Luego prestó atención a sus palabras, a lo que tuviera que decirle sobre su cuestión de runas. Intentó seguir la reflexión de la mujer sin ser consciente de que movía las cejas mientras su mente perseguía el hilo que Gabrielle le iba tendiendo. Hasta que poco a poco la idea fue cobrando forma—... ¿el patio? —terminó la frase de la Delacour, dando un respingo. ¿Cómo no lo había entendido a la primera? «Porque las runas son complicadas... esto es peor que la aritmancia», pensó.

 

Hizo un gesto a Gabrielle para que supiera que iba a comprobar si había acertado. Imaginaba que sí, o la mujer le habría dado con algo en la cabeza. Salió del aula sin mirar a ninguna de sus compañeras, pues suponía que ambas estaban sumidas en sus propias investigaciones. ¿En qué momento se había decidido a matricularse en runas? No iba a comprender aquella decisión en la vida. Aunque claro, teniendo en cuenta que ya no le quedaban tantas materias por cursar...

 

El sol en el exterior hizo que tuviera que entornar un poco los ojos tras el cambio de luminosidad. Se colocó la mano izquierda como visera y caminó un poco por aquel patio del Ateneo mientras pensaba en lo que había leído sobre las runas que les había mandado buscar su compañera mortífaga. Y comenzó a andar a pesar de no saber por dónde debía empezar.

 

Envidió un poco a Samantha por su aparente conocimiento previo de la materia que estaban cursando, ¡parecía dársele genial! Por su parte, debía contentarse con ir haciendo lo que podía... y Bel no sabía en qué punto se encontraba. Su mano derecha rozó entonces algo mientras andaba, con la vista clavada en el cielo, y se percató de que había estado a punto de chocarse de bruces con un árbol. ¿Cómo se podía ser tan torpe?

 

Miró entonces el suelo, entre las raíces del árbol que sobresalían ligeramente entre algunas hierbas que aparecían a su alrededor, y se fijó en que había algo fuera de lugar allí. Se agachó y extrajo un saquito que, al moverlo, hizo ruido. Como si en su interior hubiera piezas de algo. ¡Las runas!

 

Se dirigió a clase con otro aire, un poco más animado que al principio. Las runas seguían pareciéndole algo demasiado complicado, pero al menos había podido cumplir con una parte de la tarea sin quedar en evidencia. A saber qué vendría a continuación y si podría hacerle frente. Aquel simple pensamiento le arrancó una sonrisa, pues consideraba que no había nada que pudiera presentarle tanto reto como para hacerla abandonar.

 

— Gabrielle, he encontrado esto —movió el saquito mirando a la Delacour con una sonrisa pintaba en la cara—. Y ahora... ¿qué hago ahora?

 

 

@@Gabrielle Delacour

[Gabrielle Delacour]

- ¡Perfecto!- dijo sonriendo a Bel, no solo había logrado dar con el lugar si no que razonaba los significados; sacó la bolsa con la otra parte de sus runas y les entregó a la chica.- Te pertenecen y, al ver que comprendes el tema, quiero que saques tres runas y me expliques el significado, lo que te quieren de decir ¿Vale?

 

Dicho esto se dirigió a la entrada con el propósito de espiar a la Gaunt pero su andar había sido detenido al encontrarse con ella de frente. Asintió con la cabeza y apuntó a la runa que estaba dibujada en el pizarrón.

 

- Tu siguiente asignación, decirme a qué lugar se refiere.

 

Sabía perfectamente que la Sokkel no tendría ningún inconveniente con la asignación a lo que su preocupación recaía en las dos únicas alumnas que quedaban en el aula. Se recargó en la pared cerca de la puerta y se cruzó de brazos, de vez en cuando sus ojos miel recaían en el exterior.

 

 

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[Anne Gaunt M.]

Samantha se fue, pero Bel y ella seguían en el aula cada una sumida en sus propias tareas. Nada más entrar, se había topado de bruces con Gabrielle. ¿Acaso ya se iba? ¿O había tenido intención de ir a buscarla? No quiso preguntarle, por si acaso.

 

Se giró para mirar el pizarrón que le señalaba la Delacour, en la cual había escrita una nueva runa. Fehu. No tenía ni idea de qué sería.

 

— De acuerdo, olvidé traerme algún libro de la biblioteca. Vengo enseguida, porque así a simple vista... mis conocimientos de runas son caóticos —se excusó, con gesto inocente. Salió entonces del aula y aceleró el paso hacia la biblioteca, donde tomó el diccionario de runas que ya había usado un rato antes. Para no perder la costumbre, la bibliotecaria la miró de mala forma, sin hablar.

 

Anne no tardó mucho en dar con lo referente a Fehu. Tomó algunas notas, como había hecho previamente con las runas anteriores.

 

«(...) la runa Fehu tiene el símbolo de la cabeza de una vaca con cuernos, un animal sagrado para el hinduismo y para otras muchas religiones milenarias. (...) simboliza riqueza, bienes materiales, fertilidad, maternidad y honor. (...) avisa de la llegada de abundancia material y riqueza. A su vez, anuncia recompensas por un trabajo o esfuerzo importante llevado a cabo en los últimos tiempos. No obstante, invita a reflexionar profundamente sobre el sentido de todos estos beneficios ya que la felicidad y el bienestar no dependen únicamente de los bienes materiales y mundanos(...)».

Era todo lo que necesitaba, pensaba. Esta vez decidió llevarse el libro, por si acaso. Se acercó a la bibliotecaria.

— Necesito llevarme el diccionario un ratito para la clase de Runas. Lo devuelvo más tarde.

— Espero que en las mismas condiciones —le respondió la mujer, sin mirarla. Anne apretó los dientes conteniendo el impulso de estrellarle el libro en la cabeza y salió en dirección al aula para poder responder a Gabrielle mientras iba pensando en lo que había leído sobre aquella runa. Bienes materiales, decía la descripción. Recompensas por esfuerzo... Tenía una idea aproximada de lo que podía venir a continuación.

Se plantó ante la Delacour, sonriente.

— ¿El otro saquito de runas está en Gringotts? —preguntó directamente mientras le mostraba las notas que había tomado sobre Fehu.

[Rory Despard]

Asentí ante su indicación, mucho más animada de que por fin estaba comprendiendo algo del poder de las runas y su capacidad de comunicación atemporal.

 

Esta era pues la prueba final. Dejar que ellas hablaran y dieran su mensaje personal para mí a los tres niveles: pasado, presente y futuro. Con cuidado recibí las tres runas que ella había sacado del saco y sentándome en la carpeta justo al frente de ella las coloqué en hilera sobre la lisa superficie de la mesa.

 

La primera runa, que haría referencia a mi pasado,era Kano. Alzando la vista hacia Gabrielle respiré hondo antes de dirigirme a ella.

 

- Kano es símbolo de las emociones intensas y la pasión. Justo como he vivido casi toda mi vida: muchas veces actuando más por impulso y un sentido propio de justicia, defendiendo con pasión mis ideales. Todo por el ideal...que solía defender.

 

Bajé la cabeza. Esa había sido mi yo del pasado, pero todavía algo más había para decir respecto a la significación de Kano y su mensaje personal para mí.

 

- Kano advierte que toda pasión desbordada tenía dos caras: la potenciación del espíritu creativo en lo positivo y una peligrosa obsesión destructiva en el negativo- sentía con cada palabra que mostraba más de mí misma de lo que quería-Todo este tiempo transité en peligroso equilibrio entre ambas caras,pero a las finales...solo terminé siendo consumida por el bando y cada vez más reacia a sus demandas,renuncié a él y solo tengo en su lugar ahora...un profundo vacío.

 

Con algo de nerviosismo voltee la segunda runa, la de mi presente. Y me sorprendí, que mientras yo me sentía perdida,Jera,la runa de resultados benéficos me diera a entender que todo iría bien si tan solo tenía la paciencia para esperar que las decisiones que había tomado dieran su fruto.

 

-Mi presente esta signado por Jera ¿irónico no? - musité observando a Gabrielle un instante antes de volver hacia la runa- aunque yo no lo había creído posible,aunque yo no considero que la senda que he tomado es positiva, aquí esta Jera diciéndome que solo debo perseverar y ser paciente para recolectar el fruto de mi trabajo.

 

La duda me asaltó entonces ¿qué tipo de fruto obtendría? Nunca había sido el tipo de persona paciente ,así que me sentía ansiosa de más respuestas. Pero soltando un suspiro,me obligué a concentrarme en la última runa.

 

La de mi futuro.

 

- Es...Berkana- comuniqué a Gabrielle mientras mi mente intentaba de forma acelerada recordar lo leído respecto a ella- la runa de la floración y maduración.

 

Las últimas semanas,agobiada por los recuerdos perdidos, no demasiado segura de la decisión tan radical que había tomado,había llegado incluso a llorar amargamente en la soledad de mi habitación por causa de ello. Por la imposibilidad de saber que haría ahora que las certezas que habían sostenido mi mundo caían con estrépito.

 

Y tal cual si fuera el abrazo y consuelo de un cálido y cercano amigo,Berkana traía para mí ese mensaje de que esta vez todo se trataba de crecer.

 

- Mi futuro está directamente relacionado con mi capacidad de cambiar por mi misma. De dejar atrás las resistencias, los miedos, mis dudas y abrazar el camino que decidí tomar. por medio de una profunda limpieza. Porque solo cuando toda resistencia haya sido disipada a través de la constancia,floreceré.

 

Dejé las runas allí sobre la mesa,y dirigí una sonrisa a Gabrielle. Había entrado a la clase sin mayor idea de cuanto al final de ella iba aprender. Y al final salía de ella trayendo conmigo una promesa.

 

De que el cambio había empezado y había que hacerle frente,sin temor y segura de saber que el producto final sería construido con mis propias manos.