Libro de la Sangre XXIII

[Hades Ragnarok]

Podía oler la sangre. Por cada punto que pasaban sus ojos .habían rastros de que allí se había llevado a cabo una batalla. Entrecerró los ojos mientras estudiaba el terreno. Podía sentir en sus células la expectación como si él fuera a pelear en alguna batalla. En su espalda se encontraba su eterna Katana la cual a simple vista no se podía ver ya que estaba oculta mágicamente. En sus níveos dedos estaban tanto su instrumento mágico, aquella varita que pedía un sacrificio de sangre y la daga que venía con aquel libro, La daga del sacrificio. Podía invocar también el Kansho, pero por el momento no lo haría, aun no había terminado con aquella enseñanza por lo que no iba a utilizar un instrumento tan poderoso como aquel, a menso que fuera realmente necesario.

 

El había invocado aquella daga desde el inicio sabiendo que tendría que usarla, quizás le dejaría aquello a sus alumnos, si es que decidían aceptar aquella “misión” o más bien si es que a la final optaban por no salir corriendo y continuar con el aprendizaje del aquel libro. Suspiró, se pregunto ¿Cuántos serian esta vez los que tendrían el honor de ser el alimento de las peores alimañas del inframundo?

 

Aquel campo que se extendía frente a él parecía estar en calma, había una tenue y agradable brisa que jugaba con el pasto y la hierba que se levantaba. El cielo estaba claro, con pocas nubes y el sol iluminaba cada centímetro de aquel lugar. Conocía perfectamente el terreno, tenían que caminar algunos kilómetros para llegar a visualizar algunos árboles o cambiara aquel paisaje y entrar en otra superficie quizás mucho más peligrosa, aunque nada estaba dicho o escrito, tal vez, el verdadero peligro estaba allí o era él.

 

Escuchó algunos pasos, al parecer algún alumno había llegado caminando y otros se habían aparecido. Se encogió de hombros, al menos habían llegado a tiempo ya que aquella vez no iba a aceptar retrasos, sino, seria él mismo quien eliminara a cada uno de aquellos aprendices sin importarle nada, de todas maneras, podría hacerlo pasar como un… accidente.

 

-Bienvenidos sean todos –comento observando a los ojos de @, @@Gabrielle Delacour y @@Ernest Macnair Wilfred.-, espero estén preparados para sumergirse en los extraños secretos de la sangre y de esta magia oscura y secreta que va a llegar a sus mentes –dibujo una mueca- si desean irse, correr o no continuar lo mejor es que lo decidan de una vez, si le temen a la sangre creo que este es el lugar menos indicado –bufo de manera casi imperceptible- no esperare a nadie, no me va a importar dejarlos atrás de ser necesario para que puedan defenderse solos, de igual manera si están aquí es porque tienen algún conocimiento de defensa y porque aprendieron algo del libro anterior o al menos eso espero.

 

Se acerco a ellos y sin pedir permiso o decir alguna palabra los toco en el hombro dejando la marca de sangre para luego comenzar el camino rumbo al primer obstáculo que seguro encontrarían, claro estaba, era obvio que sería así ya que, ¿Cuándo habían tenido una misión o una clase normal sin que corrieran algún tipo de peligro?, la respuesta era tonta, fácil y obvia… Nunca.

[Gabrielle Delacour]

Apareció cerca del lugar y vio a Hades esperando el grupo ¿En verdad era la primera en llegar? Sus ojos buscaron a sus compañeros pero nada. Metió las manos en las bolsas de su jean y caminó un tanto apenada, la primera y esperaba no verse tan "nerd" y desesperada por comenzar.

 

Al poco tiempo sus compañeros comenzaron a llegar, y se cruzó de brazos, odiaba el sol pero no quedaba de otra era la clase y tenía que asistir tal como se había prometido al inscribirse al curso. La camisa blanca le quedaba un poco grande a lo que de cierta forma agradecía lo fresco... más tarde lo lamentaría.

 

El profesor había comenzado a hablar y la atención de la Black se centró en él, sus ojos miel le seguían en su andar y alzó la ceja al ver la marca que había dejado en su hombro ¿En serio? Le miró con recelo pero igual asintió con la cabeza a lo que decía acordando a lo que posiblemente más adelante se arrepentiría.

 

Esperó las instrucciones y miró un poco nerviosa a sus compañeros ¿En qué problema se había metido?

 

 

 

@@Hades Ragnarok

[Helene Eloise Bellerose]

Weasley acudió nerviosa a la que sería la segunda clase del libro de la sangre que tomaba en su vida. Todavía recordaba con frescura los eventos sucedidos en la primera, que debió admitirlo, superó todas sus expectativas así como sus posibilidades de superar los desafíos que se le fueron impuestos. Sin embargo, ahora podía afirmar que estaba renovada y que no podría ser tomada por sorpresa ante todo lo que implicaban aprender magia de sangre.

 

Llegó al sitio señalado a la hora puntual, sorprendiéndose de no ser la primera en llegar. No reconoció de ninguna parte a su compañera, pero le sonrió de forma amigable y a manera de saludo mientras se colocaba a su costado algo ansiosa. Supuso que todavía quedaba por llegar más gente, pero decidió no darle mucha importancia a su entorno, como había hecho la última vez. Aquella era una clase que tenía que superar sin detenerse a pensar en potenciales distracciones.

 

Hades empezó a hablar y el silencio pareció hacerse más pesado a su alrededor. Introdujo la clase, hablando de la magia oscura que estaban por experimentar. Haciendo uso de su característico encanto -ya experimentado por Weasley en la primera ocasión que tomó la clase-, Ragnarok expresó que no iba a esperar o a poner especial atención en sus pupilos, cosa que ella ya se esperaba. A la final, el libro estaba ahí para probarlos, era natural que los débiles tuvieran que preocuparse.

 

Lo vio acercarse y tocarle el hombro, que tenía descubierto pues estaba utilizando un top negro y simple, así como pantalones sueltos de chándal, que le permitirían tener movimientos ágiles de ser necesario. Adeás llevaba consigo una mochila que contenía en su interior tanto el libro como los diferentes amuletos -esos que no estaba utilizando ya. Vio pintarse una marca ahí donde el hombre había hecho contacto y no pudo evitar intercambiar una mirada ansiosa con la castaña que estaba a su lado.

 

@@Hades Ragnarok

[Hades Ragnarok]

El Ragnarok comenzó a caminar por aquel camino donde solo se podía ver la lejanía y el cielo, así que definitivamente y de una u otra forma estaban a descubierto de lo que quisiera atacarlos y hacerles daño, sin embargo, él estaba preparado por si sucedía alguna eventualidad, pero ¿sus aprendices lo estaban?, ¿Quién sería la primera o el primero en caer? Bufo por lo bajo, la verdad es que mientras menos fueran menor la responsabilidad.

 

Miro de reojo para ver si lo seguían y solo pudo ver las sombras de Gabrielle y de Kassandra quien había intentado de una u otra forma aprobar anteriormente pero no había sido así, había fallado, ella sabía en esta nueva oportunidad en lo que se había metido, pero ¿la Delacour lo sabría?, lo descubriría de un momento a otro. Al parecer el otro aprendiz había tomado en serio las palabras del Ragnarok y se había quedado en aquel punto sano y salvo, pero la Delacour y la Weasley habían tomado aquel reto personal y estaba siguiendo sus pasos. Dibujo una mueca, tal vez había llegado el momento de comprobar si su compañera de bando (cosa que no iba a darle ningún favoritismo) como su compañera tenían algo de garra y de furia acumulada. Quizás sí, quizás no, había aprendido a no menospreciar a nadie.

 

-Si tienen alguna duda es mejor que comiencen a preguntar –comento en tono serio sabiendo que ellas lo escuchaban pero no las miró en ningún momento- es mejor que entiendan y comprendan los oscuros misterios de este libro por las buenas y no tengan que aprenderlo por las malas, como mucho de los aprendices que han pasado por estos extraños secreto, les aseguro que no les gustara eso

 

Se detuvo y recorrió con la mirada aquel campo, era extraño pero todo parecía tranquilo, más de lo que le gustaría. En aquel punto, o pasado cierto tiempo generalmente solía suceder alguna cosa, pero esta vez no había sucedido nada, al menos aun.

 

@@Gabrielle Delacour @

[Gabrielle Delacour]

La francesa pudo sentir la complicidad en su compañera, ambas estaban metidas en aquel aprieto y la marca en el hombro no podía significar algo favorable para ambas.

 

A medida que caminaba el chico la Black se sentía un poco más presionada con la carga ¿En verdad necesitaba cursar el libro? El profesor había dicho que podía huir pero su orgullo le impedía hacerlo, por más que su instinto le dijera que huyera. Hizo un gesto con la mirada a la Weasley indicando el camino y susurró por debajo en lo que trataba de alcanzar al profesor.

 

- Gabrielle Delacour, mucho gusto...

Sonrió por debajo y sus ojos miel volvieron a seguir a su compañero de bando. La Delacour no era del todo social pero los nervios le ayudaban a hablar de más. Tenía preguntas, demasiadas y aprovecharía el espacio en blanco para poder sacarlas a flote.

 

- Sí yo, Gabrielle, dudas... Mira, he leído ésto.- tomó aire, el haber casi corrido detrás de él y llena de nervios había sido algo agotador, señaló su morral donde guardaba el libro y su monedero de piel de moke.- Pero como buena mujer despistada no he entendido mucho ¿Su propósito es...? ¿De qué me va a servir andarle cargando hasta que me muera?

 

Tal vez las preguntas eran más que tontas pero necesitaba sacarlas.

 

 

@@Hades Ragnarok

 

@

[Helene Eloise Bellerose]

La ansiedad que sentía antes del comienzo de la clase se acumulaba, manifestándose en una sensación de picor en las palmas de las manos. Escuchó el nombre de la muchacha que le acompañaba, aunque casi se perdió en un susurro. Sonrió ladina y le contestó casi en el mismo tono de voz. —Kassandra Weasley, encantada. —Eran curiosos los lugares donde podía uno hacerse de conocidos y ese pensamiento reconfortó un poco a la muchacha.

 

El maestro animó a las estudiantes a hacer manifiesta cualquier duda que pudieran tener al respecto, lo que le pareció maravilloso puesto que al tener una segunda oportunidad con aquella magia poderosa, Seraphine intentaría cubrir todos los puntos que le faltaron la última vez. Preguntar sobre cualquier cosa, así fueran pequeñeces, parecía un buen inicio.

 

Gabrielle fue la primera en preguntar y Kassandra aguardó a que viniese una contestación. Ella había tenido ocasión de leer el libro, de más o menos revisar su contenido así como el uso que tenía la daga que venía con él. Sin embargo no podía dejar de pensar en la marca que tenía en el hombro, si no estaba mal esa marca de sangre vinculaba a ambas estudiantes con el maestro, volviéndolas vulnerables mentalmente a su manejo.

 

—Bueno yo también tengo una duda. —Habló con calma, tratando de no hacer evidente el nerviosismo que sentía. —Esta marca, ¿tiene alguna duración? ¿se desvanecerá con el tiempo? Entiendo que el vínculo mental tiene cierta duración, pero no se especifica nada sobre la marca en sí.

 

@@Gabrielle Delacour @@Hades Ragnarok

[Hades Ragnarok]

El vampiro se detuvo al escuchar unos nuevos pasos que los seguían. Sin embargo, siguió esperando que Gabrielle y Kassandra dijeran alguna cosa pero quizás se habían vuelto mudas o estaban encerradas en algunos de sus pensamientos. Suspiro, si no había dudas pues esperaba que al menso salieran vivos ellos de aquella clase. Ladeo la cabeza cuando al fin una de ellas tomo la palabra y decidió plantear una de sus interrogantes. El vampiro miro de reojo a la Delacour, parecía nerviosa o no salían muy bien sus palabras, por lo que no sabía exactamente a que se refería o de que le estaba hablando ya que no al estaba mirando. Bufo algo los estaba siguiendo de cerca, algo le estaba llamando al atención pero aun no sabía que era.

 

-Debes ser mas específica –le dijo a Gabrielle- ¿a qué te refieres? -miró el cielo -Debemos seguir –dijo en tono serio- falta un poco para llegar a donde deseamos, al menos encontraran un poco de sombra más adelante –dijo señalando algún punto en la distancia que seguramente aun aquellos alumnos no podían visualizar, pero que él conocía a la perfección- pero el hecho es que aun sigo esperando saber si tienen algunas otras dudas antes de que algo extraño suceda –comento sin más- hasta ahora hemos tenido suerte y nada ni nadie nos ha atacado, pero jamás se sabe.

 

Sin perder más tiempo siguió caminando.

 

Se detuvo cuando escucho la pregunta de la Weasley. Siguió sin voltearse, sentía que algo no estaba bien pero aun no se daba cuenta de que era. Ellos no eran los únicos que estaban allí, de eso era seguro, quizás los cazadores (ellos) estaban siendo cazados.

 

-le puedo asegurar –le dijo a Kassandra- que no es algo que se quite con agua y jabón, este tipo de magia es mucho más poderoso, oscuro y vinculante de lo que als personas podrían creer, hasta los ams sabios y poderosos se equivocan con esto –comento serio- la duración es cuestión de minutos, así que si deseas utilizarla debes ser clara, precisa y no perder mucho tiempo –dijo respondiendo a la pregunta de la Weasley

 

*************

 

Se detuvo al pie de aquel árbol, había perdido la noción del tiempo, habían caminado por muchas horas y ahora permitiría que Gabrielle y Kassandra descansaran un poco.

 

Con un rápido movimiento trepo a una de las ramas más altas para ver lo que podrían encontrar más adelante. Entrecerró los ojos, la verdad no era que el molestara aquella extraña tranquilidad, más bien era lo mejor pero ya en aquel punto debía de haber sucedido alguna cosa, a menos que alguien estuviera quitándole los obstáculos del camino, cosa que quizás era buena o mala, todo dependía de las intenciones de quienes estuviera haciendo aquello. Suspiro y bajo para reunirse con las alumnas quienes no se habían percatado de que algunas serpientes venenosas y una jauría de enormes lobos hambrientos los estaba acechando.

 

@@Gabrielle Delacour @

[Gabrielle Delacour]

Gabrielle rodó los ojos y se cruzó de brazos, al menos esperaba que la pregunta de Kassandra le diera algo de la respuesta que había estado esperando. Pero la espera había sido nula, tal vez su compañera había entendido el objetivo pero ella aún seguía con la mente en blanco a lo que intentó de nuevo siendo un poco más específica como le habían pedido.

 

- Bueno, esa mancha que dura minutos ¿De qué sirve? Mencionas que un lazo y que debo ser clara y cuando usted nos manchó la ropa con... eso el aclaro fue mental, pero a lo que voy ¿En qué me afectaría el no cumplir con lo ordenado?- comenzó a ponerse nerviosa, no había sentido ningún vínculo a lo que su preocupación ahora era parte del juego.- ¿Es como una promesa o algo?

 

Sabía de antemano que tal vez esas preguntas quedarían en el olvido por lo que solo se dedicó a observarle. Sus ojos miel estaban clavados en él esperando que alguna "sorpresa" como la del principio no apareciera de la nada... Y ahí fue cuando le vio desaparecer entre las ramas del árbol.

 

- Creo que entiendes un poco más que yo ¿Cierto Kassandra? - giró la mirada hacia su compañera y se cruzó de brazos tratando de disimular su nerviosismo; al menos la Weasley se veía más segura que ella y prosiguió.- No sé, tengo el presentimiento que en cualquier momento comienza el reguero de sangre por el campo, está demasiado tranquilo...

 

El profesor había bajado y la Delacour de inmediato levantó la cabeza esperando alguna orden o señal.

 

 

@@Hades Ragnarok

@

[Helene Eloise Bellerose]

El trío emprendió el camino hacia un destino que solamente Ragnarok conocía. Kassandra no se detuvo a admirar los pormenores del lugar en el que estaban, pues estaba de cierta forma más preocupada por lo que el tutor pudiera hacerles hacer mediante la vinculación que tenía con ellas a causa de la marca. Hades respondió las preguntas, perdiéndose un poco con la de Gabrielle y siendo un poco más específica con la suya.

 

Supuso entonces que la marca era relativa a la vinculación, por lo que ambas aparecerían y desaparecerían al mismo tiempo. Gabrielle complementó la pregunta, aunque Kassandra pensó que la respuesta era simple: una persona no se podía negar a una marca de sangre, pues no era algo de lo que la persona estuviera necesariamente consciente. Aún así esperó que el docente clarifique su suposición, agradeciendo la pausa que todos hicieron para descansar un momento.

 

No pudo evitar sonreír ante el comentario de la castaña, pues no tenía idea de lo certera que había sido su descripción. —Tranquila. —Mencionó, su mano fue directamente hacia su propio costado, tocando el torso que se inflaba y desinflaba a medida que el aire llenaba sus pulmones y recobraba el rimo de respiración. —Algo de noción tengo, pues no es mi primer rodeo. Sólo tienes que estar atenta, realmente esta magia de sangre no es un juego.

 

Hurgó en su mochila en busca de la cantimplora, pues creía necesario hidratarse por el ejercicio hecho y por todo lo que estaba por venir. Hades por otro lado, escaló uno de los árboles sin problemas, seguramente para echar un vistazo más acertado del camino. Seraphine bebió de su agua y le tendió luego la cantimplora a su compañera, sin mencionar el hecho de que ya de por sí le parecía bastante extraño que nada hubiese pasado todavía.

 

Se reclinó por unos segundos en el árbol más cercano, pues el descenso del maestro no tardó mucho. Aguardó a una orden posterior, sabiendo que estaban lejos de terminar con la jornada.

 

@@Hades Ragnarok @@Gabrielle Delacour

[Hades Ragnarok]

El vampiro se encontraba cerca de las aprendices observando lo que estaba sucediendo y lo que podría suceder, sin embargo, prefirió que fueran ellas solas quienes descubrieran el peligro en el que estaban, él se encargaría después de recoger los cuerpos si es que llegaban a morir. Al escuchar la pregunta de Gabrielle no pudo más que dibujar una mueca. Recordó a muchos de aquellos alumnos y aprendices y todo lo que había tenido que pasar en aquel libro con un secretismo tan oscuro, al menos aun no se habían metido en tantos problemas.

 

-Simplemente sirve para provocar que la persona afectada pueda defenderte o atacar por ti, para que siga cualquiera de tus ordenes por un segundo –dijo divertido- imagínate el poder ordenarle a alguien lo que debe hacer sin necesidad de usar otro tipo de magia o tus encantos –respondió tranquilamente recordando toda la sangre que había derramado ante los sacrificios que había hecho- por ejemplo, supongo que s evidente y ambas lo saben o eso espero –las miro a los ojos- apenas llegaron deje una marca e sangre en ambas… ¿qué sucedería si yo les pidiera eliminarse, atacarse?. ¿Qué sucedería si simplemente le pido a una que ataque y a la otra que no se defienda? –rió mostrando los filosos y ponzoñosos colmillos- creo que esto sería divertido o se pondrá mucho más interesante ¿no les parece?, justo ahora podria hacer cualqueir cosa con ustedes y no podrian evitarlo

 

Pensó un poco en todo aquello para terminar de explicarle el concepto a la Delacour.

 

-imagina como si alguien te lanzara una maldición imperdonable, un imperius –dijo observándola a los ojos suponiendo que ella entendería al referencia- solo que la marca de sangre no es imperdonable, al menos hasta que se demuestre lo contrario –miro a Kassandra- digamos que al igual que con esa maldición, no estás consciente de que te afecto hasta que sea tarde

 

Luego de aquello volvió a reinar el silencio hasta que la Weasley hablo. El Ragnarok asintió. Ladeo al cabeza mientras se quitaba de encima aquellos peligros para observar ¿Qué es lo que harían sus aprendices? Aquellos lobos y las serpientes se podría decir que estaban ya encima de ellos.

 

 

************

 

Había pasado ya aquella primera prueba y ambas alumnas lo habían hecho relativamente bien. El cainita había comenzado nuevamente a caminar para llegar al riachuelo que se encontraba cerca de aquel antiguo templo, en el cual deberían entrar para seguir el camino y así de una vez por todas llegar al final.

 

@@Gabrielle Delacour @