El Puño de Diagón (MM B: 111585)

[Jank Dayne]

Nombre del Negocio: El Puño de Diagón.

Nombre de los propietarios:

• 
  
• Zoella Triviani Yaxley.
  
• Jank Dayne.
  

Rubro al que se dedicará: Deporte y recreación.

Descripción:

Ubicado justo al inicio del plagado Callejón Diagón, "El Puño" se alza como un local luminoso de una sola pero amplia planta redonda equipada de cuatro cuadriláteros separados por gradas flotantes. Está diseñado principalmente para todos los magos y brujas que deseen incursionar en todo tipo de luchas donde no sea válido el uso de varitas.

En el fondo se disponen sacos de boxeo, maniquies para la practica de lucha cuerpo a cuerpo, cuerdas y redes para escalar, además de pesas de diferentes proporciones dedicadas para el fortalecimiento de los más nuevos.

"El Puño" ofrece peleas oficiales cada noche, divididas según la especialidad de cada ring:

1. Ring McGregor: boxeo mágico. Los guantes pueden estar encantados con una sola especialidad, por ejemplo: guantes que al golpear congelan al oponente por dos segundos, que sueltan arena para confundir la vista del rival, golpes que emulan en los oídos del contrario diferentes sonidos del reino animal para desorientar sus sistema auditivo. Es el ring más popular.

2. Ring Rocky: boxeo exclusivo para los clientes profesionales y novatos del local.

3. Ring Pacquiao: celebridades profesionales extranjeros combatiendo solo para entretenimiento del publico. Es la zona que más ruido genera puesto que es donde se congrega la mayor parte de los clientes fanáticos.

4. Ring Tyson: lucha libre (sin guantes) recreadas por las más grandes celebridades extranjeras y algún valiente de la ciudad que quiera enfrentarsele.

Bajando las escaleras se encuentran dos puertas, una de roble desgastada que esconde una sencilla oficina con un viejo escritorio posiblente contaminado de termitas y un archivador con diferentes documentos y actas de defunción de los antiguos enfrentamientos.

La otra puerta, construida de un extraño material, donde la manilla determina si eres apto o no de descubrir lo que intenta esconder, y conduce a un largo pasillo donde se escuchan gritos y lamentaciones intentando advertir de lo que se aproxima. A finalizar éste, un elfo regordete y viejo espera a los visitantes y les hace firmar antes de entrar una cláusula en la que estipule que no puede demandar al local si adquiere algunos golpes de más o muere, siendo así la zona más peligrosa del "El Puño" (y la más ilegal).

Consiste en un solo circulo rojo pintado en el suelo y en donde una vez dentro no existen las reglas. Eso sí, los contrincantes solo pueden competir en ropa interior, asegurando de esa manera que no utilicen otro artilugio que no sean sus puños, piernas, codos o cualquier otra parte del cuerpo para vencer al rival.

[Zoella Triviani]

Llevaba días planeando esto, tanto Arianne como yo le dedicamos gran parte de nuestro tiempo a este proyecto. Recordaba los primeros días de convivencia con la joven bruja durante mi estancia en el departamento de transporte. El día en el cual mis ojos divisaron el antiguo y vacío local me propuse restaurarlo junto a mi socia, con quien durante largos meses trabajé para levantar el local.

 

Con algunos papeles en mano y vestida casualmente mis pasos me llevaban por las calles de Diagón, estaba con algunos tragos encima y un poco malhumorada. El papeleo me obstinaba y mezclado con los últimos acontecimientos en el departamento y el LAIC deseaba unas vacaciones o un pequeño viaje a donde sea.

 

Ya parada frente a las puertas de El Puño suspiré ansiosa mientras entraba. El local se encontraba con algunos Chuck traídos de la mansión Triviani, los cuales ordenaban y limpiaban el lugar para su próxima apertura. Pronto tendría que adquirir los del local propio. A medida que me dirija a las escaleras del final del pasillo fui pensando en la redacción de las catas para aquellos luchadores que invitaríamos a futuros encuentros.

 

Escuchando un fuerte ruido al fondo me acerco para encontrarme con un saco de boxeo desparramado sobre uno de los elfos, mientras que los otros intentaban ayudarlo - Quítense - Les dije mientras con una pequeña floritura de mi varita levantaba el saco y lo ponía a un lado.

 

- Estaré en la oficina, si alguien entra vayan a buscarme - Demande mientras bajaba las escaleras para terminar de acomodar algunos papeleos.

Editado 15 de Junio del 2018 por Zoella Triviani Yaxley

[Jank Dayne]

Arianne Dayne

 

Cuando Zoella entró a la oficina, Arianne se encontraba ya en el escritorio leyendo la última edición de El Profeta. Tenía los pies descalzos sobre las docenas de carpetas sin leer y los documentos por rellenar, pero lo que más llamaba la atención era el sonido que provocaba su lengua al restregarse los dientes, cosa que solía hacer cuando se encontraba realmente molesta. Por lo que apenas se percató de la presencia de Triviani, giró el trozo de papel y cerró para señalar la portada.

 

- ¡No aparecemos! Envié a mi elfo a que hiciera guardia frente a las oficinas de El Profeta para que publicitaran la apertura y nada - se reclinó en la silla, causando un ruido metálico extrañamente satisfactorio -. Al parecer en Inglaterra todavía deben hacerse las cosas personalmente si quieres ver resultados. En fin, ¿qué te parece la máquina de la entrada?

 

Arianne había tardado diez días en crear un puño gigante que flotara sobre la entrada del local y lanzara golpes aleatorios hacia el aire cada vez que un cliente entrara a modo de celebración. Pensaba que la temática era tan oscura y específica que añadirle algo de humor gráfico captaría otro nicho de personas más recatadas, las cuales una vez dentro no podrían dar vuelta atrás ante el poder de convencimiento de las dos brujas. Las manos le sudaban de emoción con tan solo imaginarlo.

 

- Invité a dos chicos rusos para el combate de esta noche en el Ring Pacquiao. Si no dan la talla, tengo unos gemelos de Dinamarca que presumen ser indestructibles. De cualquier manera, tenemos que asegurarnos de dar una buena impresión.

 

Se levantó y se quitó la bata que cubría su top negro de bordes dorados y unos shorts combinados. Sus manos las resguardó con unos guantes de motocicleta especialmente agujerados para golpear y no dejar de oxigenar en el proceso. Una oleada amarga hizo que su cuerpo se erizara cuando asoció tal indumentaria con sus gélidas experiencias dentro de las calles más oscuras de Bulgaria. Necesitaba despejarse.

 

- Dejemos el papeleo para después, ya habrá tiempo. Vamos a estrenar esos sacos de arena, ¿te parece? Quiero probarlos primero que nadie.

Editado 15 de Junio del 2018 por Jank Dayne

[Zoella Triviani]

La molesta mirada de la Dayne fue lo primero que vi al pasar la puerta, se encontraba ya en el viejo escritorio y sus descalzos pies sobre los archivos y papeles que faltaban por guardar y rellenar. Dejando los papeles a un lado me siento en la orilla del escritorio para sostener sobre mis más la reciente edición de El Profeta. Sabia que ella no iría, y ahora su elfo pagará las consecuencias.

 

- Me hubieses dicho que no irías por cuenta propia y hablo con los editores personalmente. Estás cosas hay que hacerlas uno mismo pero que más da, mandaré a un Chuck a entregar volantes o que se yo - Mencioné chasqueando la lengua - ¡Oh! Si, me causo un susto cuando lo vi. Traje los guantes en... Demonios deje mi bolsa - Refunfuñé al recordar que no traía nada conmigo más que algunos pergaminos.

 

- Los rusos pueden ser el acto de apertura, los gemelos pueden servir también. Estuve hablando con unos Bulgaros y les invité a participar en el Ring Tayson, pero me dijeron que por ahora no pueden. Y contacto conmigo un peso ligero de Checoslovaquia, quiere que empecemos a entrenarlo y volverlo un boxeador fijo en nuestro Ring - Aplaudí al aire ansiosa por la primera pelea de esta noche.

 

- Te sigo - Imité su acción levantándome del escritorio, tomando de una gaveta unas cintas elásticas y empezar a recubrir mis manos mientras la seguía escaleras arriba.

 

En la planta del gimnasio algunos Chuck estaban sobre el Ring jugando a golpearse - ¡Hey! ¿Ya terminaron? - Grite para verlos espantarse y correr a terminar lo que dejaron. Negando con la cabeza me acerco hasta las bolsas de arena y con la varita posicione dos bolsas en los lugares correspondientes para empezar a lanzarle unos cuantos golpes.

 

@@Jank Dayne

Editado 15 de Junio del 2018 por Zoella Triviani Yaxley

[Dennis Delacour]

Hoy había salido muy temprano de la mansión. Estuve corriendo por la zona boscosa en los alrededores de mi hogar pero cuando me cansé decidí que quería ir a buscar algo delicioso para desayunar por lo cual me aparecí en el callejón Diagon. Aún lucía unos pantalones cortos negros hasta la rodilla, una camiseta blanca y encima una sudadera gris. Tenía un aparato muggle litros que había traído de América y me permitía escuchar música mientras corría, le llamaban Ipod.

 

Ya en el callejón iba a empezar a caminar por las calles cuando al inicio del mismo un local que no había visto en las anteriores ocasiones que pase por aquí llamó mi atención. Se veía un sitio amplio y en el anuncio del lugar decía "El Puño de Diagon".

 

Era un nombre que me causó curiosidad y decidí entrar a averiguar que servicios brindaban. Cuando entre pude ver cuatro cuadriláteros dispersos en el espacio bastante luminoso del lugar. Por lo visto era una especie de gimnasio para boxeadores.

 

Podría preguntar si daban clases o algo, ya que estaba interesada últimamente en ejercitar lo mayormente posible para estar en condiciones para mi trabajo en el cuartel de aurores. Muchas veces era sólo labor investigativa pero también teníamos persecuciones a veces así que era mejor estar preparada.

 

Había algunas personas alrededor, me acerqué un poco y salude - buen día, disculpen quisiera hablar con alguno de los encargados para solicitar información - dije un poco apenada ya queno quería interrumpir las actividades de los demás.

 

@

[Jank Dayne]

Arianne Dayne

 

Podía sentir la sangre correr por su frente de nuevo a medida que el ritmo de los golpes iba aumentando. También se le venía a la mente la oscuridad, los gritos sin destinatario, el aire comprimido. Las calles de Bulgaria habían dejado una marca invisible en ella que solo el dolor físico lograba destapar. Pero Arianne se había metido la idea en la cabeza que mientras más tuviera presentes sus traumas, más sencillo se le haría olvidarlos. Ya no era la misma niña abandonada pidiendo limosnas y escondiéndose de los rateros pervertidos. Ahora tenía su propio negocio, nuevas amistades y, quizá, un proyecto de una vida corriente que por años había añorado probar.

 

- Vamos Zoe, ayuda a despejar la mente - dijo después de una rutina consecutiva de diez minutos. Pese a casi no haber compartido con su socia, sabía que para cualquier mujer era necesario drenar cierta agresividad contenida de vez en cuando, sobretodo viviendo en un mundo tan injusto. Y para brujas como ellas, a veces era necesario comportarse con la rudeza que no se esperaría de su género.

 

Al décimo gancho que asestó, giró la vista hacia la puerta. A pesar del ruido pudo escuchar que una chica entraba al local, y dada su expresión Arianne dedujo que sería su primera vez allí. Por eso se acercó rápidamente. A llegar, se presentó directamente.

 

- Arianne Dayne, dueña de este templo de los puñetazos - extendió su mano derecha hacia Dennis, a la par que con la izquierda asestaba un golpe al aire - encantada. ¿Qué te trae por aquí? ¿Quieres ver algún espectáculo o te apetece más ponerte en forma?

 

@@Dennis Delacour

Editado 17 de Junio del 2018 por Jank Dayne

[racks1804]

Esa noche Racks se encontraba en las oscuras calles del Callejón Diagon, frente al local que por nombre lleva "El Puño de Diagón" el cuál se distinguía por ser un local sobre peleas, algunas con reglamento, otras... No tanto. Había quedado con Jeremy para entrenar un poco, y a lo mejor fortalecer sus vínculos.

 

Al cabo de unos minutos Jeremy aparece, llegando puntual, pero no por mucho. -Eh ¡Jeremy! ¡Por aquí!- exclamó Racks, mientras extendía un brazo haciéndole señas -¿Entramos?- le preguntó el peliblanco al rubio, directo al punto importante. Racks empuja las puertas para por fin ver el interior del local, hasta donde él tenía entendido, el local es de alguien bastante cercano a él, pero no sabía en específico de quién se trataba.

 

Y bien... ¿Qué quieres hacer?- le preguntó a Jeremy mientras veía a su alrededor, no habían muchas personas, pero si las suficientes para quedar aturdido cuando se emocionan. En la espera de la decisión de Jeremy, Racks camina cerca de un ring y ve cómo peleaban dos personas, un pálpito estremece su corazón -(Ya veo... Quieres divertirte, está bien)-.

 

Caminando nuevamente hacia la dirección de Jeremy, el aspecto de Racks cambia notablemente, sus ojos cambiaron de un colo carmesí a un dorado intenso, su cabello pasó de ser blanco completo a estar con un color negro, su personalidad también había cambiado a bien, o al menos ésta vez. -¿Ya lo decidiste? ¿No? Que mal, pues tú y yo vamos a encima de ese ring ya mismo- Typhoon se apoderó de cierta cantidad del cuerpo de Racks, aunque no lo podía controlar como él quería.

 

Encima de un ring que con suerte estaba desocupado, Raphoon (Racks y Typhoon por si acaso) agarró los guantes y se los puso -Adelante, tú primero- Le dijo al rubio mientras se ponía en posición defensiva.

 

@

[Jeremy Triviani]

Un sonido sordo se escuchó cuando Jeremy apareció en el Callejón Diagon. Había quedado con su hermano Racks en dar un paseo para compartir tiempo juntos. Tenían que fortalecer el vínculo que los unía como familiares. La reunión en La Encantada había ayudado a ambos magos a tener mejor relación, pero nunca estaba de más seguir aquel camino que allí habían empezado a desarrollar. ¿Que unía más que una pelea? Nada. Así que esa era la idea. Visitar el nuevo local de Zoella, y darse de madres hasta caer rendidos.

 

-Ya te había perdido de vista -Lo saludó con una palmada en la espalda - Claro, entremos. Veamos qué esconden estas paredes.

 

El lugar era amplio y cómodo. Se veía los ring con personas dándose duro. El espíritu competitivo se encendió en el vampiro al escuchar a su hermano preguntándole que quería hacer. Se rió alto poniendo una mueca de maldad en su rostro.

 

-Peleemos hermano. Muéstrame que tienes para dar -Le dijo con entusiasmo, mientras se acercaban a un ring para prepararse.

 

Se quitó la chaqueta de cuero y la remera dejando sus musculosos brazos y pecho a la vista. Los tatuajes negros muggles contrarrestaban con su pálida piel. La marca tenebrosa en su antebrazo estaba solo a la vista de los integrantes del bando. Los demás solo veían el número 1001 junto con letras rúnicas. Se colocó unos guantes color azul en sus manos para que amortiguaran sus golpes.

 

-Lo haremos si ¿Estás listo? -Preguntó el vampiro viendo el completo cambio del Ivashkov. ¿Qué le pasaba? Frunció la ceja sintiendo el peligro que empezaba a sobrevolar el aire.

 

Sería una pelea muy interesante. Sin varitas mágicas de por medio, pero con mucha violencia que no estaría contenida. Un vampiro contra un demonio. Solo sus habilidades podrían ayudarlos a intentar superar sus fuerzas. Se subió al cuadrilátero mientras el peliblanco hacia lo mismo frente a él

 

-Suerte -Exclamó antes de notar la postura defensiva de su hermano -No quiero quejas luego ¿De acuerdo?

 

Jeremy atacó con fuerza apenas conteniéndose. Su brazo derecho fue directo al rostro del demonio, y aunque chocó con sus brazos protegiéndolo, aprovechó el brazo izquierdo para golpearlo en el pecho. Luego retrocedió dos pasos en postura de defensa con los brazos levantados. La adrenalina empezaba a recorrer el cuerpo del vampiro.

 

@@racks1804 (Jo.der con la mención xD)

Editado 17 de Junio del 2018 por Jeremy Barton

[Dennis Delacour]

Ante mi saludo quien contestó fue una de las jóvenes que estaba entrenando, cosa que me apeno un poco porque había interrumpido su pelea de práctica por atenderme. En serio creo que me ruborice por tal interrupción causada, no me gustaba hacer que las personas dejaran de lado sus actividades por mi causa, pero le agradecía la atención.

 

Cuando la joven se acercó de reojo pude ver que la otra persona en el Ring era Zoella, recordaba su actitud un tanto problemática en el Black Magic pero también que cuando fue al Museo se comportó muy bien. Entonces no me preocupo verla aquí.

 

Ante las palabras de la joven no pude evitar pensar que yo creía estar en forma pero bueno sería una forma de expresión, al menos eso quise creer - Mucho gusto Arianne , soy Dennis Delacour Rambaldi. Y pues la verdad es que pase por el local y vi la publicidad y me causó bastante curiosidad, quisiera saber que opciones de entrenamiento se manejan aquí, ya que últimamente estoy llevando una rutina estricta de ejercicio - le dije a la joven amablemente. El local se veía genial y si encontraba algo aquí que me gustara podría hacer presencia aquí regularmente.

 

Mientras preguntaba por la información vi que entraron dos jóvenes y acto seguido se subieron a un Ring y empezaron a boxear, la verdad parecía que esa pelea estaría interesante. Regrese mi atención a la persona que me atendía esperando por su respuesta.

 

@@Jank Dayne

[Zoella Triviani]

Sentía como a medida que le iba propinando puños al saco la tensión de mi cuerpo iba desapareciendo, y los músculos de mis brazos y espalda iban relajándose a medidas de que diferentes golpes se esparcían cada uno con más fuerza. Todos los días de frustración, cansancio y sin horas de descanso valían cada segundo, sumergida en mis pensamientos no me percato de la llegada de un nuevo cliente y cuando le doy el ultimo puño volteo para encontrarme con que Arianne le hablaba a Dennis.

 

Acercándome hasta ellas me decido por amarrar mi cabello en un moño desordenado - ¡Dennis! - Saludo acercándome a ambas brujas - ¿Que te trae a "El Puño"? - Cuestioné mientras quitaba las tiras protectoras de mis nudillos - Tenemos por ahora entrenamiento en boxeo y peleas entre magos o contra alguna celebridad invitada si la valentía se apodera de ti - Le conté de a poco mientras la guiaba a través de los diferentes cuadriláteros.

 

Llegando hasta el final del local le muestro los diferentes guantes y tiras protectoras que se encontraban en una mesa - Esta es el área de entrenamiento, donde podrás aprender lo necesario del boxeo y entrenar tus músculos - Mencioné lo ultimo apretando juguetonamente su brazo - Mientras lo piensas, iré a atender a los demás clientes, estaré por allá - Dije señalando al ring Rocky.

 

La noche ya caía por lo que se ve tras las sombras de la puerta de entrada, por donde Jeremy y su hermano Racks veían con cierta admiración todo el lugar. Acercándome a ellos lentamente los veo prepararse entre las ligas del ring Rocky, quedando ambos en ropas ligeras y poniéndose los guantes para empezar la acción.

 

- Vayan a ayudar en algún otro lado - Dije a ambos elfos que custodiaban el cuadrilátero regalandoles unas pequeñas caricias tras las orejas de ambos. Tanto el rubio como el peliblanco (el cual tenía el cabello ahora negro y un aspecto algo diferente) estaban bien proporcionados en músculos, sentándome justo donde el elfo impartía su labor de arbitro. Prestando atención a ambos, veo como empiezan a lanzarse golpes entre ellos, mientras en una pequeña libreta anoto los datos y esquema de la lucha que llevan.

 

@@racks1804 @ @@Dennis Delacour

Editado 17 de Junio del 2018 por Zoella Triviani Yaxley