Jump to content

Libro de la Fortaleza XXI


Keaton Ravenclaw
 Compartir

Publicaciones recomendadas

BUFg7fF.jpg

Entre aquellas altas montañas Keaton Ravenclaw se encontraba parado y maravillado con el paisaje del lugar. Pocas veces había viajado a China, pero en aquella ocasión había optado por que su clase del mes de Julio del Libro de la Fortaleza se diera allí y sobretodo porque una especie animal estaba siendo asediada por un peligro desconocido, y al ser el animal favorito del mortífago, pues con mayor razón se iba a inmiscuir. Además, contaba ya con la participación de tres estudiantes, por lo que seguro tendría todo el apoyo necesario para poder llevar a buen término la cátedra.

El sitio era el Parque Natural de Sanjiangyuan, que cuenta con una extensión de 152,300 kilómetros cuadrados y que se encuentra localizada en el corazón de la meseta Qinhai-Tíbet. Su nombre significa “fuente de tres ríos” dado que la circundan los ríos: Amarillo, Yangtsé y Lancang. Esta región también es conocida como "la torre del agua de China" por sus abundantes recursos hídricos, es una de las mas grandes reservas naturales de la Tierra.

 

Así pues, el vampiro comenzó a deambular por el lugar, maravillándose sin cesar de cada aspecto. La flora era vastísima, el terreno sumamente alto, el cual lo hacía sentirse nada ante él. A los pocos minutos de caminar, se topó con algo que salía por completo de la armonía del lugar. Manchas de sangre y rastros de pelo blanco se hallaban en la hierba que recubría el suelo. El aquel día ojilila, se preocupó, era aquello que temía. Aceleró el paso siguiendo el rastro y corroboró sus temores.

 

—¡¡¿¿Pero quién puede cometer semejante atrocidad??!! —Dijo al ver los cuerpos sin vida de dos Osos Pandas colgados con una soga de lo alto de un árbol. La escena era tristísima. Él podría ser un mortífago, y no tenía problemas con matar a los seres humanos, él mismo creía que eran una plaga, pero ¿meterse con animales tan majestuosos y en peligro de extinción como aquellos? ¡¡ERA UN CRIMEN PEOR!! —¡Abarai! —Llamó el Ravenclaw y una hermosa Ave del Trueno se situó a su zurda —Por favor, ve por Joseph R. Black Lestrange, Sain M. Ollivander y Dennis Delacour. Sácalos de donde estén, sin aviso, y tráelos ante mi, por favor —Ordenó a la criatura y ésta desapareció en rayo.

YTJke.gif  ~+~ uGSfO2w.gif

LMqjPAM.jpg

 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Estaba pasando un día tranquilo y relajado entre los parajes de los bosques aledaños a los jardines de la mansión, era mi día de descanso del trabajo del ministerio y había optado por recorrer los terrenos de la familia Delacour ya que por la cantidad de responsabilidades y compromisos que tenía a cargo no disponía de mucho tiempo para la tranquilidad de una caminata para poder admirar el paisaje.

 

Después de un rato volví a la mansión con el fin de prepararme para ir a hacer unas compras al callejón Diagon, normalmente enviaba a Percy a buscar todo lo que necesitara pero había decidió ir hoy ya que de esa manera podría pasar a la snitch dorada a practicar un poco de Quidditch ya que se estaba planeando un pequeño torneo en el negocio en el cual quería participar.

 

Me vestí con algo casual, un jean azul, unos botines negros y una camisa blanca manga larga, y sobre el atuendo una túnica negra con el logo de la familia en el lado izquierdo de la misma. Baje al comedor para tomar algo antes de partir y revisar mi correspondencia. tenía que estar pendientes de los mensajes enviados por lechuzas ya que dentro de poco empezaría a cursar el libro de la Fortaleza y debía tener mi tiempo organizado y plena disposición para ello.

 

Después de revisar que no tenía nada importante por hacer tome mi nimbus 3000 para ir en ella al Diagon, se que en el local había escobas para practicar pero prefería hacerlo con la mía. Agradecía haber aprobado mi examen de vuelo y de esa manera no tener problemas para transportarme por este medio, ademas me gustaba sentir la adrenalina del aire golpeando con fuerza cuando aumentaba la velocidad.

 

Decidí entrar al local por el estadio anexo ya que el techo estaba abierto y justo cuando iba a aterrizar en el campo de juego, una majestuosa ave de trueno apareció ante mis ojos iluminando mi visión, casi pierdo el control de mi escoba pero después mientras trataba de mantenerme en el aire el sonido de un rayo me volvió a distraer haciendo que aterrizara de forma un poco forzosa en el campo, salvándome por una mínima diferencia de distancia de estrellarme.

 

Cual sería mi sorpresa cuando al lograr reincorporarme tenía frente a mi un paisaje totalmente distinto al que me encontraba, altas y verdes montañas se erguían frente a mis ojos, un terreno maravilloso y en ese lugar un hombre alto, de cabello negro y barba el cual nunca antes había visto. Lleve mi mano a la varita que tenia en el bolsillo manteniendola empuñada y lista ante cualquier inconveniente.

 

No quería ser alguien a la defensiva y mostrarme algo grosera pero las circunstancias no me generaban confianza. - Buen día - salude tratando de mantener un ambiente tranquilo. - Ante quien tengo el gusto de hacer acto de presencia? - termine diciendo mostrando que mis intenciones eran tranquilas y esperaba que las suyas igual.

wAJlYfY.gif

 

OR8NJoF.png

 

IY4YjHl.gifWyWrY0U.gif947PwJZ.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Eobard Aldrich Black Lestrange estaba...Bueno, haciendo lo que acostumbraba hacer (?) Entre sus responsabilidades como Mortífago, la administración de dos locales, y su empleo en el Banco Mágico, disponía de muy poco tiempo para actividades de esparcimiento. Aquel día, haciendo gala de la vestimenta que portaba cuando laboraba en Criaturas Mágicas, concluía otra exitosa caminata al pie del bosque familiar.

 

-Una y van dos. -sentenció a nadie en particular, deteniéndose a un costado del muro de árboles. -Creo que es hora de un refrigerio.

 

Apenas dio un paso, un sonoro estruendo sacudió los alrededores. Por inercia, levantó el rostro hacia el cielo, esperando la lluvia, pero no encontró lo que esperaba. Un Ave del Trueno, elegante y poderosa, descendía con tranquilidad. Había lidiado con una antes, por lo que sabía que no debía hacer movimientos bruscos. El anillo en forma de rayo, que llevaba en el índice derecho, mutó hasta dar la forma del aquel que concedía el poder de Amistad con las bestias.

 

-¿Qué es lo que te aqueja?

 

Colocó ambas manos sobre su estómago, cubierto por la playera de manga larga de tonalidad esmeralda, en un afán por darle espacio al ente. Aunque era un Ave poderosa, que sobrepasaba los conocimientos del mago, con aquel anillo fue capaz de entender fragmentos en los sentimientos de la criatura. Parecía realmente cabreada, y por alguna razón, interesada en encontrarlo.

 

Parque Natural de Sanjiangyuan. Era todo lo que necesitaba; giró sobre sus talones para finalmente fundirse con el espacio-tiempo, dejando atrás a

 

Conocía China de alguna breve visita, y gracias a su facilidad para los Idiomas, no le sería difícil dar con la imagen del lugar al que deseaba dirigirse. Que, finalmente, sucedió. La suela de las botas cayó con un golpe sordo sobre el frondoso suelo. Las montañas conferían un clima templado al parque, agradable al visitante. Agradeció que los pantalones le llegaran a la rodilla.

 

-Buen día. -pronunció en un siseo casi inteligible, a manera de saludo ante los presentes. -¿Keaton? Vaya, el lugar menos esperado para convocarnos. ¿Es tuya, el Ave del Trueno?

 

Reconocía al atlético vampiro de vista, dado que eran compañeros de bando, pero no habían cruzado casi palabra. Si había enviado a un ave de tal poder a buscarles, algo debía andar mal. Para su suerte, la varita se encontraba dentro del estuche prendido a su muslo derecho, lista para una eventualidad.

 

Entonces, sus ojos se posaron sobre la escena. Hizo una mueca de desagrado ante el asco; vamos, que ni siquiera él era tan sanguinario.

Editado por Joseph R. Black Lestrange
Arania.gif
ObiFirma.png
Gringotts.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La sonrisa del mago es una media y larga línea torcida que parece que podría partir su rostro en dos, las cicatrices de su cara, símbolo de su licantropía, se empalman en el gesto y hacen una abertura que pareciera que doliera si hace ese pequeño tic en la coyuntura de su boca cuando dos muestras más de azufre se agregan a la pócima en el caldero de piedra que hierve frente a sus narices. Una exhalación de calma se escapa de entre sus labios cuando la pócima se torna de un color magenta muy bonito.

 

Ollivander es un hombre perdido entre que haceres, con cosas por hacer, pero poco organizado para conseguirlo. Hoy no es diferente y a pesar de todo el papeleo de las visitas a los negocios en Diagon que hay por terminar, se está tomando un “tiempo recreativo” antes de continuar con sus deberes. La verdad era que, a pesar de su taciturnidad de siempre, algunas veces es bastante difícil tenerlo quieto, y encerrado en las instalaciones clandestinas del C.C.U. con sus estantes llenos de ingredientes y elementos que puede usar a su disposición, no puede hacer más al respecto.

 

Está por terminar con el último de los ingredientes para esa reinvención suya que ha hecho de una receta de química muggle y el grimorio de herbología que ha conseguido de ese local que Moody tiene en el callejón Knockturn, se trata de una pócima rehidratante, que con suerte servirá para acelerar los procesos en la elaboración de otras pócimas. Demasiado concentrado no es muy consciente de la hora que es y aun cree que, en todo el establecimiento, solo es él quien se encuentra merodeando por ahí.

 

Sin embargo, a pesar de lo mucho que ha estudiado sobre esta fórmula y de lo muy concentrado que está, tras preparar el ultimo ingrediente para la pócima, justo al momento de echarlo a la mezcla, un fuerte estallido consigue tomarlo por sorpresa y hacer que por descuido vacié todo el frasco sobre el caldero. De inmediato del fondo del traste un chillido como el de una olla hirviendo escupió sobre el mago todo el interior tras una detonación y haciéndolo caer sobre sí mismo y dejándolo semi inconsciente en el suelo.

 

Otro estallido más parecido al primero lo asusta trayéndolo de regreso a la conciencia con un fuerte estremecimiento. Con dificultad se incorpora como puede, sacudiéndose los restos de la mezcla que le han salpicado tras la explosión, y sin mucho cuidado se estira para hacer una nota en un pergamino sobre la mesa de trabajo; "no ruidos estridentes", agrega a la receta. A pesar del zumbido en sus oídos no es problema escuchar el escándalo con los estantes y papeles volando por todas partes proveniente de la oficina de registros, así que de mal modo deja su actividad actual para dirigirse hasta el siguiente salón.

 

¿Qué está pasando?-, apurado en aminorar el caos de la oficina el muchacho se apresura a ponerse de pie, desordenado de pies a cabeza y con largos pasos se encamina por los pasadizos ocultos, dejando en el camino la capa blanca de medimago, vestido de negro de pies a cabeza y con los goggles colgándole aun del cuello, ― ¿un qué…-, el licántropo se ha quedado casi boquiabierto con la criatura que aletea buscando liberarse del estrecho espacio que es la oficina de Grelliam, no culpa al ave por el desorden, este no es un sitio para animales como este, pero igual no consigue entender cómo es que una ave de trueno terminó en un sitio como este.

 

No sabe mucho de estas criaturas, por lo que se extraña de su presencia, no se imagina ni tantito los motivos que la tienen ahí, pero de cualquier forma debe tratar de tranquilizarla para antes de que el turno de sus jefas comience.

 

Tranquilo-, Garry levanta las manos a la altura de sus hombros en un intento en vano de tranquilizar al ave que no deja de tirar todo a su alrededor. ―Solo quédate…ahí…-, murmura mientras busca entre sus ropas, la varita de pino salado. ―Ya te tengo…-, sonrió de medio lado al mismo tiempo en el que el ave parecía fulminarlo con la mirada.

 

Y en un instante...

 

Sin darse cuenta de cómo, el muchacho cayó de bruces nuevamente, solo que esta vez no se encontró con el suelo frio del C.C.U., sino más bien con la hierba y la tierra fresca de un sitio que no puede reconocer rápidamente. El ave de trueno no está más tiempo ahí frente a él, ha volado en dirección contraria a donde está Ollivander. Siguiéndolo con la vista, el muchacho se tuerce sobre sí mismo para ver como la criatura parece reunirse con su compañero. De ese modo se da cuenta de que no está solo en ese sitio y con un poco más de esfuerzo distingue también el par de animales inconscientes, posiblemente sin vida a los pies de los presentes.

 

Hola-, hace un gesto complicado, no se ha dado el tiempo de reconocer a quienes están ahí, aun sentado en el suelo y dándoles la espalda es difícil verlos bien a la cara. Antes de continuar, se pone de pie, buscando equilibrio mientras se gira para ver mejor la escena ahora frente a él. Es difícil entender que es lo que está haciendo él ahí, con esas personas, en aquel lugar. ― ¿Llegue tarde?

cpoR6Mo.gif
B259aHz.jpg
Kl83Ehb.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La sorpresa de la aparición del ave de trueno había tomado demasiado desprevenida a la joven haciendo que estuviera a la defensiva en el momento en que se descubrió en un paraje desconocido y frente a un mago que nunca antes había visto, esas razones de por sí ya eran suficientes para que estuviera alerta dado que nunca se podía llegar a saber con quien se estaba tratando.

 

El hombre permanecía en silencio lo cual no ayudaba para nada a resolver mis dudas sobre su identidad, por mas que trato de recordar todas las ocasiones en las que estuvo en el callejón Diagon o en alguna mansión de Ottery su rostro seguía siendo desconocido a sus memorias lo que le reafirmaba el hecho de que ni siquiera se habían llegado a cruzar en un lugar en común.

 

A los pocos momentos de su llegada alguien mas apareció en el lugar, otro mago desconocido para mi, al parecer conocía a menos gente de la que esperaba aun a pesar de que se movía bastante en el ministerio de magia. El recién llegado a diferencia de la bruja si conocía al hombre que estaba a mi llegada incluso llamándolo por su nombre lo que le decía que eran cercanos o de pronto familia.

 

- Buen día - dije en baja voz mientras seguía alerta de la situación, fue en ese momento que observando al mago que acababa de llegar seguí la dirección de su mirada dando con una escena en la que no me había detenido antes debido a la rapidez con la que todo había pasado. Realmente la joven no podía entender quién podría ser tan cruel de lastimar a esas indefensas criaturas.

 

Pero antes de que ella pudiera decir algo un tercer mago hizo acto de presencia en el lugar, se veía un poco desubicado pero no pudo evitar soltar un suspiro de alivio al darse cuenta de quien era el recién llegado. Garry el esposo de Bel que aun con su manera de ser a veces tan aislada de los demás hizo que el ambiente se relajara un poco, era conocido y compañero así que al menos eso le daba algo de tranquilidad. Ahora necesitaba saber que estaban todos haciendo en este lugar.

wAJlYfY.gif

 

OR8NJoF.png

 

IY4YjHl.gifWyWrY0U.gif947PwJZ.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Tras el prolongado silencio él muchacho se removió sobre sí mismo, desviando la mirada mas allá por encima de ellos, donde puede reconocer mejor al par de animales que cuelgan sin vida, oscilando solo cuando la corriente de aire es lo suficientemente capaz de mecer los pesados bultos, no están a gran altura por lo que no es más un problema para Garry reconocer la especie. Aun asi, el gesto del muchacho no es empático, solo gesticulando por estar forzándose demasiado la vista hacia lo alto, donde la luz que queda del día brillando por encima de las copas de los árboles resulta incómoda para los heterocromos mal impuestos a la luz.

 

Bajando rápidamente la mirada, se desvía completamente entonces hacia ese otro mago, Keaton, observándolo mejor puede reconocerlo por casi compartir una clase juntos de herbología en la universidad mágica, Garry habría estado muy nervioso al verse rodeado entre vampiros, por alguna razón el presente mago no había continuado el curso con ellos. Pero ¿él había cazado a esos osos? ¿con que propósito? Y la cuestión más intrigante, porque estaban ellos aquí, entre los presentes no existía una relación, eso es lo que pensaba hasta que se encontró con el demasiado familiar rostro de Denis.

 

Garry parece aún demasiado despreocupado aun cuando ve a su compañera de bando, perder la calma no es algo común en Ollivander, es casi como una maldición el no poder siquiera expresar facialmente lo que tiene en mente, pero en esta ocasión no podría estar más conforme con aquello. Se siente un poco ridículo al no haberla visto hasta entonces, estando a solo un par de pasos de distancia de ella, aunque culpa al desconcierto que le ha provocado la repentina aparición en aquel paramo.

 

― Denis Delacour, metiéndose en problemas ¿ah? Que alentador-, aun esta distraído y habla arrastrando las palabras, con tranquilidad. ― ¿Qué es esto? ¿Debemos bajarlos? -, por alguna razón ha pensado que quizá ella tiene un poco más idea de lo que hacen aquí, bueno, es ella quien aun mantiene la varita en mano, ¿de quién más puede sospechar? Fastidia.

cpoR6Mo.gif
B259aHz.jpg
Kl83Ehb.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Dennis reaccionó un poco ante las palabras del mago, metiéndose en problemas? pero si normalmente nunca era ese el caso, aun a pesar del trabajo al que se dedicaba ya que mi labor era solucionar los problemas que creaban otros al tratar de romper reglas y leyes o el balance natural de la magia. Pero entonces fue cuando cayó en cuenta de que aún mantenía empuñada su varita y tal vez su rostro reflejaba un poco de estrés debido a la actual situación.

 

Bajo su varita pero sin guardarla del todo, simplemente adoptó una postura más tranquila y relajada, si Ollivander no parecía nervioso porque ella tendría que estarlo, aunque había que admitir que las circunstancias que rodeaban su llegada a este recóndito paraje entre las montañas dejaban mucho que desear. - Sabes que nunca me meto en problemas Garry, supongo que solo fue un acto reflejo - dije sonriéndole y encogiendo los hombros a la vez como quien no tiene culpa de algo mientras bajaba la mirada a la mano que sostenía la varita.

 

Al escuchar al mago sobre si debían bajar a las criaturas que aún colgaban del árbol, - Creo que seria lo ideal, aunque lo mas importante aquí sería saber quien y porque hicieron esto? - dije observando a los presentes, los otros dos magos no habían dicho palabra alguna desde hacía un par de minutos ya. Todos estaban expectantes ante lo macabro de la imagen ante nuestros ojos.

 

- Alguien sabe porqué estamos aquí y que ha sido lo que ha acontecido en este lugar? - pregunte a los presentes, aunque por la pregunta de hace un momento de Garry asumía que él tampoco tenía mucha idea sobre qué estaba ocurriendo.

wAJlYfY.gif

 

OR8NJoF.png

 

IY4YjHl.gifWyWrY0U.gif947PwJZ.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Observaba lo ocurrido desde lo lejos. Aquella extraña sombra simplemente se mantenía inerte, sin hacer ningún movimiento, estaba cazando. Podía sentir la ponzoña entre sus dientes una vez que paso la lengua por los filosos colmillos vampíricos. Se burlo, se mofo, en sus pensamientos podía ver como Keaton estaba sirviendo de alimento para las criaturas y alimañas del inframundo. El muy tonto se había confiado, ahora él estaba en su propio inferno y aquel hombre estaba por catar su mantra infantil en voz alta. Si, podía sentir todo su poder oscuro acumularse. Se pregunto si aquellos 3 aprendices serían lo suficientemente valientes para afrontar el aprendizaje de aquel libro o si saldrían corriendo cuando algunas de sus más grandes pesadillas aparecieran frente a ellos.

 

-Crimen Silentii –susurro mientras daba algunos pasos y preparaba la varita. El vampiro estaba jugando un juego del gato y del ratón por lo que sin más aprovecharía aquel nuevo poder que pro un momento le había dado el espejo para hacer su siguiente jugada

 

Lo primero que haría antes de presentarse ante los aprendices era ver si habían al menos leído u hojeado aquel libro, por lo que simple y sencillamente utilizo el espejo de la niebla para aumentar su poder mágico y la percepción de ellos para con él cuando se encontraran frente a frente fuera mucho más aterradora. invocó así varios animales creados con vitae para que atacaran y destrozaran el corazón de aquellos chicos, los 3 serian atacados por panteras, pandas gigantes, caimanes chinos salidos de aquel rio y un par de tigres del sur de china los cuales estaban en peligro de extinción. Cerro su puño izquierdo para luego juguetear con sus dedos mientras en su mano derecha su instrumento mágico pedía un sacrificio de sangre y él iba a dárselo.

 

No espero mucho mas, la ordene staba dada, matar a aquellos 3 aprendices.

 

@@Dennis Delacour @ @

vkDq3f1.png

 

kNTUx8c.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Mientras esperaba por una respuesta de alguno de los presentes, empezó a sentir un ligero calor en su mano izquierda lo cual le pareció muy raro, alrededor de su dedo anular el anillo que traía comenzó a presentar un ligero brillo lo que se le hizo un poco extraño, ese era uno de los anillos que había adquirido con el libro de la Fortaleza y era el único que había decidido usar dado que era el que más interesante le parecía mientras los otros los mantenía en su bolsillo a la espera de que fuera notificada para iniciar el curso del mismo y de esa manera poder vincularse a el.

 

Era el anillo detector de enemigos y recién empezaba a funcionar. Por estar un tanto distraída no moto antes que lo traía puesto y que si alguno de los magos a su alrededor hubiera sido un peligro se habría activado como en este preciso instante, al menos eso era un alivio. Pero qué era lo que trataba de advertirle en este momento. Se alejó un poco de sus compañeros y empezó a revisar la zona, las montañas, los árboles, las rocas alrededor y el río. Todo parecía estar en perfecta calma y orden, hasta ahora.

 

De pronto vio una mancha negra dirigirse en su dirección tan rápido que hasta que estuvo relativamente cerca no pudo distinguir que era una pantera enorme, no alcanzaría a lanzarle un hechizo, la tenía prácticamente encima entonces al mirar su mano recordó algo que también era del mismo libro del anillo, - Salvaguarda Mágica - pensó y en ese momento vio como la pantera le atravesaba sin causarle daño alguno.

 

El animal le dio la espalda y en ese momento levanté mi varita en su dirección - Oppugno - pero no surtió efecto y no pudo controlar al animal, no era una pantera común, era creada con magia y la cual no podía ser controlada al parecer. La pantera se enfiló de nuevo en mi contra, apunte y dije fuerte - Sectusempra - el rayo le impactó causándole heridas pero no lo tumbó, le permitió lanzar un zarpazo y alcanzar a rozar mi brazo, unos centímetros más cerca y habría sido terrible. Por lo visto necesitaria mas de dos rayos para terminarlo.

 

El brazo me ardía y cuando se lanzó de nuevo, usando mi concentración nuevamente pensé -Salvaguarda mágica - y como en la ocasión anterior, la pantera me atravesó, pero de inmediato perdí el efecto de la protección, no se si estaba haciendo algo mal para que durara tan poco o si así era como funcionaba. En ese momento aproveche y apuntando de nuevo pronuncie - Sectusempra - esta vez al impactarle el rayo la pantera cayó inconsciente. Entonces la joven se giró rápidamente hacía sus compañeros para ver si estaban bien, ya que estuvo tan concentrada en defenderse que no vio si fueron atacados, pero antes de ver cualquier cosa solo pudo notar que otros animales se acercaban rápidamente de los alrededores y algunos salían del río. Iban a tener que trabajar juntos para defenderse, trato entonces de ir hacia donde los había dejado lo mas pronto posible.

wAJlYfY.gif

 

OR8NJoF.png

 

IY4YjHl.gifWyWrY0U.gif947PwJZ.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Literalmente tanteó el terreno, una, dos veces fueron suficientes los toques con la punta de su pie, antes de comenzar a caminar alrededor de la escena, con sigilo, es cuidadoso cuando camina, haciendo movimientos suaves, pero que no parecen forzados, con tranquilidad. De reojo de tanto en tanto no aparta la vista del cuerpo de las criaturas que cuelgan por lo alto, pendiendo desde el cuello, y apenas oscilando. A Garry el movimiento le marea.

 

Cuando llega al fin hasta del viejo árbol de donde cuelgan las criaturas, en canclillas, se inclina lo suficiente para inspeccionar un poco mejor la raíz de majestuoso espécimen, arruinado por la desconsideración de algunos. Puede, desde ahí, ver mejor, la especie, y los daños que lleva a quienes no han tenido cuidado con él al montar la trampa. El muchacho niega apenas, antes de seguir el rastro tallado bruscamente en el tronco. Con la piel verdusca, fresca, que sobresale, puede darse una idea de cuantos fueron y hace cuánto tiempo.

 

No tengo idea-, habla bajo, como si fuera solo con él y la pregunta que ha contestado de Denis no fuera más importante que lidiar el peso de los animales muertos entre las ramas. Poniéndose de pie se ha llevado las manos a los bolsillos, de pronto siente mucha incomodidad, levanta la vista por lo alto, buscando algo más, sin embargo, lo que se encuentra al bajar la vista nuevamente, lo sorprende de más.

 

Sus ojos de colores distintos se encontraron con un caimán de tamaño casi desmesurado, ¿Cómo no haberlo visto o escuchado antes? Garry sintió su cuerpo helar cuando la criatura se movió en su dirección. ―Oh.

 

Permanecido inmóvil por un largo segundo, preguntándose por Dennis y el otro mago, que absorto en su inspección no se había dado cuenta de que algunos de los presentes no estaban más cerca, ¿también veían lo que él? La criatura hizo un extraño ruido, como el de un gruñido y Garry se estremeció nuevamente, pero sin hacer aun un movimiento brusco. Era consciente de que debía actuar rápido o la criatura lo haría pedazos.

 

El aire era tenso, respirar difícil, pero el muchacho es lo suficientemente sutil entonces para mover sus dedos dentro de sus ropas, tintineando, desvían su atención, los tres añillos con los que había estado experimentando en el laboratorio del C.C.U., recordándole el libro de la fortaleza. Sin embargo, duda. Ha estado intentando sacar algo de magia de estos libros desde que se hiso de él, sin ningún éxito hasta ahora, habiéndose dado por vencido. “Es esa una magia muy complicada, se paciente”, había dicho el señor Gryffindor, por lo que resignado Garry habría tenido que esperar hasta que fuera necesario.

 

No sabiendo que se trata de una prueba o lo que fuera, él cree que alguno de los hechizos de aquel libro hoy le sería de ayuda, -“Orbis Bestiarum”-, invoca en sus pensamientos, aquel otro poder memorizado del libro de aprendiz de brujo, pero no sucede nada, entendiendo entonces que esta no puede ser una criatura ordinaria. El corazón de Garry retumba en sus oídos cuando la criatura furiosa se lanza en su contra. ÉL jamás ha visto a un caimán en persona, hasta ahora, asi que se sorprende de más con la velocidad con la que se desplaza sobre él.

 

”Salvaguarda Mágica”-, el pensamiento retumba en su cabeza, esperando tener suerte esta vez, al mismo tiempo que retrocediendo lo más rápido que puede, lejos de la criatura, pero sin darle la espalda, ha rebuscado entre sus ropas, la varita de pino salado y apunta al hocico del animal que no está más que a unos cuantos centímetros de distancia. ―Incárcerus-, gruñe, y las tres gruesas cuerdas se amarran con fuerza alrededor del hocico del animal, atrapándolo fuertemente. Sin embargo, la trayectoria del animal aun va en contra del muchacho, en un intento de hacerle daño de algún modo u otro.

 

Retrocediendo aún sobre sus pies, no se fija que está siendo acorralado a una velocidad alarmante. Desesperada aun por no poder atacar con sus dientes, la criatura hace un esfuerzo más por atraparlo. Tras la embestida del animal, Garry ha tropezado, cayendo hacia atrás, percatándose de que su cuerpo ha atravesado un árbol grande. Por otro lado, el lagarto se ha estrellado con tal fuerza que ha fracturado el tronco. Los ruidos de la madera crujiendo no son una buena señal, y rodando por el suelo Ollivander se aleja lo suficiente para no ser arrastrado por el caos que termina por aplastar a una atarantada criatura por el golpe.

 

Maldición-, se queja entre dientes, aun sintiendo que su corazón saldría por su boca. Respirar cuesta y antes de ponerse nuevamente de pie, se limpia el poco sudor que ha perlado su frente. La criatura yace sobre los escombros, aun la puede escuchar gimiendo adolorida, pero él no hace caso. En los bolsillos de su pantalón, uno de los amuletos ha comenzado a brillar. El anillo detector de enemigos. Y de pronto cree que lo entiende todo. Empuñando fuertemente su varita, pasa de largo de donde se encuentra el cuerpo del lagarto y se encamina, esta vez no se dejará sorprender. ― ¿Dennis?-, habla entre una errática exhalación.

 

@@Dennis Delacour

cpoR6Mo.gif
B259aHz.jpg
Kl83Ehb.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.