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Libro de la Fortaleza XXI


Keaton Ravenclaw
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Dennis se encamino hacía donde estaban sus compañeros pero antes de siquiera poder llegar a ellos vio como un Caimán se acercaba hasta donde estaba Garry, hasta ese momento no se dio cuenta lo mucho que se había alejado de todos los demás mientras revisaba la zona en el momento que su anillo detector de enemigos empezó a activarse.

 

En cuestión de minutos fue testigo de como la criatura atacaba al mago y ella entre el shock y el cansancio por el enfrentamiento previo con la pantera no lograba llegar a tiempo para ayudarle. Menos mal que si de algo estaba segura era de que el joven Ollivander era un hábil mago que no se dejaría vencer tan fácil por nadie ni siquiera por una criatura creada por magia y mas fuerte que una criatura normal. El morphos no se había utilizado con esos animales ya que eran demasiado difíciles de destruir y ni siquiera hablaría de dominarles ya que no habían respondido ante el Oppugno que había invocado.

 

Había sido una lucha ardua pero el mago había logrado salir victorioso de la misma, conforme me acercaba a donde se hallaba le escuche decir mi nombre mientras trataba de recuperar un poco el aire ante el esfuerzo que había realizado. Cuando llegue a su lado recordé el resto de los anillos que veían con el libro y sacándolos del bolsillo los coloque en mi mano junto al que ya tenía puesto. A su vez coloque el amuleto de curación en mi cuello de un colgante por si llegaba a necesitarlo.

 

Llegando al lado de Garry decidí que era hora de activar el anillo de salvaguarda contra oídos indiscretos, era obvio que nos estaban vigilando pero al menos trataría de bloquear lo mayormente posible el hecho de que escucharan lo que hablábamos para poder planear una estrategia defensiva. Por el momento no sería escuchado lo que hablara con el mago. - Creo que nos están vigilando y es mejor prepararnos porque al parecer no hemos terminado aun - le dije a Ollivander al ver que se empezaban a acercar unos pandas gigantes y un par de tigres. No tardarían en llegar a nuestra ubicación.

 

Me preocupaban los otros magos ya que no había escuchado nada más de ellos, no sabía si estaban heridos pero no podía ir a buscarlos mientras estábamos siendo prácticamente rodeados. Esperaba que estuvieran a salvo y llegaran a nuestro lado pronto. Íbamos a necesitar toda la ayuda para afrontar a lo que fuera que estuviera por venir, ya que sospechaba que esos animales iban a ser nuestra menor preocupación.

 

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―Eso creo también-, habla a Dennis encontrando razón en lo que la muchacha le dice ahora. Nota, a diferencia de cuando la ha visto al llegar, que trae encima un par de amuletos que no usaba anteriormente. No es difícil saber de qué se trata, por lo que entiende, además de la agitación en la muchacha que ya se ha enfrentado también a algo como el mago. ― Y no creo que vengan por ellos-, Garry señaló los cadáveres de los pandas en el suelo, que han caído después de su pelea.

 

Desde la distancia, ya se podía escuchar y ver como ambos magos estaban siendo acorralados por criaturas distintas, pandas, panteras, y más de esos lagartos. A su alrededor, escabulléndose entre la maleza debe haber por lo menos una docena de criaturas listas para atacarles. Con más fuerza, la varita hace un rechinido extraño y él se está preguntando entonces, como pueden enfrentárseles a cada criatura y salir de ahí. “El amuleto de curación” piensa inmediatamente, dará lucha por supuesto, pero después de ver el tamaño de aquellos pandas, cree que mejor será cargar con él.

 

Con cautela busca entre sus bolcillos el amuleto, y lo enrosca entre su mano, sosteniendo el dije dentro de un puño antes de dar un paso al frente y lanzar el primer encantamiento, en contra de una de las panteras que ha comenzado el ataque contra ellos.

 

Son demasiados-, habla tranquilo, aunque la verdad duda poder salir de aquí sin ningún rasguño. ―No me puedo aparecer en otro lugar, habrá que salir de aquí hasta encontrar un lugar más seguro-, en realidad no le molesta combatir, pero si algo o alguien es quien está provocando todo esto, Garry cree que terminará con ellos en poco tiempo. La pregunta que aún no lo deja tranquilo es, por que ellos.

 

Incárcerus-, el primero de los hechizos del mago lo utiliza para hacer una barrera de llamas alrededor de ellos, piensa que, si lo consiguen, se encargarán de cuidar de eso después si hace falta. Tras eso ha conseguido hacer retroceder a las criaturas lo suficiente para lanzar otro encantamiento. ―Confringo-, se apura a lanzar el siguiente hechizo, tres o cuatro veces, en diferentes direcciones frente a la barrera, consiguiendo derribar un par de árboles más que caen sobre los animales.

 

Apenas el rayo impacta en el último trozo de madera y una pantera que se ha escabullido lo alcanza a atacar por detrás haciendo un rasguño grande en la parte trasera de su rodilla, arrancándole un gruñido al mago y provocando que quedara sobre el suelo arrodillado. En el instante en el que Garry se gira para encarar a su atacante, la criatura esta por dar un segundo ataque antes de que él lo piense de nuevo, casi inconscientemente, “Salvaguarda Mágica” y no sufre ningún daño más, detrás de él la pantera desaparece tras traspasar el fuego.

 

Mejor habrá que buscar al causante-, dice encontrándose a Dennis con la mirada. ―De lo contrario no saldremos de aquí nunca-, hace un gesto de estar soportando el ardor en su pierna, el agarre fuerte del amuleto de curación es casi inconsciente antes de ponerlo en su cuello y llevar las manos sobre la herida. De inmediato su herida comienza a sanar más pronto de lo que Garry hubiera visto en cualquier pócima o encantamiento que hubiera usado hasta ahora.

 

El anillo de escucha ocupa rápidamente un lugar en la mano del mago al mismo tiempo que levanta su varita por lo alto y conjura un encantamiento más antes de seguir combatiendo a las criaturas. ― Homenum Revelio.

 

@@Dennis Delacour

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Sonrió divertido mientras observaba la acción. Había pasado un segundo y ya las minúsculas gotas de sangre habían comenzado a hacer en el suelo de aquel lugar donde tanto él como los alumnos se encontraban. Ladeo la cabeza de manera imperceptible pensando en la siguiente jugada que haría para ponerlos de cabeza u obligarlos a aprender por las buenas aquel libro para que al fin pudieran vincularse definitivamente con él. Ahora, la pregunta importante seria… ¿se dejaría ver?, ¿se mostraría a sus aprendices o dejaría que sufrieran un poco más?, al respuesta era sencilla. Sin darse cuenta sabia la respuesta…

 

-<<solo un poquito más>> -pensó mientras se movía ágilmente por entre las ramas de aquellos frondosos arboles

 

Poco a poco y sin que ellos se dieran cuenta los animales que el hijo de la noche había conjurado fueron llevando a sus aprendices hasta aquel acantilado de las altas montañas. Ahora la cuestión es saber cómo se iba a defender, que podrían utilizar pasa salir de allí o simplemente tendrían que saltar para salvar sus vidas y llegar hasta aquel templo. Claro está, desde aquella altura se podían ver los 3 ríos de aquella reserva por lo que quizás el agua pudiera salvarlos, aunque desde aquella altura era difícil por la afluencia del caudal.

 

Sin embargo, si es que llegaban a llegar hasta allí encontrarían algunos Grindylows que el cainita había llevado hasta allí justamente para hacerles la vida imposible esperándolos además de algunos gorros rojos que saldrían al paso de los aprendices a penas se acercaran a las inmediaciones de aquel lugar. Una vez que se acercaran un poco as al templo y entraran (ya que allí era donde se encontraba la criatura que habían ido a buscar y la cual era la causante de todos aquellos asesinatos) algunos Boggarts aparecerían para evitar el paso de ellos.

 

@@Dennis Delacour @

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Las criaturas seguían surgiendo de los alrededores y la verdad era que nos superan en número, al menos algo que le daba tranquilidad era que podía contar con el mago junto a ella para dar la batalla ya que en anteriores ocasiones había demostrado ser un hábil mago y no dejarse amedrentar por las situaciones que representaban dificultad y peligro, era alguien que sabía manejar la calma aunque en este momento era lo que menos iban a poder tener si querían salir de aquel lugar con vida y enteros.

 

Ollivander empezó entonces a lanzar un par de hechizos para ir creando una barrera que les lograra separar de sus atacantes y mantenerlos a raya mientras organizaban algún tipo de estrategia para salir de este sitio. Logró crear una barrera de fuego que hizo que los animales retrocedieran dándonos un respiro, acto seguido empezó a derribar árboles para que cayeran sobre ellos, si bien no parecían destruirlos del todo al menos los frenarían y debilitarian un poco.

 

Empezó entonces a hacer lo mismo haciendo caer los árboles alrededor apuntando su varita y pronunciando - Confringo - la idea del mago era buena y ayudaría a detenerlos en parte. Aproveche la presencia de unas rocas grandes alrededor y apuntandoles con la varita dije - Expulso - a cada una de las rocas que salieron disparadas hacia adelante golpeando a las criaturas.

 

Note preocupadamente como una de las panteras se alcanzó a colar por la barrera atacando a Garry hiriendole en la pierna, pero después usando un salvaguarda se vuelve intangible evitando un nuevo ataque de la pantera la cual lo atraviesa desapareciendo en el fuego. Escucha las palabras del mago - Supongo que debe estar en los alrededores viendo el ataque que nos ha enviado - le digo a Garry tratando de recuperar un poco el aliento, era verdad si no hacíamos algo no podríamos salir. - Esperemos que este lo suficientemente cerca para que lo puedas detectar - termine diciendo al joven.

 

La lucha continuo apuntaba su varita hacía las criaturas y decía - Sectusempra - a algunos, - Incendio - a otros. Ya el fuego incluso les daba igual y habían encontrado la forma de cruzar así fuera encendiendo su cuerpo todo por llegar a nosotros. De mi varita salían doce flechas en dirección de las criaturas, ya estábamos exhaustos y nada que disminuían su ataque. Entonces en un momento que uso para dar un respiro miro hacía atrás notando que solo unos cuantos pasos los separaban del borde del precipicio, una gran altura los separaba de un templo que se encontraba surcado por los ríos y las montañas. Estaban como un ratón esperando por ser cazados por el gato o caer al abismo. - Garry estamos a un paso de una caída que nos puede matar sino lo hacen ellos - dije al joven manteniendo la mirada en nuestros atacantes.

 

Entonces recordó que cuando llegó aquí traía su escoba la cual había quedado en el terreno donde estaba con los demás magos, concentrándose en su imagen empuño su varita y dijo - Accio Nimbus 3000 - unos segundos después la escoba llegó a sus manos y montandola rápidamente se elevó un poco para ubicarse junto al mago y extenderle su mano - Vamos podemos bajar fácilmente de esta forma y alejarnos de ellos - le dije al mago pero antes de que el incluso pudiera estirar su mano un tigre se abalanzó sobre la escoba rompiéndola en dos y haciéndome caer al precipicio.

 

En ese momento de mi camisa alcanzó a salir uno de los colgantes que poseía que eran unas alas de plata, tomándolo con mi mano libre lo empuñe mientras trataba de concentrarme en la altura que estaba cayendo, fue entonces que la velocidad del descenso fue disminuyendo poco a poco casi como si estuviera en cámara lenta y planeando un poco, en un par de minutos toque el suelo sin ningún rasguño. No pude evitar soltar un respiro el cual no sabía estaba reteniendo y mirando hacía arriba solo podía pensar en que Ollivander estuviera a salvo.

 

Por un momento me pareció sentir ruidos en los alrededores a los que supuse deberían al viento, pero entonces mi anillo de plagas empezó a brillar y de igual forma el anillo detector de enemigos. Al parecer no todas nuestras preocupaciones estaban con aquellos animales, por lo visto íbamos a tener que encontrar al culpable de lo que estaba pasando si queríamos salir de aquí.

 

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El último de sus encantamientos no había dado respuesta alguna, por lo que imagina entonces que están lejos de quien los ha emboscado o que seguramente debe tratarse de algo no humano.

 

Avis-, el puñado de avecillas retacó la boca de una de las panteras quien no tendría problema para devorarlas, pero al menos hacía el tiempo para lanzar una maldición que le dejaría varias heridas sangrantes en la piel. Sectusempra. Dejó entonces de lanzar encantamientos un segundo, pero la verdad era que las criaturas no daban brecha ni para recuperar el aliento. Se habían desecho de ya varios de ellos entre Dennise y él, y los que quedaban aún tenían las energías para traspasar las trabas que los magos les ponían.

 

Si no fuera por lo que Dennise dice, apenas se da cuenta de lo cerca que están de la caída, el aire ahí corre con más fuerza que en el interior y por un momento Garry se siente confortado al respecto. Basta con desviar brevemente la mirada de sus atacantes para darle razón a Delacour, y lamentarse por no traer consigo el abrigo amañado con el encantamiento de expansión. Entonces, antes de que pueda decir algo cualquiera, escucha a la muchacha invocando su escoba, Ollivander se adelanta un par de pasos para hacer el tiempo necesario para ella, combatiendo a las fieras.

 

Cuando voltea nuevamente a Dennise, ella ya está sobre su escoba, asiente cuidadosamente a punto de avanzar hacia ella, sin embargo, de entre los escombros ha salido una bestia más que no ha dudado en lanzarse contra la bruja haciéndola caer sin más de su escoba, una caída libre hacia el fondo del acantilado. “Ahh, pero que mal”, Garry se mordió la lengua un segundo, antes de lanzar un encantamiento más a la criatura y hacerla a un lado antes de dar un salto hacia atrás directo al vacío del escarpe.

 

Mientras cae, es difícil ver el rastro de Denise, cree que la ha visto, pero del ultimo encantamiento algunas rocas y restos de la escoba de la muchacha ya caen a su alrededor. Se está esforzando por no invocar aun los poderes del amuleto volador hasta encontrarse con Dennise, pero el suelo se acerca vertiginosamente más a él y la idea de que quizá ella ya este en tierra firme lo inquieta un poco. Se apura nuevamente a guardar su varita en un bolso de su pantalón y puede escuchar el tintinar del resto de las joyas que carga consigo.

 

El aterrizaje del mago es un poco más ruidoso de lo acostumbrado o de lo que hubiera preferido, quizá por haber esperado demasiado tiempo antes de invocar el poder del amuleto, aquel que de todos los artefactos de los libros de hechizos es el más utilizado por él, ya que lo ha sacado de apuros en las persecuciones o escapes en los casos de Baker. Hoy no era la excepción y aunque se ha revolcado un poco al caer, se encuentra sano y salvo.

 

El anillo detector de enemigos es el próximo en ocupar un lugar en su mano, junto al de escucha puesto anteriormente. El brillo en él es tenue, aun asi Garry no evita la larga exhalación de cansancio, quien sabe, pero se siente un tanto mas tranquilo al merodear aquell paraje si trae consigo los talismanes. Un rápido vistazo a su alrededor le es suficiente para decir que se encuentra entre dos de los tres ríos, ¿tanto había avanzado a través de su caída?, quien sabe, pero entre su vista aérea recuerda haber distinguido lo que parecía ser una edificación humana grande, en medio de toda esa naturaleza salvaje.

 

Trató de hacer un esfuerzo para saber si podía incluso desde ahí ver rastro alguno de aquella arquitectura, pero no tuvo mucho éxito, por lo que comenzar a caminar tratando de encontrar aquel sitio era una opción por ahora.

 

Homenum Revelio-, volvía invocar el licántropo, con la pura intención de en esta ocasión encontrar a Dennise. No sabe cómo, pero espera que ella saliera ilesa de la caída.

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Dennis se había mantenido en su posición varita en mano tratando de ver hacia arriba del precipicio desde donde había caído, esperando tal vez por el mago para saber que estaba bien, pero en ese momento restos de árboles incendiados empezaron a caer, tal vez estaban siendo empujados por las criaturas que trataban de llegar a nosotros pensando que aun estabamos detras de la barrera de madera y fuego que Garry había creado.

 

Tuvo que correr prácticamente para alejarse de esa zona y evitar ser aplastada, sin contar con que un par de criaturas también cayeron, simplemente el golpe había sido tan fuerte que no se levantaron más, lo que al menos le dio un respiro ya que la idea de tener que luchar nuevamente con ellas después de tanto desgaste no le agradaba para nada.

 

Tal vez el mago había logrado descender a salvo y estaría en los alrededores o incluso rumbo a aquella estructura que había visto desde lo alto y que parecía un templo de oración típico de este lugar, era lo que ella haría en su lugar y al parecer podría ser lo más lógico si estaban buscando a la persona responsable de todo lo que estaba sucediendo, ya que por nada del mundo creía que fuera una simple casualidad que un montón de criaturas se volvieran locas y con ganas de devorarlos solo porque sí.

 

Decidió que la mejor forma de llegar al templo era guiarse por la corriente del río más cercano y empezó a caminar junto al cauce manteniendo su varita en mano atenta a cualquier cosa que se pudiera presentar. LLevaba solo unos cuantos metros cuando frente a ella una serpiente de más de un metro se le apareció y la verdad no le gustaban para nada esos animales. Al parecer venía justo hacia ella, entonces concentrándose en uno de los poderes del libro del aprendiz de brujo, el Orbis Bestiariuam, empezó a formarse un anillo dorado alrededor de la criatura, de esa manera le ordenó que se alejara lo cual obedeció, por lo visto no era creada por algún tipo de magia especial.

 

Iba a seguir su camino cuando algo la tomo enredando su pie y haciéndola caer al río, varias algas estaban alrededor de su pie como si las hubiesen usado a modo de cuerda y la jalaban hacia la parte más profunda del río mientras perdía el poco aire que le quedaba, entonces empuñó su varita y de inmediato un casco burbuja apareció permitiéndose respirar bajo el agua. En ese momento que el aire regresó a sus pulmones vio a varios Grindylows que eran los que tiraban de las algas y a otros cuantos acercarse, entonces apunto su varita a los que se acercaban y dijo - Desmaius - en repetidas ocasiones logrando que el rayo los impactará y quedaran inconscientes.

 

Entonces apunto su varita hacia las algas y dijo - Diffindo - rompiendo la atadura a su pie, trato de salir a la superficie pero la corriente del lugar formaba un remolino y la arrastro varios metros cuando quedo libre. Cuando al fin calmo la corriente salio a la superficie y nado hasta la orilla del rió, desapareció el casco burbuja y justo cuando iba a salir sintió que algo se aproximaba, solo pudo mover un poco la cabeza para evitar completamente el golpe pero la maza de un gorro rojo alcanzo a rozar su frente produciendo un raspón y fuerte dolor. Antes de que la golpeara de nuevo pensó - Salvaguarda mágica - y la maza la atravesó sin causar mas daño.

 

- Rayos - dijo con bastante enojo y frustración, apunto su varita a la criatura y grito - Desmaius - por la rabia que sentía, salio rápido del agua para ver que dos gorros rojos mas venían corriendo con sus mazas listas, les apunto y dijo - Petrificus totalus - en cada una de sus direcciones. No tenia tiempo para jugar a aguantar sus golpes pensó mientras llevaba su mano a la frente y sentía el ardor y un par de gotas de sangre salir. Era cierto que tenía el amuleto de curación pero no era algo tan grave como para tener que usarlo, ademas no había ningún hueso roto aun por increíble que fuera después de todo lo que habían pasado.

 

Al levantar la mirada después de recomponerse un poco noto que el templo ahora estaba simplemente a unos cuantos metros de donde se hallaba, al menos ese inconveniente acuático la había acercado un poco mas a su destino. Esperaba que Garry estuviera aquí o al menos ya estuviera a punto de llegar.

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Mientras surgía efecto Ollivander se encaminó un par de pasos abriéndose brecha por la húmeda naturaleza sin problema alguno, era difícil dejar un rastro, aunque honestamente no pretendía dejar uno, debía tener el modo de encontrar a Dennise sin llamar la atención de nadie ni nada más. Un par de metros bastaron antes de que el anillo detector de enemigos comenzara a brillar con demasiada intensidad, Garry permaneció estático en el sitio observando la joya en su mano como si este le fuera a revelar sobre qué era lo que tenía que cuidarse. Es casi inconsciente cuando vuelve su mano a los bolsillos y saca, además de la varita, un par de anillos más.

 

Puede verlo entonces, en el momento en el que levanta la vista, ¿Cómo no haberlo siquiera olido antes?, algo como eso. Ante él, las figuras de dos vampiros se manifestaban amenazando con su feo rostro, sus desagradables colmillos y miradas sedientas. Garry sintió el odio siendo remplazado veloz mente por el miedo de pronto, congelando todo su cuerpo en un segundo dejando un sabor agrio y desagradable, mientras ve como las criaturas se arrastraban por el suelo hasta donde estaba él.

 

La sensación que siente de pronto es inusual, pero no le permite siquiera pensar con detenimiento en que esas criaturas no son vampiros reales. No puede pensarlo, por lo tanto, duda en siquiera poder hacer un encantamiento más. Cuando las criaturas se lanzan en su dirección, todo de pronto es más lento y puede escuchar un fuerte gruñido, parecido más a un ladrido en su interior. Es en ese instante en el que empuñando su varita y dando un paso hacia adelante conjura su primer encantamiento contra ellos.

 

Desmaius-, suelta con tal fuerza que cree que la potencia del hechizo no se le compara. El rayo impacta a la criatura y a la otra, solo segundos antes de alcanzarle, pero a pesar de que ha hecho un gran esfuerzo, una de ellas contraataca. Ollivander tiene que usar un par de veces más el Salvaguarda Mágica para escapar de los colmillos de la criatura que a toda costa lo persigue.

 

Un encantamiento más que apenas ha conseguido atinar arroja a la criatura a un puñado de arbustos, por otra parte, el licántropo no puede aún darle la espalda, ha estado lanzándole encantamiento tras encantamiento sin dar, frustrados por el extraño miedo que persiste quedarse en él y del que está haciendo un esfuerzo voraz por no dejarse consumir por este. La angustiosa espera por saber si ha terminado su enfrentamiento o no es, por extraño que parezca, un alivio, y de pronto se pone a pensar en la existencia de dos vampiros exactamente iguales en un sitio como este, además conoce a los vampiros y estos, estos no son más que una mala imitación de aquellas versiones muggles de los seres oscuros.

 

Vamos, tiene que ser una broma-, apenas puede hablar, su respiración es agitada y su varita apunta con fiereza entre la maleza. Antes de que la criatura regrese puede escuchar un extraño zumbido desde lo más oscuro de aquella vegetación salvaje. Los anillos de amistad con las bestias y de plagas rápidamente se ponen en sus dedos. La presencia de la magia de esos artefactos es fasta, y Garry queda casi embelesado por ello. Sin embargo, el zumbido es más cercano y de no moverse rápido, la maza de un gorro rojo le hubiera alcanzado fácilmente. ―Deténganse ahí-, habla una vez repuesto de la agitación levantando la mano, donde lleva puesto el anillo de amistad con las bestias, en señal de alto contra las criaturillas.

 

No titubea, ni siquiera en el instante en que se siente impresionado cuando incluso, los de más de ellos que van llegando le obedecen. Garry se mantiene firme, mostrándose calmado, a pesar de que siente que su corazón revienta en sus oídos y teme, que ellos le escuchen. Pero su cara dúra debe ser lo suficientemente convincente para cuando hace un último ademán, inclinando la cabeza en dirección al vampiro en el suelo, los gorros rojos, después de un grito terrible, se han lanzado contra él para darle con la maza sin piedad, y lo persiguen incluso cuando el vampiro comienza a retroceder.

 

Exhala largamente, se siente terriblemente cansado y es que, Garry Ollivander, jamás ha sido un hombre fuerte en realidad, sin embargo, no encuentra el tiempo aún de dejarse vencer ahora. Así que volteando la mirada atrás, se da cuenta de que no tiene todavía una señal de Dennis, por lo que, sin pensárselo más, empuñando fuertemente la varita con la mano donde la mayoría de los anillos le protegen, se siente confiado en adentrarse más y más a aquel espeso y húmedo bosque.

 

El camino a partir de ahí es casi simple, hasta que ha conseguido entender que los siguientes vampiros que acosan su camino deben tratarse de boggarts y aunque consiguen sacarle una fuerte impresión siempre que salen de los lugares menos esperados, es sencillo vencerlos. ― Riddíkulus -, menciona cada vez que uno de ellos lo perturba amenazando contra su integridad, aunque hay que recurrir al Salvaguardas Mágica cuando están más cerca. El montón de vampiros chimuelos que ha dejado como rastro es una señal de que ya tiene el paso.

 

Uno de los tres ríos es lo único que lo separa del edificio. Cruzándolo, Ollivander tendría tan solo que caminar algunos metros para llegar hasta ahí. La corriente ahí no es muy fuerte, pero sabe que él solo no cuenta con la fuerza para ganarle, por lo que debe pensar en otro modo de cruzar sin meterse al agua. No usa más magia, con esfuerzo físico ha comenzado a escalar por un monte rocoso, una protuberancia en el suelo que encuentra cercana a la orilla de un rio. Después de analizarla un largo rato, Garry cree que ahí debió haber existido un puente, bueno, al menos eso explicaría la presencia de los gorros rojos en el sitio.

 

Venga amigo, llévame lejos-, sobre su cuello solo el amuleto volador queda. El de curación, asi como los anillos y su varita, los lleva en el bolsillo de su pantalón que ha encantado con un “Capacious extremis”, bastante improvisado, que cuidará bien de sus cosas en el caso de terminar hundido. Tomando impulso para saltar lo más lejos que puede Garry no se lo piensa más antes de intentar cruzar el rio por una buena ves.

 

Apenas es capaz de alcanzar la orilla del otro extremo, aferrándose casi con desesperación y aumentando la poca fuerza en sus músculos que tiene. Puede sentir como sus piernas remojadas están siendo arrastradas por la corriente, pero después de un insistente forcejeo consigue estar casi completamente fuera. Sin embargo, ha sido descuidado, y lo poco que ha quedado de sus pies es tirado con fuerza nuevamente al interior del rio por sabrá Merlín qué. Todo es muy rápido cuando rebusca entre sus ropas la varita, está completamente sumergido bajo el agua, forcejeando casi inconsciente cuando puede pensar una vez más “Salvaguarda Mágica” con la varita en mano en su último aliento bajo el agua.

 

Cuando piensa en lo liviano que es al sentir el golpe de aire en el rostro, las energías parecieran regresarle al cuerpo, afortunadamente aun no esta tan lejos de la orilla y en un ruidoso respiro puede invocar. ― Incárserus-, gruñe con fuerza, pero en lugar de dejar ir todas las cuerdas, se aferra de un extremo de una de ellas dejando que el otro lo haga de un tronco anclado a la orilla. ― Confringo-, lanza por debajo del agua consiguiendo espantar a los grindylows que tenían pensado colgarse nuevamente a sus piernas, y le da también un fuerte impulso hacia afuera, suficiente para aferrarse a la orilla y arrastrase hasta llegar a un lugar seguro.

 

Se siente aun agitado cuando consigue nuevamente ponerse de pie y caminar el resto del trayecto mientras se deshace del exceso de agua y coloca nuevamente los anillos en sus manos.

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Después de haber superado los últimos obstáculos que se le habían presentado para poder llegar hasta el templo encaminó sus pasos hacía el lugar, pero siempre alerta observando los alrededores con su varita posicionada fuertemente en su mano atenta a cualquier otro problema que se presentará. Algo muy raro estaba sucediendo en este lugar y ellos habían quedado en medio de todo, tal vez por eso habían sido el blanco de tantos ataques. Alguien trataba de encubrir lo que estaba sucediendo con la masacre de los pandas y ellos con su presencia solo habían puesto en riesgo la identidad o motivos de los responsables para llevar a cabo tan horrible acto.

 

Conforme se iba acercando al templo vio que algunas personas con mantos de capucha salían del recinto, por lo que creyó podrían ser algún tipo de monjes, pero no podía asegurar nada ya que estaban cubiertos por los mantos que caían sobre su rostro, eran tres en total que se ubicaron descendieron de las escaleras de entrada al templo y se ubicaron frente a la estructura uno al lado del otro. El anillo detector de enemigos empezó a brillar en su dedo por lo que se preparó para atacar en cualquier momento.

 

De pronto se quitaron los mantos para descubrir que era tres miembros de su familia, su madre, su hermana Kytta y su sobrina Alessandra. Que estaban haciendo en este lugar? parecía que estaban bajo algún tipo de encantamiento porque su mirada lucía pérdida y no me decían nada, me acerque con cuidado para no asustarlas - Que hacen aquí? que ha pasado? - dije sin obtener respuesta alguna. Necesitaba llevarmelas dado que en cualquier momento seríamos atacados si el anillo estaba en lo cierto.

 

Pero cuando toque a mi madre empezó a presentar heridas sangrantes y cayo al suelo totalmente inerte, acto seguido las otras dos mujeres hicieron lo mismo. No entendía que ocurría, que les estaba sucediendo. El miedo la embargó y no la dejaba pensar con claridad, tenía que hacer algo para detener las hemorragias. Apuntó su varita y dijo - Episkey - en repetidas ocasiones pero nada pasaba, la sangre fluía a borbotones y las iba dejando pálidas mientras la vida se iba de sus cuerpos.

 

Estaba totalmente desesperada cuando recordó el amuleto de Curación, por lo que revisando que siguiera en su cuello colocó las manos sobre el cuerpo de su madre pero nada pasó. El dolor empezaba a calar profundo en su interior y se sentía a punto de enloquecer cuando vio un cuervo sobrevolar el lugar y recordó las palabras aprendidas en su clase de adivinación. "Esto eres tú, esto no tiene nada que ver conmigo." fueron las palabras de Zeruel indicando que todo venía de su mente "Si las imágenes a tu alrededor son acerca de espacios familiares, como tu hogar o trabajo y son demasiado parecidas a la realidad, enseguida notas que es una mentira" El demonio se lo había dejado muy claro al hacerle ver que todo era producto de sus miedos, tenía que usar su conocimiento para diferenciar la realidad de lo que no lo era.

 

Mi familia no era la que estaba ante sus ojos, tenía que ser algo más y lo único que podía tomar forma de esa manera eran los Boggart, se levantó del lado del cuerpo de la que creía era su madre y entonces apuntó su varita, mientras pensaba en sus mejores recuerdos dijo - Ridikulus - la muerte de sus seres queridos era oscuridad y lo opuesta tenía que ser luz por lo que hizo que al impactar el rayo se convirtiera en una esfera de luz brillante que con una floritura de su varita la hizo desaparecer en una nube de humo. Acto seguido hizo lo mismo con las otras dos criaturas.

 

Agradeció el haber recordado lo que había aprendido con el demonio sobre dilucidar la verdad de lo que podía llegar a ubicarse frente a sus ojos para no ser engañada de nuevo. De pronto un ruido proveniente del templo la hizo girar rápidamente y vio como una lanza era arrojada en su dirección - Salvaguarda Mágica - pensó y la lanza la atravesó sin causarle daño alguno, se encaminó justo detrás de unos árboles para resguardarse de otro posible ataque, mientras planeaba su próximo paso a seguir. Ahora la pregunta sería si Garry estaría atrapado dentro del templo o si aún no había llegado al mismo.

 

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Oye-, habla suave cuando se acerca a ella, ha hecho bastante ruido para llegar a Dennis, para que se dé cuenta y no lance un encantamiento sobre él, cree que, si ella ha pasado por todo lo que él, los nervios de la muchacha podían encontrarse al límite, el cómo Denise Delacour manejaba la calma es algo que Ollivander desconoce por completo. ― ¿Te has acercado más? -, no lo sabe, justo salía de un enfrentamiento más con esos boggarts, que al alcanzar el templo ha dado con la figura de la rubia escondiéndose tras un árbol grande. ― Interesante lugar es este, ¿no lo crees? -, distraído, se preocupa por activar el único de los amuletos que no ha usado hasta el momento, el anillo de salvaguarda contra oídos indiscretos.

 

Dedicó un largo segundo para echarle un rápido vistazo a la muchacha, físicamente parecía íntegra, pero su mirada parecía afectada por algún hecho del que no es consiente aún. Lo cierto es que quiere preguntar, pero no desea hacerlo ahora, quizá después, cuando consigan salir de aquí, ambos podrían ir por un kartoshka y una cerveza tibia para aliviar el cuerpo, sí, eso estaría bien, pero por ahora, no encuentra nada más interesante que atravesar los muros de ese sitio en busca de respuestas, ¿Qué era lo que estaba sucediendo en ese lugar? ¿habría más pasando lo que Dennis y él? No puede saberlo, por lo que no encuentra otra salida que seguir adelante por ese camino al que han sido arrastrados.

 

¿Crees que sea prudente atacar? -, se ha asomado solo un poco, todo para ver como las puertas son abiertas nuevamente, pero nadie sale y de pronto Garry cree que es como una invitación a su final. ―Este sería un buen momento para intentarlo-, exhala regresando la vista hacia la muchacha, y un silencio grave se siembra entre ellos, es solo lo necesariamente largo para recuperar un poco de energías antes de continuar adelante. En realidad, no hay más ni otros caminos, y supone que ella lo sabe, o quizá si los hay, pero atravesar esas puertas, es lo único que se aferra molestamente en su cabeza. ―Vamos por ello, Dennis-, tres de los anillos ocupan un lugar en su mano, además que, al alcance, el amuleto volador y el de curación se guardan, y él se siente bastante bien.

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Dennis se había resguardado detrás de los arboles después de ese ataque con el objeto afilado. De no haber sido por los hechizos del libro de la Fortaleza que estaba empezando a manejar en especial la salvaguarda mágica hubiese terminado atravesada por esa especie de lanza, realmente habían sido de mucha ayuda para sobrevivir al día que había tenido desde el momento en el que fue tomada de sus actividades por el ave de trueno.

 

Un ruido de pasos que se escuchaba fuerte le llamo la atención, iba a apuntar su varita cuando escucho un tono de voz suave que le hizo respirar con tranquilidad. Garry había llegado junto a ella lo cual le alegraba bastante, al menos ya sabia que estaba a salvo y entre los dos podrían encontrar la salida de esta situación que estaban atravesando. - Si estuve cerca a la entrada pero lanzaron un objeto filoso y tuve que ocultarme mientras pensaba que hacer - le dije al mago quien observaba el lugar con bastante detenimiento.

 

Me dedique a observar hacía la estructura que se erigía en medio de las montañas, iba a contestarle a su compañero sobre lo de atacar cuando las puertas se abrieron, lo cual no le inspiraba nada de confianza, pero si querían averiguar que sucedía y salir de aquí no tenían opción alguna diferente a entrar en ese lugar. - Bueno supongo que si esto es una invitación a entrar no debemos hacerles esperar verdad? - dije conforme empuñaba con fuerza la varita en la mano derecha y al igual que mi compañero portaba los anillos y amuletos que iba a necesitar.

 

Respiro profundo y con pasos firmes se encamino a la entrada del templo, subió los escalones que llevaban a la puerta que había sido abierta para ellos, al llegar justo al umbral miro a Garry tratando de encontrar el animo para lo que vendría a continuación, al atravesar la puerta el anillo detector de enemigos en su mano comenzó a brillar con intensidad, pero en el interior del lugar solo se veía oscuridad. Se preparo para el ataque que sabría llegaría en cualquier momento aunque aun todavía no supiera de parte de que o quien.

 

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