Mansión de la Familia Potter Black (MM B: 90394)

[Sagitas E. Potter Blue]

Me sorprendió la familiaridad con la que Heliké me agarró del brazo, ella en medio entre suegra y marido, y nos guió a la Sala donde la gente empezaba a llenar el espacio. Apretaba el álbum de fotos contra mi pecho como si tuviera miedo que las fotos que contenía se pusieran a volar y también me abandonaran. Al llegar allá me sorprendió ver a alguien que no había visto desde hacía muchísimo tiempo. Se lo agradecí, Instinto es alguien que no se deja ver, no suele caer por el pueblo y me temo que nunca habíamos recibido su visita. Pero estaba allá, despidiéndose, arrancándome una lágrima de agradecimiento. No pude hablar pero esperaba que el leve movimiento de cabeza fuera interpretado como un "gracias" mudo. Ishaya se merecía que todos los que tuvieran algo que recordar de él estuvieran presentes.

No era la única visita que tenía que agradecer. Supongo que la rutina del día a día no nos deja tiempo para relacionarnos los unos con los otros; los vecinos del pueblo, numerosos, no solíamos movernos mucho, o tal vez era yo la asocial que prefería quedarme en casa cuando tenía un momento de descanso. Ahora mismo, yo no sabía qué decir, me era más fácil quedarme en silencio que interrumpir aquellos susurros entre ellos, o las conversaciones íntimas que cada uno tenía con los cuadros que Darla había traído de él, o, sencillamente, romper su mutismo en el que me gustaría refugiarme.

-- Traje el álbum de fotos de Adriano -- dije, mirando a Cye y a Bodrik, invitando a todos a que vieran y recordaran a aquel maravilloso hombre que se había ido y ahora seguro reinaba en el otro plano astral. Creo que, sin embargo, mi voz se rompió y no me oyó nadie.

Me acerqué a una hilera de sillas en la zona central y me senté en una, esperando que el resto se fuera sentando, para enseñarles las fotos. Con mucho cuidado, deshice las cuerdecillas que lo sujetaban, tomé la pluma blanca y me la puse en la oreja, como solía hacer con la varita y por lo que él solía reñirme, y después abrí el álbum de fotos. Inmediatamente, como si fuera una proyección, el centro de la habitación se iluminó con una zona blanca en la que se proyectarían las imágenes de las páginas.

-- Ishaya solía guardar miles de fotos de todo, de él, de sus amigos, de sus compañeros de trabajo, fotos de sus trabajos en el Diario, fotos de la casa, de la familia...

Lancé un suspiro y toqué una foto en la que mi hermano lucía muy hermoso.

-- Esta foto es antigua, por el 2009 ó 2010. Participamos en conjunto en el Torneo del Dragón Dormido, ¿os acordáis? En aquella época me presentó a mi cuñada Cye. Recuerdo que, por aquel entonces, yo aún no sabía que era mi hermano pues ni yo misma aún no había llegado a la Potter Black, aún era una sinnombre que vivía en el carromato del Circo de Pacotilla, pues no tenía familias a donde acudir. No tardé en acudir a la casa, invitada por mi madre Antara. Allá supe que Ádriano y yo estábamos más unidos de lo que nos pensábamos. En aquel Torneo, descubrí en él a un amigo, a un compañero, me demostró que era una persona de convicciones firmes y un gran amante de Cye. Fue una pareja que nunca he visto desfallecer. Los dos influyeron mucho en mí y, desde entonces, los he amado a los dos. Agradezco a los Dioses que me ofrecieran aquella oportunidad de conocerles porque, desde entonces, fueron un puntal en mi vida. Ahora que se ha ido, noto un vacío que va a ser muy difícil de llenar. Creo que, en el fondo, nunca se llenará, quedará esa cicatriz de forma eterna.

 

Suspiré e intenté mostrarme algo más positiva. Aquella gente no había venido a tragarse mis monólogos. Ellos también tendrían algo que decir de mi hermano...

 

-- No tardé en entrar en la mansión PB y, poco después, mi madre nos traspasó el cargo de patriarcas. Ishaya, entonces, para soportar su ausencia, pintó este cuadro de encima de la chimenea, el que toda la familia conoce como "el cuadro de la Fundadora Antara" y que preside la sala que se ha convertido en nuestro centro de reuniones. -- Guardé silencio por si alguien quería añadir algún comentario propio.

 

[Felicity]

Crack.

 

Felicity apareció ante la imponente fachada de la mansión Potter Black. Sonrió para sus adentros. Aquella casa siempre le transmitía la misma sensación; paz. Inspiró de manera exagerada y empezó a caminar. La larga capa de terciopelo barría las pocas hojas secas que yacían en el sueño. Hacía frío y sin embargo la bruja llevaba las mangas bien arremangadas hasta la altura de los codos dejando ver el tatuaje de la marca tenebrosa grabado en su antebrazo izquierdo sin temor alguno.

 

Una vez en la puerta, alzó la mano y picó dos veces antes de entrar girando el pomo con decisión.

 

- ¿Hola?

 

Esperaba encontrar a su tía, la bruja de violetas cabellos.

 

Habían pasado algunos años, bastantes. Los cabellos de la mujer lucían más ceniza que nunca pero el brillo de sus ojos no se había apagado. El tiempo que había pasado en Austria no le había tratado mal del todo.

[Zoella Triviani]

Suspiré por ¿Sexta vez? Había perdido la cuenta de las largas respiraciones y los pequeños recuerdos de Ishaya, quien me había enterado era tío. Era extraño, tenía el estomago revuelto y las ganas por el suelo, poco había convivido con el pero las veces que lo observaba de lejos su manera particular de andar era algo que me gustaba. Vestí mi cuerpo con un sencillo y largo vestido negro y coloqué la peluca en mi cabeza, manteniéndola simplemente suelta.

 

Me levante de la cama, donde por un rato observé a la nada pensando en las pocas veces que me lo encontré. Aún no lograba asimilarlo y era extraño, enterarse de un día para otro su partida. Con pasos lentos salí rumbo al castillo Potter Black, donde estarían preparando una despedida y sabía que Jeremy me esperaba.

 

Limpié una pequeña lagrima que se me escapó antes de acercarme a la Gaunt y al rubio, que estaban fundidos en un abrazo - Hola - Susurré, agitando mi mano - Siento la tardanza - Solté, sin saber que más decir o que hacer. Crucé mis brazos sobre mi pecho y me acerqué a Jeremy dejando un beso en su mejilla a modo de saludo y le dí un asentimiento a Anne, nada más. Manteniendo mi distancia de ella.

 

@ @

[Helike R V PB]

Necesitaba volver a salir y no lo aguantaba. Había mucha gente en el salón. Era lo normal, todos poco a poco los que se iban enterando, querían despedirse. Vi que mi tía/suegra se había sentado. Ni cuenta me di que llevaba encima un álbum de fotos. La vi sentarse, yo fui hasta la zona de la comida. Me había entrado un hambre increíble. Parecía que la pequeña que crecía en mi interior tenía ganas de alimentarse, o quizás era yo, que llevaba horas sin provar bocado. Cogí un vaso y lo rellené de chocolate, además de un sandwich mientras los elfos, iban reponiendo la comida, que, poco a poco, parecía acabarse...

 

Iba entrando más gente. Y si no fuese porque la mansión era lo suficientemente grande, diría que me asfixiaba ahí dentro. Sería por todo lo que callaba y no dejaba asomar. Vi que alguien picaba la puerta. Me acerqué y me sorprendió @ que estaba allí... Con los brazos descubiertos y por el rabillo del ojo enseñaba la Marca Tenebrosa, alcé una ceja y sonreí burlonamente...

 

- Bienvenida a casa... -le susurré- hay que tener valor... Y si Sagitas te lo ve... te armará una buena, pasa - le indiqué con la mano que entrara al interior- estamos todos - volví a susurrar- si quieres ponerte cómoda, hay comida y chocolate caliente...

 

Le indiqué con la cabeza que entrara y fui hasta dónde estaba Sagitas que aún repasaba el álbum con las fotos de su hermano sentada en una de las sillas. Me produjo curiosidad y por detrás de su hombro me agaché y le dije mientras observaba las fotografías.

 

- @ está aquí Fee, por si quieres recibirla y acabo de ver a otra Warlock a Anne - le aclaré- si necesitas algo... dímelo - le dije con voz suave...

[Ela Karoline]

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Habían caminado hasta el salón, aunque Cye misma no parecía tener la fuerza para dar siquiera un par de pasos, se quedo en medio, petrificada, a distancia de aquel ataúd, de aquella fotografía, ya sabía que había trascendido del mundo de la carne, ya incluso había recibido un mensaje y un último deseo que cumplir con relación a Antara, Sagitas y Eli Tonks, sin embargo aquello era brutal.

Desvío la mirada para evitar las lágrimas y se encontró con rostros conocidos o al menos distinguidos, Heliké, Sagitas, Antara, Hayame, Matt, giro hacia otro ángulo y vio a Instinto, Anne, Tamarindo, Niko, a esas alturas sus uñas se clababan como garfios en la carne de sus palmas y la visión ya no era clara.

Agacho la cabeza avergonzada, Sagitas queria mostrar un album de fotos y así lo hacia, compartiendo recuerdos importantes, mientras que ella solo queria echarlos a todos de allí, sin palabras amables, tirar las cortinas, desbaratar las sillas y toda la estancia, una sed de destrucción parecía cabalgar por sus venas, todo para quedarse a solas con su marido, por última vez, sacarle de allí, besarlo y abrazarlo como ya nunca más podría hacerlo, era un deseo irracional, pero genuino y parte de su imperfección por seguir viva.

En cambio, se volvio hacia Bodrik y tomo a Eirian para acunarlo en sus brazos, ella también debia presentar sus respeto a otras personas, no era la única que sufría la perdida, eso dictaban las formalidades, lo que le hizo recordar aquellas palabras que Ishaya siempre le repetía en situaciones peculiares con una sonrisa provocadora "Amor tu siempre haces lo correcto" levantando una ceja é insitandola a contestarle y cuando ella casi lo hacía, él la callaba con un dulce beso.

@@Bodrik le preguntaba si aquella era Antara, su bisabuela, y Cye asintió. A esa bruja le profesaba un respeto profundo, una admiración y un cariño que pocas veces se álbergaban juntos en su ser, camino hasta ella, agachandóse para bésarla en la mejilla y susurrarle un "el me pidió que te lo diera en su nombre". Luego agrego con voz quebradiza --Y hubiera querido presentártelo pero... El es Eirian, creo que si lo miras sabrás quien es-- ácaricio la manita del bebe cuyos ojos y cabello era idénticos a los de Adriano, esperando la reaccion de la Potter y no era lo unico, pero si lo más notorio a primera vista. En ese momento comprendió que ella tenia una parte del mago que seguria viviendo, su hijo, parte de su sangre, de sus genes y de su esencia, a quien había amado tanto que era en parte por quien los mortifagos lo habian tenido a él en sus filas al final de su vida, y esto claro, era una realidad velada porque él nunca confeso que fuera mortifago, pero Cye lo conocía como un libro abierto después de nueve hermosos años, ellos hablaban sin pronunciar palabras y en el silencio se decían verdades que no podian decirse de otra forma.

[Anthony R. Dracony M.]

Me dormi......después de tanto pensar me domino el cansancio y caí dormido....................así pude volver a ver los hechos, y tal vez se organizaron algunos de ellos.

Reacon no podía hablarme de Adriano Wallace, porque esté mago le borro la memoria de su andanza juntos, donde Adriano era el superior, él que luchaba bajo principios nobles. Tampoco se como fue que Reacon se transformo en vampiro, solo sé que sufrió grandes perdidas y se paspo al lado oscuro por una temporada e hizo cosas atroces y por las cuales ahora se arrepiente de esas decisiones y toda aquella maldad, maldad que asegura él, no había en Adriano Wallace...

 

Jamás habló mal sobre Adriano, solo cosas positivas, que me amaba y pensaba en mi, que todo cuanto hacía era por mi, que los padres se sacrifican siempre por sus hijos.....incluso hasta la muerte, Reacon no podía contarme del todo pero hizo una promesa al paladin: cuidar de mi, así que solo continúo ahí, vigilando, cerciorandese de que seguía vivo y dejandome libertad para que fuese tomando mis propias decisiones...esperando para cuidarme, para que lo aceptará porque yo solo quería saber sobre mi padre Wallace, a nadie más...

 

Solo puedo respetarlo porque ha sido fiel a esa promesa desde hace tanto tiempo...sufriendo porque yo solo deseaba encontrarme con Adriano y lo dejaba a un lado....el tiempo ha ayudado...mis preguntas siguen sin respuestas, solo me queda aceptar la realidad, Wellace ya no es parte presencial de mi vida pero le debo la vida. él que se alegró por ser mi progenitor aunque ya no tuvo la oportunidad de compartir experiencias.

 

Ahora creo que sus palabras eran ciertas, jamás podremos dar vuelta a lo que ya pasó, solo nos queda el hoy y tengo sus últimas palabras solo para mi, así como su promesa y al guardián inmortal que eligió para cuidarme en su ausencia.

[Jeremy Triviani]

Jeremy vio llegar a su mujer con un aura de desconsuelo que le estrujo el corazón. La rodeo con los brazos apretándola contra él lo más posible. No quería que sufriera por nada del mundo. Quería protegerla de todos los daños posibles que habitaban en el mundo. Pero no era posible por más que lo intentara con las mejores intenciones.

 

-No te preocupes, yo también recién llego y me costó venir. Lo pensé mucho y es lo que me pareció más correcto hacer. -Le respondió aceptando y devolviéndole el beso en los labios. La liberó de sus brazos, solo dejando uno rodeando sus hombros en señal de contención. En realidad la necesitaba cerca. Lo más posible.

 

Pero no se movió del lugar. No quería despedirse. Odiaba las despedidas de todo tipo. Estaba por decirle a Anne que entraran de una vez cuando vio llegar a su hermana con lágrimas. Devolvió el beso en la mejilla y observó la tristeza en los ojos del mismo color que compartían ambas mujeres.

 

-Entremos de una vez -Dijo apretando apenas la mano de su Anne para que se pusieran en marcha. Se puso al lado de Zoe para empezar a caminar. Cruzando la puerta de entrada, se podía ver a mucha gente por todos lados.

 

El vampiro no dio muestras de reconocer a nadie, aunque sí había caras conocidas entre la gente. Vio a Bo entre ellos y espero poder cruzársela pronto para darle sus respetos. Sabía que Ishaya había sido su abuelo adorado. Un cuadro con la cara del mago estaba presente y se lo veía tan bien, tan vital, que todo lo demás parecía surrealista.

 

 

@ @

[Mentita]

No era buena para ese tipo de despedidas, jamás lo fue y por alguna extraña razón, esa clase de noticias hacían de su accionar, una completa desconocida. Mas no lo era, no con Ishaya. Y, si bien intentó matarlo ella misma, que alguien más le haya ganado de mano, probablemente también era parte de esa depresión no visible. Quizás no era esa la razón y se debía al hecho de que, quiera o no, le dolía... En lo más profundo del alma, si la tuviera. Es que ella estaba segura de que la había perdido hacía, ya, muchos años.

 

No sabía cómo, y tampoco exactamente el por qué -aunque era probable que supiese, mas no lo aceptaría-, llegó hasta el trío que se apresuraba hacia el interior. Allí en donde, seguramente, estaría el cuerpo de quien se convirtió en su hermano, casi dos años atrás. Arrastró los pies desnudos, tanto que se los había criticado, y estiro la mano para agarrarse del brazo de Zoella, su hija. Era la primera vez que se atrevía a ponerle un dedo encima a la muchacha que no fuese para querer matarla.

 

— No le digas a Matthew que me viste así. —miró con fijeza a Zoella y se obligó a sonreír.— Es probable que se mofe de tu madre.

 

Le dedicó una mirada educada a Anne, y otra a su hijo.

 

— Vale, les acompaño sólo un rato , ¿sí? Estos ambientes me ponen de los nervios.

 

@ @ @

[Matt Blackner]

@ se disculpó un momento y me dejó solo, rodeado de antiguos miembros de la familia, o de viejos amigos que habían regresado ante la triste noticia para presentar sus respetos, y tener un último encuentro con el tío Ishaya. Cuando sentí las manos de mi mujer en mi cintura sonreí levemente, pero no tardó demasiado en alejarse para buscar algo de comer. Eso siempre me hacía gracia.

 

Me acerqué a la mesa y me serví una taza de humeante café caliente, para luego acercarme a Helike, qeu hablaba cn Sagitas. Fui yo esta vez quien la sujetó por la cintura y me acerqué a su oido.

- Voy a salir fuera...no...no me gusta estar entre tanta gente. Me acompañas? - pregunté.

 

Tras mirarla unos momentos, juntos, caminamos hacia fuera. Los terrenos de la mansión estaban tranquilos, silenciosos, con un cielo de un color extraño, grisaceo. Como bien decía Bo, seguramente nevaría.

- Sabes? - le dije. - Nosotros...Quiero decir, en la familia de Jack...no lloramos la muerte. - comenté. Me detuve frente al lago. Alli, bajo un pequeño porche, teníamos unas tumbonas y una mesa. Había acumulado una pequeña cantidad de madera, de troncos y ramitas. Con la varita, les prendí fuego y la invité a sentarse a mi lado, en las tumbonas.

 

- Quemamos el cuerpo, con sus armas y su varita. Los quemamos frente a un Árbol Corazón para que los Antiguos los encuentren. Luego esparcimos sus cenizas en el lugar donde fueron felices.

 

Aquella hoguera sería lo más cercano que podía hacer por el tío Ishaya. Me quité la chaqueta y se la puse sobre los hombros a Helike, no quería que pasara frío, mientras le robaba un trozo de sandwich. Riendo, le pasé un brazo sobre los hombros y la besé.

- El tío Ishaya era bueno. Y curioso. El trabajo en el profeta parecía pensado para él - recordé, mientras, a lo lejos, llegó el canto de un fénix. Bennu, el ave de la familia, volaba mientras entonaba un canto, como si hubiera percibido lo qeu sucedía en la familia, y asi, quisiera rendirle homenaje.

[Helike R V PB]

Di un pequeño respingo al escuchar la voz de Matt en mi oído. Estaba tan atenta viendo el álbum que ni me enteré de que se había colocado a mis espaldas. Giré mi cabeza y le di un pequeño beso en la comisura de los labios y asentí sin responder a su pregunta. Yo también necesitaba salir con urgencia de allí. No me gustaba estar en medio de tanta gente. Me agobiaba y ni siquiera me había atrevido a darle el pésame a Cye. Pero estaba bien acompañada y me daba la sensación de que, si me acercaba al pequeño grupo que la rodeaba, sobraba en ese lugar aunque fuese mi tío el que estuviera ahí encerrado en un ataud.

 

Sonreí con tristeza a lo que me dijo y lo escuché con atención el cielo parecía que "quería nevar" estaba grisáceo y de momento por Ottery apenas había caído una fría llovizna. El tiempo era tan diferente ahora que hacía siglos y eso se notaba. Sentí una ligera brisa en los brazos, a pesar de llevar una chaqueta caliente encantada con magia. A pesar de ello, Matt me dirigió hasta la zona en dónde había estado con Sagitas o eso pensaba. Porque cuando llegamos había varias cosas colocadas y con ellas una pequeña pila de madera. Me sorprendió porque cuando antes había ido hasta allí, no había nada de eso, supuse que los elfos habían tenido algo que ver.

 

Sentí cómo me colocaba una prenda caliente encima de los brazos y yo le protesté bajito:

 

- tranquilo cariño, tengo una chaqueta que me mantiene el calor. No quiero que por mi culpa pases frío -le susurré, haciéndole una carantoña y viendo como encendía el fuego con la varita. Escuché con atención a todo lo que me decía - vaya, ¿la varita también? -pensé durante un momento y dije- sí, bueno, tiene su lógica, la varita sólo funciona bien con aquellos a las que están destinadas. En otra persona, quizá no saque todo el potencial que posee -dije, elevando mis hombros mientras veía el chisporroteo del fuego quemando la leña.

 

Sentí otro beso en la mejilla y le sonreí...

 

- Sí que es cierto que era bueno -le dije con una sonrisa- cierto, no sabía cómo se enteraba de las noticias que pasaban... Pero sí, también tenía gente trabajando para él demasiado desagradable, ¿recuerdas cuando publicaron cosas feas de Sagitas o de Accidentes? No sabía si matarlo a él o a los reporteros que habían publicado semejante desfachatez - dije con genio- y hay algo que nadie sabe - giré mi cabeza a ambos lados, esperaba que estuviésemos solos - tú sabes lo que yo soy - le dije en tono confidencial -pero lo que no sabe la tía Cye ni los demás es que él era mortífago por él hice la marca en el cielo... aunque ya todo, ha acabado -bufé- no sé qué ha pasado ha desaparecido todo... no sé qué fuerza tan poderosa para barrer todo aquello en lo que creemos -negué con la cabeza, con un gesto de disgusto-pero por supuesto, mis ideales no cambiarán por mucho que se empeñe esa cosa en destrozarlo todo... @@Matt Blackner