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Mansión de la Familia Potter Black (MM B: 90394)


Sagitas E. Potter Blue
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Lugar desconocido:

 

Lo había intuido. Algo iba mal allá fuera. La tía Sagitas no estaba.

 

Alessandra no pareció oír mi comentario puesto que su preocupación estaba en el tío Adrian y su salud pero yo seguí mirando por la ventana, reflexionando sobre lo que estaría ocurriendo allá en los jardines. Un terrible estrépito interrumpió mis pensamientos y me hizo volver al presente.

 

- Hemos de salir de aquí, prima Alessandra. La Potter Black parece hundirse. Creo que todas las defensas han caído. Es mejor que evacuemos. ¿Cómo sacamos al tío?

 

No sé cómo lo hicimos. Recuerdo que el primo Matt apareció en algún momento y nos llevó a una cabaña del bosque. Después llegamos... AQUÍ.

 

Aquel lugar era fascinante, el sumum de amor y paz para una Sacerdotisa. Me sentía divina en aquella naturaleza que bordeaba todos los edificios como si les pertenecieran, como si fueran uno. Creo que podría vivir allá para siempre.

 

Pero las circunstancias que nos habían llevado allá habían sido muy malvadas, así que no podía plantearme esa posibilidad. Me dediqué a pasear, jugar con el niño y esperar que los primos Matt y Heliké se despertaran. También estaba la tía Sagitas con nosotros pero estaba muy blanca la última vez que la vi. Tenía la sensación que ella necesitaría mucho más tiempo para gozar de aquel magnífico habitat al que nos había llevado el primo Matt.

 

Corrí detrás de Ithilion y saludé al primo Matt. Parecía mirar de forma perdida hacia un punto. Le seguí y allá estaba la tía Sagitas.

 

Seguía muy pálida.

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- Demonios, no. Nadie diría que nos parecemos para que nos confundas - contesté, bromeando, ante como Sagitas me había llamado.

 

MIré a Sagitas y sonreí de medio lado. Aun me sentía algo cansado, pero nada que no pudiera superar. Su balcón se encontraba junto al mio, asi qeu di un par de pasos para apoyarme en la pared, más cerca de ella. Noté...lloraba? Bueno...supongo qeu no podía reprochárselo. Nos habían atacado en casa, habían amenazado la vida (o más correcto decir, la existencia) de Jack, y había tenido que ceder para intentar mantenerlo con vida.

 

- Jack parece estar jugando con Ithilion y Fenrir. - comenté, señalando con la cabeza en la dirección a las risas del pequeño.

 

Guardé silencio, mirándome las manos. No sabía que decirle, pero me sentía mal con lo que había pasado....

- Elrond nos dejará permanecer aquí lo que necesitemos. - dije, aun sin mirarla. - Al menos mientras restauramos la Potter Black - suspiré, desviando el tema - Es...parece un estirado, pero en realidad es buena persona. BUeno...elfo. Y sabio. Deberías visitar el bosque, te encantaría.

 

Fruncí el ceño, y acabé alzando la vista.

- Cuanto llevo...durmiendo? - pregunté.

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Intenté mantener una sonrisa ante el acercamiento de Matt, aunque tuve que moderme un poco el labio interior para no gritar al verle así de herido. Bueno, sólo eran la señales de lo que estuvo herido pues aquellos elfos de los Bosques le habían curado muy bien.

 

-- Os parecéis y lo sabes.

 

No pude añadir más en aquel momento porque se me hizo un nudo en el cuello y pareció que no me salía ni el aire. Bajé la mirada hacia donde señalaba mi hijo y mi mirada se dulcificó unos instantes, al ver a Jack con su hijo, en cuerpo físico. Un leve gemido rompió mi bloqueo pero lo atajé enseguida. Sabía que Matt sabía cómo me sentía pero no quería reconocerlo en voz alta. Yo siempre disimulaba mis miedos y mi dolor ante la familia, aunque mi hijo había demostrado ser un gran patriarca que reconocía mis sentimientos al instante.

 

-- Sí, lo veo, está con Xell y el niño. ¿Es Fenrir quien salta? Parece más grande.

 

Denegué en silencio el adentrarme en el Bosque, aunque fuera aquel tan hermoso. No podría enfrentarme ahora a la soledad entre la naturaleza donde me sentiría pequeña y perdida. Donde lloraría libremente.

 

-- Elrond es un gran hom... elf... una gran persona. -- No sabía cómo llamarle. -- Yo he dormido tres lunas pero también estuve... varios días... sin... sin conocimiento.

 

No quería reconocer, no, no quería, que algo en aquella aventura también me había debilitado. No quería pensar en lo ocurrido. No quería recordar lo que Lazarus había hecho. Demasiadas cosas que borrar en mi vida...

 

-- No sé cuanto ha pasado pero yo diría que entre cinco y siete días desde que nos obligaste a cruzar la puerta.

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Lugar desconocido:

Supe que los dos me habían visto pero ninguno contestó mi saludo. No me importaba. Sabía que tenían que hablar entre ellos, era primordial la comunicación entra madre e hijo y, cuando pudiera, entre marido y padre de ambos. Aún no sabía lo que había ocurrido pues mi último conocimiento es que la tía desapareció, que todos la buscaron y que, al final, Matt nos llevó a un lugar seguro con un Jack corpóreo. Mi tío parecía muy enfadado llevando en los brazos a su mujer, tan pálida como ahora. Matt pareció más preocupado en aquel momento, con muchas heridas. Ahora seguía con la misma mirada de preocupación pero, en distancia, tenía mucho mejor aspecto que la última vez que lo vi.

 

El tío Jack jugueteaba con Ithilion . El niñito parecía muy divertido con su padre, así que les dejé jugar juntitos. Pocas veces podría disfrutar de su padre físico y, creo, ya debiera haber vuelto a la fantasmidad que lo caracterizaba. ¿O era aquel lugar, tan lindo, tan mágico, el que le hacía permanecer aún de cuerpo entero? Quiero decir que estaba vivo. ¿O estaba muerto con cuerpo, como un inferi?

 

Qué raras son las circunstancias de la nigromancia... Tal vez debiera un día ponerme a estudiar esa habilidad...

 

Me dieron ganas de volar como golondrina que era y acercarme a ellos dos pero... ¿De qué hablarían?

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Sonreí ligeramente, mientras Sagitas me regañaba por decir que Jack y yo no nos parecíamos....mentira. Claro que nos parecíamos. Supongo que lo único qeu nos diferenciaba, además de cicatrices, era el color de los ojos. Y que la mayor parte del tiempo él solía ser un fantasma.

- Si, supongo que nos parecemos.

 

Giré la cabeza para mirarla, dándome cuenta de que no estaba bien...no solo el posible malestar físico, ya que no dudaba en los cuidados de Elrond y sus elfos. Eran excelentes sanadores, asi que lo qeu le pasaba no podían solucionarlo asi.

- Va, hazte aun lado. - le dije, poniéndome de pie. - No me mires asi, saltar un muro no me va a matar - le dije, mientras me impulsaba para saltar el pequeño muro del balcón que nos separaba, que me llegaba poco por encima de la cintura. Tomé asiento a su lado, mientras ella observaba a Ithilion, qeu reía feliz mientras jugaba con Jack.

 

Los miré con cierta envidia. El niño no tenía oportunidades de pasar tiempo con él como alguien corpóreo. Y Jack se llevaba muy bien con Ithilion. Los dos parecían siempre muy felices juntos, y más ahora, qeu podían tener contacto físico, con lo que Jack alzaba al crío y jugaba con él.

- Si, es Fenrir. Que otro lobo blanco crees que dejarían que Ithilion saltara sobre el? - contesté.

 

Disimuladamente, alcé la manga derecha, observando mi antebrazo bajo la tela de la camisa blanca que alguien, en algún momento, debía haberme puesto mientras estaba inconsciente. Como imaginaba...tras aquel ritual, la primera vez qeu utilizaba la nigromancia después de haber obtenido aquella habilidad, había logrado devolver la vida a Jack, enfurecido, aun manchado con la sangre qeu yo mismo había utilizado...pero recordaba, además del dolor, al marca en mi brazo. Una marca roja, que en cierta manera, me recordaba a los Arcianos, había aparecido al mismo tiempo que Jack tomaba forma. Y no estaba ahí.

 

Asiq eu si Jack seguía "vivo" era gracias a la magia ancestral que rodeaba cada centímetro de Rivendell.

 

- Os traje aqui porque era lo correcto. - me defendí, bajando la manga de nuevo, disimuladamente. - No podíamos quedarnos en la Potter Black, es...estaba destrozada. Necesitamos reconstruirla y...desde luego que no pienso fiarme de la seguridad del ministerio. Estableceré nuestras propias medidas para hacerla segura de nuevo.

 

Alcé la vista hacia el cielo y suspiré

- Everdeen aun sigue por ahi. Somos un blanco fácil, no.... - guardé silencio. - Aquí estais a salvo. Elrond nos permitirá quedarnos mientras lo necesitemos.

 

Volví a mirar hacia abajo, alzando la mano con una media sonrisa para saludar a @@Xell Vladimir Potter Black

- Deberías ir con Jack a visitar el bosque de Lothlorien, que rodea todo este lugar. Aprovecha, tu hijo es uno de los muy pocos ajenos a este lugar al qeu se le permite venir aqui

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Hice una mueca medio agradable con los labios. ¡Claro que se parecían y él lo sabía! Demasiado, se parecían. Intenté sonreír y el gesto se convirtió en mueca cuando me dijo que me apartara y saltó hacia mi balcón.

 

-- ¡So bruto! ¡El balcón no te matará pero lo haré yo como me des sustos así! ¡Sí debe haber más de mil metros! ¿Cómo te atreves a saltar así? -- le recriminaba su acto mientras él se sentó a mi lado. -- Sí, claro, Fenrir...

 

Me quedé un momento en silencio, observando al lobo y lo bien que se llevaba con el niño. Matt hablaba de lo prudente que había sido llevarnos a aquel lugar. Yo ojeaba a su padre, jugando con su hermano, y mi mente giraba por un torbellino de dudas. Sólo el estado de la mansión me hizo salir de mi letargo.

 

-- ¿Destrozada? ¿Quedó destrozada? ¿Y...? ¿Todos bien? ¿Se salvaron todos? -- ¿Qué todos...? Últimamente éramos cuatro gatos en la familia. Bueno, éramos los suficientes, no necesitábamos a más, a nadie que no quisiera estar allá. -- ¿Y los elfos?

 

Tragué saliva y le miré a la cara, por primera vez desde nuestra charla.

 

-- Reconstruyámosla. Es hora de volver al pueblo, de rehacer la casa, de empezar de cero si es preciso. Es hora de Renacer, Matt, de volver a nuestros orígenes, de ser de nuevo la gran familia Potter Black. Cuanto antes.

 

Después observé de nuevo a Jack y el bosque que me señalaba Matt. Paz. Árboles, aire fresco, neutralidad...

 

-- Sí, creo que debemos hablar... Podemos irnos mañana... si te parece...

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La bruja llegó a aquel sitio después de haberse ido por un tiempo para revisar que todas las cosas estuvieran en orden en su propio hogar y, después de un encuentro algo extraño donde se había enterado de la nueva reunión de los suyos, se sentía muy extraña

Había aceptado, desde luego, aquella era su naturaleza pero...

Ella sabía que ellos no compartían su necesidad y su inspiración en aquel fundador que literalmente había dado la vida y el alma por crearlos a ellos y por convertirlos en lo que todos presumían actualmente; apretó los dientes con odio, si por ella fuera, reduciría todo a cenizas y comenzaría con nuevas glorias de nuevo, con personas realmente inspiradas por a quien le debían su orgullo de ser

Ya vería si conseguía primero, la misión que tenía delante...

Por ahora, a fingir...

-Hey chicos... -saludó de forma cansada y algo lánguida, mirando los restos de lo que alguna vez había sido la casa. Su familia parecía fingir ese entusiasmo que querían recuperar pero... -ahora qué hacen? no venderán el terreno y se comprarán una locación nueva?... siempre podríamos mudarnos a Irlanda

Se encogió de hombros

Editado por Hayame Snape Potter Black

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Me cansé de correr tras el niño y, además, el tío Jack estaba con él, riéndose. Me di cuenta que sobraba, así que retrocedí, saludándoles con la mano. Volví la mirada hacia arriba y les vi a ambos hablando. El primo Matt y la tía Sagitas parecían tristes. Miré a Jack, miré a Ithilion y miré hacia los balcones. Decidí que iría a verles. Salté sobre mis pies y volé, convertida en el acto en una pequeña gaviota que planeaba por el aire, feliz de sentir la leve ráfaga de aire a través de mis plumas.

 

Llegué hasta la barandilla, no estoy segura de que ellos me vieran pero les sentí hablar. ¡La mansión Potter Black estaba destrozada! Casi lloro pero los pajaritos no lloran o eso creo, por lo que permanecí detrás de ellos, escuchando. La tía Sagitas decía de volver al instante y rehacerla pero el primo Matt le decía que hablara con el tío Jack y que ... que hablaran. Eso no lo entendí pero creo que ni lo hubiera entendido siendo humana.

 

Pié para llamarles la atención pero como no me hicieron caso, me transformé de nuevo en Xell la humana:

 

- ¡Lo siento, lo siento! No quería asustaros. Quería deciros que yo iré a la Potter Black. Tú, tía, quédate un poco más con el tío Jack y... hablar, como te dice el primo. Yo intentaré valorar los primeros daños y la levantaremos de nuevo. Por algo somos del Departamento de Accidentes.

 

Les sonreí a ambos y antes de que el primo me preguntara, contesté yo.

 

- El elfo ese tan alto me enseñó la puerta-árbol para volver a casa. No me pasará nada, no te preocupes, saldré como gaviota y llegaré hasta nuestra mansión, volando. No habrá problemas y buscaré al resto de la familia.

 

No les pedía permiso, ya estaba decidida a dar el paso, así que volví a transformarme en gaviota y volé, alejándome de ellos.

 

 

 

OFF: ¡Voy a reunirme con la tía Hayame!

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Miré sorprendido a @@Xell Vladimir Potter Black. Aquel pajaro se transformó en ella, lo que me hizo recordar su habilidad de animagia. Sonreí de medio lado, no se había registrado, pero no sería yo quien le regañara.

- Ve, me uniré a vosotros en seguida. - dije a la rubia.

 

Las risas de Ithilion y Jack resonaban aun, llenos de felicidad.

- Los elfos están bien...todos salimos vivos, excepto la Potter Black.

 

Me puse de pie, pesadamente.

- Voy con las chicas. - le dije, apuntándole con el dedo. - Quédate aqui. Seguramente tendremos que pasar una o dos noches más aqui hasta que esté seguro de que todo estará bien y podamos volver.

 

Sonreí para animarla, y señalé con la cabeza hacia abajo.

- En serio, ve con ellos. Visitad los bosques. Seguramente Elrond nos ofrecerá un banquete esta noche, ahora que todos estamos despiertos.

 

Y asi, me despedí de ella. Me marche, en busca de las chicas, para revisar la Potter Black. No podríamos dormir aun alli, pero si, empezar a encaminar los trabajos.

Editado por Matt Blackner

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La bruja estaba sentada en aquel sitio, al parecer su mente cansada le había jugado unas cuantas bromas porque le había parecido ver los fantasmas de su familia en aquel sitio pero la verdad había sido, que estaba más vacío que su cripta cuando la hubiesen enterrado por una última vez gracias al sueño de los vampiros

Se rascó la cabeza un par de veces intentando entender qué era lo que estaba pasando pero nada de lo que se le venía a la mente, explicaba porque el sitio estaba como estaba

Al menos hasta que...

Un vuelco apareció en su estómago, porque parte de su mente quería reconocer lo que tenía delante pero aún así, no tenía sentido para el tiempo en el que estaban; se buscó en uno de los bolsillos un reloj mágico y lo revisó, para estar segura de que estaba en el tiempo y en el lugar correctos pero la fecha le indicaba, que en efecto no se había movido de lugar

Eso significaba que no... no era ese apocalipsis al que su hermana le había mandado alguna vez...

Verdad?

Se talló los ojos

No, no sentía nada maligno creía, pero de todas maneras, su cerebro acababa de llevarse semejante golpe de ubicación que le hacía sentir un mareo muy fuerte

Necesitaba tomar aire y alguien que le explicara que si estaban en el sitio que debian y que aquello, no era el inicio del fin todavía

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