Jump to content

Mansión de la Familia Potter Black (MM B: 90394)


Sagitas E. Potter Blue
 Compartir

Publicaciones recomendadas

En el Bosque Sagrado, con Jack, Ithilion, Fenrir y, ahora, Heliké:

 

Respingué con tanta fuerza que el sonido ronco de mi garganta me asustó. Di un salto y en el mismo aire giré para darle la cara a la recién llegada. Verla allá, a pesar que sabía que estaría, fue un mazazo interior. Toda yo tembló y las lágrimas se secaron, pero fue más de la impresión que de no necesitar más el llorar. Fue retrocediendo hasta dar con la espalda en un árbol. Fue lo único que me impidió que saliera huyendo de allá, de ella.

 

Era injusta. Heliké no tenía culpa. O no más que yo, al menos. Aquella situación se nos había ido de las manos de tal manera que todos habíamos acabado heridos. Verla allá, ella, con su barriga de mamá muy desarrollada, con su mirada triste (¿por qué era triste, verdad?), desató en mí una sensación de culpabilidad y de odio, de miedo y de venganza, de rabia y de congoja, que seguí gimiendo sin darme cuenta.

 

Ella me lo recordaba. A él. Mi pesadilla. Empecé a jadear, sintiéndome completamente sola, abandonada, haciendo lo que él me pedía para defender a un marido muerto y un fantasma atado a una caja. Sentí lo que había hecho, maldije lo que había hecho pero nunca porqué lo había hecho. Pero la pena y la culpa eran tan grandes que creí que mi cuerpo se desgajaría como un tronco muerto alcanzado por un rayo.

 

-- Lázarus me... Lázarus... Yo...

 

No encontré palabras. Jack estaba allá pero ya no le veía. En aquel momento sólo veía lo que había sucedido y grité, fuerte, y mi voz se expandió por el bosque, asustando a los pájaros que se asentaban, confiados, en los árboles, obligándoles a levantar el vuelo. Mis rodillas se doblaron y mis manos se aferraron a aquella hierba verde. Se agarraron tan fuertes al suelo que briznas fueron arrancadas sin darme cuenta. Apoyé la frente en el suelo y el frescor de la hierba húmeda no pudo aplacar la febrina de mi frente. Gemí y gemí, sin fuerzas para resistir todo aquello.

 

-- Lázarus... me... obligo a ...

 

 

Flashback con Lazarus:

 

Esta parte te la dejo a ti, Heliké. Yo te sigo en rol cuando lances. Sé todo lo sucio que tu personaje y el ATP te permita]

 

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Captado el flashback, Sagitas jajajaja intentaré no ser muy... desagradable a la lectura :P

 

Rivendell, en el Bosque Sagrado, al encuentro con Jack, Ithilion, Fenrir y Sagitas

 

Mi túnica ondeaba al viento con una tranquilidad pasmosa. De color verde clarito con suaves filigranas de hilo de plata parecía más elegante que de costumbre. Había puesto la capucha que tenía porque, me daba la sensación de que hacía más frío que de lo que acostumbra Londres por esa época del año. Y es que había sido un verano más caluroso de lo normal. La ciudad no estaba adaptada a las alturas temperaturas, como podía estarlo las del resto de Europa y eso, se notaba. Llevaba el calzado elfo y aún así, sentía las pequeñas hojas del suelo sagrado cada vez que daba un paso... Sonreía contenta al verlos, pero me daba la sensación de que, en el ambiente, había tristeza.

 

- Lo sé - no sabía cómo podía saberlo, pero lo sabía. Conocía perfectamente las artimañas de Lázarus, lo que jamás pensé es que llegase a tanto. Pero no debía extrañarme. Antes de conocer esa parte que odiaba, había sido mi mentor y me había estado dando clases, si así podía llamarse. Yo lo recordaba bien. Y al mismo tiempo, sentía asco pero me callaba, sentía odio por cómo actuaba y sentía una furia contenida cada vez que actuaba...

 

"Es parte de tu enseñanza Heliké, eres un vampiro y como tal tienes que comportarte" esas eran las palabras que me había dicho en su momento, pero las aborrecía. Mi cabeza en esos momentos brotaban imágenes de las crueldades que, tenía ya tiempo olvidadas. Emanaban como un manantial de agua pura, que, primero era un arroyo y después se convertía en un río... dolían, eran imágenes que, actualmente dolían y yo había obedecido sin rechistar... "son parte de tu enseñanza" esas palabras no dejaban de repiquetear en mi cerebro mientras, una y otra vez, estaban en mi cabeza. Vi a Sagitas caer al suelo. No pude evitarlo, lancé un grito, preocupada.

 

Con cierta pesadez la levanté con cuidado, aferrándola con mis manos y las suyas llenas de tierra...

 

- Sé lo que te obligó a hacer... destrozar los huesos de tu marido con una maza. Destruir lo que más querías para protegernos al resto... Yo, tengo que pedirte perdón. Debí decirte algo más de él. No callármelo. A mí en mi momento también me obligó a hacer cosas que... -suspiré- que ni siendo mortífaga haría, o sí, no lo sé... Llevo siglos cargando con el dolor de lo que he provocado. Si soy como soy es por su culpa... pretendía hacerme un mejor vampiro, según sus propias palabras. Pero ahora ya tengo una ligera idea... lo que quería era volverme como él. Un ser desamaldo vil y cruel, sin importarle las consecuencias de mis actos, sin remordimientos. No puedo contarlo con palabras porque es demasiado doloroso, pero sí mostrártelo... ¿quieres? -le pregunté, mirándola a los ojos - así sabrás porqué soy como soy. No he tenido muchas opciones, apenas Matt ha visto algo de mí y el resto lo he ocultado. Hasta me planteé en su momento, volverme sacerdotisa para que, algún dios bondadoso, perdonase mis propios pecados... que son demasiado graves hasta para confesarlo, puedo eliminar mi propia oclumancia para que lo veas, pero sólo en ésta ocasión...

 

- Lázarus ahora mismo estará furioso... no sé ni cómo demonios te ha dejado escapar. Pensaría que eras una bruja inútil y que no servirías ni para rehén y habrá bajado sus propias defensas... no lo creo - negué con una sonrisa - eres una bruja muy poderosa y sobre todo, con gran corazón... (drama, drama xDD) eres mejor persona que yo, aunque ahora me veas como futura madre de familia y ocupándome solo de mis propios negocios. Vuelvo a decirlo, sé como es y lo que te ha obligado a hacer... en mi propia experiencia si necesitas llorar, hazlo. Eso es mejor que cualquier bálsamo o poción para adormecer los sentimientos. Te sentirás liberada una vez termines - comenté con una triste sonrisa.

 

off en el próximo relato, si te parece bien y con tu permiso, roleo como Lázarus y muevo tu personaje, ¿vale? pero si hay algo incorrecto o no sé... si no te parece bien algo, aprovechas nuestro propio pm y me avisas *-*

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

MattB-1_p.png

 

En Rivendell

 

Matt seguramente se afanaba, con @@Hayame Snape Potter Black, en arreglar la Potter Black, poniéndose al día de que era necesario, de lo qeu deberían hacer y repartiéndose las tareas. Matt había dicho que al menos necesitarían un par de días, a juzgar por el estado de la mansión, asi qeu al atardecer, regresarían alli para descansar.

 

Fenrir e Ithilion se habían escondido, asi qeu en realidad, no los veíamos. Eso estaba bien. Era imposible que el pequeño se hiciera daño, alguno de los Elfos lo impediría, estaba seguro.

 

Asi qeu tiré de Sagitas con una sonrisa, y le di la vuelta, poniéndola de espaldas a mi.

- Bien, tendremos qeu hacer algo con esa manta. No sea que se te caiga en mitad de nuestra excursión.

Asi, tomando las esquinas de la tela, con los recuerdos de un jovencito experto en crear túnicas a partir de una simple sábana a orillas del mar.

- Ves? Mucho mejor - afirmé, sonriendo.

 

Pero la voz de @ me distrajo, además de asustar a Sagitas. Le di un apretón en el hombro, dejando que las dos hablaran. Mantuve la cabeza ligeramente agachada...el chico no estaba, pero las dos necesitaban hablar, y aclararse entre ellas...ya que a pesar de la unión de Helike a lazarus en otra vida, no podía cargar con la culpa de lo qeu él hiciera, igual que Sagitas necesitaba seguir adelante.

 

Además...yo apenas sabía nada, más allá de lo que había hecho una vez qeu Matt logró levantarme con la nigromancia.Lazarus me había impedido acercarme a Sagitas aun en forma de fantasma.

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

En el Bosque Sagrado, con Jack, Ithilion, Fenrir y, ahora, Heliké:

 

¿Cuánto se puede querer a un marido? ¿Cuánto se puede querer a los hijos? ¿Cuánto se puede querer a la familia...? Todas las imágenes que cruzaban por mi mente, mientras sentía que el frescor de la hierba se derretía bajo mi frente, sin conseguir refrescarme, me convencían que haría cualquier cosa, cualquiera, por salvarles, aunque yo me condenara de por vida.

 

Lo que Lazarus había conseguido arrancarme me desgarraba por dentro pero yo sabía que lo hice por salvarles a todos. No podía permitirme que Matt muriera, no podía perderle, iba a ser padre, tenía mujer, tenía una familia, yo... Sollocé de nuevo e intenté apartar la imagen de Lazarus golpeándome y gritando "Hazlo, hazlo. ¡Ahora! O tu hijo le acompañará en el mundo de los muertos".

 

No pude evitarlo. No sabía cómo evitarlo.

 

Jack estaba allá, en aquella caja ornamentada que se había convertido en su osario. Estaba allá, atrapado por la magia oscura de aquel ser maligno. Yo, si me esforzaba, podía sentirlo allá dentro, enfadado por no conseguir escapar. Por otro lado, Lazarus, ¡maldito fuera!, conservaba la daga con la que había herido a Matt. Una gota... Sólo necesitaba una gota para destruirle... ¿Por qué nadie me había dicho que era tan peligroso, tan cruel, tan... tan buen nigromante, tan buen mago, tan buen malvado...? Todo lo que hubiera podido imaginar se había quedado corto con lo que él me demostraba. Sentí de nuevo aquel golpe que me tiró al suelo y cómo él levantaba mi cabeza sujetándola fuerte por el pelo para mostrarme el dibujo, tal vez algo tosco pero reconocible de mi hijo Matt en el suelo de aquella casa en la que estaba retenida con Jack.

 

-- "Hazlo o le haré sufrir lo indecible ahí dentro" -- me decía una y otra vez.

 

Matt estaba vivo. Jack estaba muerto. ¿Pero cómo explicar a Jack que cedí y que quise salvar a mi hijo antes que a mi marido? Una mujer no debiera nunca tener que tomar esas decisiones pero, de tener que repetirlo, siempre escogería a Matt por encima de él. Y eso era un agrio conocimiento que me hacía sentir impura.

 

Magia oscura...

 

Magia maligna...

 

Ese Lazarus era un ser pervertido que iba a disfrutar matándolo cuando consiguiera atraparle. Sin piedad ninguna aunque... ¿Eso no me hacía tan mala como él? Sollocé en el suelo al saber que ya había decidido acabar con los huesos de mi marido aunque eso significara el fin de nuestra relación aquí y allá. No podría estar nunca con él ni vivo ni muerto. Jack desaparecería...

 

Me estremecí al sentir sus manos en las mías y solté un grito. Abrí los ojos y... No era Lazarus. Era Heliké, quien intentaba levantarme del suelo. La miré, muy asustada, sin conseguir aún alejar la vividez del recuerdo de aquel vampiro de los ojos de mi nuera. Jadeé varias veces, sin fuerzas para alejarme de ella. Pero su voz era triste, apenada y mis manos estaban entrelazadas a las de ella.

 

En otras circunstancias, seguramente me habría deshecho de aquella unión y hubiera huido, o le hubiera contestado mal para que se alejara de mí. Pero psicológicamente no estaba bien, estaba herida. Y ella deseaba que la entendiera, me aferraba fuerte. Me fue más fácil usar la Leggeremancia que desasirme de sus dedos.

 

Y a medida que veía lo que ella me enseñaba, ahora sin ningún pudor, me di cuenta que Heliké era una víctima, como yo, una sufridora de aquel maldito ser corrompido. Entendí mucho del carácter huraño de mi nuera, de su forma de ser cuando llegó a casa, de su mal genio y de su excelente personalidad escondida bajo tanto sufrimiento. Las lágrimas resbalaban por mis mejillas a medida que aprendía a conocerla, a medida que re-descubría a mi sobrina.

 

Cuando conseguí soltarme, mi desazón creció mucho más. Ella se había abierto hacia mí y yo no era capaz de admitir las cosas terribles que había hecho al lado de aquel personaje. Miré de reojo a Jack, a nuestro lado, escuchando pero dándonos espacio. Nunca le había mentido y no podía empezar ahora, aunque me repudiara. Comprobé que Ithilion estaba fuera del alcance de mi voz.

 

-- Sí, me obligó a decidir entre Matt y Jack. Lo iba a hacer, matar a Matt, tenía la posibilidad de hacerlo. No soy una buena bruja pero tengo muchos conocimientos, tal vez más que la media, y sé que podría hacerlo. Tuve que elegir. Era imposible romper las barreras que sujetaban a Jack en aquel cofre y... Jack ya está muerto... -- Bajé un poco la cabeza, avergonzada. -- Él ya está muerto, tenía que elegir a Matt, a la fuerza. Iba a hacerlo, ya estaba decidida a acabar con mi marido cuando... Él salió del Osario y... me salvó... Aunque me hiriera...

 

Ahora bajé la cabeza del todo. Yo pensando en matarle incluso en la Eternidad y él salvándome la vida. Me sentía despreciable. Todo el daño que me había hecho con su explosión de rabia al sentirse liberado no era nada comparado con lo que yo iba a hacer con él. Me lo merecía. Lo había dicho alguna vez... Jack enfadado me daba miedo, mucho miedo.

 

-- Pero no fue lo único que me obligó a hacer. Ese Lazarus me tenía cogida. No hay nada peor que el terror psicológico y ese maldito lo domina muy bien...

 

Flashback con Lazarus:

 

Rolea como Lazarus, espero tu posteo. Si ves que dije algo que debiera cambiar, también me avisas.

 

Editado por Sagitas E. Potter Blue

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 3 semanas más tarde...

MattB-1_p.png

 

En Rivendell con Sagitas y @

 

Nos separaban pocos pasos de distancia. Helike y Sagitas necesitaban hablar. Ya no por las pequeñas riñas que a veces mantenían como nuera y suegra, sino porque el nexo que las había unido, además de Matt, ahora era un monstruo llamado Lazarus. Y a ninguna le gustaba lo qeu significaba. Asi qeu las dejé hablar, sin alejarme mucho, para que Sagitas supiera que seguía a su lado.

 

Asi escuché lo qeu le habían obligado a hacer. Aunque solo fuera una decisión. Pero sentí como el estómago se me encogía al saber qeu, viéndose obligada a elegir...

 

Que podía echarle en cara? Llevaba razón...su razonamiento era el mejor, aunque fuera doloroso. Yo ya estaba muerto, y el chico...el chico aun tenía muchas cosas por delante. No merecía morir ahora por el fantasma de su padre.

 

Avancé hacia Sagitas y la abracé desde atrás, enterrando el rostro en su pelo. Dejé escapar un suspiro largo, aferrándome a ella.

- Está bien....está bien, niña, elegiste lo que era correcto - le dije

 

Recordaba la ira que se acumulaba al percibir que algo iba mal. Podía viajar libremente por cualquier parte de la Potter Black, y además, aparecer siempre cerca de Sagitas. POr eso, cuando no solo no pude hacer ninguna de esas dos cosas, sino que además, la oscuridad me atrapó, dejé que la ira se concentrase.

 

Pero nadie había contado con un as en la manga. El chico tenía a Fenrir. Ese lobo enorme que lo seguía a todas partes, qeu parecía tan bobo correteando con Ithilion. Ese ser qeu lo conectaba con el mundo de los espíritus. Nadie había contado con eso, nadie había contado con Matt y como el podía marcar la diferencia.

 

Tal vez no hubiera dicho nada en casa, pero él también era un nigromante. Había contactado con Fenrir, y eso significaba hablar con Matt. Cuando logró acabar el ritual y mi cuerpo se reanimó dentro de aquel recipiente que me ataba, Sagitas y Lazarus se disponían a darme fin. Y me dejé llevar. Me dejé llevar por aquello que era incontrolable, que Matt apenas podía controlar y que yo creía tener dominado. Ataqué sin control y entonces supe que había herido a Sagitas.

- El chico no es tan bobo al fin y al cabo. Ninguno contó con él. - murmuré. - Fue grave? Donde...donde te... - no me atreví a terminar la pregunta.

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 2 semanas más tarde...

En la Mansión Potter Black (o lo que que quede de ella) en la actualidad de la guerra mágica.

 

 

La pelirroja avanzaba lentamente por las calles de Ottery St. Catchpole, habían hablado sobre el tema con Kimberly, muchas veces, y se había negado a tener que averiguar siquiera sobre las posibilidades que la rubia planteaba. Darla podría haber aparecido, en las afueras de la mansión,o más dentro por ser miembro de la familia, pero prefirió caminar, ella estaba decidida a averiguar pero prefería ir planeando por el camino la forma de plantearlo

 

Se detuvo de pronto frente a lo que eran las rejas de entrada a la colina en que estaba enclavada la mansión, o al menos en dónde debería estar. Traspasó el ingreso y comenzó a caminar hacia lo que era la Mansión, los jardines se veían algo descuidados, como si el invierno los hubiera dejado más maltrechos de lo habitual, como si nadie pisara por aquel lugar en meses.

 

El llegar frente a lo que era la mansión se detuvo a observar el lugar, imaginándose lo que había la enamorado la primera vez que estuvo allí. La bruja recordaba su llegada y el recibimiento, recordaba a una bruja mortífaga, una joven que tiraba piedras a la ventana de su tío para invitarlo a jugar al bosque. Qué épocas extrañas las de la juventud de la Potter Black, Movió la cabeza y llamó a quien seguro estaría en el lugar.

 

--Harpo, necesito hablarte,--dijo Darla en voz alta, esperando a ver si el elfo efectivamente aparecía en el lugar, aunque claro, tenía entendido que no era un elfo de la familia, sino de un miembro en particular. Probablemente nadie estaría en el lugar ¿o sí?

Editado por Darla Potter Black
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 1 mes más tarde...

MattB-1_p.png

 

- Creo que deberías bajar y echar una mano al chico. - susurré al oido de Sagitas, que dormía tranquilamente.

 

Aun faltaban un par de horas para el amanecer, pero, siendo fantasma, no necesitaba dormir, asi qeu a veces, daba una vuelta por la mansión familiar, vigilando que todo estuviera bien. Y obviamente, con la pequeña de la familia, algo no andaba bien.

 

Que un bebe llorase por la noche era normal, y en los tres meses qeu nuestra nieta había vivido era bastante tranquila. El chico solía calmarla, llevando la normal falta de sueño bastante bien. Pero ya era la tercera noche seguida que la niña no paraba de llorar, incluso yo había ido a ver qué le pasaba. Y aunqeu no lo reconociera, Matt estaba preocupado. Si, no tenía problemas en admitir que no sabía como cuidar a su hija, y se le veía la torpeza en cosas que podrían ser obvias. Era muy gracioso ver lo que le costaba pedir ayuda, y verlo agobiarse por tonterías.

 

Pero esto ya no lo parecía.

 

- Está abajo, en el salón. A Elentari parece que le pasa algo.

 

Pasé un dedo por se cuello, para despertarla, un gesto juguetón que buscaba despertarla.

- Si no bajas, a nuestro hijo le va a dar algo. Reconozco que es muy divertido ver como se agobia, pero ya ha dejado de tener gracia. - murmuré.

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

En mi habitación de la PB, por fin:

 

Me merecía el descanso. En aquella casa parecía que iban y venían los sucesos que obligaban a rehacer una y otra vez parte del edificio o de los terrenos, las aventuras o desdichas parecían perseguirnos y ya necesitábamos una época de descanso. Necesitaba dormir, había quedado para el día siguiente con Xell y con cualquier otra sacerdotisa que quisiera acompañarnos para hacer una ceremonia de limpieza de auras negativas para que aquel lugar fuera el sitio idóneo para criar con tranquilidad a los niños de la familia.

 

Por eso, hoy me había acostado temprano y me había puesto orejeras insonoras que me protegían de cualquier ruido que pudiera haber en la casa. Vamos, que si explotara un cuerno de erumpent ni lo iba a notar. Iba a dormir horas y horas.

 

Sin embargo, algo que si notaba era el tacto helado de mi marido fantasma. Normalmente, eso implicaba más contacto físico placentero cuya mera idea provocó una sonrisa en mis labios. Entreabrí los ojos para mirar los suyos, en una pregunta muda sobre el motivo de que me despertara. No pretendía entender sus labios estando mis oídos aún cubiertos por las orejeras pero sí sus mensajes no verbales. Jack no continuó. Su semblante era duro y no parecía estar dispuesto a toquetear mi cuello de esa forma casi libidinosa con la que me ponía a cien.

 

Me asusté y poco y me quité el escudo de mis oídos. Un sonido martilleante, como de gato herido, inundó mi espacio de forma tan brusca que me hizo fruncir el ceño. Aún estaba demasiado dormida como para reaccionar.

 

-- ¿Qué...? -- aún tardé unos segundos en reconocer aquellos maullidos como el llanto de mi nieta. -- ¿Qué le pasa a Artagracia?

 

Ahora sí que le escuché. Su preocupación por la niña era graciosa. Escuche un poco más y terminé por incorporarme. Con la punta de los pies buscaba las zapatillas mientras con las manos intentaba agarrar la bata que estaba enganchada en la barandilla a los pies de la cama.

 

-- ¿Cuánto tiempo lleva así?

 

 

Harpo también escuchaba llorar a la niña y se tapaba las largas orejotas con una almohada, en su cama de la despensa, el lugar más calentito de la casa. Aquel rincón era su lugar preferido de la casa, cerca de las tuberías de calefacción, con lo que nunca pasaba frío en el duro invierno inglés. Pero tenía la desventaja que desde allá se oía todo. Y tanto se oía los pasos por los pisos superiores como la puerta de la entrada. Nada se escapaba en aquel rincón que parecía ser un receptor de todo lo que ocurría en la casa.

 

Y a él le gustaba. Si no fuera así, no oiría a la gente acercarse a la mansión. Como había ocurrido días antes en los que habían tenido una visita insospechada: la señorita Darla había venido a la mansión sin que nadie pareciera haberse dado cuenta, excepto él. Apretó con más fuerza la almohada sobre sus orejas y recordó lo que había sucedido.

 

@@Darla Potter Black le había llamado y le había dicho que quería hablar con él. El elfo se había aparecido casi al instante (?) ante ella. La saludó con una inclinación cortés.

 

-- Me alegra verla por la mansión, señorita. ¿En qué puedo ayudarle? -- Estaba intrigado por saber qué la traía por su mansión después de tanto tiempo.

 

 

OFF:

 

Perdona, Darla, que no te vi, ya ves que este mes no he podido rolear nada. Si quieres seguir roleando, estaré al tanto de la PB para contestarte.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Gracias a sus técnicas ninja el mago al fin había vuelto a poner un pie dentro de esa casa... Era como si hubiera Sido ayer aquel asedio que sufrió la casa por culpa de la marca tenebrosa... Que habrá Sido de ellos?... No lo sabía con exactitud... De pronto habían desaparecido, mis contactos amanecieron un día y ya no los encontraban por ningún lado, todos los negocios y deudas fueron cerrados y perdonados, pero esa no era la historia que venía a contar...

 

--Hermana... Ayúdame...--

 

Decía Sherlock mientras se arrastraba por el pasillo que desembocaba hacia donde se encontraba su hermana sagitas y otra señorita que debido a las heridas y lo borrosa de su vista no podía distinguir con exactitud...

 

--Nos han encontrado...--

 

Normalmente y gracias a su maldición esas heridas hubieran sábado ya hace tiempo... Pero esa magia era diferente... Más pura, por lo que las cortadas no querían cerrar totalmente y eso hacia que el mago sangrara más y más... Por su maldición no podía morir, lo que ocasionaba que su agonía se extendiera más y más...

 

--Ayuda...--

 

Volvió a decir antes de caer desmayado a los pies de su hermana completamente inserte, por lo que sin mediar más palabra y gracias a la luz se podría ver todos los arañazos que su ropa había sufrido al igual que su carne...

 

@

lDhIfB7.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

MattB-1_p.png

 

Con Sagitas

 

- Lleva asi lo bastante como para que a mi me preocupe. - contesté a Sagitas, levitando para situarme a su lado mientras ella se levantaba, buscando las zapatillas.

 

En otro momento, el contacto con su cuello habría derivado en otra cosa mucho más divertida, pero sabía que antes de dormir había utilizado un hechizo para aislarse del ruido, y la única manera de despertarla sería esa.

 

- Matt no lloraba nunca asi. Él...ya sabes que nació con la habilidad de la empatía. Aunque a ti no pueda sentirte. - le dije - Solamente lloraba cuando....cuando sentía que algo malo iba a pasar.

 

Abajo se escuchaba a nuestra nieta, llorando sin parar. Parecía bastante irritada, y seguramente Matt ya no sabía que hacer con ella.

- Matt dice que no parece enferma, que solo...llora. Sin parar.

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.